GA023 Los puntos centrales de la cuestión social- Observaciones preliminares

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RUDOLF STEINER

OBSERVACIONES PRELIMINARES SOBRE LA INTENCION DE ESTE ESCRITO


La vida social contemporánea plantea serias y amplias tareas. Las exigencias de reorganización de esta vida surgen y muestran que hay que buscar formas de resolver estas tareas en las que no se ha pensado hasta ahora. Apoyándose en los hechos del presente, ya hoy se puede oír a quienes, basándose en las experiencias de la vida, deben confesar la opinión de que esta falta de pensamiento en los caminos que se han hecho necesarios ha conducido a la confusión social. Las afirmaciones de este documento se basan en tal opinión. Se quiere hablar de lo que debería ocurrir para encaminar las demandas que actualmente plantea una gran parte de la humanidad hacia una voluntad social decidida. - El hecho de que a uno u otro le gusten o le disgusten estas reivindicaciones debería tener poca influencia en la formación de tal voluntad. Están ahí y hay que contar con ellas como hechos de la vida social. Esto puede ser tenido en cuenta por aquellos que, basándose en su situación personal en la vida, encuentran que el autor de este documento habla de las reivindicaciones proletarias de una manera que no les gusta porque, en su opinión, se refiere demasiado unilateralmente a estas reivindicaciones como algo con lo que la voluntad social debe contar. El autor, sin embargo, quiere hablar desde la plena realidad de la vida contemporánea, en la medida en que le es posible según su conocimiento de esta vida. Es consciente de las consecuencias desastrosas que deben surgir si no se quieren ver los hechos que han surgido de la vida de la humanidad reciente; si no se quiere saber nada de una voluntad social que cuente con estos hechos.

Las personas que se consideran practicantes de la vida en el sentido en que se toma hoy la idea de práctica de la vida bajo la influencia de algunos hábitos apreciados, tampoco encontrarán mucha satisfacción en las observaciones del autor. Verán que en este escrito no habla ningún practicante de la vida. El autor cree que son precisamente estas personalidades las que tendrán que reaprender a fondo. Porque para él, su "práctica de la vida" parece ser la que ha sido absolutamente probada como un error por los hechos que la humanidad de hoy ha tenido que experimentar. Como ese error que ha conducido a un número ilimitado de catástrofes. Tendrán que darse cuenta de que es necesario reconocer como prácticas algunas cosas que les han parecido un idealismo obstinado. Podrán pensar que el punto de partida de este escrito es erróneo porque las primeras partes del mismo hablan menos de la vida económica y más de la vida espiritual de la humanidad moderna. El autor debe creer, por su conocimiento de la vida, que otros innumerables errores se añadirán a los ya cometidos si no se decide prestar la debida atención a la vida espiritual de la humanidad moderna. - Incluso aquellos que, de las formas más diversas, sólo producen las 25 frases de que la humanidad debe salir de su devoción a los intereses puramente materiales y volverse "hacia el espíritu", "hacia el idealismo", no encontrarán ningún favor real en lo que el autor dice en este escrito. Pues no le parece bien la mera referencia al "espíritu", el hablar de un nebuloso mundo espiritual. Él sólo puede reconocer la espiritualidad que se convierte en el propio propósito del hombre en la vida. Esto resulta tan eficaz para dominar las tareas prácticas de la vida como para formarse una visión del mundo y de la vida que satisfaga las necesidades del alma. Lo importante no es que uno conozca o crea conocer una espiritualidad, sino que se trate de una espiritualidad que también sale a la luz al captar las realidades prácticas de la vida. Tal realidad no acompaña a esta realidad de la vida como una corriente lateral reservada únicamente al interior del alma. - Por ello, las observaciones de esta obra parecerán probablemente demasiado poco espirituales a los "espirituales" y demasiado ajenas a los "prácticos". El autor opina que podrá servir a la vida del presente a su manera precisamente porque no se inclina por el alejamiento de la vida de muchas personas que hoy se consideran "prácticos", y porque no puede atribuir ninguna justificación a hablar del "espíritu" que crea ilusiones de vida a partir de las palabras.

La "cuestión social" se aborda en este documento como una cuestión económica, jurídica y espiritual. El autor cree reconocer cómo la "verdadera forma" de esta cuestión surge de las exigencias de la vida económica, jurídica y espiritual. Sin embargo, sólo de esta toma de conciencia pueden surgir los impulsos para una configuración saludable de estos tres ámbitos de la vida dentro del orden social. - En épocas anteriores del desarrollo humano, los instintos sociales garantizaban que estas tres áreas se organizaran dentro del orden social de un modo que correspondía a la naturaleza humana de aquel momento. En la época actual de este desarrollo, nos enfrentamos a la necesidad de esforzarnos por conseguir esta organización mediante una voluntad social decidida. Entre aquellos tiempos más antiguos y el presente, en los países que se consideran inicialmente para tal voluntad, hay una confusión de los viejos instintos y la conciencia más nueva que ya no está a la altura de las exigencias de la humanidad actual. Sin embargo, en muchas cosas que hoy se consideran pensamiento social intencionado, perviven los viejos instintos. Esto hace que este pensamiento sea débil ante los hechos exigentes. Más a fondo de lo que muchos imaginan, el hombre contemporáneo debe trabajar para salir de lo que ya no es viable. Cómo debe organizarse la vida económica, jurídica e intelectual en el sentido de la sana vida social que exige la propia edad moderna sólo puede ser determinado, -en opinión del autor-, por quienes desarrollen la buena voluntad de aceptar lo que se acaba de decir. Lo que el autor cree tener que decir sobre esa organización necesaria es lo que quiere presentar al juicio del presente con este libro. El autor desea sugerir un camino hacia metas sociales que se correspondan con la realidad y la necesidad actuales de la vida. Pues cree que sólo tal empeño puede llevarnos más allá del espíritu de colmena y de los utopismos en el campo de la voluntad social. 

A quienes encuentren algo utópico en este escrito, el autor quisiera pedirles que consideren hasta qué punto algunas de las ideas que tienen sobre un posible desarrollo de las condiciones sociales se alejan actualmente de la vida real y caen en la trampa del espíritu de colmena. Por esta razón, lo que se extrae de la verdadera realidad y de la experiencia vital de la forma en que este documento intenta retratarlo se considera utópico. Algunas personas verán algo "abstracto" en esta descripción, porque para ellos "concreto" es sólo lo que están acostumbrados a pensar y "abstracto" es también lo concreto cuando no están acostumbrados a pensarlo*.

Sabe que las personas firmemente aferradas a los programas de los partidos se sentirán inicialmente insatisfechas con las afirmaciones del autor. Pero cree que muchas personas del partido pronto llegarán a la conclusión de que los hechos del desarrollo ya han superado con creces los programas del partido, y que es sobre todo necesario un juicio sobre los próximos objetivos de la voluntad social, independiente de tales programas.

A principios de abril de 1919.

Rudolf Steiner.


* El autor ha evitado deliberadamente utilizar los términos habituales en la literatura económica. Conoce perfectamente los pasajes que un juicio "profesional" dirá que son diletantes. Sin embargo, no sólo le ha movido el hecho de querer hablar para las personas que no están familiarizadas con la literatura económica y de ciencias sociales, sino sobre todo la opinión de que una nueva era hará que la mayor parte de lo que se encuentra en esta literatura como "profesional" aparezca como unilateral e inadecuado incluso en la forma de expresión. A quienes piensen que el autor debería haberse referido también a las ideas sociales de otros, que de un modo u otro parecen hacerse eco de lo aquí expuesto, les ruego que consideren que los puntos de partida y los caminos de la visión aquí descrita, que el autor cree deber a décadas de experiencia vital, son los elementos esenciales en la realización práctica de los impulsos dados y no meros pensamientos de uno u otro tipo. Además, como se desprende de la Sección IV, el autor ya ha intentado trabajar para la realización práctica de estas ideas cuando aún no se había reparado en pensamientos aparentemente similares respecto a una u otra.

GA023 ASPECTOS BÁSICOS DE LA CUESTIÓN SOCIAL - PREFACIO

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Aspectos básicos de la cuestión social

GA023

por   Rudolf Steiner


Los desafíos que presenta la sociedad contemporánea no serán comprendidos por quienes los aborden con ideas utópicas. Por supuesto es posible creer, que cualquiera de las diversas teorías adquiridas por medio de la observación personal y la convicción, hará que los hombres sean felices. Tal creencia puede alcanzar un poder persuasivo abrumador. Sin embargo, en lo que concierne a la cuestión social, se vuelve irrelevante tan pronto como se hace el intento de afirmarla.
El siguiente ejemplo, aunque parece llevar esta proposición a un extremo, es sin embargo válido.  Supongamos que alguien está en posesión de una "solución" teórica perfecta a la cuestión social. A pesar de esto, al intentar ofrecerlo al público, se convierte en víctima de una creencia poco práctica. Ya no vivimos en una era en la que la vida pública puede ser influenciada de esta manera. La mentalidad de las personas simplemente no está dispuesta a aceptar las ideas de otros en lo que se refiere a este tema. Nunca van a decir: aquí hay alguien que sabe cómo debería estructurarse la sociedad, así que actuaremos de acuerdo con sus opiniones.
A la gente no le interesan las ideas sociales presentadas de esta manera. Lo que les expongo aquí, tiene en cuenta dicho fenómeno. Aquellos que tildan de utópicas estas ideas, han malinterpretado completamente mis intenciones. Es interesante observar que tales críticas provienen principalmente de personas que se desenvuelven casi exclusivamente dentro del pensamiento utópico y se inclinan a atribuir sus propios hábitos mentales a los demás.
Las personas verdaderamente prácticas saben por experiencia que incluso las ideas utópicas más convincentes no llevan a ninguna parte. A pesar de ello, muchos parecen sentirse obligados a proponer tales ideas, especialmente en el campo de la economía. Deberían darse cuenta de que están malgastando esfuerzos, que sus semejantes no podrán aplicar tales propuestas.
Debe ser tratado como un hecho de la vida en la medida en que indica una característica importante de la vida pública contemporánea, a saber, que nuestras nociones actuales sobre economía, por ejemplo, tienen poco que ver con la realidad. ¿Cómo podemos entonces esperar hacer frente a la condición caótica de la sociedad si lo abordamos con un proceso de pensamiento que no tiene relación con la realidad?
Esta pregunta difícilmente puede ser aceptada, puesto que requiere admitir que nuestro pensar está realmente alejado de la realidad. Sin embargo, si no lo admitimos no llegaremos al fondo de la cuestión social. Solo cuando entendamos que este divorcio del pensar, respecto de la realidad, es una condición de la mayor seriedad para la civilización contemporánea, debemos tener muy claras cuales son realmente las necesidades la sociedad.
Toda la cuestión gira en torno a la forma de la vida espiritual contemporánea. El hombre moderno ha desarrollado una vida espiritual que depende en gran medida de las instituciones políticas y de las fuerzas económicas. Mientras aún es un niño, es entregado al sistema educativo estatal y su educación debe corresponder a las circunstancias económicas de su entorno.
Es fácil creer que esta situación hará que el individuo se adapte bien a la vida contemporánea, que el estado es el mejor cualificado para organizar el sistema educativo, y con ello los fundamentos de los asuntos culturales públicos, en beneficio de la comunidad. También es fácil creer que el individuo que es educado conforme a las condiciones económicas de su entorno, y que luego es colocado de acuerdo con estas condiciones, se convierte en el mejor miembro posible de la sociedad humana.
Es hora de asumir la tarea impopular de mostrar que la condición caótica de nuestra vida pública, es consecuencia de que nuestra vida espiritual depende del estado político y de los intereses económicos. Mostrando a la vez, que liberar la vida espiritual y la cultura de esta dependencia constituyen un elemento importante de la cuestión social candente.
Esto implica atajar ciertos errores ampliamente extendidos. Por ejemplo, la supuesta responsabilidad del Estado político en materia educativa que ha sido considerada como beneficiosa para el progreso humano. Para las personas con ideas socialistas, es inconcebible que la sociedad deba hacer otra cosa sino moldear al individuo de acuerdo con sus estándares y a su servicio.
No es fácil aceptar un hecho muy importante del desarrollo histórico, a saber, que lo que fue correcto durante un período anterior puede ser erróneo para un período posterior. Para que surgiera una nueva época en las relaciones humanas, fue necesario que los círculos que controlaban la educación y la cultura se liberasen de esa función y que se transfirieran al estado político. Sin embargo, persistir en este arreglo es un grave error social.
La primera parte de este audio intenta señalar esto. La cultura humana ha madurado hacia la libertad en el marco del estado, pero no puede ejercer esta libertad sin una completa autonomía de acción. La naturaleza que ha adoptado la vida espiritual, requiere que constituya un miembro completamente autónomo del organismo social. La administración de la educación, a partir de la cual se desarrolla toda la cultura, debe ser depositada en manos de los educadores excluyendo por completo de esta administración las consideraciones económicas y políticas. Cada maestro debe organizar su tiempo para que también pueda ser un administrador en su campo. Debe estar tanto en casa atendiendo a asuntos administrativos como en el aula. Nadie debe tomar decisiones que no estén directamente involucradas en el proceso educativo. Ningún parlamento ni congreso, ni ninguna persona que haya sido educadora, pero ya no lo es tiene nada que decir. Lo que se experimenta en el aula fluiría naturalmente en la administración. Por su propia naturaleza, tal sistema engendraría competencia y objetividad.
Por supuesto, se podría objetar que tal vida espiritual autónoma tampoco alcanzaría la perfección. Pero no podemos esperar la perfección; Solo podemos luchar por mejorar la situación lo mas posible. Las capacidades que el niño desarrolla pueden transmitirse mejor a la comunidad si su educación es responsabilidad exclusiva de aquellos cuyo juicio se basa en un fundamento espiritual. En qué medida se debe enseñar a un niño una cosa u otra solo se puede determinar correctamente dentro de una comunidad cultural libre. La forma en que tales determinaciones se deben hacer vinculantes también es un asunto de esta comunidad. El estado y la economía se beneficiarían del vigor de tal comunidad, lo cual no es posible si la organización de las instituciones culturales están intervenidas por intereses políticos y económicos.
Incluso las escuelas que sirven directamente al estado y la economía deben ser administradas por los educadores: escuelas de derecho, escuelas de comercio, agricultura e institutos industriales, todas deben ser administradas por representantes de una vida espiritual libre. Esto necesariamente generará muchos prejuicios, especialmente si se consideran las consecuencias de su tesis. ¿Cuál es la fuente de estos prejuicios? Reconocemos su naturaleza antisocial cuando percibimos que se originan en la creencia inconsciente de que los maestros son personas poco prácticas en las que no se puede confiar para que asuman responsabilidades prácticas por sí mismos. Se supone que toda la organización debe ser llevada a cabo por aquellos que se ocupan de asuntos prácticos, y los educadores deben actuar de acuerdo con las pautas que se les dan.
Este supuesto ignora el hecho de que justo cuando a los maestros no se les permite determinar sus propias funciones, es cuando tienden a volverse poco prácticos y alejados de la realidad. Mientras los llamados determinen los términos de referencia según los cuales deben funcionar, nunca estarán en condiciones de convertir con su educación a individuos prácticos que estén equipados para la vida. El actual estado de cosas antisocial es el resultado de individuos que entran en la sociedad y carecen de sensibilidad social debido a su educación. Los individuos socialmente sensibles solo pueden desarrollarse dentro de un sistema educativo que es conducido y administrado por otros individuos socialmente sensibles. No se avanzará en la resolución de la cuestión social si no tratamos la cuestión de la educación y el espíritu como una parte esencial de ella. Una situación antisocial no es simplemente el resultado de las estructuras económicas, sino que también es causada por el comportamiento antisocial de los individuos que están activos en estas estructuras. Es antisocial permitir que los jóvenes sean educados por personas que se han hecho extrañas a la realidad porque la conducta y el contenido de su trabajo les han sido dictados desde afuera.
El estado establece escuelas de derecho y exige que la ley que enseñan esté de acuerdo con la propia opinión del estado sobre la jurisprudencia. Si estas escuelas se establecieran como instituciones culturales libres, derivarían la esencia de su jurisprudencia de esta misma cultura. El estado se convertiría en el receptor de lo que esta vida espiritual libre tiene para ofrecer. Se enriquecería con las ideas vivas que solo pueden surgir dentro de ese ambiente espiritual. Dentro de una vida espiritual de esta naturaleza, la sociedad se encontraría con hombres y mujeres que podrían crecer en sus propios términos. La mundanalidad no se origina en instituciones educativas organizadas por los llamados "expertos", en las que enseñan personas poco prácticas, sino únicamente en educadores que entienden la vida y el mundo según sus propios puntos de vista.
Los de mente utópica abordarán estas palabras con todo tipo de dudas. Los artistas angustiados y otros trabajadores espirituales cuestionarán que el talento esté mejor en una cultura libre que supervisada y sostenida por el estado y los intereses económicos, como es el caso hoy en día. Dichos escépticos deben tener en cuenta que estas palabras no pretende ser utópicas en absoluto. No se basan en teorías difíciles y rápidas que digan que las cosas deben ser así o no. Por el contrario, su intención es estimular la formación de comunidades que, como resultado de su experiencia común, podrán lograr lo que es socialmente deseable. Si consideramos la vida desde la experiencia en lugar de teorías preconcebidas,
La "cuestión social" no es algo que haya aparecido repentinamente en esta etapa de la evolución humana y que pueda ser resuelta por algunos individuos o por algún cuerpo parlamentario, y quedar resuelta definitivamente. Forma parte integrante de la civilización moderna que ha llegado para quedarse y, como tal, tendrá que resolverse de nuevo cada cierto tiempo a lo largo del desarrollo histórico del mundo. La humanidad ha entrado ahora en una fase en la que las instituciones sociales producen constantemente tendencias antisociales. Estas tendencias deben superarse cada vez. Así como nuestro organismo una vez saciado experimentará hambre nuevamente después de un período de tiempo, de igual manera el organismo social pasa del orden al desorden. No existe un alimento que calme permanentemente el hambre; Como tampoco existe una panacea social universal ni definitiva. Sin embargo, los hombres pueden entrar en comunidades en las que podrían dirigir continuamente sus actividades en una dirección social. Tales comunidades son la rama espiritual autónoma del organismo social.
La observación del mundo contemporáneo indica que la vida espiritual requiere una administración autónoma libre, mientras que en el ámbito económico se requiere trabajo asociativo. El proceso económico moderno consiste en la producción, circulación y consumo de productos básicos. Las necesidades humanas se satisfacen por medio de este proceso y los seres humanos están directamente involucrados en él, cada uno tiene su propio interés, cada uno participa en la medida de lo posible. Lo que cada individuo realmente necesita solo puede saberlo por sí mismo, cada uno determina qué debe aportar a través de su percepción de la situación en conjunto. No siempre fue así, y aún no lo es en todo el mundo; pero es esencialmente cierto en lo que concierne a los habitantes civilizados de la tierra.
La actividad económica se ha expandido en el curso de la evolución humana. Las economías urbanas se desarrollaron a partir de economías familiares cerradas y, a su vez, se convirtieron en economías nacionales. Hoy estamos ante una economía global. Sin duda, lo nuevo contiene gran parte de lo antiguo, al igual que lo antiguo mostraba indicaciones de lo que vendría. Sin embargo, el destino humano está condicionado por el hecho de que este proceso, en la mayoría de los campos de la actividad económica, ya se ha realizado. Cualquier intento de organizar las fuerzas económicas en una comunidad mundial abstracta es erróneo. En el curso de la evolución, la empresa económica privada se ha convertido, en gran medida, en una empresa económica estatal. Pero los estados políticos no son el resultado de los poderes económicas simplemente, y todo intento de transformarlos en comunidades económicas es la causa del caos social de los tiempos modernos. La vida económica se está esforzando por estructurarse de acuerdo con su propia naturaleza, independientemente de la institucionalización política y la mentalidad. Solo puede hacer esto si se establecen asociaciones, compuestas por consumidores, distribuidores y productores, de acuerdo con criterios puramente económicos. Las condiciones reales determinarían el alcance de estas asociaciones. Si son demasiado pequeños serían demasiado costosas; si son demasiado grandes serían económicamente inmanejables. La necesidad práctica indicaría cómo deben desarrollarse las relaciones entre asociaciones. No hay que temer que la movilidad individual se vea inhibida debido a la existencia de asociaciones. El que requiera movilidad experimentará flexibilidad para pasar de una asociación a otra, siempre que el interés económico y no la organización política determine el movimiento.
El profesionalismo y la objetividad pueden hacer que prevalezca una armonía general de intereses en las asociaciones. No las leyes, sino los hombres que utilizan sus conocimientos e intereses inmediatos, regularían la producción, la circulación y el consumo de bienes. Adquirirían los conocimientos necesarios a través de su participación en las asociaciones; los bienes podrían circular a sus valores apropiados debido al hecho de que los diversos intereses representados serían compensados ​​por medio de contratos. Este tipo de cooperación económica es bastante diferente de la practicada por los sindicatos de trabajadores que, aunque operan en el campo económico, se establecen de acuerdo con los principios políticos en lugar de los económicos. Básicamente, los órganos parlamentarios no funcionan de acuerdo con los principios económicos de producción recíproca. En estas asociaciones no habría "asalariados" que utilizaran su fuerza colectiva para exigir a la gerencia el salario más alto posible, sino los artesanos que, junto con la administración y los representantes de los consumidores, determinan los resultados recíprocos mediante la regulación de precios, algo que no puede lograrse mediante sesiones de los órganos parlamentarios. ¡Esto es importante! ¿Pues quién haría el trabajo si se gastaran innumerables horas de trabajo en las negociaciones al respecto? Pero con la asociación entre persona y persona, los acuerdos entre asociación y asociación, el trabajo continuaría como de costumbre. Por supuesto, es necesario que todos los acuerdos reflejen las ideas de los trabajadores y los intereses de los consumidores. Esta no es la descripción de una utopía. No estoy diciendo cómo se deben arreglar las cosas, sino indicando cómo las personas organizarán las cosas por sí mismas una vez que creen el tipo de comunidades asociativas que correspondan a sus propios puntos de vista e intereses.
La naturaleza humana se aseguraría de que los hombres y las mujeres se uniesen en tales comunidades económicas, si no se les impidiera hacerlo por intervención estatal, ya que la naturaleza determina las necesidades. Una vida espiritual libre también contribuiría, ya que engendra ideas sociales. Cualquiera que esté en disposición de considerar todo esto por experiencia tendrá que admitir que estas asociaciones económicas podrían surgir en cualquier momento, y que no hay nada de utópico en ellas. Todo lo que se interpone en su camino es la obsesión del hombre moderno con la organización externa de la vida económica. La libre asociación es exactamente lo opuesto a esta organización externa con el propósito de producir. Cuando los hombres se asocian, la planificación del todo se origina en el razonamiento del individuo. ¿Cuál es el punto para que aquellos que no poseen ninguna propiedad se asocien con quienes sí las poseen? Puede parecer preferible regular 'justamente' la producción y el consumo externamente. Dicha planificación externa sacrifica la iniciativa libre y creativa del individuo, privando así a la economía de lo que tal iniciativa puede darle. Si, a pesar de todos los prejuicios, hoy se intentaran establecer tales asociaciones, necesariamente se produciría el resultado recíproco entre propietarios y no propietarios. Los prejuicios que predominan al considerar tales cosas hoy en día no se originan en la experiencia económica, sino en sentimientos que se han desarrollado a partir de intereses de clase entre otros. Dichos sentimientos han podido desarrollarse porque el pensamiento puramente económico no ha seguido el ritmo de las complejidades de la economía moderna. Una vida espiritual no libre ha impedido esto. Los individuos que trabajan en la industria son atrapados en una rutina, y las fuerzas económicas formativas son invisibles para ellos. Trabajan sin tener una idea de la integridad de la vida humana. En las asociaciones, cada individuo aprendería lo que debería saber a través del contacto con los demás. A través de la percepción y experiencia de los participantes en relación con sus respectivas actividades y la capacidad resultante de ejercer un juicio colectivo, surgirá el conocimiento de lo que es económicamente posible. En una vida espiritual libre, las únicas fuerzas activas son aquellas inherentes a ella; en el mismo sentido, los únicos valores económicos activos en un sistema económico estructurado asociativamente serían aquellos que evolucionan a través de las propias asociaciones. El rol del individuo surgiría de la cooperación con sus asociados. Por lo tanto, podría ejercer tanta influencia económica como corresponde a su producción. En el curso de la charla se explicará cómo se integrarán los elementos no productivos en la vida económica. Solo un sistema económico auto-estructurado puede proteger a los débiles contra los fuertes.
Hemos visto que el organismo social puede organizarse en dos miembros autónomos capaces de apoyarse mutuamente justo porque cada uno es autónomo de acuerdo con su naturaleza inherente. Entre ellos debe funcionar un tercer elemento: el estado político. Aquí es donde cada persona mayor de edad puede hacer sentir su influencia y juicio. En la vida espiritual libre, cada persona trabaja de acuerdo con sus habilidades particularesen la esfera económica, cada uno toma su lugar de acuerdo con su relación asociativa. En el contexto del estado de derechos políticos, el elemento puramente humano se establece por sí mismo, en la medida en que es independiente de las habilidades mediante las cuales el individuo está activo en la vida espiritual, e independiente del valor acumulado en los bienes que produce en la vida espiritual. La esfera económica asociativa.
He tratado de mostrar cómo, las horas y las condiciones del trabajo son asuntos que deben ser tratados por el estado de derechos políticos. Todos son iguales en esta área debido al hecho de que solo deben tratarse asuntos sobre los cuales todos los hombres son igualmente competentes para formarse una opinión. Los derechos humanos y las obligaciones deben ser determinados dentro de este miembro del organismo social.
La unidad de todo el organismo social se originará en el desarrollo independiente de sus tres miembros. Mas adelante mostraré cómo la efectividad del capital, los medios de producción y el uso de la tierra se pueden determinar a través de la cooperación de los tres miembros. Aquellos que deseen "resolver" la cuestión social por medio de algún esquema económico, encontrarán todo lo dicho poco práctico. Sin embargo, aquellos que tienen experiencia práctica y que estimulan a hombres y mujeres a empresas cooperativas a través de las cuales pueden reconocer mejor y dedicarse a las tareas sociales diarias, tal vez no nieguen que sirve para defender algo que esté de acuerdo con Los hechos prácticos de la vida.
Las ideas aquí expuestas se publicaron en un libro por primera vez en 1919. Como suplemento, publiqué varios artículos en la revista "Dreigliederung des Sozialen Organismus", que posteriormente apareció como un volumen separado con el título "En Ausführung der Dreigliederung des Sozialen Organismus". En ambas de estas publicaciones se pone mucho más énfasis en los medios que deberían emplearse que en los fines, u "objetivos" del movimiento social. Si pensamos de manera realista, sabemos que los fines particulares aparecen en diversas formas. Solo cuando pensamos en abstracciones todo nos aparece en contornos claramente definidos. El pensador abstracto a menudo reprochará al realista práctico por falta de distinción, por no ser lo suficientemente "claro" en sus presentaciones. A menudo, aquellos que se consideran expertos son en realidad tales abstraccionistas. No se dan cuenta de que la vida puede asumir las formas más variadas. Es un elemento que fluye, y si deseamos movernos con él debemos adaptar nuestros pensamientos y sentimientos a esta característica que fluye. Las tareas sociales se pueden captar con este tipo de pensamiento. Las ideas aquí presentadas han sido extraídas de una observación de la vida; su comprensión depende también de esa misma observación.

GA208 Dornach 28 de octubre de 1921 - Influencias cósmicas en la formación del hombre - el universo







Conferencia a cargo
de Rudolf Steiner
dada en Dornach el
28 de octubre de 1921
GA 208





Hoy estudiaremos al ser humano con respecto a su forma, y desde este punto de vista iremos ampliando y profundizando lo que hemos considerado recientemente. Para empezar, si consideramos el hecho de que la forma humana, por supuesto, depende en el sentido más amplio de la vida entera del hombre, deberíamos por tanto, para comprender la forma humana, desde adentro, de manera concreta, considerar ante todo la vida del hombre como un todo. El ser humano forma parte de todo el universo, de todo el cosmos. Y si tienen en cuenta que, en lo que respecta a la formación de la cabeza, el ser humano es en realidad una imagen de la esfera, del universo cósmico, encontrarán, por así decirlo, que en lo que se refiere a la cabeza, está integrado en todo el universo. Pero para entender la forma en que está integrado, y al mismo tiempo continúa siendo un ser autónomo, solo podemos hacerlo teniendo en cuenta la conexión del hombre con todo el entorno del mundo.
Consideremos el primer paso, la forma humana diciendo: El hombre se vuelca con todo su pensar, (por cuanto está relacionado con la cabeza), hacia la totalidad del cosmos, al traer a la existencia física, su cabeza desde el mundo espiritual, el ser humano puede, (encerrado en el interior de su cuerpo), mirar hacia atrás, en cierto modo, hacia su verdadero ser anímico-espiritual interior, tal como existía durante el tiempo en que no estaba encerrado dentro de un cuerpo. Quizás nos hagamos una mejor idea de lo que quiero decir, si tenemos en cuenta que cuando el ser humano se vuelve hacia su propio ser, alcanza el conocimiento. Lo mismo que cuando nos sumergimos en la aritmética y la geometría, lo hacemos volviéndonos hacia nosotros mismos. Reconocemos las leyes de la geometría simplemente porque somos seres humanos capaces de extraer las leyes espaciales desde nuestro propio ser. Pero, por otro lado, sabemos que estas leyes llenan todo el universo. En consecuencia, cuando miramos al mundo, tenemos algo que necesariamente percibimos a través de los ojos; pero todo está estructurado geométricamente, incluso los ojos, que están enfocados geométricamente. Por lo tanto, podemos decir: en la medida en que el hombre se enfrenta al mundo con su pensar que está conectado con su cabeza, retrotrae, por así decirlo, dentro de sí, lo que se extiende en el universo. Imaginemos, por lo tanto, este primer paso de captación al cosmos diciendo: el hombre toma en sí el universo, volviéndose hacia el universo, por así decirlo. Volviéndonos hacia nosotros mismos, descubrimos el universo. (Ver tabla).

primero
Interiorizamos el universo mirando atrás
segundo
asomándonos al universo interiorizamos su movilidad
tercero
experimetándonos a nosotros mismos
cuarto
encerrados en nosotros mismos

Esta es la conexión más externa del hombre con el universo del cual está constituido.
En el segundo paso, avanzamos un poco mas representándonos cómo el ser humano interioriza lo que toma del exterior. Piensen que cuando el niño nace, dentro de su ser vive todo lo que ha experimentado desde su muerte hasta un nuevo nacimiento; si el niño pudiera desarrollar una conciencia en dicha dirección, podría ver retrospectivamente las experiencias que tuvo antes de nacer. Pero estas experiencias prenatales justo entonces comienzan a activarse en el niño. El ser humano mira dentro de sí mismo no solo para descubrir otra vez el universo interiormente, sino que también mira hacia el mundo del entorno. Él ve el mundo que lo rodea. Por lo tanto, podemos decir: Él no solo integra en sí el universo, sino que también observa el universo que le rodea (ver Tabla) e interioriza la movilidad del universo. Él crece interiormente móvil.
Únicamente necesitan ustedes apretarse conscientemente su propia mano izquierda con la derecha; solo necesitan tocarse para permanecer completamente dentro de ustedes mismos. Con ese gesto de la mano derecha, están afianzándose a algo que es su propio ser. Ahora bien, al tocarse, lo hacen de la misma manera y sienten lo mismo que cuando se se toca un objeto externo. Toda percepción del Ego, del propio ser interior, se basa realmente en eso: en aferrarse a uno mismo. También lo hacemos indirectamente con los ojos. Cuando contemplamos cualquier punto exterior, el eje del ojo derecho cruza el del ojo izquierdo, de la misma manera a como nuestras manos se cruzan, cuando la mano derecha se cruza con la izquierda. Los animales tienen menos vida interior, porque se tocan mucho menos. Por lo tanto, podemos decir que el tercer paso es: Experimentarnos o tocarnos (ver Tabla). En realidad, cuando nos aferramos a nosotros mismos, todavía estamos en el mundo externo, todavía no hemos traspasado la barrera de nuestra piel.
Pero ahora establezcamos el límite entre la vida externa e interna. Para indicar este proceso muevan arriba y abajo, ambas manos juntando las palmas, para describir una superficie. Esta superficie está en todas partes en nosotros mismos. Con la capa que cubre nuestro cuerpo, encerramos nuestro ser interior. Por lo tanto, podemos decir que el cuarto paso es abarcarnos a nosotros mismos. (Ver tabla).
Si penetran vívidamente con el sentimiento en la forma de su propio cuerpo, en la medida en que está encerrada por la piel, obtendrán este proceso de envolvimiento.
Estos cuatro pasos nos presentan el proceso gradual de la formación del hombre desde afuera hacia adentro. Tenemos, para empezar, todo el universo; Pero nosotros aún estamos fuera. Luego la simulación del universo; pero aún no hemos alcanzado nuestro propio ser, porque simulamos el universo. Si nos tocamos, nos alcanzamos desde afuera. Solo en la cuarta etapa nos abarcamos.
En el quinto paso, debemos buscar algo que esté adentro, que nos llene, que se agite y entreteja a través de nosotros. Por lo tanto, podemos decir: Cinco: lo que nos llena, agitándose y tejiéndose a través de nosotros.
Después viene el sexto paso: gracias al hecho de que no solo poseemos una piel, sino que además está llena, y gracias a haber podido penetrar en nuestro propio ser, comienza un proceso de disolución de la forma, convirtiéndola en algo que no solo llena interiormente al ser humano, sino que lo hace madurar como una fruta. Sigamos pues, el desarrollo de la fruta hasta el punto en que está madurando; Si supera ese punto, se seca. Por lo tanto, podemos decir: Seis: Maduración.
Imaginen este proceso de maduración. Al madurar, comenzamos, por así decirlo, a descomponernos internamente. Dejamos, aunque en un grado ínfimo, de convertirnos en seres humanos. Aunque externamente sigamos siendo seres humanos, internamente nos convertimos en polvo, por así decirlo. Se acrecienta la mineralización. Con ello nuevamente nos adaptamos al mundo externo. Dentro de nuestro ser estamos plenamente henchidos de ese cuerpo. Luego, cuando nos convertimos en polvo interiormente, nuevamente nos adaptamos al mundo mineral. Nos convertimos, por así decirlo, en un pesado cuerpo. Por lo tanto, podemos llamarlo el séptimo paso: Nos adaptamos al mundo inorgánico.
Ya una vez les describí que cuando pesamos a un ser humano, se hace teniendo en cuenta solo lo mineral. Esto nos lleva al punto de poder decir que se adapta al mundo inorgánico. También podríamos decir: que se adapta a las fuerzas externas de la naturaleza.
Paso ocho: en este paso, no solo nos adaptamos al mundo externo, sino que también tomamos el mundo externo. Respiramos, comemos, absorbemos el mundo externo. En una etapa anterior, simplemente desarrollábamos dentro de nosotros fuerzas que ya existían dentro de nosotros; Esa etapa de desarrollo consistía esencialmente en eso. Luego viene nuestra vida interior, pero en ella tomamos en nosotros el mundo externo. Cuando alcanzamos ese momento, deberíamos, sobre todo, darnos cuenta claramente de que todo lo que un ser humano asimila procedente de afuera, es como algo que realmente no debería formar parte de él. Existen muchas concepciones erróneas en el mundo con respecto a este proceso de absorción de sustancias y fuerzas del exterior. En realidad, todo lo que comemos es ligeramente venenoso. Porque la vida consiste en asimilar nutrientes sin permitir que se conviertan del todo en parte de nosotros: nos resistimos, y la vida realmente consiste en esa resistencia, en esa defensa. Porque, por supuesto, el veneno de las sustancias que tomamos como alimento es tan minúsculo, que podemos ofrecerle resistencia. Porque si tomásemos un veneno real, nos destruiría, no podríamos defendernos de él.
Por lo tanto, podemos decir: cuando el mundo externo penetra en nosotros, es como una especie de aguijón venenoso. (Ver Tabla.) Debemos usar expresiones duras que no existen ni en el habla ni en el conocimiento ordinarios. Cuando explico estas cosas, deben tratar de comprender lo que realmente quiero decir.


quinto
lo que nos llena.
sexto
Madurez.
séptimo
Nos encajamos en el mundo inorgánico buscando el equilibrio.
octavo
aguijón venenoso.

Esto nos lleva al punto de absorber lo que está afuera. En consecuencia, comenzamos con la formación del hombre a partir del universo, seguidamente procedimos a la formación del hombre desde adentro hasta llegar al punto donde su vida interior se desarrolla ofreciendo resistencia al mundo externo. (Ver tabla.)
Pero el ser humano se forma a sí mismo (al menos, su vida y, en cierta medida, también su forma real) en función de su actitud externa, de sus actividades externas. Pero en la actualidad, nuestras actividades ya no tienen una conexión real con el ser humano; debemos volver a épocas anteriores si deseamos captar al hombre en su conexión real con su entorno, en el cual participaba de los procesos del mundo. En este punto podemos decir: El noveno paso representa una de las actividades del hombre. Participa en el mundo externo, ocupando culturalmente su lugar en la vida externa en la tierra. Él es, inicialmente, un cazador. Nueve: cazador.
Después en el paso siguiente, el paso Diez, va progresando en sus actividades. Se convierte en criador de animales, ganadero, pastor: Un criador de animales. En el paso Once: Se convierte en granjero; ese es el siguiente paso de perfeccionamiento. Y finalmente, el paso Doce: donde se convierte en mercader. Más adelante verán ustedes que no incluyo las actividades que siguieron. Son de naturaleza secundaria. Las ocupaciones principales del hombre son: cazador, criador de animales, granjero y comerciante. Esto caracteriza al hombre con respecto a su forma y la forma en que vive en la tierra como cazador, criador de animales, granjero o comerciante. Estas son formas de actividades humanas, de ocupaciones humanas sobre la tierra.


noveno
cazador
décimo
Criador, pastor, ganadero
undécimo
granjero
duodécimo
mercader

El siguiente dibujo ilustraría la tabla esquemática. Digamos, para empezar, que aquí tenemos la tierra. Supongamos que tenemos al ser humano sobre la tierra. Con respecto a estos cuatro principios de forma, él dependería de la circunferencia de la tierra; es decir, se formaría a partir de la circunferencia de la tierra. Aquí (arriba), el hombre se forma desde adentro. Dejemos esto a un lado por el momento, y consideremos cómo la tierra forma al ser humano, como cazador o criador de animales; El resultado sería todo lo contrario. Por ejemplo, si aquí, en este punto, tenemos la influencia de las constelaciones; es decir, una influencia proveniente de la circunferencia, entonces las constelaciones que están por debajo del horizonte (osea ocultas por la tierra) solo podrían influir en el hombre enviando su influencia a través de la tierra. Aquí el ser humano tendría que adaptarse a la tierra con respecto a sus estrellas. Y lo que está en el medio, le ofrecería la posibilidad de desarrollarse internamente.


Por lo tanto, podemos decir: los cuatro primeros pasos de la formación del hombre lo conducen al universo; los últimos pasos lo conducen a la tierra, y las estrellas entran en consideración en la medida en que están cubiertas por la tierra. En los cuatro pasos centrales, las estrellas y la tierra mantienen un equilibrio.
El hombre habita en su ser interior.
Pueden ustedes ver, como incluso en la antigüedad, estas cosas se sentían y la gente decía que cierta porción del cielo estrellado influía en el hombre formándolo desde afuera, desde el universo. Por supuesto, había que aceptar las diferentes estrellas según las estaciones. Las constelaciones varían. Pero tomemos, a gran escala, la época en la que vivimos. Si adoptamos el punto de vista de un griego que reflexionase sobre tales cosas, podríamos decir: las estrellas cercanas a Aries envían su influencia desde el exterior, también aquellas cercanas a Tauro, y de modo similar las estrellas cercanas a Géminis y Cáncer. Estas constelaciones, Aries, Tauro, Géminis y Cáncer permiten que el hombre vea retrospectivamente, sea interiormente móvil, se apodere de sí mismo y se cierre en sí mismo. (Ver tabla.)
Las otras estrellas, situadas debajo en el lado opuesto, que están cubiertas por la tierra, permiten al hombre ser un cazador gracias a la influencia de Sagitario. O bien, por la influencia de Capricornio, es capaz de vivir como criador de animales domesticando a la cabra.

El signo que hace posible que viva como agricultor, (tomemos primero la existencia agrícola más simple que consistía en cultivar los campos y derramando agua), es: Acuario.

Y se convierte en un comerciante gracias a la influencia de una región estelar que lo sostiene, que lo lleva sobre el mar. Porque en la antigüedad todos los barcos tenían forma de pez. Y realmente el símbolo del comercio, son dos barcos que navegan uno al lado del otro, surcando el mar como buques comerciales. De modo que al designar un barco como un "pez", obtendríamos aquí, como el duodécimo signo a: Piscis.

En el medio tenemos lo que está interiormente, llenando al hombre; es decir, la influencia de la sangre, que llena al ser humano. ¿Cómo se puede simbolizar mejor la sangre que está contenida en el hombre? Quizás tomando al animal con la actividad cardíaca más intensa, el león, Leo.

El proceso de maduración: la madurez: es suficiente con mirar los campos, el trigo o el cereal en maduración: la espiga de cereal representa la condición en la que el fruto alcanza la etapa de madurez: Es la Virgen con el manojo de espigas: Virgo. Lo principal aquí son las espigas.

Y si consideramos el momento en que el hombre se adapta al mundo externo, o en otras palabras, busca establecer el equilibrio, tenemos a Libra.

Y donde siente el aguijón venenoso, donde siente que todo es ligeramente venenoso, Escorpio.


La cabeza humana se forma a partir de las influencias ejercidas por el universo.
ARIES
Interiorizamos el universo mirando atrás
TAURO
asomándonos al universo interiorizamos su movilidad
GÉMINIS
experimetándonos a nosotros mismos
CÁNCER
encerrados en nosotros mismos



El torso evoluciona desde su propia fuerza interior
LEO
lo que nos llena.
VIRGO
Madurez.
LIBRA
Nos encajamos en el mundo inorgánico buscando el equilibrio.
ESCORPIO
aguijón venenoso.
Las extremidades se forman a raíz de las actividades que realiza el ser humano sobre la tierra
SAGITARIO
cazador
CAPRICORNIO
Criador, pastor, ganadero
ACUARIO
granjero
PISCIS
mercader

Durante las pasadas épocas, la gente realmente experimentaba la conexión del hombre con el universo y con la tierra; pero la gente moderna ya no puede interpretar tales cosas. Dicen: Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo y dibujan los signos correspondientes **, pero en realidad no tienen la menor idea de lo que realmente significan estas cosas. Para encontrar la verdadera conexión, es necesario considerarlos de la manera correcta.

Si miran una imagen antigua de Aries, verán que no es una reproducción materialista o naturalista; su rasgo característico es que Aries siempre está mirando hacia atrás; Este gesto de Aries mirando hacia atrás es lo esencial en la imagen. Representa al ser humano que se mira a sí mismo, al universo que vive en él. Por lo tanto, Aries no debe ser visto simplemente de una manera naturalista-materialista. La imagen que reproduce a Aries, el signo de Aries, no es materialista ni naturalista, sino que su característica esencial radica en el gesto de mirar hacia atrás.


Si miran imágenes antiguas de Tauro, encontrarán que siempre está mirando de reojo y saltando. También en este caso el gesto es lo esencial, el gesto de mirar a su alrededor y activar el principio universal que vive dentro. Aquí, también, el gesto es lo principal.







Y si miran ustedes a Géminis, se enfrentarán a un hombre a la derecha y a otro a la izquierda, pero siempre están representados de tal manera que la mano derecha del hombre de la derecha está apretando la mano izquierda del hombre de la izquierda. Nuevamente, es el gesto el que debe considerarse.
Expresa el hecho de que el hombre se toca a sí mismo, se siente a sí mismo. Los lados derecho e izquierdo del hombre se presentan como seres independientes, porque de cierta manera el hombre todavía está afuera y acoge su ser prenatal al tocarse o sentirse a sí mismo.


Cáncer es el ser encerrado en sí mismo, cerrado al mundo externo. La gente moderna también ve el signo de Cáncer de manera materialista, naturalista. Pero para las personas que tomaban a Cáncer como el símbolo de encerrarse, lo principal era que Cáncer, el cangrejo, puede rodear a su víctima con sus garras, para así abarcarla. Esto está contenido en la palabra Cáncer, que abarca al hombre. El cáncer es el elemento que lo abarca. Es realmente el símbolo del ser humano que se cierra dentro de sí mismo, que no solo se toca o siente, sino que se aísla del exterior dentro de su ser interior.

Leo, con el sistema cardíaco fuertemente desarrollado, es el verdadero "animal del corazón". El león puede ser considerado como el "animal del corazón". Las cualidades del león establecen el quinto miembro que debe tenerse en cuenta.








En la etapa de madurez, encontramos a Virgo, la virgen con el manojo de espigas, y lo esencial del signo es el manojo, en el cual el fruto está a punto de secarse.









Y Libra, la balanza, expresa que buscamos establecer el equilibrio.




Escorpio es, por supuesto, la picadura venenosa.









Y Sagitario es en realidad una forma animal que termina en un ser humano armado con arco y flecha. El signo zodiacal de Sagitario es un ser humano sentado como un centauro sobre el cuerpo de un animal. Simboliza al cazador.








Capricornio es realmente una cabra que termina en una cola de pez, algo que no encontramos en la naturaleza. Pues una cabra con cola de pez no existe. Pero el hombre, como criador de animales, hace a las bestias salvajes tan mansas como los peces. Este es, en consecuencia, un símbolo artificial.


Acuario significa agricultura. En este signo, la gente, por supuesto, ven el agua y demás, y esto está espiritualmente justificado. Pero en este signo del zodíaco siempre encontrarán un personaje que camina a grandes zancadas: un hombre con un cántaro del que va sacando agua . Está regando la tierra y, por lo tanto, es jardinero, agricultor.


Piscis, los peces, es un signo que ya he explicado; simboliza el comercio, ya que en el pasado, los barcos estaban adornados con cabezas de peces, por ejemplo, delfines, aunque los delfines no son peces, pero los antiguos pensaban que eran peces. Este símbolo, por lo tanto, indica el carácter del comercio.

No deberíamos considerar las cosas, como suele darse el caso, superficial o esquemáticamente, sino que deberíamos partir de este desarrollo de la forma humana, y a partir de ahí tratar de comprender la conexión del hombre con el universo y con la tierra. Esto revelará gradualmente al ser humano, como miembro integrante del cosmos desde el aspecto de su forma.
Consideremos ahora la cuestión desde el siguiente aspecto. Si partimos desde el punto de vista de los antiguos griegos (Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpio, Sagitario, Capricornio, Acuario, Piscis), al observar la forma humana con respecto a la forma de la cabeza podemos decir: (a tenor de lo ya explicado) el ser humano se ha formado desde el exterior, desde el cosmos. Después dichas fuerzas comienzan a actuar por dentro. Le dan al hombre la posibilidad de volverse simétrico. Pero entonces nos vemos obligados a comprender lo que le sucede al ser humano en sentido opuesto mediante las últimas constelaciones estelares. El ser humano también está sujeto a la influencia de la tierra. Está influenciado por fuerzas. Esto se indica en el dibujo con trazos mas gruesos, podemos dibujar las otras fuerzas de manera más delgada en el otro lado y decir: Si un ser humano desarrolla particularmente todo lo que corresponde a Sagitario, como se muestra aquí (que como ustedes saben es el signo zodiacal de la parte superior de los muslos), tendrá muslos superiores especialmente fuertes y será un cazador. Si es un criador de animales, deberá pues ponerse a menudo en cuclillas. Si es un agricultor, debe caminar y, por lo tanto, se lo representa como un hombre que anda a zancadas, etc. Y con respecto al comercio: si buscamos un símbolo relacionado con el ser humano, nos encontramos con los pies. Estos, en cualquier caso, se forman desde el exterior.
En el medio encontramos la región donde el hombre se da forma. Si dibujo estas figuras, dan como resultado espontáneamente los doce signos del zodíaco. Por lo tanto, podemos decir: Aquí (en el medio), el universo o las estrellas envían sus influencias principalmente al ser interior del hombre. Aquí (arriba), inciden desde afuera, y aquí (abajo), lo comprimen. Este dibujo recuerda la forma del embrión humano. Cuando dibujan el embrión humano, deben dibujarlo de esta manera, si incluyen el zodiaco; solo puede dibujarse de esta manera, de acuerdo con sus propias leyes. Si dibujan una figura que abarca un ángulo de 180 grados, obtienen un triángulo. Si dibujan el zodíaco, transformándolo para que revele sus leyes con respecto a la tierra, obtienen a través de leyes internas la forma del embrión humano. Esto constituiría una prueba directa de que el embrión humano está formado por todo el universo, que es el producto del cosmos.
Les decía hace un momento que deberíamos adoptar el punto de vista de los griegos, pero en la actualidad ya no podemos partir desde Aries, sino desde el signo de Piscis. Desde hace varios siglos estamos ya viviendo bajo el signo de Piscis. Es el signo que marca la transición del hombre hacia el intelectualismo. Pero si retrocediesen al punto en el que todavía estaba justificado partir de Aries y aún era posible hablar del zodiaco en su antiguo significado, no obtendrían más que las vocaciones representadas por Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis; es decir, cazador, criador de animales, granjero y comerciante. Todo lo relacionado con el industrialismo, etc., ya pertenece a la época de Piscis, etcétera.
Tengan en cuenta lo siguiente: ahora vivimos en la era de Piscis. Durante esta época se ha desarrollado todo lo que constituye la actual civilización de las máquinas. Pero si retrocedemos a la era de Aries, todavía encontramos esas cuatro honestas vocaciones u oficios, aunque ya se habían vuelto más complicadas y modificadas, ubicaban al hombre en la naturaleza. Y si retrocedemos aún más, hasta la era de Tauro, a la tercera, segunda, primera época post-atlante, a la última época atlante hasta la penúltima época atlante, etc., finalmente llegaríamos nuevamente a Piscis. Allí encontraríamos que el hombre era un ser completamente etérico que todavía no había descendido al mundo físico. En la era de Piscis descubrimos que era un ser etérico y que en la actualidad está repitiendo realmente por lo que ya pasó en aquél tiempo, cuando se convirtió en un ser humano. Desde mediados del siglo XV, está repitiendo esa etapa, pero de manera abstracta. En el pasado, acrecentaba concretamente su desarrollo humano. Desde mediados del siglo XV, está acrecentando sus abstracciones, porque una máquina también es una abstracción. Desde el regreso de la era de Piscis, el hombre está realmente navegando hacia las fuerzas que lo disuelven. Y cuando alcance la era de Acuario, esa disolución habrá progresado de una manera esencial; sobre todo para entonces, ya no podrá tener la más mínima conexión con el universo a menos que se aferre al mundo espiritual. Justamente porque se está repitiendo aquella era, el hombre debe penetrar en el mundo espiritual.
Esto también les muestra que en realidad el hombre es un ser triple; está formado a partir del cosmos en lo que respecta a su cabeza; va desarrollándose dentro de su ser y únicamente gracias a que tiene un tórax, se interrelaciona con el mundo externo; al insertarse en la esfera terrenal desarrolla sus extremidades y procesos metabólicos.
Visto desde otro aspecto también tenemos ante nosotros un ser triple. Consideren que cuando el ser humano llega al nacimiento, están latentes dentro de él los primeros cuatro impulsos de fuerza; los despliega, aunque en cierto sentido, ya es un ser humano completo, salvo los otros ocho componentes que todavía están en una etapa rudimentaria. La cabeza es un ser humano completo; Las otras partes de que está dotado son rudimentarias aún. El tórax también es un ser humano completo, aunque los primeros cuatro impulsos de fuerza y los cuatro últimos son rudimentarios aún. Además, también las extremidades forman un ser humano completo, pero el tórax y la cabeza unidos a él son rudimentarios. Tres seres humanos están pues contenidos en el hombre. El primero, la cabeza, es en realidad la transformación de la encarnación anterior. El hombre del tórax es en realidad la encarnación actual como tal. Y la interacción del ser humano en el mundo externo, las características de sus actividades, particularmente las que efectúa con sus extremidades y en sus procesos metabólicos, son la guía hacia la siguiente encarnación. El hombre a este respecto, también es por tanto, un ser triple. De ese modo la forma humana puede ser estudiada en su totalidad.
Realmente deberíamos decir: si quisiéramos trazar un dibujo del ser humano, deberíamos dibujar su cabeza. Pues en ella está representado un ser humano completo. Llegarán a esta conclusión por medio del siguiente hecho: en la mandíbula inferior realmente se encuentran las piernas, salvo que allí están giradas hacia atrás y la cabeza se asienta sobre sus piernas. La cabeza es un ser humano completo, que con sus piernas invertidas forman la mandíbula inferior y el hombre está sentado sobre ella, de modo que aquí puedo dibujar un ser humano completo en posición de sentado.
También el tórax es un ser humano completo. Los brazos, por así decirlo, representan externamente los ojos etéricos. Asimismo, las extremidades son también un ser humano completo. En ellas, por ejemplo, los ojos serían los riñones. También con respecto a la forma humana, tenemos tres seres humanos que están unidos entre sí. Están interpenetrados de tal manera que el ser humano se halla escondido en la cabeza que se ha convertido en una esfera, revelándonos en la vida presente lo que ha penetrado desde la encarnación precedente; El ser humano en el tórax es realmente el ser humano de la presente encarnación, y en la parte del ser humano que corre, que se mueve, que actúa, se va suscitando lo que penetrará en la próxima encarnación.
Pero en cierto sentido podemos decir: que también la actitud total del hombre del presente revela ese triple carácter. Tomen ustedes las extremidades y los procesos metabólicos. Con respecto a ellos, el hombre es capaz de producir un ser humano completo. Para ello solo necesitan considerar el embrión humano en el cuerpo de la madre, y en él encontrarán al hombre metabólico con sus extremidades, buscando convertirse en un ser humano completo. Contemplando al hombre torácico observarán cómo, durante su infancia, cabeza y tórax todavía forman un todo en el niño. Este triple aspecto aparece también en el ser humano en desarrollo.
Cuando el hombre supera la infancia, debe ser instruido. El ser humano que vive en la cabeza es el instructor e instruye al otro ser humano, (la cabeza infantil instruye al niño) ("Kindskopf den Kindskopf"), porque en realidad el ser humano siempre sigue siendo un niño con respecto a su cabeza. El hombre torácico, solo envejece hasta la mediana edad, con respecto a la parte media, y envejece bastante con respecto al hombre de las extremidades metabólicas. La gente va notando eso, a medida que va envejeciendo. Incluso la gente nota que envejece en ese sentido de acuerdo con el antiguo dicho, “En la niñez, se camina a cuatro patas; en la madurez con dos y en la vejez con tres”. También con respecto a su cabeza, el hombre sigue siendo, por así decirlo, siempre el resultado de su encarnación pasada. La cabeza realmente sigue siendo un niño durante toda la vida. De hecho, podemos decir: la ciencia de la educación debería tratar de resolver el problema de cómo la cabeza infantil, que es la maestra, debe tratar de manera correcta al alumno infantil.
Estas cosas son aparentemente humorísticas, pero ocultan una verdad profunda que debe tenerse en cuenta para obtener una visión correcta sobre el hombre.
Consideren que la cabeza del ser humano es en realidad un pasajero transportado por el resto del ser humano, un pasajero que es un espía. Las piernas de la cabeza (los huesos de la mandíbula inf.), siempre están en posición de sentadas, la cabeza ni siquiera intenta caminar de forma independiente. Siempre es llevada, como un hombre que viaja en autocar. En realidad, la cabeza es el pasajero del hombre.
El hombre torácico, en cambio, es la enfermera del ser humano. Y el hombre extremidades es el trabajador, que trabaja como un esclavo, porque es realmente él quien está pasando por la vida. Somos una cabeza, a semejanza de Cáncer. La obtuvimos del cielo, sin ninguna cooperación por nuestra parte. Aquí (en el centro) se llevan a cabo los procesos de respirar y comer; Esa es nuestra enfermera. Y el verdadero trabajador, ( el hombre extremidades) pertenece a la esfera de Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis.
Así pues, esto nos permite relacionar la forma del hombre con todo el universo. Solo es necesario tomarse las cosas con mucha seriedad, aunque se hayan presentado ante ustedes muy someramente y sin pedantería. Ellas les mostrarán que todo lo que les he explicado hoy contiene, por un lado, la posibilidad de captar la forma humana partiendo de todo el cosmos, pero por otro, contienen lo que nos puede llenar, podría decir, de una gran reverencia hacia la sabiduría primordial de aquellos hombres que fueron capaces de colocar en sus símbolos zodiacales una ciencia del hombre tremendamente significativa, extraída de su clarividencia instintiva. Hoy, en cambio, tenemos una ciencia en la que la gente mira a Aries sin saber que su característica cosiste en el hecho de que gira su cabeza hacia atrás; que la característica de Géminis radica en el hecho de que se tocan, se dan la mano, etc. Todo en los símbolos del zodiaco es inmensamente profundo, profundamente significativo: cada gesto, cada signo. Y cuando el gesto en sí no es lo esencial, como en Leo, entonces el símbolo se elige de tal manera que podría decir, el signo en sí, expresa el gesto; Se elige al León, porque tiene la más fuerte pulsación del corazón. El león es el representante de las fuerzas que llenan al ser humano. De esta manera, si la encontramos dentro de nosotros mismos, es posible sacar a la superficie nuevamente la sabiduría primordial de aquellas eras.

Traducido por J.Luelmo ene,2019