GA202 Berna 18 de diciembre de 1920 - La moral como fuente del poder creativo mundial

El puente entre la espiritualidad universal y la Constitución
física del hombre
Conferencia a cargo de Rudolf Steiner, Berna 18 de diciembre de 1920

La moral como fuente del poder creativo mundial


Ayer intenté darles ciertas indicaciones sobre la constitución del hombre y al final se pudo demostrar que un estudio realmente en profundidad de la naturaleza humana nos capacita para construir un puente entre la constitución externa del hombre y lo que se despliega, a través de la autoconciencia, en su vida interior. Como regla general, no se tiende tal puente, o si se tiende, suele ser de manera inadecuada, particularmente en la actualidad científica actual. Nos quedó claro que para construir este puente debemos saber cómo debe ser considerada la constitución del hombre. Vimos que el organismo sólido o fluido- sólido, es el único objeto de estudio hoy en día y sólo es reconocido por la ciencia moderna como orgánico en sentido real- vimos que esto debe ser considerado como sólo uno de los organismos de la constitución humana; Que también debe reconocerse la existencia de un organismo fluido, un organismo aeriforme y un organismo calórico. Esto también nos hace posible percibir cómo los miembros de la naturaleza del hombre que estamos acostumbrados a considerar como tales, penetran en esta constitución delicadamente organizada. Naturalmente, hasta el organismo calórico incluso, todo debe ser concebido como cuerpo físico. Pero es primordialmente el cuerpo etérico el que toma posesión del cuerpo fluido, de todo lo que es fluido en el organismo humano; En todo lo que es aeriforme, es el cuerpo astral el que está primordialmente activo, y en el organismo calórico, el Ego. Al reconocer esto podemos permanecer en lo físico, pero al mismo tiempo alcanzar lo espiritual.
También estudiamos la conciencia en sus diferentes niveles. Como dije ayer, es habitual tener en cuenta sólo la conciencia que conocemos en la vida despierta desde el momento de la vigilia hasta el momento de quedarnos dormidos. Percibimos los objetos que nos rodean, razonamos acerca de estas percepciones con nuestro intelecto; También tenemos sentimientos en relación con estas percepciones, y tenemos nuestros impulsos de voluntad. Pero experimentamos todo este nexo de conciencia como algo que, en sus cualidades, difiere completamente de lo físico, que es lo único tenido en cuenta por la ciencia ordinaria. No es posible, sin más preámbulos, tender un puente entre estas experiencias impenetrables e incorpóreas en el dominio de la conciencia y los otros objetos de percepción estudiados en fisiología o anatomía física. Pero también en lo que respecta a la conciencia, sabemos por la vida ordinaria que, además de la conciencia despierta, hay una conciencia onírica, y ayer oímos que los sueños son esencialmente imágenes o símbolos de procesos orgánicos internos. Algo ocurre dentro de nosotros todo el tiempo, y en nuestros sueños eso, se nos expresa en imágenes. Dije que podemos soñar con enroscar serpientes cuando tenemos algún trastorno intestinal, o podemos soñar con una estufa excesivamente caliente y despertarnos con palpitaciones del corazón. La estufa recalentada simbolizaba latidos irregulares del corazón, las serpientes simbolizaban los intestinos, y así sucesivamente. Los sueños nos señalan nuestro organismo; La conciencia del dormir sin sueños es, por decirlo así, una experiencia de nulidad, de vacío. Pero he explicado que esta experiencia del vacío es necesaria para que el hombre se sienta conectado con su naturaleza corporal. Como Ego no sentiría ninguna conexión con su cuerpo si no lo dejase durante el sueño y lo ocupase de nuevo al despertar. Es a través de esa privación que sufre entre quedarse dormido y despertarse, por la que es capaz de sentirse unido con el cuerpo. Así pues, de la conciencia ordinaria que realmente no tiene nada que ver con nuestro propio ser esencial más allá del hecho de que nos permite tener percepciones e ideas, somos conducidos a la conciencia del sueño que tiene que ver con los procesos corporales reales. Por lo tanto, somos llevados al cuerpo. Y somos llevados al cuerpo aún más fuertemente cuando pasamos a la conciencia del dormir sin sueños. Así podemos decir: Por un lado nuestra concepción de la vida del alma es tal que nos conduce al cuerpo. Y nuestra concepción de la constitución corporal, que comprende al organismo fluido, el organismo aeriforme, el organismo calorico y que al volverse gradualmente más enrarecidos, nos llevan al reino del alma. Es absolutamente necesario tomar estas cosas en consideración si queremos llegar a una visión del mundo que realmente nos pueda satisfacer.
La gran pregunta con la que nos hemos estado planteando durante semanas, la pregunta cardinal en la concepción del mundo del hombre, es ésta: ¿Cómo está conectado el orden moral del mundo con el orden del mundo físico? Como se ha dicho tantas veces, la visión del mundo predominante -que depende enteramente de la ciencia natural para el conocimiento del mundo físico exterior y sólo se puede recurrir a las creencias religiosas de antaño cuando se trata de alguna comprensión general de la vida del alma, En la psicología moderna realmente ya no existe tal entendimiento - esta visión del mundo es incapaz de construir un puente. Allí, por un lado, está el mundo físico. Según la visión del mundo moderno, se trata de un conglomerado de una nebulosa primitiva, y todo se convertirá en una especie de escoria en el universo. Este es el cuadro del proceso evolutivo que nos presenta la ciencia de hoy, y es el único cuadro en el que un científico moderno realmente honesto puede encontrar la realidad.
Dentro de este cuadro no hay lugar para un orden moral mundial. Está allí por si mismo. El hombre recibe en sí los impulsos morales como impulsos del alma. Pero si las afirmaciones de las ciencias naturales son verdaderas, todo está levantado con la vida, y a fin de cuentas el hombre mismo salió de la nebulosa primitiva y los ideales morales se elevaron en él. Y cuando, como se alega, el mundo se convierta en un montón de escoria, ese también será el cementerio de todos los ideales morales. Ellos habrán desaparecido. - No se puede construir ningún puente, y lo que es peor, la ciencia moderna no puede, si quiere ser consecuente, admitir la existencia de la moralidad en el orden del mundo. Sólo si la ciencia moderna es inconsecuente puede aceptar el orden moral del mundo como válido. No puede hacerlo si es consecuente. La raíz de todo esto es que el único tipo de anatomía existente se refiere exclusivamente al organismo sólido, y no se tiene en cuenta el hecho de que el hombre también tiene dentro de él un organismo fluido, un organismo aeriforme y un organismo calorico. Si se imaginan a sí mismos que, al igual que el organismo sólido con su configuración en huesos, músculos, fibras nerviosas, etc., también tienen un organismo fluido y un organismo aeriforme (aunque éstos fluctúan y se mueven interiormente) y un organismo calorico, si se imaginan esto van a entender más fácilmente lo que ahora tendré que decir sobre la base de la observación espiritual-científica.
Piensen en una persona cuya alma está enardecida con entusiasmo por un alto ideal moral, por el ideal de la generosidad, de la libertad, de la bondad, del amor o lo que sea. También puede sentir entusiasmo por los ejemplos de la expresión práctica de estos ideales. Pero nadie puede concebir que ese entusiasmo que enardece el alma, penetre en los huesos y los músculos como los describe la fisiología moderna o la anatomía. Sin embargo, si ustedes realmente lo experimentan consigo mismos, encontrarán que es muy posible concebir que cuando uno tiene entusiasmo por un alto ideal moral, este entusiasmo afecta al organismo calorico. - Ahí, se ve, que hemos venido desde el reino del alma al físico!
Tomando esto como ejemplo, podemos decir: Los ideales morales llegan a la expresión en un acrecentamiento del calor en el organismo calorico. No sólo se enciende el alma del hombre por medio de lo que experimenta en el terreno de los ideales morales, sino que orgánicamente también se vuelve más cálido, aunque esto no es tan fácil de probar con instrumentos físicos. Los ideales morales, por lo tanto, tienen un efecto estimulante y vigorizante sobre el organismo calorico.
Deben pensar en esto como un acontecimiento real y concreto: entusiasmo por un ideal moral y estimulación del organismo calorico. Hay una actividad más vigorosa en el organismo calorico cuando el alma se enardece por un ideal moral. Tampoco queda exento de efecto sobre el resto de la constitución humana. Ya que ademas del organismo calorico, también tiene el organismo aeriforme. Inhala y exhala el aire; Pero durante ese proceso de inhalación y exhalación el aire está dentro de él. Está naturalmente en movimiento, en fluctuación, pero igualmente con el organismo calorico es un verdadero organismo aéreo en el hombre. El calor, acelerado por un ideal moral, actúa a su vez sobre el organismo aéreo, porque el calor impregna todo el organismo humano, impregna cada parte de él. El efecto sobre el organismo aéreo no es sólo el calentamiento, pues cuando el calor, estimulado por el organismo calorico, actúa sobre el organismo aéreo, le imparte algo que sólo puedo llamar fuente de luz. Las fuentes de luz, por así decirlo, son impartidas al organismo aéreo, de modo que los ideales morales que tienen un efecto estimulante sobre el organismo calorico producen fuentes de luz en el organismo aéreo. Para la percepción externa y para la conciencia ordinaria, estas fuentes de luz no son en sí mismas luminosas, sino que se manifiestan en el cuerpo astral del hombre. Para empezar, se reprimen - si puedo usar esta expresión - a través del aire que está dentro del hombre. Son, por así decirlo, todavía luz oscura, en el mismo sentido que la semilla de una planta no es todavía la planta desarrollada. Sin embargo, el hombre tiene una fuente de luz dentro de él por el hecho de que puede ser enardecido su entusiasmo por ideales morales, por impulsos morales.
También tenemos dentro de nosotros el organismo fluido. El calor, estimulado en el organismo calórico por los ideales morales, produce en el organismo aereo lo que se puede llamar una fuente de luz, que al principio, permanece reprimida y oculta. Dentro del organismo fluido -pues todo en la constitución humana se interpenetra- tiene lugar un proceso que dije ayer realmente subyace al tono exterior transmitido por el aire. Dije que el aire es sólo el cuerpo del tono, y cualquiera que considere la realidad esencial del tono como una simple cuestión de vibraciones del aire, habla de tonos tal como si hablara de un hombre que no tuviera nada, excepto el cuerpo físico exteriormente visible. El aire con sus ondas vibrantes no es más que el cuerpo exterior del tono. En el ser humano este tono, este tono espiritual, no se produce en el organismo aéreo sino en el organismo fluido a través del ideal moral. Las fuentes de tono, por lo tanto, surgen en el organismo fluido.
Consideramos al organismo sólido como el más denso de todos, como el que sostiene y soporta todos los demás. Dentro de el, también, se produce algo como en el caso de los otros organismos. En el organismo sólido se produce lo que llamamos una semilla de la vida, pero es una semilla etérica, no una semilla física de la vida, como las producidas por el organismo femenino en un nacimiento. Esta semilla etérica que se encuentra en los niveles más profundos del subconsciente es en realidad la fuente primordial del tono y, en cierto sentido, incluso la fuente de la luz. Esto está totalmente oculto a la conciencia ordinaria, pero está ahí dentro del ser humano.
Piensen en todas las experiencias de su vida que surgieron de la aspiración de ideas morales, ya sea que las atrajeran simplemente como ideas, o que ustedes las vieron expresadas en otros, o que se sintieron satisfechos interiormente al haber puesto tales impulsos en práctica , Dejando que sus acciones fuesen inflamadas por ideales morales ... todo esto desciende por el organismo aéreo como fuente de luz, por el organismo fluido como fuente de tono, por el organismo sólido como fuente de vida.
Estos procesos están fuera del campo de la conciencia del hombre pero sin embargo operan dentro de él. Los cuales, se vuelven libres cuando deja su cuerpo físico con la muerte. Así, lo que se produce en nosotros a través de los ideales morales, o a través de las ideas más elevadas y puras, no da fruto inmediato. Porque durante la vida entre el nacimiento y la muerte las ideas morales como tales sólo se hacen fructíferas en la medida en que permanecemos en la vida de las ideas y en la medida en que sentimos una cierta satisfacción con los hechos morales que hemos realizado. Pero esto es meramente una cuestión de recuerdo, y no tiene nada que ver con lo que realmente penetra en los diferentes organismos como resultado del entusiasmo por los ideales morales.
Así vemos que toda nuestra constitución, comenzando por el organismo calorico, está, de hecho, impregnado por los ideales morales. Y cuando al morir, el cuerpo etérico, el cuerpo astral y el Ego salen del cuerpo físico, estos miembros superiores de nuestra naturaleza humana están llenos de todas las impresiones que hemos tenido. Nuestro Ego estaba viviendo en el organismo calorico cuando fue acelerado por las ideas morales. Estábamos viviendo en nuestro organismo aéreo, en el que se implantaron fuentes de luz que ahora, después de la muerte, salen al cosmos junto con nosotros. En nuestro organismo fluido, el tono se encendió y ahora forma parte de la Música de las Esferas, resonando desde nosotros en el cosmos. Y traemos la vida con nosotros cuando pasamos al cosmos a través del portal de la muerte.
Ahora comenzarán a tener algún indicio de lo que la vida que impregna el universo realmente es. ¿Dónde están las fuentes de vida? Se asientan en lo que vivifica los ideales morales que inflaman al hombre de entusiasmo. Hasta el punto de decirnos que si hoy nos dejamos inspirar por los ideales morales, éstos llevarán la vida, el tono y la luz al universo y se volverán creativos en el mundo. Llevamos a cabo en el universo el poder creativo del mundo, y la fuente de este poder es el elemento moral.
De este modo, cuando estudiamos al hombre en su totalidad, encontramos un puente entre los ideales morales y lo que obra en el mundo físico como fuerza vivificante, incluso en sentido químico. Por tal motivo el tono, trabaja en sentido químico reuniendo sustancias y dispersándolas de nuevo. La luz en el mundo tiene su fuente en los estímulos morales, en los organismos calóricos del hombre. En consecuencia, mirando hacia el futuro: toman forma nuevos mundos. Y así como en el caso de la planta debemos retroceder a la semilla, así también en el caso de estos mundos futuros que han de existir, debemos volver a las semillas que se encuentran en nosotros como ideales morales.
Ahora piensen en las ideas teóricas en contraste con los ideales morales. En el caso de las ideas teóricas todo es diferente, por importantes que sean estas ideas, porque las ideas teóricas producen el efecto opuesto al del estímulo. Ellas enfrían el organismo calorico, esa es la diferencia.
Las ideas morales, o ideas de carácter moral-religioso, que nos inflaman de entusiasmo y se convierten en impulsos de posteriores acciones, funcionan como poderes creativos del mundo. Las ideas teóricas y las especulaciones tienen un efecto subyacente enfriador sobre el organismo calorico. Por consiguiente, también tienen un efecto paralizante sobre el organismo aéreo y sobre la fuente de luz de su interior; Tienen un efecto amortiguador sobre el tono, y un efecto extintor sobre la vida. En nuestras ideas teóricas las creaciones de ese preexistente mundo llegan a su fin. Cuando formulamos ideas teóricas, un universo muere con ellas. Por consiguiente llevamos a la vez dentro de nosotros la muerte y el amanecer de un universo.
Aquí llegamos al punto donde el que es iniciado en los secretos del universo no puede hablar, como tantos hablan hoy, de la conservación de la energía o de la conservación de la materia. [E.Ed: La ley propugnada por Julius Robert Mayer (1814-1878)]. Simplemente no es cierto que la materia se conserve para siempre. La materia muere hasta el punto de la nulidad, hasta un punto cero. En nuestro propio organismo, la energía muere hasta el punto de la nulidad por el hecho de formular pensamientos teóricos. Pero si no lo hiciéramos, si el universo no muriese continuamente en nosotros, no seríamos hombres en el verdadero sentido. Debido a que el universo muere en nosotros, estamos dotados de autoconciencia y somos capaces de pensar acerca del universo. Pero estos pensamientos son el cadáver del universo. Llegamos a ser conscientes del universo como un cadáver solamente, y es esto lo que nos hace Hombres.
Un mundo pasado muere dentro de nosotros, hasta su misma materia y energía. Y sólo porque un nuevo universo comienza a amanecer de inmediato, no nos damos cuenta de esa muerte de la materia ni de su inmediato renacimiento. A través del pensamiento teórico del hombre, la materia – la sustancialidad - es llevada a su fin; A través de su pensamiento moral, la materia y la energía cósmica se imbuyen de nueva vida. Así pues, lo que ocurre dentro de los límites de la piel humana está relacionado con la muerte y el nacimiento de los mundos. Así es como el orden moral y el orden natural están conectados. El mundo natural muere en el hombre; En el reino de la moral surge un nuevo mundo natural.


Los Ideales Morales:

Estimulan el organismo calorico.
Produciendo en el organismo aéreo - fuentes de luz.
Produciendo en el organismo fluido - fuentes de Tono.
Produciendo en el organismo sólido - semillas de Vida. (Etéricas)


Los Pensamientos teóricos:
Enfrían el organismo calorico.
Paralizan las fuentes de luz.
Amortiguan las fuentes de Tono.
Extinguen la vida.


Debido a la falta de voluntad de considerar estas cosas, la idea de que la materia y la energía son imperecederas, fue inventada. Si la energía y la materia fueran imperecederas, no habría un orden moral en el mundo. Pero hoy se desea mantener oculta esta verdad y el pensamiento moderno tiene todas las razones para hacerlo, porque de lo contrario tendría que eliminar el orden moral del mundo, cosa que en realidad hace cuando habla de la ley de la conservación de la materia y la energía. Si la materia o la energía se conservan, el orden moral mundial no es más que una ilusión, un espejismo. Podemos entender el transcurso del desarrollo del mundo sólo si captamos cómo salir de este “ilusorio" orden moral mundial.
Nada de esto se puede comprender si solo estudiamos el organismo sólido de la constitución del hombre. Para entenderlo debemos pasar del organismo sólido a través del organismo fluido y del aeriforme, al organismo calorico. La conexión del hombre con el universo sólo puede entenderse si el físico se proyecta hacia arriba hasta ese estado enrarecido donde el alma puede estar directamente activa en el elemento físico enrarecido, como por ejemplo en el calor. Entonces es posible encontrar la conexión entre el cuerpo y el alma.
Sin embargo, pueden escribirse muchos tratados sobre psicología – pero si están basados en lo que se estudia hoy en anatomía y fisiología, no será posible encontrar ninguna transición a la vida del alma si partimos de la constitución corporal sólida o fluido-sólida. La vida del alma no se revelará como tal. Pero si la sustancia corporal se proyecta hacia lo calórico, se puede construir un puente partiendo de lo que existe en el cuerpo como calidez a lo que obra desde fuera del alma en lo calorico del organismo humano. Hay calidez tanto dentro como fuera del organismo humano. Como ya hemos oído, en la constitución del hombre el calor es un organismo; El alma, el alma y el espíritu, se apoderan de este organismo calorico y, por medio del calor, todo lo que se hace activo, lo que interiormente experimentamos como moral. Por «moral» no me refiero, naturalmente, al significado que tiene para los filisteos, sino a la moral en su totalidad, es decir, a todos aquellos impulsos que nos llegan, por ejemplo, cuando contemplamos la majestuosidad del universo, Cuando nos decimos a nosotros mismos: Nacemos fuera del cosmos y somos responsables de lo que sucede en el mundo. - Me refiero a los impulsos que nos vienen cuando el conocimiento dado por la Ciencia Espiritual nos inspira a trabajar por el bien del futuro. Cuando consideramos a la Ciencia Espiritual como una fuente de la moral, esto, más que cualquier otra cosa, puede llenarnos de entusiasmo por la moral, y este entusiasmo, nacido del conocimiento científico-espiritual, se convierte en sí mismo en una fuente de moralidad en el mas alto sentido. Pero lo que generalmente se llama «moral» no representa más que una esfera subordinada de la moral en el sentido universal. - Todas las ideas que desarrollamos sobre el mundo exterior, sobre la Naturaleza, son ideas teóricas. No importa con qué exactitud contemplamos una máquina en términos de matemáticas y principios de la mecánica, o el universo en el sentido del sistema copernicano - esto no son más que pensamientos teóricos, y las ideas así formuladas constituyen una fuerza de muerte dentro de nosotros; Un cadáver del universo está dentro de nosotros en forma de pensamientos, de ideas.
Estas cuestiones crean una visión más y mas profunda del universo en su totalidad. No hay dos órdenes, un orden natural y un orden moral en yuxtaposición, sino que los dos son uno. Esta es una verdad que debe ser tenida en cuenta por el hombre de hoy. De lo contrario, una y otra vez debe estar preguntándose: ¿Cómo pueden mis impulsos morales tener efecto en un mundo en el que sólo prevalece un orden natural? - Este fue verdaderamente el terrible problema que pesó sobre los hombres en el siglo XIX y principios del XX: ¿Cómo es posible concebir cualquier transición del mundo natural al mundo moral, o del mundo moral al mundo natural? - El hecho es que nada puede ayudar a resolver este perplejo y fatídico problema, excepto la visión científico espiritual de la naturaleza por un lado y del Espíritu por el otro.
Con las premisas obtenidas por este conocimiento también podremos llegar a la raíz de algo que hoy es presentado como una rama de la ciencia y que ya ha penetrado en la conciencia general de los hombres. Nuestra visión del mundo hoy se basa en el copernicanismo. Hasta el año 1827 la concepción copernicana del universo que fue elaborada por Kepler y luego diluida en teoría por Newton, fue declarada tabú por la Iglesia Católica Romana. Ningún católico ortodoxo estaba autorizado para creer en ella. Desde ese año la prohibición ha sido levantada y la visión copernicana del universo ha arraigado tan fuertemente en la conciencia general, que cualquiera que no base su propia visión del mundo sobre esa teoría, es considerado como un tonto.
¿Y cuál es esta imagen copernicana del universo? - Es en realidad un cuadro construido puramente sobre la base de principios matemáticos, principios matemático-mecánicos. Los rudimentos de la cual comenzaron, muy gradualmente, a desarrollarse en Grecia, particularmente por Aristarcos de Samos, el astrónomo griego, hacia el año 250 A. C.), donde, sin embargo, los ecos de pensamientos anteriores - por ejemplo, en la visión Ptolemaica de El universo - todavía persistían. Y con el transcurso del tiempo esto se desarrolló en el sistema copernicano que se enseña hoy en día a cada niño.

Podemos mirar hacia atrás desde esta concepción del mundo hasta la antigüedad, cuando la imagen del hombre sobre el universo era muy diferente. Todo lo que ha quedado de ella son las tradiciones que en la forma en que existen hoy en día - en la astrología y similares - son puro diletantismo. Eso es lo que ha quedado de la astronomía antigua, y también ha permanecido, osificadas y paralizadas, en los símbolos de ciertas sociedades secretas, sociedades masónicas y similares. Habitualmente hay una completa ignorancia del hecho de que estas cosas son reliquias de una astronomía antigua. Esta antigua astronomía era muy diferente de la de hoy, porque se basaba no en principios matemáticos, sino en la antigua visión clarividente.
Hoy prevalecen ideas enteramente falsas sobre cómo una humanidad anterior adquirió sus conocimientos astronómico-astrológicos. Estos fueron adquiridos a través de una visión instintiva-clarividente del universo. Los primeros pueblos post-atlantes veían los cuerpos celestes como formas espirituales, entidades espirituales, mientras que ahora las consideramos meramente como estructuras físicas. Cuando los antiguos pueblos hablaban de los cuerpos celestes, de los planetas o de las estrellas fijas, hablaban de seres espirituales. Hoy, el sol se representa como un globo del gas ardiente que irradia la luz en el universo. Pero para los hombres de la antigüedad el sol era un ser vivo y mirando al sol, lo que sus ojos contemplaban, era simplemente la manifestación externa de este ser espiritual que estaba en el lugar donde el sol se alza en el universo; Y era lo mismo con respecto a los otros cuerpos celestes – ellos eran vistos como seres espirituales. Debemos pensar en una época que llegó a su fin mucho antes del tiempo del Misterio del Gólgota, cuando el sol allá afuera en el universo y todo en las estrellas era concebido como una realidad espiritual viviente, un ser viviente. Luego vino un período intermedio cuando ya la gente no tenía esa visión, cuando consideraban a los planetas, en todo caso, como físicos, pero aún así los percibían como impregnados por almas vivientes. En tiempos en los que ya no se sabía cómo lo físico pasa por etapas hacia lo que es del alma, y cómo lo que es del alma pasa por etapas a lo físico, cómo en realidad están unidos los dos, los hombres postulan la existencia física por un lado y la existencia del alma por el otro. Pensaban en las correspondencias entre estos dos reinos, tal como lo hacen hoy la mayoría de los psicólogos -eso, si admiten la existencia de un alma- piensan que el alma y la naturaleza física del hombre son idénticas. Esto, por supuesto, conduce el pensamiento a lo absurdo; O hay el llamado "paralelismo psicofísico", que de nuevo no es otra cosa que una forma estúpida de formular algo que no se entiende.
Luego vino la era en que los cuerpos celestes eran vistos como estructuras físicas, circulares o estacionarias, atrayéndose o repeliéndose de acuerdo con las leyes matemáticas. Ciertamente, en todas las épocas existía un conocimiento -en épocas anteriores un conocimiento más instintivo- de cómo las cosas son en realidad. Pero en la época actual este conocimiento instintivo ya no es suficiente; Lo que en tiempos anteriores se conocía instintivamente ahora debe ser adquirido por un esfuerzo consciente. Y si preguntamos cómo aquellos que pudieron ver el universo en su totalidad -es decir, en sus aspectos físicos, psíquicos y espirituales- si nos preguntamos cómo estos hombres representaban el sol, debemos decir: En primer lugar lo representaban como un ser espiritual. Aquellos que eran iniciados concebían este Ser Espiritual como la fuente de la moral. En mi Filosofía de la Actividad Espiritual he dicho que las intuiciones morales se extraen de esta fuente, pero que se extraen de ella en el mundo terrenal, para que las intuiciones morales resplandezcan desde el hombre, de lo que puede vivir en él como entusiasmo por la moral.
Piensen en como se incrementa nuestra responsabilidad cuando nos damos cuenta: Si aquí en la tierra no hubiese almas capaces de entusiasmarse por la verdadera y genuina moralidad, por el orden moral espiritual en general, nada podría contribuir al progreso de nuestro mundo, Hacia una nueva creación; Nuestro mundo sería conducido hacia su muerte.
Esta fuerza de luz que está sobre la tierra (Diagrama VII) irradia hacia el universo.

Esto es, para empezar, imperceptible a la visión ordinaria; No percibimos cómo esos impulsos morales humanos en el hombre salen de la tierra hacia el universo. Si llegara a amanecer sobre la tierra una época grave, una época en la que millones y millones de hombres perecerían por falta de espiritualidad -de una espiritualidad como se concibe aquí, que incluye la moral-si sólo hubiera una docena de hombres llenos de entusiasmo moral, la tierra todavía irradiaría fuera una fuerza espiritual, como un sol! Esta fuerza se irradia sólo a una cierta distancia. En este punto se refleja, por así decirlo, en sí misma, de modo que aquí (Diagrama VIII)


surge el reflejo de lo que irradia del hombre. Y en cada época los iniciados consideraban este reflejo como el sol. Pues como he dicho tan a menudo, aquí no hay nada físico. Donde la astronomía ordinaria habla de la existencia de un globo incandescente de gas, no hay más que el reflejo de una realidad espiritual en la apariencia física.
Vean, pues, cuán grande es la distancia que separa la visión copernicana del mundo, e incluso la vieja astrología, de lo que era el más íntimo secreto de la Iniciación. La mejor ilustración de estas cosas viene dada por el hecho de que en una época en la que un gran poder estaba en manos de grupos de hombres que, según declaraban, consideraban que tales verdades eran peligrosas para las masas y no deseaban que se le fueran comunicadas, uno que era un idealista - el emperador Juliano (llamado por esta razón "el Apostata") - quería impartir estas verdades al mundo y seguidamente fue llevado a su muerte por medios astutos. Hay razones que inducen a ciertas sociedades ocultas a retener los secretos vitales de la existencia mundial, porque al hacerlo pueden ejercer un cierto poder. Si en los días del emperador Juliano ciertas sociedades ocultas guardaban sus secretos tan estrictamente que daban por bueno su asesinato, no tiene por qué sorprendernos que quienes son hoy los guardianes de ciertos secretos no los revelen sino que quieren retenerlos de las masas con el fin de aumentar su poder - no tiene por qué sorprendernos si esas personas odian hacerse cargo de que al menos los inicios de tales secretos se están revelando. Y ahora comprenderán algunas de las razones más profundas del odio amargo que se opone a la Ciencia Espiritual, contra lo que la Ciencia Espiritual siente que es un deber traer a la humanidad en el tiempo presente. Pero estamos viviendo en una época en que la civilización terrenal está condenada a perecer, a menos que se vuelvan a revelar ciertos secretos a la humanidad, verdades que hasta ahora se han guardado en cierto modo como secretos, que una vez se revelaron a la gente a través de la clarividencia instintiva, Pero que ahora deben ser readquiridos por una visión plenamente consciente, no sólo de lo físico sino también de lo espiritual que está dentro de lo físico.



¿Cuál era el verdadero propósito de Julián el Apóstata? - Quería aclarar al pueblo: «Habéis llegado a estar mas y mas acostumbrados a mirar solo el sol físico; ¡Pero hay un Sol espiritual del cual el sol físico es sólo la imagen reflejada! » A su manera deseaba comunicar el Cristo-Secreto al mundo. Pero en nuestra época se desea que esa conexión de Cristo, el Sol espiritual, con el sol físico, se mantenga oculta. Es por eso que ciertas autoridades se enfurecen más violentamente cuando hablamos del Misterio de Cristo en conexión con el Misterio del Sol. Todo tipo de calumnias se difunden por doquier. - Pero la Ciencia Espiritual es seguramente una cuestión de importancia en la época presente, y sólo los que la consideran como tal, la ven con la seriedad que le corresponde.












***** fuente *****
http://www.rsarchive.org/

GA101-11 Stuttgart, 16 de septiembre de 1907 -Signos y Símbolos ocultos- los siete sellos


RUDOLF STEINER

El hombre, el símbolo más significativo.

undécima conferencia
Stuttgart, 16 de septiembre de 1907


El más significativo de los símbolos y signos que tenemos, y que ha sido reconocido por los ocultistas de todos los tiempos, es el hombre mismo. El ser humano siempre ha sido llamado un microcosmos, un mundo pequeño, y con razón. Aquellos que han aprendido a conocerlo de manera exacta e íntima se han dado cuenta de que todo lo que se extiende en el resto de la naturaleza está contenido en miniatura en el hombre. Esto puede ser al principio difícil de entender, quizás, pero cuando lo piensen, captarán su significado. En el hombre se encuentra una especie de extracto de todo el resto de la naturaleza, de todos los materiales y fuerzas. Si estudian la naturaleza de cualquier planta con suficiente profundidad, descubrirán que el organismo humano contiene algo parecido, aunque esté allí en menor medida. Si estudian un animal, siempre podrán señalar algo en él que es similar a la naturaleza en el organismo humano. Para entender esto correctamente es, por supuesto, necesario considerar el desarrollo del mundo desde el punto de vista oculto. El ocultista sabe, por ejemplo, que los hombres no tendrían el tipo de corazón que tienen hoy si el león no existiera en la naturaleza. Volvamos la mirada un tiempo anterior cuando todavía no había leones.
Los hombres, los seres más antiguos, ya existían, pero en aquél tiempo tenían un corazón constituido de manera diferente. Sin duda, hay relaciones oscuras en todas partes de la naturaleza. Cuando, en el lejano pasado, el corazón humano adquirió su forma actual, apareció el león. Las mismas fuerzas formaron ambos. Es como si estas fuerzas hubieran extraído la esencia leonina y con una habilidad artística divina le hubieran moldeado el corazón. Pueden sentir que el corazón humano no tiene nada de leonino; lo que sin embargo es así para el ocultista. No deben olvidar el hecho de que cuando se introduce algo en las relaciones de un organismo, funcionará de manera muy diferente a la forma en que funciona cuando está libre. E inversamente, se puede decir que si pudieran retirar la esencia del corazón y formar un ser con ella que corresponda a este corazón, (es decir, un ser formado de tal manera que las fuerzas del organismo no determinen su estructura). Entonces habrían creado un león. Todos los rasgos de coraje y audacia, o, como dice el ocultista, los rasgos reales del ser humano, se derivan de las conexiones con el león. El iniciado, Platón, también colocó el alma real en el corazón.
Paracelso usó una hermosa comparación para demostrar esta conexión del ser humano con la
naturaleza. Él dijo que los seres individuales en la naturaleza son letras, y los hombres son las palabras compuestos de esas letras. Fuera, el gran mundo, el macrocosmos; En nosotros, el pequeño mundo, el microcosmos. Fuera, todo existe por separado. En los hombres está determinado por la relación armoniosa con otros órganos. Solo esto nos permite ilustrar a través de los seres humanos el desarrollo de todo el universo en la medida en que nos pertenece.
En los siete sellos que se colgaron en el Palacio de Festivales durante el Congreso de Munich, se muestra una imagen de esta evolución de los hombres en relación con el mundo al que pertenecen. Veamos lo que nos muestran.
El primer sello presenta a una persona vestida de blanco, sus pies de metal fundido y una espada de fuego que sobresale de la boca. Su mano derecha está rodeada por los signos de nuestros planetas: Saturno, Sol, Luna, Marte, Mercurio, Júpiter, Venus. Aquellos que estén familiarizados con el Apocalipsis de San Juan recordarán que en él se encuentra una descripción que se corresponde estrechamente con esta imagen, ya que San Juan fue un iniciado. Se puede decir que este sello representa la idea de la humanidad total. Esto se entenderá cuando recordemos algunas ideas ya conocidas por los miembros más antiguos aquí. Cuando retrocedemos en la evolución humana, llegamos a un tiempo en que los hombres se encontraban en una etapa imperfecta. Así, por ejemplo, no tenían cabeza como la que llevan hoy sobre sus hombros. Sonaría grotesco, de hecho, si escucharan una descripción de los hombres de esa época. Sólo gradualmente se fue desarrollándo la cabeza, y seguirá desarrollándose. Los hombres también tienen órganos hoy que han llegado al final de su desarrollo y en el futuro ya no formarán parte del cuerpo humano. Hay otros que se transformarán. Un ejemplo es la laringe, que, sin duda, tiene una gran conexión futura con el corazón. En la actualidad, la laringe se encuentra al principio de su desarrollo, pero en los tiempos por venir se transformará en un órgano de reproducción espiritualizado. Obtendrán una idea de este misterio si dejamos aclarado qué es lo que un hombre logra hoy con su laringe.
Mientras les hablo, oyen mis palabras. Por medio del hecho de que este sonido llena el aire y que se producen ciertas vibraciones en él, mis palabras se transportan a sus oídos y a sus almas. Cuando digo una palabra, por ejemplo, "mundo", el aire vibra en una encarnación de esa palabra. Lo que producimos de esta manera hoy en día se llama "creación en el reino mineral". Los movimientos del aire son movimientos minerales, por así decirlo, y por lo tanto a través de la laringe tenemos un efecto mineral en nuestro medio ambiente. Pero los hombres progresarán y también se harán efectivos en el reino vegetal. Entonces ellos invocarán no solo minerales, sino también vibraciones similares a plantas. Hablarán "plantas". El siguiente paso será que los hombres podrán hablar "seres que sienten". En la etapa más alta de su desarrollo, generarán su semejante a través de la laringe. Un hombre ahora solo puede expresar el contenido de su alma a través de su laringe, pero luego se expresará él propiamente. Así como en el futuro los hombres podrán hacer que las palabras se conviertan en personas a través de su habla, así fue como los precursores de la humanidad, los dioses, fueron dotados con un órgano con el que expresaron todas las cosas que nos rodean hoy. Son ellos quienes han hecho todos los hombres, animales y todo lo que se manifiesta. En el sentido literal de la palabra, todos ustedes son palabras pronunciadas por seres divinos.
“¡En el principio fue la Palabra, y la Palabra estaba con Dios, y un Dios era la Palabra!” Esto no es una simple frase filosófica en el sentido especulativo; San Juan establece un hecho primordial que debe tomarse literalmente.
En el final será la Palabra. La creación es una realización de la Palabra, y los hombres en el futuro darán plena realización a lo que hoy es la Palabra. Entonces los hombres ya no tendrán las formas físicas que tienen hoy; habrán progresado a la forma que existía en Saturno, encederán la materia.
Aquél ser que pronunció todo lo que existe en el mundo de hoy es el gran prototipo de los hombres. Él pronunció Saturno en el universo, el Sol, la Luna, la Tierra, (en sus dos mitades Marte y Mercurio), Júpiter y Venus. Los siete planetas en el sello así lo indican. Son el signo que indica la altura a la que un hombre podrá desarrollarse. Su planeta entonces consistirá en materia ardiente, y él podrá hablar creativamente dentro de esta materia ardiente. La espada de fuego que sobresale de la boca de la figura en el sello representa esto. Todos serán ardientes, de ahí los pies de mineral liquido.
Cuando comparan a un hombre de hoy con los animales, la diferencia entre ellos nos vemos obligados a decir que el hombre, como individuo, tiene dentro de él lo que no se puede encontrar en el animal individual. El hombre tiene un alma individual, el animal un alma grupal. El ser humano individual es, en sí mismo, una especie animal completa. Todos los leones juntos, por ejemplo, tienen una sola alma. Tales yos grupales son como los yos humanos, excepto que no han descendido al mundo físico, sino que se encuentran solo en el mundo astral. Aquí sobre la tierra uno ve a los hombres físicos, cada uno de los cuales lleva su yo. En el mundo astral uno encuentra seres como nuestro yo, pero en envolturas astrales en lugar de físicas. Uno puede hablar con ellos como nuestros iguales. Estas son las almas grupales de los animales.
En épocas anteriores, los hombres también tenían almas grupales. Sólo muy gradualmente han ido desarrollándose hasta su independencia actual. Estas almas grupales estaban originalmente en el mundo astral y luego descendieron para vivir en el cuerpo físico. Cuando uno investiga las almas grupales humanas originales en el mundo astral, se encuentra cuatro especies de las que los humanos han surgido. Si uno comparara estos cuatro tipos de seres con las almas grupales que pertenecen a la especie animal actual, uno encontraría que una de las cuatro es comparable al león, otra al águila, la tercera a la vaca y una Cuarta al hombre de los tiempos antiguos antes de que su yo hubiera descendido. Así pues, en la segunda imagen, en los animales apocalípticos, el león, el águila, la vaca y el hombre, se nos muestra una etapa evolutiva de la humanidad. Existe, y siempre existirá, mientras la tierra exista, un alma grupal para la más elevada manifestación de los hombres, representada por el cordero en el centro del sello, el cordero místico, el signo del Redentor. Esta agrupación de las cinco las almas grupales, las cuatro del hombre alrededor del gran las alma grupal, que todavía pertenece a todos los hombres en común, está representada por el segundo sello.
Si retrocediéramos millones de años atrás en la evolución humana, vendría hacia nosotros otra imagen. En la actualidad, los hombres están físicamente en la tierra, pero hubo un tiempo en que lo que vagaba por aquí en la tierra aún no podía captar un alma humana porque estaba en el plano astral. Retrocediendo aún mas en el tiempo, llegamos a un período en que el alma estaba en el plano espiritual, en el devachan. En el futuro, cuando se haya purificado en la tierra, el alma ascenderá nuevamente a este plano superior. Su curso se mueve desde lo espiritual, a través de lo astral, lo físico y luego nuevamente hacia el espíritu. Esto parece ser un desarrollo largo para el ser humano, pero aún parece breve en comparación con los otros planetas. Durante esos tiempos los hombres pasaron no solo por transformaciones físicas, sino también por transformaciones espirituales y astrales. Para seguir esto se requiere que nos elevemos a mundos espirituales. Allí se puede escuchar la música de las esferas, los tonos que fluyen a través del espacio en este mundo, la armonía de las esferas, llamada por el ocultista "los tonos de trompeta de los ángeles", sonará para ellos. Este es, por lo tanto, el tercer sello el de las trompetas.

Desde el mundo espiritual vienen las revelaciones que le llegan a los hombres solo cuando continúan progresando; Entonces será abierto el Libro con los Siete Sellos. Estos sellos son justo lo que estamos considerando aquí, y serán revelados. Por lo tanto, ustedes se encuentran en la mitad del libro de los sellos y por debajo de él las cuatro etapas de la humanidad representadas por los cuatro caballos, que indican las etapas de la humanidad en su desarrollo a través del tiempo. Pero todavía resta una mayor iniciación. Los hombres derivan de mundos aún más elevados y ascenderán a ellos nuevamente. Entonces los hombres y el mundo habrán dejado de existir en sus actuales formas. Lo que ahora está afuera en el mundo, las simples letras de las que está compuesto un hombre, las habrá vuelto a adoptar dentro de sí y su forma se volverá idéntica a la forma del mundo. En una enseñanza teosófica más bien trivial, se dice que uno busca a Dios dentro de sí mismo. Pero aquellos que quieran encontrar a Dios deben buscarlo en sus obras que se extienden por el mundo. Nada en el mundo es solo materia, esto es solo aparente. En realidad, toda materia es una expresión de espiritualidad, un mensaje de la actividad de Dios. Los hombres extenderán su ser, por así decirlo, en el curso de los tiempos venideros, identificándose cada vez más con el mundo; por lo tanto, será posible representarlos en la forma del cosmos en lugar de la forma humana. Esto se puede ver en el cuarto sello con su roca, el mar y las columnas. Las nubes que impregnan hoy el mundo ofrecerán su materia para que el cuerpo de un hombre pueda formarse a partir de ellas, y las fuerzas que hoy están con los espíritus del Sol proporcionarán en el futuro a los hombres con lo que desarrollarán sus fuerzas espirituales en una forma más elevada. Es esta fuerza solar por la que los hombres se esfuerzan. Al contrario que la planta que envía sus raíces que asemejan la cabeza hacia el centro de la tierra, un hombre gira su cabeza hacia el sol. Él finalmente unirá su cabeza con el sol y recibirá fuerzas superiores. Esto es lo que se ve en el cuarto sello en la cara del sol que descansa sobre el cuerpo de las nubes, sobre la roca y las columnas. En ese tiempo futuro, el ser humano se habrá vuelto auto-creador. Como símbolo de la creación perfecta, lo rodea un arco iris de muchos colores. En el Apocalipsis de San Juan pueden encontrar un sello similar en el que hay un libro en medio de las nubes. San Juan dice que el iniciado debe tragarse este libro. Con ello se indica el tiempo en que los hombres recibirán la sabiduría no solo externamente, sino que serán penetrados de ella, como ocurre hoy con los alimentos, cuando ellos mismos serán la personificación de la sabiduría.
Luego se acercará el tiempo en el que tendrán lugar grandes cambios en el cosmos. Cuando los hombres hayan atraído el poder del sol, el sol se unirá de nuevo con la tierra. Los hombres se convertirán en seres solares y, por medio del poder del sol, serán capaces de producir soles. De ahí, la mujer que lleva el sol en el quinto sello. La humanidad habrá llegado tan lejos moral y éticamente que todas las fuerzas destructivas que reposan en su naturaleza humana inferior habrán sido vencidas. Esto está representado por el animal con las siete cabezas y los diez cuernos. A los pies de la mujer solar está la luna, que contiene todas esas sustancias básicas que la tierra no pudo usar pero que no había arrojado. Todo lo provenga en forma de fuerzas mágicas que la luna todavía ejerce en la actualidad sobre la tierra será vencido. Cuando el hombre se una con el sol, habrá vencido a la luna.
El siguiente sello nos muestra que el ser humano, cuando haya alcanzado la más alta espiritualidad, será como la figura de Michael encadenando el mal en el mundo, simbolizado por el dragón. En cierto modo, hemos visto que tanto al principio como al final de la evolución humana existen las mismas condiciones y transformaciones. Los hemos visto plasmados en el hombre con los pies de fuego fundido y la espada saliendo de su boca. En un simbolismo de gran profundidad, todo el ser del mundo ahora se nos revela en el símbolo del Santo Grial.
Déjame presentar este sello ante tus ojos en pocas palabras. El ocultista que se ha familiarizado con nuestro mundo sabe que el espacio en el mundo físico no es un simple vacío, sino algo muy diferente. El espacio es el orígen desde el cual todos los seres han cristalizado físicamente, por así decirlo. Imaginen un recipiente de vidrio transparente con forma de cubo lleno de agua. Ahora imaginen que ciertas corrientes de enfriamiento se reparten a través de esta agua para que se congelen en multitud de formas de hielo. Esto les dará una idea de la creación del mundo, del espacio y de la divina palabra creadora que se pronuncia en él. El ocultista presenta este espacio en el que se ha pronunciado la Palabra creadora divina como el cubo de agua transparente. Dentro de este espacio se desarrollan diversos seres.
Los que están más cerca de nosotros se pueden caracterizar de la siguiente manera. El cubo tiene tres direcciones perpendiculares, tres ejes, longitud, altura y anchura. Representando así las tres dimensiones en el espacio. Ahora imaginen las dimensiones contrarias a estas tres dimensiones externas del mundo físico. Pueden visualizar esto imaginando a alguien moviéndose en una dirección y chocando con otra persona que viene en dirección contraria. De modo similar, existe una contra-dimensión para cada dimensión del espacio, de modo que en total tenemos seis contra-rayos. Estos contra-rayos representan los comienzos primordiales de los miembros más elevados del ser humano. El cuerpo físico, cristalizado desde el espacio, es el más bajo. Lo espiritual, lo más elevado, es la contra-dimensión opuesta. En su desarrollo, estas contra-dimensiones se forman primero en un ser que se describe mejor cuando las dejamos fluir juntas en el mundo de las pasiones, los apetitos sensuales y los instintos. Esto es así al principio. Más tarde, se convierte en otra cosa. Se vuelve cada vez más purificado (hemos visto hasta qué grado), pero surgido de los impulsos inferiores, que aquí están simbolizados por la serpiente. El proceso de purificación está simbolizado por las dimensiones contrarias que convergen en dos serpientes situadas una frente a otra. A medida que la humanidad se purifica a sí misma, se eleva a través de lo que se llama la espiral mundial. El cuerpo purificado de la serpiente, esta espiral mundial, tiene un profundo significado. El siguiente ejemplo les dará una idea de ello.
La astronomía moderna se apoya en dos postulados de Copérnico, pero no se ha tenido en cuenta un tercero. Copérnico dijo que el sol también se mueve. Avanza en una espiral de modo que la tierra, siguiendo el sol, se mueve en una complicada curva. Lo mismo vale para la luna que gira alrededor de la tierra. Estos movimientos son mucho más complicados de lo que se supone en la astronomía elemental. Aquí se muestra cómo la espiral tiene importancia para los cuerpos celestes, y estos describen una forma con la que los hombres se identificarán un día. En ese futuro, la capacidad reproductora de un hombre se limpiará y purificará, y su laringe se convertirá en su órgano reproductor. Lo que el ser humano habrá desarrollado como cuerpo purificado de la serpiente ya no actuará hacia arriba, sino desde arriba hacia abajo. La laringe transformada se convertirá en el cáliz conocido como el Santo Grial. Incluso cuando uno se purifica, también el otro, que se une con este órgano reproductor. Será una esencia de la fuerza del mundo y de la gran esencia cósmica. Este espíritu del mundo en su esencia está representado por la paloma que enfrenta el Santo Grial. Aquí se simboliza la fecundación espiritualizada que estará activa desde el cosmos cuando los hombres se hayan identificado con el cosmos. La creatividad completa de este proceso está representada por el arco iris. Este es el sello omniabarcante del Santo Grial. El conjunto da la sensación de la conexión entre el mundo y los hombres de una manera maravillosa, como un resumen del significado de los otros sellos.
El secreto de los mundos se encuentra aquí como una inscripción circular en el borde exterior del sello, que muestra cómo los hombres al principio nacen de las fuerzas primarias del mundo. Todo el mundo, cuando mira hacia atrás, ve que ha pasado por el proceso en el principio de los tiempos por los que pasa espiritualmente hoy, cuando nace de nuevo de las fuerzas de la conciencia. Esto se expresa en la sentencia Rosa-Cruz E. D. N., Ex Deo Nascimur, de Dios nazco.
Hemos visto que dentro del mundo revelado se agrega a la vida una segunda cosa, es decir, la muerte. Para que volvamos a reencontrar la vida en esta muerte, un hombre debe encontrar la muerte de los sentidos en la fuente primordial de todo lo que vive. Este es el centro de todo desarrollo cósmico porque hemos tenido que experimentar la muerte para ganar conciencia. Podremos vencer la muerte cuando encontremos su significado en el misterio del Redentor. Así como nacemos de Dios, así, en el sentido de la sabiduría esotérica, morimos en Cristo - I. C. M., en Christo Morimur.
Debido a que se revela una dualidad dondequiera que algo se revela, con el cual un tercer miembro debe unirse, el hombre que ha vencido la muerte se identificará con el espíritu que impregna el mundo, simbolizado por la paloma. Él se levantará de la muerte y nuevamente vivirá en el espíritu - P. S. S. R., Per Spiritum Sanctum Reviviscimus.
Aquí está la rosa-cruz teosófica. Irradiando hacia aquellos tiempos en que la religión y la ciencia se reconciliarán.
Puede verse cómo el mundo entero está representado en tales sellos, y puesto que los magos e iniciados han puesto todo el cosmos en ellos, contienen una fuerza poderosa. Continuadamente pueden recurrir a estos sellos y encontrarán que al meditar en ellos revelarán una sabiduría infinita. Pueden tener una gran influencia en el alma porque han sido creados a partir de secretos cósmicos. Cuélguenlos en una sala donde se debatan tales cosas como lo hemos estado haciendo aquí, debates en los que uno se eleva a los misterios sagrados del mundo, y se sentirán animados e iluminados en el más alto grado, aunque las personas a menudo no lo sean conscientes de su efecto. Sin embargo, debido a que tienen este significado, no deben ser mal utilizados o profanados. Por extraño que parezca, cuando los sellos están colgados alrededor de una habitación en la que nunca se dice nada espiritual, donde solo se pronuncian palabras triviales, su efecto es tal que causa enfermedad física. Por trivial que parezca, destruyen la digestión. Lo que nace de lo espiritual pertenece a lo espiritual y no debe ser profanado. Esto se muestra aquí por el mismo efecto. Las señales de las cosas espirituales pertenecen a donde se representan las cosas espirituales y alcanzan la efectividad.
Traduciso por Julio Luelmo octubre 2018

GA101-9 Stuttgart, 14 de septiembre de 1907 -Signos y símbolos ocultos -el simbolismo de la forma animal

RUDOLF STEINER

El simbolismo de ciertas formas animales y su relación con los elementos: serpiente, pez, mariposa, abeja.

novena Conferencia
Stuttgart, 14 de septiembre de 1907

Ayer, nos detuvimos con la indicación sobre el Arca de Noé, indicando que en las proporciones de su altura, anchura y longitud se expresaban las proporciones del cuerpo humano. Debemos profundizar nuestro conocimiento de varias cosas. Al principio, debemos dejar claro para nosotros mismos lo que significa que tal construcción, a través de la cual el hombre debe ser rescatado, tenga unas dimensiones tan definidas. Será por tanto, necesario ocuparnos de esa parte del tiempo del desarrollo del hombre en el que tuvieron lugar los acontecimientos reales a los que se refiere la historia de Noé.
Cuando las personas que entienden algo de ocultismo producían algún objeto en el mundo exterior, siempre tenían en el alma un propósito bastante definido relacionado con él. Recordemos las iglesias góticas, aquellos edificios característicos que surgieron a comienzos de la Edad Media y se extendieron desde Europa Occidental hasta Centro Europa. Estas iglesias tienen un estilo arquitectónico definido, que se expresa en el arco que consta de dos partes que se unen en un punto arriba. Esta característica arquitectónica impregna el conjunto como atmósfera, ese curioso arqueamiento que consiste en dos partes que se estrechan hasta un punto, el conjunto que se extiende hacia arriba, las columnas con una forma definida, etc. Sería bastante erróneo afirmar que tales catedrales góticas simplemente se erigieron a partir de necesidades externas, tal vez de un cierto anhelo, por crear una Casa de Dios que debería expresar o significar esto o aquello. Algo mucho más profundo subyace esto. Aquellos que indicaron las primeras ideas para estos edificios góticos eran adeptos al ocultismo. Eran, hasta cierto punto, iniciados. Su propósito era ver que quienquiera que entrase en una casa de Dios como ésa, iba a recibir impresiones del alma bastante definidas. Cuando uno ve estos arqueamientos peculiares, cuando ve el espacio interior en el que se elevan las columnas como se elevan los árboles en un bosque, una Casa de Dios tal, trabaja sobre el alma de manera muy diferente a una casa, por ejemplo, que esté sostenida por columnas antiguas , coronada por una cúpula romana o renacentista ordinaria. Por supuesto, el hombre no toma conciencia del hecho de que tales formas producen efectos bastante definidos; Ocurren en el inconsciente. No puede explicarse racionalmente lo que está sucediendo en su alma. Mucha gente cree que el materialismo de nuestro tiempo moderno surge porque se leen muchos escritos materialistas. El ocultista, sin embargo, sabe que esta es solo una de las influencias menores. Lo que el ojo ve es de mucha mayor importancia, ya que tiene una influencia en los procesos del alma que más o menos siguen su curso en el inconsciente. Esto es de una importancia eminentemente práctica, y cuando la ciencia espiritual algún día se haga cargo realmente del alma, entonces el efecto práctico se hará palpable en la vida pública. A menudo he llamado la atención sobre el hecho de que en la Edad Media cuando uno caminaba por las calles era algo diferente de lo que es hoy. A derecha e izquierda había fachadas de casas que se habían construido a partir de lo que el alma sentía y pensaba. Cada llave, cada cerradura, llevaba la huella de quien la había hecho. Traten de darse cuenta de cómo el artesano individual sentía alegría en cada pieza, de cómo depositaba su propia alma en ella. En cada objeto había un trozo de alma, y cuando una persona se movía entre tales cosas, las fuerzas del alma fluían hacia él. Ahora comparen esto con una ciudad moderna de hoy. Aquí hay una zapatería, una ferretería, una carnicería, a continuación una taberna, etc. Todo esto es ajeno a los procesos internos del alma; se relacionan con el hombre solo exteriormente. Así, se generan esas fuerzas del alma que tienden hacia el materialismo. Estas influencias actúan mucho más fuertemente que los dogmas del materialismo. Añádanle a eso nuestro horrible arte de la publicidad. Viejos y jóvenes vagan por un mar de productos tan abominables que despiertan las fuerzas más malignas del alma. Lo mismo ocurre con nuestras modernas revistas de cómics. Esto no pretende ser una agitación fanática contra estas cosas, sino solo indicaciones sobre hechos. Todo esto vierte una corriente de fuerzas en el alma humana, determinando la época que lleva a la persona en cierta dirección. El científico espiritual sabe cuánto depende del mundo de las formas en que vive un hombre.
Hacia la mitad de la Edad Media surgió a lo largo del Rin ese notable movimiento religioso llamado misticismo cristiano. Movimiento vinculado con espíritus líderes como Master Eckhart, Tauler, Suso, Ruysbroeck y otros. Esto significó una tremenda profundización e intensificación de la vida del sentimiento humano porque estos predicadores no estaban solos sino que tenían una audiencia fiel en aquél tiempo. El nombre de párroco (Parson, Ptaff en aleman, una expresión despectiva para "párroco"), en los siglos trece y catorce no tenía el significado que tiene hoy, sino que era algo digno de ser estimado. Platón solía ser llamado "el gran párroco". Debido a tan profunda emanación de estas grandes almas, el Rin fue nombrado en aquél tiempo, "La Gran Calle Parson de Europa". ¿Saben dónde se criaron estas fuerzas del alma que buscaban una unión interna con las fuerzas piadosas del ser? Surgieron en las catedrales góticas con sus arcos de punta, sus pilares y columnas. Esto había educado a estas almas. Lo que ve el ser humano, lo que se vierte en su entorno, se convierte en una fuerza en él. De conformidad con ellas, se forma a sí mismo.
Pongamos esto ante nuestras almas esquemáticamente en el contexto del desarrollo humano. En un momento dado se crea un estilo arquitectónico, nacido de las grandes ideas de los iniciados. Las almas humanas prenden fuerza de tales formas. Pasan los siglos. Lo que el alma ha absorbido a través de su contemplación de formas de construcción aparece en el estado de ánimo de su alma. Despues entran en la existencia aquellas almas ardientes, las almas que miraron hacia las alturas. Aún cuando el curso de los acontecimientos no fue siempre como lo he descrito, todavía se muestran efectos parecidos a menudo en el desarrollo humano.
Ahora sigamos a estas personas unos milenios más. Aquellos que absorbieron las fuerzas de las formas de estos edificios en sus almas muestran la expresión de las configuraciones internas de su alma en sus rostros. Toda la forma humana se forma a través de tales impresiones. Lo que se construyó hace miles de años, se nos aparece en los rostros humanos miles de años después. Así, se reconoce por qué se practicaban tales artes. Los iniciados miran hacia el futuro lejano y ven cómo deben convertirse los seres humanos. Es por eso, que en un tiempo determinado, forman estilos de construcción externos, formas de arte exterior, a gran escala. Así es como se deposita el germen de las futuras épocas humanas.
Cuando tengan en consideración correctamente todo esto, comprenderán lo que ocurrió al final de la época atlante. El aire no existía tal como es hoy; La distribución de aire y agua era bastante diferente de como es hoy. Masas de niebla rodeaban la Atlántida. Cuando hoy, imaginen cómo se levanta la niebla, cómo se forman las nubes y cómo cae la lluvia, entonces tienen en miniatura lo que sucedió en enormes extensiones de la Atlántida durante milenios. Con el cambio en las condiciones de vida externas del hombre, él también cambió. Anteriormente entonces, era un país cubierto de masas de niebla espesa, y cuyos habitantes tenían una especie de clarividencia. Poco a poco llegaron las tormentas de lluvia; también gradualmente, la población se fue aclimatando a una forma de vida completamente nueva, a una nueva percepción, a una nueva conciencia. Los cuerpos humanos tuvieron que cambiar. Se sorprenderían si vieran imágenes de las primeras poblaciones atlantes. ¡Qué diferentes eran de las personas de hoy! No crean, sin embargo, que este cambio ocurrió por sí solo. Durante largos periodos de tiempo, las almas humanas tuvieron que trabajar en estos cuerpos humanos y producir efectos como los que se describieron con el simple ejemplo dado de los efectos de las formas arquitectónicas en la vida sentimental del alma que más tarde apareció en sus rostros.
¿Cómo fue cuando se pasó de la época atlante a la época post-atlante? Al principio, el alma humana sufrió un cambio y, por consiguiente, el cuerpo a su vez se auto-configuró. ¡Vamos a profundizar en esto! Imaginemos un viejo atlante. Todavía poseía una conciencia clarividente y, por lo tanto, estaba conectado con el entorno en el que vivía, con la atmósfera llena de niebla. Debido a esta atmósfera, las cosas no se le mostraban con contornos bien marcados. En realidad, eran imágenes de colores que emergían para él; Sus percepciones eran inundaciones de colores entretejidos. Entre tanto, los contornos van apareciendo gradualmente. Los objetos se van revelando como linternas en la niebla, rodeados de los colores del arco iris, y sus capacidades espirituales se desarrollaron en concordancia. Si esta condición hubiera continuado, hubiera sido imposible para el hombre adquirir su cuerpo actual. Los objetos tuvieron que tomar sus contornos actuales, el aire se liberó del agua. Este proceso se prolongó durante miles de años. Sólo poco a poco las cosas tomaron formas nítidas. El alma humana tuvo que recibir otras impresiones, nuevas impresiones, y formar su cuerpo de manera correspondiente, puesto que el cuerpo está formado de conformidad con lo que se piensa y se siente. ¿Qué tipo de forma tuvo que experimentar el alma cuando escapó del paisaje acuoso de la Atlántida al nuevo paisaje aéreo? Para que el cuerpo actual se auto-formara, el ser humano tuvo que estar rodeado por una forma de longitud, anchura y profundidad definidas. De hecho, esta forma le fue dada para que el cuerpo pudiera formarse de ese modo. Así como la disposición del alma de los místicos se auto-modeló a partir de la forma de las catedrales, y así como el iniciado pudo indicar qué semblantes se habían formado en concordancia, así también los seres humanos se fueron transformando gradualmente dado que, de hecho, vivían en recipientes, bajo la influencia de grandes iniciados, que los construían de acuerdo con estas medidas. Antes del tiempo de nuestra humanidad actual, hubo un tipo de vida marina que vivía en recipientes, en los que la humanidad se fue acostumbrando gradualmente a la vida en la tierra. La vida de los atlantes fue en su mayor parte una vida en recipientes. No solo estaban rodeados por un aire acuoso y brumoso, sino que una gran parte de la Atlantida estaba cubierta por el mar. Este es el profundo misterio del Arca de Noé. Lo que se encuentra en los documentos religiosos originales tiene una inmensa profundidad. Un resplandor de sabiduría y sublimidad ilimitada rodea estos registros primarios cuando nos sumergimos profundamente en ellos.
En El Génesis se halla el símbolo de la serpiente. En las catacumbas romanas se halla la imagen del pez, que según nos dice la tradición, significa el cristiano o el Cristo. Si alguien reflexionara sobre estos símbolos, podría, por supuesto, encontrar muchas cosas ingeniosas, pero esto solo sería especulación. Queremos tratar solo con realidades, ya que estas cosas también nos han sido dadas desde los mundos espiritual y astral. Si me siguen por unos momentos en la historia de la evolución del hombre, verán qué verdades están contenidas en estos dos símbolos.
Recordemos una vez más que la tierra ha tenido tantas encarnaciones diferentes como el hombre. La forma humana siempre estuvo presente durante las diferentes encarnaciones de la Tierra, en Saturno, el Sol y la Luna. Sin embargo, su yo, fue adquirido por primera vez en la tierra. Ahora debemos centrar nuestra atención brevemente en la apariencia de la Tierra tal como era en su primera encarnación, mientras aún era Saturno. En aquél tiempo todavía no existían rocas o campos de cultivo. El cuerpo físico humano existía pero en un estado más sutil. Sólo que se fue condensando gradualmente a su actual forma carnosa.
Cuando se examinan los materiales del entorno, se descubre que existen en diversas condiciones. Primero, está el sólido, llamado Tierra en el ocultismo; despues el fluido, llamado Agua en el ocultismo, (no solo comprende el agua que hay sobre la tierra, sino todo lo que es fluido). Despues toda la materia gaseosa, llamada Aire en el ocultismo. Existe una condición aún más sutil, el fuego. Por supuesto, los físicos de hoy no aceptan esto, pero el ocultista sabe que el Fuego puede compararse con la Tierra, el Agua y el Aire, que el Fuego es la primera condición etérica, que es más sutil que el Aire. Donde se encuentra Fuego o Calidez, está presente algo que es aún más sutil que el Aire. Si nos imagináramos una sustancia más sutil que la Calidez, llegaríamos a la Luz. Lo que nosotros denominamos, en sentido oculto, Tierra, Agua y Aire aún no existían en Saturno. Estos estados corporales surgieron en el Sol, la Luna y la Tierra. La condición más densa en Saturno era el calor o el fuego. El hombre vivía dentro de él, su cuerpo en realidad era una especie de imagen reflejada. Presentar esto con mayor detalle nos llevaría demasiado lejos.
Saturno se transformó en el sol. Al fuego se le agregó entonces, el aire y esa fue su condición más densa. Cuando el cuerpo físico hubo alcanzado la etapa aérea, se vio impregnado con el cuerpo etérico. No había ningún otro ser más que los seres aéreos. Como hombre, uno podría haber traspasado estos seres aéreos porque eran tan penetrables como lo es el aire en la actualidad. Podían ser comparados con una Fata Morgana, dada su liviandad y fugacidad. A decir verdad, el aire en el Sol era algo más denso que nuestro aire actual. La condición acuosa surgió por primera vez en la Luna, y todo lo que vivía sobre la Luna no era más que Agua en forma de condensación. Peces gelatina y criaturas viscosas, como las que aún se pueden ver hoy día, nos dan una idea de estos seres acuáticos. Sólo cuerpos físicos de este tipo pudieron ser capaces de tomar un cuerpo astral.
Gradualmente prosiguió el desarrollo. Al final del período lunar, ciertas partes acuosas se habían densificado lo suficiente como para que se formara una especie de terreno firme como césped, limo o espinaca. La maxima densificación se parecía a la madera de nuestros árboles actuales. Despues la Luna se transformó en nuestra tierra actual; Donde se le añadió la condición de lo sólido, lo mineral. La cubierta exterior se volvió firme; y gradualmente, en consecuencia, todos los seres se volvieron más densos y firmes. Poco a poco, el hombre se convirtió en un ser de carne: al principo en Saturno, un ser Calorico, un ser Aereo en el Sol, un ser Acuoso en la Luna y, finalmente, en la Tierra se convirtió en un ser de carne.
Consideremos ahora el significado de este desarrollo. Sobre Saturno se formó la base germinal para el cuerpo físico; sobre el sol se le añadió el cuerpo etérico; sobre la luna el cuerpo astral. Pero sucedió algo mas en la Luna. El ser humano que permanecía en la Antigua Luna tenía un desarrollo mucho más bajo de lo que es hoy porque el cuerpo astral en el período de la Luna estaba lleno de violentas pasiones. Sólo más tarde, cuando se le añadió el yo, se purificó el cuerpo astral. Pero para ello fue necesario un desarrollo planetario. La Luna tuvo que caer nuevamente en el Sol, los hombres lunares malos tuvieron que unirse nuevamente con los seres del Sol. Así, cuando comenzó la Tierra, el antiguo Sol y la Luna fueron de nuevo un cuerpo. Fueron los elevados seres que habitaban el Sol los que tuvieron que arrojar la Luna, y como resultado, la Luna se convirtió en una masa densa con todos sus diversos impulsos. Ahora bien, todos los seres malos que habían sido expulsados con la Luna tuvieron que ser rescatados nuevamente, y por eso tuvo lugar la reunificación de la Luna con el Sol. ¿Qué hubiera pasado si esta reunificación no hubiera tenido lugar, si cada uno hubiera seguido su propio camino? Entonces habria sido imposible que el hombre apareciera en su forma actual, ni los seres del Sol habrian progresado a lo que son hoy. Si la Antigua Luna hubiera seguido su propio camino, y no se hubiera capacitado a través de la reunificación con el Sol para atraer nuevas fuerzas, entonces el ser más elevado que jamás se hubiera creado en la Luna se habría parecido a una serpiente. Por otro lado, los seres del Sol, que eran tan espirituales que no tenían cuerpo físico sino que poseían un cuerpo etérico como su miembro más bajo, habrían recibido un cuerpo físico cuya forma más elevada hubiera sido la de un pez. Naturalmente, la forma de pez hubiera sido solo la expresión externa para las almas que hubiesen alcanzado una etapa de desarrollo mucho mayor, semejante (aunque mas excelso), al alma grupal de nuestros peces actuales.
La luna se fusionó nuevamente con el Sol, y luego mas tarde nuestra tierra arrojó la luna actual, que se llevó consigo las peores sustancias. De este modo, fue posible para los seres de nuestra tierra desarrollarse más allá de la etapa de la serpiente a la del ser humano. Fueron los seres del Sol quienes otorgaron a los seres de nuestra tierra la fuerza para elevarse por encima de la serpiente. La pureza material de la condición del sol de aquellos elevados seres, se expresa en la forma del pez porque esta es la forma material mas elevada que el antiguo sol podría haber alcanzado.
El Cristo es el héroe Solar que ha trasladado toda la fuerza del Sol sobre la Tierra. Ahora están ustedes en disposición de comprender con que profunda intuición esoterica fue concebido el cristianismo en la forma del pez, porque él significa el símbolo externo del poder del sol, de las fuerzas de Cristo. A decir verdad, el pez es exteriormente un ser incompleto, puesto que no ha descendido tan profundamente en la materia y está penetrado en pequeña medida por el egoísmo. El ocultista dice que la serpiente es el símbolo de la tierra tal como se desarrolló a partir de la Luna, El pez es el símbolo del ser espiritual tal como se desarrolló a partir del Sol. Nuestra tierra, tal como se muestra ante nosotros con sus sustancias sólidas, tiene su ser más bajo en la serpiente. Lo que se separa como sustancia acuosa, como pura agua, se manifestaría como pez. Para el ocultista, el pez es algo que ha nacido a partir del agua.
¿Qué es lo que, de manera similar, ha nacido a partir del aire o a partir del fuego? Estas son regiones que son difíciles de explicar, pero al menos algunas se pueden dar aquí.
¿Cómo fueron las cosas en la tierra justo cuando se desarrolló desde la etapa de Saturno a la del Sol? El hombre era entonces una especie de ser aéreo. La muerte y el morir, tal como se entienden en la actualidad, no la conocía porque podía auto-transformarse. Aclaremos un poco más cómo llegó el hombre a las actuales condiciones del morir y de la muerte. El alma del hombre estaba en la atmósfera del sol pero estaba relacionada con lo que tenia abajo como su cuerpo. En la actualidad el cuerpo astral, incluso cuando se desliza fuera durante la noche (durante el sueño), pertenece al cuerpo físico, y lo mismo pasaba en Saturno y en el Sol, excepto que nunca se deslizaba adentro. Al comienzo de la etapa del Sol, el cuerpo estaba abajo; por encima había algo que, como alma, pertenecía a un cuerpo en concreto, que tenía conciencia espiritual. El cuerpo de esta alma estaba sujeto a leyes distintas de las del crecer y el morir de hoy. Perdía ciertas partes, pero agregaba partes nuevas. Durante largos períodos de tiempo el alma vivía sin cambios, mientras el cuerpo iba cambiando. Para ser exactos, cuando el Sol estaba en cierta condición, el hombre se identificaba en cierta manera con su cuerpo. Su cuerpo se auto-transformaba en condiciones alternas. Primero se formaba un cuerpo de forma definida, luego esta forma se auto-transformaba en otra, nuevamente en otra, y luego una cuarta vez. Despues de su último cambio volvía a la primera condición. El ser humano mantenía la misma conciencia mientras estas formas cambiaban. Cuando la primera condición corporal volvía a surgir, cuando el ser humano repetía la primera forma, después de haber vivido a través de las otras tres, entonces se sintía renovado. Esta transformación se ha mantenido hasta hoy en la mariposa que se desarrolla a través de cuatro formas: huevo, larva, pupa y mariposa. Este es el jeroglífico, el signo para la condición aérea del ser humano en el sol. En la mariposa hoy bajo unas condiciones completamente cambiadas, (este estado naturalmente es un especie de decadencia). El ser humano ha evolucionado más allá de ese estado, pero para el ocultista la mariposa es su símbolo. Él lo designa como ser aéreo, como a su vez designa a la serpiente como un ser terrestre, y los peces como seres acuáticos. El porqué no se ha designado a las aves como seres aéreos será tratado en otro momento.
Ahora volvamos a la primera condición de Saturno cuando el ser humano era un ser anímico-espiritual que siempre tenía el mismo cuerpo, que se sabía a sí mismo inmortal a nivel inferior y que continuamente cambiaba su cuerpo. Esta condición, también, se ha conservado para nosotros en un ser peculiar que, cuando se considera como alma de grupo en conjunto, se sitúa en cierta manera por encima del hombre. Ese ser es la abeja. Cuando se estudia toda la colmena, se obserba algo totalmente diferente que observando la abeja individual. La colmena en su conjunto tiene una vida espiritual que de alguna manera se corresponde con la vida en Saturno en un estado inferior, y que se alcanzará en Venus en un nivel superior. Sin embargo, el cuerpo de la abeja, se ha mantenido en el antiguo nivel de Saturno. De hecho, debemos distinguir el alma de toda la colmena, no como un alma de grupo ordinaria, sino como un ser en sí mismo, y la abeja individual que conserva la forma que el cuerpo humano superó a través de Saturno. Si bien la abeja quedó retardada como ser externo, pudo así ganar una conciencia espiritual más alta. De ahí la maravillosa composición social de la colmena! La abeja es el símbolo del hombre espiritual que no conoce la mortalidad. Cuando el hombre era de tal espiritualidad, nuestro planeta estaba en un estado ardiente. Cuando vuelva a ser, ya como Venus, lo bastante ardiente, el hombre volverá a ser un ser espiritual. Por lo tanto, en la abeja tienen el ser que es el fuego para el ocultista.
Será interesante mencionar aquí un paralelismo sobre el que la ciencia común tiene poco que decir. ¿Qué le queda al hombre de hoy del calor de Saturno? El calor de su sangre. Lo que en aquél tiempo estaba repartido por todo Saturno, en cierta medida, se ha liberado y hoy forma la sangre caliente del hombre y del animal. Cuando investigan la temperatura de una colmena, encuentran que es aproximadamente la misma temperatura que la de la sangre humana. El conjunto de la colmena desarrolla una temperatura comparable a la de la sangre porque, de acuerdo con la naturaleza de su ser, se remonta a la misma fuente que la sangre humana.
Por eso, el ocultista designa a la abeja como nacida a partir del calor. Designa a la mariposa como ser aéreo y a la serpiente como ser de la tierra. Una vez más, a partir de estas consideraciones, se puede ver cuán profundamente los símbolos y los signos ocultos están conectados con lo que sabemos de la historia evolutiva de los planetas y del hombre.

Traducido por Julio Luelmo octubre 2018
El objetivo de este blog es publicar en Internet todo el material fuente existente para las transcripciones de las conferencias de Rudolf Steiner de la forma más completa posible, para que este gran tesoro esté disponible para toda la humanidad. Se trata de notas de oyentes, transcripciones de conferencias y, en su mayor parte, transcripciones en texto plano de conferencias estenografiadas, también conocidas como transcripciones en texto plano. De este modo, cualquiera puede comprobar por sí mismo, mediante comparaciones, qué dijo realmente Rudolf Steiner y cómo fue editado (y, por tanto, modificado) en las distintas ediciones. Y por último, pero no menos importante, también encontrarán mucho material inédito. La obra de Rudolf Steiner es de dominio público desde 1996 y, por tanto, pertenece legalmente a toda la humanidad. Él mismo habría elegido una fecha mucho más temprana para la publicación de su obra, como se desprende de los pasajes sobre propiedad intelectual que citamos a continuación; Incluso el período de protección de 30 años que se aplicaba entonces le parecía demasiado largo. ¿Y qué habría dicho sobre el hecho de que 85 años después de su muerte, parte de su obra docente siga inédita y acumulando polvo en los archivos? Él mismo encontró una expresión adecuada para esto: Fue puesto en un ataúd. Este sitio web está destinado a ayudar a liberarlo de este ataúd. "Lo que el hombre puede crear a partir de sus capacidades intelectuales se lo debe a la sociedad humana, al orden social humano. En realidad, no le pertenece. ¿Por qué gestionamos nuestra propiedad intelectual? Simplemente porque la produces; al producirla, demuestras que tienes la capacidad de hacerlo mejor que los demás. Mientras tengas esa capacidad mejor que los demás, gestionarás mejor esa propiedad intelectual al servicio del conjunto. Ahora la gente se ha dado cuenta al menos de que esta propiedad intelectual no se perpetúa sin fin. Treinta años después de la muerte, la propiedad intelectual pertenece a toda la humanidad. Cualquiera puede imprimir lo que yo he producido treinta años después de mi muerte. Puede utilizarlo como quiera; y eso está bien. Incluso estaría de acuerdo si hubiera más derechos en este ámbito. No hay otra justificación para la gestión de la propiedad intelectual que el hecho de que, porque se puede producir, también se tienen las mejores capacidades [...] Será una forma sana de socializar el capital si hacemos fluir en el organismo social lo que hoy se acumula como capital en el derecho de sucesiones, en el surgimiento de las pensiones, del derecho de las manos ociosas, de los derechos humanos superfluos, lo que así se acumula en capital; eso es lo que importa. Ni siquiera hace falta decir que la propiedad privada debe convertirse en propiedad social. El concepto de propiedad no tendrá ningún significado". Rudolf Steiner el 25 de abril de 1919