GA026 Misterio de Miguel: Capítulo XXV: Los sistemas de los sentidos y del pensar del hombre en su relación con el mundo

 




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El camino hacia el conocimiento de la Antroposofía


Por Rudolf Steiner

Misterio de Miguel: Capítulo XXV: Los sistemas de los sentidos y de pensar del hombre en su relación con el mundo

Cuando el hombre, en el estudio de su propio ser, comienza aplicándose a sí mismo el modo imaginativo de conocimiento, en la contemplación se despoja de su sistema de sentidos. Se convierte para su propia auto contemplación en un ser sin órganos de los sentidos, es decir, no es que carezca de ellos sino que deja de utilizarlos.

GA026 El Misterio de Miguel: Capítulo XXIV: El hombre en su entidad macrocósmica

 






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El Misterio de Miguel: Capítulo XXIV: El hombre en su entidad macrocósmica

El Cosmos se revela al Hombre en primera instancia desde dos lados - la Tierra, y fuera de la Tierra el Universo de las Estrellas.

El hombre se siente relacionado con la Tierra y sus fuerzas. La vida le enseña esta relación con gran nitidez.

En la época actual el hombre no se siente relacionado con el mundo de las estrellas que le rodea. Sin embargo, esto sólo dura mientras permanece inconsciente de su cuerpo etérico. Captar el cuerpo etérico en las imaginaciones, es adquirir el mismo sentimiento de parentesco con el Universo estelar que se tiene a través de la conciencia del cuerpo físico con la Tierra.

Pero junto con las fuerzas del éter que llueven sobre la Tierra desde la circunferencia del Cosmos vienen también esos impulsos cósmicos que trabajan en el cuerpo astral del Hombre.

El éter es como un océano, en cuyas olas desde todos los lados de los mundos más lejanos las fuerzas astrales vienen navegando hacia la Tierra.

Sin embargo, en la presente era cósmica, sólo los reinos mineral y vegetal pueden entrar en relación directa con esta vida astral que fluye hacia la Tierra sobre las olas del éter; no el reino animal, ni el reino humano.

En el caso del reino animal, la observación espiritual muestra que lo que actúa en el embrión no es la vida astral que actualmente fluye hacia la Tierra, sino la que fluyó hacia ella hace mucho tiempo, en la antigua Era de la Luna.

Con el reino vegetal, se puede ver cómo sus múltiples y maravillosas formas están siendo moldeadas por las influencias astrales, a medida que se separan del éter y se ciernen sobre el mundo vegetal.

En el mundo animal, se puede ver cómo, desde la esfera espiritual, se han conservado las fuerzas astrales de los antiguos tiempos, que estuvieron activas hace mucho tiempo - durante la Época de la evolución de la Antigua Luna - y que ahora están trabajando. Trabajan como fuerzas antiguas y conservadas, que en la actualidad permanecen totalmente en el mundo de los espíritus y no salen al mundo del éter.

Esta forma de influencia astral es, además, transmitida por las actuales fuerzas lunares, que a su vez han permanecido desde la etapa anterior de la Tierra.

Tenemos, pues, en el reino animal, el resultado de los impulsos que en la etapa evolutiva anterior de la Tierra se manifestaban externamente como elementos de la Naturaleza, mientras que en la presente era cósmica se han retirado al mundo espiritual que fluye con fuerza activa a través de la Tierra.

Ahora se ve por la observación espiritual que en el reino animal, para la impregnación de los cuerpos físico y etérico con el cuerpo astral, las fuerzas que tienen importancia son únicamente estas fuerzas astrales que se han conservado desde un tiempo anterior en la vida actual de la Tierra; pero que, una vez que el animal tiene su cuerpo astral, entonces los impulsos del Sol comienzan a ser activos en él. Las fuerzas solares no pueden dar al animal nada para su vida astral; sin embargo, una vez que ésta está en el animal, son necesarias para proporcionarle crecimiento, nutrición, etc.

Con el reino del hombre sucede lo contrario. Este también recibe su elemento astral en primer lugar de las antiguas fuerzas lunares conservadas. Pero las fuerzas solares tienen en ellas impulsos astrales que quedan sin efecto para el reino animal, pero que en el astral humano siguen actuando de la misma manera que las fuerzas lunares actuaron cuando el hombre fue impregnado por primera vez de astralidad.

En el cuerpo astral del animal puede verse el mundo de la Luna. En el cuerpo astral del ser humano puede verse el acuerdo armonioso de los mundos del Sol y de la Luna.

Esta fuerza similar a la del Sol en el cuerpo astral humano es la que hace posible que el hombre recoja en sí mismo la fuerza espiritual que irradia hacia el exterior y que está en la Tierra y la utilice para el desarrollo de su autoconciencia. Lo que es astral, fluye desde la circunferencia del Universo. Actúa como una corriente que fluye en la actualidad, o como una que fluyó en tiempos antiguos y se ha conservado. Por otra parte, todo lo que tiene que ver con dar forma al yo, como portador de la autoconciencia individual, debe irradiar desde un centro estelar. El Astral trabaja desde la circunferencia; todo lo del Yo desde un punto central. La Tierra, como Estrella, desde su centro da el impulso para el yo humano. Cada estrella desde su centro irradia fuerzas por las que se moldea el yo de algún ser.

Esto muestra la polaridad entre el Centro Estelar y la Circunferencia Cósmica.

La descripción muestra al mismo tiempo que el reino animal vive hoy en día como un producto de fuerzas anteriores, que una vez tuvieron que ver con la evolución de la Tierra. Existe aprovechando el almacén conservado de las antiguas fuerzas astrales y debe desaparecer cuando éstas se agoten. En el hombre, por el contrario, entran nuevas fuerzas astrales, que son extraídas de la Fuerza Solar. Éstas le permiten continuar su evolución hacia el futuro.

No es posible - como lo demuestra todo esto - comprender al hombre en su propia forma especial de ser, a menos que se reconozca su conexión con toda la vida estelar tan claramente como su conexión con la Tierra.

Incluso lo que el hombre recibe de la Tierra para el desarrollo de su autoconciencia, procede de la acción del mundo espiritual dentro de la esfera terrestre. El hecho de que la Fuerza Solar pueda dar al hombre lo que necesita para su vida astral, es el resultado de las influencias que estuvieron activas durante la antigua Era Solar. Fue entonces cuando la Tierra recibió la capacidad de desarrollar los impulsos del yo de la humanidad. Es la parte espiritual que la Tierra ha conservado en su interior de la antigua vida solar, y que las influencias solares de la actualidad impiden que se extinga.

La Tierra misma fue una vez Sol. Luego pasó a una forma espiritual. En la era cósmica actual, lo que es "Sol" actúa desde fuera. Esta influencia del Sol desde el exterior es un manantial de juventud siempre renovada para aquellas fuerzas espirituales de una época anterior que se están desgastando. Al mismo tiempo, como fuerza activa del presente, esta influencia solar impide que lo que es del pasado caiga en el dominio de Lucifer. Porque todo lo que sigue funcionando como influencia del Pasado, sin ser tomado por las fuerzas del Presente, es presa de Lucifer.

El sentimiento del hombre de su propia conexión íntima con el Cosmos extraterrestre puede decirse que, en esta era cósmica, está tan adormecido, que no se da cuenta de ello en su conciencia. No sólo está adormecida, sino que está "ensordecida" por el sentimiento de su íntima conexión con la esfera de la Tierra. Dado que la conciencia del hombre de su Yo individual debe ser aprendida en la esfera de la Tierra, comienza la edad del Alma Consciente creciendo tan estrechamente con esta esfera terrenal, que ésta ejerce sobre él una influencia mucho más fuerte de lo que es compatible con el curso que su vida anímica debería tomar correctamente. El hombre está, por así decirlo, ensordecido, aturdido por las impresiones del mundo de los sentidos. Dominado por su clamor, no logra evocar el pensar libre y activo, que tiene vida en sí mismo.

Todo el tiempo, desde mediados del siglo XIX, fue un período de aturdimiento y sordera por el estruendo de las impresiones de los sentidos. La Gran Ilusión de este período ha sido que la gente tomaba como correcta esta vida sobrepoderosa de los sentidos, una vida de los sentidos que hacía todo lo posible por borrar toda la vida en el Cosmos no terrenal, extraterrestre.

En esta condición de aturdimiento, los poderes ahrimánicos podían entrar y hacer su voluntad. Lucifer estaba más controlado por las fuerzas del Sol que Ahriman. Ahrimán estaba en condiciones de suscitar -sobre todo entre los hombres de ciencia- la peligrosa noción de que las Ideas sólo son aplicables a las impresiones de los sentidos. Por consiguiente, es justamente en estos círculos donde la Antroposofía encuentra poca comprensión. Frente a los resultados de la Ciencia Espiritual, tratan de comprenderlos con sus ideas. Pero estas ideas no pueden comprender lo Espiritual, porque su conocimiento inherente y vivo está ensordecido y superado por la ciencia ahrimanizada de los sentidos. Y así la gente se alarma, y piensa que se comprometería a una creencia ciega en la autoridad si entrara seriamente en los resultados obtenidos por el vidente espiritual.

En la segunda mitad del siglo XIX, el Cosmos extraterrestre se volvió cada vez más oscuro para la conciencia humana.

Cuando el hombre vuelva a ser capaz de experimentar la vida de las Ideas en su interior, incluso sin apoyarse a sí mismo y a ellas en el mundo de los sentidos, entonces, a los ojos del indagador, una luz de respuesta fluirá de nuevo desde el Cosmos más allá del reino de la Tierra. Y esto es para conocer a Miguel y su reino.

Cuando llegue el momento en que la Fiesta de Miguel en el otoño se celebre en verdad y en interioridad - entonces, en los sentimientos de los que celebran la fiesta surgirá con la más íntima sinceridad, como "leit-motiv", esta tensión y vivirá en la conciencia de los hombres: En la plenitud de las Ideas el alma experimenta la luz del espíritu, incluso cuando el espectáculo exterior de los sentidos no permanece más que como recuerdo en la mente del hombre.

Cuando, con un tono mental como éste, el hombre pueda celebrar la Fiesta de Miguel, después de ella podrá entrar dignamente de nuevo en el mundo de los sentidos. Y Ahriman no podrá hacerle daño.

Pensamientos guía

168.-Con el comienzo de la Era de la Conciencia, el sentimiento de conexión del hombre con el Cosmos extraterrestre se ensombreció. Por otra parte, su sentimiento de conexión con la Tierra, a través de su vida en impresiones sensoriales, creció tan fuerte - más especialmente con los hombres de ciencia - como para llegar a una condición confusa y aturdida.

169.-En esta condición, el trabajo de los Poderes Ahrimánicos es peculiarmente peligroso; porque el hombre vive bajo la ilusión de que esta vida dominante en las impresiones sensoriales es lo correcto y un verdadero paso adelante en la evolución.

170.-El hombre debe encontrar el poder de derramar luz a través de su mundo de Ideas y vivir en estas Ideas como en un mundo de luz, incluso cuando no está apoyado por el clamoroso mundo de los sentidos. En esta realización interior viva del mundo de las Ideas, que depende de sí mismo y, en su dependencia de sí mismo, es luminoso, se despertará el sentimiento de la conexión del hombre con el Cosmos exterior no terrenal. De este modo, se sentarán las bases para los Festivales de Miguel.

GA026 El Misterio de Miguel: Capítulo XXIII: ¿Dónde está el ámbito de acción del hombre cuando piensa y recuerda?






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El Misterio de Miguel: Capítulo XXIII: ¿Dónde está el ámbito de acción del hombre cuando piensa y recuerda?

Tanto en la representación mental ( el pensar) como en el despertar de los recuerdos, el ámbito del hombre se desenvuelve en la esfera del mundo físico. Sin embargo, dondequiera que busque en este mundo físico, en ninguna parte encontrará con sus sentidos algo que le proporcione las facultades de la representación mental y del recuerdo.

GA026 El Misterio de Miguel: Capítulo XXII: La libertad de los hombres y la era de Michael






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El Misterio de Miguel: Capítulo XXII: La libertad de los hombres y la era de Michael

En la facultad humana para recordar, vive la reproducción en forma personalizada de un poder cósmico que una vez trabajó en la formación del ser del Hombre, tal como se describió en las últimas cartas. Sin embargo, el mismo poder cósmico sigue actuando en la actualidad. Trabaja como fuerza de crecimiento, como impulso vital, detrás del escenario de la vida humana. Aquí gasta la mayor parte de su fuerza. Sólo una pequeña parte se separa, para convertirse en una función del Alma Consciente. Allí actúa como poder para la Memoria o el Recuerdo.

GA026 El Misterio de Miguel: Capítulo XXI: La gnosis y la antroposofía

 





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El Misterio de Miguel: Capítulo XXI: La gnosis y la antroposofía

En la época en que se consumó el Misterio del Gólgota, la Gnosis era la forma que tomaba el Pensamiento entre aquella porción de la humanidad que entonces era capaz de comprender con conocimiento y no sólo con un tenue sentimiento este, el mayor impulso en la evolución terrenal del Hombre.

GA026 El Misterio de Miguel: Capítulo XX: El sueño y la vigilia, a la luz de las observaciones anteriores

 





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El Misterio de Miguel: Capítulo XX: El sueño y la vigilia, a la luz de las observaciones anteriores

El sueño y la vigilia ha sido un tema frecuentemente tratado en nuestros estudios antroposóficos, y desde diversos puntos de vista. Pero con hechos de la vida como estos, la comprensión de los mismos requiere ser llevada cada vez a una mayor profundidad, después de estudiar un aspecto diferente del mundo. Todo lo que se ha dicho sobre la Tierra como semilla de vida de un nuevo Macrocosmos naciente, permite ahora llevar una comprensión más profunda a nuestros puntos de vista sobre el sueño y la vigilia.

GA026 Misterio de Miguel: Capítulo XIX: ¿Qué es la Tierra, en realidad, en el Macrocosmos?

 





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Misterio de Miguel: Capítulo XIX: ¿Qué es la Tierra, en realidad, en el Macrocosmos?

En estos estudios se han tratado las sucesivas etapas del crecimiento del Cosmos y de la Humanidad desde los más diversos aspectos. Se ha visto que al hombre le llegan las fuerzas de su ser desde el Cosmos extraterrestre, excepto las que le dan su conciencia del Ser; éstas las tiene desde la Tierra.

GA026 El Misterio de Miguel: Capítulo XVIII: Lo que se ve al mirar hacia atrás en las Vidas anteriores del Hombre entre la Muerte y el nuevo Nacimiento (II)

 





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El Misterio de Miguel: Capítulo XVIII: Lo que se ve al mirar hacia atrás en las Vidas anteriores del Hombre entre la Muerte y el nuevo Nacimiento (II)

En un segundo período, el hombre pasa del dominio de los Archai al de los Arcángeles. Sin embargo, con éstos no está ligado de manera tan corporal-espiritual como lo estaba con los Archai. Con la Jerarquía de los Arcángeles su conexión es más espiritual. Sin embargo, es tan íntima que en este período no se puede hablar de que el hombre esté separado del mundo espiritual.

GA026 El Misterio de Miguel: Capítulo XVII: Lo que se ve al mirar hacia atrás en las Vidas anteriores del Hombre entre la Muerte y el nuevo Nacimiento (I)

 





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El Misterio de Miguel: Capítulo XVII: Lo que se ve al mirar hacia atrás en las Vidas anteriores del Hombre entre la Muerte y el nuevo Nacimiento (I)

En las últimas consideraciones recorrimos el curso de la vida humana en su totalidad, dirigiendo la observación del alma a la serie de vidas terrestres sucesivas. El otro punto de vista, será estudiar las vidas sucesivas entre la muerte y el nuevo nacimiento, que nos permitirá ver con mayor claridad lo que la primera revela.

GA026 El Misterio de Miguel: Capítulo XVI: Lo que se ve al mirar hacia atrás en las repetidas vidas terrestres del hombre

 





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El Misterio de Miguel: Capítulo XVI: Lo que se ve al mirar hacia atrás en las repetidas vidas terrestres del hombre

Cuando es posible mirar retrospectivamente, con los órganos espirituales de conocimiento adecuados, a las vidas terrestres anteriores de una persona, la observación muestra un número de tales vidas terrestres en las que el hombre ya era una "persona". Su exterior se asemejaba al actual, y su vida interior tenía un sello individual. Aparecen vidas terrestres que muestran signos de la existencia del Alma Racional, pero no del Alma Consciente, así como otras vidas terrestres en las que sólo se ha desarrollado el Alma Sensible, y así sucesivamente.

GA026 El Misterio de Miguel: Capítulo XV:Historia celeste, historia mitológica, historia terrestre. El Misterio del Gólgota

 





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El Misterio de Miguel: Capítulo XV: Historia celeste, historia mitológica, historia terrestre. El Misterio del Gólgota

En el espacio cósmico se oponen entre sí: La Extensión del Universo y el Centro de la Tierra. En el Universo, esparcidas por todas partes, están las Estrellas. Desde el Centro de la Tierra, se irradian fuerzas en todas las direcciones del amplio universo.

GA026 El Misterio de Miguel: Capítulo XIV: Contemplación navideña: el misterio del Logos

 





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El Misterio de Miguel: Capítulo XIV: Contemplación navideña: el misterio del Logos 

En nuestra contemplación del Misterio de Michael brillaba como un rayo de luz el Misterio del Gólgota. Esto surgió por sí solo, del hecho de que Miguel es el poder que guía al Hombre de la manera más útil y sana hacia el Cristo.

GA026 El Misterio de Miguel: Capítulo XIII: A las puertas del alma consciente (3)

 





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El Misterio de Miguel: Capítulo XIII: A las puertas del alma consciente (3) 

Tercera Contemplación: El sufrimiento de Michael por la evolución de la humanidad, antes del tiempo de su regencia terrenal.

Con el progreso ulterior de la Época del alma Consciente, cesa cada vez más la posibilidad de conexión directa entre Miguel y la generalidad de la especie humana. En el ser del hombre entra triunfante el nuevo poder humanizado de la intelectualidad y de él se desvanecen las concepciones imaginativas de la mente, que muestran al hombre las formas vivas de la Inteligencia Cósmica.

GA026 El Misterio de Miguel: Capítulo XII: A las puertas del alma consciente (2) continuación

 





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El Misterio de Miguel: Capítulo XII: 6 dic.1924 -A las puertas del alma consciente (2) continuación

Continuación de la Segunda Contemplación: Obstáculos y ayudas a las Fuerzas de Miguel en la era naciente del Alma Consciente.

La incorporación del Alma Consciente también trajo consigo una perturbación en toda Europa en la relación interna de la gente con los artículos de la fe religiosa y el ritual del culto. Esta perturbación se anuncia inequívocamente, al pasar del siglo XI al XII, debido a la súbita aparición en escena de las Pruebas de la Existencia de dios (en particular con Anselmo de Canterbury).

GA026 El Misterio de Miguel: Capítulo XI: A las puertas del alma consciente (2)

 





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El Misterio de Miguel: Capítulo XI: 30 nov.1924 -A las puertas del alma consciente (2)

Segunda Contemplación: Cómo intervienen las fuerzas de Miguel en la etapa inicial del Alma consciente.

En la época en que el Alma Consciente se abría paso en la evolución terrestre de la humanidad, los seres del mundo espiritual más cercanos a la vida terrestre tenían dificultades para acercarse a la humanidad. Los acontecimientos en la tierra se desarrollan en una forma que muestra que se necesitan condiciones bastante peculiares para hacer posible una vía que vaya del espíritu a la vida física de la humanidad.

GA026 El Misterio de Miguel: Capítulo X: A las puertas del alma consciente (1)

 





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El Misterio de Miguel: Capítulo X: 23 nov. 1924 A las puertas del alma consciente

Primera Contemplación: Cómo prepara Miguel su misión terrenal de forma suprasensible, mediante la victoria sobre Lucifer.

La intervención de Micael en la evolución del mundo y de la humanidad, a fines del siglo XIX, aparece con una notable iluminación, si tenemos en cuenta la historia de la vida espiritual en los siglos anteriores.

GA026 Misterio de Michael: Capítulo IX 16 nov.1924: Los pensamientos del mundo en Miguel y los pensamientos del mundo en Ahrimán

 





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Misterio de Michael: Capítulo IX 16 nov.1924: Los pensamientos del mundo en Miguel y los pensamientos del mundo en Ahrimán


Al contemplar la relación entre Micael y Ahriman, uno se ve inevitablemente conducido a preguntarse: ¿qué posición ocupan estos dos poderes espirituales el uno respecto del otro en toda la interrelación cósmica, en la medida en que ambos están comprometidos en la evolución de las fuerzas intelectuales?

GA026 El misterio de Michael: Capítulo VIII 9 nov.1924: La misión de Miguel en la era cósmica de la libertad humana

 





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Misterio de Michael: Capítulo VIII 9 nov.1924: La misión de Miguel en la era cósmica de la libertad humana


Cuando uno sigue interiormente el curso de la vida espiritual hasta las labores de Miguel en la actualidad, se hace posible obtener una luz de la ciencia espiritual sobre la Libertad en su carácter cósmico.

GA026 El Misterio de Miguel: Capítulo VII 2 nov.1924: Miguel-Cristo en el hombre

 





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Misterio de Michael: Capítulo  VII 2 nov.1924: Miguel-Cristo en el hombre

Para cualquiera que haya adoptado toda su mente, con total sinceridad de sentimiento, con la percepción interna del ser de Miguel, y los actos de Miguel, obtendrá también una comprensión correcta de cómo el Hombre debe tratar un mundo, que no es ni de Ser divino, ni de Revelación, ni de Actividad, sino que es la Obra forjada de los Dioses. Mirar este mundo con conocimiento, es tener ante uno formas, formaciones, que por todas partes hablan con voz clara de lo divino, pero en las que no se encuentra el ser divino en su propia autoexistencia, a menos que uno se deje llevar por ilusiones. Tampoco hay que fijarse sólo en el aspecto conocedor del mundo.

GA026 El Misterio de Miguel: Capítulo VI 25 oct.1924: El futuro de la humanidad y la obra de Miguel

 





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El Misterio de Miguel: Capítulo VI. 25 oct. 1924: El futuro de la humanidad y la obra de Miguel


¿Cómo se encuentra el hombre hoy en día, en su etapa actual de evolución, con respecto a Miguel y sus seguidores?


El hombre se enfrenta a un mundo que una vez fue totalmente divino, un Ser espiritual divino, del que él mismo era una parte viva. Por lo tanto, el mundo, en aquellos tiempos en que el Mundo y el Hombre confluían al unisono, era un Ser espiritual divino. En una etapa siguiente del progreso evolutivo, esto había cesado. El mundo fue despues, la Revelación cósmica del espíritu divino; el Espíritu Divino en su Ser esencial se cernía detrás de la Revelación. Sin embargo, seguía tejiendo y viviendo en esta, su gloria revelada. Un mundo de estrellas estaba allí; en su brillo y su movimiento el Espíritu Divino tejía y vivía como revelación. Se puede decir que en el lugar en que se encontraba una estrella en aquellos días, o en la forma en que se movía, podía verse directamente la acción del Espíritu Divino.

GA026 El misterio de Michael: Capítulo V 26 oct.1924: Las experiencias de Miguel en el cumplimiento de su misión cósmica

 





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Misterio de Michael: Capítulo  V 26 oct.1924: Las experiencias de Miguel en el cumplimiento de su misión cósmica.


Se puede seguir el progreso de la humanidad, desde la etapa de conciencia en la que el hombre todavía se sentía parte del orden divino-espiritual, hasta la actual, en la que aprende a sentirse una individualidad, separada del Ser divino-espiritual, y capaz de hacer uso de sus propios Pensamientos. Se puede trazar esto desde el punto de vista de la humanidad, como se hizo en la carta anterior.

GA026 El misterio de Michael: Capítulo IV 19 oct.1924: La tarea de Miguel en la esfera de Ahrimán

 





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Misterio de Michael: Capítulo  IV 19 oct.1924: La tarea de Miguel en la esfera de Ahrimán


Cuando el hombre mira retrospectivamente hacia su propia evolución y revisa en espíritu el carácter peculiar que ha asumido su vida espiritual durante los últimos cinco siglos, no puede dejar de reconocer -incluso en su conciencia ordinaria, aunque sea tenuemente- que en estos cinco siglos ha llegado a un punto de inflexión crítico en toda la evolución terrestre de la humanidad.

GA026 Misterio de Michael: Capítulo III 12 oct.1924: La Vía Pre-Michaelica y la Vía de Michael

 





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Misterio de Michael: Capítulo III 12 oct.1924: La Vía Pre-Michaelica y la Vía de Michael


Si seguimos formándonos ese concepto de la relación entre el mundo moderno de las Ideas y el mundo de la Naturaleza, que es común en la actualidad, no encontraremos la luz adecuada sobre el nuevo impulso de Micael que se está abriendo paso en la evolución humana.

GA026 Misterio de Miguel: Capítulo II. 31 ago.1924: El alma humana antes del comienzo de la Era de Miguel

 





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Misterio de Miguel: Capítulo II. 31 ago.1924: El alma humana antes del comienzo de la Era de Miguel


Hoy debe insertarse aquí una consideración, que se deriva de las ideas "En los albores de la era de Michael". Esta era de Michael surgió en el desarrollo de la humanidad después del predominio de la formación del pensamiento intelectual por un lado y la percepción humana dirigida hacia el mundo externo de los sentidos, el mundo físico, por el otro.

GA026 El Misterio de Miguel: Capítulo I: En los albores de la era de Miguel 17-24 ago.1924






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El Misterio de Miguel: Capítulo I 17-24 ago.1924: En los albores de la era de Miguel


Hasta el siglo IX, después del Misterio del Gólgota, la actitud del Hombre hacia sus Pensamientos era diferente a como lo fue después. No tenía la sensación de que él mismo produjera los pensamientos que vivían en su alma. Los consideraba como impulsos, inculcados en él desde un mundo espiritual. Incluso cuando tenía pensamientos sobre lo que percibía con sus sentidos, estos pensamientos eran para él revelaciones de la Divinidad, que le hablaban desde los objetos sensoriales.

GA026 El Misterio de Miguel: Capítulo XXVIII: Las convulsiones históricas en el amanecer del Alma Consciente

 



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El Misterio de Miguel: Capítulo XXVIII: marzo de 1925-Las convulsiones históricas en el amanecer del Alma Consciente

La caída del Imperio Romano, acompañada de la aparición en escena de los pueblos que se desplazaban desde Oriente (la llamada Migración de los Pueblos), es un fenómeno histórico sobre el que el hombre debe volver una y otra vez a indagar. Pues la época actual contiene todavía muchas secuelas de aquellos tremendos acontecimientos.

Pero es justo aquí donde la comprensión de lo sucedido no es posible mediante un mero estudio externo de la historia. Hay que mirar en el alma de los seres humanos que participaron en esta "migración" y en la caída del Imperio Romano.

En el período en que se desarrolla el Alma Racional en la humanidad, Grecia y Roma  constituían la flor de su civilización. Los griegos y los romanos son, en efecto, los portadores más especiales de este desarrollo. Pero la evolución de esta etapa del alma entre estos pueblos no es tal como para a partir de ella tener una semilla viva de de la que pueda evolucionar adecuadamente el Alma Consciente. En la civilización de los griegos y los romanos, todos los tesoros del alma y del espíritu latentes en el Alma Racional salen a la luz con profusión. Pero llevar su corriente vital por su propio poder innato hacia el Alma Consciente - eso no puede hacerlo. La etapa del Alma Consciente surge naturalmente a su debido tiempo. Sólo que es como si esta Alma Consciente no pudiera surgir espontáneamente de la personalidad del griego o del romano, sino como si tuviera que ser implantada en él desde fuera.
El estado de unión con los seres espirituales divinos, y a la vez de alejamiento de los mismos, del que tanto se habla en estas cartas, se produce en el curso de las épocas con intensidad variable. En la antigüedad, era un poder que intervenía con efecto muy forzado en la evolución de los asuntos humanos. Al entrar en la vida griega y romana de los primeros siglos del cristianismo, el poder es más débil. Sin embargo, está ahí. Mientras desarrollaba plenamente el Alma Racional en su interior, el griego o el romano experimentaba -no conscientemente, pero con efectos importantes para el alma- un sentimiento de alejamiento de la forma de ser divino-espiritual, una emancipación de su propio ser humano. Esto llegó a su fin en los primeros siglos del cristianismo. El primer amanecer del Alma Consciente, porque el Alma Consciente en sí misma aún no era capaz de ser recibida en el ser humano.

Y por eso sentían este contenido cristiano como algo que les venía dado desde fuera, desde el mundo exterior espiritual, y no como algo con lo que crecían en común y se identificaban a través de sus propios poderes inherentes de conocimiento.
Lo contrario de lo que ocurrió con los pueblos que ahora entran en la historia desde el noreste. Habían pasado por la etapa del Alma Racional en una condición que, en su caso, se sentía como una dependencia del mundo espiritual. Comenzaron a sentir algo de independencia humana cuando los poderes nacientes del Alma Consciente amanecieron en sus primeros comienzos cristianos. Entre estas personas, el Alma Consciente hizo su aparición como algo estrechamente ligado al propio ser del Hombre. Se sintieron en la plena y gozosa expansión del poder interior cuando el Alma Consciente despertaba a la vida dentro de ellos.

En la primera y fresca vida del Alma Consciente naciente entre estos pueblos cayó el contenido interno del cristianismo. Lo sentían como algo que cobraba vida dentro de sus almas, no como algo ya dado desde fuera.

Tal era el estado de ánimo con el que estos pueblos llegaron al Imperio Romano y a todo lo que éste implicaba. Tal era el estado de ánimo arriano en contraste con el atanasiano. Aquí surgía un profundo contraste en la historia y la evolución de la humanidad.
En el Alma Consciente de los griegos y romanos, externa al hombre mismo, el ser espiritual divino comenzó su trabajo, no uniéndose completamente con la vida terrenal, sino sólo irrumpiendo en ella. En el Alma Consciente de los francos, de las tribus germánicas, etc., que acababa de nacer, había una parte del espíritu divino que podía unirse con el ser humano, pero todavía débilmente.

Lo que sucedió a continuación fue que la forma de contenido cristiano que habitaba en el Alma Consciente que rondaba por encima y fuera del hombre, se extendió en la vida; mientras que lo que se unía a las almas de los hombres seguía siendo algo que habitaba en la mente interior como un incentivo, un impulso que esperaba el momento de su pleno desarrollo, que sólo puede llegar con el logro de una determinada etapa en la evolución del Alma Consciente
El período que va desde los primeros siglos del cristianismo hasta la Era del Alma Consciente es una época en la que la vida espiritual dominante de la humanidad es algo que se cierne sobre el Hombre. Es un contenido espiritual con el que no puede conectarse a sabiendas, mediante el ejercicio de sus propios poderes mentales. En consecuencia, establece una conexión externa; "explica" este contenido espiritual, y examina en el pensamiento los límites precisos en los que las potencias del alma no llegan a unirse con él en un conocimiento claro. Traza una línea divisoria entre el territorio que alcanza su conocimiento y aquel al que no llega. El resultado es una abstención deliberada del empleo de las fuerzas del alma que se elevan con el conocimiento al mundo del espíritu. Y así, por fin, llega un momento, a la vuelta de los siglos XVII y XVIII, en que con las mismas facultades que deberían dirigirse a las realidades espirituales, los hombres repudian toda la realidad espiritual, y se alejan totalmente del espíritu con su vida de conocimiento. Empiezan a vivir en esas facultades del alma solamente, que se dirigen a las cosas perceptibles por los sentidos externos.
Los poderes de conocimiento de los hombres crecieron oscurecidos para las cosas espirituales, especialmente en el siglo XVIII.

Los pensadores pierden el contenido espiritual de sus Ideas. En la filosofía idealista de la primera mitad del siglo XIX, representan las propias ideas vacías de espíritu como la realidad creativa y el contenido del Mundo - así Fichte, Schelling, Hegel. O bien se refieren a algo suprasensible que se desvanece porque el espíritu no está en él - así Spencer, John Stewart Mill y otros. Las ideas están muertas cuando no buscan el Espíritu vivo.

La mirada espiritual para lo Espiritual está, de hecho, perdida.

No es posible continuar con la antigua forma de conocimiento del espíritu. Las potencias del alma, a medida que el Alma Consciente se desarrolla en ellas, deben esforzarse hasta su propia unión recién generada, viva y directa, con el mundo espiritual. Este mismo esfuerzo es la esencia y la intención de la Antroposofía.
En la vida espiritual de la época actual son precisamente los dirigentes los que más desconocen el significado de la Antroposofía, o cuál es su objeto. Y así también se mantienen alejados los grandes círculos que siguen a estos líderes. Los líderes viven en medio de un contenido anímico-espiritual que ha perdido gradualmente el hábito de utilizar los poderes espirituales del hombre. Con estas personas, es como si uno tratara de inducir a un hombre que está paralizado a hacer uso de su órgano paralizado. Porque fue la parálisis la que se instaló durante el tiempo que va desde el siglo XVI hasta la segunda mitad del XIX: la parálisis de los poderes superiores del conocimiento. Y los hombres seguían siendo conscientes de ello; consideraban la aplicación unilateral de sus poderes de conocimiento al mundo de los sentidos como un paso importante en el progreso humano.

Pensamientos guía

180.-Los griegos y los romanos son los pueblos especialmente predispuestos para la evolución del Alma Racional. Desarrollan esta etapa del alma hasta su completa realización. Pero no tienen la semilla viva dentro de sí mismos, a través de la cual pasar en línea directa al Alma Consciente. Su vida anímica está completamente fusionada con el Alma Racional.

181.-Lo que viene en cambio - durante el tiempo que va desde el surgimiento del cristianismo hasta la era de la evolución del Alma Consciente - es el reinado por encima de un mundo espiritual que no se une con las fuerzas anímicas humanas. Estas fuerzas anímicas "explican" el mundo espiritual, pero no lo experimentan.

182.-Los pueblos que descienden sobre el Imperio Romano desde el noreste en la llamada "Migración de los Pueblos", asimilan el Alma Racional más en la vida de los Sentimientos. Mientras tanto, incrustada en este elemento del Sentimiento, el Alma Consciente está desarrollando sus fuerzas en sus almas. La vida interior de estos pueblos espera el momento en que sea posible una unión completa del alma humana con el mundo espiritual.

Traducido por J.Luelmo mayo2021

GA026 El Misterio de Miguel: Capítulo XXVII: La aparente desaparición del conocimiento del Espíritu en la Nueva Era

 




Principios antroposóficos


El camino hacia el conocimiento de la Antroposofía


Por Rudolf Steiner

El Misterio de Miguel: Capítulo XXVII: marzo de 1925-La aparente desaparición del conocimiento del Espíritu en la Nueva Era

Quien quiera formarse una justa estimación de la Antroposofía y de la relación que guarda con la evolución del Alma Consciente, debe mirar una y otra vez la particular constitución espiritual de la humanidad civilizada, que comenzó con el surgimiento de las ciencias naturales y alcanzó su culminación en el siglo XIX.

GA026 El Misterio de Miguel: Capítulo XXVI: La memoria y la conciencia

 




Principios antroposóficos


El camino hacia el conocimiento de la Antroposofía


Por Rudolf Steiner

El Misterio de Miguel: Capítulo XXVI: febrero de 1925- La memoria y la conciencia

En su estado de sueño, el hombre se entrega al Cosmos. Cuando desciende del mundo anímico-espiritual al mundo terrenal, en los períodos de sueño lleva al Cosmos aquello que ha hecho suyo, como fruto de vidas terrestres anteriores. Mientras está despierto, este núcleo interno de su ser humano se retira del Cosmos.

En este ritmo de entregarse al Cosmos, y a su vez de retirarse del Cosmos, transcurre la vida entre el nacimiento y la muerte.

Al retirarse del Cosmos es al mismo tiempo como si el hombre anímico-espiritual fuera absorbido por el organismo nervioso-sensorial. Durante la vida de vigilia, la parte anímico-espiritual del hombre está unida a los procesos físicos y vitales que tienen lugar en este organismo, y se combina con ellos en un sistema de trabajo homogéneo. En este sistema de trabajo se incluyen: La percepción sensorial, la representación de imágenes de la memoria y la vida de la imaginación. Estas funciones están ligadas al cuerpo físico. Las representaciones mentales, la vida del pensar, en la que el hombre se hace consciente de lo que ocurre medio inconscientemente en la percepción sensorial, en la fantasía y en la memoria, están vinculadas al organismo del pensar.

Este organismo del pensar es además, más particularmente, la región en la que el hombre llega a la conciencia de sí mismo. El organismo del pensar es un organismo estelar. Si llevara su vida puramente como un organismo estelar desde el principio hasta el final, el hombre llevaría en su interior no una conciencia de sí mismo, sino una conciencia de Dios. Pero el organismo del pensar es un organismo estelar extraído del Cosmos estrellado y trasplantado al curso terrenal de los acontecimientos. Al experimentar el mundo estelar en la vida terrestre, el hombre se convierte en un ser autoconsciente.

Aquí, pues, encontramos esa región de la vida humana interior en la que el mundo divino-espiritual, al que el Hombre pertenece, lo libera para que pueda convertirse en Hombre en el sentido más pleno.

Pero justo por debajo del organismo del pensar, en la región en la que tienen lugar la percepción de los sentidos, la imaginación y la representación de la memoria, convive el mundo espiritual divino con la vida del hombre. Se puede decir que en el estado de vigilia del hombre, el mundo espiritual divino vive en la evolución de la memoria. Pues las otras dos funciones, la percepción sensorial y la imaginación, no son más que modificaciones de esta representación de imágenes internas de la memoria. En la percepción sensorial tenemos la formación de los contenidos de la memoria de la mente en un estado incipiente; en los contenidos de la fantasía tenemos, iluminando en el alma, lo que vive de estos contenidos de la memoria en la vida interior del alma.

El estado de sueño lleva lo anímico-espiritual del hombre a la existencia cósmica. Aquí, con todas las funciones de su cuerpo astral y yo, está inmerso en el Cosmos divino-espiritual. No sólo está fuera de lo físico, sino también del mundo de las estrellas. Pero está dentro de esos seres espirituales divinos de los que su propia existencia se nutre.

En el actual momento de la evolución cósmica, la manera en que estos seres espirituales divinos trabajan es imprimiendo el contenido moral del mundo en el cuerpo astral y en el yo durante el estado de sueño. Todos los procedimientos del mundo en el hombre dormido son verdaderos procedimientos morales, nada que pueda decirse que se asemeje en lo más mínimo a los resultados de una acción en la Naturaleza externa.

Los efectos posteriores de este procedimiento moral del mundo son llevados por el hombre de su estado de sueño al estado de vigilia, permaneciendo éstos en estado de sueño. Porque el hombre sólo se despierta en la vida que se orienta hacia el ámbito del pensamiento. Lo que ocurre realmente en su esfera de la voluntad, incluso en la vida de vigilia, permanece velado con la misma oscuridad que la totalidad de su vida anímica durante el sueño. Pero en esta vida dormida de la Voluntad, el mundo espiritual divino sigue tejiendo en su estado de vigilia. El hombre es moralmente tan bueno -o tan malo- como pueda ser, según lo cerca que pueda estar de los seres divino-espirituales en su sueño. Y según haya sido su vida terrenal anterior en el sentido moral, se acerca o se aleja de ellos,.

Desde las profundidades del ser anímico despierto se eleva el eco de lo que ha podido quedar implantado en el alma durante el sueño en comunión con el mundo divino-espiritual. Esta voz, que resuena desde las profundidades, es la voz de la Conciencia.

Así se muestra cómo, aquello para lo que una visión materialista del mundo es más propensa a encontrar una explicación únicamente desde el lado natural, para el conocimiento espiritual se encuentra en el lado moral.

En la Memoria, el Ser divino-espiritual actúa en el hombre despierto directamente. En la Conciencia, el mismo Ser divino-espiritual actúa en el hombre despierto indirectamente - como una secuela.

La memoria se forma en el organismo nervioso y sensorial. La conciencia se forma -aunque como un proceso puramente anímico-espiritual- dentro del organismo metabólico y de las extremidades.

Entre ambos se sitúa el organismo rítmico. La conciencia se forma -aunque como un proceso puramente anímico y espiritual- dentro del organismo metabólico y de las extremidades. Ésta se desarrolla en dos direcciones, de modo que cada lado es polar en relación con el otro. Como ritmo de la Respiración, está íntimamente asociada con la Percepción-Sensorial y con el Pensar. En la respiración pulmonar, el proceso se muestra mas toscamente. Se vuelve más delicado, y como respiración refinada y sublimada se convierte en percepción sensorial y del pensar. Aún muy cercano a la Respiración - sólo que una respiración a través de los órganos de los sentidos, no a través de los pulmones - es la Percepción Sensorial. Aquello que empieza a estar más alejado de la respiración pulmonar y que tiene como soporte el organismo del pensar, es la formación de representaciones mentales, el pensar como tal. Y ya lindando con el ritmo de la circulación sanguínea - comenzando a ser una respiración interior que se combina con el organismo metabólico y de las extremidades - está la función que se manifiesta en la actividad Imaginativa. Ésta se despliega entonces, como función anímica, hasta la esfera de la Voluntad, así como el ritmo circulatorio se despliega en el organismo metabólico y de las extremidades.

En las actividades de la Imaginación, el sistema del pensar se aproxima al sistema  volitivo. Es una inmersión del hombre en su esfera volitiva de sueño de vigilia. Por consiguiente, en los hombres cuyo organismo es de este tipo, el contenido de su mundo anímico parece un sueño de vigilia. En Goethe vivía una organización humana de este tipo. Por eso él afirma que Schiller debe interpretarle sus sueños poéticos.

En el propio Schiller estaba activo el otro tipo de organismo. Vivía con la fuerza de lo que traía de sus anteriores vidas terrestres. Él se veía obligado a buscar la Imaginación que le diera contenido a una voluntad tenaz.

Las personas cuya disposición se inclina más hacia la región de la imaginación, de modo que con ellas todas los conceptos de la realidad sensorial se convierten, por así decirlo, en representaciones de la imaginación, son aquellas con las que los poderes ahrimánicos cuentan en sus planes mundiales. Ellos creen que con la ayuda de personas de este tipo podrán separar completamente la evolución de la humanidad de su Pasado y llevarla en la dirección que ellos desean.

Los Poderes Luciféricos cuentan con personas cuya organización tiende más hacia la esfera Volitiva, pero que, por preferencias a una concepción idealista del mundo, convierten vigorosamente sus conceptos sensoriales en formas imaginarias. Por medio de tales seres humanos, los Poderes Luciféricos esperan mantener la evolución del Hombre totalmente dentro de los impulsos del Pasado. Así evitarían que el Hombre descienda a la esfera en la que los Poderes Ahrimánicos tienen que ser evitados.

En su vida terrenal, los hombres están colocados entre dos polos opuestos. Por encima, a lo largo y ancho, se extienden las Estrellas. De ahí llueven las fuerzas que tienen que ver con todo lo que es regular y tangible en la vida terrestre; la alternancia regular del día y la noche, las estaciones del año, los períodos mundiales de mayor duración; todo esto es el reflejo terrestre de los procesos que se originan en medio de las Estrellas.

El polo opuesto irradia desde el interior de la Tierra. Aquí tiene su vida lo Irregular. El viento y el clima, los truenos y los relámpagos, los terremotos, los estallidos volcánicos, reflejan estos acontecimientos internos de la Tierra.

El hombre es una imagen de esta vida estelar y terrenal. En su sistema del pensar vive el Orden de las Estrellas. En su sistema de las extremidades y de la voluntad vive el caos terrestre. En el sistema Rítmico, el propio ser terrenal del Hombre se experimenta en el libre equilibrio de ambos.

Pensamientos guía

174.-El hombre ha recibido su organización espiritual y corporal desde dos lados. En primer lugar, una organización desde el Cosmos físico y etérico. Todo lo que irradia del ser espiritual divino en esta organización en el ser humano, vive en él como el poder de la percepción sensorial, la facultad de la memoria y la actividad imaginativa.

175.-En segundo lugar, el hombre recibió su organización de sus vidas terrestres precedentes. Esta organización es enteramente anímico-espiritual, y vive en el hombre a través del cuerpo astral y del yo. La vida de los seres divino-espirituales que aquí se abre paso en el ser del hombre, actúa y se enciende en el hombre como la Voz de la Conciencia y similares.

176.-En su organización rítmica, el hombre combina siempre los impulsos divino-espirituales de ambos lados. En la realización interna y viva de este ritmo, el poder de la Memoria es llevado a la vida de la Voluntad, y la fuerza de la Conciencia a la vida de las Ideas.

Traducido por J.Luelmo mayo 2021

GA184 Dornach, 12 de octubre de 1918 El trabajo de la academia de Gondishapur

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 RUDOLF STEINER

La polaridad de duración y desarrollo en la vida humana.
La prehistoria cósmica de la humanidad


Quince conferencias impartidas en Dornach del 6 de septiembre al 13 de octubre de 1918

 

DÉCIMO CUARTA CONFERENCIA

El trabajo de la Academia de Gondishapur, ritmos naturales y la armonía de ritmos en una nueva técnica. La búsqueda de un orden social altruista

Dornach, 12 de octubre de 1918

Ayer tratábamos de describir de acuerdo con su naturaleza interna un hecho de extraordinaria importancia en la evolución del hombre; tratábamos de describirlo desde un punto de vista desconocido, pero de destacada significación. Recordémoslo brevemente. Traté de demostrar que en la evolución de los europeos se había producido un cierto estado de equilibrio porque al acontecimiento que debía producirse en el año 666 de nuestra era se había opuesto ese otro acontecimiento conocido como el Acontecimiento del Gólgota. Decía que los hombres están en el curso de una evolución predeterminada para ellos, en cierto sentido, por aquellos Regentes del mundo de quienes la humanidad recibió su origen. Si seguimos esta evolución en detalle, llegamos a ver cómo el alma puede ocupar su lugar en cualquier época en la que nazca.

GA184 Dornach, 11 de octubre de 1918 alma consciente y pensamiento científico

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 RUDOLF STEINER

La polaridad de duración y desarrollo en la vida humana.
La prehistoria cósmica de la humanidad


Quince conferencias impartidas en Dornach del 6 de septiembre al 13 de octubre de 1918

 

DÉCIMO TERCERA CONFERENCIA

La esencia fantastica de la ciencia. Richard Choose. El significado del año 666. Revelaciones ahrimánicas previstas a través del Sorat. Prevención por el Misterio del Gólgota.

Dornach, 11 de octubre de 1918

Ustedes han llegado a saber, a partir de los aspectos más diversos, que la evolución del hombre moderno pasó por un momento decisivo en el siglo XV, cuando comenzó la quinta época cultural post-Atlante. Como bien sabemos, esta época recibió su carácter especial de la entrada de la humanidad en el desarrollo del Alma Consciente [a veces traducido como “Alma espiritual”], mientras que, en la época anterior, la evolución Grecorromana humana, siguió su curso predominantemente en la esfera del Alma Intelectual o mental. Ahora es importante que una verdad como esta, que con el siglo XV comenzó la era del Alma Consciente, sea tomada no solo teóricamente y en abstracto, sino con toda la seriedad posible ante la vida, para que tengamos la voluntad constante de preguntarnos: ¿cuál debe ser nuestra actitud del alma? ¿qué debemos hacer con esta actitud del alma, para hacer justicia completa al hecho de que estamos viviendo en la época del desarrollo del Alma Consciente?

GA184-Dornach, 5 de octubre de 1918 Las influencias de los seres ahrimánicos y Luciféricos en las personas

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 RUDOLF STEINER

La polaridad de duración y desarrollo en la vida humana.
La prehistoria cósmica de la humanidad


Quince conferencias impartidas en Dornach del 6 de septiembre al 13 de octubre de 1918

 

DÉCIMO PRIMERA CONFERENCIA

La relación de los tres miembros inferiores del ser humano con las jerarquías, los espíritus de la forma. La influencia de los seres ahrimánicos y luciféricos en las personas. Tiempo y permanencia.

Dornach, 5 de octubre de 1918

Por las múltiples indicaciones y detalles que he dado sobre el Misterio de Cristo, sabrán que debemos diferenciar entre lo que había llegado a estar presente en el curso general de la evolución humana en el momento del Misterio del Gólgota, y lo que llegó a través del Misterio del Gólgota. Sabéis que en la evolución humana tenemos que ver con un fluir continuo de fuerzas procedentes de los Seres de las Jerarquías superiores que pertenecen a la naturaleza original del hombre, y también con dos corrientes laterales, la corriente luciférica y la corriente ahrimánica.

Ahora bien, la cuestión es que las corrientes luciféricas y ahrimánicas alcanzaron un cierto clímax, el clímax de la utilidad de su trabajo dentro de la evolución humana, justo en el momento del Misterio del Gólgota, y -si se puede decir así- la humanidad se vio amenazada por el peligro de que este clímax fuera sobrepasado, de modo que el equilibrio necesario entre las fuerzas ahrimánicas y luciféricas en toda la evolución de la humanidad podría haberse perdido. Si consideramos la evolución de la humanidad como un progreso en línea recta (ver diagrama), podemos decir: Al curso de esta evolución pertenecen la época lemúrica (empezaremos por ahí), la época atlante y nuestra propia época, la quinta, a la que siempre nos referimos como la época postatlante. Si trazo la fuerza de la influencia luciférica como una línea roja, podemos decir: En la época lemúrica hay una cierta fuerza que primero crece, luego disminuye, se vuelve muy leve y desaparece por completo en la época atlante, para surgir de nuevo en la época postatlante. De modo que, estrictamente hablando, en la época atlante (no hablo de la evolución de los individuos, sino de la humanidad en su conjunto) hay muy poca influencia directa de lo luciférico (véase la línea roja en el diagrama).

Pero en esta época atlante el desarrollo ahrimánico estaba allí, donde he puesto una línea amarilla. Tengo que mostrarlo como particularmente fuerte en la era atlante, y más tarde, en los tiempos post atlantes, volviéndose más débil. Me refiero ahora a la evolución histórica, y cuando caracterizamos algo de esta manera, debemos siempre prestar atención a lo que he dicho recientemente: cuando Lucifer está trabajando particularmente fuerte, llama a Ahriman en el subconsciente. Por lo tanto, si en nuestra quinta época la curva luciférica es especialmente notable, esto no significa que porque Lucifer esté activo, Ahrimán esté un poco fuera de nuestra esfera. Por el contrario, significa que, como Lucifer está trabajando fuertemente entre las fuerzas de la historia, Ahrimán se pone a trabajar particularmente en las regiones subconscientes del hombre.

Por lo tanto, ves que en la evolución terrenal del hombre hay una especie de línea ondulante en el caso de la actividad de Ahrimán, al igual que en la de Lucifer. Estos grados de fuerza de lo ahrimánico y lo luciférico tienen que estar equilibrados. Pero en el curso de la historia este estado de equilibrio nunca ha llegado a la perfección. Ha habido épocas en que lo luciférico actuaba con gran fuerza, y otras en que lo hacía lo ahrimánico.

Si observamos el período de la evolución humana cuando la humanidad se acercaba al Misterio del Gólgota, encontramos que el estado de equilibrio entre las fuerzas luciféricas y ahrimánicas era extraordinariamente fluctuante, vacilante - no había un verdadero equilibrio. Tenemos por un lado la corriente de la humanidad que se dirige hacia el Misterio del Gólgota y que se manifiesta históricamente en la evolución de los pueblos semíticos. Esta corriente es particularmente susceptible a la influencia luciférica, por lo que se produce una fuerte actividad ahrimánica en el subconsciente.

Por otra parte, la naturaleza griega es altamente susceptible a las fuerzas de Ahrimán, y esto provoca una gran actividad luciférica en el subconsciente. Sólo podemos comprender plenamente las culturas semítica y griega -polarmente opuestas entre sí- teniendo en cuenta esta vacilación en la evolución humana entre lo ahrimánico y lo luciférico. En el momento en que el Misterio del Gólgota entró en la evolución de la Tierra desde fuera, la influencia de Grecia era de enorme importancia para los pueblos de Occidente. Esta influencia, sin embargo, ya empezaba a decaer, o, más exactamente, había pasado su apogeo. La cultura griega se vio amenazada por un declive que puede caracterizarse de la siguiente manera. Precisamente a través de la intervención ahrimánica experimentada por los griegos, y manifestada como elemento luciférico de su arte, habían desarrollado una elevada sabiduría. Y -como hemos dicho a menudo- esta sabiduría adquirió un carácter muy individual, humanamente individual. Pero fundamentalmente estaba en su máxima expresión allí donde todavía brillaban en ella, desde los tiempos primitivos, las enseñanzas recibidas de los Seres espirituales reales.

Sabemos que en aquellos tiempos los Maestros de la humanidad eran aquellos que estaban inspirados, iniciados, directamente desde el mundo espiritual. Pero a través de ellos hablaban los Seres espirituales; y, si nos remontamos a aquellas remotas edades de la evolución de la humanidad, al comienzo de la quinta época, podemos verlo reflejado en una maravillosa sabiduría primigenia. Entre los griegos estaba tan altamente clarificada en sus conceptos e ideas que de esta manera se había adaptado a la naturaleza del hombre. Mientras que en épocas anteriores se transmitía a través de los grandes iniciados de forma más pictórica e imaginativa, con los griegos se captaba en ideas, en conceptos, y así se adaptaba a la naturaleza humana de la época. Lo que es tan admirable entre los griegos, sin embargo, es que en la filosofía de Platón resuena el eco de aquella sabiduría primitiva que puede decirse que la humanidad recibió de los propios labios de los dioses. Pero los hombres se vieron amenazados por la pérdida de esta sabiduría.

Cuando nos remontamos al período del desarrollo espiritual griego que Nietzsche ha llamado la "edad trágica", nos remontamos a las grandes figuras de la filosofía griega, a Anaxágoras, a Heráclito, y en ellos podemos ver a los últimos portadores de una sabiduría divina que, sin embargo, ya está convertida en ideas y conceptos. Tales es, en cierta medida, el primero que se apoya únicamente en los conceptos naturales; se encuentra ya a cierta distancia de la impresión directamente viva de la sabiduría primigenia de la humanidad que todavía podemos discernir en Anaxágoras. La humanidad estaba amenazada por la pérdida gradual de esta sabiduría. Pero de esta sabiduría primigenia había brotado algo que en la antigüedad daba a los hombres la capacidad de adquirir algún conocimiento sobre el hombre. El conocimiento del hombre era, en efecto, algo en lo que la sabiduría griega y toda la sabiduría primitiva estaban destinadas a empaparse. Los Misterios estaban destinados a dar un conocimiento del hombre; de ellos surgió el aforismo: "¡Conócete a ti mismo!". Este antiguo conocimiento del hombre, sin embargo, estaba condicionado por Lucifer, y los hombres trabajaban sobre él con la ayuda de las fuerzas de Ahriman. Estaba limitado a un estado de equilibrio entre los poderes ahrimánicos y luciferinos.

Ahora bien, en la época en que el mundo antiguo estaba desapareciendo y mientras desde el otro lado llegaba el Misterio del Gólgota, comenzaron a ganar un ligero predominio las fuerzas ahrimánicas; entonces eran particularmente fuertes. Y desde el siglo XVI vuelve a suceder algo similar: una especie de renacimiento de las fuerzas ahrimánicas. Pero en la época del Misterio del Gólgota las fuerzas ahrimánicas eran especialmente fuertes. Y a través de ellas la vida del alma del hombre fue conducida en dirección a lo abstracto - hacia esa abstracción que nos encontramos en la naturaleza completamente abstracta de los romanos. Tenemos que preguntar ahora: ¿Qué le habría sucedido a la humanidad si el curso de la evolución hubiera continuado en estas líneas y no hubiera existido el Misterio del Gólgota? El resultado habría sido que los hombres ya no habrían podido tener ningún concepto, ninguna idea, ninguna percepción, de la propia personalidad humana.

Este es un hecho de extraordinaria importancia. Dado que ya no habría sido posible decir nada al hombre por medio de los dioses, porque incluso la tradición de esta fuente divina de sabiduría relativa a la personalidad humana se estaba perdiendo, el hombre estaba amenazado con encontrarse cada vez más con un enigma. Debemos sentir todas las implicaciones de esta verdad: sin el Misterio del Gólgota, el hombre se habría enfrentado a la amenaza de convertirse en un enigma cada vez mayor para sí mismo. Habría sido capaz de extraer sabiduría, pero sólo sobre la naturaleza, no sobre sí mismo. Y habría olvidado gradualmente su origen divino; habría tenido que perder todo conocimiento de sí.

Luego vino el Misterio del Gólgota. Y entre todos los diversos puntos de vista desde los cuales se puede caracterizar el Misterio del Gólgota, hay que considerar especialmente éste: que a través de la incursión del Misterio del Gólgota se le concedió a los hombres desde las alturas espirituales, que ya no estaban a su alcance en la tierra, una renovada capacidad de captarse a sí mismos como personas. El Impulso Crístico trajo a los hombres la posibilidad de volver a captar su personalidad, pero ahora haciéndolo desde las fuerzas interiores.

Hoy en día es extraordinariamente difícil para los seres humanos concebir cómo los hombres de la antigüedad llegaron a su conciencia de la personalidad, porque una cosa que la gente se niega a creer es lo completamente diferente que era para los hombres de la antigüedad su concepción del mundo exterior. Es imposible entender una figura como la de Juliano el desertor, el apóstata, en toda su significación histórica mundial, si no se sabe que fue uno de los últimos que todavía veía el sol de forma diferente a como se ve hoy en día. 1 El hombre de hoy ve el sol como un cuerpo físico. La influencia de la luna, a través de sus efectos naturales, ha permanecido más tiempo en él. A la luz de la luna los amantes todavía pasean y sueñan sentimentalmente; a la luz de la luna la imaginación crece y florece; la luz de la luna es como el crepúsculo - y la poesía escrita en esa clave, tanto verdadera como falsa, todavía está muy extendida. Los mismos sentimientos que la gente sigue teniendo a la luz de la luna, los tenían los hombres de antaño, pero mucho más intensamente, cuando al despertar veían por primera vez el sol. No hablaban simplemente de la luz del sol; decían algo así: "De este ser celestial fluye hacia nosotros un resplandor que nos impregna de calor y luz, haciendo de cada uno de nosotros una personalidad".

Esto todavía lo sentía Juliano el Apóstata, y creía que podía ser preservado. Ese fue su error, y también su gran tragedia, pues el hombre ya no experimentaba su personalidad a través de los rayos físicos del sol. Este conocimiento de la personalidad fue traído al hombre por un camino espiritual. Lo que el sol de ahí fuera, en el espacio, ya no podía darle, la experiencia que ya no podía venirle de fuera, ahora tenía que surgir de sus propias profundidades interiores. El propio Cristo tuvo que unir su destino cósmico con la humanidad, para que en la continua fluctuación del equilibrio entre Ahriman y Lucifer los hombres no se apartaran de su continuo avance.

Debemos tomar plena y profundamente en serio que Cristo descendió de las alturas espirituales y unió Su destino con el de los hombres. ¿Qué significa esto? Cuando antes del Misterio del Gólgota los hombres miraban el mundo de los sentidos, veían al mismo tiempo un elemento espiritual allí; esto lo aclaré al hablaros de la percepción del sol. Todo esto se perdió para los hombres. Tenían que recibir algo en su lugar; tenían que recibir algo de naturaleza espiritual, y al mismo tiempo obtener de esta espiritualidad una impresión de realidad en el mundo perceptible por los sentidos. Este es un punto destacado del Misterio del Gólgota y su relación con el conocimiento humano.

Y este Misterio del Gólgota, que dio a la evolución de la tierra su verdadero significado, tuvo lugar en realidad en un pequeño rincón de la tierra, sin que los romanos se dieran cuenta; e incluso Tácito no sabía prácticamente nada del Misterio del Gólgota, aunque escribió su excelente obra sobre la historia romana cien años después. La historia no dice realmente nada sobre el Misterio del Gólgota, ya que los Evangelios no deben ser considerados como historia. Fueron escritos de la manera que he mostrado en mi libro El cristianismo como hecho místico; son realmente libros de misterio aplicados a la vida. Por muchos problemas que se den los teólogos, el Misterio del Gólgota nunca formará parte de la historia que se aplica a otros acontecimientos. Pues esto es precisamente lo que debe caracterizar al Misterio del Gólgota: que históricamente, por medio de la historia fundada en hechos externos, no se debe saber nada de él. Quien quiera saber algo sobre el Misterio del Gólgota debe tener fe en lo suprasensible. El Misterio del Gólgota no admite prueba histórica por los sentidos.

De la misma manera que los hombres de antaño miraban el mundo de los sentidos y al mismo tiempo captaban lo suprasensible, el hombre moderno, si no quiere perder su conocimiento de la personalidad, debe mirar el Misterio del Gólgota como lo suprasensible; así es como debe llegar a la convicción de que este acontecimiento histórico, del que no hay pruebas históricas, tuvo lugar realmente. Quien no tenga en cuenta que no hay historia en lo que respecta al acontecimiento histórico más importante en el curso de la evolución del hombre, que ningún relato externo de este acontecimiento puede llamarse histórico, quien no comprenda esto, no entiende toda la relación del Misterio del Gólgota con el hombre moderno. En efecto, el hombre moderno debe dirigirse a una realidad de la que la historia no puede decir nada. Y esta actualidad debe tener un efecto operativo. Pues, ¿de qué hablamos ayer como proveniente de Ahriman y Lucifer? Dijimos que Lucifer desvía los corazones de los hombres del interés por otros hombres. Si sólo actuara lo luciférico en la humanidad, perderíamos cada vez más el interés por nuestros semejantes. Lo que uno u otro pensara nos preocuparía muy poco. Podemos muy bien tomar la medida de lo luciférico en un hombre preguntando: ¿Se interesa objetivamente, con tolerancia, por los demás, o sólo se interesa por sí mismo? Las naturalezas luciféricas se interesan muy poco por sus semejantes; se vuelven rígidas y duras, considerando como correcto sólo lo que ellas mismas piensan y sienten, y no son accesibles a las opiniones de los demás. Si lo luciférico hubiera seguido actuando en la evolución humana de la misma manera que lo hizo hasta el Misterio del Gólgota, la humanidad habría entrado gradualmente en un camino que podríamos caracterizar así: Las personas se habrían vuelto duras y desapegadas en sus almas, cada una pensando sólo en sus propios asuntos, cada una sosteniendo sus propias ideas como concluyentes, y no teniendo ninguna inclinación a mirar en los corazones de sus semejantes.

Sin embargo, esto no es más que el reverso de la pérdida de la personalidad. Porque al perder la posibilidad de reconocer al hombre como personalidad, perdemos también la comprensión de la personalidad de los que nos rodean. Justo en la época en que se acercaba el Misterio del Gólgota, había mucha gente -más de lo que se piensa- en el mundo griego y romano, en África, en el oeste de Asia, que eran en cierto sentido espiritualmente orgullosos, gente que iba por el mundo como -no se puede decir gente peculiar- sino como hombres orgullosos y solitarios que abrazaban su soledad. Había muchos así, y también aquellos que hicieron de la filosofía el no preocuparse por los demás, sino simplemente seguir el camino de su propia elección. Esto era provocado por el desequilibrio luciférico.

Y, en efecto, lo ahrimánico estaba presente en exceso. Esto se muestra mejor en la perspectiva de los primeros emperadores romanos, los Julios, de los cuales el primero, Augusto, fue el único en ser iniciado, aunque de una manera bastante cuestionable. Entre los demás emperadores hubo algunos que, en el mejor de los casos, obtuvieron la iniciación por la fuerza, pero todos ellos se consideraron hijos de Dios; es decir, se consideraron iniciados al reclamar la descendencia divina. 2 Pues lo ahrimánico se revela particularmente en un hombre que no está dispuesto a vivir entre los demás hombres como una personalidad entre otras personalidades, sino que quiere desarrollar el poder de la manera a la que me referí ayer: queriendo gobernar explotando las debilidades de los demás. Los dos grandes peligros que amenazaban al mundo en la época del Misterio del Gólgota, peligros a los que los hombres habrían sucumbido si el Misterio del Gólgota no hubiera llegado, eran la falta de interés por los demás hombres y el ansia de dominio en cada individuo. El Cristo, al unir su destino con el de los hombres, implantó en la humanidad algo de extraordinaria profundidad. Tal vez me entendáis mejor si os doy un resumen de lo que supuso esto. Como os he mostrado, los hombres poseemos fuerzas que desarrollamos a través de nuestro ser original. Sabéis que en cierto sentido nos volvemos inteligentes, a través de nuestro ser original, sólo en la segunda mitad de nuestra vida. He hablado de esto completa y repetidamente. Pero eso no es todo; lo que entonces refería como el crecimiento de la inteligencia en el hombre entre el nacimiento y la muerte es, estrictamente hablando, válido sólo para la evolución terrestre; estamos destinados a volvernos aún más inteligentes durante las etapas evolutivas de Júpiter, Venus y Vulcano. Y las fuerzas que debemos desarrollar en el curso de las etapas de Júpiter y Venus ya están latentes en nosotros.

Ahora se ha producido lo siguiente. Sabéis que durante la primera mitad de la vida el hombre no puede adquirir el autoconocimiento a través de su ser original; tiene que adquirirlo a través de Lucifer, mientras su ser original sigue desarrollándose. Lo luciférico le infunde el autoconocimiento durante la primera mitad de la vida; en la segunda mitad de la vida este autoconocimiento brillante es nublado por Ahriman. Con el Impulso Crístico, entra otra corriente en la evolución del hombre; habla hasta lo más profundo del ser humano. Y si el hombre tuviera que depender de sus fuerzas originales para desarrollar la facultad que lo llevaría por sí mismo a esas percepciones cósmicas que llegan a la evolución terrestre a través de Cristo, entonces no adquiriría esta facultad hasta la etapa de evolución de Venus. Por lo tanto, por muy inteligente que se vuelva un hombre durante su vida en la tierra, hasta el momento de su muerte nunca podría alcanzar el punto que puede ser alcanzado a través del Impulso Crístico habiendo unido su destino con la evolución terrestre.

Por lo tanto, vivimos nuestra vida terrenal sin poder comprender el Impulso Crístico con la ayuda de nuestra evolución original. De esto se puede deducir lo siguiente. Hubo contemporáneos de Cristo, sus discípulos; anduvieron con Él; a través de la sabiduría primigenia tradicional pudieron adquirir tanta sabiduría sobre Él que más tarde fueron capaces de producir los Evangelios - pero no pudieron comprenderlo realmente. Hasta su muerte, ciertamente nunca llegaron a comprender el impulso de Cristo. ¿Cuándo fue, entonces, que pudieron lograrlo? Después de su muerte, en el tiempo después de la muerte. Dado que Pedro o Santiago, digamos, fueron contemporáneos de Cristo, ¿cuándo estuvieron preparados para comprender a Cristo? Sólo en el siglo III, después del Misterio del Gólgota, pues hasta su muerte no estaban suficientemente maduros; sólo en el siglo III llegaron a estarlo.

Estamos tocando aquí un secreto muy importante que debemos presentar con toda exactitud ante nuestras almas. Los contemporáneos de Cristo tuvieron primero que pasar por la muerte, tuvieron que vivir en el mundo espiritual hasta el siglo segundo o tercero; y fue entonces, en la vida después de la muerte, cuando el conocimiento de Cristo pudo amanecer sobre ellos, y pudieron inspirar a aquellos que, hacia el final del siglo segundo, o a partir del siglo tercero, escribieron sobre el Impulso de Cristo. De ahí que los escritos sobre el impulso de Cristo a partir del siglo III adquieran un carácter especial, pues a través de los Padres de la Iglesia recibieron la inspiración, más o menos clara o más o menos turbia. Así, Agustín, cuya autoridad prevaleció durante toda la Edad Media, entra en este período. De ahí que podamos ver cómo la única manera de que los hombres pudieran recibir una comprensión del Impulso de Cristo era siendo inspirados en la tierra por la sabiduría de Venus, si puedo llamarla así, que en la actualidad el hombre sólo puede experimentar después de la muerte y en los siglos posteriores. Y fue una suerte -una expresión poco afortunada, pero no hay otra mejor- que en los siglos II y III pudiera comenzar esta inspiración. Porque si los hombres se hubieran visto obligados a esperar más tiempo, más allá del año 333, se habrían endurecido cada vez más hacia el mundo espiritual y habrían sido incapaces de recibir ningún tipo de inspiración.

Como ven, la actuación del Impulso Crístico en la humanidad durante los siglos del desarrollo cristiano estuvo ligada a numerosos misterios. Y cualquiera que desee buscarlo de nuevo hoy en día encuentra los elementos más importantes en el conocimiento sobre el Impulso Crístico sólo alcanzando la cognición suprasensible. Porque los primeros maestros reales de la humanidad en lo que se refiere al Impulso Crístico fueron realmente los muertos, como habéis podido ver por lo que he estado diciendo ahora, personas que fueron contemporáneas de Cristo, y que sólo en el siglo III llegaron a estar lo suficientemente maduras como para obtener una comprensión completa. Esta comprensión pudo crecer durante el siglo IV, pero al mismo tiempo aumentó la dificultad de inspirar a los hombres. En el siglo VI esta dificultad siguió aumentando, hasta que finalmente llegó el momento en que la inspiración de los hombres a través de los misterios espirituales relativos al Misterio de Cristo, y la oposición a la misma causada por el endurecimiento de la humanidad, fueron puestos bajo regulación por Roma. Esto fue hecho por Roma en el siglo IX, en el año 869, en el Concilio de Constantinopla, donde el espíritu fue finalmente eliminado. Todo este asunto de la inspiración se volvió demasiado exagerado para Roma, y se estableció el dogma de que el hombre posee en su alma algo de la naturaleza del espíritu, pero que creer en el espíritu es una herejía. Había que apartar a los hombres del espíritu. Esto, en esencia, es lo que está relacionado con el Octavo (Concilio Ecuménico celebrado en Constantinopla en el año 869, al que me he referido a menudo. No es más que una consecuencia de esta abolición del espíritu cuando los jesuitas de hoy -lo he mencionado recientemente- dicen: "En épocas anteriores existía, en efecto, la inspiración, pero hoy en día la inspiración es diabólica; no podemos aventurarnos a buscar el conocimiento suprasensible, porque entonces entra el diablo".

Estas cosas, sin embargo, están conectadas con los asuntos más profundos que deben interesarnos si deseamos verdaderamente entrar en la Ciencia Espiritual. Están relacionadas particularmente con un cierto reconocimiento del carácter de la sabiduría que muchos de los llamados científicos espirituales, especialmente los que se reúnen en las llamadas sociedades secretas, no reconocen. Se podría decir que un cierto engaño se difunde constantemente entre los hombres, difundido por los que conocen los secretos espirituales. Este engaño está velado por un falso contraste, una falsa polaridad. ¿No has oído decir a la gente: "Está Lucifer y su oponente es Cristo" y establecer a Cristo-Lucifer como opuestos polares? Os he mostrado que incluso el concepto de Fausto de Goethe adolece de una confusión entre Ahrimán y Lucifer; de la incapacidad de Goethe para distinguir entre lo ahrimánico y lo luciférico. La segunda parte de mi pequeño libro, Goethes Geistesart, trata de esto.

Pero detrás de esto hay algo extraordinariamente significativo. El verdadero contraste, impartido por aquellos que quieren decir la verdad desde el mundo espiritual, es entre Ahriman y Lucifer, y el Impulso Crístico aporta algo diferente. No tiene nada que ver con la polaridad Ahrimán-Lucifer, pues trabaja en equilibrio. Del reconocimiento de este hecho depende algo de tremenda importancia; mañana hablaremos de ello.


1 [Véase Las esferas planetarias y su influencia en la vida de los hombres en la Tierra y en los mundos espirituales, conferencia I, "El sol triple y el Cristo resucitado". Esta conferencia fue pronunciada en Londres, el 24 de abril de 1922. Ver también Relaciones Kármicas: Estudios Esotéricos - Volumen IV, Conferencia VI, pronunciada en Dornach, el (en inglés) 16 de septiembre de 1924].

2 Ver el ciclo de conferencias: Piedras de construcción para la comprensión del Misterio del Gólgota (especialmente las conferencias 5-8) impartidas en Berlín, del 27 de marzo al 24 de abril de 1917].

traducido por J.Luelmo abril2021

El objetivo de este blog es publicar en Internet todo el material fuente existente para las transcripciones de las conferencias de Rudolf Steiner de la forma más completa posible, para que este gran tesoro esté disponible para toda la humanidad. Se trata de notas de oyentes, transcripciones de conferencias y, en su mayor parte, transcripciones en texto plano de conferencias estenografiadas, también conocidas como transcripciones en texto plano. De este modo, cualquiera puede comprobar por sí mismo, mediante comparaciones, qué dijo realmente Rudolf Steiner y cómo fue editado (y, por tanto, modificado) en las distintas ediciones. Y por último, pero no menos importante, también encontrarán mucho material inédito. La obra de Rudolf Steiner es de dominio público desde 1996 y, por tanto, pertenece legalmente a toda la humanidad. Él mismo habría elegido una fecha mucho más temprana para la publicación de su obra, como se desprende de los pasajes sobre propiedad intelectual que citamos a continuación; Incluso el período de protección de 30 años que se aplicaba entonces le parecía demasiado largo. ¿Y qué habría dicho sobre el hecho de que 85 años después de su muerte, parte de su obra docente siga inédita y acumulando polvo en los archivos? Él mismo encontró una expresión adecuada para esto: Fue puesto en un ataúd. Este sitio web está destinado a ayudar a liberarlo de este ataúd. "Lo que el hombre puede crear a partir de sus capacidades intelectuales se lo debe a la sociedad humana, al orden social humano. En realidad, no le pertenece. ¿Por qué gestionamos nuestra propiedad intelectual? Simplemente porque la produces; al producirla, demuestras que tienes la capacidad de hacerlo mejor que los demás. Mientras tengas esa capacidad mejor que los demás, gestionarás mejor esa propiedad intelectual al servicio del conjunto. Ahora la gente se ha dado cuenta al menos de que esta propiedad intelectual no se perpetúa sin fin. Treinta años después de la muerte, la propiedad intelectual pertenece a toda la humanidad. Cualquiera puede imprimir lo que yo he producido treinta años después de mi muerte. Puede utilizarlo como quiera; y eso está bien. Incluso estaría de acuerdo si hubiera más derechos en este ámbito. No hay otra justificación para la gestión de la propiedad intelectual que el hecho de que, porque se puede producir, también se tienen las mejores capacidades [...] Será una forma sana de socializar el capital si hacemos fluir en el organismo social lo que hoy se acumula como capital en el derecho de sucesiones, en el surgimiento de las pensiones, del derecho de las manos ociosas, de los derechos humanos superfluos, lo que así se acumula en capital; eso es lo que importa. Ni siquiera hace falta decir que la propiedad privada debe convertirse en propiedad social. El concepto de propiedad no tendrá ningún significado". Rudolf Steiner el 25 de abril de 1919