GA145 La Haya 29 de marzo de 1913 El efecto del desarrollo oculto sobre el yo y las envolturas del hombre Para la visión clarividente exterior se producen cambios en el ser humano. Lo que se experimenta interiormente como un hacerse más móvil del cuerpo físico, se muestra desde fuera como desdoblado,

Rudolf Steiner


Conferencia X
La Haya 29 de marzo de 1913


Hemos visto que como resultado de un serio entrenamiento teosófico o de un desarrollo esotérico oculto, se producen cambios en las cuatro partes principales del ser humano; y puede que hayan observado que en las descripciones que hemos dado, se ha puesto el principal énfasis sobre el cambio interno en estas cuatro partes de la naturaleza humana, o los cambios que, en cierta medida, se experimentan interiormente. Pero tenemos que distinguir claramente entre este cambio que es experimentado internamente, y la descripción de los cambios externos que se manifiesta a la visión del vidente, que es, por supuesto, bastante diferente. En el verdadero desarrollo esotérico, es muy importante saber qué ocurre dentro del hombre, y a qué se enfrenta, cuando se adentra en el desarrollo oculto. Interesante, también, aunque tal vez no tan importante, es el cambio exteriormente visible para el vidente. Para resumir en pocas palabras, podríamos decir: aquello que se percibe interiormente como una especie de "volverse más móvil" y "volverse más independiente" de las diversas partes del cuerpo físico, se manifiesta a la visión clarividente, que no experimenta los cambios en el cuerpo físico desde dentro, sino que los mira desde fuera, de tal manera que el cuerpo físico de una persona que experimenta un desarrollo oculto se ve dividido, en cierto sentido; y debido a esta división, la visión clarividente siente que se está separando. Para la visión clarividente, se ve crecer el cuerpo físico de una persona que avanza de manera constante en el desarrollo oculto. Y podemos decir que si alguna vez encontramos a una persona que está experimentando un verdadero desarrollo oculto, lo que la visión clarividente ve en un momento dado, como cuerpo físico tiene un tamaño definido; si lo encontramos de nuevo unos años más tarde, su cuerpo físico ha crecido; se ha vuelto decididamente más grande. Por lo tanto, existe el crecimiento del cuerpo físico más allá del tamaño físico normal, pero esto está relacionado con el hecho de que se vuelve más sombrío. En consecuencia, notamos que a medida que la persona se desarrolla, su cuerpo físico se ve cada vez más grande. Esto consiste, sin embargo, en varias partes, por así decirlo, y éstas se manifiestan en lo que en la vida oculta se llama 'Imaginación'. El cuerpo físico de una persona que experimenta un desarrollo oculto se manifiesta cada vez más como una cantidad de imaginaciones, de imágenes que en cierto sentido, están vivas y activas, y son, o más bien se vuelven, más y más interesantes; porque no son solo lo que queremos. Cuando la persona comienza su desarrollo, las imágenes no son especialmente significativas; y lo son menos cuando la visión clarividente observa el cuerpo de una persona que aún no se ha desarrollado en el ocultismo. En este último caso, se perciben una serie de imágenes, una cantidad de imaginaciones. Para la visión clarividente, la sustancia física desaparece, y en su lugar aparecen las imaginaciones, pero están tan juntas que en lugar del agradable aspecto interiormente brillante de una persona ocupada en el desarrollo oculto, se manifiestan como en una sustancia opaca. Sin embargo, incluso en el caso de una persona que aún no está desarrollada, deben ser vistas como partes y de hecho cada parte significa algo en el macrocosmos. Esencialmente, uno puede distinguir doce partes, cada una de las cuales es realmente una imagen: una pintura de una porción del gran cosmos. Cuando las doce se ensamblan juntas, se obtiene la impresión de que algún pintor desconocido ha producido imágenes en miniatura del macrocosmos, en número de doce y de éstas se ha formado el cuerpo físico humano. Ahora bien, cuando el individuo se dedica al desarrollo oculto, esta imagen se hace cada vez más grande, y también parece interiormente más y más agradable, resplandeciendo desde adentro. Esto se debe a que, en el caso de un individuo que no está involucrado en el desarrollo oculto, el macrocosmos solo se refleja en su aspecto físico; pero en el caso de alguien sometido a un desarrollo oculto, el contenido espiritual se manifiesta cada vez más; pueden verse las imágenes de la esencia espiritual del macrocosmos. Así el desarrollo oculto también nos muestra que una persona involucrada en un desarrollo oculto, de ser simplemente un microcosmos físico, se vuelve cada vez más espiritual, es decir, se manifiestan en sí mismo más y más, no simplemente las imágenes de planetas y soles, sino de entidades que pertenecen a las Jerarquías Superiores. Esa es la diferencia entre personas comprometidas en el desarrollo oculto y otras que no están involucradas. Cuanto más se impulsa una persona hacia adelante en el desarrollo oculto, más exaltadas están las Jerarquías que se manifiestan dentro de él. Y así aprendemos la estructura del mundo, por así decirlo, observando clarividentemente el cuerpo humano físico.
El cuerpo etérico humano de alguien que no está experimentando un desarrollo oculto, manifiesta el curso progresivo del mundo que sigue consecutivamente en el tiempo; muestra cómo los planetas y los soles, incluso las civilizaciones humanas en la tierra, y los seres humanos individuales se alteran en el curso de sus encarnaciones y cómo aparecen en etapas consecutivas de crecimiento. Por lo tanto, el cuerpo etérico puede llamarse verdaderamente narrador; relata la historia del crecimiento del mundo. Si bien el cuerpo físico del hombre es como una suma total de imágenes pintadas por un artista desconocido, el cuerpo etérico demuestra ser una especie de narrador que narra en sus propios acontecimientos internos la historia del mundo mismo. Y cuanto más profundamente se involucra una persona en el desarrollo oculto, más amplio es el alcance de las historias. El cuerpo etérico de una persona que ha experimentado relativamente poco desarrollo oculto, se manifiesta en la visión clarividente tal vez solo unas pocas generaciones que le han precedido en ascendencia física, ya que este desarrollo también se muestra en el cuerpo etérico del hombre. Pero cuanto más prospera una persona en su desarrollo oculto, más posible se vuelve ver en su cuerpo etérico las diversas civilizaciones de la humanidad, las diversas encarnaciones de tal o cual individualidad; sí, incluso ascender al desarrollo cósmico y ver la participación de los Espíritus de las Jerarquías Superiores en él
Para la observación ordinaria, el cuerpo astral del hombre, solo puede ser visto, por así decirlo, a través de su reflejo interno, por medio de las experiencias del pensamiento, la voluntad y el sentimiento, que van volviéndose cada vez más una expresión del valor del hombre, con respecto a su entidad esencial en el cosmos. Quiero que consideren esta descripción, esta presentación, como de un significado muy especial. El cuerpo astral de un ser humano que haya experimentado un desarrollo oculto, se convierte cada vez más en la expresión de su valor en el cosmos. En una conferencia anterior mostramos cómo descubrimos que el cuerpo astral, en su naturaleza original, es una especie de egoísta, y que esto debe superarse en el desarrollo oculto, elevando los intereses personales a los del mundo. Observando el cuerpo astral de una persona involucrada en un desarrollo superior, se puede ver a partir de él, según si aparece oscuro y opaco o tiene una iluminación interna, acorde con esa revelación de sí mismo en disonancias chillonas o en tonos armoniosos y melodiosos, si la persona en cuestión ha seguido su desarrollo de tal manera que todavía está enredado en sus intereses personales, de los que hemos hablado, o si realmente ha hecho suyos los intereses del mundo. Esto es lo que se puede ver en el cuerpo astral de una personalidad humana comprometida con el desarrollo superior: cuando el desarrollo continúa de una manera verdadera, oculta y ética, vemos en él cuán maravilloso se vuelve el hombre extendiendo el horizonte de sus intereses desde aquellos que son personales a aquellos que son universalmente humanos y en los objetivos comunes del mundo. El cuerpo astral se vuelve más radiante, brilla cada vez más como un sol radiante, mientras el ser humano aprende a hacer suyos los asuntos de la humanidad y el mundo.
Cuanto más avanza el ser humano en su desarrollo, más manifiesta el Yo la tendencia a dividirse. Envía, por así decirlo, los contenidos de su conciencia, y estos hacen 'caminos de mensajería' en el mundo. Si, por ejemplo, un ser humano desea aprender a conocer a un ser perteneciente a la Jerarquía de los Ángeles, no le basta con ejercitar las fuerzas ordinarias de la percepción; si realmente desea conocer este ser, debe ser capaz de transferir su conciencia; es decir, debe ser capaz de separar las fuerzas de su Yo y transponer una parte de su auto conciencia en el ser del Ángel. Cualquier clase de ser que deseemos conocer, solo podemos hacerlo transponiendo nuestra auto conciencia en este ser. Es el impulso del Yo por salir de sí mismo, de transponerse en el otro ser y permitir que lo que al principio vivía solo en uno mismo entre en la vida del otro ser. En un estadio inferior del desarrollo del ser humano, en el escenario de la existencia humana ordinaria, esto se manifiesta como un cierto impulso por eliminar su conciencia fuera de sí mismo; esto se puede ver en la necesidad de dormir. Y este impulso que conduce psíquicamente al hombre a dormir es exactamente el mismo que en el desarrollo superior dirige la conciencia, no hacia el mundo inconsciente del sueño, sino hacia la conciencia de los Ángeles o los Espíritus de la Forma o aún mas elevadas Jerarquías. Así, uno podría ser paradójico preguntando: ¿Qué implica cuando un hombre se familiariza con uno de los Elohim, uno de los Espíritus de la Forma? Significa que se ha desarrollado tanto que puede dormir en la conciencia de los Elohim y despertar dentro de los Elohim, poseyendo la conciencia de este Espíritu de la Forma, de este espíritu que pertenece a las Jerarquías Superiores. Este es el reconocimiento de un ser superior: la conciencia debe resignarse como en el sueño, pero tan resignada que, en razón de las fuerzas superiores que se despiertan en su interior, vuelve a despertar e irradia hacia nosotros como la conciencia del ser superior. Por lo tanto, un cuerpo astral sometido al verdadero desarrollo oculto se vuelve como un sol que irradia sus intereses mundiales; pero cuando el Ser está más altamente desarrollado se vuelve como los planetas que giran alrededor del sol del cuerpo astral y que, en su girar alrededor del mundo, encuentran a otros seres, y por medio de esto trae mensajes de ellos a la naturaleza perceptiva de hombre. Así, el cuerpo astral y el Yo de un ser humano sometido a un desarrollo oculto presentan la imagen de un sol, que es el cuerpo astral (rodeado por sus planetas), que son una serie de multiplicaciones del Yo, envia a otros seres para que el estudiante mediante lo que su Yo multiplicado le irradia a él de estos otros seres puede conocer su naturaleza.
La sensación que tenemos cuando nos familiarizamos con la naturaleza interna de los miembros de las Jerarquías Superiores (aprendemos a reconocer su ser externo a través del cuerpo físico y el cuerpo etérico, y de reconocerlos interiormente a través del cuerpo astral y el Yo, entramos en comunicación, por así decirlo, con estos seres que pertenecen a las Jerarquías Superiores a través del cuerpo astral y el Yo) - el sentimiento que tenemos es como si tuviéramos que convertir nuestro Yo en nuestro cuerpo astral en un sol separándonos de nosotros mismos, un Yo capaz de participar activamente en la naturaleza de la Jerarquía de los Ángeles; otro Yo que tiene ese don en cuanto a la Jerarquía de los Arcángeles; y aún otro Yo que tiene el don con respecto a la Jerarquía de los Espíritus de la Forma. Un cuarto Yo participa en la naturaleza de la Jerarquía de los Espíritus del Movimiento, una quinto en la de la Jerarquía de los Espíritus de la Sabiduría y de la Voluntad, un sexto Yo o Ego en la de la Jerarquía de los Querubines, y un séptimo en el de la Jerarquía de los Serafines. Es posible para una persona, cuando desarrolla las cuatro partes de su ser y continúa este desarrollo a una etapa superior, en realidad alcanzar la experiencia que acabamos de describir. Esto es posible; y además de este desarrollo de su Yo de la manera que acabo de indicar, puede alcanzar un desarrollo aún más elevado de su Yo.
Porque a través de la separación de los siete yoes del octavo Yo, este octavo yo, que queda atrás, experimenta un desarrollo más elevado. Consideren el asunto de esta manera: tenemos el Yo original del hombre, que le es otorgado antes de que experimente un desarrollo oculto. Luego llega a experimentarlo y, por lo tanto, envía desde sí mismo siete Yoes. Para que el Yo que originalmente le fue dado pueda enviar siete Yoes, tiene que ejercitar una fuerza interna, el resultado de la cual es que el Yo se eleva un nivel más alto. Pero ahora quiero que reflexionen que el proceso que describí en su desarrollo más extremo, por así decirlo, solo se produce gradualmente. Una persona que experimenta un desarrollo oculto no se convierte, por supuesto, en un sol perfecto en el cuerpo astral, rodeado por los planetas de sus Yoes, sino que primero alcanza una existencia solar imperfecta y desarrollos imperfectos de sus Yoes planetarios; todo esto tiene lugar gradualmente. Y, al mismo tiempo, el desarrollo del Yo ordinario en el Yo Superior tiene lugar lenta y gradualmente. Cuando este desarrollo ha alcanzado una etapa definida, cuando el Yo ha alcanzado un logro cada vez más alto, gradualmente viene el poder de mirar hacia atrás en las encarnaciones anteriores. Esta es la etapa que le da a uno el poder de mirar hacia atrás a las encarnaciones previas; es el desarrollo del Yo más allá de sí mismo, el logro de fuerzas más allá de sí mismo, lo que le da al mismo tiempo poder para comprender verdaderamente las Jerarquías superiores. Podríamos decir que, para la visión clarividente, una persona, a través del desarrollo oculto, con respecto a su Yo y su cuerpo astral, se convierte en una estrella, similar a un sistema estrellado.
En lo dicho anteriormente, he descrito brevemente lo que se presenta a otra persona que se está volviendo clarividente, mientras que en las conferencias anteriores, hablé más de las experiencias internas. Todavía hay algo importante que tengo que presentar ante ustedes, que es una ampliación de una indicación ya hecha. Cuando el estudiante desarrolla su cuerpo astral y su Yo, entonces alcanza, como ustedes han oído, la observación de un mundo, anteriormente vacío, ahora lleno de los seres de las Jerarquías Superiores, Ángeles, Arcángeles, Archai, etc.
Ahora podemos preguntarnos: ¿También cambian los reinos de la naturaleza que rodean al hombre? Sí; los reinos de la naturaleza cambian mucho materialmente. Ya he mencionado que, para la visión de un clarividente, el cuerpo físico, incluso de una persona común, presenta la apariencia de varias pinturas, y éstas brillan cada vez más a medida que la persona progresa. Ahora bien, ¿Sucede lo mismo con los animales? Cuando con la visión clarividente miramos a un animal, su cuerpo físico también se transforma en Imaginaciones, y entonces sabemos que estos animales no son lo que parecen ser en maya, sino que son imaginaciones: es decir, son imaginaciones, concebidas en una conciencia. ¿Quién, entonces, concibe a los animales como imaginaciones? ¿De quién son las imaginaciones? Los animales, también las plantas en sus formas externas -aunque las plantas menos que los animales, y menos aun los minerales- son imaginaciones de Ahriman. Nuestros físicos buscan las leyes materiales en los reinos externos de la naturaleza; pero el ocultista llega cada vez más al conocimiento de que los reinos externos de la naturaleza, en la medida en que se presentan como seres materiales, son imaginaciones de Ahriman. De hecho, sabemos que detrás de los animales, por ejemplo, están las almas grupales. Las almas grupales no son imaginaciones de Ahriman, pero los animales individuales separados en sus formas externas son imaginaciones de Ahriman. Por lo tanto, si tomamos la tribu del león; el alma grupal de esta especie pertenece a los buenos seres espirituales, por así decirlo, y la guerra de Ahriman contra los buenos seres espirituales consiste en presionar a sus almas grupales en las formas individuales separadas de los animales e imprimirles su propia imaginaciones Las formas separadas del león, a medida que se mueven hacia afuera en el mundo, son expulsadas de las almas grupales por Ahriman. Así, el mundo externo que nos rodea también cambia gradualmente en algo bastante diferente de su apariencia en maya.
Ahora, para que puedan tener algo en lo que puedan ubicarse, como en los escalones de una escalera, los pensamientos que se nos han abierto en el curso de estas conferencias, les daré una especie de diagrama.

Aquí, a la izquierda, representaré lo que podemos llamar la constitución del hombre ordinario: cuerpo físico, cuerpo etérico, cuerpo astral, alma sensible, alma intelectual, alma consciente, yo espiritual, espíritu de vida y hombre espíritu. Conocemos esto como la constitución del hombre. Representaré esto solo mediante líneas. El ser interior sería el alma sensible, el siguiente, el alma intelectual o de la mente, el siguiente, el alma consciente, el próximo sería el yo espiritual. Las partes más altas pueden quedar fuera del diagrama, ya que no necesitamos considerarlas hoy. Esta constitución del hombre se manifiesta tan externamente que la parte corporal consiste en los tres principios inferiores; lo que se experimenta en el alma, en los tres del medio; el Yo Espiritual no está presente en el hombre, excepto como una perspectiva del futuro, por así decirlo. Ahora, cuando una persona experimenta un desarrollo oculto, lo primero que se debe hacer es suprimir ciertas cosas en el alma misma. Hemos visto que es particularmente importante para el alumno dejar de lado las impresiones de los sentidos externos. De hecho, es el primer requisito del verdadero progreso oculto que el estudiante deje de lado las impresiones sensoriales externas. Ahora, al dejar de lado las impresiones externas de los sentidos, ese principio del alma que se desarrolla principalmente bajo la influencia de estas impresiones, a saber, el Alma Consciente, cambia interiormente. Debe entenderse claramente que el Alma Consciente está actualmente experimentando su desarrollo principal, porque tanto valor está ahora unido a las impresiones externas de los sentidos. No deben confundir el hecho de que el Alma Consciente en general se refuerza interiormente por las impresiones recibidas a través de los sentidos, con el hecho de que estas impresiones de los sentidos se transmiten a través del Alma Sensible. Cuando tratamos con el desarrollo oculto, debemos notar bajo qué tipo de influencias se fortalece más el Alma Consciente, y encontramos que estas son las impresiones sensoriales externas. Cuando se dejan de lado, el Alma Consciente queda entonces suprimida, de modo que en alguien que está experimentando un desarrollo oculto, es el Alma Consciente lo que primero debe retirarse a un segundo plano. (Aquí, a la derecha, dibujaré lo que en el hombre en desarrollo oculto corresponde a las diversas partes del alma.) Estamos hablando de lo que en la vida ordinaria lleva a una persona a enfatizar su "ego", lo que sobre todo le lleva a poner énfasis en su ego en todo tipo de direcciones. En nuestra época, el ego o el "yo" ejercen un énfasis especial en la dirección del pensamiento. A menudo uno no oye nada más que esto: este es mi punto de vista, creo esto o aquello, como si la opinión de esta o aquella persona tuviera algún significado en comparación con la verdad. Es cierto que la suma de los tres ángulos de un triángulo es de 180 grados, y es irrelevante cómo lo considere una persona. Es verdad que las Jerarquías, contando a partir del hombre hacia arriba, están divididas en tres por tres, y es muy irrelevante cómo se considera esta verdad. La insistencia sobre el ego se retira al trasfondo, y en su lugar el Alma Consciente, que anteriormente servía principalmente para el desarrollo del ego, se llena gradualmente con lo que llamamos 'Imaginaciones'. Podemos simplemente decir que cuando una persona desarrolla su Alma Consciente se transforma en el Alma Imaginativa.
También sabemos por lo que se ha dicho en las conferencias anteriores que el pensar en sí mismo, que se desarrolla principalmente en el Alma Intelectual o Mental, también debe cambiarse. Hemos escuchado que el pensamiento debe abandonar cada vez más el desarrollo de sus propios pensamientos, que debe suprimir cada vez más el pensamiento personal; la personalidad humana suprimiendo su propio pensamiento. Cuando el estudiante es capaz de suprimir lo que en su vida ordinaria ha hecho de su Alma Intelectual o Mental, entonces, en lugar de lo que existe en él como pensamiento ordinario, como razón, y también como la vida mental ordinaria en el plano físico, llega la Inspiración. El Alma Intelectual o Mental se transforma en el Alma Inspirada. Las obras inspiradas de la cultura han sido recibidas en el Alma Intelectual transformada como Inspiración. 
El alma sensible es principalmente dejada de lado al superar el cuerpo astral, al hacer propios los intereses del mundo, y así elevarse más y más por encima de los sentimientos personales; de ese modo cambia el alma sensible; y todos los impulsos internos, las pasiones y emociones interiores, se transforman en intuiciones; y en el lugar del Alma Sensible aparece el Alma Intuitiva. De modo que aquí a la derecha (ver diagrama I) podemos esbozar el ser humano desarrollado, de quien decimos: Él consta de cuerpo astral, cuerpo etérico y cuerpo físico, pero interiormente también consta de Alma Intuitiva, Alma Inspirativa y Alma Imaginativa que luego se transforman en el Yo espiritual. Y ahora, partiendo de este diagrama, que refleja verdaderamente los hechos de la observación oculta, pueden deducir de los resultados de estas conferencias, cómo una persona influye en su desarrollo oculto según el grado de su desarrollo moral. Porque, ¿Qué es una persona que todavía está absolutamente llena de emociones y pasiones personales y que actúa bajo las impresiones de lo que podríamos llamar instintos humanos? Tal persona todavía vive completamente en su Alma Sensible; no modera sus instintos por medio de ideas intelectuales, o por medio del desarrollo de su conciencia; solo se ha desarrollado, por así decirlo, hasta aquí el Alma Sensible, si ahora pudiera indicar el desarrollo moral en el medio (flecha pequeña en el diagrama). Por lo tanto, podemos tener el caso de una persona que solo se ha desarrollado hasta el Alma Sensible; es decir, está gobernado enteramente por sus pasiones personales, impulsos, etc. Supongamos ahora que una persona así fuese forzada por el desarrollo oculto. La consecuencia sería la transformación de su Alma Sensible en su Alma Intuitiva y tendría ciertas intuiciones; estas intuiciones, sin embargo, no representarían más que las transformaciones de sus propios impulsos personales, pasiones e instintos.
Un hombre que en su desarrollo moral ha progresado hasta el Alma Intelectual, es decir, aquel que ha adquirido concepciones puras, ideas universales más generales, cuyos sentimientos internos incluyen sentimientos de interés en el mundo entero, tal persona al menos transmutará su Alma Intelectual o Mental en el Alma Inspirativa y puede llegar a ciertas inspiraciones, aunque su poder clarividente pueda no ser siempre muy puro por el momento. Pero solo cuando una persona realmente ha penetrado con su ego hasta el Alma Consciente, es cuando llega a la transformación de su Alma Consciente en Alma Imaginativa y el resto sigue como una consecuencia evidente, al haber pasado por las otras etapas Por lo tanto, en nuestra época, para llegar a la verdadera clarividencia, se le debe dar al estudiante la tarea de trabajar en su desarrollo moral de modo que primero le quite sus impulsos, pasiones, etc., todo lo que es personal y se eleve a sí mismo hasta el punto de hacer suyos los intereses comunes a todo el mundo. Entonces debe hacerse el esfuerzo de enseñarle realmente a identificarse a sí mismo como 'Yo', pero debe sentir esto en el Alma Consciente. Entonces el Alma Sensible, el Alma Intelectual y el Alma Consciente pueden transformarse en Alma Intuitiva, Alma Inspirativa y Alma Imaginativa sin ningún peligro. Cuando consideramos la conciencia ordinaria en el plano físico, el Alma Sensible es el Alma más rica. ¡Pues qué cantidad de instintos e impulsos no esconde ese Alma humana, por muy bajo que sea su escenario! ¡De qué impulsos y pasiones no es capaz semejante alma humana! El alma humana es algo más pobre en cuanto a los contenidos del intelecto y sus sentimientos más cultivados, la más pobre de todas que es el Alma Consciente, encogida como un punto en la conciencia del yo. Se podría decir que la figura que representa el alma humana en su condición natural en el plano físico sería una especie de pirámide (ver diagrama II). En la parte inferior, en la base, la suma total de impulsos, deseos y pasiones; en la cima, en la cumbre, el punto de la consciencia. Una pirámide invertida representa el alma desarrollada del verdadero clarividente, una pirámide que tiene su base arriba, es decir, todos los posibles tipos de imaginaciones que pueden formarse, que expresan todo lo que puede reflejar para nosotros los contenidos del cosmos; aquí abajo como el punto, lo que resulta como la conciencia superior individual del hombre.

 Este diagrama es un estándar, en cierta medida, en otro sentido. En la nueva edición de mi libro Teosofía, decía que el Alma sensible es, por así decirlo, el cuerpo astral provisionalmente transformado, de modo que podemos resumir así: Debajo del todo está el cuerpo físico, luego el cuerpo etérico, luego el cuerpo astral . El cuerpo astral en camino a la transformación es el Alma Sensible en el plano físico; el cuerpo etérico que sigue es el Alma Intelectual o Mental, y el cuerpo físico el Alma Consciente.



Por lo tanto, en nuestro ciclo presente de la humanidad tenemos el Alma Consciente localizada en el cuerpo físico; es decir, hace uso del instrumento físico. El Alma Intelectual/Racional está en el cuerpo etérico; es decir, hace uso de los movimientos etéricos. El Alma Sensible, que contiene los impulsos, deseos y pasiones, hace uso de las fuerzas localizadas en el cuerpo astral. El Alma Intelectual/Racional, que contiene las fuerzas del sentimiento interior, de la simpatía, hace uso del cuerpo etérico; el Alma Consciente utiliza el cerebro del cuerpo físico.
En este sentido, así como el Alma Sensible se transforma en Alma Intuitiva, también debemos imaginar que el Alma Intuitiva utiliza el cuerpo astral del hombre como su instrumento. El Alma Inspirativa es el Alma Intelectual o Racional transformada; su instrumento es el cuerpo etérico del hombre. Y el Alma Imaginativa, el Alma Consciente transformada, tiene como instrumento el cuerpo físico del hombre. Y ahora, si comparan lo que he presentado aquí en el diagrama con lo que dije anteriormente, se darán cuenta de que en este diagrama tienen una imagen de la memoria. Como ya mencioné que para la visión clarividente, el cuerpo físico se transforma en imaginaciones, que son imágenes del macrocosmos. En este diagrama, ven que el Alma Imaginativa llena el cuerpo físico. El Alma Imaginativa en realidad entra en el cuerpo físico y lo impregna, de modo que cuando un ser humano desarrollado es observado por la conciencia clarividente, las partes del cuerpo físico se ven impregnadas de imaginaciones cada vez más elevadas, según el grado de su desarrollo ; estas están impresas en el cuerpo físico por el ser interno de esta personalidad. En un individuo ordinario hay una cantidad de imaginaciones impresas en los diversos principios de su cuerpo por seres espirituales superiores; en un hombre más desarrollado aparecen otras (en las diversas partes de su cuerpo físico, además de las imaginaciones que originalmente ya están allí), que imprime en las partes de su cuerpo desde su propio ser interno, de modo que los órganos en el cuerpo físico de un ser humano desarrollado se vuelve más y más rico .
En este diagrama, deseo darles una especie de extracto que resume lo que he descrito detalladamente en estas conferencias. Llamo especialmente su atención a esto: que este diagrama siempre pueda recordarles que el Alma Sensible, el Alma Intelectual o Racional y el Alma Consciente están invertidas, de modo que el Alma Consciente no se convierte en el Alma Intuitiva sino en el Alma Imaginativa; y el Alma Sensible no se convierte en el Alma Imaginativa sino en el Alma Intuitiva. En esto ustedes tiene un bosquejo de lo que se podría dar en el curso de estas conferencias bajo el título de: Los cambios en las envolturas humanas y el yo humano en el curso de un desarrollo teosófico seriamente conducido, o un desarrollo oculto esotérico que, de hecho, fundamentalmente puede coincidir. 
Habrán observado que comenzamos con los cambios pequeños, casi imperceptibles, en el cuerpo físico, que el estudiante que está desarrollándose primero percibe débilmente: las diversas partes del cuerpo físico se vuelven cada vez más internamente vivas, mientras que generalmente solo el cuerpo físico entero del hombre se nos aparece como algo viviente. Después vimos cómo ocurren ciertos cambios, presentando los poderosos hechos de la vida interior, los cambios en el cuerpo astral y en el Yo que proveen esas poderosas imaginaciones a través de las cuales podemos sentirnos transpuestos al comienzo de nuestro desarrollo humano terrenal; incluso aún más atrás, porque conducen a las Imaginaciones del Paraíso, y de Caín y Abel. Han visto cómo, de hecho, surge en el cuerpo físico como una realidad, una especie de fuerza que le permite dividirse, por así decirlo, pero aún se mantiene unido; no cede, porque aquí, en nuestro presente ciclo de la humanidad, el entrenamiento oculto no puede ir mas allá, hasta el punto de dañar el cuerpo físico; sin embargo, hay un grado de desarrollo oculto que lleva a la posibilidad de que el cuerpo físico y el cuerpo etérico pueden atraer hacia sí mismos, fuerzas destructivas internas; y este peligro siempre está presente cuando una persona se encuentra con el Guardián del Umbral. Este encuentro con el Guardián del Umbral no es posible sin enfrentarse al peligro de implantar fuerzas destructivas en los cuerpos físico y etérico; pero todo verdadero desarrollo oculto proporciona los remedios al mismo tiempo, y estos remedios se dan en lo que encuentran descrito en mi libro, Ciencia Oculta, como los seis ejercicios ocultos auxiliares: Concentración de pensamiento; es decir, un esfuerzo enérgico de pensamiento, la concentración de pensamientos; el desarrollo de una determinada Iniciativa de Voluntad; un cierto Equilibrio entre alegría y tristeza, una cierta Positividad en relación con el mundo, una cierta Imparcialidad. El estudiante que se esfuerza por desarrollar estas cualidades en su alma en paralelo con su desarrollo oculto, por un lado, produce en sí mismo una especie de esfuerzo por romper los cuerpos físicos y etéricos en pedazos, es decir, bajo la influencia del desarrollo oculto asimilar la semilla de la muerte; pero en la misma medida en que esto se desarrolla, se anula, de modo que nunca se activa realmente cuando una persona desarrolla las cualidades mencionadas, o cuando a través de su desarrollo moral ya posee las cualidades equivalentes a estas seis. Ha sido mi empeño darles más que una mera descripción de lo que es el desarrollo oculto, es decir, despertar en sus corazones un sentimiento de lo que es, y qué múltiples cambios produce en un ser humano. Es posible que hayan sido capaces de adivinar y sentir que una persona tiene que conocer mucho cuan terrible y también cuan peligroso es, cuando practica un desarrollo oculto; pero al lado de lo mucho que, incluso en esta forma teórica de considerar que este asunto puede haber producido una cierta cantidad de temor, siempre debemos recordar el pensamiento que disipa todo temor, que puede quitar todo temor al peligro, simplemente suscitando el entusiasmo y la fuerza de voluntad dentro de nuestras almas: la idea de que al desarrollarnos más a nosotros mismos estamos trabajando así activamente en una parte de la evolución querida por los Dioses. Un hombre que sabe cómo captar este pensamiento en toda su grandeza y toma en sí mismo su estímulo y lo siente con entusiasmo y que forma este pensamiento de tal manera que presenta la evolución, o el desarrollo oculto en su sentido más hermoso, como su deber, él es el que siente el comienzo de aquello que, al lado de todo peligro, toda lucha, todo enredo, todo obstáculo, está conectado con todo desarrollo, a saber, el acercamiento a la beatitud de los mundos espirituales. Porque cuando siente esta idea del poder productor de entusiasmo del ideal de desarrollo, ya puede comenzar a sentir la dicha del desarrollo; pero esto significa reconocer el desarrollo, el progreso oculto como una necesidad. El futuro de tales movimientos espirituales y esotéricos como el nuestro será que el desarrollo espiritual de las almas humanas se considerará cada vez más como una necesidad y que la exclusión del desarrollo espiritual y la adopción de una actitud hostil hacia él significará una unión con la escoria terrenal, que se expulsa por su propio peso, una unión con lo que se ha alejado de la evolución del universo que desea Dios.


Traducida por Julio Luelmo ago. 2015

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Conferencia IX
La Haya 28 de marzo de 1913


Conozco a un poeta que murió hace algunos años. En una ocasión, en la segunda mitad de los años 80 del siglo XIX, me dijo que estaba muy angustiado por el futuro de la humanidad. Admito que su expresión de ansiedad era algo así como una paradoja, pero se tomaba muy en serio su ansiedad en cuanto a la tendencia que deseaba señalar con su paradoja; de hecho, esta ansiedad lo inclinaba a un cierto pesimismo. Le parecía que el desarrollo de la humanidad en el futuro sería tal que el hombre desarrollaría principalmente su cabeza más y más, y que, en comparación con su cabeza, todas las demás partes de un hombre se verían mal desarrolladas. Se tomaba muy en serio esta idea, y lo expresaba en paradoja diciendo que tenía miedo de que la naturaleza intelectual racional del hombre obtuviera una preponderancia hasta tal punto que la cabeza se convirtiera en un gran globo y que los hombres por tanto rodarían sobre la tierra como pelotas. La ansiedad era muy real para el hombre, porque él reflexionaba que estamos viviendo en la era del intelectualismo, del desarrollo de los poderes intelectuales que se expresan en la cabeza, y que estos poderes de razonamiento aumentarían más y más, y que la humanidad se movería hacia un futuro indeseable. Si bien, por supuesto, es una declaración muy paradójica, y ademas podríamos decir, en cierto sentido, que incluso la ansiedad que dio lugar a su pesimismo es paradójica también. Pero el intelecto humano tiende a deteriorarse, a sacar conclusiones cuando se ha hecho una u otra observación, y este es un ejemplo de ello. Esto puede notarse ampliamente en el ámbito del movimiento teosófico así como también en la vida externa y exotérica. En la vida externa y exotérica no tenemos que mirar muy lejos para notar que las observaciones hechas por el hombre en los diversos tiempos siempre han dado lugar a un gran número de teorías. ¡Cuántas hipótesis se han abandonado como inútiles en el curso de la evolución de la humanidad! En el campo teosófico oculto también se puede observar que alguien que haya experimentado entrenamiento oculto, y que ha adquirido así cierto poder clarividente, puede referir algo de la verdadera observación clarividente y luego vienen los teóricos que inventan todo tipo de esquemas y teorías, y entonces el asunto se desarrolla. Muy a menudo la observación es bastante insignificante, pero los esquemas y teorías que se construyen en base en ella incluyen mundos enteros. Ese es siempre el peligro; el intelecto tiene esta tendencia. Tenemos esta tendencia en un sentido bastante aceptable en un libro muy conocido, 'Esoteric Buddhism' 'Budismo Esotérico' de Sinnett. Este libro se basa en una serie de hechos ocultos genuinos; estos están por la mitad del libro, y se relacionan con la mitad del desarrollo de la tierra. Pero sobre estos hechos construyó un esquema de Rondas y Razas, y esto solo gira y gira, por así decirlo, sobre sí mismo, siempre más o menos de la misma manera. Son conclusiones, teorías, sacadas de los pocos datos genuinos que se encuentran en el libro. Y este fue el caso también con mi poeta. En el fondo, tenía una especie de imaginación inconsciente e instintiva que le decía algo cierto; podríamos decir, que hay media onza de verdad y de esto hizo un peso de cien o muchos cientos. A menudo encontramos casos como este en el mundo. Ahora bien, ¿Cuál es la verdad del asunto? La verdad es, que en nuestra época la cabeza del hombre está experimentando una cierta evolución, la formación de la cabeza, toda la estructura de la cabeza sufrirá cambios en el futuro. Si dirigimos nuestra atención a un período muy distante de la evolución futura de la Tierra, tenemos que imaginar que, por ejemplo, la formación de la frente, la nariz y las mandíbulas humanas se habrán sometido a cambios esenciales, y que, en cierto sentido, todo el resto del organismo del ser humano terrenal quedará estancado; pero, por supuesto, nunca, durante el período de la tierra, la relación de la cabeza en desarrollo con respecto al resto del cuerpo será la de un globo rodante. Esto solo debe tomarse literalmente en un grado muy, muy limitado. Por otro lado, en las épocas antiguas de desarrollo en la tierra, antes de mediados de la época atlante, el resto del organismo humano era capaz de cambiar; estaba ocupado en una especie de desarrollo. Aparte de la cabeza, el organismo humano ha cambiado comparativamente poco y repito comparativamente poco, desde mediados de la época atlante; por otro lado, antes de ese tiempo el resto del organismo humano experimentó grandes cambios. A partir de esto, estarán en disposición de llegar a una conclusión, que ahora será correcta, porque no es más que una observación real revestida de palabras, que cuanto más nos remontamos a las épocas atlante y lemúrica, más esencialmente diferente parecía el hombre, incluso a su propia observación. En la antigua época lemúrica, el hombre se veía bastante diferente de lo que ahora reconoce como él mismo en la actualidad.
La apariencia que el hombre habría tenido de sí mismo en la última parte de la época Lemúrica es evidente para él de nuevo, en cierta manera, cuando acerca gradualmente la huella clarividente que le guía hacia lo que hemos descrito como la Imaginación del Paraíso. De hecho, les dije, y es verdad, que esta Imaginación del Paraíso corresponde a una delineación completa del ser humano, del cuerpo físico humano, por así decirlo, como el Paraíso mismo. El hombre se separó, digamoslo así, se dividió; la naturaleza corpórea actual apareció extendida de la manera descrita; pero en ese tiempo se produjo un gran avance, el tiempo real al que volvemos la mirada clarividente y tenemos la Leyenda del Paraíso ante nosotros. Y a través de este movimiento, que también se puede observar por medio de la clarividencia, lo que podría llamarse el ser humano expandido se fue juntando con relativa rapidez dentro de lo que luego se convirtió en el punto de partida del hombre para el desarrollo que siguió. Inmediatamente después del tiempo correspondiente a la Imaginación Paradisiaca, la forma del hombre era, sin embargo, muy diferente a lo que se ha desarrollado a partir de ella hoy dia. Y, fundamentalmente, todo lo que rodeaba al hombre en los reinos de la naturaleza era muy diferente de su entorno actual.
Ya he mencionado en las conferencias previas de este curso que el alumno podría alcanzar esta Imaginación del Paraíso si repentinamente se hiciera clarividente por un momento durante el sueño y volviese su mirada, por así decirlo, hacia su cuerpo físico y su cuerpo etérico, estimulado por ellos hacia esta Imaginación. En conjunto, se puede decir que se necesita poseer un alto grado de desarrollo esotérico antes de alcanzar esta Imaginación del Paraíso. El estudiante debe haber obtenido muchas victorias en cuanto a transformar sus propios intereses personales en los comunes a la humanidad y el mundo. Luego viene, cuando desde el sueño mucho más profundo -porque hay grados de sueño- pasa a un sueño menos profundo, y en este sueño menos profundo se vuelve clarividente, llega lo que más tarde en la evolución terrenal se hizo realidad: la condición del hombre en la antigua época lemúrica después de haber dado el gran salto hacia adelante.
Por lo tanto, decimos que es posible ver este período primigenio de la tierra mediante la separación del yo y el cuerpo astral del cuerpo físico y el cuerpo etérico, volviendo la mirada hacia atrás. Ahora bien, cuando el orden de la naturaleza viene en nuestra ayuda, ya que en la noche estamos fuera de nuestro cuerpo físico, podemos hacer uso de esta disposición de la naturaleza, y así regular el entrenamiento que, como si se estuviera despertando pero no regresara. al cuerpo físico, como si se estuviera despertando en un estado diferente de conciencia, vemos el cuerpo físico. De esto podrán concluir que la visión de la que acabamos de hablar proporciona la única posibilidad verdadera de aprender a conocer cómo se formó el hombre en el pasado primigenio.
En el futuro lejano llegará un momento en el que podremos decir: ¡Qué extraordinarias eran aquellas personas de los siglos XIX y XX! Se creían capaces de descubrir el origen del hombre por el metodo de la investigación externa de la naturaleza; pensaban que podían sacar conclusiones sobre los ascendentes del hombre a partir de la observación de los animales que les rodeaban en el plano físico. Sin embargo, a través del verdadero desarrollo del conocimiento humano, se hace evidente que solo podemos llegar a una idea verdadera del origen del hombre sobre la tierra y de su antigua forma, mediante la observación clarividente, y que nunca obtendremos una idea en cuanto a cómo era el hombre en la época lemúrica, por ejemplo, excepto a través de la observación clarividente, a través de la visión retrospectiva estimulada por las impresiones de nuestros propios cuerpos físico y etérico. Pero luego se verá - esto será admitido en ese tiempo futuro - que el hombre nunca fue parecido a ninguna de las formas animales atribuidas a él en los siglos diecinueve o veinte; porque las formas que el hombre tenía en aquellos tiempos y que se manifiestan a su conciencia clarividente de la manera que hemos descrito, son diferentes de todas las formas animales del entorno del hombre en el siglo diecinueve. E incluso las expresiones que hemos utilizado - toro, león, etc. - solo se usan comparativamente. Los hombres del futuro dirán cuán grotesco es ver cómo la gente de los siglos XIX y XX remontaba sus ancestros a seres simiescos; puesto que en la época lemúrica no había simios en absoluto en la forma en que aparecieron más tarde en la tierra; solo se originaron en un período muy posterior, a partir de formas humanas degradadas y degeneradas. Los seres animales que pueden ser comparados con nuestros simios actuales solo pueden ser encontrados por una visión clarividente sobre mediados de la época atlante de la evolución de la tierra. Cuanto más retrocedemos en el desarrollo de la humanidad, más vemos que para la visión clarividente, en la visión de nuestro yo durante el sueño en la noche, nuestra figura, nuestra forma en tiempos antiguos se ha conservado en cierta medida. Así que, ocurre que cuando un alumno se mira a sí mismo, aprende a reconocer su corporeidad física en un cuerpo etérico infinitamente más delicado, podría decirse, aunque no en el sentido de nuestro éter actual. Así aparece el hombre Su forma aparece más como una vívida imagen onírica que en la forma de carne y hueso que ahora posee. Tenemos que familiarizarnos con la idea de que cuando el yo y el cuerpo astral están fuera del ser humano, apenas pueden ver la cabeza; está bastante oscurecida; no completamente borrada, pero si bastante ensombrecida. Por otro lado, el resto del organismo del hombre es distinto. Este también está bastante ensombrecido, pero su condición es tal que el ser humano no aparece como hecho de carne y hueso, sino que uno tiene la clara impresión de que posee una organismo más poderoso. Puede parecer paradójico, sin embargo, es cierto que cuando un hombre se ve a sí mismo clarividentemente en el sueño tiene en ciertos momentos tal apariencia, es decir, para el yo y el cuerpo astral, su cuerpo físico y su cuerpo etérico presentan tal apariencia que ¡le recuerda la forma del Centauro! La parte superior, que aparece en el Centauro como la parte humana, tiene el rostro humano, pero en una forma muy oscura; la otra parte, que no es exactamente como ninguna de nuestras formas animales actuales, pero que es reminiscente de ellos en ciertos aspectos, es más poderosa, y el vidente se dice a sí mismo: "Para la visión espiritual, esto es más fuerte, incluso más denso, que nuestra forma presente de carne y hueso. 'Ya he mencionado estos asuntos en un curso previo de conferencias; pero deben comprender que todas estas Imaginaciones, excepto la Imaginación del Paraíso, son fugitivas y pueden presentarse desde diferentes aspectos. También podría presentar un aspecto algo diferente, y verían que esto solo corresponde a un período diferente de desarrollo, y luego deberíamos llegar a la forma de la Esfinge. El orden consecutivo de la evolución del hombre se presenta en varios aspectos, en diferentes puntos de vista. Las imágenes mitológicas, los llamados símbolos mitológicos, contienen mucha más verdad que las fantásticas combinaciones intelectuales hechas por la ciencia actual.
Por lo tanto, en la noche, la figura humana se vuelve muy peculiar. Ahora algo más se vuelve claro. Cuando consideramos con mirada clarividente esta parte inferior que nos recuerda a un animal, nos familiarizamos con algo que nos deja una impresión muy definida; como les dije en la última conferencia, estas impresiones, estas experiencias internas, son realmente lo esencial. Las imágenes son importantes, pero las experiencias internas son aún más. Alcanzamos una impresión para que conozcamos después: Lo que realmente me impulsa durante el día a mis propios intereses personales, que inocula en mi alma con intereses meramente personales, es el resultado de lo que observo en la noche como mi parte animal inferior. Durante el día no lo veo; pero está dentro de mí como fuerzas, y estas fuerzas son las que me arrastran hasta cierto punto y me desvían hacia intereses personales.
Desarrollar cada vez más esta impresión nos lleva al reconocimiento del lugar que realmente ocupa Lucifer en nuestra evolución. Cuanto más orientamos nuestra visión clarividente hacia el tiempo que corresponde a la Imaginación del Paraíso, más bella se vuelve la estructura, que en realidad es solo la reminiscencia en un tiempo posterior de lo que pertenece al reino animal. Y si regresamos completamente a lo que pertenece al Paraíso, donde la continuación animal del hombre aparece como separada del hombre mismo y multiplicada en toro, león y águila, podemos decir que estas formas, que conocimos en aquellos tiempos antiguos con estos nombres, también pueden ser en cierto sentido símbolos de belleza para nosotros. Más y más hermosas se vuelven estas formas, y, retrocediendo aún más, a la época de la que hablamos en la última conferencia, cuando representamos la impresión del sacrificio, llegamos al período en que la verdadera forma de Lucifer se nos aparece en sublime belleza, tal como él deseaba que se preservarse sin cambios en la evolución de la antigua Luna a la tierra.
Por el relato que he dado en 'Ciencia oculta', saben que en la Antigua Luna se le dio el cuerpo astral al hombre. Lo que llevamos dentro de nosotros en nuestro cuerpo astral jugó un papel importante en la Antigua Luna. Lo hemos descrito como individualidad personal, como egoísmo. Este egoísmo tuvo que ser implantado en el hombre en la Antigua Luna y como el hombre recibió su cuerpo astral en la Antigua Luna, el egoísmo se asentó en el cuerpo astral; y como Lucifer ha preservado su naturaleza lunar, ha llevado el egoísmo a la tierra como la cualidad interna del alma de su belleza. Por lo tanto, por un lado, él es el Espíritu de la Belleza, y por el otro, el Espíritu del Egoismo. Y lo que podemos llamar su error es solo esto: que ha trasplantado a la tierra algo que, en lo que respecta al hombre, si puedo usar la expresión, pertenecía a la Antigua Luna; es decir, la empapación e impregnación de sí mismo con egoísmo. Pero de ese modo, como se ha dicho a menudo, se le dio al hombre la posibilidad de convertirse en un ser libre y autónomo, en lo que nunca se hubiera convertido si Lucifer no hubiera transmitido el egoísmo de la Luna a la Tierra.
Por lo tanto, la experiencia interna nos enseña a conocer a Lucifer como el Espíritu Nocturno, por así decirlo. Y es parte del cambio que ocurre en nuestro yo y en nuestro cuerpo astral que por la noche nos sintamos en compañía de Lucifer.
Quizás al principio piensen, si piensan solo superficialmente, que debe ser desagradable para una persona, cuando se duerme y se vuelve clarividente, tomar conciencia de que, durante la noche, va en compañía de Lucifer. Pero si reflexionan más profundamente, pronto llegarán a la conclusión de que es más inteligente por nuestra parte aprender a reconocer a Lucifer; es mejor saber que estamos en su compañía que pensar que él no está allí y sin embargo, lo tenemos activo dentro de nosotros de forma invisible con sus fuerzas, como ocurre durante el día. El mal no consiste en que Lucifer esté a nuestro lado, porque gradualmente aprendemos a reconocerlo como el Espíritu que nos trae la libertad; el mal consiste en que no lo reconocemos. Pero después de que los hombres lo descubrieron, por así decirlo, cuando los engañó en la época lemúrica, no se les permitió verlo más; porque entonces, además de ese engaño original en la época lemúrica, habría habido otros innumerables errores menores. Por lo tanto, el Ser Divino-Espiritual que estaba vigilando el progreso de la humanidad tuvo que poner un velo sobre la visión de la noche. De ese modo, el hombre perdió también todo lo demás que habría visto durante el sueño. El sueño cubre de oscuridad el mundo en el que está el hombre desde que se va a dormir hasta que despierta. Al retirar el velo que cubre la noche con oscuridad, debemos percibir instantáneamente a Lucifer a nuestro lado. Si el hombre fuera lo suficientemente fuerte, esto no nos haría daño; pero como al principio no pudo ser fuerte en el sentido requerido por nuestro desarrollo terrenal, tuvo que ponerse este velo durante su sueño nocturno. Después de aquel primer gran engaño, que dejó en su camino la posibilidad de la libertad humana, ningún otro engaño llegaría al hombre a través de la visión directa de Lucifer desde el momento de su sueño hasta el despertar.
Ahora, hay un equivalente. No podemos ver a Lucifer por la noche si durante el día no vemos a su camarada, Ahriman. Así pues, para el estudiante que ha progresado hasta este punto en el desarrollo de su yo y su cuerpo astral, la experiencia diaria que le permite tener la visión de los objetos externos se vuelve diferente de lo que es para el hombre común. Aprende a reconocer que ve las cosas bajo una luz diferente que antes del desarrollo de su yo y su cuerpo astral. Primero aprende a ver ciertas impresiones, que ordinariamente consideraba de manera abstracta, como las actividades de los seres ahrimánicos. Así, lo que viene del exterior, que despierta el deseo en él desde afuera, no lo que viene desde adentro, porque eso es Luciférico, sino lo que lo atrae en los objetos y seres que lo rodean, de modo que sigue esta atracción por intereses personales; en resumen, todo lo que lo atrae hacia el disfrute desde el exterior, aprende a reconocer que lleva la impronta de Ahriman. También aprendemos a reconocer esto en todo lo que despierta el miedo dentro de nosotros desde afuera. Son los dos polos: el gozo y el miedo. A nuestro alrededor están el llamado mundo material y el llamado mundo espiritual; ambos en nuestra vida ordinaria de vigilia están envueltos en ilusión. El mundo externo de los sentidos aparece como maya, o ilusión, porque las personas no ven que cada vez son estimulados a disfrutar por objetos y seres externos, Ahriman asoma y provoca el disfrute en el alma. Pero el hecho de que haya una verdadera naturaleza espiritual en todas partes en la materia -que los materialistas niegan- produce miedo, y cuando los materialistas notan que el temor está comenzando a aparecer desde las profundidades astrales de su alma, entonces se asombran y piensan teorías materialistas; porque lo que dice el poeta es profundamente cierto: "La gente nunca se da cuenta del demonio (que es Ahriman), incluso cuando los tiene cogidos por el cuello". ¿Para qué se celebran las reuniones materialistas? Para jurar lealtad al diablo. Esto es literalmente cierto, solo que ellos no lo saben. Cada vez que los materialistas se reúnen hoy, para explicar con hermosas teorías que nada existe más que la materia, Ahriman los tiene por el cuello; y no hay oportunidad más favorable para estudiar al diablo hoy que ir a una reunión de materialistas o monistas. Por lo tanto, cuando un hombre ha experimentado un cierto desarrollo en su cuerpo astral y en su yo, Ahriman lo acompaña a cada paso. Cuando comenzamos a verlo, entonces podemos protegernos de él; podemos ver a Ahriman espiando en las seducciones por el disfrute y en las impresiones del miedo.
De nuevo, a causa de la inmadurez del hombre, fue necesario que Ahriman estuviera oculto; es decir, se extendió un velo sobre su naturaleza. Esto se hizo de forma algo diferente que en el caso de Lucifer; el mundo exterior se sumergió en maya para el hombre, dándole la ilusión de que afuera en el mundo, en lugar de asomarse a Ahriman, había materia en todas partes. Dondequiera que el hombre sueñe que hay materia, en realidad, existe Ahriman; y la mayor ilusión es la teoría materialista de la física sobre los átomos materiales, ya que en realidad no son más que las fuerzas de Ahriman.
Ahora, la humanidad en su conjunto se está desarrollando, evolucionando, y esta evolución avanza de tal modo que en nuestro futuro el hombre realmente desarrollará los poderes del puro intelecto cada vez más. Esto hará que su cabeza adopte una forma diferente externamente. En cierto sentido, el comienzo de este desarrollo hacia la intelectualidad se hizo con los albores de la ciencia natural moderna, hacia el siglo XVI. Cuando se intensifique, este desarrollo intelectual ejercerá una gran influencia sobre el yo y el cuerpo astral del hombre. Un tiempo establecido en el que todavía quedaban tradiciones de la antigua clarividencia. Éstos entraron en contacto el uno con el otro exactamente en los albores de nuestra ciencia natural moderna. Fue precisamente en el siglo dieciséis; entonces se sabía que vendría un futuro en el que, a través del desarrollo superior del yo y del cuerpo astral, el hombre realmente podría ver a Ahriman cada vez más claramente. Después, debido a que en el período inicial del desarrollo intelectual luchó contra la percepción de lo Espiritual con todas sus fuerzas, se estableció un oscurecimiento; pero en la figura de Mefistófeles, que no es otro que Ahriman, al lado de Fausto, el siglo XVI pudo señalar que, fundamentalmente, Ahriman se volverá cada vez más y mas peligroso de manera consciente para el futuro desarrollo de la humanidad; que Mefistófeles se convertirá más y más en una especie de tentador de la raza humana. En ese tiempo, esto solo pudo demostrarse porque el hombre aún tenía un recuerdo de las antiguas figuras espirituales. Pero esto ha sido olvidado por el cuerpo general de la humanidad, aunque en el futuro se le forzará al hombre el conocimiento de que a través de toda su vida de vigilia lo acompaña Ahriman-Mefistófeles. Naturalmente, esto corresponde a la imagen complementaria de que el hombre se dirige hacia un futuro en el cual, cada vez que despierte, tendrá -al principio como un sueño fugaz, pero luego más claro- la impresión: "Tu compañero durante la noche fue Lucifer. "Pueden ustedes ver con esto que a través del desarrollo teosófico-oculto del yo y del cuerpo astral podemos tener el conocimiento previo de lo que vendrá a la humanidad en el futuro, podemos percibir vagamente la compañía de Ahriman y Lucifer. A través de una ley definida de la evolución, Lucifer primero vino al hombre durante la época lemúrica, y luego, como consecuencia de la influencia luciférica, llegó la Ahrimánica. En el futuro esto se invertirá: la Ahrimánica primero será fuerte y, posteriormente, se agregará la influencia luciférica. En las condiciones clarividentes siempre en desarrollo del alma humana, la influencia ahrimánica funcionará principalmente en la condición de vigilia, la influencia luciférica principalmente durante el sueño, o en todas las condiciones que son de hecho similares al sueño, pero en las que hay conciencia.
Por lo tanto, cuando Ahriman entró en nuestra vida sensible externa en nuestra condición de vigilia, el hombre primero necesitó una protección contra Ahriman durante esta condición de vigilia. Estos impulsos protectores se han dado en el desarrollo de la humanidad muchos, muchos siglos antes de que apareciera el peligro. Aunque el cuerpo general de la humanidad aún no ha desarrollado la plena conciencia de Ahriman-Mefistófeles, el impulso protector vino al comienzo de nuestra era en la aparición física de Cristo en el desarrollo de la tierra. Cristo hizo aparición una vez en cuerpo físico en el desarrollo de la tierra para prever que el hombre pudiera estar armado, al recibir el impulso de Cristo, contra la influencia necesaria que vendrá de Ahriman-Mefistófeles. El poder a través del cual el hombre será armado más tarde cuando la influencia luciférica esté allí, es una influencia que afectará a una conciencia diferente; el hombre estará armado contra esto por la aparición de Cristo en el cuerpo etérico, respecto del cual hemos dicho a menudo que se está acercando. Así como Cristo apareció una vez en un cuerpo físico y desde allí su impulso ha seguido avanzado, de igual manera desde este siglo XX Cristo será visto en forma etérica, primero por un pequeño número y luego por un número cada vez mayor de seres humanos . Así vemos que el desarrollo progresivo del hombre se produce por una especie de equilibrio; una especie de equilibrio de los diferentes impulsos. Lo que se relata en los Evangelios como la historia de la Tentación, la confrontación de Lucifer y Ahriman con Cristo, expuesto de diferentes maneras en los diferentes Evangelios -hablé de esto en una ocasión anterior- es una señal de que a través del Impulso de Cristo , a través del Misterio del Gólgota, el hombre podrá encontrar el camino correcto de desarrollo en el futuro. Forma parte de un verdadero desarrollo del yo y del cuerpo astral del hombre que en este cuerpo transformado y astral puede recibir las impresiones de las posiciones que ocupan Ahriman, Lucifer y Cristo en el desarrollo de la humanidad, y un desarrollo correcto del yo y del cuerpo astral conduce a este conocimiento de los tres impulsos que condicionan la evolución de la humanidad.
Un desarrollo correcto, sin embargo, incluye la extensión del sentido del yo en el cuerpo astral a intereses comunes a la humanidad y el mundo. Y actúa como veneno cuando un hombre lleva sus aspiraciones personales a las regiones de su observación clarividente que solo debe observar cuando está lleno de intereses comunes a la humanidad y al mundo. Por tanto no puede percibir la verdad, sino que tiene imaginaciones que son incorrectas, falsas, que son solo los reflejos de sus propios intereses y aspiraciones personales. A veces puede suceder que un clarividente que todavía está lleno de aspiraciones e intereses personales experimente algo como lo siguiente. Recibí una carta en la que alguien escribió que tenía que comunicar algo que yo debería saber. Dijo que Cristo había renacido en un cuerpo físico, y su dirección está en algún lugar de Londres, W .; que María había renacido en un cuerpo físico; su dirección es la de su sobrina, en tal y tal calle. Pablo había renacido, y que era su cuñado, y también daba su dirección. Y todos los mencionados en los Evangelios habían renacido entre los parientes, y en esta carta se daban todas sus diversas direcciones. Podría mostrarle esta carta a cualquiera: es un documento -por más grotesco que pueda parecer- que muestra el efecto de llevar los intereses personales a límites donde solo deberían existir los intereses del mundo y de la humanidad.
Pero ahora debemos entender claramente que cuando alguien comete un error en el conocimiento intelectual abstracto en general, este tipo de error puede controlarse fácilmente, es algo que puede eliminarse comparativamente rápidamente, aunque, de hecho, el conocimiento humano tiene un origen espantoso, como se mencionó en la última conferencia. Dado que el conocimiento del hombre, tal como se expresa en nuestra vida diaria despierta, recibe impulsos tan diluidos que cualquiera puede desarrollar una libertad perfecta con respecto a ellos, por lo tanto, nadie necesita ser deslumbrado por los desatinos pensados por el intelecto humano, y aquellos que se permiten ser deslumbrados por estas imprudentes imaginaciones pueden ser curados en un tiempo relativamente corto. Pero supongamos que en esta observación clarividente una persona llega a tener imaginaciones incorrectas de la manera que las hemos descrito; estas imaginaciones incorrectas en cierta manera, actúan como un veneno en el alma; la envenenan borrando la sana razón humana y el entendimiento intelectual. Por lo tanto, lesionan a uno mucho más profundamente que las locuras meramente intelectuales. Por lo tanto, si tratamos de impregnar todo lo que se obtiene en los campos del ocultismo con las formas del intelecto humano sano, lo hacemos bien. Si simplemente se da una Imaginación, sin ningún intento de justificarla, como hemos tratado de justificar en el curso de las conferencias (y las imaginaciones incorrectas solo se citarían como meras imaginaciones), luego esto se impondrá sobre la misma facultad en otros que debería concentrarse en sí mismo para rechazar tales imaginaciones. Y bien podría ser que, mientras que quien difunde locuras intelectuales puede provocar fácilmente críticas, quien propaga imaginaciones falsas por este medio, les quita a los que creen en él el poder de criticar; es decir, los ciega al reto que debe darse a las imaginaciones en cuestión.
De esto podemos deducir, mis queridos amigos, cuán necesario es que, en el momento en que el conocimiento vaya más allá de lo que está destinado al hombre en el curso natural de la evolución, en el momento en que un hombre se eleve al conocimiento clarividente, cuán incondicionalmente necesario es que su desarrollo debe avanzar inquebrantablemente hacia los intereses comunes a la humanidad y el mundo. Esto siempre será reconocido en el ocultismo verdadero. Y afirmar lo contrario, que puede haber una entrada sana en el mundo espiritual, es decir, un desarrollo sólido del cuerpo astral y del yo, separadamente a la extensión de los intereses humanos a los intereses mundiales desinteresados a los intereses comunes a la humanidad; es decir, para hacer la afirmación opuesta a la hecha aquí, solo podría surgir de una disposición que impregna el ocultismo con frivolidad. Debemos tener en cuenta la gran importancia de estas cosas al hablar de los cambios que tienen lugar en el cuerpo astral y en el yo del hombre durante su desarrollo espiritual superior.

traducida por Julio Luelmo ago 2015

GA145 La Haya 27 de marzo de 1913 El efecto del desarrollo oculto sobre el yo y las envolturas del hombre El Guardián del Umbral. Caín y Abel. La experiencia de la soledad helada como contrapeso a la prevalencia del egoísmo en el cuerpo astral.


Rudolf Steiner

Conferencia VIII


La Haya 27 de marzo de 1913


A medida que nos acercamos a los procesos en el cuerpo astral y el Yo del hombre como son experimentados en el desarrollo oculto, se vuelve cada vez más difícil describirlos. Porque la experiencia en estas partes de la naturaleza humana está muy alejada de la experiencia de la vida cotidiana. En la vida ordinaria del alma generalmente experimentamos la vida en el cuerpo astral como un fluir y decaer de deseos, emociones, impulsos, pasiones, etc .; y también sentimos como vida interior nuestra lo que se expresa colectivamente en el ego. Pero lo que se experimenta así no es sino un reflejo, el reflejo del yo y del cuerpo astral en los cuerpos físico y etérico; no es una experiencia consciente del cuerpo astral y del yo. A través de lo que experimentamos en la vida ordinaria del alma, no podemos obtener una idea verdadera de la experiencia real en los mundos superiores en nuestro cuerpo astral y el yo; por lo tanto, cuando describimos estas cosas, debemos recurrir a un tipo de representación adecuada para estos mundos superiores, debemos recurrir a las imaginaciones, y estas imaginaciones realmente se experimentan. Pero uno no debe imaginar que la contemplación de las imaginaciones clarividentes es lo único que experimentamos; en cierto sentido, ni siquiera es lo principal; lo principal es lo que luego experimentamos interiormente a través de ellas; los procesos y pruebas internas por las que atraviesa el alma cuando confronta estas imaginaciones.
Y particularmente este es el caso con una imaginación tan importante y poderosa como la que se ha descrito como Imaginación del Paraíso. Quien realmente experimenta esta Imaginación del Paraiso, quien puede tenerla ante sí como una conquista en la experiencia superior, se siente situado en medio de un surgir interno del alma, se siente sostenido por una ondulación interna del alma, y siente que él mismo podría equivocarse en las dos direcciones diferentes descritas en la última conferencia; se siente atraído, vívidamente atraído por todas las pasiones y emociones que continúan obrando a partir de la vida personal que previamente había dirigido en el plano físico; porque los intereses personales que gradualmente hemos adquirido en el plano físico obran con una fuerza cada vez mayor como innumerables fuerzas magnéticas de atracción. Pero, por otra parte, siente algo más. Cuanto más cerca está, cuanto más claramente ve esta Imaginación del Paraíso, más poder tienen estas fuerzas que lo hacen caer hacia intereses personales. Lo que ocasionan en él es que borran la Imaginación del Paraíso cada vez más, o tal vez sería mejor decir que evitan que aparezca adecuadamente; está como embotado: los intereses personales, las emociones, los sentimientos, las sensaciones, etc., que arrastramos con nosotros, son tantos cientos y cientos de fuerzas magnéticas que son otras tantas causas de estupefacción. Cuando el alumno trata de progresar avanzando en su auto aprendizaje, observa su cuerpo astral cada vez más verazmente (porque la Imaginación del Paraiso se experimenta fuera del cuerpo físico y del cuerpo etérico, es decir, en el cuerpo astral y el Ego). cuando ha captado la verdadera naturaleza y el carácter del cuerpo astral, sabe que es Egoista. Y solo está en la posición correcta en este punto, al que ha llegado a través del auto aprendizaje, si no permite que sus intereses egoístas se vuelvan personales a su naturaleza y se vea atraído con innumerables fuerzas, sino que puede hacer que los intereses de toda la humanidad y del mundo sean cada vez más suyos. En esta etapa del desarrollo oculto se siente un contrapeso contra el egoísmo del cuerpo astral, algo que es tanto más evidente cuanto más se fortalecen las fuerzas egoístas en el cuerpo astral ahora liberado. Hay una sensación cada vez mayor de soledad, soledad helada. Esta soledad helada también es parte de lo que se experimenta en el surgimiento interno del alma. Es esta soledad helada la que cura permitiendo que el egoísmo tenga la ventaja, y si el estudiante se ha entrenado correctamente, en este punto de su desarrollo oculto puede sentir el impulso de ser todo a través de sí mismo y para sí mismo, y puede al mismo tiempo, también sentir la fría soledad que se le acerca.
Tener este sentimiento es tan importante como acercarse gradualmente a la Imaginación del Paraíso. Y cuando estas dos fuerzas, la del egoismo que se expande abarcando los intereses del mundo y la soledad helada, trabajan juntas, el estudiante se acerca cada vez más a la Imaginación del Paraíso. Y cuando esta última aparece en toda su intensidad, cuando está realmente allí, también ha llegado el momento de experimentar el encuentro con el Guardián del Umbral de una manera totalmente correcta. Es difícil dar una sola descripción del guardián del umbral; lo he hecho en diferentes ocasiones en nuestras consideraciones teosóficas. Hoy nuestra tarea no es tanto describir al Guardián del Umbral sino describir las experiencias internas en las envolturas del hombre y en el Yo humano. Si el estudiante se acerca a la Imaginación del Paraíso; es decir, si ésta se vuelve más y más vívida y se encuentra con el Guardián del Umbral, entonces siente toda la fuerza de las fuerzas magnéticas que acabo de describir, y cuando se enfrenta al Guardián del Umbral siente, y esto es una sensación terrible: se siente como encadenado o enraizado en el lugar. Porque todas las fuerzas magnéticas que lo llevan a lo personal ahora ejercen su influencia más fuerte; y solo si ha progresado hasta el punto en que la helada soledad se ha vuelto tan instructiva que es realmente capaz de hacer suyos los intereses del mundo, hacen que pase la prueba del Guardián del Umbral; y después solo se siente unido a la Imaginación del Paraíso y se hace uno con ella. Se siente dentro de ella. La experiencia es como entrar en una relación correcta con los intereses del mundo, de modo que pueda confesar: "Ahora solo puedo permitir que mis propios intereses se afirmen, porque se han convertido en los intereses del mundo".
Pero si no aprueba, si aún no ha adquirido suficientes intereses universales, sus intereses personales lo empujan hacia atrás y aparece lo que en Ocultismo se describe como: no pasar al Guardián del Umbral. Estos intereses personales oscurecen la Imaginación del Paraíso; puede obtener partes separadas de ella, por así decirlo, impresiones indistintas, pero no perfectas, y uno es arrastrado, por así decirlo, a la vida personal. Puede ocurrir que haya recibido el poder de tener cierto grado de experiencia clarividente; pero estas son realmente experiencias ilusorias; pueden ser bastante engañosas, ya que están completamente impregnadas y nubladas por intereses personales.
Sólo a través de tal experiencia el estudiante puede comprender completamente -porque ahora se convierte en un asunto serio para él, por así decirlo- que los intereses personales deben dejar paso a los intereses del mundo si realmente desea ver con precisión en el mundo espiritual. Tanto es así, que antes de alcanzar esta etapa no puede creer esto en absoluto, ya que los intereses personales están en contra; pero ahora que ha llegado a este punto, lo ve.
Ahora hemos alcanzado un lugar muy peligroso en la descripción de las condiciones ocultas; sin embargo, se debe hacer el esfuerzo de describir también los próximos pasos, tal como aparecen en la experiencia de los ocultistas, y en la forma en que deben darse, teniendo en cuenta el hecho de que nuestros oyentes están intentando, en cierto sentido, hacer que estas cosas sean una posesión de sus propias almas, para más adelante trabajar en ellas; porque cosas como estas no pueden expresarse en secas ideas abstractas; debemos intentar perfilar lo que parece ante la visión clarividente. Ahora bien, esta visión clarividente no debe ser entendida de ninguna manera como algo que puede representarse rígida y esquemáticamente; sino que lo que describiré es nuevamente una experiencia típica, como la de la experiencia del Paraíso, y realmente debemos tener esta experiencia para luego reconocer qué conocimiento y visión oculta realmente son. Hasta que llegue esta experiencia no podemos tener una idea real, quiero decir ninguna idea experimentada, de visión oculta; pero aun así, cuando se describa tal cosa, podamos entenderla, si logramos que sea respaldada por una sólida comprensión humana. Ahora debe describirse, en la medida de lo posible, desde la visión misma.
Quiero suponer que el estudiante ha superado el Guardián del Umbral y ha conseguido la unión con la Imaginación del Paraíso; que la siente dentro de él, como si esta Imaginación del Paraíso se hubiera convertido en su propia envoltura astral más grande. Aún siente claramente su propio cuerpo astral y sabe que está conectado con su Yo, pero al mismo tiempo sabe que este cuerpo astral extiende sus intereses a todo lo que concierne a los objetos y seres de la Imaginación del Paraiso. Cuando el estudiante sabe que su unión con la Imaginación del Paraíso se ha cumplido, puede tener algo semejante a la siguiente impresión: percibirá su propio cuerpo astral como perteneciéndole, y cuando haya sentido suficientemente lo que justo hemos descrito como la soledad helada, este sentimiento se convierte en un poder dentro de él, y le preservará de mirar nada más que a sí mismo después de cumplirse su unión con la Imaginación del Paraíso. De este modo creará para sí mismo, por así decirlo, el órgano por el cual puede contemplar a otros seres. Su visión oculta primero se depositará sobre otro ser, un ser que causará una impresión especial en él, porque le parecerá igual que él. Él mismo siente que está en su Yo y en su cuerpo astral; el otro ser al principio también se le aparece con un Yo y un cuerpo astral. Esto se debe a que las cualidades y los poderes que el alumno lleva consigo a ese momento le permiten ver exactamente ese ser, que se presenta como en un yo y un cuerpo astral. El alumno ahora tendrá la siguiente experiencia, producida por la fría soledad que ha aprendido a soportar.
Las fuerzas de su cuerpo astral se verán esforzándose por fluir hacia afuera. Si tuviera que representar esto en un diagrama, debería dibujarlo de esta manera; pero, como ya he dicho, solo se expresa de forma muy esquemática. Dibujo al Yo algo así como el núcleo de un cometa, y el cuerpo astral como la cola del cometa que se extiende hacia arriba.

Pero eso es solo un diagrama; para el estudiante realmente ve un ser, se ve a sí mismo como un ser, y esta visión es mucho más compleja que la visión del propio ser como hombre físico. También ve dentro de su propio Yo al otro ser a través del cual mira. Como ya se dijo, esta es una experiencia típica. Su visión simplemente se deposita sobre dicho ser, pero siente que este ser no está en una esfera de soledad helada como él mismo, y por lo tanto el cuerpo astral se le ve como dirigido hacia abajo. Es extremadamente importante experimentar esto, sentirse como en un cuerpo astral que se abre hacia arriba, desarrolla sus rayos de fuerza hacia arriba, desea fluir hacia arriba y, sin embargo, ver al otro ser como un Ser cuyo cuerpo astral desarrolla sus fuerzas hacia abajo .

Con esta experiencia típica, ahora entra en la auto conciencia algo como lo siguiente: "Soy de menor valía, de menor valor que este otro ser. Lo que es valioso en el otro ser es que puede abrir su cuerpo astral hacia abajo, puede, por así decirlo, verter sus fuerzas hacia abajo. "Y la impresión del estudiante es la de haber abandonado el mundo físico. Las fuerzas que proceden hacia abajo del cuerpo astral del otro van al mundo físico y allí obran como fuerzas de bendición; en resumen, tiene la impresión de que se está confrontando a un ser que puede enviar a la tierra, lo que ha adquirido en el mundo espiritual como una lluvia de bendición espiritual; mientras que él mismo no puede dirigir su cuerpo astral hacia abajo, éste persiste en ir hacia arriba. Tiene la sensación de que es de menor valía, porque no puede dirigir su cuerpo astral hacia abajo. Además, tiene la sensación de que esta conciencia que surge así dentro de él debe guiarle a un acto espiritual. Una decisión espiritual madura. Esta decisión espiritual es llevar su soledad a este segundo ser y calentar su frialdad con su calor; uniéndose a este otro ser. Ahora, por un momento tiene la impresión de que su propia conciencia está siendo borrada, como si hubiera provocado una especie de asesinato de su propio ser, como consumido por el fuego. Luego destellea en la auto conciencia, que previamente se había sentido borrada, algo que ahora primero aprende a conocer: La Inspiración. Él se siente inspirado. Es como una conversación, una conversación típica, ahora sostenida con un ser al que solo ha aprendido a conocer porque le permite compartir su inspiración. Si un estudiante es realmente capaz de comprender lo que este ser envía como su voz inspiradora, podría traducir lo que dice con las siguientes palabras: "Porque has encontrado el camino hacia el otro y te has unido con su benéfica lluvia de sacrificio". , tú puedes volver a la tierra con él, dentro de él, y yo te haré su guardián en la tierra. "Y el estudiante tiene la sensación de que algo de importancia infinita ha tomado forma en su alma al poder escuchar estas palabras de inspiración. En lo Espiritual hay un ser que es más precioso que uno mismo, y se le permite derramar en bendición su ser astral hacia abajo. A través de la impresión de poder unirse con este ser y ser su guardián cuando desciende, el estudiante primero aprende a comprender cómo estamos realmente relacionados, como seres humanos físicos que pisamos la tierra, a través de nuestras envolturas físicas y etéricas con lo que está impregnado como poderes superiores en el Yo y el cuerpo astral. En nuestras envolturas físicas y etéricas somos guardianes de aquello que se desarrollará más y más en esferas superiores. Sólo en esta experiencia interna, cuando siente que su ser externo es el guardián del ser interior, tiene realmente un hombre una comprensión verdadera de la relación del ser externo con el ser interior del hombre.
Ahora bien, cuando el alumno ha superado la prueba del Guardián del Umbral, la experiencia que acabo de describir no está sola, sino que es seguida por otra. He descrito la experiencia puramente clarividente e inspirada que el estudiante puede tener cuando, fuera de los cuerpos físico y etérico, llega a la unión con la Imaginación del paraíso, y luego obtiene la inspiración que en primer lugar da una idea de la interrelación entre las envolturas. Pero cuando ha pasado la prueba del Guardián del umbral se agrega una segunda impresión a la primera; la visión se amplía más allá del Guardián del Umbral hacia el mundo físico. Trazo una línea para representar el límite entre los mundos Espirituales superiores y el mundo físico; arriba, es el reino de los mundos espirituales y abajo del mundo físico.



Ahora mirando abajo hacia el mundo físico, por así decirlo, aparece otra imagen, una imagen de sí mismo situado abajo como hombre. El estudiante observa su propio cuerpo astral; pero este cuerpo astral que ahora aparece como un reflejo es dirigido hacia abajo, no trata de desarrollar esa fuerza para que fluya hacia el mundo espiritual; se aferra estrechamente, por así decirlo, al plano físico, no se eleva a las alturas. También ve el reflejo del otro ser, cuyo cuerpo astral fluye hacia arriba. Él tiene la sensación de que este cuerpo astral está fluyendo en el mundo espiritual. Se ve a sí mismo y ve al otro, y tiene la sensación: "Tú estás allí abajo una vez más; en el lugar del otro ser situado allá abajo como un hombre completamente diferente; él es un hombre mejor que tú; ya que su cuerpo astral se esfuerza hacia arriba, se eleva hacia arriba como el humo. Tu cuerpo astral se esfuerza hacia la tierra, va hacia abajo como la niebla. "Tiene un sentimiento del Yo que mora dentro de él cuando así mira hacia abajo, y le viene la siguiente impresión terrible: dentro de ti se está formando un propósito, un terrible propósito, el propósito de matar al otro a quien tú consideras mejor que tú. El estudiante sabe que esta decisión no proviene enteramente del Yo, porque su Yo está allí arriba. Es otro ser el que habla aparte del que está abajo; pero este ser sugiere la decisión de matar al otro. Y nuevamente oye la voz que anteriormente le había inspirado, pero ahora suena como una voz terrible y vengativa: "¿Dónde está tu hermano?" Y desde este Yo prorrumpe una voz hostil hacia el anterior. Previamente, la inspiración fue la siguiente: "Al unirte a los poderes benéficos del otro ser, deseas derramarte hacia abajo con ellos, y yo te haré guardián del otro ser". Ahora brotan desde este ser aquellas palabras que reconoce como propias: "No seré el guardián de mi hermano". Primero viene la resolución de matar al otro, luego la protesta contra la voz inspiradora que decía: "Porque has querido unir tu frialdad con ese calor". Yo te nombro guardián de ese otro; "la protesta: 'no seré su guardián'.
Cuando hemos tenido esta experiencia imaginativa, entonces, sabemos de todo lo que es capaz el alma humana, y sobre todo, sabemos una cosa: que, si esa alma se pervierte, las cosas más nobles en el mundo espiritual pueden convertirse en las cosas más terribles en el mundo físico . Sabemos que en las profundidades del alma humana, mediante la perversión de la más noble disposición al sacrificio, puede surgir el deseo de matar a nuestro compañero. A partir de este momento, sabemos lo que significa en la Biblia la historia de Caín y Abel, (pero solo a partir de este momento), puesto que la historia de Caín y Abel no es otra cosa que la reproducción de una experiencia oculta que acabamos de describir. Si el escritor de la historia de Caín y Abel hubiera podido describir lo que tuvo lugar con el hombre antes del tiempo de la historia del Paraíso aparte de otras razones que las que se muestran en el curso del desarrollo de la humanidad, él habría descrito la primera experiencia , la superior (en el diagrama). Así pues, comienza con la historia del Paraíso y describe su reflejo; debido a que Caín sintió de esta manera hacia Abel antes de ese período en el desarrollo de la tierra indicado por la historia del Paraíso, sintió hacia él como es mostrado aquí arriba. Y después de la tentación, y después de la pérdida de la visión que se recuperó en la visión oculta a través de la Imaginación del Paraíso, la disposición de Caín para el sacrificio había pasado a lo que aparece aquí abajo; su disposición al sacrificio realmente había cambiado en el deseo de matar al otro. El grito del que leemos en la Biblia: "¿Seré yo el guardián de mi hermano?" Es el reflejo inverso de la otra inspiración: "Te haré guardián del otro aquí abajo en la tierra." A partir de esto serán capaces de ver que estas experiencias típicas son ciertamente importantes; porque provocan una cierta unión entre lo que podemos ser hoy y los intereses comunes a toda la humanidad. Pero al mismo tiempo nos muestran muy claramente por lo que experimentamos en ellos en nuestra palpitante vida del alma, que lo principal es sentir el salto colosal que ha experimentado el desarrollo de la humanidad a partir de lo que les describí primero como imaginación pre terrenal, por así decirlo, aquello que se presenta en la historia de Caín y Abel como un evento en la humanidad después de ser expulsados del Paraíso, después de la expulsión por medio de la cual el Guardián del Umbral se ha vuelto invisible para el hombre. El conocimiento de este salto en el desarrollo de la humanidad primero realmente nos muestra lo que es este hombre terrenal; porque cuando realmente sentimos de principio a fin lo que acabamos de describir, experimentamos gradualmente que este hombre terrenal, tal como es ahora aquí en la tierra, es la perversión de lo que una vez fue. Y entonces sabemos con gran certeza en qué deberíamos habernos convertido si nada más hubiera intervenido. Si simplemente nos hubiéramos desarrollado en esta evolución terrenal sin nada más, deberíamos haber tomado conciencia de que este es el reflejo en la tierra. Para empezar no debíamos conocer esto, realmente solo en nuestra época actual se le permite al hombre conocer de que es el reflejo la historia de Caín y Abel, que es el reflejo de un sacrificio elevado. Todo lo que estaba arriba, todas las cosas antes de que el Paraíso fuese ocultado, porque el Guardián mismo nos lo ocultó cuando, en otras palabras, el hombre fue expulsado del Paraíso. Esto solo podría lograrse a través del cuerpo físico y el cuerpo etérico del hombre que ahora están tan impregnados de fuerzas que no lleva a cabo lo que aparece como reflejo, porque ciertamente lo llevaría a cabo si llegara a sentir todo lo que está en el cuerpo astral.. El cuerpo físico y el cuerpo etérico dejan tan estupefacto al ser humano que su deseo de matar a su compañero no se realiza. Consideren lo que se dice en esta simple oración: en la que los poderes espirituales buenos, progresivos y divinos le dieron al hombre un cuerpo físico y etérico, de modo que no puede considerar el pasado, algo así como una suerte de estupefacción fue derramado al mismo tiempo sobre el deseo por la guerra de todos contra todos. El deseo de esto no se despierta en el alma, porque el cuerpo físico y el cuerpo etérico del hombre fueron preparados de tal manera que este deseo se quedó paralizado. Una persona no puede ver su cuerpo astral; por lo tanto, este deseo, también, permanece desconocido para él; él no lo lleva a cabo.
Si realmente queremos describir la interacción del cuerpo astral y el yo, debemos describir cosas que no solo permanecen ocultas a la naturaleza humana, sino que deben permanecer así. Pero, ¿Qué se ha producido mediante el impacto de este y otros deseos similares, deseos relacionados con la aniquilación y la destrucción de la vida humana y de otras comunidades en el plano físico? Se han debilitado; el alma humana solo los percibe en una forma debilitada; solo los siente en cierta medida. Y la oscura sensación de esos deseos que sería algo en consecuencia terrible si el hombre les permitiera la libre expresión, tal como realmente son, este es realmente nuestro conocimiento terrenal humano.
Estoy dándoles por primera vez una definición de la naturaleza del conocimiento humano terrenal. Que consiste en impulsos de destrucción tenues y de baja intensidad. Shiva en su forma más terrible, hasta ahora estupefacto de no poder encontrar libremente expresión, sino que, por así decirlo, está debilitado, comprimido en el mundo humano de las ideas: este es el maya del ser humano, este es el conocimiento del hombre. Por lo tanto, el conocimiento tenía que estar tan debilitado, es decir, los impulsos y las fuerzas internas debían debilitarse tanto que el impulso terrible original, gobernado por Ahriman, ese poder de Ahriman (porque originalmente fue Ahriman quien dio lugar a este deseo). debería estar tan debilitado que no pudiera expresarse a través del hombre, que de ese modo se convertiría permanentemente en un sirviente de Shiva. La suma total de estas fuerzas tuvo que debilitarse tanto que su expresión en el hombre solo le permite transponerse dentro del ser de otro con sus conceptos e ideas. Cuando tratamos de forzar una idea propia en el ser de otro, cuando tratamos de imbuir a otro con un concepto propio, este concepto inculcado en la naturaleza del otro es el arma de Caín que fue usada contra Abel. Y gracias a que esta arma estaba así embotada (sin apenas filo), hizo posible que aquello que estaba en un límite se invirtiera en su opuesto, pudiendo pasar a la corriente evolutiva. Y así, mediante una evolución más lenta, a través del fortalecimiento cada vez mayor de su conocimiento, el hombre alcanza finalmente la experiencia de algo que no se le permitió expresar en el mundo físico porque allí se convirtió en un impulso destructivo; etapa por etapa desarrolla primero el conocimiento ordinario, luego el conocimiento imaginativo, que penetra más en el ser de otro, luego el conocimiento inspirador, que penetra aún más en el ser de otro, hasta que en el conocimiento intuitivo entra completamente y vive espiritualmente en el otro ser
Por lo tanto, luchamos gradualmente hasta comprender lo que es realmente este yo. En cuanto a su naturaleza más interna, se ve que el cuerpo astral es el gran egoísta; el yo es más que eso: no solo vive por sí mismo, sino que también desea ignorar a los demás. Y el conocimiento, tal como el que se adquiere en la tierra, es esta leve pasión por entrar en otro, no simplemente expandirse uno mismo con todo lo que uno es, sino pasar más allá de uno mismo a otro. Ese es el egoísmo intensificado y extendido más allá de sí mismo.
Si tienen en cuenta cuál es el origen del conocimiento, comprenderán que siempre existe la posibilidad de utilizarlo indebidamente, ya que si este es un conocimiento verdadero en el Yo, en el momento en que se desvía es mal utilizado. Solo progresando y haciendo esta penetración en el otro, más y más espiritual y la renuncia de esta penetración en el ser de otro, por parte del cuerpo astral que se ha expandido a los intereses mundiales, únicamente dejando intacta su constitución y colocando sus intereses por encima de los nuestros, podemos prepararnos para un conocimiento superior. Además, no podemos reconocer un ser de la jerarquía de los ángeles, por ejemplo, si no hemos alcanzado la etapa en que el ser interior de los ángeles nos interesa más que nuestro propio ser. Mientras tengamos más interés en nuestro propio ser que en el ser de los ángeles, no podremos reconocerlos. Por lo tanto, primero debemos educarnos a nosotros mismos en los intereses del mundo, y después en los intereses que van más allá, de modo que ese otro puede ser más importante y de mayor relevancia que uno mismo. En el momento en que tratamos de desarrollarnos aún más en las experiencias ocultas, mientras aún nos valoremos a nosotros mismos mas que a los otros seres que deseamos conocer, en ese mismo momento nos extraviamos. En este punto, si siguen esta línea de pensamiento, realmente llegan a una verdadera concepción de la magia negra; porque la magia negra comienza donde la actividad oculta se lleva al mundo sin que primero nuestro Yo esté en la posición de expandir nuestros propios intereses hacia intereses mundiales, sin poder valorar otros intereses más que los nuestros.
Tales cosas solo pueden ser tocadas, de modo que despierten conceptos concernientes a ellos; son demasiado importantes para más que esto. Quise mostrar cómo gradualmente podemos llegar a reconocer en su verdadera forma, no en su maya, aquello que habita dentro de nosotros como yo y cuerpo astral; porque lo que un hombre experimenta internamente como su cuerpo astral no es el verdadero cuerpo astral, sino simplemente el reflejo de este en el cuerpo etérico. Y lo que un hombre llama su Yo no es el verdadero Yo, sino un reflejo del Ego en su cuerpo físico. Un hombre solo experimenta reflejos de su ser interno. Si experimentara las formas de su propio cuerpo astral interno y del Ego, antes de que estuviera lo suficientemente maduro, se inflamarían dentro de él impulsos de destrucción; se convertiría en un ser agresivo; el deseo de dañar surgiría dentro de él. Y esas cosas son subyacentes a toda la magia negra. Aunque los caminos seguidos por la magia negra son muchos, el efecto que persiguen es siempre algo así como un pacto con Ahriman o Shiva. Solo podemos aprender a reconocer el cuerpo astral y el Ego en su verdadera forma si al mismo tiempo reconocemos la necesidad de desarrollarlos y hacerlos dignos de ser lo que deberían ser. La naturaleza más interna del cuerpo astral es el egoísmo; pero debería convertirse en nuestro ideal el permitirnos ser egoístas siempre que hagamos nuestros los intereses del mundo. Debe ser nuestro ideal que se nos permita entrar en otro ser, siempre que no tengamos la intención de buscar nuestros propios intereses, sino que encontramos que el otro ser es más importante que nosotros mismos. La auto educación debe llegar tan lejos como para sentir esta imagen superior en todo su significado moral oculto; que así nosotros gradualmente transformemos esta imagen que es nuestro yo, de modo que ya no podamos agitarnos con nuestras propias emociones, impulsos, deseos y pasiones, sino que al vivir nuestra vida en el cuerpo astral, entramos en la soledad glacial; así entonces nos abramos a la calidez, al cálido interés que fluye de los otros mundos, y deseemos unirnos con las fuerzas benéficas que proceden de este otro ser. Este es, al mismo tiempo, el punto de partida para una elevación gradual de nuestro ser a las Jerarquías superiores en su verdadera forma. No alcanzamos los Seres de las Jerarquías superiores si no estamos en una posición digna para hacer frente a la Imaginación e Inspiración que se ha descrito, y soportar ver su imagen opuesta; es decir, las posibilidades en las profundidades de la naturaleza humana cuando ésta fue arrojada del mundo espiritual al mundo físico. Si nos negamos a mirar la doble imagen de Caín y Abel mas abajo, (nuestro propio yo y el representante de nuestro Yo Superior), (el mediador entre nuestro yo y las Jerarquías superiores), no podemos ascender. Pero cuando somos capaces de cultivar en nuestro yo el sentimiento indicado aquí, entonces experimentamos nuestro Yo, y esto proporciona la entrada a las órdenes superiores de las Jerarquías.

Traducida por Julio Luelmo ago. 2015
El objetivo de este blog es publicar en Internet todo el material fuente existente para las transcripciones de las conferencias de Rudolf Steiner de la forma más completa posible, para que este gran tesoro esté disponible para toda la humanidad. Se trata de notas de oyentes, transcripciones de conferencias y, en su mayor parte, transcripciones en texto plano de conferencias estenografiadas, también conocidas como transcripciones en texto plano. De este modo, cualquiera puede comprobar por sí mismo, mediante comparaciones, qué dijo realmente Rudolf Steiner y cómo fue editado (y, por tanto, modificado) en las distintas ediciones. Y por último, pero no menos importante, también encontrarán mucho material inédito. La obra de Rudolf Steiner es de dominio público desde 1996 y, por tanto, pertenece legalmente a toda la humanidad. Él mismo habría elegido una fecha mucho más temprana para la publicación de su obra, como se desprende de los pasajes sobre propiedad intelectual que citamos a continuación; Incluso el período de protección de 30 años que se aplicaba entonces le parecía demasiado largo. ¿Y qué habría dicho sobre el hecho de que 85 años después de su muerte, parte de su obra docente siga inédita y acumulando polvo en los archivos? Él mismo encontró una expresión adecuada para esto: Fue puesto en un ataúd. Este sitio web está destinado a ayudar a liberarlo de este ataúd. "Lo que el hombre puede crear a partir de sus capacidades intelectuales se lo debe a la sociedad humana, al orden social humano. En realidad, no le pertenece. ¿Por qué gestionamos nuestra propiedad intelectual? Simplemente porque la produces; al producirla, demuestras que tienes la capacidad de hacerlo mejor que los demás. Mientras tengas esa capacidad mejor que los demás, gestionarás mejor esa propiedad intelectual al servicio del conjunto. Ahora la gente se ha dado cuenta al menos de que esta propiedad intelectual no se perpetúa sin fin. Treinta años después de la muerte, la propiedad intelectual pertenece a toda la humanidad. Cualquiera puede imprimir lo que yo he producido treinta años después de mi muerte. Puede utilizarlo como quiera; y eso está bien. Incluso estaría de acuerdo si hubiera más derechos en este ámbito. No hay otra justificación para la gestión de la propiedad intelectual que el hecho de que, porque se puede producir, también se tienen las mejores capacidades [...] Será una forma sana de socializar el capital si hacemos fluir en el organismo social lo que hoy se acumula como capital en el derecho de sucesiones, en el surgimiento de las pensiones, del derecho de las manos ociosas, de los derechos humanos superfluos, lo que así se acumula en capital; eso es lo que importa. Ni siquiera hace falta decir que la propiedad privada debe convertirse en propiedad social. El concepto de propiedad no tendrá ningún significado". Rudolf Steiner el 25 de abril de 1919