GA121 8ª CRISTIANIA 14 JUNIO DE 1910 -la misión de las almas nacionales

GA 0121 Rudolf Steiner 


LAS ALMAS NACIONALES Y SU MISIÓN



8ª CONFERENCIA
 


CRISTIANIA 14 JUNIO DE 1910   


Si deseamos estudiar el desarrollo de la historia germano/escandinava y los impulsos espirituales que allí se describen, primero será necesario tener en cuenta el carácter fundamental de su mitología; y en la última Conferencia se puso de relieve el hecho de que esta mitología germano-escandinava, a pesar de sus muchos puntos de similitud con otras mitologías y conceptos acerca de los dioses, es sin embargo algo bastante único. Es cierto que un núcleo fundamental de gran alcance de las ideas mitológicas se extiende sobre todos los pueblos y tribus germánicas de Europa, tanto es así que, incluso en el extremo sur es posible una visión uniforme de la mitología, y en general, una comprensión similar de esas relaciones. En algún momento debe haber habido una comprensión similar del carácter único de la mitología germano/escandinava en todos los países en los que esta mitología, de una u otra forma, se extendió. Lo que tienen en común las mitologías de los pueblos germano-escandinavos, es muy diferente de lo esencial de la mitología griega, por no decir la egipcia; de modo que todo lo que es similar en la mitología germánica está interrelacionado y, al mismo tiempo, se diferencia ampliamente de lo que es esencial en la mitología griega y romana. Pero en la actualidad no es fácil entender este elemento esencial porque, debido a ciertas ideas preconcebidas, ( hablar de ello aquí nos llevaría demasiado lejos), hay hoy un cierto anhelo, un cierto deseo, por comparar simplemente las religiones de los diferentes pueblos entre sí. En la actualidad, existe un gran entusiasmo por comparar la religión y la mitología, pero es un ámbito en el que es posible hacer las cosas mas inverosímiles. ¿Qué sucede en general cuando una persona compara las mitologías y religiones de los diferentes pueblos entre sí? Compara los detalles externos en las historias de los dioses y trata de demostrar que la figura de un dios en particular aparece en una mitología, y que aparece de forma similar en otra, y así sucesivamente. Para alguien que realmente conozca los hechos que se están considerando, esta comparación de religiones es una de las tendencias más inquietantes de nuestra ciencia actual, porque en todas partes se comparan solo los aspectos externos. La impresión que causan tales comparaciones entre religiones en alguien que conoce los hechos es como si alguien dijera: "Hace treinta años conocí a un hombre; vestía un uniforme hecho de tal o cual manera, pantalones azules, un abrigo rojo y una gorra en su cabeza, y bla bla bla. "Y después rápidamente añadiera:" Hace veinte años, me encontré con un hombre que llevaba el mismo uniforme, y hace diez años conocí a otro que también llevaba el mismo uniforme. "Pues bien, si la persona en cuestión creyera que porque los hombres con los que se encontró
hace treinta, veinte y diez años atrás. llevaban el mismo uniforme, podían compararse entre sí en lo que respecta a su naturaleza esencial, estaría cometiendo un gran error, ya que personas de carácter muy diferente podrían llevar ese uniforme en esas diferentes ocasiones; y lo esencial consiste en saber qué tipo de hombre lleva cada uniforme. Esta comparación puede  parecer  descabellada, y sin embargo, es lo mismo cuando se hacen comparaciones en la religión y se toma a Adonis y se lo compara con Cristo. Eso es comparar simplemente el uniforme exterior. La vestimenta y las cualidades de los Seres en las diversas leyendas y mitos pueden ser muy similares, o incluso parecidas, pero el punto es saber qué seres divinos espirituales están revestidos con ellas; y si Adonis y Cristo son seres completamente diferentes, entonces la similitud tiene solo valor en lo que respecta al uniforme. Sin embargo, esta comparación está extremadamente extendida en la actualidad. En consecuencia, en muchos casos no tiene la menor importancia lo que la ciencia de la religión comparativa, con sus métodos completamente externos, pueda sacar a la luz en el tiempo presente. El punto es, más bien, que hay que aprender a saber, en cierta medida, partiendo de la diferenciación de los espíritus nacionales, la manera en que este o aquél otro pueblo llegaron a su mitología u otras enseñanzas relacionadas con los dioses, o incluso a su filosofía.
Apenas podremos entender el carácter fundamental de la mitología germano-escandinava, a menos que volvamos a abordar los cinco períodos sucesivos de la civilización de la época post-atlante.
Estos cinco períodos de civilización fueron el resultado de las  migraciones que tuvieron lugar de Occidente a Oriente, de modo que, una vez terminada esta migración, los seres humanos más avanzados, por así decirlo, se establecieron en tierras de la india y allí fundaron la primitiva civilización sagrada india.
Más tarde, acercándose más a nuestra era, se fundó la civilización persa, después la civilización egipcio-caldea-babilónica, luego la civilización greco-latina, a las cuales siguió la nuestra.
La naturaleza esencial de estas cinco civilizaciones solo se puede  entender cuando se sabe, que los hombres que participaron en ellas, los Ángeles, las almas nacionales o los Arcángeles, y los Espíritus del Tiempo eran muy diferentes unos de otros en las diversas épocas pasadas. Hoy prestaremos especial atención a la forma en que los seres humanos que participaron en estas civilizaciones se diferenciaban unos de otros. Por ejemplo, los hombres que en la antigua India fundaron la antigua civilización india, que después adquirió una forma literaria en los Vedas y en la posterior literatura india, eran fundamentalmente diferentes de los pueblos greco-latinos, incluso eran diferentes de los persas, de los Egipcio-caldeo, y sobre todo de aquellos pueblos que estaban creciendo en Europa preparándose para el quinto período de civilización de la época post-Atlante. ¿En qué se diferenciaban? La estructura completa de los seres humanos que pertenecían a los pueblos de la antigua india era absolutamente diferente de la de los habitantes de todos los países que se encuentran más hacia occidente. Si deseamos hacernos una idea de en qué consistía esta diferencia, debemos darnos cuenta de que los pueblos de la antigua India habían avanzado mucho en la evolución humana antes de  recibir el "yo". En cuanto a todo lo demás en la evolución humana, habían hecho grandes progresos. Había un largo, desarrollo humano subyacente tras ellos, pero lo habían atravesado en una especie de conciencia crepuscular. Entonces entró el "yo", la conciencia del "yo". Entre los indios, esto llegó comparativamente tarde, en un tiempo en que el pueblo indio ya estaba en cierta medida maduro, cuando ya habían pasado por lo que los pueblos germano/escandinavos todavía tenían que pasar pero ya poseyendo su "Yo".
Deben tener en cuenta lo siguiente: [El Yo de Occidente se despertó antes y en un estado inferior de evolución. El de la antigua india tardó más en desarrollar el Yo, y permaneció más tiempo en un estado de vaga clarividencia, tiempo durante el cual desarrolló una vida anímica más rica, y por lo tanto cuando su Yo despertó lo hizo en un estado más alto que el occidental, pero este hecho impidió que el oriental se interesara en el tiempo de Cristo en los ángeles y el espíritu individual, el Cristo. El indio obtuvo el yo subjetivo mucho antes que el yo objetivo.
Veremos más aclaraciones en la conferencia 9]. Los pueblos germano-escandinavos tuvieron que experimentar, con su "Yo" completamente desarrollado, lo que los habitantes de la antigua India habían atravesado en un estado de conciencia crepuscular, sin que el "Yo" estuviera presente.
Veamos ahora, ¿cuál era la naturaleza del desarrollo que la humanidad podría experimentar en la época post-Atlante? En la antigua época atlante, los seres humanos todavía estaban dotados en alto grado de una vaga clarividencia. Con esta antigua vaga clarividencia veían el mundo divino-espiritual, veían los eventos que tenían lugar en ese mundo. Ahora trasládense por un momento a la antigua tierra de la Atlántida antes de que comenzaran las migraciones hacia el Este. El aire todavía estaba impregnado de vapor de agua y nubes de niebla. Pero además también el alma del hombre era diferente. Ni siquiera podía distinguir unas de otras las diversas percepciones sensoriales externas; en aquél tiempo era como si encontrara los contenidos espirituales del mundo extendidos a su alrededor como un aroma espiritual, un aura espiritual. Por lo tanto, existía una cierta clarividencia, y el hombre tenía que alejarse de esta clarividencia. Esto se produjo por la acción de fuerzas en cuyo ámbito entraron los seres humanos cuando emigraron de Occidente a Oriente. En el curso de estas migraciones tuvieron lugar muchos desarrollos de alma diferentes.
Hubo pueblos que durante su migración hacia el Este, al principio dormían como si dijéramos, tratando de salir de la antigua clarividencia, y ya habían alcanzado una etapa superior de desarrollo mientras su "Yo" todavía estaba en un estado crepuscular. Pasaron por varias etapas de desarrollo y, sin embargo, su "Yo" todavía estaba en una condición vaga y soñadora.
Los indios fueron los más evolucionados cuando su "Yo" despertó a la plena auto-conciencia. Estaban ya tan avanzados que poseían una vida interior del alma muy rica, que ya no mostraba ninguna de esas condiciones que los pueblos de Europa todavía experimentaron durante mucho tiempo. Los indios habían pasado por esas condiciones mucho tiempo antes. Despertaron a la auto conciencia cuando ya estaban provistos de fuerzas y capacidades espirituales por medio de las cuales podían penetrar en gran medida en los mundos espirituales. Por lo tanto, todo el trabajo y la actividad de los diversos Ángeles y Arcángeles sobre las almas humanas, y sus esfuerzos por sacarlos de sus viejos y débiles estados de clarividencia, se volvió una cuestión de completa indiferencia para aquellos que habían avanzado de entre los pueblos indios. No habían llegado a observar directamente el trabajo de los Arcángeles y Ángeles y todos aquellos Seres espirituales que trabajaban particularmente en el espíritu de la Nación. Todo ello se había cumplido en sus almas y en sus cuerpos astral y etérico, en un momento en el que no estaban presentes conscientemente. Despertaron cuando sus almas ya poseían un grado muy alto de madurez; despertaron cuando los
más avanzados de entre ellos pudieron, al pasar por un leve desarrollo, leer nuevamente en el Registro Akáshico todo lo que anteriormente había tenido lugar en la evolución de la humanidad; de modo que miraban a su alrededor, al mundo, y pudieron leer en el Registro Akáshico lo que estaba sucediendo en el mundo espiritual, y lo que habían pasado en un estado de conciencia soñoliento y tenue. Fueron guiados inconscientemente a reinos superiores; antes de que su conciencia del «yo» despertara, habían adquirido capacidades espirituales mucho más ricas que las capacidades del alma de los pueblos occidentales.
De esa manera, estos hombres podían observar directamente el mundo  espiritual. Los más avanzados de entre los que dirigían a los indios habían llegado tan lejos que, para el tiempo en que su 'Yo' despertó, ellos ya no necesitaban en realidad observar cómo había surgido el desarrollo humano, por así decirlo, a partir de los Espíritus de la Forma o Potestades, sino que intimaban más con los Seres a los que llamamos Espíritus del Movimiento o Principados, y aquellos que están por encima de ellos, los Espíritus de la Sabiduría. Ellos estaban especialmente interesados en estos últimos. Los Seres espirituales por debajo de estos eran, por otra parte, Seres en cuyo reino ya habían estado anteriormente, y por lo tanto ya no eran tan importantes para ellos. Así pues, elevaban la mirada hacia lo que más tarde llamaban la suma total de todos los Espíritus del Movimiento y de todos los Espíritus de la Sabiduría, hacia lo que luego fue descrito con las expresiones griegas como: Dynamis y Kyriotetes. Los admiraban y los llamaban 'Mula-Prakriti', es decir, la suma total de los Espíritus del Movimiento; y 'Maha-Purusha', la suma total de los Espíritus de la Sabiduría, lo que vive como si estuviera en una Unidad espiritual.
Podían alcanzar esta visión porque quienes pertenecían a este pueblo despertaron a la conciencia de su "Yo" en una etapa tan tardía de desarrollo. Ellos ya habían pasado por lo que los pueblos posteriores todavía tenían que ver con su "yo".
Los pueblos pertenecientes a la civilización persa estaban menos  desarrollados. A través de su peculiar capacidad de cognición, y debido a que su "Yo" despertó en una etapa inferior, pudieron ocuparse particularmente de los Seres de las Potestades o Espíritus de la Forma. Con estos estaban especialmente familiarizados; En cierto sentido, podían entenderlos, y estaban preferentemente interesados en ellos. Los pueblos pertenecientes a las comunidades persas se despertaron en una etapa inferior a la de los indios, aún así, en una etapa que los pueblos de Occidente aún no habían alcanzado, aún tenían que trabajar para alcanzarla.
Por lo tanto, los persas estaban familiarizados con las Potestades o Espíritus de la Forma, a quienes consideraban colectivamente como "Amshaspands". Eran las radiaciones que conocemos como Espíritus de Forma o Potestades, y que, desde su punto de vista, los pueblos de la civilización persa eran especialmente capaces de observar.
Luego llegamos a los pueblos caldeos. Ellos ya poseían una conciencia de lo que nosotros conocemos como Fuerzas Primordiales, como los dirigentes Espíritus del Tiempo. Eran conscientes de los Seres que deberían ser entendidos como Fuerzas Primordiales, como Espíritus de la Personalidad.
También, aunque de otra manera, los pueblos del período grecolatino tenían cierta conciencia de estas Fuerzas Primordiales o Espíritus de la Personalidad, pero en su caso también había algo más, y eso fue lo que pudo llevarnos un poco más lejos en nuestros estudios. Los griegos estaban un poco más cerca de los pueblos germánicos. Pero incluso en ellos, el "yo" se despertó en una etapa más elevada que en los pueblos germano-escandinavos. Lo que en los pueblos del Norte todavía se experimentaba como obra de los Ángeles o Arcángeles, no era experimentado directamente por los pueblos greco-latinos; sino que todavía poseían un claro recuerdo de ello. Por lo tanto, deben pensar que la diferencia entre los pueblos germánicos y los greco-latinos es que estos  últimos  todavía tenían un recuerdo de cómo los Ángeles y los Arcángeles habían participado en la vida del alma que habían desarrollado dentro de ellos. En general, no habían experimentado esto muy  claramente; lo habían atravesado mientras aún estaban en un estado de tenue conciencia. Pero ahora surgía dentro de ellos como un recuerdo. La creación de todo el mundo, la forma en que los
Ángeles y los Arcángeles, tanto normales como anormales, desempeñaban un papel en el alma humana era conocida por los griegos. Por aquello que habían pasado les había dejado en el alma  como una poderosa imagen de memoria. Ahora la memoria es mucho más clara, tiene contornos más definidos de lo que aún se está vivenciando. Ya no es tan fresca, ni tan joven; sino que lo que aparece como memoria, como recuerdo, tiene contornos más nítidos; contornos más definidos. La influencia o el impulso de los Ángeles y Arcángeles sobre el alma humana estaba despierta entre los griegos, en la memoria con contornos firmes y perfilados. Esa es la mitología griega. Si no lo vemos así, si solo comparamos un nombre con otros nombres que aparecen en otros lugares, si no tomamos en  consideración las fuerzas especiales y nos damos cuenta de cuáles son las figuras que aparecen como Apolo Minerva y demás, entonces solo estaremos haciendo un estudio superficial de religión comparativa, simplemente estamos comparando los uniformes. El punto importante es, la forma en que ellos veían en aquellos días.
Después de que nos hayamos dado cuenta de eso, admitiremos que los griegos construyeron su mitología a partir de los recuerdos. Los egipcios y caldeos solo tenían un oscuro y vago recuerdo de la acción del mundo de los Ángeles y los Arcángeles, pero podían mirar hacia el mundo de las Fuerzas Primordiales. Era como si los egipcios y los caldeos estuvieran comenzando a olvidar algo. En la mitología persa o en sus enseñanzas sagradas encontramos un completo olvido del mundo de los Ángeles y Arcángeles, pero en contrapartida, podían mirar el mundo de las Potestades o Espíritus de la Forma. Lo que se encuentra en la mitología griega había sido casi olvidado por los persas y completamente olvidado por los indios. Ellos veían todo el proceso de nuevo en los Registros Akashicos y creaban imágenes de los sucesos anteriores a partir de su propio conocimiento, que sin embargo era un conocimiento divino, obtenido gracias a tener más desarrollados los poderes espirituales. De ahí, se entiende que justamente para aquellos pueblos de Oriente, sería particularmente difícil entender la vida espiritual occidental. Es por esta razón que los pueblos de  Oriente se cerraron a la vida espiritual occidental. Ciertamente aceptarán la civilización materialista occidental, pero la cultura espiritual occidental, (a menos que se llegue a ella indirectamente a través de la Ciencia Espiritual), permanece más o menos cerrada para ellos. Ya estaban en una etapa alta en un tiempo en que aún no estaba Cristo Jesús sobre la tierra. Él sólo llegó en el cuarto período de civilización post-atlántica. Ese es un evento que ya no podía ser captado por medio de las fuerzas que se habían desarrollado a partir del pueblo indio. Para ello, también se requerían fuerzas que estaban relacionadas con una condición menos elevada del "Yo", donde las fuerzas del alma estuvieran más subordinadas.
En los países germánicos y escandinavos, la acción de los Ángeles y los Arcángeles en las almas humanas no existía como un recuerdo, sino de tal manera que, incluso en el momento en que Cristo Jesús caminó sobre la tierra, la gente todavía podía ver que este trabajo a medida que  avanzaban, podían percibir que participaban en los asuntos de los Ángeles y Arcángeles que aún trabajaban en sus almas.
Los pueblos greco-latinos podrían en estas experiencias del alma, recordar algo que habían vivenciado anteriormente. Esto los pueblos germánicos lo vivían internamente, era su propia  preocupación personal directa. Su "Yo" se había despertado en la etapa de la existencia en que los espíritus nacionales y aquellos Seres espirituales que están todavía bajo el espíritu nacional, estaban aún trabajando en sus almas. Por lo tanto, estos pueblos fueron los más cercanos a lo que conocemos como los eventos que tuvieron lugar en la antigua Atlántida.
En la antigua Atlántida, el hombre miraba a los Poderes espirituales y hablaba de una especie de Unidad de la Divinidad, porque realmente percibía directamente los antiguos estados primarios de desarrollo de la humanidad. En aquél tiempo todavía se podía ver, por así decirlo, la regencia de los Espíritus de la Sabiduría y la de los Espíritus del Movimiento, y esto fue más tarde observado por los antiguos indios en los Registros Akáshicos. Estos pueblos de Occidente habían alcanzado
aproximadamente una etapa más allá de este punto de vista, de modo que experimentaban en el presente inmediato la transición de la antigua visión a la nueva. Observaban el quehacer y la vida de los poderes espirituales reales, en un tiempo en que el "Yo" aún no estaba despierto. Pero al mismo tiempo veían al "Yo" despertarse gradualmente y a los Ángeles y los Arcángeles poniéndose a trabajar en el alma. Ellos percibían esta transición directa.
Tenían un recuerdo de un entretejer anterior y de una vida anterior, de un tiempo en que veían todo en un mar de niebla, por así decirlo, y cuando de este mar de niebla se les aparecían lo que hemos aprendido a conocer como los seres divinos espirituales que están inmediatamente por encima del hombre. Los dioses antiguos, aquellos que estaban activos antes de que los dioses intervinieran en la vida del alma humana, que después podían ser vistos, y con los cuales los hombres se sentían unidos, esos Seres Divinos que en un pasado muy lejano estaban activos, en la época de la antigua Atlántida, se llamaban vanas.
El hombre luego pasó más allá de la antigua época atlante, y vio el tejer de los Ángeles y Arcángeles, a quienes llamaron los Asa.
Esos eran los seres que, como ángeles y arcángeles, se ocupaban del "yo" del hombre, que entonces despertó en su etapa más baja; esos seres se pusieron a la cabeza de estos pueblos. Lo que los otros pueblos de Oriente veían durmiendo, a saber, viendo cómo el alma se abría camino entre las diversas fuerzas que le eran otorgadas por los Ángeles y Arcángeles normales y anormales, por los pueblos de Europa tenía que pasar desde la etapa más baja; tenían que estar conscientemente presentes para que estas fuerzas del alma pudieran desarrollarse gradualmente.
Así pues, las figuras de los dioses, que se situaban ante las almas de los pueblos germano-escandinavos, eran las figuras de los dioses que trabajaban directamente sobre su alma, y lo que él podía observar por percepción directa, como el desarrollo del alma humana a partir del cosmos, era algo que él experimentaba directamente. No recordaba la forma en que se trabajaba en el alma dentro del cuerpo, veía esto más bien como si simplemente estuviera sucediendo en aquél momento. Es su propia evolución y él con su "yo" está presente en ella. Esto lo entendió hasta los siglos octavo, noveno y décimo después de Cristo. Había conservado una comprensión de cómo las fuerzas del alma se formaban gradualmente, se cristalizaban en el cuerpo. Al principio miraba a los Seres Arcangélicos trabajando en su alma dándole lo que se convertiría en sus fuerzas anímicas, y allí se encontraba como el más predominante de estos Arcángeles, Wotan u Odin, y lo veía trabajando sobre su alma. veía cómo trabajaba en su alma. ¿Qué veía él allí? ¿Cómo percibía a Wotan u Odin? ¿Quien creía que era? ¿Cómo aprendió a amarlo y, sobre todo, a comprenderlo? Aprendió a reconocerlo como uno de los Arcángeles que una vez llegaron a renunciar al ascenso a etapas superiores. Aprendió a conocer a Odín como uno de los Arcángeles anormales, como uno de los grandes Seres de la antigüedad que habían renunciado, que había asumido el cargo de Arcángel para emprender la importante misión de trabajar en las almas de los hombres. El germano-escandinavo experimentaba a Odín en su actividad en un tiempo en el que éste aún se ocupaba de inocular el habla en las almas. La forma que el propio Odín empleó sobre sus pueblos para hacer posible el habla ha sido preservada de una manera maravillosa. Ha sido descrita como una iniciación divina. Así se describe la forma en que Odin obtuvo el poder para dotar de lenguaje a las almas de los pueblos germánicos y del norte, antes de haber adquirido esta capacidad, Odin había pasado por lo que se nos representa como la iniciación mediante la Poción de los Dioses, esa Poción divina que alguna vez en el pasado primitivo perteneció a los gigantes. Esa Poción no contenía simplemente sabiduría abstracta, sino que representa para nosotros la sabiduría que se expresa directamente en el sonido. En su iniciación, Odín obtuvo el poder sobre la sabiduría que se expresa en el sonido. Aprendió a usarlo cuando experimentó una larga iniciación que duró nueve días, de la cual fue liberado por Mimir, el antiguo portador de la Sabiduría. Así, Odín se convirtió en Señor del poder del habla. Fue por esta razón que las sagas posteriores atribuyen el lenguaje de los poetas, el lenguaje de los skalds a Odin. El arte de leer runas, (antiguo alfabeto nórdico) que en tiempos antiguos se pensaba que estaba mas estrechamente relacionado con el habla que el último tipo de escritura, que también se atribuye a Odin. De ahí la forma en que el alma, (indirectamente, a través del cuerpo etérico, mientras se siente en casa en el cuerpo físico), adquirió el habla a través del Arcángel correspondiente, se expresa en las maravillosas historias relatadas sobre Odín.
En los compañeros de Odín tenemos Arcángeles similares: Hönir, que dio la facultad imaginativa, y Lodur, que dio aquello que aún toca más estrechamente a la raza, el color de la piel y el carácter de la sangre. En estos dos seres tenemos Arcángeles, que pertenecen más bien al lado normal, por así decirlo. Al lado anormal pertenecen los Seres que aparecen como Villy y Ve. Estos son seres que trabajan aún más íntimamente, dentro del alma, como expliqué en la conferencia anterior. Pero el "Yo" que se encuentra en una etapa anormal de la evolución, hallándose presente cuando aún se están desarrollando los poderes del alma subordinados, se siente que está íntimamente relacionado con un Arcángel anormal. Odin no es percibido como un Arcángel anormal, sino más bien como alguien cuya decisión de quedarse rezagado es algo así como la forma en que las almas occidentales quedaron rezagadas, quienes experimentan más conscientemente en su "yo" lo que había quedado rezagado cuando tuvo lugar la migración a través de esos países, mientras que las almas orientales pasaron más allá de ciertas etapas de la vida del alma, antes de que decidieran despertarse.
Por lo tanto, sobre todo en las almas de los germano-escandinavos, vivía todo lo relacionado con las agitadoras y dinámicas fuerzas de Arcángel Odín, que trabajan en las profundidades primitivas de la vida anímica.
Mientras que hemos dicho que los Ángeles son quienes llevan a los seres humanos individuales lo producido por los Arcángeles, así también un "Yo" que despierta en una etapa elemental tan temprana de la vida del alma, está sobre todo interesado en llevar a término los asuntos de los Arcángeles, por así decirlo. De modo que, los germano-escandinavos tienen interés en una figura angelical que posee un poder especial, pero que al mismo tiempo está estrechamente relacionada con el ser humano separado y su individualidad. Esa figura angelical es Thor. Thor solo puede ser conocido sabiendo que él debe ser reconocido como un Ser que podría haber estado muy avanzado si hubiera evolucionado normalmente, pero que renunció relativamente temprano, y se quedó rezagado en la etapa de Ángel, a fin de que en el momento en que, en el curso de la evolución del alma, el "Yo" despertase, pudiera convertirse en Guía en el mundo del alma de los países germano/escandinavos.
Lo que se siente tan directamente en Thor como relacionado con el 'yo' humano individual es que aquello que debía ser llevado a cada 'yo' desde el mundo espiritual, pudiera ser realmente llevado a cabo. Si tenemos esto en cuenta también entenderemos mejor muchas cosas que han sido transmitidas. Para nosotros se trata de poder entender correctamente a estos dioses individuales. El hombre germano-escandinavo percibió y experimentó esta impresión del alma en el cuerpo. Estaba presente cuando el "Yo" se unió al cuerpo y tomó posesión de cada ser humano.
Ahora sabemos que el "yo" late en la sangre del cuerpo físico y que todo lo que está dentro corresponde a algo que está fuera, y que todo lo que es microcósmico es a la vez, algo macrocósmico. La actividad de Odín, que hizo posible el habla y la Sabiduría rúnica, que actuaba indirectamente a través de la respiración, se corresponde exteriormente a los movimientos del viento en el macrocosmos. La penetración regular del aire a través de nuestros órganos respiratorios, que luego transforma el aire en la palabra hablada, corresponde en el macrocosmos externo a los movimientos y las corrientes del viento. Así como es cierto que debemos sentir la influencia de Odin dentro de nosotros en la transformación del aire en palabras, también es cierto que debemos verlo ejerciendo la acción en el viento exterior. Pero quienes todavía poseían las antiguas capacidades germano-escandinavas , a las que especialmente correspondía un cierto grado de clarividencia, realmente veían esto. Podía ver a Odín en todas partes ejerciendo su acción en el viento, veían cómo formaba el habla por medio de su aliento. Esto lo percibía el hombre del norte como un todo.
Así como lo que vive en nosotros y organiza nuestra habla, (es decir, en la forma en que existía el habla entre los escandinavos), Eso mismo es lo que presiona en el "Yo" y produce la pulsación de la sangre, de igual manera también a como lo que se estructura en el habla se corresponde en el macrocosmos con el trueno y el rayo. El habla ya estaba allí antes de que naciera el yo. Por consiguiente el "yo" se siente en todas partes, como el hijo de ese Ser que nos ha otorgado el don del habla. Thor está especialmente implicado en la impronta del "Yo" independizado, y la pulsación de la sangre en el microcosmos, es la parte correspondiente a los eventos en el macrocosmos. Por lo tanto, lo que como el trueno y el relámpago atraviesan los vientos susurrantes por entre las nubes en el macrocosmos, es lo que afuera corresponde a la pulsación de la sangre en el hombre. Eso es nuevamente visto por el germano-escandinavo en su clarividencia como una misma cosa, y ve que el movimiento del viento, el destello de los relámpagos del exterior está conectado interiormente con el aire que respira. El veía cómo luego pasaba a la sangre haciendo que el 'yo' vibre. Eso está considerado en el presente como un hecho material, pero aún era un hecho astral para el hombre germánico. Veía la relación interior del fuego y el relámpago, con lo que pasa por la sangre. Sentía el pulsar en su sangre y sabía que era el latido del "yo"; él sabía: "Lo que ahora late soy capaz de percibirlo, y lo volveré a percibir de nuevo tras un pequeño intervalo", pero él no notaba el evento material externo. Todo eso estaba revestido de la percepción clarividente.
Percibía lo que hacía latir su pulso y lo hacía regresar una y otra vez a los mismos lugares, como si fueran actos de Thor.
Sentía la fuerza de Thor en su 'YoI' como el constante retorno del  martillo de Thor a la mano de Thor, sentía la fuerza de uno de los ángeles más poderosos que jamás se haya conocido y reverenciado, porque era un poderoso Ser que se había quedado rezagado en la etapa de ángel.
La forma en que la fuerza espiritual mantiene unido al cuerpo físico, se expresa en la mitología germano-escandinava, donde dice que el "yo" es aquello que, cuando el alma y el cuerpo están entrelazados, los mantiene unidos. El hombre germano-escandinavo ve el tejerse del cuerpo y del alma, desde dentro; y más tarde todavía entiende la manera en que su ser interior proveniente de lo astral, se une a él; entiende cómo lo interior responde, por así decirlo, a lo exterior. También pudo entender cuando los Iniciados le dijeron cómo se forma el mundo a sí mismo en el hombre.
Después comprendió cómo volver a las etapas anteriores, a aquello que le contaron sobre los eventos que representan la relación de los Ángeles con los Arcángeles, a las etapas anteriores cuando el hombre nació del macrocosmos de una manera físico-espiritual. Pudo ver cómo fue construido el ser humano individual a partir del macrocosmos y cómo reposa en él.
Buscó en el macrocosmos aquellos sucesos que se producen de forma microcósmica de tal manera que desde el Norte humano, desde el dominio frío del espíritu, se tejen los pensamientos del hombre, y que desde allí se le suministran al cuerpo humano los doce nervios cerebrales de la cabeza. Él ve este proceso que se ha convertido en los doce nervios cerebrales. Ve el Espíritu tejedor en lo que él llama "Nebelheim" o "Niflheim" (Hogar de la niebla), ve los doce nervios cerebrales del hombre; ve cómo lo que viene del sur humano, desde el corazón, interviene en lo que baja de arriba; lo busca afuera en el macrocosmos y entiende cuando se le dice que se llama 'Muspelheim'.
Así pues, incluso en los siglos cristianos, aún entendía cómo comprender el microcosmos desde el macrocosmos; y se puede retroceder aún más mostrando cómo se originó gradualmente el hombre a partir del macrocosmos como un extracto del mundo entero.
Él es capaz de mirar atrás hacia ese tiempo y puede entender que estos eventos tienen un pasado, que él mismo aún puede ver como un trabajo de los Ángeles y Arcángeles en su alma. Puede percibir que estos eventos tienen un pasado, y las concepciones que así adquiere son las que encontramos en lo que se conoce como el antiguo Génesis germano-escandinavo, como el origen de la humanidad de todo el macrocosmos.
Donde comienza el caos germano-escandinavo, en Ginnungagap, es cuando la Tierra comienza a formarse nuevamente después de haber pasado por los tres estados anteriores, Saturno, Sol y Luna, cuando emerge de nuevo de pralaya, cuando los reinos de la naturaleza aún no están diferenciados, y los hombres todavía son seres bastante espirituales. Entonces el hombre del Norte entiende cómo las condiciones posteriores se formaron a partir de eso.
Ahora es interesante ver cómo en la mitología germano-escandinava, los eventos que tuvieron lugar en esos tiempos, son representados en imágenes de formas imaginativas, eventos para los cuales nosotros, en nuestras enseñanzas antroposóficas, solo hacemos uso de expresiones más vivas, es decir, conceptos en lugar de esas imágenes anteriores. Describiéndonos los eventos que tuvieron lugar cuando el sol y la luna todavía estaban unidos. Se describe la separación de la luna y cómo la evolución pasa a lo que más tarde se convierte en "Riesenheim" (Hogar de los Gigantes). Todo lo que existió durante la época atlante se nos describe como una continuación de lo que había sucedido anteriormente y que eran los asuntos de los propios pueblos germano-escandinavos.
Hoy solo quería darles una idea de cómo el "Yo" del Norte se despertó cuando aún estaba en una etapa más baja de la evolución, y cómo el hombre del Norte miraba en el alma de la nación, en el alma de Thor y así sucesivamente. Quería suscitar la idea de cómo estaba presente entonces el "yo", de cómo pudo adquirir un interés directo en el entrelazado de seres aún más elevados, que, sin embargo, provenían desde un ángulo diferente del que encontramos entre los pueblos orientales. Mañana trataremos de encontrar acceso a las partes más remotas de la mitología germánica.
Reconoceremos cómo esas partes remotas son precursoras de lo que habita en las almas nacionales, y veremos cuál es la naturaleza de nuestras almas nacionales occidentales
Traducida por Julio Luelmo enero 2019

No hay comentarios:

El objetivo de este blog es publicar en Internet todo el material fuente existente para las transcripciones de las conferencias de Rudolf Steiner de la forma más completa posible, para que este gran tesoro esté disponible para toda la humanidad. Se trata de notas de oyentes, transcripciones de conferencias y, en su mayor parte, transcripciones en texto plano de conferencias estenografiadas, también conocidas como transcripciones en texto plano. De este modo, cualquiera puede comprobar por sí mismo, mediante comparaciones, qué dijo realmente Rudolf Steiner y cómo fue editado (y, por tanto, modificado) en las distintas ediciones. Y por último, pero no menos importante, también encontrarán mucho material inédito. La obra de Rudolf Steiner es de dominio público desde 1996 y, por tanto, pertenece legalmente a toda la humanidad. Él mismo habría elegido una fecha mucho más temprana para la publicación de su obra, como se desprende de los pasajes sobre propiedad intelectual que citamos a continuación; Incluso el período de protección de 30 años que se aplicaba entonces le parecía demasiado largo. ¿Y qué habría dicho sobre el hecho de que 85 años después de su muerte, parte de su obra docente siga inédita y acumulando polvo en los archivos? Él mismo encontró una expresión adecuada para esto: Fue puesto en un ataúd. Este sitio web está destinado a ayudar a liberarlo de este ataúd. "Lo que el hombre puede crear a partir de sus capacidades intelectuales se lo debe a la sociedad humana, al orden social humano. En realidad, no le pertenece. ¿Por qué gestionamos nuestra propiedad intelectual? Simplemente porque la produces; al producirla, demuestras que tienes la capacidad de hacerlo mejor que los demás. Mientras tengas esa capacidad mejor que los demás, gestionarás mejor esa propiedad intelectual al servicio del conjunto. Ahora la gente se ha dado cuenta al menos de que esta propiedad intelectual no se perpetúa sin fin. Treinta años después de la muerte, la propiedad intelectual pertenece a toda la humanidad. Cualquiera puede imprimir lo que yo he producido treinta años después de mi muerte. Puede utilizarlo como quiera; y eso está bien. Incluso estaría de acuerdo si hubiera más derechos en este ámbito. No hay otra justificación para la gestión de la propiedad intelectual que el hecho de que, porque se puede producir, también se tienen las mejores capacidades [...] Será una forma sana de socializar el capital si hacemos fluir en el organismo social lo que hoy se acumula como capital en el derecho de sucesiones, en el surgimiento de las pensiones, del derecho de las manos ociosas, de los derechos humanos superfluos, lo que así se acumula en capital; eso es lo que importa. Ni siquiera hace falta decir que la propiedad privada debe convertirse en propiedad social. El concepto de propiedad no tendrá ningún significado". Rudolf Steiner el 25 de abril de 1919