GA348 Dornach 23 de diciembre de 1922 - ciclo salud y enfermedad - el proceso respiratorio en relación con el alma

Índice

RUDOLF STEINER

SALUD Y ENFERMEDAD VOL. I

Dornach 23 de diciembre de 1922

octava conferencia

el proceso respiratorio en relación con el alma

Señores, según dije la última vez, aún tenemos varios asuntos por debatir. Me gustaría considerarlos hoy.

El ser humano tiene sus sentidos para percibir el mundo. Hemos examinado el ojo y el oído, hemos considerado el sentido del tacto, que se extiende por todo el organismo, y hemos discutido los sentidos del gusto y el olfato. Todos estos sentidos son significativos solo para que el hombre se familiarice con su entorno y, como ya he explicado, para permitirle moldear su cuerpo. Pero el hombre no vive en virtud de los sentidos; él vive a través del proceso de respirar. Si preguntan por qué es un ser erguido, o por ejemplo, por qué su nariz está en mitad de su cara, deben responder que es debido a sus sentidos. Pero si buscan la razón por la que está vivo, deben considerar su respiración, porque la respiración está relacionada con todos los aspectos de la vida. En ciertos aspectos, los seres humanos respiran tal como lo hacen los animales superiores, aunque muchos animales respiran de manera diferente. Un pez, por ejemplo, respira mientras vive y nada bajo el agua.

Si ponemos atención en la respiración humana, primero tenemos que considerar el proceso de inhalación. El proceso de respiración es inicialmente de inhalación. Del aire que nos rodea inhalamos el oxígeno que se requiere para nuestra existencia. Este impregna todo nuestro cuerpo, sobre el cual se deposita carbono en partículas diminutas; o más bien, nada o flota sobre el. El carbono que tenemos en nuestros cuerpos también se halla en otras partes de la naturaleza. De hecho, el carbono existe en muchas formas. Por ejemplo, el carbono se encuentra en el carbón y en cada planta, consistente en carbono, mezclado con agua, etc., pero el carbono es el componente principal de la planta. El grafito en un lápiz contiene carbono, y el diamante, que es una gema valiosa, también es carbono. El diamante es carbono transparente; El carbón duro es carbono opaco. Es bastante interesante que exista algo como el carbón en la naturaleza. Ciertamente no es elegante ni atractivo, pero es de la misma sustancia que una gema valiosa, que, por ejemplo, dependiendo de su tamaño, es adecuada para adornar una corona. El carbón y los diamantes tienen la misma sustancia en diferentes formas. Nosotros también tenemos en nosotros carbono de diversas formas.

Cuando respiramos oxígeno, éste se extiende por todas partes en nuestro cuerpo y se combina con el carbono. Cuando el oxígeno se combina con el carbón sólido, surge un nuevo gas, dióxido de carbono. Esta es una combinación de oxígeno y carbono, y es este gas el que luego exhalamos. Nuestra vida implica incorporar nuestro cuerpo al resto del mundo al inhalar oxígeno y exhalar dióxido de carbono.

Sin embargo, si inhalásemos solo oxígeno puro, tendríamos que contener una inmensa cantidad de carbono, y por consiguiente el dióxido de carbono permanecería dentro de nosotros. Ciertamente, estaríamos expandiéndonos por siempre, hasta volvernos gigantescos, tan grandes como la tierra misma. Estaríamos entonces siempre inhalando. Pero no contenemos tanto carbono; Debemos renovarlo constantemente. No podríamos sobrevivir si únicamente inhalásemos. Tenemos que exhalar para adquirir carbono nuevamente, y porque el dióxido de carbono que producimos es letal. De hecho, si el oxígeno es vida para nosotros, el dióxido de carbono es muerte. Si esta sala estuviera llena de dióxido de carbono, todos pereceríamos. Nuestra vida oscila entre el aire vivificante que inhalamos y el aire mortal que exhalamos. La vida y la muerte están constantemente dentro de nosotros, y es interesante ver cómo entran inicialmente en el ser humano.

Para comprender esto, deben darse cuenta de que las bacterias y los bacilos, seres vivos de tamaño microscópico, están en todas partes de la naturaleza. Adonde quiera que nos movamos, multitudes de estas pequeñas bacterias vuelan sobre nosotros en el aire. Incontables pequeños seres vivos están dentro de los músculos de los  animales. Como ya he mencionado, pueden aumentar rápidamente en número. Tan pronto como aparece uno, particularmente uno del tipo más pequeño, en el siguiente momento hay millones. Las enfermedades infecciosas se basan en su tremenda capacidad de multiplicarse. Estos diminutos seres en realidad no son los causantes de la enfermedad, pero cuando nos vemos afectados, se genera en ellos una sensación de bienestar. Cuando algún órgano de nuestro cuerpo está afectado, estos pequeños seres se sienten bien, lo mismo que la planta en el estiércol, y les gusta permanecer allí. Cualquiera que afirme que son ellos quienes causan la enfermedad, demuestra ser tan inteligente como quien afirma que la lluvia proviene de las ranas que croan. Las ranas croan cuando llega una lluvia porque sienten y permanecen en el agua que es estimulada por lo que está activo en la lluvia, pero ciertamente no causan la lluvia. Del mismo modo, los bacilos no provocan una enfermedad como la gripe; solo aparecen cada vez que aparece la gripe, así como las ranas emergen misteriosamente cada vez que llueve.

Sin embargo, no por ello hay que decir que la investigación con bacilos no tenga utilidad. Es útil saber que el hombre está expuesto a una determinada enfermedad, tal como se sabe que las ranas croan cuando llueve. No se puede derramar sobre el bebé el agua del baño diciendo que no es necesario examinarla por si contiene bacilos, no obstante, hay que darse cuenta de que no causan la enfermedad. No se está dando una explicación adecuada por el simple hecho de afirmar que para el cólera existen tales bacilos, para la gripe tales estos otros, etcétera. Esa es solo una salida perezosa para las personas que no quieren examinar las causas reales de las enfermedades.

Ahora bien, si sacan a estas criaturas vivientes infinitamente pequeñas de su hábitat, no pueden continuar viviendo. Por ejemplo, los bacilos del cólera extraídos del intestino humano mueren. Este bacilo solo puede sobrevivir en el intestino de los hombres o de animales como las ratas. Todas estas criaturas microscópicas solo pueden vivir en entornos específicos. ¿Por qué? Que estos pequeños seres necesiten un entorno específico es un factor importante. Veamos, si consideran el bacilo del cólera en el momento en que se encuentra dentro del intestino humano, la fuerza de gravedad no tiene un efecto tan fuerte como en el exterior. La fuerza de gravedad lo arruina inmediatamente cuando está fuera de su elemento. El hombre también fue inicialmente un pequeño ser vivo como estas innumerables criaturas. Como un huevo, un óvulo, el ser humano también era un ser vivo tan microscópico,una criatura viviente en miniatura. Con esto, caballeros, llegamos a un capítulo importante.

Comparen ustedes un bacilo del cólera, que solo puede existir en el intestino humano, con el propio ser humano. Todos estos bacilos necesitan vivir en un lugar donde estén protegidos de la tierra. ¿Qué implica esto? Significa que están bajo la influencia de un efecto diferente al de la tierra. La luz de la luna que unas veces brilla de una manera, a veces de otra, tiene sus efectos en la tierra, y de hecho es la luna quién influya en todas estas criaturas vivientes. Se puede ver que estas criaturas deben protegerse de la tierra para poder entregarse al cosmos, especialmente a la influencia de la luna. Ahora bien, en su etapa más temprana, el huevo humano también se abandona a la influencia de la luna. Y lo hace justo antes de la fecundación. Así como el bacilo del cólera existe en los intestinos, también este pequeño huevo humano existe en la hembra, e inicialmente allí está protegido. Sin embargo, el organismo femenino está constituido de tal manera, que el huevo humano está protegido solo al principio. En el momento en que se aleja demasiado del cuerpo, se vuelve vulnerable; entonces la tierra comienza a afectarlo.

Las mujeres eliminan tales óvulos humanos cada cuatro semanas. Al principio, se entregan a la influencia de la luna por un corto tiempo y están protegidos. Pero cuando el organismo femenino elimina el óvulo humano durante el transcurso del período mensual, queda a merced de la influencia de la tierra y es destruido.

El organismo humano está tan maravillosamente organizado que contrasta con los bacilos. Los bacilos del cólera, por ejemplo, permanecen en los intestinos y tienen cuidado de no aventurarse demasiado lejos. Abandondos a su suerte, permanecen donde pueden protegerse de la influencia de la tierra. El huevo humano también está inicialmente protegido de la influencia de la tierra en el cuerpo de la madre, pero luego se mueve hacia afuera debido a la circulación sanguínea de la madre y queda bajo la influencia de la gravedad de la tierra. Con la presencia del período mensual, que está conectado con el curso y la influencia de la luna, se destruye un óvulo; El óvulo humano es realmente destruido. Sin embargo, todavía no es un huevo humano real, ya que no ha sido protegido de la destrucción mediante la fecundación.

¿Qué sucede realmente a través de la fecundación? Si se le deja solo a la influencia de la tierra, este huevo humano perecería. A través de la fecundación se envuelve en una delicada sustancia etérica y se protege de la tierra. De esa manera es capaz de madurar en el cuerpo de la madre. La fecundación significa la protección del huevo humano de la destrucción por las fuerzas de la tierra. Lo que se destruye en el huevo sin fecundar pasa al medio ambiente; no solo desaparece. Se disuelve en la totalidad del medio ambiente de la tierra. Los huevos que no pueden ser utilizados para la tierra se diseminan en su atmósfera. Este es un proceso continuo.

Ahora podemos ver algo que la gente rara vez considera. Pongamos nuestra atención en los arenques del océano. Ponen millones y millones de huevos, pero solo unos pocos son fecundados. Los que son fecundados se protegen de la influencia de la tierra. Es un poco diferente en el caso del hombre, porque no es un arenque, al menos no siempre [Juego de palabras. En alemán, "Hering (arenque)" es una persona muy delgada.] sino que todos estos huevos de arenque que no son fecundados y descartados en el océano se liberan de la influencia de la tierra por evaporación. Si consideran los arenques y todos los demás peces, todos los demás animales y también los seres humanos, pueden decirse a sí mismos: "Me doy cuenta de que hay algo que surge continuamente desde la tierra hacia el espacio cósmico". Señores, no solo se evapora el agua, sino que también esos huevos no fecundados siempre se volatilizan desde la tierra hacia arriba. Sucede mucho más en el espacio cósmico de lo que supone la ciencia materialista.

Si alguien estuviera mirándonos desde Venus, por ejemplo, los vapores que surgen y después se condensan en forma de lluvia tendrían poco interés para él, pero lo que acabo de describirles, que constantemente se eleva hacia el espacio cósmico, allí se percibiría como un luz amarillo verdosa. De manera que en conclusión, la luz emerge de la vida de cualquier cuerpo cósmico. También nos llevaría a darnos cuenta de que el sol tampoco es el cuerpo físico que la ciencia materialista presenta, sino que es el portador de una vida aún más grande y poderosa. Es como explicaba anteriormente; algo que irradia luz debe ser fertilizado, así como el sol debe ser fertilizado para irradiar luz a través de la vida. Tenemos pues esta diferencia: cuando un óvulo humano no es fecundado, se apaga, evaporándose en el espacio cósmico; cuando es fecundado permanece por un tiempo en la tierra.

Lo que sucede es como la inhalación y la exhalación. Si solo exhalara, estaría dando mi ser al espacio cósmico como lo hace el huevo humano no fecundado. Consideren cuan interesante es que exhalen, y que el aire que hayan exhalado contenga su propio carbono. Es un proceso delicado. Imaginen que hoy tienen un poco de carbono en el dedo gordo del pie. Inhalan y el oxígeno se extiende. La pequeña cantidad de carbono que hoy está en el dedo gordo del pie se combina con el oxígeno, y mañana esta pequeña partícula de carbono estará en algún lugar de la atmósfera como dióxido de carbono. Eso es realmente lo que pasa. Durante su vida, el hombre tiene constantemente en sí mismo la misma sustancia que contiene el óvulo humano cuando es fecundado. Si solo exhalamos y nunca inhalamos, siempre estaríamos muriendo; nos disolveríamos continuamente en la atmósfera. Al inhalar nos protegemos de la muerte. Cada vez que inhalamos nos protegemos de la muerte.

El niño que aún se está desarrollando en el útero materno es fruto del óvulo humano fecundado y está protegido contra la desintegración. El niño toma su primer aliento solo en el momento del nacimiento cuando llega al mundo. Antes de eso debe ser el cuerpo de la madre quién le suministre el oxígeno. Pero luego con el nacimiento sucede algo bastante significativo. Al nacer, el hombre por recibe primera vez del mundo exterior la capacidad de vivir. Después de todo, el hombre no puede vivir sin oxígeno. Aunque en el útero de la madre existe sin oxígeno del aire exterior, lo obtiene del cuerpo de la madre.

Por lo tanto, se puede decir que cuando el ser humano emerge del cuerpo de su madre y llega al mundo, en realidad todo el proceso de su vida cambia. Le sucede algo radicalmente diferente. Ahora ya recibe el oxígeno del exterior, mientras que antes lo asimilaba del cuerpo de su madre. Háganse la pregunta de si hay una máquina en cualquier parte del mundo que pueda proporcionarles calor primero de una manera y luego de otra. Durante nueve o diez meses, el hombre vive en el cuerpo de su madre antes de aparecer en el mundo externo. En el útero se le suministra lo que la vida le da de una manera completamente diferente de cómo lo hace después de haber inhalado su primer aliento.

Examinemos algo más que guarda relación con esto. Imaginen que su sueño se ve perturbado por algo. Un sueño bastante aterrador les despierta de un sueño inquietante en el que tal vez experimenten que llegan a una casa cerrada con llave y no pueden entrar. Alguien en la casa les está esperando, por lo que se esfuerzan por abrir la puerta. Es posible que hayan experimentado algo como esto. En los sueños, de hecho, experimentamos tales condiciones de ansiedad.

Ahora, si examinan lo que realmente sucede cuando el ser humano tiene tales pesadillas, siempre se descubre que algo va mal con la respiración. Incluso pueden provocar experimentalmente tales pesadillas. Si toman un pañuelo y se tapan la boca o se tapan la nariz, tendrán las mejores pesadillas, si es que una pesadilla puede ser buena, porque no puede inhalar correctamente.

Es bastante extraño que tener tales condiciones de ansiedad dependan simplemente de la inhalación y la exhalación, en otras palabras, del oxígeno y el carbono. De ello se deduce que con nuestro elemento anímico vivimos en el aire. No vivimos en nuestros músculos o en nuestros huesos con nuestro elemento anímico, sino en el aire. Realmente es así, nuestra alma fluye junto con el movimiento del aire durante la inhalación y la exhalación. Por lo tanto, podemos decir que el elemento anímico busca el aire en el que flota después de que el niño respira por primera vez. Anteriormente, absorbía el oxígeno de una manera completamente diferente.

¿De dónde obtenía el ser humano el oxígeno antes de nacer? En el estado prenatal todavía no existe un proceso de respiración real. No hay respiración mientras el ser humano está en el útero de la madre; todo tiene lugar a través de la circulación. Varios vasos, pasan al embrión desde el cuerpo de la madre, y mezclado con la sangre y los líquidos, el oxígeno también pasa al embrión, (dichos vasos se rasgan al nacer). Con el nacimiento, el hombre traslada su principio básico de vida del elemento acuoso al aire. Cuando nace, traslada el principio de vida del elemento fluido en el que existía antes de nacer en el aire.

De ello se puede llegar a la conclusión de que antes de la concepción, el ser humano es primero una entidad que, como los bacilos, no es apto para la tierra. Inicialmente es un ser extraño a la tierra. Más tarde, está protegido de las fuerzas de la tierra y puede desarrollarse en el cuerpo de la madre, pero cuando realmente nace y emerge de los alrededores del útero materno, está expuesto a las fuerzas de la tierra. Luego se vuelve capaz de vivir solo al acostumbrarse a una actividad que le permite vivir en el aire. A lo largo de su vida terrenal, el hombre se protege contra las fuerzas de la tierra al no vivir con la tierra sino en el aire.

¡Imagínense lo difícil que sería si tuvieran que vivir con la tierra! Un hombre al pesarse en una báscula descubre que tiene un peso determinado, uno mas delgado pesará menos, y otro mas gordo pesará más. Imaginen no obstante, que tuvieran que agarrarse del cabello para llevar todo el tiempo su cuerpo entero, cargar su propio peso constantemente. ¡No sería una tarea agotadora! Sin embargo, aunque realmente lo llevan consigo, no sienten ese peso en absoluto, ni son conscientes de ello. ¿Por qué? Su respiración les protege de la pesadez de la tierra. De hecho, con sus almas no viven en el cuerpo, sino en el proceso de respiración.

Ahora podrá comprender fácilmente por qué la ciencia materialista no encuentra el alma. La ciencia materialista busca el alma en el cuerpo, que es pesado. En su investigación, disecciona un cadáver que ya no respira. Bueno, la ciencia no puede descubrir el alma allí, porque el alma no se encuentra en ese cuerpo. La ciencia materialista podría encontrar el alma solo si nuestra constitución fuera tal que al caminar por todas partes tuviéramos que cargar con nuestros propios cuerpos, sudando profusamente del esfuerzo. Entonces tendría sentido buscar el alma con medios materialistas. Pero, tal como se presentan las cosas, no tiene ningún sentido. Sudamos por otros motivos. Cuando salimos del útero materno, no vivimos dentro de las sustancias sólidas que componen nuestro cuerpo. Tan solo somos solo un diez por ciento de sustancia sólida. Ni tampoco vivimos en nuestro elemento fluido, al cual vivificamos. Con nuestra alma realmente vivimos en nuestra respiración.

Señores, síganme ahora en una línea argumental que tiene relación con los asuntos más importantes del presente. Imaginémonos un embrión humano (ver imagen).


Las líneas rojas indican su parte solida, e indicaré su parte líquida con este amarillo. A través del nacimiento, emerge al mundo exterior y se convierte en un ser humano pleno que ahora inhala aire con los pulmones y lo exhala nuevamente por la nariz. Debería ser bastante evidente para ustedes que cuando una persona nace, en realidad vive con su alma en el proceso de respiración. Mientras transcurre su existencia en el útero de la madre, vive en un elemento acuoso. En cierto sentido, surge del agua y pasa al aire cuando nace. Como hombre terrenal, solo se puede vivir en el aire, no en el agua. Pero antes de nacer vivían en el agua, y hasta la tercera semana incluso tenían ustedes forma de pececito para poder vivir allí. Vivieron en el agua hasta el momento de nacer, pero una vez fuera, la tierra no les permite vivir en ese elemento. ¿Qué significa que antes del nacimiento viviesen en el agua? Significa que su vida no puede derivarse de la tierra en absoluto, que debe originarse más allá de la tierra porque la tierra no les permite vivir. Debemos elevarnos de la tierra hacia el aire para vivir.

Debido a que hemos vivido en el agua hasta el momento del nacimiento, podemos concluir que nuestra vida no es un don de la tierra. Nuestra vida de alma no nos la proporciona la tierra. Es imposible que la tierra sea quien proporcione esta vida del alma. Por lo tanto, podemos entender que proviene de más allá de la tierra. Cuando comprendemos cómo la vida está realmente contenida en el proceso de respiración, y cómo la vida ya existe en el embrión pero en un elemento fluido, inmediatamente caemos en la cuenta de que esta vida ha descendido de un mundo espiritual hacia el óvulo de la madre.

La gente con frecuencia calificará tales declaraciones de no científicas. Sin embargo, podemos estudiar mucha ciencia y llegaremos a la conclusión de que lo que hacen los científicos ilustres en su ciencia es mucho menos lógico que lo que les acabo de decir. Lo que les he dicho ahora es absolutamente lógico. Desgraciadamente, en estos tiempos las cosas se han degradado tanto, que los niños ya están entrenados en la escuela para hacer oídos sordos a algo como esto; o si lo escuchan, dirán a lo sumo: “Está loco. Hemos aprendido que todo surge del huevo humano ”. Bueno, es tan ridículo como aprender que la cabeza humana crece de una cabeza de repollo. Decir que una cabeza humana puede crecer de una col, es tan absurdo como decir que el elemento humano, toda la actividad humana durante la vida, pueden derivarse del huevo humano. Pero a los niños ya se les enseñan estas cosas completamente absurdas en la escuela.

Ya les di un ejemplo de esto. Incluso a los niños más pequeños se les dice que la Tierra junto con todo el sistema planetario, una vez formaban parte de una gran nebulosa primitiva. Por supuesto, la nebulosa no hace nada cuando está quieta, sino que está hecha para girar. Comienza a girar rápidamente y, a medida que va girando, se va volviendo más y más delgada. Finalmente, varios cuerpos individuales se van separando, y uno permanece en el medio. A los niños se les hace una demostración de cómo se puede imitar. El maestro toma un trozo de cartón, mete una aguja y coloca una pequeña gota de aceite en un vaso de agua. Hace girar el trozo de cartón y la gota de aceite, que flota sobre el agua, comienza a moverse. Comienza a girar, y se van separando pequeñas gotas de aceite. Quedando una gran gota de aceite en el medio. Verán niños, les dice, este es un pequeño sistema planetario con su sol hecho a pequeña escala. Por lo tanto, es bastante plausible que alguna vez haya existido una nebulosa que giraba, y a partir de esa nebulosa, los cuerpos celestes se fuesen separando gradualmente, dejando a la gran estrella en el centro.

Pero ¿cuál es el factor más importante en este experimento? ¿Por qué gira la gota de aceite en el vaso de agua? Porque el profesor da vueltas al trozo de cartón. ¡Pues entonces, del mismo modo, tuvo que sentarse en algún lugar del universo, un gran maestro cósmico que hiciera girar la nebulosa, separando cuerpos celestes de ella! Señores, cuando desde el principio alguien les enseña tales cosas a los niños, se vuelven "inteligentes" como adultos. Cuando alguien quiere ser lógico y expresa dudas, ¡lo llaman soñador porque ellos saben cómo comenzó el mundo!

Verán que, tales pensamientos no contienen absolutamente ninguna realidad. Esta nebulosa giratoria y primitiva pensada por Kant y Laplace no tiene realidad en absoluto; Es realmente bastante tonto. Postular tales nebulosas giratorias es realmente bastante estúpido. Los únicos motivos para ello son las supuestas nebulosas espirales observadas a través de telescopios. Afuera, en los amplios espacios cósmicos, existen tales nebulosas espirales; eso es correcto. Pero si al mirarlas con un telescopio y ver estas nebulosas espirales, un hombre dijese: "Es cierto, todo nuestro sistema solar también fue una nebulosa", entonces sería tan inteligente como si alguien tomase un enjambre de insectos en la distancia por una nube de polvo. Esto puede suceder, pero el enjambre de mosquitos está vivo mientras que la nube de polvo no tiene vida. La nebulosa espiral en el espacio está viva; tiene vida dentro de ella. Del mismo modo, todo el sistema solar tuvo su propia vida y espiritualidad en épocas anteriores, y esta espiritualidad continúa funcionando hoy.

Cuando el óvulo humano está protegido en el cuerpo de la madre mediante la fecundación, puede unirse con el espíritu humano. Cuando envejecemos gradualmente, la pesadez se hace sentir lentamente por el hecho de que la gravedad de la tierra se apodera de nuestras sustancias. Supongan que la digestión de una persona está mal y, como resultado, las fuerzas de la vida no la atraviesan adecuadamente. Por tanto, se forman todo tipo de pequeñas partículas sólidas en los músculos. Llenándose de estos pequeños cuerpos sólidos, que son pequeños cálculos de ácido úrico, y entonces padecemos de gota. Comenzamos a ser conscientes de la pesadez, de la gravedad.

Cuando estamos sanos y el oxígeno nos vigoriza a través de nuestra respiración, dichos depósitos de ácido úrico no se forman y no nos afecta la gota. La gota ocurre solo si el oxígeno no pasa a través de nuestro cuerpo de una manera realmente estimulante y no asimila el carbono correctamente. Si el oxígeno no pasa a través de nuestro organismo de la manera correcta, el carbono causará todo tipo de problemas; entonces diminutas partículas estarán presentes por todas partes en nuestros vasos sanguíneos. Lo sentimos como un efecto de la tierra al moverse. De hecho, tenemos que estar protegidos de la tierra. Seguimos vivos solo porque estamos constantemente protegidos de la tierra y sus influencias gracias al proceso de respiración. La tierra no es dañina para nosotros únicamente porque constantemente estamos siendo protegidos de ella. Siempre estaríamos enfermos si siempre estuviéramos expuestos a la tierra.

Verán, a mediados del siglo XIX, cuando la ciencia natural tuvo sus mayores éxitos materialistas, la gente se quedaba completamente atónita por sus logros y los científicos querían explicar todo mediante lo que sucede en la tierra. Estos científicos eran extremadamente inteligentes, y liberaron al hombre de mucho de lo que lo tenía preocupado. No se puede decir nada contra ellos; incluso hay que elogiarlos, pues estaban completamente estupefactos por el progreso científico y trataban de explicar a todo el ser humano de manera que solo la tierra tuviera influencia sobre él. No se daban cuenta de que cuando las influencias de la tierra comienzan a surtir efecto en el hombre, lo primero que hace es ponerse nervioso y después se enferma de alguna manera. Solo está bien en virtud de estar constantemente protegido de las influencias terrenales.

Eventualmente, sin embargo, el hombre es vencido por estas influencias terrenales.¿Cómo se hacen presentes? Las influencias terrenales se afianzan porque el hombre pierde gradualmente el arte de respirar. Cuando ya no puede respirar correctamente, regresa a la condición que tenía antes de ser concebido. Se disuelve en el éter cósmico y regresa al mundo del que vino. Con su último aliento, el hombre se hunde en el mundo del que salió. Cuando entendemos correctamente la respiración, también comprendemos el nacimiento y la muerte. Pero en ninguna parte de la ciencia moderna encontramos la comprensión correcta de la respiración.

En resumen, el hombre primero aprende a vivir con el mundo a través del óvulo femenino, luego aprende a existir independientemente en la tierra durante un cierto período de tiempo en virtud de la fecundación masculina, y finalmente regresa a la condición en la que nuevamente puede vivir por su propia cuenta fuera de la tierra. Gradualmente, se aprende a comprender el nacimiento y la muerte, y solo entonces puede comenzar a tener el concepto correcto de lo que es el hombre con respecto a su alma, la cual ni nace ni muere sino que viene de afuera, se une con el óvulo en la madre, y finalmente regresa al mundo espiritual.

La situación actual es tal que debemos comprender el elemento del alma inmortal, que no está sujeta al nacer ni al morir. Esto se aplica especialmente a aquellos que están activos en la ciencia. Esto es necesario, para la humanidad hoy. Durante cientos y miles de años, los hombres han tenido una fe en la inmortalidad que hoy no pueden retener porque se les dice todo tipo de cosas que en realidad no son nada y se desmoronan ante la ciencia. Todo lo que se le pide a un hombre que crea hoy también debe ser una cuestión de conocimiento. Debemos aprender a comprender lo espiritual a partir de la ciencia misma, como lo hemos hecho aquí en estas conferencias. Esa es la tarea del Goetheanum y de la antroposofía en general: comprender correctamente lo espiritual de la ciencia natural.

Que difícil es lograr que la gente de alguna manera comprenda algo nuevo. Ahora es Navidad, y la gente podría decirse a sí misma: "Bueno, debemos encontrar una nueva forma de entender cómo vive el espíritu en la raza humana". Si la gente se detuviera a pensar cómo vive el espíritu en la humanidad, y si quisieran intentar llegar a este entendimiento a través del conocimiento real, encontraríamos todo renovado. Incluso podríamos celebrar la Navidad de nuevo, porque observaríamos esta fiesta de una manera apropiada para la época moderna. En cambio, por un lado, las personas continúan observando solo lo que está muerto en la ciencia y, por otro, perpetúan las viejas tradiciones a las que ya no pueden atribuir ningún significado. Me gustaría saber qué significado pueden ver las personas que intercambian regalos en Navidad. ¡Ninguno en absoluto! Lo hacen simplemente por una vieja costumbre. Al lado de esto, se enseña una ciencia que está llena de contradicciones en todas partes. En ninguna parte alguien desea considerar el hecho de que la ciencia presenta algo que puede conducir a la realización de lo espiritual.

Hoy, se puede decir que si el cristianismo tiene algún significado, uno debe embarcarse nuevamente en alcanzar un verdadero conocimiento del espíritu. Esto es lo único posible; no basta con perpetuar lo viejo. ¿Para qué leer la Biblia a las personas en ocasiones festivas, o incluso a los niños en la escuela, si a la vez le dicen al niño que una vez hubo una nebulosa primitiva que giraba? La cabeza y el corazón están en completa oposición. Entonces el hombre olvida cómo comportarse como ser humano en la tierra porque ya no se conoce a sí mismo.

Cualquiera que piense que, como seres humanos en la tierra, estamos compuestos solo de lo que tiene un peso mesurable en un báscula, es un tonto. Esta parte no la necesitamos en absoluto. No tiene sentido pensar que estamos compuestos de estas sustancias materiales que pueden ser medibles. En realidad, no nos damos cuenta del cuerpo en absoluto, porque nos protegemos de él para mantenernos bien. La cura de la enfermedad consiste en expulsar las influencias terrenales que afectan a la persona enferma. Toda curación se basa realmente en apartar al ser humano de la influencia de la tierra. Si no podemos apartar al hombre de la tierra y sus influencias, no podremos curarlo. Luego se tumba en la cama, se deja sostener por ella y sucumbe a su peso. Cuando uno se tumba deja de llevarse por sí mismo.

Así pues, tenemos las viejas costumbres, por un lado, y, por otro, una ciencia que no ilumina al hombre sobre lo que realmente es como ser humano. Nada positivo puede salir de todo esto. Es cierto que los conflictos, con todas las consecuencias que todavía nos aquejan hoy, no ocurrirían si los seres humanos supieran algo de la inhumanidad de antemano. Incluso ahora, no quieren saberlo. Incluso ahora, todavía quieren reunirse en los congresos sin ningún pensamiento nuevo y simplemente repetir las mismas cosas de siempre. En ninguna parte son capaces de concebir nuevos pensamientos. Lo que al principio existía en la humanidad como ideas confusas se han convertido en un hábito y luego se convirtió en nuestro orden social hoy. No vamos a llegar a ninguna parte del mundo otra vez hasta que desde dentro realmente sintamos lo que, en efecto, es el ser humano.

Esto es realmente lo que los que entienden los objetivos de la antroposofía conciben como Navidad. La Navidad debería recordarnos que una vez más debe nacer una ciencia del espíritu. La antroposofía es el mejor ser espiritual que puede nacer. La humanidad necesita mucho una festividad navideña. De lo contrario, elimina al Cristo vivo y retiene solo la cruz de Cristo. La ciencia ordinaria es solo la cruz, pero una vez más debemos llegar a lo que está viviendo. Debemos luchar por eso.


Traducido por Julio Luelmo septiembre 2019
El objetivo de este blog es publicar en Internet todo el material fuente existente para las transcripciones de las conferencias de Rudolf Steiner de la forma más completa posible, para que este gran tesoro esté disponible para toda la humanidad. Se trata de notas de oyentes, transcripciones de conferencias y, en su mayor parte, transcripciones en texto plano de conferencias estenografiadas, también conocidas como transcripciones en texto plano. De este modo, cualquiera puede comprobar por sí mismo, mediante comparaciones, qué dijo realmente Rudolf Steiner y cómo fue editado (y, por tanto, modificado) en las distintas ediciones. Y por último, pero no menos importante, también encontrarán mucho material inédito. La obra de Rudolf Steiner es de dominio público desde 1996 y, por tanto, pertenece legalmente a toda la humanidad. Él mismo habría elegido una fecha mucho más temprana para la publicación de su obra, como se desprende de los pasajes sobre propiedad intelectual que citamos a continuación; Incluso el período de protección de 30 años que se aplicaba entonces le parecía demasiado largo. ¿Y qué habría dicho sobre el hecho de que 85 años después de su muerte, parte de su obra docente siga inédita y acumulando polvo en los archivos? Él mismo encontró una expresión adecuada para esto: Fue puesto en un ataúd. Este sitio web está destinado a ayudar a liberarlo de este ataúd. "Lo que el hombre puede crear a partir de sus capacidades intelectuales se lo debe a la sociedad humana, al orden social humano. En realidad, no le pertenece. ¿Por qué gestionamos nuestra propiedad intelectual? Simplemente porque la produces; al producirla, demuestras que tienes la capacidad de hacerlo mejor que los demás. Mientras tengas esa capacidad mejor que los demás, gestionarás mejor esa propiedad intelectual al servicio del conjunto. Ahora la gente se ha dado cuenta al menos de que esta propiedad intelectual no se perpetúa sin fin. Treinta años después de la muerte, la propiedad intelectual pertenece a toda la humanidad. Cualquiera puede imprimir lo que yo he producido treinta años después de mi muerte. Puede utilizarlo como quiera; y eso está bien. Incluso estaría de acuerdo si hubiera más derechos en este ámbito. No hay otra justificación para la gestión de la propiedad intelectual que el hecho de que, porque se puede producir, también se tienen las mejores capacidades [...] Será una forma sana de socializar el capital si hacemos fluir en el organismo social lo que hoy se acumula como capital en el derecho de sucesiones, en el surgimiento de las pensiones, del derecho de las manos ociosas, de los derechos humanos superfluos, lo que así se acumula en capital; eso es lo que importa. Ni siquiera hace falta decir que la propiedad privada debe convertirse en propiedad social. El concepto de propiedad no tendrá ningún significado". Rudolf Steiner el 25 de abril de 1919