GA231 El hombre suprasensible

 

  • GA231
     

  • CONFERENCIA PÚBLICA, La Haya, 15 de noviembre de 1923. 

  • La Antroposofía como desafío del tiempo El cruce vital de los límites del conocimiento. El verdadero autoconocimiento a través de la potenciación de la vida del alma se convierte en conocimiento del espíritu. Las tres etapas del auto-empoderamiento, a partir de la captación de la vida onírica y su intiución consciente. Ciencia espiritual y seguridad de la vida.

  • CONFERENCIA PÚBLICA, La Haya, 16 de noviembre de 1923. 

  • La Antroposofía como forma de vida humana y personal Transformación de la cognición intelectual "objetiva" según criterios lógicos en una relación personal de cognición que es "promotora de vida" o "creadora de enfermedad" para todo el ser humano. Amor y el egoísmo en la cognición.  La cognición del espíritu y el orden moral del mundo. La reincorporación y la formación del destino. La diferente relación con la ciencia espiritual para el investigador espiritual de hoy y para el receptor de la ciencia espiritual.  

  • Las formas espirituales de los planetas, los movimientos de los planetas, el Ritmo y la Melodía Cósmicos, el Discurso Cósmico, tienen sus diversas contrapartes microcósmicas en la forma de la piel y los órganos de los sentidos del hombre, en sus sistemas nervioso y glandular, en sus órganos internos y en la circulación sanguínea, y en sus sistemas muscular y óseo. Se describe la actividad de las Jerarquías en cada uno de estos miembros del ser humano.

    El viaje del hombre por los mundos espirituales después de la muerte. Toda su forma se convierte en una fisonomía que expresa su carácter moral y espiritual. Se encuentra con aquellos que están conectados con él por des- minado; "crece junto a ellos", y al llegar a la esfera del Sol sus destinos comunes brillan en el Cosmos. Después de la "Hora de la Medianoche de la Existencia", comienza el viaje de regreso. Las cuatro clases de mundo, - físico y perceptible por los sentidos, ni físico ni perceptible, perceptible pero no físico, físico pero no perceptible.

    Se describe con más detalle el viaje. En la esfera de la Luna están los Maestros primitivos de la humanidad, pero también las fuerzas cósmicas relacionadas con lo subhumano en el hombre, y los Seres Ahrimánicos. En la esfera de Mercurio el hombre encuentra a los Seres de la Tercera Jerarquía. En la esfera de Venus se encuentra con los poderes del Amor Cósmico. En la esfera de Sol siente la influencia de la Segunda Jerarquía y comienza a ver la vida terrestre como un "mundo más allá". La sustancia solar, arrojada como cometas y meteoritos, contiene el hierro cósmico por medio del cual Miguel media entre los mundos suprasensible y material.

    En la esfera de Marte el hombre experimenta el Discurso Cósmico, en la esfera de Júpiter el Pensamiento Cósmico, y en la esfera de Saturno la Memoria Cósmica. En la región de las Estrellas Fijas, las influencias de los ilimitados mundos espirituales comienzan a formar la cabeza para la próxima encarnación. A medida que el hombre regresa a través de las Esferas, se sientan los cimientos en cada una de ellas para la correspondiente facultad terrenal; y en la esfera del Sol, mientras se forma el arquetipo espiritual del corazón, el hombre tiene un creciente sentido de su propia existencia autocontenida -distinta del gran Universo. A medida que se acerca gradualmente a la Tierra, su conciencia espiritual, que ha sido clara y vívida, comienza a desvanecerse y se transforma en fuerzas de crecimiento.

    La percepción imaginativa lleva al hombre a una nueva relación con los minerales; contemplando los cristales de cuarzo en la ladera de la montaña, se siente uno con la Tierra y con todo el Cosmos. Para la percepción inspirada los metales dentro de la Tierra revelan el Alma de la Tierra, los minerales metálicos se convierten para el hombre en memorias cósmicas. En la fundición de los metales mediante el fuego, se revela un conocimiento espiritual aún más profundo. El hombre aprende cómo los Poderes Creativos del Mundo se metamorfosean en su interrelación entre la Tierra y el Cosmos; los ve trabajar en el niño pequeño que está aprendiendo a caminar, a hablar y a pensar; los ve también en el trabajo oculto del destino humano. Uniéndose así interiormente tanto a los secretos de la Naturaleza como a los del Espíritu, el hombre se sabe un Microcosmos, un "pequeño mundo"


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