GA101-11 Stuttgart, 16 de septiembre de 1907 -Signos y Símbolos ocultos- los siete sellos


RUDOLF STEINER

El hombre, el símbolo más significativo.

undécima conferencia
Stuttgart, 16 de septiembre de 1907


El más significativo de los símbolos y signos que tenemos, y que ha sido reconocido por los ocultistas de todos los tiempos, es el hombre mismo. El ser humano siempre ha sido llamado un microcosmos, un mundo pequeño, y con razón. Aquellos que han aprendido a conocerlo de manera exacta e íntima se han dado cuenta de que todo lo que se extiende en el resto de la naturaleza está contenido en miniatura en el hombre. Esto puede ser al principio difícil de entender, quizás, pero cuando lo piensen, captarán su significado. En el hombre se encuentra una especie de extracto de todo el resto de la naturaleza, de todos los materiales y fuerzas. Si estudian la naturaleza de cualquier planta con suficiente profundidad, descubrirán que el organismo humano contiene algo parecido, aunque esté allí en menor medida. Si estudian un animal, siempre podrán señalar algo en él que es similar a la naturaleza en el organismo humano. Para entender esto correctamente es, por supuesto, necesario considerar el desarrollo del mundo desde el punto de vista oculto. El ocultista sabe, por ejemplo, que los hombres no tendrían el tipo de corazón que tienen hoy si el león no existiera en la naturaleza. Volvamos la mirada un tiempo anterior cuando todavía no había leones.
Los hombres, los seres más antiguos, ya existían, pero en aquél tiempo tenían un corazón constituido de manera diferente. Sin duda, hay relaciones oscuras en todas partes de la naturaleza. Cuando, en el lejano pasado, el corazón humano adquirió su forma actual, apareció el león. Las mismas fuerzas formaron ambos. Es como si estas fuerzas hubieran extraído la esencia leonina y con una habilidad artística divina le hubieran moldeado el corazón. Pueden sentir que el corazón humano no tiene nada de leonino; lo que sin embargo es así para el ocultista. No deben olvidar el hecho de que cuando se introduce algo en las relaciones de un organismo, funcionará de manera muy diferente a la forma en que funciona cuando está libre. E inversamente, se puede decir que si pudieran retirar la esencia del corazón y formar un ser con ella que corresponda a este corazón, (es decir, un ser formado de tal manera que las fuerzas del organismo no determinen su estructura). Entonces habrían creado un león. Todos los rasgos de coraje y audacia, o, como dice el ocultista, los rasgos reales del ser humano, se derivan de las conexiones con el león. El iniciado, Platón, también colocó el alma real en el corazón.
Paracelso usó una hermosa comparación para demostrar esta conexión del ser humano con la
naturaleza. Él dijo que los seres individuales en la naturaleza son letras, y los hombres son las palabras compuestos de esas letras. Fuera, el gran mundo, el macrocosmos; En nosotros, el pequeño mundo, el microcosmos. Fuera, todo existe por separado. En los hombres está determinado por la relación armoniosa con otros órganos. Solo esto nos permite ilustrar a través de los seres humanos el desarrollo de todo el universo en la medida en que nos pertenece.
En los siete sellos que se colgaron en el Palacio de Festivales durante el Congreso de Munich, se muestra una imagen de esta evolución de los hombres en relación con el mundo al que pertenecen. Veamos lo que nos muestran.
El primer sello presenta a una persona vestida de blanco, sus pies de metal fundido y una espada de fuego que sobresale de la boca. Su mano derecha está rodeada por los signos de nuestros planetas: Saturno, Sol, Luna, Marte, Mercurio, Júpiter, Venus. Aquellos que estén familiarizados con el Apocalipsis de San Juan recordarán que en él se encuentra una descripción que se corresponde estrechamente con esta imagen, ya que San Juan fue un iniciado. Se puede decir que este sello representa la idea de la humanidad total. Esto se entenderá cuando recordemos algunas ideas ya conocidas por los miembros más antiguos aquí. Cuando retrocedemos en la evolución humana, llegamos a un tiempo en que los hombres se encontraban en una etapa imperfecta. Así, por ejemplo, no tenían cabeza como la que llevan hoy sobre sus hombros. Sonaría grotesco, de hecho, si escucharan una descripción de los hombres de esa época. Sólo gradualmente se fue desarrollándo la cabeza, y seguirá desarrollándose. Los hombres también tienen órganos hoy que han llegado al final de su desarrollo y en el futuro ya no formarán parte del cuerpo humano. Hay otros que se transformarán. Un ejemplo es la laringe, que, sin duda, tiene una gran conexión futura con el corazón. En la actualidad, la laringe se encuentra al principio de su desarrollo, pero en los tiempos por venir se transformará en un órgano de reproducción espiritualizado. Obtendrán una idea de este misterio si dejamos aclarado qué es lo que un hombre logra hoy con su laringe.
Mientras les hablo, oyen mis palabras. Por medio del hecho de que este sonido llena el aire y que se producen ciertas vibraciones en él, mis palabras se transportan a sus oídos y a sus almas. Cuando digo una palabra, por ejemplo, "mundo", el aire vibra en una encarnación de esa palabra. Lo que producimos de esta manera hoy en día se llama "creación en el reino mineral". Los movimientos del aire son movimientos minerales, por así decirlo, y por lo tanto a través de la laringe tenemos un efecto mineral en nuestro medio ambiente. Pero los hombres progresarán y también se harán efectivos en el reino vegetal. Entonces ellos invocarán no solo minerales, sino también vibraciones similares a plantas. Hablarán "plantas". El siguiente paso será que los hombres podrán hablar "seres que sienten". En la etapa más alta de su desarrollo, generarán su semejante a través de la laringe. Un hombre ahora solo puede expresar el contenido de su alma a través de su laringe, pero luego se expresará él propiamente. Así como en el futuro los hombres podrán hacer que las palabras se conviertan en personas a través de su habla, así fue como los precursores de la humanidad, los dioses, fueron dotados con un órgano con el que expresaron todas las cosas que nos rodean hoy. Son ellos quienes han hecho todos los hombres, animales y todo lo que se manifiesta. En el sentido literal de la palabra, todos ustedes son palabras pronunciadas por seres divinos.
“¡En el principio fue la Palabra, y la Palabra estaba con Dios, y un Dios era la Palabra!” Esto no es una simple frase filosófica en el sentido especulativo; San Juan establece un hecho primordial que debe tomarse literalmente.
En el final será la Palabra. La creación es una realización de la Palabra, y los hombres en el futuro darán plena realización a lo que hoy es la Palabra. Entonces los hombres ya no tendrán las formas físicas que tienen hoy; habrán progresado a la forma que existía en Saturno, encederán la materia.
Aquél ser que pronunció todo lo que existe en el mundo de hoy es el gran prototipo de los hombres. Él pronunció Saturno en el universo, el Sol, la Luna, la Tierra, (en sus dos mitades Marte y Mercurio), Júpiter y Venus. Los siete planetas en el sello así lo indican. Son el signo que indica la altura a la que un hombre podrá desarrollarse. Su planeta entonces consistirá en materia ardiente, y él podrá hablar creativamente dentro de esta materia ardiente. La espada de fuego que sobresale de la boca de la figura en el sello representa esto. Todos serán ardientes, de ahí los pies de mineral liquido.
Cuando comparan a un hombre de hoy con los animales, la diferencia entre ellos nos vemos obligados a decir que el hombre, como individuo, tiene dentro de él lo que no se puede encontrar en el animal individual. El hombre tiene un alma individual, el animal un alma grupal. El ser humano individual es, en sí mismo, una especie animal completa. Todos los leones juntos, por ejemplo, tienen una sola alma. Tales yos grupales son como los yos humanos, excepto que no han descendido al mundo físico, sino que se encuentran solo en el mundo astral. Aquí sobre la tierra uno ve a los hombres físicos, cada uno de los cuales lleva su yo. En el mundo astral uno encuentra seres como nuestro yo, pero en envolturas astrales en lugar de físicas. Uno puede hablar con ellos como nuestros iguales. Estas son las almas grupales de los animales.
En épocas anteriores, los hombres también tenían almas grupales. Sólo muy gradualmente han ido desarrollándose hasta su independencia actual. Estas almas grupales estaban originalmente en el mundo astral y luego descendieron para vivir en el cuerpo físico. Cuando uno investiga las almas grupales humanas originales en el mundo astral, se encuentra cuatro especies de las que los humanos han surgido. Si uno comparara estos cuatro tipos de seres con las almas grupales que pertenecen a la especie animal actual, uno encontraría que una de las cuatro es comparable al león, otra al águila, la tercera a la vaca y una Cuarta al hombre de los tiempos antiguos antes de que su yo hubiera descendido. Así pues, en la segunda imagen, en los animales apocalípticos, el león, el águila, la vaca y el hombre, se nos muestra una etapa evolutiva de la humanidad. Existe, y siempre existirá, mientras la tierra exista, un alma grupal para la más elevada manifestación de los hombres, representada por el cordero en el centro del sello, el cordero místico, el signo del Redentor. Esta agrupación de las cinco las almas grupales, las cuatro del hombre alrededor del gran las alma grupal, que todavía pertenece a todos los hombres en común, está representada por el segundo sello.
Si retrocediéramos millones de años atrás en la evolución humana, vendría hacia nosotros otra imagen. En la actualidad, los hombres están físicamente en la tierra, pero hubo un tiempo en que lo que vagaba por aquí en la tierra aún no podía captar un alma humana porque estaba en el plano astral. Retrocediendo aún mas en el tiempo, llegamos a un período en que el alma estaba en el plano espiritual, en el devachan. En el futuro, cuando se haya purificado en la tierra, el alma ascenderá nuevamente a este plano superior. Su curso se mueve desde lo espiritual, a través de lo astral, lo físico y luego nuevamente hacia el espíritu. Esto parece ser un desarrollo largo para el ser humano, pero aún parece breve en comparación con los otros planetas. Durante esos tiempos los hombres pasaron no solo por transformaciones físicas, sino también por transformaciones espirituales y astrales. Para seguir esto se requiere que nos elevemos a mundos espirituales. Allí se puede escuchar la música de las esferas, los tonos que fluyen a través del espacio en este mundo, la armonía de las esferas, llamada por el ocultista "los tonos de trompeta de los ángeles", sonará para ellos. Este es, por lo tanto, el tercer sello el de las trompetas.

Desde el mundo espiritual vienen las revelaciones que le llegan a los hombres solo cuando continúan progresando; Entonces será abierto el Libro con los Siete Sellos. Estos sellos son justo lo que estamos considerando aquí, y serán revelados. Por lo tanto, ustedes se encuentran en la mitad del libro de los sellos y por debajo de él las cuatro etapas de la humanidad representadas por los cuatro caballos, que indican las etapas de la humanidad en su desarrollo a través del tiempo. Pero todavía resta una mayor iniciación. Los hombres derivan de mundos aún más elevados y ascenderán a ellos nuevamente. Entonces los hombres y el mundo habrán dejado de existir en sus actuales formas. Lo que ahora está afuera en el mundo, las simples letras de las que está compuesto un hombre, las habrá vuelto a adoptar dentro de sí y su forma se volverá idéntica a la forma del mundo. En una enseñanza teosófica más bien trivial, se dice que uno busca a Dios dentro de sí mismo. Pero aquellos que quieran encontrar a Dios deben buscarlo en sus obras que se extienden por el mundo. Nada en el mundo es solo materia, esto es solo aparente. En realidad, toda materia es una expresión de espiritualidad, un mensaje de la actividad de Dios. Los hombres extenderán su ser, por así decirlo, en el curso de los tiempos venideros, identificándose cada vez más con el mundo; por lo tanto, será posible representarlos en la forma del cosmos en lugar de la forma humana. Esto se puede ver en el cuarto sello con su roca, el mar y las columnas. Las nubes que impregnan hoy el mundo ofrecerán su materia para que el cuerpo de un hombre pueda formarse a partir de ellas, y las fuerzas que hoy están con los espíritus del Sol proporcionarán en el futuro a los hombres con lo que desarrollarán sus fuerzas espirituales en una forma más elevada. Es esta fuerza solar por la que los hombres se esfuerzan. Al contrario que la planta que envía sus raíces que asemejan la cabeza hacia el centro de la tierra, un hombre gira su cabeza hacia el sol. Él finalmente unirá su cabeza con el sol y recibirá fuerzas superiores. Esto es lo que se ve en el cuarto sello en la cara del sol que descansa sobre el cuerpo de las nubes, sobre la roca y las columnas. En ese tiempo futuro, el ser humano se habrá vuelto auto-creador. Como símbolo de la creación perfecta, lo rodea un arco iris de muchos colores. En el Apocalipsis de San Juan pueden encontrar un sello similar en el que hay un libro en medio de las nubes. San Juan dice que el iniciado debe tragarse este libro. Con ello se indica el tiempo en que los hombres recibirán la sabiduría no solo externamente, sino que serán penetrados de ella, como ocurre hoy con los alimentos, cuando ellos mismos serán la personificación de la sabiduría.
Luego se acercará el tiempo en el que tendrán lugar grandes cambios en el cosmos. Cuando los hombres hayan atraído el poder del sol, el sol se unirá de nuevo con la tierra. Los hombres se convertirán en seres solares y, por medio del poder del sol, serán capaces de producir soles. De ahí, la mujer que lleva el sol en el quinto sello. La humanidad habrá llegado tan lejos moral y éticamente que todas las fuerzas destructivas que reposan en su naturaleza humana inferior habrán sido vencidas. Esto está representado por el animal con las siete cabezas y los diez cuernos. A los pies de la mujer solar está la luna, que contiene todas esas sustancias básicas que la tierra no pudo usar pero que no había arrojado. Todo lo provenga en forma de fuerzas mágicas que la luna todavía ejerce en la actualidad sobre la tierra será vencido. Cuando el hombre se una con el sol, habrá vencido a la luna.
El siguiente sello nos muestra que el ser humano, cuando haya alcanzado la más alta espiritualidad, será como la figura de Michael encadenando el mal en el mundo, simbolizado por el dragón. En cierto modo, hemos visto que tanto al principio como al final de la evolución humana existen las mismas condiciones y transformaciones. Los hemos visto plasmados en el hombre con los pies de fuego fundido y la espada saliendo de su boca. En un simbolismo de gran profundidad, todo el ser del mundo ahora se nos revela en el símbolo del Santo Grial.
Déjame presentar este sello ante tus ojos en pocas palabras. El ocultista que se ha familiarizado con nuestro mundo sabe que el espacio en el mundo físico no es un simple vacío, sino algo muy diferente. El espacio es el orígen desde el cual todos los seres han cristalizado físicamente, por así decirlo. Imaginen un recipiente de vidrio transparente con forma de cubo lleno de agua. Ahora imaginen que ciertas corrientes de enfriamiento se reparten a través de esta agua para que se congelen en multitud de formas de hielo. Esto les dará una idea de la creación del mundo, del espacio y de la divina palabra creadora que se pronuncia en él. El ocultista presenta este espacio en el que se ha pronunciado la Palabra creadora divina como el cubo de agua transparente. Dentro de este espacio se desarrollan diversos seres.
Los que están más cerca de nosotros se pueden caracterizar de la siguiente manera. El cubo tiene tres direcciones perpendiculares, tres ejes, longitud, altura y anchura. Representando así las tres dimensiones en el espacio. Ahora imaginen las dimensiones contrarias a estas tres dimensiones externas del mundo físico. Pueden visualizar esto imaginando a alguien moviéndose en una dirección y chocando con otra persona que viene en dirección contraria. De modo similar, existe una contra-dimensión para cada dimensión del espacio, de modo que en total tenemos seis contra-rayos. Estos contra-rayos representan los comienzos primordiales de los miembros más elevados del ser humano. El cuerpo físico, cristalizado desde el espacio, es el más bajo. Lo espiritual, lo más elevado, es la contra-dimensión opuesta. En su desarrollo, estas contra-dimensiones se forman primero en un ser que se describe mejor cuando las dejamos fluir juntas en el mundo de las pasiones, los apetitos sensuales y los instintos. Esto es así al principio. Más tarde, se convierte en otra cosa. Se vuelve cada vez más purificado (hemos visto hasta qué grado), pero surgido de los impulsos inferiores, que aquí están simbolizados por la serpiente. El proceso de purificación está simbolizado por las dimensiones contrarias que convergen en dos serpientes situadas una frente a otra. A medida que la humanidad se purifica a sí misma, se eleva a través de lo que se llama la espiral mundial. El cuerpo purificado de la serpiente, esta espiral mundial, tiene un profundo significado. El siguiente ejemplo les dará una idea de ello.
La astronomía moderna se apoya en dos postulados de Copérnico, pero no se ha tenido en cuenta un tercero. Copérnico dijo que el sol también se mueve. Avanza en una espiral de modo que la tierra, siguiendo el sol, se mueve en una complicada curva. Lo mismo vale para la luna que gira alrededor de la tierra. Estos movimientos son mucho más complicados de lo que se supone en la astronomía elemental. Aquí se muestra cómo la espiral tiene importancia para los cuerpos celestes, y estos describen una forma con la que los hombres se identificarán un día. En ese futuro, la capacidad reproductora de un hombre se limpiará y purificará, y su laringe se convertirá en su órgano reproductor. Lo que el ser humano habrá desarrollado como cuerpo purificado de la serpiente ya no actuará hacia arriba, sino desde arriba hacia abajo. La laringe transformada se convertirá en el cáliz conocido como el Santo Grial. Incluso cuando uno se purifica, también el otro, que se une con este órgano reproductor. Será una esencia de la fuerza del mundo y de la gran esencia cósmica. Este espíritu del mundo en su esencia está representado por la paloma que enfrenta el Santo Grial. Aquí se simboliza la fecundación espiritualizada que estará activa desde el cosmos cuando los hombres se hayan identificado con el cosmos. La creatividad completa de este proceso está representada por el arco iris. Este es el sello omniabarcante del Santo Grial. El conjunto da la sensación de la conexión entre el mundo y los hombres de una manera maravillosa, como un resumen del significado de los otros sellos.
El secreto de los mundos se encuentra aquí como una inscripción circular en el borde exterior del sello, que muestra cómo los hombres al principio nacen de las fuerzas primarias del mundo. Todo el mundo, cuando mira hacia atrás, ve que ha pasado por el proceso en el principio de los tiempos por los que pasa espiritualmente hoy, cuando nace de nuevo de las fuerzas de la conciencia. Esto se expresa en la sentencia Rosa-Cruz E. D. N., Ex Deo Nascimur, de Dios nazco.
Hemos visto que dentro del mundo revelado se agrega a la vida una segunda cosa, es decir, la muerte. Para que volvamos a reencontrar la vida en esta muerte, un hombre debe encontrar la muerte de los sentidos en la fuente primordial de todo lo que vive. Este es el centro de todo desarrollo cósmico porque hemos tenido que experimentar la muerte para ganar conciencia. Podremos vencer la muerte cuando encontremos su significado en el misterio del Redentor. Así como nacemos de Dios, así, en el sentido de la sabiduría esotérica, morimos en Cristo - I. C. M., en Christo Morimur.
Debido a que se revela una dualidad dondequiera que algo se revela, con el cual un tercer miembro debe unirse, el hombre que ha vencido la muerte se identificará con el espíritu que impregna el mundo, simbolizado por la paloma. Él se levantará de la muerte y nuevamente vivirá en el espíritu - P. S. S. R., Per Spiritum Sanctum Reviviscimus.
Aquí está la rosa-cruz teosófica. Irradiando hacia aquellos tiempos en que la religión y la ciencia se reconciliarán.
Puede verse cómo el mundo entero está representado en tales sellos, y puesto que los magos e iniciados han puesto todo el cosmos en ellos, contienen una fuerza poderosa. Continuadamente pueden recurrir a estos sellos y encontrarán que al meditar en ellos revelarán una sabiduría infinita. Pueden tener una gran influencia en el alma porque han sido creados a partir de secretos cósmicos. Cuélguenlos en una sala donde se debatan tales cosas como lo hemos estado haciendo aquí, debates en los que uno se eleva a los misterios sagrados del mundo, y se sentirán animados e iluminados en el más alto grado, aunque las personas a menudo no lo sean conscientes de su efecto. Sin embargo, debido a que tienen este significado, no deben ser mal utilizados o profanados. Por extraño que parezca, cuando los sellos están colgados alrededor de una habitación en la que nunca se dice nada espiritual, donde solo se pronuncian palabras triviales, su efecto es tal que causa enfermedad física. Por trivial que parezca, destruyen la digestión. Lo que nace de lo espiritual pertenece a lo espiritual y no debe ser profanado. Esto se muestra aquí por el mismo efecto. Las señales de las cosas espirituales pertenecen a donde se representan las cosas espirituales y alcanzan la efectividad.
Traduciso por Julio Luelmo octubre 2018
El objetivo de este blog es publicar en Internet todo el material fuente existente para las transcripciones de las conferencias de Rudolf Steiner de la forma más completa posible, para que este gran tesoro esté disponible para toda la humanidad. Se trata de notas de oyentes, transcripciones de conferencias y, en su mayor parte, transcripciones en texto plano de conferencias estenografiadas, también conocidas como transcripciones en texto plano. De este modo, cualquiera puede comprobar por sí mismo, mediante comparaciones, qué dijo realmente Rudolf Steiner y cómo fue editado (y, por tanto, modificado) en las distintas ediciones. Y por último, pero no menos importante, también encontrarán mucho material inédito. La obra de Rudolf Steiner es de dominio público desde 1996 y, por tanto, pertenece legalmente a toda la humanidad. Él mismo habría elegido una fecha mucho más temprana para la publicación de su obra, como se desprende de los pasajes sobre propiedad intelectual que citamos a continuación; Incluso el período de protección de 30 años que se aplicaba entonces le parecía demasiado largo. ¿Y qué habría dicho sobre el hecho de que 85 años después de su muerte, parte de su obra docente siga inédita y acumulando polvo en los archivos? Él mismo encontró una expresión adecuada para esto: Fue puesto en un ataúd. Este sitio web está destinado a ayudar a liberarlo de este ataúd. "Lo que el hombre puede crear a partir de sus capacidades intelectuales se lo debe a la sociedad humana, al orden social humano. En realidad, no le pertenece. ¿Por qué gestionamos nuestra propiedad intelectual? Simplemente porque la produces; al producirla, demuestras que tienes la capacidad de hacerlo mejor que los demás. Mientras tengas esa capacidad mejor que los demás, gestionarás mejor esa propiedad intelectual al servicio del conjunto. Ahora la gente se ha dado cuenta al menos de que esta propiedad intelectual no se perpetúa sin fin. Treinta años después de la muerte, la propiedad intelectual pertenece a toda la humanidad. Cualquiera puede imprimir lo que yo he producido treinta años después de mi muerte. Puede utilizarlo como quiera; y eso está bien. Incluso estaría de acuerdo si hubiera más derechos en este ámbito. No hay otra justificación para la gestión de la propiedad intelectual que el hecho de que, porque se puede producir, también se tienen las mejores capacidades [...] Será una forma sana de socializar el capital si hacemos fluir en el organismo social lo que hoy se acumula como capital en el derecho de sucesiones, en el surgimiento de las pensiones, del derecho de las manos ociosas, de los derechos humanos superfluos, lo que así se acumula en capital; eso es lo que importa. Ni siquiera hace falta decir que la propiedad privada debe convertirse en propiedad social. El concepto de propiedad no tendrá ningún significado". Rudolf Steiner el 25 de abril de 1919