GA202 Berna 18 de diciembre de 1920 - La moral como fuente del poder creativo mundial

El puente entre la espiritualidad universal y la Constitución
física del hombre
Conferencia a cargo de Rudolf Steiner, Berna 18 de diciembre de 1920

La moral como fuente del poder creativo mundial


Ayer intenté darles ciertas indicaciones sobre la constitución del hombre y al final se pudo demostrar que un estudio realmente en profundidad de la naturaleza humana nos capacita para construir un puente entre la constitución externa del hombre y lo que se despliega, a través de la autoconciencia, en su vida interior. Como regla general, no se tiende tal puente, o si se tiende, suele ser de manera inadecuada, particularmente en la actualidad científica actual. Nos quedó claro que para construir este puente debemos saber cómo debe ser considerada la constitución del hombre. Vimos que el organismo sólido o fluido- sólido, es el único objeto de estudio hoy en día y sólo es reconocido por la ciencia moderna como orgánico en sentido real- vimos que esto debe ser considerado como sólo uno de los organismos de la constitución humana; Que también debe reconocerse la existencia de un organismo fluido, un organismo aeriforme y un organismo calórico. Esto también nos hace posible percibir cómo los miembros de la naturaleza del hombre que estamos acostumbrados a considerar como tales, penetran en esta constitución delicadamente organizada. Naturalmente, hasta el organismo calórico incluso, todo debe ser concebido como cuerpo físico. Pero es primordialmente el cuerpo etérico el que toma posesión del cuerpo fluido, de todo lo que es fluido en el organismo humano; En todo lo que es aeriforme, es el cuerpo astral el que está primordialmente activo, y en el organismo calórico, el Ego. Al reconocer esto podemos permanecer en lo físico, pero al mismo tiempo alcanzar lo espiritual.
También estudiamos la conciencia en sus diferentes niveles. Como dije ayer, es habitual tener en cuenta sólo la conciencia que conocemos en la vida despierta desde el momento de la vigilia hasta el momento de quedarnos dormidos. Percibimos los objetos que nos rodean, razonamos acerca de estas percepciones con nuestro intelecto; También tenemos sentimientos en relación con estas percepciones, y tenemos nuestros impulsos de voluntad. Pero experimentamos todo este nexo de conciencia como algo que, en sus cualidades, difiere completamente de lo físico, que es lo único tenido en cuenta por la ciencia ordinaria. No es posible, sin más preámbulos, tender un puente entre estas experiencias impenetrables e incorpóreas en el dominio de la conciencia y los otros objetos de percepción estudiados en fisiología o anatomía física. Pero también en lo que respecta a la conciencia, sabemos por la vida ordinaria que, además de la conciencia despierta, hay una conciencia onírica, y ayer oímos que los sueños son esencialmente imágenes o símbolos de procesos orgánicos internos. Algo ocurre dentro de nosotros todo el tiempo, y en nuestros sueños eso, se nos expresa en imágenes. Dije que podemos soñar con enroscar serpientes cuando tenemos algún trastorno intestinal, o podemos soñar con una estufa excesivamente caliente y despertarnos con palpitaciones del corazón. La estufa recalentada simbolizaba latidos irregulares del corazón, las serpientes simbolizaban los intestinos, y así sucesivamente. Los sueños nos señalan nuestro organismo; La conciencia del dormir sin sueños es, por decirlo así, una experiencia de nulidad, de vacío. Pero he explicado que esta experiencia del vacío es necesaria para que el hombre se sienta conectado con su naturaleza corporal. Como Ego no sentiría ninguna conexión con su cuerpo si no lo dejase durante el sueño y lo ocupase de nuevo al despertar. Es a través de esa privación que sufre entre quedarse dormido y despertarse, por la que es capaz de sentirse unido con el cuerpo. Así pues, de la conciencia ordinaria que realmente no tiene nada que ver con nuestro propio ser esencial más allá del hecho de que nos permite tener percepciones e ideas, somos conducidos a la conciencia del sueño que tiene que ver con los procesos corporales reales. Por lo tanto, somos llevados al cuerpo. Y somos llevados al cuerpo aún más fuertemente cuando pasamos a la conciencia del dormir sin sueños. Así podemos decir: Por un lado nuestra concepción de la vida del alma es tal que nos conduce al cuerpo. Y nuestra concepción de la constitución corporal, que comprende al organismo fluido, el organismo aeriforme, el organismo calorico y que al volverse gradualmente más enrarecidos, nos llevan al reino del alma. Es absolutamente necesario tomar estas cosas en consideración si queremos llegar a una visión del mundo que realmente nos pueda satisfacer.
La gran pregunta con la que nos hemos estado planteando durante semanas, la pregunta cardinal en la concepción del mundo del hombre, es ésta: ¿Cómo está conectado el orden moral del mundo con el orden del mundo físico? Como se ha dicho tantas veces, la visión del mundo predominante -que depende enteramente de la ciencia natural para el conocimiento del mundo físico exterior y sólo se puede recurrir a las creencias religiosas de antaño cuando se trata de alguna comprensión general de la vida del alma, En la psicología moderna realmente ya no existe tal entendimiento - esta visión del mundo es incapaz de construir un puente. Allí, por un lado, está el mundo físico. Según la visión del mundo moderno, se trata de un conglomerado de una nebulosa primitiva, y todo se convertirá en una especie de escoria en el universo. Este es el cuadro del proceso evolutivo que nos presenta la ciencia de hoy, y es el único cuadro en el que un científico moderno realmente honesto puede encontrar la realidad.
Dentro de este cuadro no hay lugar para un orden moral mundial. Está allí por si mismo. El hombre recibe en sí los impulsos morales como impulsos del alma. Pero si las afirmaciones de las ciencias naturales son verdaderas, todo está levantado con la vida, y a fin de cuentas el hombre mismo salió de la nebulosa primitiva y los ideales morales se elevaron en él. Y cuando, como se alega, el mundo se convierta en un montón de escoria, ese también será el cementerio de todos los ideales morales. Ellos habrán desaparecido. - No se puede construir ningún puente, y lo que es peor, la ciencia moderna no puede, si quiere ser consecuente, admitir la existencia de la moralidad en el orden del mundo. Sólo si la ciencia moderna es inconsecuente puede aceptar el orden moral del mundo como válido. No puede hacerlo si es consecuente. La raíz de todo esto es que el único tipo de anatomía existente se refiere exclusivamente al organismo sólido, y no se tiene en cuenta el hecho de que el hombre también tiene dentro de él un organismo fluido, un organismo aeriforme y un organismo calorico. Si se imaginan a sí mismos que, al igual que el organismo sólido con su configuración en huesos, músculos, fibras nerviosas, etc., también tienen un organismo fluido y un organismo aeriforme (aunque éstos fluctúan y se mueven interiormente) y un organismo calorico, si se imaginan esto van a entender más fácilmente lo que ahora tendré que decir sobre la base de la observación espiritual-científica.
Piensen en una persona cuya alma está enardecida con entusiasmo por un alto ideal moral, por el ideal de la generosidad, de la libertad, de la bondad, del amor o lo que sea. También puede sentir entusiasmo por los ejemplos de la expresión práctica de estos ideales. Pero nadie puede concebir que ese entusiasmo que enardece el alma, penetre en los huesos y los músculos como los describe la fisiología moderna o la anatomía. Sin embargo, si ustedes realmente lo experimentan consigo mismos, encontrarán que es muy posible concebir que cuando uno tiene entusiasmo por un alto ideal moral, este entusiasmo afecta al organismo calorico. - Ahí, se ve, que hemos venido desde el reino del alma al físico!
Tomando esto como ejemplo, podemos decir: Los ideales morales llegan a la expresión en un acrecentamiento del calor en el organismo calorico. No sólo se enciende el alma del hombre por medio de lo que experimenta en el terreno de los ideales morales, sino que orgánicamente también se vuelve más cálido, aunque esto no es tan fácil de probar con instrumentos físicos. Los ideales morales, por lo tanto, tienen un efecto estimulante y vigorizante sobre el organismo calorico.
Deben pensar en esto como un acontecimiento real y concreto: entusiasmo por un ideal moral y estimulación del organismo calorico. Hay una actividad más vigorosa en el organismo calorico cuando el alma se enardece por un ideal moral. Tampoco queda exento de efecto sobre el resto de la constitución humana. Ya que ademas del organismo calorico, también tiene el organismo aeriforme. Inhala y exhala el aire; Pero durante ese proceso de inhalación y exhalación el aire está dentro de él. Está naturalmente en movimiento, en fluctuación, pero igualmente con el organismo calorico es un verdadero organismo aéreo en el hombre. El calor, acelerado por un ideal moral, actúa a su vez sobre el organismo aéreo, porque el calor impregna todo el organismo humano, impregna cada parte de él. El efecto sobre el organismo aéreo no es sólo el calentamiento, pues cuando el calor, estimulado por el organismo calorico, actúa sobre el organismo aéreo, le imparte algo que sólo puedo llamar fuente de luz. Las fuentes de luz, por así decirlo, son impartidas al organismo aéreo, de modo que los ideales morales que tienen un efecto estimulante sobre el organismo calorico producen fuentes de luz en el organismo aéreo. Para la percepción externa y para la conciencia ordinaria, estas fuentes de luz no son en sí mismas luminosas, sino que se manifiestan en el cuerpo astral del hombre. Para empezar, se reprimen - si puedo usar esta expresión - a través del aire que está dentro del hombre. Son, por así decirlo, todavía luz oscura, en el mismo sentido que la semilla de una planta no es todavía la planta desarrollada. Sin embargo, el hombre tiene una fuente de luz dentro de él por el hecho de que puede ser enardecido su entusiasmo por ideales morales, por impulsos morales.
También tenemos dentro de nosotros el organismo fluido. El calor, estimulado en el organismo calórico por los ideales morales, produce en el organismo aereo lo que se puede llamar una fuente de luz, que al principio, permanece reprimida y oculta. Dentro del organismo fluido -pues todo en la constitución humana se interpenetra- tiene lugar un proceso que dije ayer realmente subyace al tono exterior transmitido por el aire. Dije que el aire es sólo el cuerpo del tono, y cualquiera que considere la realidad esencial del tono como una simple cuestión de vibraciones del aire, habla de tonos tal como si hablara de un hombre que no tuviera nada, excepto el cuerpo físico exteriormente visible. El aire con sus ondas vibrantes no es más que el cuerpo exterior del tono. En el ser humano este tono, este tono espiritual, no se produce en el organismo aéreo sino en el organismo fluido a través del ideal moral. Las fuentes de tono, por lo tanto, surgen en el organismo fluido.
Consideramos al organismo sólido como el más denso de todos, como el que sostiene y soporta todos los demás. Dentro de el, también, se produce algo como en el caso de los otros organismos. En el organismo sólido se produce lo que llamamos una semilla de la vida, pero es una semilla etérica, no una semilla física de la vida, como las producidas por el organismo femenino en un nacimiento. Esta semilla etérica que se encuentra en los niveles más profundos del subconsciente es en realidad la fuente primordial del tono y, en cierto sentido, incluso la fuente de la luz. Esto está totalmente oculto a la conciencia ordinaria, pero está ahí dentro del ser humano.
Piensen en todas las experiencias de su vida que surgieron de la aspiración de ideas morales, ya sea que las atrajeran simplemente como ideas, o que ustedes las vieron expresadas en otros, o que se sintieron satisfechos interiormente al haber puesto tales impulsos en práctica , Dejando que sus acciones fuesen inflamadas por ideales morales ... todo esto desciende por el organismo aéreo como fuente de luz, por el organismo fluido como fuente de tono, por el organismo sólido como fuente de vida.
Estos procesos están fuera del campo de la conciencia del hombre pero sin embargo operan dentro de él. Los cuales, se vuelven libres cuando deja su cuerpo físico con la muerte. Así, lo que se produce en nosotros a través de los ideales morales, o a través de las ideas más elevadas y puras, no da fruto inmediato. Porque durante la vida entre el nacimiento y la muerte las ideas morales como tales sólo se hacen fructíferas en la medida en que permanecemos en la vida de las ideas y en la medida en que sentimos una cierta satisfacción con los hechos morales que hemos realizado. Pero esto es meramente una cuestión de recuerdo, y no tiene nada que ver con lo que realmente penetra en los diferentes organismos como resultado del entusiasmo por los ideales morales.
Así vemos que toda nuestra constitución, comenzando por el organismo calorico, está, de hecho, impregnado por los ideales morales. Y cuando al morir, el cuerpo etérico, el cuerpo astral y el Ego salen del cuerpo físico, estos miembros superiores de nuestra naturaleza humana están llenos de todas las impresiones que hemos tenido. Nuestro Ego estaba viviendo en el organismo calorico cuando fue acelerado por las ideas morales. Estábamos viviendo en nuestro organismo aéreo, en el que se implantaron fuentes de luz que ahora, después de la muerte, salen al cosmos junto con nosotros. En nuestro organismo fluido, el tono se encendió y ahora forma parte de la Música de las Esferas, resonando desde nosotros en el cosmos. Y traemos la vida con nosotros cuando pasamos al cosmos a través del portal de la muerte.
Ahora comenzarán a tener algún indicio de lo que la vida que impregna el universo realmente es. ¿Dónde están las fuentes de vida? Se asientan en lo que vivifica los ideales morales que inflaman al hombre de entusiasmo. Hasta el punto de decirnos que si hoy nos dejamos inspirar por los ideales morales, éstos llevarán la vida, el tono y la luz al universo y se volverán creativos en el mundo. Llevamos a cabo en el universo el poder creativo del mundo, y la fuente de este poder es el elemento moral.
De este modo, cuando estudiamos al hombre en su totalidad, encontramos un puente entre los ideales morales y lo que obra en el mundo físico como fuerza vivificante, incluso en sentido químico. Por tal motivo el tono, trabaja en sentido químico reuniendo sustancias y dispersándolas de nuevo. La luz en el mundo tiene su fuente en los estímulos morales, en los organismos calóricos del hombre. En consecuencia, mirando hacia el futuro: toman forma nuevos mundos. Y así como en el caso de la planta debemos retroceder a la semilla, así también en el caso de estos mundos futuros que han de existir, debemos volver a las semillas que se encuentran en nosotros como ideales morales.
Ahora piensen en las ideas teóricas en contraste con los ideales morales. En el caso de las ideas teóricas todo es diferente, por importantes que sean estas ideas, porque las ideas teóricas producen el efecto opuesto al del estímulo. Ellas enfrían el organismo calorico, esa es la diferencia.
Las ideas morales, o ideas de carácter moral-religioso, que nos inflaman de entusiasmo y se convierten en impulsos de posteriores acciones, funcionan como poderes creativos del mundo. Las ideas teóricas y las especulaciones tienen un efecto subyacente enfriador sobre el organismo calorico. Por consiguiente, también tienen un efecto paralizante sobre el organismo aéreo y sobre la fuente de luz de su interior; Tienen un efecto amortiguador sobre el tono, y un efecto extintor sobre la vida. En nuestras ideas teóricas las creaciones de ese preexistente mundo llegan a su fin. Cuando formulamos ideas teóricas, un universo muere con ellas. Por consiguiente llevamos a la vez dentro de nosotros la muerte y el amanecer de un universo.
Aquí llegamos al punto donde el que es iniciado en los secretos del universo no puede hablar, como tantos hablan hoy, de la conservación de la energía o de la conservación de la materia. [E.Ed: La ley propugnada por Julius Robert Mayer (1814-1878)]. Simplemente no es cierto que la materia se conserve para siempre. La materia muere hasta el punto de la nulidad, hasta un punto cero. En nuestro propio organismo, la energía muere hasta el punto de la nulidad por el hecho de formular pensamientos teóricos. Pero si no lo hiciéramos, si el universo no muriese continuamente en nosotros, no seríamos hombres en el verdadero sentido. Debido a que el universo muere en nosotros, estamos dotados de autoconciencia y somos capaces de pensar acerca del universo. Pero estos pensamientos son el cadáver del universo. Llegamos a ser conscientes del universo como un cadáver solamente, y es esto lo que nos hace Hombres.
Un mundo pasado muere dentro de nosotros, hasta su misma materia y energía. Y sólo porque un nuevo universo comienza a amanecer de inmediato, no nos damos cuenta de esa muerte de la materia ni de su inmediato renacimiento. A través del pensamiento teórico del hombre, la materia – la sustancialidad - es llevada a su fin; A través de su pensamiento moral, la materia y la energía cósmica se imbuyen de nueva vida. Así pues, lo que ocurre dentro de los límites de la piel humana está relacionado con la muerte y el nacimiento de los mundos. Así es como el orden moral y el orden natural están conectados. El mundo natural muere en el hombre; En el reino de la moral surge un nuevo mundo natural.


Los Ideales Morales:

Estimulan el organismo calorico.
Produciendo en el organismo aéreo - fuentes de luz.
Produciendo en el organismo fluido - fuentes de Tono.
Produciendo en el organismo sólido - semillas de Vida. (Etéricas)


Los Pensamientos teóricos:
Enfrían el organismo calorico.
Paralizan las fuentes de luz.
Amortiguan las fuentes de Tono.
Extinguen la vida.


Debido a la falta de voluntad de considerar estas cosas, la idea de que la materia y la energía son imperecederas, fue inventada. Si la energía y la materia fueran imperecederas, no habría un orden moral en el mundo. Pero hoy se desea mantener oculta esta verdad y el pensamiento moderno tiene todas las razones para hacerlo, porque de lo contrario tendría que eliminar el orden moral del mundo, cosa que en realidad hace cuando habla de la ley de la conservación de la materia y la energía. Si la materia o la energía se conservan, el orden moral mundial no es más que una ilusión, un espejismo. Podemos entender el transcurso del desarrollo del mundo sólo si captamos cómo salir de este “ilusorio" orden moral mundial.
Nada de esto se puede comprender si solo estudiamos el organismo sólido de la constitución del hombre. Para entenderlo debemos pasar del organismo sólido a través del organismo fluido y del aeriforme, al organismo calorico. La conexión del hombre con el universo sólo puede entenderse si el físico se proyecta hacia arriba hasta ese estado enrarecido donde el alma puede estar directamente activa en el elemento físico enrarecido, como por ejemplo en el calor. Entonces es posible encontrar la conexión entre el cuerpo y el alma.
Sin embargo, pueden escribirse muchos tratados sobre psicología – pero si están basados en lo que se estudia hoy en anatomía y fisiología, no será posible encontrar ninguna transición a la vida del alma si partimos de la constitución corporal sólida o fluido-sólida. La vida del alma no se revelará como tal. Pero si la sustancia corporal se proyecta hacia lo calórico, se puede construir un puente partiendo de lo que existe en el cuerpo como calidez a lo que obra desde fuera del alma en lo calorico del organismo humano. Hay calidez tanto dentro como fuera del organismo humano. Como ya hemos oído, en la constitución del hombre el calor es un organismo; El alma, el alma y el espíritu, se apoderan de este organismo calorico y, por medio del calor, todo lo que se hace activo, lo que interiormente experimentamos como moral. Por «moral» no me refiero, naturalmente, al significado que tiene para los filisteos, sino a la moral en su totalidad, es decir, a todos aquellos impulsos que nos llegan, por ejemplo, cuando contemplamos la majestuosidad del universo, Cuando nos decimos a nosotros mismos: Nacemos fuera del cosmos y somos responsables de lo que sucede en el mundo. - Me refiero a los impulsos que nos vienen cuando el conocimiento dado por la Ciencia Espiritual nos inspira a trabajar por el bien del futuro. Cuando consideramos a la Ciencia Espiritual como una fuente de la moral, esto, más que cualquier otra cosa, puede llenarnos de entusiasmo por la moral, y este entusiasmo, nacido del conocimiento científico-espiritual, se convierte en sí mismo en una fuente de moralidad en el mas alto sentido. Pero lo que generalmente se llama «moral» no representa más que una esfera subordinada de la moral en el sentido universal. - Todas las ideas que desarrollamos sobre el mundo exterior, sobre la Naturaleza, son ideas teóricas. No importa con qué exactitud contemplamos una máquina en términos de matemáticas y principios de la mecánica, o el universo en el sentido del sistema copernicano - esto no son más que pensamientos teóricos, y las ideas así formuladas constituyen una fuerza de muerte dentro de nosotros; Un cadáver del universo está dentro de nosotros en forma de pensamientos, de ideas.
Estas cuestiones crean una visión más y mas profunda del universo en su totalidad. No hay dos órdenes, un orden natural y un orden moral en yuxtaposición, sino que los dos son uno. Esta es una verdad que debe ser tenida en cuenta por el hombre de hoy. De lo contrario, una y otra vez debe estar preguntándose: ¿Cómo pueden mis impulsos morales tener efecto en un mundo en el que sólo prevalece un orden natural? - Este fue verdaderamente el terrible problema que pesó sobre los hombres en el siglo XIX y principios del XX: ¿Cómo es posible concebir cualquier transición del mundo natural al mundo moral, o del mundo moral al mundo natural? - El hecho es que nada puede ayudar a resolver este perplejo y fatídico problema, excepto la visión científico espiritual de la naturaleza por un lado y del Espíritu por el otro.
Con las premisas obtenidas por este conocimiento también podremos llegar a la raíz de algo que hoy es presentado como una rama de la ciencia y que ya ha penetrado en la conciencia general de los hombres. Nuestra visión del mundo hoy se basa en el copernicanismo. Hasta el año 1827 la concepción copernicana del universo que fue elaborada por Kepler y luego diluida en teoría por Newton, fue declarada tabú por la Iglesia Católica Romana. Ningún católico ortodoxo estaba autorizado para creer en ella. Desde ese año la prohibición ha sido levantada y la visión copernicana del universo ha arraigado tan fuertemente en la conciencia general, que cualquiera que no base su propia visión del mundo sobre esa teoría, es considerado como un tonto.
¿Y cuál es esta imagen copernicana del universo? - Es en realidad un cuadro construido puramente sobre la base de principios matemáticos, principios matemático-mecánicos. Los rudimentos de la cual comenzaron, muy gradualmente, a desarrollarse en Grecia, particularmente por Aristarcos de Samos, el astrónomo griego, hacia el año 250 A. C.), donde, sin embargo, los ecos de pensamientos anteriores - por ejemplo, en la visión Ptolemaica de El universo - todavía persistían. Y con el transcurso del tiempo esto se desarrolló en el sistema copernicano que se enseña hoy en día a cada niño.

Podemos mirar hacia atrás desde esta concepción del mundo hasta la antigüedad, cuando la imagen del hombre sobre el universo era muy diferente. Todo lo que ha quedado de ella son las tradiciones que en la forma en que existen hoy en día - en la astrología y similares - son puro diletantismo. Eso es lo que ha quedado de la astronomía antigua, y también ha permanecido, osificadas y paralizadas, en los símbolos de ciertas sociedades secretas, sociedades masónicas y similares. Habitualmente hay una completa ignorancia del hecho de que estas cosas son reliquias de una astronomía antigua. Esta antigua astronomía era muy diferente de la de hoy, porque se basaba no en principios matemáticos, sino en la antigua visión clarividente.
Hoy prevalecen ideas enteramente falsas sobre cómo una humanidad anterior adquirió sus conocimientos astronómico-astrológicos. Estos fueron adquiridos a través de una visión instintiva-clarividente del universo. Los primeros pueblos post-atlantes veían los cuerpos celestes como formas espirituales, entidades espirituales, mientras que ahora las consideramos meramente como estructuras físicas. Cuando los antiguos pueblos hablaban de los cuerpos celestes, de los planetas o de las estrellas fijas, hablaban de seres espirituales. Hoy, el sol se representa como un globo del gas ardiente que irradia la luz en el universo. Pero para los hombres de la antigüedad el sol era un ser vivo y mirando al sol, lo que sus ojos contemplaban, era simplemente la manifestación externa de este ser espiritual que estaba en el lugar donde el sol se alza en el universo; Y era lo mismo con respecto a los otros cuerpos celestes – ellos eran vistos como seres espirituales. Debemos pensar en una época que llegó a su fin mucho antes del tiempo del Misterio del Gólgota, cuando el sol allá afuera en el universo y todo en las estrellas era concebido como una realidad espiritual viviente, un ser viviente. Luego vino un período intermedio cuando ya la gente no tenía esa visión, cuando consideraban a los planetas, en todo caso, como físicos, pero aún así los percibían como impregnados por almas vivientes. En tiempos en los que ya no se sabía cómo lo físico pasa por etapas hacia lo que es del alma, y cómo lo que es del alma pasa por etapas a lo físico, cómo en realidad están unidos los dos, los hombres postulan la existencia física por un lado y la existencia del alma por el otro. Pensaban en las correspondencias entre estos dos reinos, tal como lo hacen hoy la mayoría de los psicólogos -eso, si admiten la existencia de un alma- piensan que el alma y la naturaleza física del hombre son idénticas. Esto, por supuesto, conduce el pensamiento a lo absurdo; O hay el llamado "paralelismo psicofísico", que de nuevo no es otra cosa que una forma estúpida de formular algo que no se entiende.
Luego vino la era en que los cuerpos celestes eran vistos como estructuras físicas, circulares o estacionarias, atrayéndose o repeliéndose de acuerdo con las leyes matemáticas. Ciertamente, en todas las épocas existía un conocimiento -en épocas anteriores un conocimiento más instintivo- de cómo las cosas son en realidad. Pero en la época actual este conocimiento instintivo ya no es suficiente; Lo que en tiempos anteriores se conocía instintivamente ahora debe ser adquirido por un esfuerzo consciente. Y si preguntamos cómo aquellos que pudieron ver el universo en su totalidad -es decir, en sus aspectos físicos, psíquicos y espirituales- si nos preguntamos cómo estos hombres representaban el sol, debemos decir: En primer lugar lo representaban como un ser espiritual. Aquellos que eran iniciados concebían este Ser Espiritual como la fuente de la moral. En mi Filosofía de la Actividad Espiritual he dicho que las intuiciones morales se extraen de esta fuente, pero que se extraen de ella en el mundo terrenal, para que las intuiciones morales resplandezcan desde el hombre, de lo que puede vivir en él como entusiasmo por la moral.
Piensen en como se incrementa nuestra responsabilidad cuando nos damos cuenta: Si aquí en la tierra no hubiese almas capaces de entusiasmarse por la verdadera y genuina moralidad, por el orden moral espiritual en general, nada podría contribuir al progreso de nuestro mundo, Hacia una nueva creación; Nuestro mundo sería conducido hacia su muerte.
Esta fuerza de luz que está sobre la tierra (Diagrama VII) irradia hacia el universo.

Esto es, para empezar, imperceptible a la visión ordinaria; No percibimos cómo esos impulsos morales humanos en el hombre salen de la tierra hacia el universo. Si llegara a amanecer sobre la tierra una época grave, una época en la que millones y millones de hombres perecerían por falta de espiritualidad -de una espiritualidad como se concibe aquí, que incluye la moral-si sólo hubiera una docena de hombres llenos de entusiasmo moral, la tierra todavía irradiaría fuera una fuerza espiritual, como un sol! Esta fuerza se irradia sólo a una cierta distancia. En este punto se refleja, por así decirlo, en sí misma, de modo que aquí (Diagrama VIII)


surge el reflejo de lo que irradia del hombre. Y en cada época los iniciados consideraban este reflejo como el sol. Pues como he dicho tan a menudo, aquí no hay nada físico. Donde la astronomía ordinaria habla de la existencia de un globo incandescente de gas, no hay más que el reflejo de una realidad espiritual en la apariencia física.
Vean, pues, cuán grande es la distancia que separa la visión copernicana del mundo, e incluso la vieja astrología, de lo que era el más íntimo secreto de la Iniciación. La mejor ilustración de estas cosas viene dada por el hecho de que en una época en la que un gran poder estaba en manos de grupos de hombres que, según declaraban, consideraban que tales verdades eran peligrosas para las masas y no deseaban que se le fueran comunicadas, uno que era un idealista - el emperador Juliano (llamado por esta razón "el Apostata") - quería impartir estas verdades al mundo y seguidamente fue llevado a su muerte por medios astutos. Hay razones que inducen a ciertas sociedades ocultas a retener los secretos vitales de la existencia mundial, porque al hacerlo pueden ejercer un cierto poder. Si en los días del emperador Juliano ciertas sociedades ocultas guardaban sus secretos tan estrictamente que daban por bueno su asesinato, no tiene por qué sorprendernos que quienes son hoy los guardianes de ciertos secretos no los revelen sino que quieren retenerlos de las masas con el fin de aumentar su poder - no tiene por qué sorprendernos si esas personas odian hacerse cargo de que al menos los inicios de tales secretos se están revelando. Y ahora comprenderán algunas de las razones más profundas del odio amargo que se opone a la Ciencia Espiritual, contra lo que la Ciencia Espiritual siente que es un deber traer a la humanidad en el tiempo presente. Pero estamos viviendo en una época en que la civilización terrenal está condenada a perecer, a menos que se vuelvan a revelar ciertos secretos a la humanidad, verdades que hasta ahora se han guardado en cierto modo como secretos, que una vez se revelaron a la gente a través de la clarividencia instintiva, Pero que ahora deben ser readquiridos por una visión plenamente consciente, no sólo de lo físico sino también de lo espiritual que está dentro de lo físico.



¿Cuál era el verdadero propósito de Julián el Apóstata? - Quería aclarar al pueblo: «Habéis llegado a estar mas y mas acostumbrados a mirar solo el sol físico; ¡Pero hay un Sol espiritual del cual el sol físico es sólo la imagen reflejada! » A su manera deseaba comunicar el Cristo-Secreto al mundo. Pero en nuestra época se desea que esa conexión de Cristo, el Sol espiritual, con el sol físico, se mantenga oculta. Es por eso que ciertas autoridades se enfurecen más violentamente cuando hablamos del Misterio de Cristo en conexión con el Misterio del Sol. Todo tipo de calumnias se difunden por doquier. - Pero la Ciencia Espiritual es seguramente una cuestión de importancia en la época presente, y sólo los que la consideran como tal, la ven con la seriedad que le corresponde.












***** fuente *****
http://www.rsarchive.org/
El objetivo de este blog es publicar en Internet todo el material fuente existente para las transcripciones de las conferencias de Rudolf Steiner de la forma más completa posible, para que este gran tesoro esté disponible para toda la humanidad. Se trata de notas de oyentes, transcripciones de conferencias y, en su mayor parte, transcripciones en texto plano de conferencias estenografiadas, también conocidas como transcripciones en texto plano. De este modo, cualquiera puede comprobar por sí mismo, mediante comparaciones, qué dijo realmente Rudolf Steiner y cómo fue editado (y, por tanto, modificado) en las distintas ediciones. Y por último, pero no menos importante, también encontrarán mucho material inédito. La obra de Rudolf Steiner es de dominio público desde 1996 y, por tanto, pertenece legalmente a toda la humanidad. Él mismo habría elegido una fecha mucho más temprana para la publicación de su obra, como se desprende de los pasajes sobre propiedad intelectual que citamos a continuación; Incluso el período de protección de 30 años que se aplicaba entonces le parecía demasiado largo. ¿Y qué habría dicho sobre el hecho de que 85 años después de su muerte, parte de su obra docente siga inédita y acumulando polvo en los archivos? Él mismo encontró una expresión adecuada para esto: Fue puesto en un ataúd. Este sitio web está destinado a ayudar a liberarlo de este ataúd. "Lo que el hombre puede crear a partir de sus capacidades intelectuales se lo debe a la sociedad humana, al orden social humano. En realidad, no le pertenece. ¿Por qué gestionamos nuestra propiedad intelectual? Simplemente porque la produces; al producirla, demuestras que tienes la capacidad de hacerlo mejor que los demás. Mientras tengas esa capacidad mejor que los demás, gestionarás mejor esa propiedad intelectual al servicio del conjunto. Ahora la gente se ha dado cuenta al menos de que esta propiedad intelectual no se perpetúa sin fin. Treinta años después de la muerte, la propiedad intelectual pertenece a toda la humanidad. Cualquiera puede imprimir lo que yo he producido treinta años después de mi muerte. Puede utilizarlo como quiera; y eso está bien. Incluso estaría de acuerdo si hubiera más derechos en este ámbito. No hay otra justificación para la gestión de la propiedad intelectual que el hecho de que, porque se puede producir, también se tienen las mejores capacidades [...] Será una forma sana de socializar el capital si hacemos fluir en el organismo social lo que hoy se acumula como capital en el derecho de sucesiones, en el surgimiento de las pensiones, del derecho de las manos ociosas, de los derechos humanos superfluos, lo que así se acumula en capital; eso es lo que importa. Ni siquiera hace falta decir que la propiedad privada debe convertirse en propiedad social. El concepto de propiedad no tendrá ningún significado". Rudolf Steiner el 25 de abril de 1919