GA026 Misterio de Michael: Capítulo IX 16 nov.1924: Los pensamientos del mundo en Miguel y los pensamientos del mundo en Ahrimán

 





Principios antroposóficos


El camino hacia el conocimiento de la Antroposofía


Por Rudolf Steiner

Misterio de Michael: Capítulo IX 16 nov.1924: Los pensamientos del mundo en Miguel y los pensamientos del mundo en Ahrimán


Al contemplar la relación entre Micael y Ahriman, uno se ve inevitablemente conducido a preguntarse: ¿qué posición ocupan estos dos poderes espirituales el uno respecto del otro en toda la interrelación cósmica, en la medida en que ambos están comprometidos en la evolución de las fuerzas intelectuales?

Micael ejerció el poder del intelecto en todo el Cosmos en tiempos pasados. Lo hizo entonces como servidor de las Potencias divino-espirituales, a las que él mismo, al igual que el Hombre, debe su origen. Y es su voluntad mantener esta relación original con la fuerza intelectual. Cuando esta fuerza intelectual se desprendió de los poderes espirituales divinos, para encontrar su camino en la mente del ser humano, Miguel determinó inmediatamente colocarse en una posición correcta hacia la humanidad, para establecer en el Hombre su propia relación con la fuerza intelectual. Sin embargo, se propuso hacer todo esto, tal como antes, únicamente de acuerdo con los designios de las potencias divino-espirituales, y seguir actuando como servidor de estas potencias, con las que tanto él, como el Hombre, está unido desde su origen. Su propósito por lo tanto es, que en el futuro la corriente intelectual fluya a través de los corazones de los hombres, aún como la misma fuerza que era cuando fluyó por primera vez de los poderes divino-espirituales en el principio.

Con Ahriman es muy diferente. Este ser se separó hace mucho tiempo de la corriente evolutiva a la que pertenecen esas potencias divino-espirituales de las que estamos hablando. Ya, en un pasado remoto, se había erigido junto a ellos como un poder cósmico independiente. Y ahora, en la actualidad, se encuentra espacialmente en el mismo mundo al que pertenece el Hombre, pero no entra en ninguna combinación de fuerzas con los seres que pertenecen por derecho a este mundo. Solamente, cuando la fuerza intelectual se desprende de los seres espirituales divinos y pasa al mundo del Hombre, Ahriman encuentra tal afinidad con esta fuerza intelectual, que a través de ella puede unirse según su propia manera con la humanidad. Pues lo que el Hombre recibe actualmente como un don del Cosmos, Ahrimán lo unió a sí mismo hace mucho tiempo, en épocas remotas. Si Ahriman tuviera éxito en sus intenciones, haría que el intelecto que la humanidad ha recibido fuera similar al suyo.

Ahora bien, Ahriman adquirió la posesión de la fuerza intelectual en un tiempo en que no podía convertirla en vida interior. Ésta permanecía en su ser como una fuerza que no tiene nada que ver con el corazón ni el alma. La fuerza intelectual, tal como brota de Ahrimán, es un impulso cósmico frío y helado, sin alma. Y los hombres que se dejan llevar por este impulso desarrollan cadenas de razonamiento en las que, de forma despiadada y sin corazón, la lógica parece hablar por sí misma, -en realidad es Ahrimán, que habla a través de ella-, y que no muestran ningún signo de conexión real e interior del corazón ni del alma del hombre con lo que está pensando, diciendo y haciendo.

Miguel nunca se ha apropiado del poder del intelecto para sí mismo. Él lo administra como una fuerza divino-espiritual, sintiéndose en unión con los poderes divino espirituales. Y cuando Miguel ejerce esta fuerza intelectual, se muestra igualmente capaz de ser una expresión tanto del corazón y del alma, como de la cabeza y de la mente. Pues Miguel es portador de todos los poderes originales de sus dioses y de los del hombre. En consecuencia, no transfiere nada frío y gélido ni carente de alma a la intelectualidad, sino que se solidariza con ella de forma cálida y conmovedora.

Y ésta es también la razón por la que Miguel camina por el cosmos con expresión y gesto serios. Estar tan interiormente conectado con el contenido inteligente, como lo está Miguel, significa al mismo tiempo tener que cumplir el requisito de no aportar nada de arbitrariedad subjetiva, ni de deseo o anhelo a este contenido. De lo contrario, la lógica se convierte en la arbitrariedad de un ser en lugar de una expresión del cosmos. Mantener su ser estrictamente como expresión del ser del mundo; dejar todo lo que quiere agitarse dentro como un ser propio también dentro de este ser: Miguel considera esto como su virtud. Su mente se dirige hacia las grandes conexiones del cosmos, -su semblante habla de esto; su voluntad, que se acerca al hombre, debe reflejar lo que ve en el cosmos-, su actitud, su gesto hablan de esto. Michael es serio en todo, porque la seriedad como revelación de un ser es el reflejo del cosmos desde este ser; la sonrisa es la expresión de lo que irradia de un ser al mundo.

Una de las imaginaciones de Miguel es la siguiente: Él reina a través del curso del Tiempo, llevando la luz del Cosmos como esencia viva de su ser, modelando el calor del Cosmos como revelación de su propio ser. Se pasea como un Ser como un Mundo, -afirmándose a sí mismo en la medida en que afirma el Mundo-, como si desde todas las estaciones del universo guiara las fuerzas hacia abajo a la tierra.

Ahriman, por su parte: pretende, en su andadura al margen del tiempo, dominar el espacio, tiene oscuridad a su alrededor, a la cual envía los rayos de su propia luz; cuanto más fuerte es la gelidez que le rodea, tanto más logra sus intenciones; él se mueve a semejanza de un mundo, que se aglutina por completo en un solo ser, el suyo, en el que sólo él se afirma negando el mundo; se mueve como si llevara consigo las fuerzas siniestras de las oscuras cavernas de la tierra.

Cuando el hombre persigue la libertad, pero sin inclinarse hacia el egoísmo; cuando la libertad es para él puro amor por la acción que busca realizar, -entonces le es posible acercarse a Miguel. Cuando busca la libertad para dar cabida a su egoísmo; cuando la libertad es para él el orgullo de sentir que en la acción se da expresión a sí mismo, entonces está en inminente peligro de caer en el dominio de Ahrimán.

Las imaginaciones antes descritas se encienden a partir del amor del hombre por la acción (Micael) o de su amor a sí mismo actuando (Ahriman).

Cuando el hombre se siente a sí mismo como un ser libre en la cercanía de Miguel, está en camino de llevar el poder de la intelectualidad a su «hombre integral»; él piensa con la cabeza, pero el corazón siente la luz o la oscuridad del pensar; la voluntad irradia el ser del hombre haciendo que los pensamientos fluyan en ella como propositos. Al convertirse en epresión del mundo, el ser humano se hace cada vez más humano; se encuentra a sí mismo al no buscarse a sí mismo, sino al conectarse voluntariamente con el mundo en el amor.

Cuando el hombre, en el despliegue de su libertad, cae en las tentaciones de Ahrimán, es arrastrado hacia la intelectualidad, como hacia un automatismo espiritual del que es un miembro, ya no él mismo. Todo su pensar se convierte en una experiencia de la cabeza; sólo la cabeza lo separa de su propia experiencia del corazón, (sentimiento) y de su propia vida de voluntad extinguiendo su propia identidad. Al convertirse en expresión de su propio ser, el hombre pierde cada vez más su expresión humana esencial interna; se pierde a sí mismo al buscarse a sí mismo; se retira del mundo, al que se niega a amar; pero el hombre sólo se experimenta verdaderamente a sí mismo cuando ama al mundo.

De lo descrito se desprende claramente que Miguel es el guía de Cristo. Miguel va por el mundo con toda la seriedad de su naturaleza, su actitud y sus acciones en el amor. Quien se adhiere a él cultiva el amor en relación con el mundo exterior. Y el amor debe desarrollarse primero en relación con el mundo exterior, de lo contrario se convierte en amor propio.

Pero si este Amor existe, tal y como se aprecia en la mente de Miguel, el "Amor a los demás" se reflejará en el Yo personal. El Ser amará entonces, sin amarse a sí mismo. Y en los caminos de tal Amor como éste, el Cristo debe ser encontrado por el alma del Hombre. Aquel que sigue a Micael, acaricia el Amor en las relaciones con el mundo exterior, y así encuentra esa relación con el mundo interior de su propia alma, que lo une a Cristo.

La era que ahora amanece requiere que la humanidad mire hacia un mundo que es directamente vecino del físico percibido como espiritual y en el que se pueden encontrar cosas como las que se describen aquí como la entidad de Miguel y la misión de Miguel. Pues el mundo que el hombre visualiza como naturaleza ante la presencia de este mundo físico, tampoco es aquel en el que vive directamente, sino uno que se halla tan por debajo del verdaderamente humano como el Micaélico se halla por encima de él. Sólo que el hombre no se da cuenta de que inconscientemente, al crear una imagen de su mundo, en realidad está creando la de otro. Al pintar esta imagen, ya está en proceso de desconectarse y caer presa del automatismo espiritual. El hombre sólo puede conservar su humanidad si contrasta esta imagen, en la que se pierde como en la imagen de la visión de la naturaleza, con la otra, en la que reina Miguel, en la que Miguel dirige el camino hacia Cristo.

pensamientos guía

121.-Todo lo que es una actividad en el mundo -como, por ejemplo, los Pensamientos del Mundo- no se reconoce en su verdadero carácter y significado para el mundo, si sólo se mira la fuerza en sí, que está actuando. Hay que ir más allá y distinguir los Seres de los que procede la acción de la fuerza; con los Pensamientos del Mundo, por ejemplo, si es Miguel o Ahriman quien los trae al mundo y los mantiene aquí.

122.-La misma cosa que, procediendo de un Ser, puede obrar de forma saludable y regeneradora debido a la relación de este Ser particular con el mundo, puede tener una acción nefasta y destructiva, cuando procede de un Ser diferente. Los Pensamientos del Mundo llevan al hombre hacia el futuro cuando los recibe de Miguel. Lo alejan del futuro de su propio bienestar cuando Ahriman puede inculcarlos en él.

123.-Por medio de tales reflexiones, uno es llevado cada vez más a superar la visión de una existencia espiritual indefinida, a un mar panteísta de causalidad en la base de todas las cosas, y a pasar a una visión más definida y concreta, que se eleva a las concepciones de los Seres espirituales distintos de las Jerarquías Superiores. Porque, en verdad, la Realidad consiste en todas partes en formas de Ser vivo; todo lo que en la Realidad no es Ser vivo, es acción que tiene lugar en las relaciones del Ser con el Ser. Y esta acción sólo puede ser comprendida cuando se tiene a la vista los Seres que actúan.

Traducido por J.Luelmo mayo2021

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