GA026 El Misterio de Miguel: Capítulo XXIII: ¿Dónde está el ámbito de acción del hombre cuando piensa y recuerda?






Principios antroposóficos


El camino hacia el conocimiento de la Antroposofía


Por Rudolf Steiner

El Misterio de Miguel: Capítulo XXIII: ¿Dónde está el ámbito de acción del hombre cuando piensa y recuerda?

Tanto en la representación mental ( el pensar) como en el despertar de los recuerdos, el ámbito del hombre se desenvuelve en la esfera del mundo físico. Sin embargo, dondequiera que busque en este mundo físico, en ninguna parte encontrará con sus sentidos algo que le proporcione las facultades de la representación mental y del recuerdo.

En el acto de la representación mental, surge la conciencia del yo. La conciencia de sí mismo -como se indica en las cartas anteriores- es una facultad que el hombre ha adquirido mediante los poderes del mundo terrenal. Pero se trata de poderes terrenales que permanecen ocultos a la observación de los sentidos. Lo que el Hombre piensa en la vida terrenal es, en verdad, sólo aquello que le llega por medio de sus sentidos; pero el poder de pensarlo no procede de ninguna de las cosas que piensa.

Por tanto, ¿Dónde se encuentra entonces ese poder que, desde fuera del reino de la tierra, forma la representación mental (el pensar) y las imágenes de la memoria?

Se encuentra cuando la mirada espiritual se dirige a lo que el hombre trae consigo de sus vidas terrestres anteriores. La conciencia ordinaria no sabe nada de esto; vive, de por sí, inconsciente en el hombre. Pero se muestra inmediatamente, en cuanto el hombre pone el pie en la tierra después del estado espiritual de la existencia, para relacionarse con aquellas fuerzas terrenales que no entran en la esfera de la observación de los sentidos y del pensar sensorial.

El hombre no se encuentra en esta esfera con su representación mental -su Pensar-, sino con su Voluntad, que se desenvuelve según las líneas de su destino,

En vista de que la Tierra contiene fuerzas que se encuentran fuera de la esfera de los sentidos, podemos hablar de "tierra espiritual", como polo opuesto a la "tierra física". La conclusión por tanto es, que el hombre, como ser volitivo, vive en y con la "tierra espiritual"; pero que como ser pensante, aunque esté en medio de la tierra física, no vive con ella.

El hombre, como ser pensante, transporta fuerzas del mundo espiritual al físico. Pero con estas fuerzas sigue siendo un ser espiritual, que sólo aparece en el mundo físico pero no entra en comunión con él.

La única comunión en la que entra el hombre pensante en el transcurso de su existencia terrenal es con la "tierra espiritual". Y en esta comunión con la "tierra espiritual" es donde crece su autoconciencia individual. El origen de la autoconciencia se debe pues, a los procesos espirituales que el hombre experimenta en la vida terrenal.

Al comprender en la visión espiritual todo lo que aquí se describe, tenemos ante nosotros el yo humano, visto espiritualmente.

Con las experiencias de la Memoria entramos en la región del cuerpo astral humano. Al recordar, no se trata simplemente -como en el acto de la representación mental o Pensar- de los resultados de vidas terrestres anteriores que envían su corriente al yo del momento presente; son las fuerzas activas del mundo espiritual a las que el hombre estuvo sometido entre la muerte y el nuevo nacimiento, las que ahora fluyen hacia su vida interior. Estas fuerzas fluyen en el cuerpo astral.

Tampoco en este caso, existe en la tierra física ningún campo directo para la recepción de esta corriente de fuerzas. El hombre, como ser que recuerda, es tan incapaz de unirse en el recuerdo con las cosas y procesos percibidos por sus sentidos, como lo es de unirse a ellos como ser que piensa en el acto de formar conceptos mentales.

Sin embargo, como ser que recuerda, entra en comunión con algo que, aunque no es físico, traduce lo físico en procesos, en procedimientos, es decir, con los procesos rítmicos de la naturaleza y de la vida humana. En la Naturaleza, hay una alternancia rítmica del día y la noche, una sucesión rítmica de las estaciones, etc. En el hombre, la respiración y la circulación de la sangre proceden rítmicamente; también la alternancia del sueño y la vigilia, etc.

Los procesos rítmicos no son nada físico, tanto en la naturaleza como en el hombre; podrían llamarse semi espirituales. Lo físico como "cosa" desaparece en el proceso rítmico. En su Recuerdo, el Hombre con su ser interior se traduce en el Ritmo que es tanto suyo como de la Naturaleza. Entonces vive en su cuerpo astral.

El objetivo del "Yoga" indio es entrar completamente en la vida del Ritmo. Es un esfuerzo para salir del campo de la representación mental - del yo del hombre - y en un proceso de experiencia interior viva, similar al proceso de la Memoria, ver en el mundo que está detrás de lo que puede ser conocido por la conciencia ordinaria.

La vida espiritual de Occidente no debe perseguir el conocimiento suprimiendo el yo, sino que debe educar al yo en la percepción de lo espiritual.

Cuando se persigue un camino que va desde lo sensible hacia el mundo rítmico, donde todo lo que se obtiene en el ritmo es el pasar de lo físico a lo semi espiritual, esto no puede hacerse. La mejor alternativa es buscar esa esfera del mundo espiritual que se manifiesta en el ritmo.

Por lo tanto, son posibles dos caminos: Primero, experimentar lo Físico en el ámbito Rítmico donde lo Físico pasa a lo Semi espiritual. Este es un camino más antiguo, que ya no se puede tomar hoy en día. En segundo lugar, la experiencia de ese mundo espiritual, del cual el ritmo del mundo, tanto dentro como fuera del hombre, es su ámbito, así como ámbito del hombre es el mundo terrestre con sus seres físicos y eventos físicos.

Ahora bien, este es el mundo espiritual al que pertenece todo lo que está haciendo, en el presente momento cósmico, Michael. Un espíritu como Michael, al establecer su morada en el mundo rítmico, lleva lo que de otro modo viviría en el dominio de Lucifer al campo de la evolución puramente humana, sobre la cual Lucifer no tiene influencia.

Todo esto se hace claramente visible cuando el Hombre entra en la Imaginación. Porque el alma, en sus Imaginaciones, vive en el ritmo; y el mundo de Michael es el mundo que se manifiesta en el ritmo.

Con el Recuerdo, la Memoria, ya estamos en este mismo mundo, pero no muy profundo. La conciencia ordinaria no sabe nada de su vida. Pero cuando entramos en la Imaginación, entonces, del mundo rítmico surge, primero, el mundo de los recuerdos subjetivos; éste, sin embargo, pasa enseguida al mundo de las formas Ideales, cuya vida está en el Éter - los Arquetipos creados por el mundo espiritual divino para el físico. Experimentamos el Éter, iluminándose en imágenes cósmicas, llevando en él el proceso creativo del Mundo. Y las fuerzas del Sol, tejiendo en este Éter: aquí no sólo irradian; a partir de la luz suscitan los Arquetipos cósmicos. El Sol se revela ahora como el pintor del Mundo, el artista cósmico. El Sol es la contraparte cósmica de esos impulsos que en el Hombre pintan los cuadros de la representación mental, del Pensar.

Pensamientos guía

165.-El hombre, como ser pensante, vive dentro del ámbito de la Tierra física; pero no entra en comunión con esta Tierra física. Como ser espiritual su vida es de tal manera que percibe las impresiones del mundo físico; pero las fuerzas para su Pensamiento le llegan desde la Tierra Espiritual, de la misma manera que, como resultado de anteriores vidas terrestres, experimenta su destino en la vida.

166.-Lo que se experimenta en la vida del Recuerdo, de la Memoria, está ya en ese mundo donde en el Ritmo y lo Físico se convierte en Semi Espiritual, y donde tienen lugar tales acontecimientos espirituales como los que están siendo representados en el presente momento cósmico por Miguel.

167.-Para cualquiera que haya aprendido a conocer correctamente el pensar y el recordar, se hace comprensible cómo el hombre, como ser terrestre, vive dentro de la esfera de la Tierra, pero nunca se sumerge totalmente en esta esfera terrestre. Como ser de más allá de la Tierra, el Hombre busca -a través de la comunión con la Tierra Espiritual- alcanzar su propia Autoconciencia, y con ello la realización de su Yo.

Traducido por J.Luelmo mayo 2021

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El objetivo de este blog es publicar en Internet todo el material fuente existente para las transcripciones de las conferencias de Rudolf Steiner de la forma más completa posible, para que este gran tesoro esté disponible para toda la humanidad. Se trata de notas de oyentes, transcripciones de conferencias y, en su mayor parte, transcripciones en texto plano de conferencias estenografiadas, también conocidas como transcripciones en texto plano. De este modo, cualquiera puede comprobar por sí mismo, mediante comparaciones, qué dijo realmente Rudolf Steiner y cómo fue editado (y, por tanto, modificado) en las distintas ediciones. Y por último, pero no menos importante, también encontrarán mucho material inédito. La obra de Rudolf Steiner es de dominio público desde 1996 y, por tanto, pertenece legalmente a toda la humanidad. Él mismo habría elegido una fecha mucho más temprana para la publicación de su obra, como se desprende de los pasajes sobre propiedad intelectual que citamos a continuación; Incluso el período de protección de 30 años que se aplicaba entonces le parecía demasiado largo. ¿Y qué habría dicho sobre el hecho de que 85 años después de su muerte, parte de su obra docente siga inédita y acumulando polvo en los archivos? Él mismo encontró una expresión adecuada para esto: Fue puesto en un ataúd. Este sitio web está destinado a ayudar a liberarlo de este ataúd. "Lo que el hombre puede crear a partir de sus capacidades intelectuales se lo debe a la sociedad humana, al orden social humano. En realidad, no le pertenece. ¿Por qué gestionamos nuestra propiedad intelectual? Simplemente porque la produces; al producirla, demuestras que tienes la capacidad de hacerlo mejor que los demás. Mientras tengas esa capacidad mejor que los demás, gestionarás mejor esa propiedad intelectual al servicio del conjunto. Ahora la gente se ha dado cuenta al menos de que esta propiedad intelectual no se perpetúa sin fin. Treinta años después de la muerte, la propiedad intelectual pertenece a toda la humanidad. Cualquiera puede imprimir lo que yo he producido treinta años después de mi muerte. Puede utilizarlo como quiera; y eso está bien. Incluso estaría de acuerdo si hubiera más derechos en este ámbito. No hay otra justificación para la gestión de la propiedad intelectual que el hecho de que, porque se puede producir, también se tienen las mejores capacidades [...] Será una forma sana de socializar el capital si hacemos fluir en el organismo social lo que hoy se acumula como capital en el derecho de sucesiones, en el surgimiento de las pensiones, del derecho de las manos ociosas, de los derechos humanos superfluos, lo que así se acumula en capital; eso es lo que importa. Ni siquiera hace falta decir que la propiedad privada debe convertirse en propiedad social. El concepto de propiedad no tendrá ningún significado". Rudolf Steiner el 25 de abril de 1919