RUDOLF STEINER
los cuatro tipos de éter : calórico, lumínico, químico, y vital
conferencia 5
Berlín, 30 de septiembre. de 1905
Siempre se subraya que para progresar en materia oculta uno debe ser lo más positivo posible y lo menos negativo posible; Que hay que tratar de hablar menos de lo que no es, que de lo que es. Cuando esto se practica en la vida ordinaria, sirve como preparación para el trabajo en la esfera de lo oculto. El ocultista no debe preguntar: ¿Tienen vida las piedras? Sino: ¿Dónde está la vida de los minerales? ¿Dónde se halla la conciencia del reino mineral? Esa es la forma más elevada de no-crítica. Particularmente en lo que respecta a las preguntas más relevantes, ésta es la actitud mental que debe cultivarse.
En la vida ordinaria diferenciamos tres condiciones corporales: el sólido, el fluido y el gaseoso. El sólido no debe identificarse solamente con el mineral, puesto que el aire y el agua son también minerales. Los escritos teosóficos añaden a éstos, otras cuatro condiciones más sutiles de la materia. El primer elemento que es más sutil que el aire es el que hace que éste se expanda, que siempre incremente su contenido espacialmente. El elemento que hace expandir el aire de esta manera es el calor; El calor realmente es una sustancia etérica sutil, el primer grado de éter, es el Éter Calorífico. Luego sigue el segundo tipo de éter, el Éter Lumínico. Los cuerpos que brillan envían una forma de materia que se describe en la Teosofía como Éter Lumínico. El tercer tipo de éter es portador de todo lo que da forma a la materia más sutil, es el éter formador, que también se llama Éter Químico. Este éter es el causante de la unión del oxígeno con el hidrógeno. Y el más sutil de todos los éteres es lo que constituye la vida: Prana, o Éter de Vida.
La ciencia no distingue estos cuatro tipos de éter. Sin embargo, los distinguirá gradualmente de esta manera. Tal como nosotros la describimos coincide con la de los Rosacruces, mientras que la literatura india habla de cuatro grados diferentes de éter.
Tomemos primero todo lo que es sólido. Lo sólido parece no tener vida. Si uno se sumerge en lo sólido como viviéndose dentro, lo que ocurre cuando uno vive despierto en el estado que se llama el mundo de los sueños y luego se acerca a lo sólido, por ejemplo sumergiéndose en un paisaje montañoso rocoso, entonces uno siente que su propia vida cambia en su interior, siente que es atravesado por una vida. No se está allí con la conciencia, sino con la propia vida, el cuerpo etérico; se halla entonces en un lugar, en un estado, que se llama el plano mahaparinirvana. En este plano mahaparinirvana se encuentra la vida de lo sólido. Este plano es el otro polo del sólido. El hecho de que la vida de uno estaba entonces en el plano del mahaparinirvana puede percibirse a partir de otros efectos. Cuando uno regresa de allí, ha experimentado la influencia de los seres en el estado de mahaparinirvana. Allí es donde la piedra sólida tiene su vida.
El segundo es lo líquido, el agua. Si en estado de sueño se sitúa uno en el mar, como si uno mismo fuera el mar, entonces está situándose en el plano del parinirvana que es donde está la vida de lo líquido. Mediante este procedimiento se conoce algo de los diversos planos.
En tercer lugar, cuando en el sueño uno se sumerge dentro del elemento formador de aire, uno se encuentra en el plano del Nirvana. Nirvana significa literalmente "ser extinguido", como se extingue un fuego. Cuando uno busca la vida en el, uno está con la propia vida en el plano del Nirvana. El hombre respira en el aire. Cuando experimenta en sí mismo la vida del aire, entonces ese es el camino para alcanzar el plano del Nirvana. Esta es la razón de los ejercicios de respiración de los yoguis. Nadie puede alcanzar el plano del Nirvana si no practica realmente ejercicios de respiración. Son sólo ejercicios de Hatha-Yoga cuando se llevan a cabo en el nivel equivocado. De lo contrario son ejercicios de Raja-Yoga. Uno realmente inhala la vida: el plano del Nirvana.
En cuarto lugar, debajo del plano Nirvana está el plano Buddhi o Shushupti. Allí el calor tiene su vida. Cuando Buddhi se desarrolla en el hombre, todo Kama (astralidad) se transforma en altruismo, en amor. Aquellos animales que no desarrollan calor carecen también de pasión. En niveles superiores, el hombre debe volver a alcanzar esta condición sin pasión, porque tiene su vida en el plano Shushupti.
En Quinto lugar, viene el plano del Devacan o Mental; De ahí la conexión interna entre la sabiduría y la luz. Cuando en la conciencia del sueño se experimenta la luz, se experimenta la sabiduría dentro de ella. Este fue siempre el caso cuando Dios se reveló a sí mismo en la luz. En la zarza ardiente, es decir, en la luz, Jehová se apareció a Moisés para revelar sabiduría.
En sexto lugar, está el plano astral. En este plano el éter químico tiene su vida. Un sonámbulo percibe en el plano astral las cualidades de los elementos químicos, las características químicas, porque aquí el éter químico realmente tiene su vida.
En séptimo lugar, está el plano físico. Allí el éter de vida vive en su propio elemento. Con el éter de vida se percibe la vida. Este éter es también conocido como éter atómico, porque en este plano tiene su propia vida, su propio punto central. Lo que vive en un plano particular tiene en este mismo plano su punto central.
Como hecho real todo lo que tenemos a nuestro alrededor contiene los siete planos. Sólo debemos preguntar: ¿Dónde tiene cada elemento, lo sólido, lo gaseoso, etc., su vida?
Ahora bien, hemos oído que el calor tiene su propia vida en el Buddhi o en el plano Shushupti. Así pues, entre todas las cosas existen relaciones definidas. Es muy sorprendente la relación entre el oído y el habla. En el desarrollo de la evolución el oído estaba presente mucho antes que el habla. El oído es el órgano receptivo; El habla es el órgano que produce el sonido. Ambos, el oído y el habla, esencialmente se corresponden. El sonido en su manifestación, es el resultado de las vibraciones del aire, y cada sonido individual surge de una vibración particular. Cuando se estudia lo que existe fuera, fuera de uno mismo, como sonido, entonces se está estudiando la aritmética del aire.
El espacio indiferenciado sería silencioso. El espacio organizado aritméticamente produce sonido. Aquí tenemos un ejemplo de cómo uno puede mirar en el Registro Akáshico. Si uno puede elevarse a la percepción de la aritmética interior que está preservada del sonido en el espacio, entonces en cualquier momento se puede oír de nuevo un sonido que alguien ha hablado. Por ejemplo se puede escuchar lo que fue dicho por César en el cruce del Rubicón. La aritmética interior del sonido sigue estando presente en el Registro Akáshico. El sonido corresponde a algo que llamamos Manas. Lo que el oído experimenta como sonido es la sabiduría del mundo. En la percepción del sonido se oye la sabiduría
del mundo. En el acto de hablar uno saca la sabiduría del mundo. Lo que es aritmético en nuestro hablar permanece en el Registro Akáshico. Cuando el hombre oye o habla, se expresa directamente en sabiduría. En la actualidad el pensar es la forma en que el hombre puede llevar su voluntad a la expresión en el habla. Hoy sólo podemos desplegar la voluntad cuando pensamos algo. Sólo más tarde será posible para el hombre, elevándose por encima del nivel del pensar, desplegar la voluntad en el hablar.
El siguiente paso está conectado con el calor. La actividad del hombre debe ser buscada en lo que fluye de él como calor interior. El Karma surge de lo que procede de ese calor: pasiones, impulsos, instintos, deseos, anhelos, etc. Así como el órgano paralelo al oído es el órgano del habla, el órgano paralelo al calor del corazón es la glándula pituitaria, la Hipófisis. El corazón toma el calor del exterior, lo mismo que el oído hace con el sonido. Por eso percibe el calor del mundo. El órgano correspondiente que debemos tener, para poder producir calor conscientemente, es la glándula pituitaria en la cabeza, que en la actualidad está sólo al comienzo de su desarrollo. Así como uno percibe con el oído y produce con la laringe, así se toma el calor del mundo en el corazón y lo deja fluir de nuevo a través de la glándula pituitaria en el cerebro. Una vez que esta capacidad se ha logrado, el corazón se habrá convertido en el órgano que estaba destinado a ser. Hay una referencia a esto en las palabras de 'Luz en el Sendero': 'Antes de que el alma pueda estar en presencia del Maestro, sus pies deben ser lavados en la sangre del corazón'. Entonces la sangre de nuestro corazón fluirá lo mismo que hoy nuestras palabras fluyen hacia el mundo. En el futuro, el calor del alma inundará a la humanidad.
A lo largo de la evolución, el órgano de la vista está un poco más profundo que el órgano de calor.
En el transcurso de la evolución, los órganos del oído, el calor y la vista, se siguen secuencialmente; El órgano de la vista está sólo en la etapa de recepción, mientras que, por ejemplo, en el tañer de una campana, el oído ya percibe su ser más íntimo. El calor debe fluir desde el propio ser. El ojo obtiene solamente una imagen, el oído tiene la percepción de la realidad más interna. La percepción del calor es la recepción de algo que irradia hacia el exterior. Hay un órgano que también se convertirá en el órgano activo de la visión. Esto está hoy presente germinalmente en la glándula pineal, la Epífisis, el órgano que dará realidad a las imágenes que hoy son producidas por el ojo. Estos dos órganos, la glándula pineal y la glándula pituitaria como órganos activos, deben desarrollarse en el órgano de la visión y el órgano del calor (corazón). Hoy la fantasía es la etapa preliminar que conduce a la facultad de creación posterior. Ahora el hombre tiene la imaginación. Más tarde tendrá poder mágico. Este es el poder Kriya-shakti. El cual se desarrolla en proporción al desarrollo físico de la glándula pineal.
En la relación recíproca entre el oído y la laringe tenemos un modelo profético (Vorbild). El pensar será luego interpenetrado de calor, y aún más tarde el hombre mismo aprenderá a crear. Primero aprende a crear una imagen; Luego a crear y enviar radiaciones; Después a crear seres. La masonería llama a estas tres fuerzas la sabiduría, el aspecto, (belleza) y el poder. (Véase el cuento de hadas de Goethe.) El calor tiene su vida en el plano Shushupti. Hacer un uso consciente de esto es posible para quien entiende y controla la vida de lo cálido, como en cierto sentido el hombre hoy controla la vida del aire.
En su desarrollo el hombre debe ahora acercarse a las fuerzas del plano Shushupti (Buddhi-Manas). La Quinta Sub-Raza tiene principalmente la tarea de desarrollar Kama-Manas. Uno encuentra a Manas en todo lo que se pone al servicio del espíritu humano. Nuestra época ha puesto sus más altos poderes al servicio de estas necesidades, mientras que el animal está satisfecho sin tales logros.
Ahora, sin embargo, Buddhi-Manas también debe comenzar su desarrollo. El hombre debe aprender algo que vaya más allá del habla. Otra fuerza debe unirse con el habla, tal como la encontramos en los escritos de Tolstoi. No es tanto una cuestión de lo que dice, sino que detrás de lo que él dice está una fuerza elemental que contiene algo de Buddhi-Manas, tal fuerza ahora debe entrar en nuestra civilización. Los escritos de Tolstoi funcionan tan poderosamente porque se oponen conscientemente a la cultura occidental europea y contienen algo nuevo y elemental. Una cierta barbarie que todavía está
contenida en ellos será más tarde equilibrada. Tolstoi es sólo un pequeño instrumento de un poder espiritual más alto que también estaba detrás del iniciado gótico Ulfilas. Este poder espiritual usa a Tolstoi como su instrumento.
Traducido por J.Luelmo feb.2016
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