GA093a Berlín 1 de octubre de 1905 -fundamentos del esoterismo diferencia entre seres creadores y receptores 6ª conferencia

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RUDOLF STEINER

diferencia entre seres creadores y receptores

conf. 6
Berlín 1 de octubre de 1905

Hoy tomaremos como sujeto los diferentes rangos de seres a los que pertenece el hombre. El hombre, tal como es en la actualidad, es un ser en desarrollo que no siempre fue como es ahora. No sólo hay etapas de desarrollo por delante y por detrás de él, sino que también hay seres que coexisten con él, al igual que el niño hoy en día tiene al anciano junto a él, aunque se encuentra en otra etapa de desarrollo. Hoy vamos a tratar con siete categorías de seres, y en este sentido debemos distinguir claramente entre los seres receptivos y los creativos.
Tomemos como ejemplo un color que percibimos con nuestros ojos, por ejemplo el rojo o el verde. En este sentido somos seres receptivos. Sin embargo, el color debe haberse producido primero para que podamos percibirlo; Debemos por consiguiente, asumir que hay otro ser que produce el color, por ejemplo el rojo. A través de esto reconocemos las diferentes etapas de los seres. Si reunimos todo lo que se aproxima a nuestros sentidos, también debe haber un alma que lo reciba; Pero a la inversa también algo debe estar presente para que las impresiones de los sentidos puedan ser traídas a nosotros. Hay seres que pueden manifestarse. Éstos tienen un carácter más semejante a dios o deva. Los seres cuya naturaleza está más adaptada a la recepción tienen un carácter más elemental. Los seres semejantes a Dios son de naturaleza manifiesta. Los seres elementales son de naturaleza receptiva.
Aquí, en este terreno, tenemos la sabiduría creativa que se manifiesta exteriormente, y la sabiduría que es recibida por el alma humana. La sabiduría está en la luz y se revela en todas las impresiones de los sentidos. Detrás de lo que se revela, debemos asumir los reveladores, seres de la naturaleza de la voluntad; Cuya sabiduría es lo que se revela.
El hombre es receptivo y creativo. Por un lado, por ejemplo con respecto a todas las impresiones de los sentidos, es receptivo, con respecto al pensamiento sin embargo, es creativo. Nada da lugar a pensamientos a menos que primero produzca percepciones. Así pues, por un lado, es un ser receptivo y, por otro, un ser creador. Esta es una diferencia importante. Imaginemos que el hombre estuviera en condiciones de crear todo lo que percibe, sonidos, colores, etc., así como hoy crea pensamientos. Hoy en día sólo es creativo en una esfera, la del pensamiento, y para tener percepciones necesita seres
creativos a su alrededor. Al producir su propio ser, al principio fue creativo. En el principio él mismo creó su propio organismo. Para esto ahora necesita otros seres. Ahora el hombre debe encarnarse en una forma corporal determinada desde fuera. Aquí está más cerca de los seres elementales que de la esfera de la percepción y del pensamiento.
Imaginemos que el hombre una vez fue capaz de producir sonidos, colores y otras percepciones de los sentidos y también su propio ser. Entonces tendríamos al ser humano tal como era antes de la raza Lemuriana, al cual se denominaba el hombre "puro". El hombre se vuelve impuro a través del hecho de que no produce su propio ser, sino que incorpora algo ajeno a su naturaleza. A este hombre puro se le llamaba Adam Cadmon. 
Cuando al principio del Génesis la Biblia habla del hombre, habla de este ser humano puro. Este ser humano todavía no tenía nada kamic (astral) dentro de él. El deseo apareció por primera vez después de haber incorporado otros elementos en sí mismo. Así surgió la segunda etapa de la humanidad, el  hombre kama-rupic (hombre con un cuerpo astral). El animal superior debe ser visto como en una etapa inferior de este desarrollo. 
Sin sangre caliente ningún ser puede poseer un Kama-rupa independiente (cuerpo astral).
Todos los animales de sangre caliente provienen del hombre.
Por lo tanto, para empezar, tenemos al hombre puro que hasta la edad lemuriana llevó realmente una existencia súprasensible y sacó de sí todo lo que vivió y que fue parte de él.
Hoy en día los animales de sangre fría y las plantas se han desarrollado de una manera diferente a la de los animales de sangre caliente. Los que hoy existen son remanentes de aquellos seres extraños y gigantescos. Algunos de estos pueden ser verificados por la ciencia. Son animales decadentes que descienden de los que el hombre puro usó para encarnarse en ellos, para poder tener un cuerpo para lo que es kamic (astral). Al principio el hombre puro no había encontrado ningún medio para encarnarse sobre la tierra.
Todavía rondaba por encima de lo que se manifestaba. De entre estos seres enormes y poderosos (animales) el hombre hizo uso de los más desarrollados para encarnarse en ellos. Él se agregó a estos seres y por lo tanto pudo estar en disposición de llevar en ellos su propio Kama (cuerpo astral). Algunos de estos seres se desarrollaron más y luego se convirtieron en los animales de la Atlántida y de la humanidad actual. Sin embargo, no fue posible que todos ellos se adaptaran. Los que fracasaron se convirtieron en los animales vertebrados inferiores; Los canguros, por ejemplo, son intentos que resultaron infructuosos en el camino para convertirse en hombres. Lo mismo que el alfarero hace con las vasijas de cerámica que son rechazadas y dejadas atrás. 
Acto seguido el hombre intentó introducir el Kama en las formas animales. El Kama se encuentra primero en la forma humana, en realidad en el corazón, en la sangre caliente y en la circulación de la sangre. Una y otra vez lo volvió a intentar y de esta manera hubo un ascenso de etapa en etapa. Vemos intentos infructuosos, por ejemplo, en los perezosos, los canguros, las bestias de presa, los monos y los simios. Todos estos se quedaron atrás en el camino. Los animales de sangre caliente son intentos infructuosos de convertirse en formas humanas dotadas de Kama. Todo lo que en ellos es de la naturaleza del Kama, el hombre también podría haberlo tenido dentro de sí mismo; Pero él se deshizo de ellos, porque no podía usar este tipo de Kama. Hay un axioma oculto importante: Cada calidad tiene dos polos opuestos. Así que encontramos, así como la electricidad positiva y negativa se complementan, así también tenemos calor y frío, día y noche, luz y oscuridad y etc. etc. De la misma manera, cada calidad Kamic también tiene dos aspectos opuestos. Por ejemplo, el hombre ha arrojado la furia de sí mismo en el león, y esto, por otro lado, cuando se haya ennoblecido por él, puede llevarlo hacia arriba a su yo superior. La pasión no debe ser aniquilada, sino purificada. El polo negativo deber
ser conducido hacia arriba a una etapa más alta. Esta purificación de la pasión, este llevar hacia arriba su aspecto negativo fue llamado por los pitagóricos, catarsis. Al principio el hombre tenía en su interior la furia del león y la astucia del zorro. Así, el reino de los animales de sangre caliente es una imagen completa de las cualidades Kama. Hoy en día se considera comúnmente que el "Tat twam asi" ("Eso eres tú") debe ser entendido como algo general e indefinido, pero hay que concebir algo subyacente en ello. Por consiguiente, en el caso del león, el hombre debe decirse a sí mismo: Eres tú. Por lo tanto, tenemos en el reino de los animales de sangre caliente extendidos ante nosotros el ser humano kamá-rupico. Anteriormente sólo existía el hombre puro: Adam Cadmon. El filósofo de la ciencia natural, Oken, que en la primera mitad del siglo XIX era profesor en Jena, conocía todas estas ideas y las expresaba de una manera grotesca para captar la atención de la gente hacia ellas. Aquí encontramos un ejemplo que señala una etapa aún más temprana del desarrollo humano, antes de que el hombre separara de sí el reino de los animales de sangre fría. Oken conectó la sepia con la lengua humana. En
esta analogía de la lengua con la sepia se puede encontrar una significación oculta. Ahora también tenemos seres que por primera vez son, por así decirlo, evocados como subproductos. El hombre ha expulsado de sí la astucia del zorro y ha conservado su polo opuesto. En la astucia del zorro, sin embargo, el germen de otra cosa está empezando a desarrollarse, por ejemplo, algo similar a la manera en que la sombra negra de un objeto tiene una sombra secundaria cuando la luz entra desde el exterior.
Extragimos de nuestro ser interior la astucia que lleva incorporada el zorro. Ahora el espíritu se dirige hacia él desde la periferia. Los seres que de este modo trabajan desde la periferia hasta lo que es kamic son seres elementales. Lo que el zorro ha recibido de nosotros, en él, es animal; Lo que viene del exterior proveniente del espíritu y se le une, es el ser elemental. Por un lado se originó a través del espíritu de la humanidad y por otro lado a través de un ser Elemental.
Así pues, podemos diferenciar en primer lugar, los seres elementales, en segundo lugar, el hombre kama-rupic, en tercer lugar, el hombre puro, en cuarto lugar, el hombre que en cierto sentido ha superado el hombre puro, que ha tomado en sí lo que está fuera y alrededor de él y es creativamente activo. Él ha contactado e interiorizado dentro de sí todo lo que está alrededor suyo en la existencia terrenal. Esto le da los planes, las direcciones, las leyes que crean la vida. Una vez el hombre fue perfecto y volverá a serlo.
Pero hay una gran diferencia entre lo que fue y lo que será. Lo que está a su alrededor en el mundo exterior se convertirá más tarde en su posesión espiritual. Lo que ha ganado por sí mismo en la Tierra se convertirá más tarde en la facultad de ser creativamente activo.
Esto se habrá convertido entonces en su ser más íntimo. Aquel que ha absorbido todas las experiencias terrenales, de modo que sabe cómo hacer uso de cada cosa y se ha convertido así en un creador, se llama Bodhisattva, osea, un hombre que ha acogido en sí mismo en un grado suficiente el Bodhi, el Buddhi de la tierra. Por consiguiente está lo suficientemente avanzado como para trabajar creativamente fuera de sus impulsos más íntimos. Los sabios de la tierra aún no son Bodhisattvas. Incluso para tales personas siempre hay cosas a las que todavía no puede orientarse. Sólo cuando uno ha absorbido en sí mismo todo el conocimiento de la Tierra, que le capacite para crear, sólo entonces
uno es un Bodhisattva; Buda, Zaratustra, por ejemplo, eran Bodhisattvas.
Cuando el hombre asciende aún más en su evolución, de modo que no sólo es un creador en la Tierra, sino que posee fuerzas que se extienden por encima de la Tierra, sólo entonces es libre de elegir entre usar estas fuerzas superiores o trabajar más con ellas en la tierra. En este caso, puede traer a la Tierra algo que viene de mundos superiores. Tal cosa ocurrió en una época antes de que el hombre comenzara a encarnarse, en el último tercio de la Edad Lemurica. El ser humano había desarrollado sus cuerpos físico, etérico y astral. Traía consigo estos miembros de su ser, desde una evolución anterior de la
Tierra. Los dos siguientes impulsos, Kama y Manas, no hubiera podido hallarlos en la Tierra; No se encontraban en su secuencia evolutiva. El primer impulso nuevo (Kama) sólo se encontraba como una fuerza en Marte. Fue añadido poco antes de que el hombre encarnara. El segundo impulso (Manas) procedente de Mercurio entró en la quinta subraza de los Atlantes, con los semitas originales. El estímulo de estos nuevos principios tuvo que ser traido a la Tierra desde otros planetas a través de seres aún más elevados, a través de los Nirmana-kayas. Desde Marte agregaron Kama y desde Mercurio Manas. Los Nirmana-kayas son otro grado aun más alto que los Bodhisattvas. Estos últimos son
capaces de ordenar la evolución para que tenga continuidad; Pero no pueden aportar lo que viene de otras regiones, esto sólo puede ser hecho por los Nirmana-kayas. En otro grado más alto que los Nirmana-kayas, se encuentran aquellos seres que se llaman Pitris.
Pitris = Padres. Pues los Nirmana-kayas pueden traer algo que viene de otras regiones a la evolución, pero no pueden sacrificarse, sacrificarse como sustancia, para que en el siguiente planeta puedan producir un nuevo ciclo. Esto puede ser hecho por los Pitris, seres que habían evolucionado en la Luna y que ahora habian venido; Se convirtieron en el impulso activador hacia la evolución de la Tierra. Cuando el hombre haya pasado por todas las experiencias posibles, entonces estará en disposición de convertirse en un Pitri.  
La etapa siguiente y aún más alta, la última que es posible mencionar, es la de los propios dioses.
Así tenemos siete rangos de seres: en primer lugar, los dioses, en segundo lugar Pitris, tercero Nirmana-kayas, cuarto Bodhisattvas, quinto seres humanos puros, sexto seres humanos, séptimos seres elementales. Esta es la secuencia de la que habla Helena Petrovna Blavatsky.
Ahora podemos añadir la pregunta: ¿Qué tipo de órgano es el que ha hecho el hombre kama-rupic? Es el corazón con las venas y la sangre que palpita a través del cuerpo. El corazón tiene una parte física y una parte etérea. Aristóteles habla de esto, porque en épocas anteriores era sólo el hombre etérico el que se consideraba importante. El corazón también tiene una parte astral. El corazón etérico está conectado con la flor de loto de doce pétalos. No todos los órganos físicos tienen una parte astral; Por ejemplo, la
vesícula biliar es sólo física y etérica, carece del astral.

Traducido por J.Luelmo feb.2016

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