GA093a Berlín 3 de octubre de 1905 -fundamentos del esoterismo Reencarnación, evolución de la civilización y del zodíaco 8ª conferencia

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RUDOLF STEINER

Reencarnación, evolución de la civilización y del zodíaco

conf. 8
Berlín 3 de octubre de 1905

Las diferentes encarnaciones de la individualidad humana son una especie de balanceo del péndulo de un lado a otro hasta que el ritmo se queda en reposo y la parte superior del hombre ha encontrado en lo físico una expresión adecuada, un instrumento conveniente. Aproximadamente desde que los seres humanos se han reencarnado, la posición del sol, de la luna y de la tierra ha sido tal como es ahora. Debemos entender que el hombre pertenece al gran organismo cósmico. En los tiempos en los que ocurren grandes cambios en la vida de la humanidad, también ocurren cambios poderosos en el cosmos. Antes de esto, antes de que hubiera reencarnación, el sol, la luna y la tierra aún no estaban separados como ahora. Kant y Laplace hicieron su observación sólo desde el plano físico, y en tal medida su teoría es bastante correcta, pero no conocían la conexión con las fuerzas espirituales. Cuando salió el primitivo sol de vapor ardiente, la luna y la tierra entraron en existencia como cuerpos separados, el hombre también comenzó a encarnar. Cuando las encarnaciones humanas hayan llegado a su fin, el sol también se habrá reunido con la tierra. Tanto a gran escala, como en los pequeños detalles individuales, hay que tener en cuenta estas relaciones del hombre con el universo.
Ustedes habrán oído decir a menudo que el hombre encarna generalmente después de un período de cerca de dos mil años. Uno puede investigar cuando tuvieron su anterior encarnación, las personas que están vivas hoy. Las almas que ahora están encarnadas, se encontraban encarnadas, por regla general, unos 300 a 400 años después del nacimiento de Cristo. Sin embargo, además se encuentran otras que se
encarnan en diferentes momentos, algunas más temprano, otras más tarde. Pero hay otra manera de determinar las encarnaciones, una manera más acertada de llegar al objetivo.
Se puede decir: Si los seres humanos que mueren hoy regresasen en poco tiempo, encontrarían casi las mismas condiciones que ahora. Pero como el hombre debe aprender lo más posible sobre la Tierra. Esto sólo puede suceder cuando en la siguiente encarnación encuentra algo nuevo que es esencialmente diferente de las condiciones anteriores.
Por ejemplo, imaginémonos retrocediendo en el tiempo de unos 600 a 800 años antes de Cristo; Aproximadamente sobre el tiempo de la Ilíada y la Odisea. Para los pueblos avanzados de aquel tiempo las condiciones de vida eran muy diferentes de lo que son ahora. Uno, por ejemplo, se sorprendería al ver con qué curiosos utensilios comía la gente. En esa época, la gente todavía no había aprendido a escribir. Los grandes poemas se transmitían de boca en boca. Cuando una persona de aquellos tiempos se reencarna hoy, debe aprender como hacen los niños, muchas otras cosas. De niño debe aprender a
escribir. Mientras tanto, el flujo de la cultura ha proseguido. Hay que distinguir entre el flujo de la cultura y el desarrollo del alma individual. Como un niño hay que ponerse al día con la civilización y por esta razón uno debe nacer de nuevo como un niño.
Ahora debemos preguntarnos: ¿Qué causa esas condiciones tan diferentes en la tierra? Esto está relacionado con la progresión del equinoccio de primavera. Aproximadamente 800 años antes de Cristo el sol en primavera entraba en la constelación de Aries, del Carnero. Cada año en el punto vernal se desplaza un poco. Debido a esto las condiciones en la tierra siempre van cambiando ligeramente. Ochocientos años antes de Cristo, el sol estaba en la constelación de Aries. Anteriormente estaba en la constelación de Tauro, más atrás aún en Géminis y aún más atrás en Cáncer. Ahora, desde hace ya unos cientos de años se eleva por la constelación de Piscis. Después de esto vendrá Acuario. El avance de las civilizaciones también está relacionado con la progresión del sol de una constelación a otra.
En la época en que el sol se alzaba en la constelación de Cáncer, la antigua cultura védica de los indios, la cultura de los Rishis alcanzó su punto más alto. Los Rishis, esos seres aún mitad divinos, eran los maestros de los hombres. La civilización atlante había sucumbido a su destrucción; Un nuevo impulso irrumpió. En ocultismo a esto se le llama "vórtice". Esto es también el motivo por el que, en la época en que el sol estaba en la constelación de Cáncer, el signo se hizo de esta manera: 
Cáncer significa una ruptura de algo nuevo, un "vórtice" (una espiral doble).
La segunda época cultural es llamada la constelación de los gemelos. En aquellos tiempos fue entendida la naturaleza dual del mundo, las fuerzas opuestas del mundo, Ormuzd y Ahriman, el Bien y el Mal. Por tanto, los persas también hablan de los gemelos.
La tercera época cultural es la de los sumerios en Asia Menor y de los egipcios. La constelación del Toro corresponde a esta época. Esta es la razón por la que en Asia Menor y en Egipto se veneraba al Toro como Apis. En ese tiempo en Babilonia y Asiria la lengua sumeria era el lenguaje de la sabiduría. Después el Toro cayó en decadencia y el Carnero inició su ascensión. La primera indicación de esto es la saga del vellocino de oro.
La cuarta cultura es la del Carnero, o Cordero; Cristo está en la señal del carnero, o cordero; Por lo tanto se llama a sí mismo el Cordero de Dios.
Como quinta cultura sigue la civilización materialista externa en la constelación de los Peces. Esta inició su desarrolló principalmente a partir del siglo XII y alcanzó su clímax hacia el año 1800. Esta es la cultura de la quinta sub-raza, el tiempo presente.
En la constelación del Aguador (Acuario) en el futuro, será proclamado el nuevo cristianismo. "Aguador" es también el que lo traerá, el que ya ha estado aquí: Juan el Bautista. Más adelante volverá a ser el precursor de Cristo, cuando sea fundada la Sexta sub-raza espiritual. El Movimiento Teosófico debe ser la preparación para ese tiempo.
En el Nuevo Testamento la expresión "sobre la montaña" se usa en varias ocasiones. 'En la montaña' significa: en el misterio, en lo más íntimo, en la intimidad. Incluso el Sermón de la Montaña no debe entenderse como un sermón para el pueblo, sino como una enseñanza íntima para los discípulos. La Transfiguración en la Montaña también debe entenderse en este sentido. Jesús subió al monte con los tres discípulos, Pedro, Santiago y Juan. Allí, se nos dice, los discípulos cayeron en un estado como arrebatados de sí mismos; Entonces Moisés y Elías aparecieron uno a cada lado de Jesús. Por un momento el espacio y el tiempo se detuvieron y los discípulos se encontraron con su conciencia en
el plano mental. Aquellos que ya no estaban físicamente presentes, Moisés y Elías, aparecieron. En revelación directa tuvieron ante sí: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida." Elías=El camino, Moisés = la verdad, Cristo = la vida. Esto apareció aquí a los discípulos en forma real. Jesús les había dicho una vez: 'Elías ha vuelto; Juan era Elías, solo que él no habia sido reconocido. "Pero él dijo más aún:" No lo digáis a nadie hasta que YO vuelva otra vez. "El cristianismo no puso en práctica la enseñanza de la
reencarnación durante dos mil años, no por ninguna razón arbitraria, sino por motivos educativos. La gente no debía saber nada de ella durante dos mil años. En el evangelio de San Juan hay una indicación de esto en el milagro de las bodas de Cana, donde el agua se convierte en vino. En los antiguos Misterios sólo se distribuía agua, pero en los Misterios Cristianos vino. Porque en el sacerdocio, a través de la participación del vino, el conocimiento de la reencarnación quedó borrado. Quien participa del vino no puede alcanzar ningún conocimiento verdadero del Manas, Buddhi y Atma. Nunca puede
comprender la reencarnación. Por su retorno, Cristo mediante su reaparición en la sexta subraza cuando será proclamado por el "Aguador"(Acuario). La teosofía realmente lleva a cabo el testamento del cristianismo y trabaja hacia esta época del tiempo.
Cada vez que el sol avanza desde un signo del zodíaco a otro, se producen cambios decisivos en la civilización. Entre ellos transcurre un período de unos dos mil ciento sesenta años. Si tomamos el momento en que el sol entró en el signo del carnero o cordero, unos 747 años antes de Cristo y 1413 años después de Cristo, tenemos dos mil ciento sesenta años. Por tanto sobre el año 1413 entramos en el signo de los Peces. Sobre el año 2500 es el momento en que la cultura materialista alcanzará su punto más alto. Alrededor del año 3.573 la humanidad entra en el signo de la cultura espiritual, la del Aguador (Acuario). También hay que prepararla.
Así pues, las condiciones cambian también con las constelaciones. Con la progresión desde un signo a otro también surgen nuevas condiciones, de ese modo el renacer tiene un significado. El ser humano renace aproximadamente cada dos mil seiscientos años, pero las experiencias que hace como hombre y como mujer son tan radicalmente diferentes que dos encarnaciones, como hombre y como mujer, se consideran como una sola. Aproximadamente mil trescientos años transcurren entre dos encarnaciones como hombre o como mujer, y alrededor de dos mil seiscientos años entre tales encarnaciones dobles si se considera a ambos como uno. El ser humano es sólo hombre o mujer con respecto al cuerpo físico. Cuando el cuerpo físico es masculino, el cuerpo etérico es femenino; Y viceversa, cuando el cuerpo físico es femenino, el cuerpo etérico es masculino. Sólo el cuerpo astral es al mismo tiempo masculino y femenino. 
El ser humano lleva dentro de si el sexo opuesto como cuerpo etérico. Así en el etérico el hombre es
femenino y la mujer masculina en el etérico . Por lo tanto, la mujer física tiene muchas cualidades masculinas ocultas; La encarnación física está presente sólo exotéricamente.
Por lo tanto, el ser humano pasa por una constelación una vez como hombre y otra como mujer. Esta es la razón por la cual el Maestro dijo a Sinnett que el ser humano se encarna dos veces en una sub-raza. En sentido oculto, ambas encarnaciones se consideran juntas como una. Debe llegar un momento en el que la mujer se acerca realmente a la cultura dominada por el hombre. 
El movimiento de la mujer actual debe ser reconocido como la preparación para otro movimiento de mujer posterior y muy diferente. En el futuro, la diferenciación sexual será totalmente superada.
Hubo una razón especial por la cual, durante unos dos mil años, la enseñanza de la reencarnación fue completamente suprimida. El ser humano debía aprender a conocer y valorar la importancia de una vida. Todo esclavo del Antiguo Egipto seguía convencido de que volvería, que algún día sería amo en lugar de esclavo, pero que tenía que pagar sus deudas kármicas. Por lo tanto, la vida individual no era tan importante para él. Pero la lección que la gente ahora tenía que aprender era afianzar sus pies sobre la tierra; Así durante una vida, la reencarnación debía permanecer desconocida. Por lo tanto, Cristo
prohibió expresamente cualquier enseñanza acerca de la reencarnación. Pero desde 800 años antes de Cristo hasta aproximadamente 1800 años después de Cristo, había transcurrido el tiempo durante el cual casi todos habían pasado por una vida sin experimentar nada sobre la reencarnación. Los grandes Maestros tienen la tarea no siempre de impartir toda la verdad en cualquier momento, sino sólo la parte que el hombre necesita.
Esta retención de la conciencia de la reencarnación tuvo su expresión poética en esta época en la Divina Comedia de Dante. En el esoterismo monástico por otra parte, la reencarnación fue definitivamente enseñada cuando surgió la ocasión. Los Trapenses tuvieron que permanecer en silencio a lo largo de una encarnación, para que en la siguiente pudieran convertirse en oradores elocuentes. Fueron intencionadamente entrenados de esta manera para convertirse en oradores elocuentes, pues de éstos la
Iglesia puede hacer buen uso. Cuando San Agustín presentó la doctrina de la predestinación, fue totalmente coherente. Porque en la era del materialismo la reencarnación no debía enseñarse, tenía que aparecer la doctrina agustiniana de la predestinación. Sólo de esta manera se podrían explicar las diferencias en las circunstancias de las personas.
Esto está relacionado con el carácter profundamente materialista del cristianismo tradicional, que radica en el hecho de que el Más Allá se hace dependiente de una existencia física. Esta enseñanza materialista del cristianismo, por así decir, ha dado sus frutos. Hoy ya no hay conciencia del Más Allá. La socialdemocracia es la última consecuencia del cristianismo tradicional. Pero ahora un nuevo impulso debe venir al mundo. Cuando una época llega a su fin, algo nuevo irrumpe con vigor. El cristianismo
trabajó hacia el florecer gradual de la era materialista. Para llevar a cabo la civilización materialista, los seres humanos por un período de mil trescientos años han tenido que recibir una enseñanza como la que trajo el cristianismo; A saber, que el hombre debe hacer que toda la eternidad dependa de una vida terrenal. La burguesía urbana se convirtió entonces en el verdadero fundador de la era del materialismo. Ya en el tiempo de Cristo lo espiritual tenía que ser traicionado por lo puramente material. Judas Iscariote tuvo que traicionar a Cristo. Sin embargo, se puede decir: si no hubiera existido Judas, tampoco habría existido Cristianismo. Judas es el primero en atribuir una importancia primordial al dinero, es decir, al materialismo. En Judas se encarnó toda la era materialista. Esta era materialista ha oscurecido y ensombrecido lo espiritual. A través de su muerte, Cristo se convierte en el Redentor del materialismo.

Traducido por J.Luelmo feb.2016

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