GA093 Berlín 23 de octubre de 1905 -conocimiento oculto y vida cotidiana 19ª conf.

Relación entre el conocimiento oculto y la vida cotidiana

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Berlín 23 de octubre de 1905

19ª conferencia


Hoy, puedo decir algunas cosas relevantes respecto a algunas de las preguntas que han surgido recientemente ante sus almas. Hoy, puedo ampliar algo que puede haber sido provocado [en sus mentes] por los comentarios hechos en los últimos días. Mucho se ha dicho sobre la relación del ocultismo con la teosofía, del esoterismo con la teosofía, etc. pero aún no se ha dicho nada sobre la relación de la teosofía con la vida cotidiana. Ya indiqué hace una semana que deseaba decir algunas palabras precisamente sobre este tema;  y que pretendía dirigir su atención no tanto hacia los puntos de vista más relevantes, sino más bien a hablar sobre cómo la percepción oculta influye directamente en la vida cotidiana. Nuestra perspectiva teosófica del mundo no solo se dirige hacia el tiempo y el espacio distantes, sino que además podemos obtener una explicación bastante diferente de las preguntas cotidianas a través de conceptos ocultistas que no serían posibles a través de otros conceptos. Luego veremos cuán errónea es la opinión con la que nos encontramos con tanta frecuencia, según la cual el ocultismo es algo poco práctico, y alejado de la vida cotidiana.
Y mencionaremos otra pregunta también. Esta pregunta es: ¿Cómo puede alguien que aún no ha desarrollado la facultad, (que, sin embargo, cada ser humano está destinado a tener en el futuro), de ver los mundos súpra sensibles? ¿Cómo puede esa persona, (dado el punto de vista que todos absorben con su educación ordinaria), tener la convicción de que las enseñanzas teosóficas son verdaderas y que los esfuerzos de la teosofía son válidos en la práctica? La evidencia no necesita ser obtenida solo mediante observaciones ocultas; de hecho, no pueden obtenerse así hasta que hayan sido sacados de otro reino, el de la vida cotidiana, que [de hecho] nos prepara para adquirir convicción sobre los reinos superiores de la existencia. Lo que sea que haya sucedido en el pasado, todavía está sucediendo hoy en nuestra vida diaria.
Si retrocedemos hasta los primeros períodos de desarrollo de la humanidad, nos encontraremos con el origen del hombre a partir de una sustancia mucho más fina y espiritual de la que está compuesto hoy. El hombre actual muestra una forma que consta de tres cuerpos principales: el cuerpo físico, el cuerpo etérico y el cuerpo astral. El cuerpo etérico es una especie de imagen arquetípica del cuerpo físico. El cuerpo astral, la envoltura áurica que envuelve e impregna al ser humano, es la estructura en la cual la vida del alma, la vida de los instintos y pasiones, y también cada pensamiento, encuentran expresión. Básicamente, fue a partir del cuerpo astral aún indiferenciado cómo, con el transcurso del tiempo, todo el ser humano evolucionó. Si retrocedemos lo suficientemente atrás, hasta las primeras épocas primitivas de la humanidad, encontramos que la sustancia física y etérica que distingue al hombre moderno solía estar disuelta en el cuerpo astral original, como una semilla [enterrada] en la tierra.
El hombre actual es, por así decirlo, resultado de haberse condensado la sustancia básica astral. Este proceso todavía está teniendo lugar todos los días. Cuando dos personas están enfrentadas, son sobre todo sus cuerpos astrales los que se enfrentan entre sí en amor u odio, en bondad o desagrado, ira o buena naturaleza, antipatía o atracción. Todos estos son fenómenos que se manifiestan entre los cuerpos astrales. La interacción entre las personas consiste en el intercambio continuo de condiciones y relaciones corporales astrales. Cuando me enfrento a otra persona, el cuerpo físico no experimenta grandes cambios, ni tampoco mi cuerpo etérico, pero mi cuerpo astral sí. Si una persona me dice algo lleno de odio, entonces las olas de odio entran en mi cuerpo astral y lo cambian. Tengo que aceptar lo que fluye de él a mi propio cuerpo astral, que a resultas de eso se imbuye de atributos muy diferentes,
Algo muy similar ocurre entre profesor y alumno. Hay una gran diferencia entre un maestro que tiene una disposición amorosa o es un egoísta de mente estrecha. En el cuerpo astral de un niño tenemos algo que difiere en apariencia del cuerpo astral de un adulto. El cuerpo astral de un niño es brillante y claro, y se nos revela como algo virginal en comparación con un cuerpo astral que se ha desarrollado durante el curso de la vida. ¿Qué es el cuerpo astral de un niño? Parece una nube de luz indiferenciada que solo gradualmente va adquiriendo forma. Lo que sea que haga que el cuerpo astral se forme gradualmente, apenas ha comenzado a grabarse en él, de modo que todavía es posible que todo nazca en él. Se irá formando a medida que los conceptos que el niño adquiere de su entorno, entren y lo colorean haciéndolo diferente.
Diferentes estructuras fluyen hacia el cuerpo astral del niño y lo van conformando, en función de si lo que el niño absorbe a través de conceptos deriva de un punto de vista materialista o idealista. Pues comienza un proceso de llenar progresivamente con conceptos el alma. Si un niño es tratado sin amor, el eco de esta falta de amor se manifiesta en el cuerpo astral del niño. Luego se sella, como con una piel, contra el mundo exterior. Todo esto nos muestra que está teniendo lugar una remodelación continua del cuerpo astral en realidad, y que la interacción con las personas tiene una gran influencia en esta remodelación.
Por lo tanto, el niño tiene un cuerpo astral que todavía tiene una forma indiferenciada, pero que contiene una abundancia ilimitada de posibilidades. Tomen el cuerpo astral de un niño que haya tenido como maestro un idealista, que tiene un alma armoniosa, que ve el mundo con devoción y es susceptible a su belleza y sublimidad, un maestro que está en condiciones de crear en sí mismo una imagen de la belleza del mundo; dicho maestro también desarrollará la capacidad de entrar en la disposición del alma del niño. Por lo tanto, fomentará estructuras tiernas y sensibles en el niño, hacia las cuales puede dirigir las corrientes que se absorben en la propia sustancia astral del niño. Un maestro que está formado tan armoniosamente dentro de sí mismo continuamente dirige corrientes armoniosas hacia el niño. Las características del maestro fluyen de forma natural en el niño y, junto con ellas, la armonía mundial que el maestro ha adquirido de su entorno en forma de belleza. Como maestro, dirige a la naturaleza del niño toda la grandeza que él, como buena persona y buen observador, ha recibido, logrando así un desarrollo armonioso en el niño.
Por el contrario tomemos a un maestro que se muestra ante el niño como una persona egoísta y pedante, de conceptos e ideas estrechas y obstinadas. Estas cualidades evocan estructuras en su propio cuerpo astral que le dan la apariencia de estar cubiertas con una corteza dura, lo que lo hace completamente rígido y pesado en su estructura. Luego emite dardos que están rígidamente encerrados dentro de sí mismos, por lo que es imposible que el cuerpo astral del niño los absorba. A lo sumo, hieren el cuerpo astral del niño como un dardo, pero no pueden ser absorbidos [por él] y simplemente lo atraviesan.
O tomemos algo aún más ordinario. Dos personas hablan entre ellas. Se puede observar muy bien en dos de esas personas la interacción de sus cuerpos astrales que resulta de la comunicación recíproca entre sí.
Siempre está surgiendo algo nuevo en lo astral, en la sustancia astral. Será mas fácil de entender para todos presentándolo de la siguiente manera. Una persona, a través de sus conceptos, está creando continuamente estructuras en su cuerpo astral. Estas se muestran en las más diversas formas. La sustancia astral que resta sin usar entre las estructuras formadas, se llama sustancia astral 'intermedia', para distinguirla de la que forma estructuras. Esta sustancia astral intermedia se complementa continuamente a partir de la sustancia astral en nuestro entorno, fluye y entra continuamente, se renueva continuamente. Pero las estructuras que el hombre ha cultivado con su forma de sentir, pensar y decidir permanece fija.
Supongamos entonces que tenemos dos personas que participan en una conversación ordinaria entre sí. Uno de ellos ha cultivado conceptos rígidos y fijos, que han engendrado estructuras muy fijas en la sustancia astral. El otro habla con él e intenta explicarle algo. ¿Qué debe pasar si una persona quiere dejarle algo claro a la otra? Debe inyectar su propio concepto en la sustancia astral de la otra persona. De modo que este concepto, este pensamiento, fluye hacia la sustancia astral de la otra persona. Una vez allí, primero debe ser absorbido en la sustancia intermediaria y luego rehacerse y transformarse de una manera que se corresponda con las formas ya desarrolladas allí.
Ahora bien, supongamos que uno está tratando de explicarle al otro algo relacionado con, digamos, la reencarnación. Sin embargo, el otro ya tiene formada una idea fija sobre la reencarnación. Supongamos que es una persona con prejuicios que se ha formado la idea de que la reencarnación es algo tonto y absurdo. Este pensamiento flotaba en su sustancia astral. Ahora resulta que le llega el nuevo pensamiento de la otra persona y se disuelve en su sustancia astral intermedia, para luego ser transformado por las formas de pensamiento que ya existen allí. Sin embargo, esto no dará resultado porque sus conceptos son ​​demasiado rígidos, demasiado fijos. No puede adaptar el pensamiento recién transmitido a sus propias formas de pensamiento y, por lo tanto, no lo comprende.
Cuanto más flexible sea una persona para que sus conceptos sean flexibles, de modo que estos siempre se puedan disolver en la sustancia intermediaria circundante, más comprenderá a las otras personas que encuentre. Por eso es tan difícil transmitir la vida teosófica a personas académicamente formadas. Los conceptos adquiridos en la universidad engendran estructuras que son rígidas, fijas y encerradas dentro de sí mismas, que no son fácilmente solubles. El académico generalmente llega a una conferencia teosófica llena de tales estructuras y luego es incapaz de comprender la vida teosófica. Sería muy diferente si se hubiera educado para decir sobre cualquier concepto: sí, posiblemente también podría ser diferente, ya que de hecho tenemos solo una cantidad limitada de experiencia, y mucho de lo que consideramos correcto hoy, en el futuro tendremos que modificarlo.
Tomemos otra situación, la de una persona que se encuentra con alguien por quien siente reverencia.  Para alguien que esté dotado con percepción astral ¿Cómo se le revela esta reverencia? Reverenciar significa emitir el tipo de pensamientos que se hunden en la sustancia del cuerpo astral extraño, haciendo que lo absorba, por así decirlo. Si, por ejemplo, albergan un pensamiento de reverencia, esto lo expresan ustedes mismos transmitiendo esa reverencia a la otra persona como una irradiación de calor. Ese calor irradiado tiene su reflejo en el mundo astral, que se muestra como la forma de pensamiento de reverencia y devoción con un color azulado. El cálido sentimiento reverente engendra una forma de pensamiento de carácter azul.
Pero, ¿qué es lo que parece azulado? Pueden percibir esto si miran hacia el infinito del universo oscuro. Les parece azul debido a la luz en la atmósfera. Pues de manera similar, el pensamiento reverente hace que el astral que antes era oscuro, también les parecerá tener ese tono azulado; porque ahora está iluminado por la cálida y brillante sensación de reverencia. Si un lugar oscuro está rodeado de un sentimiento de reverencia, entonces el centro oscuro aparece como azulado; semejante a como una llama parece tener un núcleo azul que está rodeado de luz. Lo mismo ocurre con el pensamiento reverente también. Es un espacio vacío impregnado de calidez. Si uno transmite un pensamiento reverencial a otra persona, le ofrece la oportunidad de permitir que su propio ser fluya en este espacio vacío. Así es como funciona la interacción entre la persona reverenciada y la persona que muestra reverencia.
Si, por el contrario, se encuentran con alguien, contra quién albergan un sentimiento de celos, entonces existen unas formas de pensamiento diferentes en ustedes, y las sacan contra él. Entonces emiten ustedes la forma de pensamiento roja de egoísmo o amor propio. Esto, por su parte, encierra otra forma de pensamiento, que está llena del concepto de sí mismos, tal vez como resultado de la ambición. Esto se expresa no en un espacio vacío o en una estructura hueca, sino por una forma que está completamente llena, en la que nada más puede caber. Está rodeado por una sensación de frialdad y tiene la forma de pensamiento directamente opuesta de un anillo externo de color azul alrededor de un núcleo interno de color rojo. La frialdad del color azul aleja todo lo que quiere entrar, y la forma de pensamiento roja sin valor permanece como está. No acepta nada Así es como una persona celosa, que no puede reverenciar nada, se muestra ante otras.


Habrán observado, que lo que ocurre en nuestro cuerpo astral no es más que el producto de la vida diaria. Solo alguien entrenado para hacerlo puede ver lo que está sucediendo en el cuerpo astral. Sin embargo, los efectos de tales procesos del cuerpo astral están continuamente presentes en el plano físico y cualquiera puede persuadirse de ellos en la vida ordinaria. Cualquiera puede hacer la siguiente prueba si se dice a sí mismo: no tomaré ninguna decisión sobre si el mensaje del ocultismo es verdadero o falso; sino que lo probaré sin prejuicios. Puedo vivir como si este mensaje se basara en la verdad. Porque puedo comportarme en consecuencia con mis semejantes; y si hago esto con cautela, así veré si la vida me confirma lo que dice el ocultista en cada caso individual. Y la vida, en efecto, se lo confirmará en cada caso. Tendrán un inmenso beneficio de ello.
Quien reflexiona sobre eso por sí mismo; quien se dedica como maestro, no solo a sus propios conceptos e ideas pedagógicas, y trabaja no solo a través de lo que dice sino también a través de lo que siente, percibe y piensa; quien se hace completamente consciente de que dos cuerpos astrales están interactuando y sabe lo que sucede en esta confrontación; quien haga todo esto también sabrá que tiene el deber de mejorar continuamente. En la medida en que se vuelve mejor, mayor es su influencia en las disposiciones del niño. Él no destruye estas disposiciones, por el contrario, las cultiva.
Significa algo muy distinto a conocer la verdad simplemente, la realidad, de lo que recibimos a cambio de reverenciar a otra persona que se lo merece; significa algo muy diferente experimentar esto: si transmitimos a otras personas innumerables formas de pensamiento envueltas en calor, nosotros mismos crecemos de ese modo, a través de la grandeza de esa otra persona. Eso es algo totalmente diferente del simple hecho de comprender tales cosas con nuestro intelecto, de simplemente saber lo que representan. En el ocultismo, aprendemos a comprender la vida con más seriedad, aprendemos a percibir que las cosas que no son palpables, que no pueden observarse con los sentidos, siguen siendo una realidad. Aprendemos a comprender y valorar todo el alcance y la importancia de nuestro mundo del alma.
Quizás alguno u otro pueda decir que estas son transformaciones más bien teóricas. No, no lo son! Debemos convencernos de la importancia de nuestras acciones y de las responsabilidades que la vida nos impone, de una manera muy diferente. Es el aspecto más realista de la vida sobre el que el ocultismo puede influir de esta manera. Aquél que sabe las consecuencias resultantes de los pensamientos y sentimientos en el mundo invisible, seguramente comprenderá lo importante que es para él no dirigir malos pensamientos hacia una persona, tanto como se abstenedría de dispararle. Él sabe que lanzar pensamientos de odio al hombre astral es tan perjudicial para él, como lo es para el hombre físico lanzar le un objeto.
Comprender esto es bastante fácil; quienes se reúnan en grupos como los grupos teosóficos lo sentirán y experimentarán. Porque ellos encuentran allí una nueva fuente de vida. Se podría decir que mientras para otras personas existe solo una realidad simplificada, en cambio para ellos es una triple realidad.
Otras personas experimentan la realidad solo a través del mundo de los sentidos, y no ven nada malo en decir que "¡pensar es gratis!" Sin embargo, cualquiera que haya estudiado la perspectiva mundial de la teosofía ya no puede decir que pensar es gratis, sino que está convencido de que hay que ser responsable de lo que se piensa o siente sobre otras personas. Adopten este sentimiento de responsabilidad en el mundo como el mejor fruto del concepto teosófico del mundo. Aunque apenas somos principiantes en el ensayo, no obstante estamos influyendo en el mundo visible a través del mundo escondido y oculto. Estamos refinando y corrigiendo el mundo mediante los reinos ocultos de la existencia.
Eso en cuanto al aspecto de cómo entendemos la vida. Hay, sin embargo, otros aspectos también. El hombre no vive solo en el mundo como individuo; él también pertenece a una familia, a una tribu, a un pueblo, es decir, a algo más grande. Solo en sus cuerpos físico y etérico está realmente separado de los demás; El cuerpo astral, como ya he mencionado, tiene un exterior poroso. La sustancia intermediaria está continuamente dispuesta a recibir corrientes del exterior y a renovarse. Sin embargo, si consideramos que pertenecemos a una nación, una tribu, una familia, entonces el asunto adquiere una dimensión adicional.
Si observamos los cuerpos astrales de personas individuales, encontramos que casi todos difieren de los demás en la coloración básica del cuerpo astral. Cada uno tiene un tono particular que se manifiesta externamente como temperamento. El temperamento se expresa, pues, a través de una coloración básica particular. Una persona se relaciona con todo su entorno de esa manera; El carácter de la familia, la tribu o la nación a la que pertenece se expresa en el colorido básico.
Como ocultista, se pueden hacer observaciones interesantes si, por ejemplo, se vuelve a visitar una ciudad que hace diez años no visitaba. Si uno observa los cuerpos astrales inmaculados de los niños, encontrará que poseen, además de su coloración básica personal, otra coloración básica también. Si uno hubiera observado cuidadosamente estos cuerpos astrales virginales en su primera visita y ahora los compara con lo que se encuentra en los cuerpos astrales de los niños diez años después, verá que su apariencia ha cambiado. Hay algo en el individuo humano que se mueve con la evolución de la ciudad, tribu o nación. Esto se debe a que en un cuerpo astral colectivo, las corrientes que están a mi alrededor están en continuo intercambio con mi propio cuerpo astral, que vive dentro del cuerpo astral colectivo. Por eso tenemos un temperamento nacional.
Cualquier nación, o de cualquier otra comunidad, tiene dicho cuerpo astral, y éste fluye hacia los cuerpos astrales de la persona individual. Por esta razón, puede desarrollarse una gran falta de armonía entre la persona individual y la tarea de toda la nación; Las tendencias de la evolución no siempre toman el mismo rumbo en el mundo. Los más completos a menudo se apresuran por delante de los menos completos.
Consideremos una nación, por ejemplo. La nación, como estructura no se ha agrupado al azar en el mundo, no es algo producido por casualidad; cada nación, por el contrario, tiene su tarea prescrita en el curso de la evolución humana. Cualquiera que contemple una nación desde un punto de vista superior puede reflejar que cada nación tiene una tarea específica; que su propia nación tiene que cumplir la tarea que le incumbe. Él individuo puede decirse a sí mismo: pertenezco a esta nación, así que debo ayudar a cumplir la tarea nacional común, y puedo hacerlo, porque en mí vive una astralidad que pertenece a toda la nación. Esta tarea o propósito nacional se expresa claramente en el plano astral; es un pensamiento intencional, algo que vive en planos superiores al plano astral. Para meditar en el pensamiento de las leyes mundiales, uno debe elevarse por encima del plano astral hacia el plano del Devacán
Por ejemplo, la cuarta Sub Raza, de la cual vino nuestra Raza, se desarrolló a partir de un pequeño grupo de personas en Asia y se convirtió en la raza hebraica-greco-latina. Esto tenía la tarea de cumplir la primera misión del cristianismo desde un punto de vista étnico. La idea inspiradora de esta raza fue difundir el cristianismo en su primera etapa a través de Europa y las regiones adyacentes. Ese es un pensamiento étnico.
En tiempos anteriores, la idea de la reencarnación y el karma era universalmente aceptada. Luego vino un cambio radical; las personas fueron educadas en la creencia de que la vida física individual era importante. Esto es muy evidente en el arte griego, porque desarrolló el sentimiento por la formas externas. Consistía en el ennoblecimiento del plano físico mediante los sentidos externos. Luego en la nación romana se desarrolló la ley; Esto tuvo su efecto directamente en el plano físico. Finalmente, el cristianismo impregna la ley con una moralidad, haciendo que una única vida terrestre adquiere tanta importancia que toda una eternidad se vuelve dependiente de ella. Este es un pensamiento unilateral, pero fue correcto y necesario. Los pueblos católicos asumieron la misión de difundir el cristianismo, llevándolo al norte de Europa, mediante el cual los pueblos germánicos recibieron una nueva misión.
Así, vemos que un pensamiento nacional vive en toda la nación, y que cada miembro individual está adaptado a este pensamiento. En nuestro tiempo, hemos recurrido a la tecnología, en beneficio del habitante de la ciudad, lo mismo que originalmente fue cultivado por el arte griego en las hermosas formas del mundo en el ámbito de la escultura, lo mismo que fue cultivado como ley, y luego profundizado en la moralidad. Las ciudades se fundaron, crecieron y florecieron, y así desarrollaron una cultura propia, la cultura de la burguesía. A partir de esto, evolucionó una moralidad utilitaria, que proporcionó el ímpetu para el crecimiento de la ciencia unilateral, que debería haber alcanzado su punto más alto en nuestro tiempo presente.
En esto podemos reconocer el funcionamiento de un principio devachanico. En el curso de la evolución, es el aspecto universal de estos cambios el que nos muestra, de que modo un pensamiento nacional muestra su efecto. Cómo se expresa este pensamiento en el cuerpo astral grupal de la nación, sobre el temperamento nacional. El arte, por ejemplo, con cualquier otra nación distinta que la griega, habría encontrado expresión de una manera muy diferente.
Ahora bien, aunque el pensamiento nacional vive en cada miembro individual, el individuo es mucho más que solo su pensamiento nacional. Además, aporta su propia personalidad a la expresión. Aquí se nos muestra algo bastante notable y especial. Es mucho más fácil para una persona ver su camino en el mundo del pensamiento de su nación, en su misión devachanica, que lograr el equilibrio entre sus propios sentimientos y los sentimientos nacionales. Esto no es tan fácil, especialmente para aquellos que poseen cierta educación superior y un cierto grado de civilización. El ajuste entre los sentimientos del individuo y la nación se realiza más rápidamente en los niveles más bajos de evolución, porque en esos niveles se desarrolla una mayor empatía entre las sensibilidades individuales y la sensibilidad nacional. Cuanto más bajo es el nivel individual, más fuerte es la expresión de la sensibilidad nacional dentro de él, en similitud a cómo el animal es una expresión de su especie.
Sin embargo, a medida que el hombre se desarrolla, enaltece su propio cuerpo astral, se vuelve más diferenciado de la corriente astral de la nación, más específico. Y eso hace posible que su cuerpo astral esté en condiciones de adquirir esa forma de mente que se encuentra por encima de la mente de la nación. Cuando lo que destella desde este nivel superior es intelectual o mentalmente captado, entonces los ideales pueden ser fácilmente asimilados. También sucede que los sentimientos del cuerpo astral de una persona no hayan avanzado tanto como su pensamiento. Los pensamientos de una nación pueden influir en el pensamiento del individuo de manera tan poderosa que se apoderan de él antes de que se haya desarrollado lo suficiente internamente.
Las personas en quienes esto se cumple, son idealistas apasionados; Son los mártires del progreso de una nación. Son así porque ellos mismos se adelantan a lo que realmente está en el resto de sus cuerpos astrales, porque dirigen sus almas totalmente elevadas a un ideal de forma desinteresada. Entonces, cuando tales personas llegan a morir, su astralidad no desarrollada se afirma con mayor fuerza; porque entra en juego aquella parte que no se encuentra dentro del ideal nacional. De ahora en adelante solo se ocupa de su propio desarrollo. Cuando muere esa persona, que era un gran y noble idealista, que se ha dedicado a los ideales de su nación, se ve invadido por el elemento personal que todavía está presente en él. Porque las cualidades inferiores de su cuerpo astral se vuelven totalmente predominantes. Ahora supongamos que esa persona se ha convertido en mártir. Que habiendo creado algo noble, haya sido maltratado por su nación, tal como a veces son maltratadas esas naturalezas avanzadas. A pesar de ello, seguiría habitualmente sus ideales audaz y enérgicamente mientras viviera, sin mirar a izquierda ni a derecha. Pero si es perseguido, quizás asesinado, debido a sus ideales, entonces la idea de venganza entra en juego inmediatamente después de su muerte. Lo que había suprimido como personal todavía estará allí en el Kamaloka.
Una nación que trata a sus idealistas de esta manera crea para sí misma malos poderes en el Kamaloka, que repercutirán contra ella. Rusia (entre otras naciones) ha creado malos poderes de este tipo. Durante años ha tratado mal a muchas personalidades nobles con el knout. Ahora Las fuerzas más bajas de estas personalidades, están activas en Kamaloka como enemigos de lo que vive en Rusia, como enemigos de aquellos por quienes hicieron sacrificios en la vida. Tales mártires, que han muerto recientemente, ahora se pueden ver luchando del lado de los japoneses, contra su propia gente. Este es un hecho que nos resulta comprensible si observamos los poderes más profundamente activos de la vida del alma. Los eventos del futuro nos quedan claros si los miramos desde este aspecto.
Como miembros de los pueblos germánicos, (nota del traductor -recuerden que R. Steiner es de nacionalidad austriaca), Vivimos flanqueados por pueblos eslavos en el este, y por pueblos angloamericanos en el oeste. Tanto los americanos como los eslavos son razas emergentes, que en el futuro tendrán que cumplir su cometido, razas que aún se mantienen en los comienzos de su pensamiento nacional. La característica básica de los pueblos eslavos se expresa en sus talentos espirituales. Si tratan de comprender la cultura eslava, encontrarán que tiende hacia una cultura espiritual, que algo espiritual está latente allí. Estos pueblos eslavos primero tuvieron que enfrentarse a las razas que se encuentran mas al este, los chinos y los japoneses, los cuales son vestigios pertenecientes de razas anteriores de la Atlántida, de hecho, toda la raza mongólica son los vestigios pertenecientes a la última cultura atlante. Los cuerpos astrales eslavos tienden intrínsecamente hacia la espiritualidad. Los pueblos eslavos tendrán que afrontarlo.
En América encontramos cierto paralelismo. Allí, el materialismo se lleva al extremo y se ha promulgado radicalmente desde todas las perspectivas nacionales. En los tiempos modernos, eso ha llevado a que el propio espíritu se haya reinterpretado de una manera materialista. Mientras que, entre los pueblos eslavos, surgían personalidades individuales como Tolstoi, que buscaban estimular el desarrollo de una manera grandiosa y hermosa, el pueblo americano se esforzaba por concebir la espiritualidad y el alma de una manera material. Así pues, entre ellos encontramos una espiritualidad fuertemente material y en el fondo, espiritismo. Allí se busca el espíritu exactamente de la misma manera que se buscan las verdades físicas. Pero es en la forma de buscar donde precisamente radica la diferencia. Si buscan ver lo espiritual con los ojos, se vuelve psíquico, y este aspecto psíquico se ha desarrollado con mucha fuerza en América.
La nación americana tiene que afrontar otro elemento étnico derivado de la Atlántida y dotado de tendencias psíquicas. Este elemento étnico vive en las naciones negras. La forma en que estas dos razas se desarrollan juntas es significativa: lo psíquico tiene que afrontar lo psíquico, lo espiritual tiene que afrontar lo espiritual. Por tanto, tenemos un pensamiento nacional espiritual en el este y uno psíquico en el oeste.
Hemos experimentado la ciencia y el arte en un nivel externo; el espíritu ahora debería elevarse nuevamente. Esto puede suceder de una manera doble, ya sea espiritual o psíquicamente. El camino espiritual conduce al progreso, el camino psíquico es regresivo.
Pueden ustedes ver cómo desde esta perspectiva,el mundo se vuelve comprensible, cuando lo contemplamos desde una base oculta. No hace falta decir nuevamente, que no podemos auto-convencernos de estas cosas. Solo hace falta captar lo que realmente sucede. Se llegará a la convicción a través de la experiencia, cuando se compara la visión y la investigación psíquica del mundo, con la visión oculta del mundo. Si buscamos comprender la visión oculta del mundo, entonces el mundo de los fenómenos se vuelve cada vez más comprensible. Tal perspectiva del mundo oculto espiritual, no deja huecos en la comprensión del mundo. A partir de eso, obtendremos la creencia en el mundo que cuentan los ocultistas; y a través de eso educamos un elemento en nosotros mismos, que nos elevará más. Esta no es una creencia ciega, sino una creencia probada y comprobada. Esta creencia se hará más fuerte y más justificada, más firme y más segura, con cada obtención de experiencia. Y cuando la creencia ha engendrado esta sensación de seguridad en sí misma, también ha desarrollado la base del conocimiento. El hombre siempre ha tenido que experimentar antes de elevarse al conocimiento. Cualquiera que quiera obtener conocimiento antes de investigar, es como si alguien quisiera obtener el fruto sin tener la semilla. Tenemos que ganarnos nuestro conocimiento. Lo que ya sabemos, no necesitamos investigarlo. Lo que al investigador le falta de certeza o confianza, se lo deben proporcionar la certeza y la confianza de la creencia. Ambas deben trabajar juntas, por lo tanto, y entonces al final producirán en conjunto lo que debe llegar a nosotros unificado: el fruto de la experiencia, el conocimiento.
Escuchemos a los ocultistas y no les digamos ni sí ni no. Sino considerémoslos como base para nuestra propia vida y nuestra propia conducta; tratémoslos como si sus investigaciones fueran guías útiles para nuestra vida, ya que descubriremos que en el fondo, nos guiarán por la vida y finalmente nos llevarán a un conocimiento interno, a una vida que late en nosotros. Entonces descubriremos que podemos confiar en ellos para guiarnos a la investigación, a la satisfacción y a una vida armoniosa dentro de nosotros mismos.

traducción de Julio Luelmo septiembre 2019

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El objetivo de este blog es publicar en Internet todo el material fuente existente para las transcripciones de las conferencias de Rudolf Steiner de la forma más completa posible, para que este gran tesoro esté disponible para toda la humanidad. Se trata de notas de oyentes, transcripciones de conferencias y, en su mayor parte, transcripciones en texto plano de conferencias estenografiadas, también conocidas como transcripciones en texto plano. De este modo, cualquiera puede comprobar por sí mismo, mediante comparaciones, qué dijo realmente Rudolf Steiner y cómo fue editado (y, por tanto, modificado) en las distintas ediciones. Y por último, pero no menos importante, también encontrarán mucho material inédito. La obra de Rudolf Steiner es de dominio público desde 1996 y, por tanto, pertenece legalmente a toda la humanidad. Él mismo habría elegido una fecha mucho más temprana para la publicación de su obra, como se desprende de los pasajes sobre propiedad intelectual que citamos a continuación; Incluso el período de protección de 30 años que se aplicaba entonces le parecía demasiado largo. ¿Y qué habría dicho sobre el hecho de que 85 años después de su muerte, parte de su obra docente siga inédita y acumulando polvo en los archivos? Él mismo encontró una expresión adecuada para esto: Fue puesto en un ataúd. Este sitio web está destinado a ayudar a liberarlo de este ataúd. "Lo que el hombre puede crear a partir de sus capacidades intelectuales se lo debe a la sociedad humana, al orden social humano. En realidad, no le pertenece. ¿Por qué gestionamos nuestra propiedad intelectual? Simplemente porque la produces; al producirla, demuestras que tienes la capacidad de hacerlo mejor que los demás. Mientras tengas esa capacidad mejor que los demás, gestionarás mejor esa propiedad intelectual al servicio del conjunto. Ahora la gente se ha dado cuenta al menos de que esta propiedad intelectual no se perpetúa sin fin. Treinta años después de la muerte, la propiedad intelectual pertenece a toda la humanidad. Cualquiera puede imprimir lo que yo he producido treinta años después de mi muerte. Puede utilizarlo como quiera; y eso está bien. Incluso estaría de acuerdo si hubiera más derechos en este ámbito. No hay otra justificación para la gestión de la propiedad intelectual que el hecho de que, porque se puede producir, también se tienen las mejores capacidades [...] Será una forma sana de socializar el capital si hacemos fluir en el organismo social lo que hoy se acumula como capital en el derecho de sucesiones, en el surgimiento de las pensiones, del derecho de las manos ociosas, de los derechos humanos superfluos, lo que así se acumula en capital; eso es lo que importa. Ni siquiera hace falta decir que la propiedad privada debe convertirse en propiedad social. El concepto de propiedad no tendrá ningún significado". Rudolf Steiner el 25 de abril de 1919