GA089 Berlín, 31 de octubre de 1904 -Desarrollo del hombre y los reinos de la naturaleza en la antigua Luna y en la Tierra. conferencia 6

     RUDOLF STEINER

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Desarrollo del hombre y los reinos de la naturaleza en la antigua Luna y en la Tierra.

ciclo de doce conferencias impartidas en Berlín,

31 de octubre de 1904 sexta conferencia.

Hoy queremos repasar el desarrollo en nuestra tierra en particular. En primer lugar, repasaremos brevemente lo que hemos hecho hasta ahora.

Nos encontramos en la cuarta etapa de conciencia, en el cuarto planeta, dentro del desarrollo terrenal. En este planeta se forma la brillante conciencia diurna, paso a paso a través de 49 etapas. La etapa más elevada en el planeta anterior, en la Luna, fue la adquisición más perfecta de una especie de conciencia onírica altamente desarrollada. Se trataba de una conciencia similar a la que existe actualmente en los animales más desarrollados. El hombre físico, -no el hombre anímico-espiritual, que siguió una línea de desarrollo diferente y sólo ahora se unirá con el físico,- era entonces capaz de pensar de la forma que permite la conciencia onírica de los animales más desarrollados de la actualidad. Al principio de tal desarrollo nuestro propio ser principal entra en consideración para el progreso ulterior.
Los animales, las plantas y los minerales se desarrollaron antes que el hombre. Lo que entonces estaba tan desarrollado que podía progresar, pasó con el hombre a una especie de estado germinal, a través de un pralaya. En la Luna, los gérmenes del hombre estaban tan avanzados como para desarrollar la facultad de una conciencia onírica superior. Los animales sólo habían alcanzado una conciencia onírica opaca, las plantas una inferior y los minerales una conciencia aún más baja. Todo el resto, que no era apto para seguir desarrollándose, se desechaba como escoria. En la evolución de la nueva tierra había gérmenes de este tipo de seres humanos, animales, plantas, minerales. Así que había gérmenes no sólo del reino humano, sino de los reinos animal, vegetal y mineral, que en aquella época eran muy diferentes de lo que hoy conocemos como animales, plantas y minerales. Los minerales estaban más en un estado que ahora se produce cuando un metal está a una temperatura muy alta.

Lo que se desarrolla ahora de etapa en etapa en nuestra evolución terrestre no es idéntico a los animales, plantas y minerales de épocas anteriores. Ellos ya estaban una etapa más allá de lo necesario para la tierra. Sólo el hombre encontró las condiciones adecuadas para él en la Tierra. Por lo tanto, los otros reinos se desarrollaron, por así decirlo, como fruta demasiado madura; ya no podían echar raíces. Por lo tanto, estos seres no son realmente nativos de esta tierra en sí, sino que sólo pueden vivir en el suelo de las entidades que son nativas de aquí; se convierten en parásitos. Animales y plantas lunares estaban acostumbrados a vivir en un suelo de Kama,* estaban completamente incrustados en lo psíquico; por lo tanto, sólo podían encontrar un suelo en el tierra hasta que el kama estuviera allí. Ahora se han convertido en parásitos, como el muérdago, que desarrolló su crecimiento de forma independiente en la Luna, pero no pudo crecer aquí directamente en la Tierra. Esta fuerza estaba justificada en la Luna, pero no en la Tierra. Se convirtió en un fuerza inhibidora, ya que perjudica el desarrollo de otras plantas. Por lo tanto Satanás es el señor de los parásitos, él hace uso de las fuerzas parasitarias. En la mitología germánica es el dios Loki quien se muestra hostil a Baidur, (ver mas sobre los mitos germánicos) el dios de la tierra. Todo lo que había llegado de la época lunar está representada en Loki. Ningún ser de la tierra es capaz de herir a Baidur, sólo lo que ha venido de la luna; por eso Baidur fue golpeado por un muérdago que obtiene su poder de la luna.
Nuestros animales, los que están desarrollándose en la tierra, y también el hombre, forman un sistema óseo en la tierra. Pero los animales que ya habían llegado al final de su desarrollo en la Luna no tenían un sistema óseo allí, sino que formaban un esqueleto exterior en la Tierra: una corteza o un caparazón, como los escarabajos, etc. Estos vinieron de la luna a la evolución terrestre. Todos los seres que realmente van con la evolución terrestre forman un esqueleto interior. Por eso Eva es representada como creada a partir de la costilla. Ahora había dos corrientes sobre la tierra: en primer lugar, la que puede convertirse en animales, plantas y minerales sobre la tierra, y en segundo lugar, junto a ella, los seres humanos en germen.
¿Cómo se produce el desarrollo superior del ser humano? Para que el hombre tuviera más tarde en sí todo lo que le permitiera alcanzar el estadio de desarrollo que le está destinado, debía eliminar todo lo que de otro modo se desarrollaría parasitariamente. Lo que ahora es mineral, lo que es vegetal, lo que es animal, tenía que ser expulsado de él. Fue él quién tuvo que formar estos tres reinos a un lado.
En la literatura teosófica, la primera fase es el período llamado la primera ronda. En la primera ronda el hombre tuvo que formar a partir de sí mismo el reino mineral físico-terrenal, en la segunda ronda hizo lo propio con el reino vegetal y en la tercera lo hizo con el reino animal, porque aquello a partir de lo cual se forman estos reinos le impedía alcanzar lo que sólo puede lograrse destilando su naturaleza humana. Sólo en la cuarta ronda se liberó tanto de todos los demás reinos que, entretanto, se preparó para convertirse en el recipiente para el espíritu que revoloteaba a su alrededor. Sólo en la cuarta ronda se ha llevado a sí mismo tan lejos que el espíritu pudo tomar posesión de este cuerpo purificado. Él está adquiriendo cada vez más la capacidad de extenderse. Ha dejado tras de sí en su camino, como sacrificio, los reinos mineral, vegetal y animal. Todo desarrollo superior debe conseguirse a costa de dejar atrás a otros seres.

Durante la cuarta ronda, el hombre aprende a dominar el reino mineral a través de los sentidos. Explota el mundo inanimado, mineral; en esto irá cada vez más lejos. Aún no domina conscientemente la fuerza vital del reino vegetal. Los atlantes lo dominaban inconscientemente, instintivamente. El atlante también diseñaba sus dirigibles inconscientemente. El vertido consciente del espíritu en el mundo inorgánico es la tarea de la segunda mitad de la cuarta ronda. Así, al final de la cuarta ronda, el reino mineral habrá sido gradualmente absorbido por el hombre. Todo lo físico-mineral habrá sido transformado físicamente por el hombre con sus formas-pensamiento. Es su tarea redimir de nuevo el reino mineral, verter su espíritu en él, darle forma a través de su espíritu. Cuando, en la segunda mitad de la cuarta ronda, el hombre haya pasado a dominar el astral, entonces, en el último globo, el arquetípico de la cuarta ronda, el reino mineral vivirá plenamente.
En la primera mitad de la cuarta ronda, el hombre adquiere primero la capacidad de relacionar sus sentidos con el reino mineral; en la segunda mitad de la cuarta ronda, redime el reino mineral. Pero una parte de él permanece, se elimina, porque ya no es útil para el hombre. Esto forma la llamada octava esfera, que ya no es útil para el desarrollo humano, sino sólo para los seres superiores. Más tarde puede servirles como material cuando se disuelva en polvo espacial y se utilice para la nueva formación de otros mundos. Se incluirá en otras corrientes de desarrollo, el hombre no puede incluirla en sí mismo. Primero evoluciona, todo se desarrolla a partir de él, luego se implica, se toma de nuevo.

Durante la quinta ronda ya no existirá el reino mineral. En la primera mitad de esta ronda el hombre desarrollará sus sentidos superiores, por medio de los cuales entrará en la misma relación con el reino vegetal que la que tiene ahora con el reino mineral; desarrolla el pensamiento vegetal. Entonces el hombre vive conscientemente en el Jardín del Edén. Entonces ya no hay sensación de pesadez. Todo se ha transformado en el reino vegetal. Durante la segunda mitad de la quinta ronda, el hombre vuelve a atraer hacia sí todo el reino vegetal; lo redime hasta donde puede redimirlo. Estos reinos habían sido segregados previamente a su favor, como superfluos, obstructivos a su desarrollo.
Lo mismo ocurrirá en la sexta ronda con el reino animal. Entonces el hombre será completamente humano. En la séptima ronda desarrollará en su Atma aquello a lo que estaba realmente predispuesto: libre de los reinos que ha desechado, desarrollará entonces en sí mismo la semejanza a Dios. Cada ronda es un día de creación. La séptima ronda es el séptimo día de la creación, en el que el hombre se hace semejante a Dios y en el cual Dios puede descansar de sus obras. 

A partir de la mitad de nuestra cuarta ronda, también debe comenzar otra dirección evolutiva. El reino mineral expresa la separación más fuerte. El hombre entra en una relación muy externa con la materia, cada vez más densa. Los minerales, las plantas y los animales están más relacionados con el medio ambiente que él. Los poderes del mineral son externos; los poderes del cristal viven en el universo, él es una parte del todo, sin pretender ser especial. Poco a poco, la reivindicación de lo especial se hace cada vez más fuerte en los seres. El hombre es el ser más separado de sí mismo. Para el ser humano físico, esto tuvo lugar sobre todo en medio de la raza lemúrica. Allí se creó el envoltorio para el espíritu. A partir de ese momento, el espíritu se unió a él. Y a medida que el espíritu se abre camino, el hombre comienza a reintegrarse en el mundo exterior a través de la convivencia. Primero tuvo que separarse, pero ahora forma las comunidades espirituales, la hermandad. Lo que antes era simpatía y antipatía en el nivel kama se convierte ahora en atracción consciente. Se está desarrollando una hermandad consciente. Los que pertenecen a una logia fraternal ya no conocen la particularidad de los demás, no se separan de su grupo, se integra en su grupo con plena conciencia. Un adepto tiene una conciencia que descansa en su hermandad o grupo.
Aquellas entidades que han alcanzado cierto nivel en ello se denominan entidades dhyánicas, las grandes fuerzas creadoras. Las logias de hermanos se convierten en entidades dhyánicas. Las entidades dhyánicas son como entidades espirituales reunidas en un conjunto de células. La Logia de Hermanos Adeptos será vista como una entidad dhyánica. También en este caso se produce un enriquecimiento en el desarrollo.
A mediados de la cuarta ronda se produce un punto importante: los espíritus humanos comienzan a unirse en una hermandad, para formar un ser dhyánico.
Así sentimos una gran diferencia entre la primera y la segunda mitad de una ronda. En la primera mitad de una ronda, el hombre forma los órganos a través de los cuales se esfuerza por salir.
En la segunda mitad de la ronda atrae estos órganos hacia sí. La primera parte consiste en prepararle para volver a implicarse. La segunda mitad de la ronda traerá la salvación a cada ser para el tipo en el que vive en la etapa apropiada. "Ronda" también se denomina "ciclo" en lenguaje esotérico. En cada ciclo, el desarrollo va desde lo arupico hasta lo arquetípico: Esto se denomina "epiciclo" [= globos]. Por lo tanto, un ser sólo puede acumular karma durante la segunda mitad de un ciclo o ronda, ya que es entonces cuando comienza a ser activo. Por lo tanto, el desarrollo kármico de un ser tendrá sentido precisamente en el plano en el que se desarrolle.

Tales seres, que guían el desarrollo físico a partir de planes superiores, están presentes. Su desarrollo más bajo está en la materia astral. Cada pueblo, cada raza, cada tribu tiene una materia astral común, la materia de encarnación para el espíritu del pueblo. El espíritu del pueblo siempre alcanza su desarrollo algo antes que los individuos del pueblo. El espíritu del pueblo puede acumular karma desde la mitad de un ciclo. Contribuimos al karma del pueblo, de la raza, etc. Se llama karma colectivo. Es una realidad. La causa es que los seres que van un paso por delante también tienen karma.

Las aspiraciones internacionales pertenecen a un espíritu aún más amplio que abarca toda la materia astral de la tierra, el verdadero Espíritu Terrestre.  La tierra física es también el cuerpo físico para este espíritu terrestre, el Logos planetario, que, cuando uno se eleva a ella, significa el karma de toda la evolución terrestre. Las aspiraciones internacionales son el primer acercamiento a esa gran unidad que surgirá en el Plano Arupa.  El teósofo vive en la idea de esta gran inclusividad, de concentrarse en un punto. 

Traducido por J.Luelmo dic. 2022

* Kama= a menudo muy unilateralmente traducido como " lujuria " o " deseo sexual ", es el astral general , el deseo o la sustancia del deseo según la designación teosófica india .