GA346 Dornach, 16 de septiembre de 1924 transición de la cuarta a la quinta época post-atlante

Rudolf Steiner

La transición de la cuarta a la quinta época post-Atlantes. La era que viene en la que los seres humanos tendrán visiones conscientes. La mujer vestida con el sol.

Décimo segunda conferencia

Dornach, 16 de septiembre de 1924

Seamos conscientes hoy de la circunstancia kármica propicia que nos reúne durante este período cuando, hace dos años, se celebró aquí el primer Acto de Consagración del Hombre. Los principales desarrollos de nuestra vida espiritual han seguido aquí una extraordinaria secuencia: el Acto de Consagración del Hombre hace dos años, el incendio del Goetheanum, un año después de la colocación de la piedra de fundación de la Sociedad Antroposófica, y ahora, después de dos años, aquí estamos de nuevo, esta vez para contemplar el Libro del Apocalipsis como fue vuestro deseo.

Como he estado mencionando desde el comienzo mismo, hay una relación cercana entre considerar el Libro del Apocalipsis y lo que está comprendido en el Acto de Consagración del Hombre, de tal forma que cada día que pasamos considerando el Libro del Apocalipsis es como una celebración conmemorativa de lo que hicimos vivo entre nosotros hace dos años, para traer a esta vida aquello que quería revelarse desde el mundo espiritual como el moderno y actual culto.

Teniendo en cuenta la coincidencia de sucesos, es quizás adecuado que hoy invoquemos ante nosotros el punto más difícil de comprender del Libro del Apocalipsis pero que realmente conduce justo hasta el corazón del Libro y que está muy íntimamente conectado con el misterio del Acto de Consagración del Hombre, porque está ligado objetivamente con el Ser de Cristo. Uno puede ciertamente hablar con propiedad sobre esto sólo en conexión con el Libro del Apocalipsis, pues este Libro lleva tan claramente la impronta fundamental del Cristianismo, que no podremos llegar seguramente a algo que se desvíe de un punto de vista cristiano al considerar lo que está conectado naturalmente con esta Revelación. Puedo aseguraros que lo que diré sobre el punto que queremos considerar hoy emergerá de una manera bastante asombrosa de las visiones del escritor del Apocalipsis.

Desde comienzos del siglo XV, queridos amigos, hemos estado viviendo en la quinta época postAtlante, y dentro de ésta estamos al comienzo de la lucha renovada que Micael tendrá que liderar en todo lo que estará sucediendo en el futuro cercano. Desde aquí nos remontaremos a la cuarta época post-Atlante, la que precedió inmediatamente a la nuestra.

GA346 Dornach, 14 de septiembre de 1924 varias imágenes del libro del apocalipsis

Rudolf Steiner

Varias imágenes del capítulo 19 del Libro del Apocalipsis. El trabajo del sacerdote hoy en día.

Décima conferencia

Dornach, 14 de septiembre de 1924

Hemos traído ante nuestras almas la meta final del escritor del Apocalipsis, y cuando la hemos comprendido correctamente vemos que esta meta final se describe de una manera que concuerda completamente con todo lo más exacto que la ciencia espiritual puede decir sobre la evolución. Hemos visto cómo el Libro del Apocalipsis muestra el cambio de dirección que tuvo lugar en la construcción del ser humano, y de las manifestaciones culturales que iban desde abajo a arriba, a una forma de construirlas que va de arriba a abajo. Al final de la última conferencia también afirmé que cualquiera que busque comprender honestamente el Libro del Apocalipsis no puede evitar descubrir lo que la investigación espiritual tiene que decir sobre la evolución del mundo.

Hay algunos pasajes en el Libro del Apocalipsis que sólo tienen sentido y son comprensibles si uno se acerca a ellos de acuerdo con lo que la Antroposofía tiene que decir sobre el ser humano. Es comprensible que esto es lo que sucede cuando la revelación en cuestión está basada en experiencias del mundo espiritual. Pero se debe primero comprender el hecho de que las imágenes presentadas en el Libro del Apocalipsis son revelaciones del mundo espiritual. Esto nos permitirá ir más allá de la cuestión de si el escritor del Apocalipsis fue realmente capaz de comprender intelectualmente todos los detalles que encontramos en su libro, pues esta pregunta pierde de vista la cuestión fundamental. La verdadera cuestión es: ¿Era un verdadero vidente? Él mira en el mundo espiritual, pero las cosas que ve allí no son verdaderas porque él las vea; son verdaderas porque su contenido es verdadero. Las cosas que él ve reveladas tienen su contenido propio; no adquieren su contenido a través de él. Así que no dejemos que nos distraiga que algún sabio racionalista venga y demuestre que el escritor del Libro del Apocalipsis tenía tal y cual grado de sabiduría y no se puede esperar por tanto que tuviera una perspectiva tan amplia en su alma. Ni siquiera quiero discutir si el escritor del Libro del Apocalipsis poseía esta amplia perspectiva o no. Simplemente quiero mostrar que es irrelevante si el escritor del Apocalipsis es el que nos trae las imágenes que son revelaciones del mundo espiritual. Lo importante es que nosotros mismos debemos situar estas imágenes ante nuestra alma, tal y como son, y dejar que su contenido actúe sobre nosotros.