GA348 Dornach 20 de enero de 1923 -ciclo salud y enfermedad la difteria, la gripe y otras

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RUDOLF STEINER

SALUD Y ENFERMEDAD VOL. II

Dornach 20 de enero de 1923

sexta conferencia

 la difteria, la gripe y otras

Surge la pregunta sobre por qué, en una familia, nacieron cuatro niños mudos junto a otros que eran normales. En su juventud, el padre de los niños le arrancaba la lengua a los pájaros. ¿Podrían los cuatro niños mudos ser su castigo?

Otra pregunta: la gripe, en la cual las personas sufren de estrabismo, es muy frecuente ahora. ¿Cuál es la causa de esto?

El Dr. Steiner pregunta al que había planteado la pregunta,: ¿Los niños mudos nacieron uno tras otro en esta familia, o entre medio nacieron niños que podían hablar?

El responde: los niños mudos nacieron uno tras otro.

Dr. Steiner: Es difícil hablar sobre tal caso cuando no se está completamente familiarizado con él. Abordaremos la pregunta sobre la gripe más adelante. Sin embargo, este primer caso es difícil de juzgar cuando no se conocen los detalles. Depende mucho, por ejemplo, de si nació un niño que podía hablar entre los niños mudos; o si, después de un cierto momento en el tiempo, nacieron niños que hablaban y los niños mudos después, o tal vez que los niños mudos nacieran primero y los niños normales después, o si nacieron alternativamente. Nacer mudo, naturalmente, puede ser causado por una serie de factores. Si estos niños pueden oír y solo son mudos, y no sordomudos, algo sobre lo que a veces se puede estar equivocado, por supuesto, si realmente oyen, y el problema radica en el aparato del habla, entonces habría que descubrir qué influencia podría haber tenido el padre o la madre.

Sin conocer a fondo este caso, sin embargo, es realmente arriesgado hablar de ello. Habría que saber la edad de ambos padres. Depende mucho de si ambos padres ya eran viejos cuando tuvieron los hijos o si todavía son jóvenes. Otro factor es si la madre o el padre son mas mayores. Depende mucho de todo eso.

Además, el carácter de ambos padres también juega un papel. Determinar si el padre le arrancaba o no la lengua a los pájaros en su juventud, como usted dice, es importante solo después de que se hayan respondido todas las demás preguntas. Tal consideración depende de si el hombre fue quizás cruel en su juventud. La característica de la crueldad como tal entra en consideración. Sin embargo, hablar de un castigo está fuera de cuestión aquí. Primero, los castigos no existen y segundo, si existieran, ¡ciertamente esto no sería un castigo para el padre! Decir que los niños nacieron mudos para castigar al padre por su crueldad me recuerda la historia del niño cuyas manos se congelaron y que dijo: "¡Esto le sirve de castigo a mi padre por no comprarme guantes!" Cuando alguien está tan terriblemente afligido como estos cuatro hijos, no es un castigo para el padre; ya que está mucho menos afectado que los cuatro niños, aunque debe tenerse en consideración su crueldad.

Por otra parte, aquí deben considerarse ciertos otros asuntos concretos. En relación con la edad de los niños, se puede ver que si una persona desarrolla una cualidad en la juventud, (digamos que se desarrolla la cualidad de la crueldad o algo similar a los once años, por ejemplo), el inicio de tal tendencia siempre se repite después de aproximadamente tres años y medio. Este individuo luego expresaría tendencias crueles nuevamente a los catorce años y medio o quince, luego nuevamente a los dieciocho, a los veintiuno y medio, y así sucesivamente.

GA196 Dornach 21 de febrero de 1920 El desarrollo histórico del imperialismo

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El desarrollo histórico del imperialismo

RUDOLF STEINER

Segunda conferencia

Dornach 21 de febrero de 1920


Les he hablado sobre el origen histórico de lo que hoy puede llamarse imperialismo, y por lo que dije ayer ya habrán notado, que es esencial ver cómo los acontecimientos contemporáneos, que alguna vez fueron factores reales en la vida social, ahora son simplemente restos de tiempos antiguos en lo que respecta a la realidad. En la antigüedad, las instituciones y las costumbres tenían su verdadero significado. Hasta cierto punto eran realidades. Tales realidades ha terminado sin embargo. Después de haber pasado por la etapa de símbolos, finalmente se ha convertido en tópicos.

En general vivimos en la era de los tópicos. Sin embargo, es necesario darse cuenta de que los tópicos necesitan cierto terreno para crecer y, por otro lado, son una preparación para algo que aún está por venir en la evolución humana. Si las antiguas realidades no se hubieran transformado en tópicos, es decir, en algo existente pero ilusorio, entonces no podría surgir la nueva realidad. Lo nuevo no podría venir si, por ejemplo, un dios visible apareciera en forma humana como sucedió en los últimos años del imperio romano. Porque los emperadores romanos eran, al menos según sus pretensiones, todavía dioses. Nerón, al menos hipotéticamente, era un verdadero dios en forma humana. En el transcurso del tiempo, tales cosas han perdido su significado. Han pasado por la etapa de los símbolos y se han convertido en meros tópicos.

Pero cuantas más cosas se convierten en tópicos, más se prepara el terreno para una nueva realidad: una vida espiritual que no se deriva del mundo sensible, sino del mundo súprasensible; por una vida espiritual que no busca a los seres divino-espirituales en forma humana, sino como seres reales y genuinos entre las personas visibles en la tierra. Primero debe llegar el tiempo de los tópicos que, sin embargo, deben ser reconocidos como tales. Entonces será posible el desarrollo de una nueva vida espiritual. Para comprender el mundo contemporáneo en condiciones tan desagradables, hay que dirigir su atención hacia el nacimiento de una nueva vida espiritual, plenamente consciente de la naturaleza ilusoria de lo que antes era la realidad en la evolución humana.

Es natural que las personas quieran aferrarse a las antiguas realidades, aún cuando se hayan convertido en tópicos; porque darse cuenta de que se han convertido en tópicos provoca un sentimiento de inseguridad. Sienten que el suelo desaparece bajo sus pies si tales cosas se han convertido en tópicos. A la gente le encanta auto-engañarse, y cuando reconocen el engaño como propiamente engaño, sienten que van a la deriva. Solo dejarán de sentirse a la deriva cuando realmente puedan sentir la solidez de la nueva vida espiritual. Y vivimos en la época en la que tendremos que ser partícipes de la caída de la etapa de los tópicos y tendremos que ser partícipes en el surgimiento de la [nueva] vida espiritual. Y esto será especialmente posible si todos los pueblos de habla inglesa se dan cuenta de que las tradiciones que han conservado desde tiempos antiguos y de las que todavía hablan se han convertido en tópicos, y cómo la realidad que se halla tras estos tópicos es la economía, como expliqué ayer.

Pero llegará un momento, un momento que es muy importante. En el momento en que se reconoce que de lo que se trata es de que la vida económica solo se vuelve "respetable" en la tercera o cuarta generación y a base de tópicos, como también expliqué ayer. En ese momento reconoceremos la vacuidad del ser humano que simplemente participa en la vida física como si ésta fuera la única realidad. Este reconocimiento debe surgir especialmente en los pueblos occidentales. El momento del reconocimiento debe llegar cuando ya no podamos defender todo lo que manteníamos hasta ahora. La realidad para nosotros es lo que adquirimos para nuestros estómagos. Mientras no hayamos visto a través de los tópicos y los hayamos reconocido por lo que son, mientras no nos demos cuenta de que la economía es la única realidad, no podremos admitir lo que es necesario admitir. Si nos damos cuenta de todo eso, entonces la naturaleza humana no puede hacer otra cosa que decir: para ser humanos necesitamos una realidad espiritual además de la realidad física de la economía.

Ese momento de la verdad debe alborear. La evolución humana no puede avanzar más sin este momento de la verdad. Por la misma razón por la que avanzamos hacia una nueva vida espiritual, en la actualidad debemos estar inmersos en el elemento tópico.

Los pueblos occidentales tienen el mayor talento para esta verdad. Todos los requisitos previos para el amanecer de tal verdad están presentes en los pueblos de Occidente, mientras que los otros pueblos europeos tienen poca disposición para que tal verdad les llegue con la intensidad necesaria. Para ellos, existen otras condiciones que impiden que las ilusiones se vean tan a fondo, tan radicalmente, como pueden ser vistas por los pueblos de habla inglesa. Pero una vez más debemos tener en cuenta el contexto histórico.

Consideren por un momento que las diversas tribus centro-europeas de origen germánico se hubieran unido desde la época de los sucesores de Carlomagno como el Sacro Imperio Romano, como ya he señalado. Ese Sacro Imperio Romano era básicamente una red de símbolos puros, todos signos y símbolos, que apuntaban hacia algún tipo de realidad. Sin embargo, mediante el uso de signos y símbolos hacía imposible alcanzar la realidad espiritual completa. Las iglesias lo impidieron. Todo lo que la Edad Media tenía que decir sobre la realidad espiritual, y lo que los sucesores de las confesiones europeas tenían que decir sobre tal realidad espiritual, tenía el carácter de comprendido a medias, no plenamente. Tenía el carácter de una luz de colores que brillaba a través de las vidrieras de las iglesias. La gente retrocedía cuando se acercaban a lo espiritual por medio de los símbolos; retrocedían por temor a una comprensión clara y precisa. Por el contrario, prefirieron caracterizar la cosa como semi desconocida, que no puede ser penetrada por el conocimiento.

Lo mismo pasó también con las relaciones sociales. Al estudiar la historia del Sacro Imperio Romano, y la historia de suiza está estrechamente relacionada con él, descubrimos que de una época a otra se perpetuaba la falta de claridad. La falta de claridad en el organismo social se fue perpetuando hasta que finalmente en 1806 se hizo evidente, incluso los Habsburgo se dieron cuenta para entonces, de que el Sacro Imperio Romano ya no tenía sentido. Y el especialmente dotado, es decir dotado negativamente, el emperador Franz Joseph I abdicó de la corona alemana. Perdió la posibilidad de existir porque no se podía encontrar sentido detrás de los símbolos. Y para la población de Europa Central no le quedó nada salvo una aspiración, la voluntad de llegar lo mas lejos posible, pero que contenía muy poco significado concreto.

De ahí, la fundación del Reich [imperio] de 1870/71 con sus contradicciones internas. Se creó un "imperio" alemán, pero basado en una premisa falsa. El título de "emperador" fue inventado. Quizás en Francia, en condiciones similares, se habría entendido al "empereur", al menos a medias, porque quedaba algo de sustancia en la gente; pero en Alemania existía un nombre que supuestamente la gente tenía talento para los simples nombres sin significado; que existía, por un lado, un talento para cultivar tópicos y, por otro lado, la realidad subyacente de la vida económica. Pero ese talento no existía en Europa Central. ¡Y para comprender lo que sucedió en Europa Central, la historia no debe estudiarse en base a conceptos abstractos, sino realidades! Podríamos hacer la pregunta: ¿Qué pasó en el Reich alemán entre 1871 y 1914?

Lo que la gente veía desde afuera era solo una ilusión. ¿Cuál era la realidad? Verán, con los acontecimientos históricos aparece algo [se dibuja en la pizarra en rojo]; y debajo de su superficie aparece algo más [azul]. Cuando lo primero desaparece como una ilusión, lo segundo, la realidad, aparece como su continuación.

No se debe analizar, sino buscar la realidad concreta. Lo que se desarrolló en el Reich alemán durante 1871 a 1914 no apareció en ese momento, ya que el mismo Reich era una ilusión. La realidad llegó después, me refiero a lo que sucedió a partir de noviembre de 1918; que son los que están actualmente en el poder. El personaje fundamental de aquella época es Gustav Noske [Ministro de Guerra]. El carácter fundamental de lo que se había estado desarrollando durante décadas solo se hizo evidente cuando aparecieron los actuales gobernantes. El ex emperador alemán se define por los llamados gobernantes revolucionarios del presente. El estado de cosas que se movió bajo la superficie en las décadas anteriores, durante las cuales se apreciaban solo las ilusiones, es el estado de cosas que existe hoy en realidad.

Realmente pueden ustedes estudiar la historia si buscan la involución dentro de la evolución, porque así buscarán lo que está sucediendo bajo la superficie. ¿Qué era en realidad el zarismo ruso en el siglo XIX? Lo que el zarismo ruso era apareció en su realidad mas tarde: osea Lenin y Trotsky, el bolchevismo. Esa es la realidad concreta de lo que entonces era una ilusión. El zarismo era la mentira que flotaba en la superficie; pero lo que el zarismo realmente cultivó apareció en su verdadera realidad después de que el propio zarismo fuese barrido. Lenin no fue otra cosa que el zar; después de que el zar fuese desollado, lo que queda hoy es la realidad: Lenin o Trotsky. Y, continuando esta analogía, si tuvieran que desollar a personas como Caprivi o Hohenlohe o Bethman Hollweg [Cancilleres alemanes desde 1890 hasta 1917], Moske y Scheidemann [político alemán en el cargo desde 1903 a 1918] y así sigue siendo. Estas son las cifras reales; lo otro eran meras ilusiones.

Se trata de no ilustrar fenómenos históricos con conceptos abstractos, sino de mostrar las realidades históricas. En la historia, la definición de un hecho siempre será otro hecho, no un concepto abstracto. Por eso se trata de estudiar realidades. Porque estamos viviendo en una época en que las realidades deben ser observadas y reveladas de cerca.

Este fenómeno es particularmente obvio cuando se estudia la constitución, el contenido de las sociedades secretas que poseen un gran poder en los países de habla inglesa, un poder insospechado por el público en general. Son sociedades organizadas externamente bajo reglas muy compasivas, y se han vuelto cada vez más poderosas durante la quinta época post-atlante.

Si dirigen la mirada hacia la Inglaterra de 1720, encontrarán muy pocos miembros de estas sociedades secretas. Los miembros generalmente son simples instrumentos, las personas realmente poderosas son quienes los respaldan. Pero había muy pocos miembros. Pero si miramos las estadísticas de hoy, encontramos 488 logias masónicas en Londres. Tales logias son excelentes herramientas en manos de las sociedades secretas. En Gran Bretaña hay 1.354 logias, en las colonias y en el extranjero 486, y luego 836 logias en el mundo del llamado Capítulo del Arco Real, que mantiene en secreto incluso los rituales masónicos externos.

Es cuestión de observar el contenido sustancial de lo que realmente existe dentro de estas logias, porque eso es lo que los grupos en el poder usan como herramientas. Y también es importante discernir por qué estos poderosos círculos han sido tan significativos incluso hasta hoy. El contenido real se remonta al pasado lejano. Aquellos que afirman que los contenidos de la masonería se remontan al pasado no están tan equivocados, aunque las cosas presentadas como ejemplos son a menudo nebulosas, tal vez incluso charlatanería. Se remontan tanto que podemos decir que el tiempo en que comenzaron fue durante la primera etapa del imperialismo cuando el dios caminaba en forma humana. En aquél tiempo, las cosas que se hablaban y especialmente las que se muestran en estas logias de hoy tenían algún sentido. Luego se volvieron simbólicas. El sentido se fue hace mucho tiempo. Se puede decir que lo que ocurre hoy en las logias casi no tiene contenido. Solo quedan los símbolos.

Símbolos que han continuado en la etapa de los tópicos, de modo que tenemos, especialmente en las áreas de habla inglesa y las otras áreas dependientes de ellos, dos capas de fermento cultural una al lado de la otra: los tópicos exotéricos externos de la vida pública y en las sociedades secretas los símbolos, que solo se mantienen como tradición sin ninguna intención de volver a sus significados originales. De este modo, los símbolos se han convertido en tópicos en forma simbólica, o símbolos que también son tópicos en una forma diferente. Por lo tanto, he ahí los tópicos exotéricos externos de la vida pública, expresados en lenguaje humano normal y que se utilizan ampliamente en parlamentos y congresos. Luego tienen ustedes, el uso de símbolos en las sociedades secretas, cuyos miembros generalmente no los entienden: tópicos en forma simbólica. Es importante que junto a los tópicos externos puramente literales también tengamos los tópicos ceremoniales culturales. Porque estos tópicos ceremoniales al menos contienen elementos espirituales. Y en las sociedades secretas que poseen una forma ceremonial real, es decir, aquellas que se remontan a las prácticas originales, puede suceder que a través de su karma ciertas personas especialmente dotadas lleguen al fondo de los símbolos. Y a veces un pollo ciego encuentra un grano de maíz. A veces las personas especialmente dotadas descubren el significado de los rituales; luego son expulsados de la sociedad secreta. Pero se tiene cuidado de que ya no puedan ser peligrosos para la sociedad secreta. Porque lo que es especialmente importante para estas sociedades es el poder, no la percepción. Es importante para ellos mantener los secretos en su forma original. Y poseen un cierto poder en esta forma tradicional. ¿Por qué?

Les he descrito el contenido sustancial. Pero este contenido depende de las personas que se unen a esas sociedades. Imagínense cuántas personas pertenecen a las diferentes logias del mundo. Estas personas, cuando entran a las logias, se ven confrontados a las ceremonias, y que son aleccionados tal como describí. Pero son captados por las logias debido a ciertos criterios. Uno de los criterios más importantes es la indiferencia absoluta hacia las creencias religiosas que se tengan, aunque en algunos casos no se cumple este criterio. Hay logias, por ejemplo, que no aceptan judíos. Ignorando el principio básico, que es que son abrazadas las personas de todas las confesiones y las creencias individuales no son tocadas. Tampoco se debe prestar atención dentro de la logia a la clase social y otras diferencias. En las logias correctas, todos son hermanos, independientemente de que uno sea un señor y el otro un trabajador, aunque esto tampoco se cumple. Los trabajadores no son aceptados en la mayoría de las logias, solo señores y otros que son susceptibles a ellos. Pero eso no tiene nada que ver con el principio. Los que están dentro están totalmente unidos bajo el lema: Todos somos hermanos.

Después están los grados, que no tienen nada que ver con la posición social que puedan ostentar los miembros. Los miembros están realmente unidos de una manera que no tiene nada que ver con su posición social externa. En nuestra sociedad, las personas se dividen en primer lugar según la religión, mientras que en las logias las religiones no juegan ningún papel. Y en segundo lugar, nadie afirmaría que en el orden social externo los hombres son todos hermanos. No son hermanos. En las logias, sin embargo, los que pertenecen a ellas son hermanos.

Tales cosas son realmente significativas. Es una cuestión de suma importancia bajo qué puntos de vista las personas se unen en las comunidades. Cuando personas de la misma confesión se unen en una comunidad en la vida real, suele ser una comunidad dedicada al poder externo: el poder muerto. Pero cuando se unen bajo el punto de vista de que la fe que profesan les es indiferente, se convierte en una comunidad con un poder espiritual particularmente fuerte. Es por eso que la Iglesia Católica, que quiere mantener a las personas bajo una fe más o menos unificada, siempre debe reforzar su poder por medios políticos. Siempre ha sido más poderoso cuanto menos ha insistido en su credo, y menos poderoso cuanto más ha insistido en su credo; cuanto menos la jerarquía, Roma, ha exigido la adhesión al credo. Porque en la sociedad en general hacer de la religión el tema central da como resultado la falta de poder. Una comunidad solo puede ser poderosa cuando no le da importancia a las creencias individuales.

Esta es una realidad particularmente importante en la era de los tópicos. Porque al lado de los tópicos se encuentran en cierta medida los tópicos esotéricos de las ceremonias, de los rituales. Esta es la verdadera razón de la confusión social actual. Uno puede citar algunos ejemplos extraños de la naturaleza trivial de los tiempos. Saben que a mediados del siglo XIX había dos partidos opuestos en el parlamento inglés: los whigs liberales y los tories conservadores. Whigs y Tories estaban en oposición. ¿Qué tipo de nombres eran? En la primera mitad del siglo XIX, estos nombres tenían un significado serio. Los liberales se llamaban Whigs, y no se avergonzaban: los otros se llamaban Tories, y tampoco se avergonzaban. Pero cuando se adoptaron estos nombres durante los albores del parlamentarismo inglés, ¿qué significaban? El nombre Whigs era una palabra de moda. Cuando un grupo escocés se organizó contra cierta disciplina eclesiástica, en Inglaterra se les llamó whigs. Y el tópico se extendió tanto que una palabra malsonante se convirtió en el título oficial del grupo. Así que los honorables liberales adquirieron un nombre que dejó de ser una palabra malsonante. En cuanto a los Tories, ese nombre se originó en Irlanda. En el siglo XVII y XVIII, los papistas fueron llamados Tories. Más tarde, ese nombre, una palabra de moda para los papistas irlandeses, se convirtió en la designación oficial de los conservadores ingleses. Todo esto sucedió en el ámbito de los nombres, en el ámbito de las designaciones, en el ámbito de los tópicos. La realidad no jugó ningún papel aquí. Esto es, por supuesto, superficial, pero donde quiera que miren encontrarán ustedes tales cosas, primero en el mundo de habla inglesa, luego en el resto del mundo, en la medida en que haya sido infectado.

Pero, ¿qué es lo que une a tantos hombres en las logias bajo puntos de vista tan loables? Realmente no importa que haya un pequeño número de personajes dudosos también. Los principios importan. Es muy significativo que todas esas personas se reúnan en tópicos ceremoniales, que sin embargo los mantienen unidos sobre una base espiritual real.

Sin embargo, es cierto que cuando alguien es un ministro poderoso, por ejemplo, y necesita un subsecretario de Estado, naturalmente prefiere un hermano Mason a otra persona. Incluso está justificado, porque lo conoce mejor y puede trabajar mejor con él. Este tipo de cooperación se justifica en las circunstancias en que surgió, pero ahora debería cesar.

Pero, ¿eso qué significa? Es ciertamente notable que justo en la era en que reinan en la vida pública los tópicos, aparece una comunidad espiritual con principios decididamente dignos. La comunidad espiritual es bastante secreta, no tanto en lo que respecta a sus posesiones, sino más bien a sus objetivos internos. ¿Por qué ocurre eso? Porque estamos viviendo en la era de los tópicos y los tópicos fomentan la falsificación de la realidad. ¿Y que pasa? ¿Qué es lo que se está desarrollando básicamente? Una economía independiente que ya no coincide con los tópicos; una vida espiritual conducida bajo tierra y una vida de derechos envuelta en una toga de tópicos, que tiene tanto significado para el mundo externo, como el que tiene la jurisprudencia, con el juez inglés vestido con sus galas judiciales. Estas galas judiciales que se corresponden con la realidad, en el mismo grado que la jurisprudencia se corresponde con la realidad que se oculta tras esa puesta en escena. Una triformación en el ámbito de lo tópico, una triformación de la falsedad, pero que prueba la necesidad de la triformación social.

Verán, pretender la triformación social significa reemplazar la mentira y el tópico por la verdad, pero una verdad que sea real, mientras que en el presente estamos en un período en el que la realidad no es verdad, sino un tópico. Por supuesto, uno puede escampar tópicos en la vida espiritual, así como en los derechos civiles, en el estado; Pero eso no funciona bien en la economía. Ahora viene algo sobre lo que siempre recibo objeciones en muchas conferencias públicas. Después de explicar cómo se puede lograr una visión del mundo espiritual siguiendo las indicaciones de mi libro "Cómo alcanzar el conocimiento de los mundos superiores", después de cada tercera conferencia, alguien se pone de pie y dice: "Sí, pero ¿cómo se puede saber qué lo se ve interiormente es real? Hay algo de auto-sugestión. ¡Todo este mundo espiritual podría ser una simple auto-sugestión! Incluso existe la sugerencia de que cuando alguien piensa en limonada tiene un sabor a limonada en la boca ". Siempre respondo que se trata de situarse en la realidad. Por supuesto, se puede sugerir el sabor de la limonada, pero su sed no se puede saciar de esa manera. Si trascienden lo suficientemente lo aparente, llegarán a la realidad. Puede tener tópicos en el ámbito de la espiritualidad, incluso en el estado de derechos, pero los tópicos en la economía no funcionan porque no pueden comerse, o al menos no podemos llenarnos de ellos.

Así pues, en la era en que la realidad se llena de tópicos, lo único que queda es la economía. Y en el momento en que la ilusión se reconoce como lo que es, cuando se reconozca lo que es tópico, surgirá un sentimiento fuerte de vergüenza: los humanos poseemos raciocinio pero solo usamos el raciocinio para asegurar la base económica de la vida física, algo que los animales hacen sin poseer raciocinio. Si con nuestro intelecto no logramos nada más que apoyar la economía: la comida y las cosas necesarias para la existencia física, entonces estamos prostituyendo nuestra intelecto, entonces estamos usando nuestra intelecto para lograr algo que el animal hace bastante bien sin el lujo del intelecto. En el momento en que amanece el auto-conocimiento, es decir, cuando se reconocen los tópicos por lo que son, surge el sentimiento de vergüenza; y luego a la inversa: la conciencia de la necesidad de renovación de la vida espiritual / cultural.

Sin embargo, esto debe prepararse correctamente para que un número suficientemente grande de personas vea a través de la situación contemporánea. ¿De qué sirve si las personas solo se engañan a sí mismas en cuanto a lo que es real? ¿De qué sirve creer a Lloyd George? [British Prime Minster 1916-1922] cuando uno ve a través del hecho de que todo lo que dice es necesariamente obvio? ¿De qué sirve que el mundo entero glorifique a Woodrow Wilson, cuando uno ve que los hechos de la política wilsoniana eran un tópico? ¿De qué sirve hacer hincapié en las condiciones europeas actuales basadas en principios heredados del pasado que ya no son válidos?

Los símbolos también deben ser vistos en su contexto histórico. Debe quedar claro que las apariencias externas expresan cosas notables. Los Habsburgo, por ejemplo, vinieron de Alsacia y pasaron por Suiza siempre moviéndose hacia el este. Llegaron tan al este como pudieron cuando se convirtieran en los reyes apostólicos de Hungría. Pero en este viaje de oeste a este, lo notable es que las realidades occidentales se desvanecieron en el este.

Los Hohenzollern no hicieron un viaje tan largo, solo de Nuremberg a Berlín, pero también de oeste a este. Estos signos históricos también son símbolos reales a los que debemos prestar atención. Y debemos prestar atención a las realidades bajo los tópicos de hoy. Por eso hoy es imposible encontrar la realidad en la opinión pública. Quien tiene sentido de la realidad llega a algunas cosas notables. Cuando analizas el origen de las cosas en la vida pública que todo el mundo está imitando, como Whigs y Tories, descubres que originalmente eran palabras malsonantes, y era necesario tomarlas en serio porque los nombres serios de lo que realmente existía no se podían encontrar. Y esa es la situación con muchas cosas hoy en día. En la vida pública tratamos de encerrar las palabras en una especie de envoltura mística, y no nos damos cuenta. No nos damos cuenta de que estamos viviendo en la era de los tópicos.

Por ejemplo, conozco un códice muy interesante que consiste en una colección de tópicos. Cuando abres este códice encuentras oraciones notables. Por ejemplo: ¿Qué es la justicia? La justicia es la voluntad de un pueblo, y así sucesivamente. Sí, mis queridos amigos, ¡la ley es la voluntad de un pueblo! Pueblo, pero hoy "pueblo" se concibe como una mera suma de individuos. Pero se supone que esta suma tiene un testamento. Ese es el tipo de explicación dada en el códice de tópicos. Uno tiene la impresión de que alguien desea disfrutar del lujo de traducir en tópicos todo lo que existe en la vida pública actual. ¿Y saben cual es el título de este códice de tópicos? El Estado, y su autor es Woodrow Wilson. Este códice apareció en la década de 1890. Ahora bien, la intención de Woodrow Wilson no era disfrutar del lujo de reunir todos los tópicos en un libro; sin embargo se hizo. Tan poco tenía que ver con la realidad lo que la gente cree y dice que, en su opinión, Woodrow Wilson había compilado la suma de la sabiduría política de hoy, sino que en realidad era un códice de tópicos. Hace unos años, el error de la trivialidad mordió a un alemán tan profundamente que tradujo este gordo libro al alemán. Supongo que también se traducirá a otros idiomas, pero no lo sé.

Sin ver a través de estas cosas, sin observar en todas partes las realidades de estas cosas, no llegaremos lejos. Con pequeños pensamientos no se avanza hoy. Es necesario motivarnos para pensar en grande. Discutiremos esto más mañana.

Traducido por Julio Luelmo mayo 2020

GA196 Dornach 20 de febrero de 1920 El desarrollo histórico del imperialismo

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El desarrollo histórico del imperialismo

RUDOLF STEINER



primera conferencia

Dornach 20 de febrero de 1920

La conferencia de hoy será como una especie de intercalación en nuestras consideraciones, porque me gustaría que nuestros amigos ingleses, que pronto se irán a casa, puedan llevarse consigo lo más posible. Por lo tanto, estructuraré esta conferencia para que sea lo más efectiva posible. Hoy me gustaría, al principio históricamente, no tanto referirme al presente, (que tal vez pueda hacerse mañana), decir algo históricamente sobre el imperialismo, pero en un sentido científico-espiritual.

El imperialismo es un fenómeno muy debatido recientemente, y debatido por aquellos que son más o menos conscientes de su relación con los fenómenos totales de la actualidad. Pero cuando se debaten tales cosas, lo que no se tiene en cuenta, o al menos no lo suficiente, es que vivimos dentro del curso histórico de los acontecimientos, que nos encontramos en una época evolutiva histórica muy definida y que solo podemos entender esta época evolutiva si sabemos de dónde provienen los fenómenos que nos rodean, y en los que vivimos.

Básicamente, lo que hoy es un imperialismo más eficaz y lo que en el futuro demostrará ser aún más eficaz (cuyo máximo exponente será el pueblo anglo-americano). En lo que respecta a su nombre, ha demostrado ser algo nuevo: el imperialismo económico. Pero lo más importante es el hecho de que todo lo que se dice sobre este imperialismo económico es falso, se diría que todo parece estar suspendido en el aire, lo cual induce más o menos conscientemente a la falsedad. Por tanto, para reconocer en estos tiempos cómo difieren completamente las realidades, de lo que se dice sobre ellas, es necesaria una observación más profunda del curso histórico de los acontecimientos.

Solo necesito mencionar un elemento de los fenómenos actuales para caracterizar la capacidad de juicio del público. Hemos experimentado cómo Woodrow Wilson ha sido glorificado en varias partes de Europa inicialmente, y finalmente incluso en Alemania. Nuestros amigos suizos saben muy bien que mientras Woodrow Wilson estaba siendo glorificado, yo desde Suiza siempre hablé en contra de él en los términos más marcados, por lo que es hoy Woodrow Wilson, por supuesto que también lo era cuando el mundo entero lo glorificaba. (Ya han salido informes, aunque no puedo decir si se ajustan a la verdad, que en Estados Unidos están pensando en declararlo no apto para gobernar, ya que hay dudas sobre su juicio). La capacidad del público para juzgar, tal como van las cosas en todo el mundo hoy, quedan suficientemente definidas con tales cosas.

Solo tiene uno que recordar una segunda cosa. Durante cuatro de los últimos cinco años, se ha hablado de una cantidad enorme de cosas bonitas: la autodeterminación de los pueblos, etc. Todas estas cosas no eran ciertas, porque lo que escondían era algo completamente diferente, era por supuesto, una cuestión de poder. Y para entender de qué se trata, qué es lo que se dice, se piensa y se juzga, es necesario volver a las realidades. Y cuando se consideran cosas como el imperialismo, ("Liga de la Federación Imperial" es como se designan oficialmente en Inglaterra desde principios del siglo XX,) debemos darnos cuenta de que son el resultado reciente de una evolución y que se remontan a un pasado remoto, y solo puede explicarse por una verdadera consideración de la historia.

No pretendemos ahondar tanto en el pasado como cabría hacer al estudiar la evolución espiritual de la humanidad, pero sí queremos retroceder al menos varios siglos antes de la era cristiana. Encontramos expansiones imperialistas en Asia, y una variación de tales imperios en Egipto. Lo más característico del impulso asiático son, por ejemplo, el imperio persa históricamente conocido y, especialmente, el imperio asirio. Pero no es suficiente con estudiar esta primera fase del imperialismo únicamente en su última etapa históricamente conocida del imperio asirio, simplemente porque las motivaciones que dominan el imperio asirio no pueden entenderse si no nos volvemos hacia las condiciones orientales incluso anteriores. Incluso en China, cuya plena organización se remonta tan atrás, que la organización de los últimos tiempos ha cambiado tanto que no se reconoce el verdadero carácter de un imperialismo oriental, tal como alguna vez debió existir. Sin embargo, las condiciones que son conocidas históricamente permiten ver cuáles son los fundamentos.

No podemos entender el antiguo imperialismo oriental sin conocer la relación consciente entre los habitantes de una región, digamos un imperio, y lo que hoy llamaríamos el gobernante o los gobernantes de ese imperio. Porque, por supuesto, nuestros términos para definir gobernante o rey, etc., ya no expresan los sentimientos sobre el gobernante o los gobernantes. Es muy difícil comprender los sentimientos de las personas en general del siglo III al IV antes de la era cristiana porque hoy en día es difícil tener en cuenta cómo se sentían las personas en aquellos tiempos antiguos acerca de la relación del mundo físico con el mundo espiritual. Hoy en día, la mayoría de la gente cree, si es que cree que exista un mundo espiritual, que está en algún lugar distante en el más allá. Y cuando se habla del mundo espiritual, (y en el futuro nuevamente se tendrá que hablar de él pues se hará presente entre nosotros tal como lo está el mundo sensorial), entonces el resultado es lo que ha llevado, por ejemplo, a la mentalidad protestante. Pero la naturaleza esencial de los tiempos antiguos es que no se hacía distinción entre los mundos físico y espiritual.

Tanto es así que cuando la gente de hoy hace referencia a los tiempos antiguos, difícilmente pueden hacerse una idea consistente, porque la forma de pensar era muy diferente de como es hoy. La realidad era que los gobernantes eran una casta gobernante, y los esclavos, eran la población gobernada, no era algo llamado realidad física, sino que era simultáneamente la realidad, física y la realidad espiritual. Y ¿qué era el gobernante de un imperio oriental? El gobernante del imperio oriental era Dios. Y para la gente de aquellos tiempos no había Dios más allá de las nubes, ni ningún coro de espíritus que rodeara al Dios más alto, (esa visión llegó más tarde), sino que lo que hoy llamaríamos ministros o bufones de la corte, en tono algo irrespetuoso, eran seres de naturaleza divina. Porque era obvio que debido a la misteriosa educación por la que habían pasado, se habían convertido en algo más grande que la gente común. Eran admirados, tal como la mentalidad protestante admira a su Dios o ciertos círculos más liberales admiran a sus ángeles invisibles y demás. Los ángeles extra invisibles o un Dios invisible súprasensible extra no existían para la gente del antiguo oriente. Todo lo espiritual vivió en el hombre. En el hombre común vivía un alma humana. En aquellos a quienes hoy llamaríamos gobernantes, vivía un alma divina, un Dios.

El concepto realmente existente de un imperio de dios, que al mismo tiempo era un imperio físico, ya no se tiene en cuenta. Que un rey tenga poder y dignidad reales divinos se considera absurdo hoy, pero era una realidad en el imperialismo oriental.

Como mencioné, se encontró una variante en Egipto, porque allí hallamos la verdadera transición a una forma posterior. Si retrocedemos a la forma más antigua de imperialismo, vemos que estaba basada en que el rey es Dios que se ha aparecido real y físicamente en la tierra, el hijo del cielo aparecido físicamente en la tierra, incluso que era el padre del cielo. Esto es tan paradójico para la mente contemporánea, que parece increíble, pero es así. Podemos aprender de los documentos asirios cómo se justificaban las conquistas. Simplemente se llevaban a cabo. La justificación consistía en que tenían que expandir más y más el imperio de Dios. Cuando se conquistaba un territorio y los habitantes se convertían en súbditos, tenían que adorar al conquistador como su dios. Durante aquellos tiempos, nadie pensaba en difundir ningún tipo de visión del mundo. ¿Para qué habría hecho falta? Cuando el pueblo conquistado reconocía abiertamente al conquistador, lo seguía, después todo estaba en orden, podían creer lo que quisieran. La creencia, la opinión personal, no se tenía en cuenta en la antigüedad, a nadie le importaba.

Esa fue la primera forma en la que apareció el imperialismo. La segunda forma fue cuando el gobernante, el que debía desempeñar un papel principal, no era el mismo dios, sino el enviado del dios, o inspirado por el dios, imbuido con la divinidad.

Las primeras fases del imperialismo se caracterizaban por realidades. Cuando un gobernante oriental de la antigüedad aparecía ante su pueblo, era en todo su esplendor, porque como dios tenía derecho a usar esa vestimenta. Era la vestimenta de un dios. Así era un dios. Ello significaba que lo que vestía el gobernante era la moda de los dioses. Y sus paladines no eran meros burócratas, sino seres superiores que lo acompañaban y hacían lo que hacían gracias al poder de los seres superiores.

Luego llegó el tiempo, como ya he dicho, en que el regente y sus paladines aparecían como enviados de Dios, como imbuidos con la divinidad, como sus representantes. Eso está muy claro en Dionisio el Areopagita. Lean sus escritos, donde describe la jerarquía completa, desde los diáconos, archidiáconos, obispos, arzobispos, hasta toda la jerarquía de la iglesia. ¿Como lo hace? Dionisio el Areopagita lo presenta como si en esta jerarquía terrenal de la iglesia fuese el reflejo de lo que Dios con sus arcángeles y ángeles es, por supuesto, suprasensibles. Así pues arriba tenemos la jerarquía celestial y debajo su imagen reflejada, la jerarquía mundana. La gente de la jerarquía mundana, los diáconos, los archidiáconos, visten ciertas ropas y realizan sus rituales; Son símbolos. La primera fase se caracterizaba por realidades, la segunda fase se caracterizaba por signos, por símbolos. Pero esto más o menos ha sido olvidado. Incluso los católicos entienden poco del hecho de que los diáconos, sacerdotes, obispos, arzobispos son los representantes de las jerarquías celestiales. Esto ha sido mayormente olvidado.

Con el avance del imperialismo se produjo una división, una división real. Por un lado, los líderes tendían más a ser representantes sacerdotales divinos, donde los sacerdotes eran reyes; Por otro lado, la tendencia hacia lo secular, aunque todavía por la gracia de Dios. Básicamente, estas fueron las dos formas: las iglesias y los imperios.

Durante los inicios del imperialismo, cuando todo era realidad física, algo así habría sido impensable. Pero en la segunda fase del imperialismo se produjo la división. Por un lado, más secular, pero sin embargo representativo de Dios; por otro lado, más orientado a la iglesia, también representativo de Dios. Ese sistema se mantuvo hasta la Edad Media e incluso diría, que hasta el año 1806, aunque más bien como una sombra, que se mantenía en reyes y paladines como representantes de Dios. La propagación de la Iglesia Católica Romana tendió más hacia los sacerdotes. Pero donde este fenómeno del representante o enviado de Dios, que duró toda la Edad Media, se mantuvo con mayor fuerza, fue en el llamado Sacro Imperio Romano de la Nación Alemana, que finalmente desapareció en 1806. En el término "Sacro" recuerda un halo de lo que era divino en la tierra durante los tiempos antiguos; "Romano" indica la procedencia, dónde se originó; "Nación alemana" era lo que cubría, el elemento más secular.

Por lo tanto, en la segunda fase del imperialismo ya no solo tenemos el imperialismo ungido de la Iglesia, sino que en los imperios subsisten la enmarañada red de lo ungido divino y lo secular. Eso ya comenzó en el antiguo Imperio Romano durante los tiempos pre-cristianos y se extendió hasta finales de la Edad Media. Pero este Sacro Imperio Romano imperial de la nación alemana siempre tuvo un doble carácter. Recuerden que se remonta a Karlo Magno. Pero Carlos el Grande, (Carlomagno), fue coronado por el Papa en Roma. Por consiguiente, la dignidad real se convirtió en un símbolo, de modo que lo que existía aquí en la tierra física ya no era realidad. La gente de la Edad Media no adoraba a Carlomagno y a Otto I como dioses, como ocurría en tiempos más antiguos, sino que veían en ellos a sus piadosos representantes. Y eso tenía que ser continuamente confirmado, ya que, por supuesto, cada vez se volvía más débil en la conciencia. Pero aún conservaba una realidad simbólica, una realidad de signos. Estos emperadores del Sacro Imperio Romano de la Nación alemana fueron a Roma para que el Papa los coronase. El rey Istwan I, también fue coronado rey de Hungría por el Papa en el año 1000. La unción, y por lo tanto el poder, le fue otorgado a los gobernantes del mundo por el clero.

Existía la creencia de que la incorporación de otros pueblos al imperio estaba justificada. Incluso Dante creía que el emperador del Sacro Imperio Romano tenía justificación para gobernar el mundo entero. Así pues, incluso en Dante se encuentra la fórmula para el imperialismo.

En las fábulas y en otras tradiciones en las que los eventos de la historia se cristalizan en la conciencia humana, las cosas se expresan desde varios puntos de vista, no solo uno. Podríamos decir que en los siglos XI y XII en Europa existía la conciencia, no clara, más bien como un sentimiento, de que una vez en la antigüedad en el Oriente en la tierra física, vivían hombres que eran dioses. No pensaban que fuera una superstición, oh no, más bien pensaban que esos dioses ya no podían vivir en la tierra por lo mala que se había vuelto la tierra. Eso se ha perdido, lo que hacía que los hombres se volviesen dioses, el "Santo Grial" se ha perdido y ahora, en Europa Central, solo se puede encontrar de la manera en que Percival lo encontró: se busca la forma de encontrar a Dios dentro, mientras que el dios anterior era un realidad en el imperio. Ahora el imperio es simplemente una suma de símbolos, de signos, y hay que encontrar el espíritu en los símbolos.

De todas las cosas que alguna vez existieron, solo quedan remanentes. La realidad está amortiguada. Quedan remanentes, remanentes del tipo más diverso. En general, mientras las cosas son reales, definidas, más tarde se volverán ambiguas. Y así, en Europa, la diversidad creció a partir de una realidad clara. Mientras el Sacro Imperio Romano significara algo en la conciencia humana, el representante del imperio era lo suficientemente poderoso y competente como para someter a los que simbolizan los ángeles individuales, los príncipes locales, ya que esa conciencia incluía el derecho del emperador a hacerlo. Pero su derecho radicaba más o menos en algo ideal, que perdía cada vez más su significado, y los príncipes locales permanecían. Así que tenemos en el Sacro Imperio Romano algo que gradualmente fue exprimiendo su sustancia interna hasta que solo quedó el exterior. La conciencia de que los hombres terrenales eran representantes de Dios se perdió. Y la expresión del hecho de que la gente ya no creía que ciertas personas fueran representantes de Dios es protestantismo: protesta contra la idea de los hombres como representantes de Dios.

Si el principio del protestantismo hubiera penetrado rigurosamente, ningún príncipe podría haber sido coronado "por la gracia de Dios" nuevamente. Pero tales cosas quedaron como remanentes. Estos remanentes permanecieron hasta 1918, después desaparecieron. Estos remanentes, que ya habían perdido todo su significado interno, permanecieron como apariencias externas hasta entonces. Los príncipes alemanes locales eran las apariencias externas; solo tenían significado en aquellos tiempos antiguos cuando eran símbolos de un inspirador reino de los cielos.

Quedaron otros restos. No hace mucho tiempo, un obispo centroeuropeo escribió una carta pastoral, tal vez él era un arzobispo. En esa carta pastoral, más o menos afirmaba que el sacerdote católico es más poderoso que Jesucristo por la simple razón de que cuando el sacerdote católico realiza la transubstanciación en el altar, Jesucristo debe estar presente en el Sanctissimum, en la Hostia. La transubstanciación realmente debe tener lugar a través del poder del sacerdote. Significa que la acción realizada por el sacerdote obliga al Cristo Jesús a estar presente en el altar. ¡Por lo tanto, el más poderoso no es el Cristo Jesús, sino el que realiza la transubstanciación en el altar!

Si deseamos comprender algo que, como dije, apareció en una carta pastoral hace unos años, debemos retroceder, no a los tiempos del segundo imperialismo, sino a los tiempos del primer imperialismo, muchos de los elementos que se retienen en la Iglesia Católica y sus instituciones. Ahí reside el remanente de la conciencia según la cual, aquellos que gobiernan en la tierra son los dioses, mientras que el Cristo Jesús es solo el hijo de Dios. Lo que estaba escrito en esa carta pastoral es, por supuesto, una imposibilidad para la mentalidad protestante, así como para hoy es casi imposible creer que hace miles de años la gente realmente viese al gobernante como Dios. Pero todos estos son factores históricos reales, hechos reales que desempeñaban un papel histórico y todavía están presentes hoy.

Estas realidades anteriores juegan un papel importante en los eventos posteriores. Basta con mirar cómo se ha extendido el Islam. Ciertamente, Mahoma nunca dijo: Mahoma es tu Dios, como habría dicho miles de años antes un regente oriental. Se limitó a lo que más correspondía a aquellos tiempos: hay un Dios, y Mahoma es su profeta. En la conciencia de la gente, él era el representante de Dios, la segunda fase del imperialismo. La forma en que se extendió el Islam, sin embargo, correspondió a la primera fase. Porque los musulmanes nunca han sido intolerantes con otras creencias como lo fueron otros. Los musulmanes se contentaban con derrotar a los demás y convertirlos en sus súbditos, tal como se hacía en los tiempos antiguos cuando no se requería una profesión de fe, porque les resultaba indiferente lo que creyeran bastaba con que reconocieran a Dios.

Y en el zarismo, en el despotismo ruso, también quedaba algo de la primera fase del imperialismo, fuertemente influenciada por la segunda. La forma en que el zar era reconocido por sus súbditos se remonta, al menos parcialmente, a la primera fase del imperialismo. No se trataba tanto de lo que estaba en la conciencia del pueblo ruso, ya que el gobierno de los zares se basaba en los elementos germánicos y mongoles más que en el propio campesinado ruso.

Nos acercamos ahora a la tercera fase del imperialismo. El cual se reformuló desde principios del siglo XX, cuando Chamberlain y su gente acuñaron la expresión "Liga de la Federación Imperial", pero las causas se remontan a la segunda mitad del siglo XVII, cuando en Inglaterra tuvo lugar aquella gran convulsión como resultado de la cual, en todas partes del oeste donde vivía el pueblo angloamericano, el rey, que antes había sido Dios, entonces ungido, se convirtió en una especie de mera sombra: no se puede decir exactamente una decoración, sino algo más tolerado que tomado en serio.

Previas a lo que podemos llamar la voluntad del pueblo, los pueblos de habla inglesa brindan otras condiciones tales como el sistema de votación, que, digamos, los franceses, los pueblos latinos en general no aportan. Los pueblos latinos, especialmente los franceses, ciertamente llevaron a cabo la revolución del siglo XVIII, pero el pueblo francés de hoy es más real que ningún otro. Ser real no solo significa tener un rey en el trono. Naturalmente, una persona cuya cabeza ha sido cortada no puede correr; pero los franceses como pueblo son reales, imperialistas, sin tener un rey. Tiene que ver con el estado de ánimo del alma. Este sentimiento de "todos son uno", la conciencia nacional, es un remanente real de la mentalidad de Luis IV.

Pero los pueblos anglófonos aportaron otras condiciones previas a lo que podríamos llamar la voluntad del pueblo. Y poco a poco esto se convirtió en lo que los parlamentos elegidos decidían, y así se desarrolló la tercera forma de imperialismo, que fue reformulada por Chamberlain y otros. Pero hoy queremos considerar este tercer imperialismo anímicamente.

El primer imperialismo tenía realidades: para la mentalidad de las otras personas una persona era el Dios. Sus paladines eran los dioses que lo rodeaban, semidioses. Segunda forma de imperialismo: lo que había en la tierra era el signo, el símbolo. Dios actuaba dentro de aquellos hombres. Tercera forma de imperialismo: así como la evolución anterior pasó de realidades a signos y símbolos, ahora el desarrollo pasa de símbolos a tópicos.

Piensen justamente en los fundamentos de ese imperialismo, cuyos elementos dominantes son clichés vacíos: durante el primer imperialismo los reyes, en el segundo imperialismo los ungidos, ahora los tópicos. De las decisiones mayoritarias, por supuesto, nada resulta real, solo un tópico dominante. La realidad permanece oculta. Y ahora llegamos a un factor importante en el que se basa la realidad: el sistema de colonización. La colonización jugó un papel importante en el desarrollo de este tercer imperialismo. La "Liga de la Federación Imperial" resume los medios para extender el imperialismo a las colonias. Pero, ¿cómo pasan las colonias a convertirse en parte del imperio? Piense en casos reales. Los aventureros que ya no encajan correctamente en el imperio, que son de baja estofa, se marchan a las colonias, se hacen ricos y luego regresan a gastarse sus riquezas en su tierra, pero eso no los hace respetables, siguen siendo considerados como aventureros, bohemios. Así es como se crea el imperio colonial. Esa es la realidad que esconden los tópicos vacíos. Pero quedan los remanentes. Del mismo modo que los símbolos y los tópicos vacíos permanecen como remanentes de las realidades originales, o las coronas simbólicas de los príncipes y zares, también permanece en las realidades de las empresas, algo de la mala fama de los colonos. El hijo del aventurero pierde la mala fama, ¿verdad? Ya es mas idóneo. El nieto lo es aún mas y llega un momento en que todo alcanza idoneidad. Los tópicos vanos pasan ahora a tomar posesión de lo que es idóneo. Los tópicos vanos ahora se identifican con la verdadera realidad. Ahora el estado puede extender sus alas, se convierte en el protector y todo se ha vuelto honesto.

Es necesario llamar a las cosas por sus nombres reales, aunque los nombres rara vez describen la realidad. Y es necesario, porque solo así podemos entender a qué tareas y responsabilidades se enfrenta la humanidad en estos tiempos. Solo así es posible darse cuenta de qué realmente es una fábula convenientemente llamada historia, el significado de la historia que se enseña en las escuelas y universidades. Esa historia no llama a las cosas por sus nombres reales. Por el contrario, su efecto esos nombres describen lo que es falso.

Lo que acabo de describirles es algo terrible, ¿no? Pero ya ven, se trata de guiar los sentimientos hacia las responsabilidades. Consideremos ahora el otro lado. Consideremos un imperio muy antiguo. Para la mente de aquellas poblaciones era una realidad terrenal; El sacerdote-rey había venido de los misterios. La segunda ya no era la realidad terrenal, era simbólica. Quedaron ya muy atrás aquellas joyas piadosas que llevaban los gobernantes y sus paladines en los antiguos imperios orientales, comparado con las medallas "Roter Adler" [Águila Roja] que mucho después colgaban de los cuellos de las personas. Pero así es como evolucionaron las cosas. Se pasó de la realidad a la nada, ni siquiera un signo o símbolo, sino básicamente la expresión del tópico vacío. Finalmente, este sistema de tópicos vacíos, que se ha extendido desde el oeste al resto del mundo, ha penetrado en los asuntos públicos. Incluso me he reunido con los consejeros de la corte, que de todos modos tienen pocos consejos que dar, pero ¿qué pasa con los títulos de consejeros de la corte? Son solo un tópico vacío cuelga de ciertas personas y todo permanece como antes

Mientras que en la primera fase se pensaba que la realidad física era espiritual, en el futuro esta realidad física ya no puede considerarse espiritual. Sin embargo, lo espiritual debe estar presente aquí en el mundo físico. Eso significa que la realidad espiritual debe existir junto con la realidad física. El ser humano debe moverse por aquí dentro de la realidad física, y reconocer una realidad espiritual, debe hablar de ella como algo real, súprasensible, invisible, pero que existe, que debe establecerse entre nosotros.

He dicho algo bastante terrible: sobre los tópicos. Pero si el mundo no se hubiera vuelto tan orientado hacia los tópicos, no habría lugar para la introducción de un imperio espiritual. Precisamente porque todo lo antiguo se ha convertido en un tópico, se ha creado un espacio en el que puede entrar el imperio espiritual. Especialmente en el oeste, en el mundo angloamericano, la gente continuará hablando en la terminología habitual, de cosas que vienen del pasado. Continuará rodando como una pelota. Rodará en las palabras. Puede encontrar innumerables expresiones, especialmente en el oeste, que han perdido todo significado, pero aún se usan. Pero no solo en estas expresiones, sino en todo lo descrito por las antiguas palabras, vive el tópico vacío, en el que no hay realidad, porque se ha exprimido. Ahí es donde lo espiritual, que no tiene nada de lo antiguo a lo que poder aferrarse. Lo antiguo primero debe convertirse en un tópico, todo lo que continúa rodando en el lenguaje debe desecharse, e ingresar algo completamente nuevo, que solo puede propagarse como un mundo del espíritu.

Solo entonces puede haber un reino de Cristo en la tierra. Porque en ese imperio debe existir una realidad: "Mi reino no es de este mundo". En el reino de este mundo, en el que se propagará el reino de Cristo, existirá mucho que no se ha convertido en un lugar vacío. Pero en el mundo occidental, todo lo que se originó en la antigüedad está destinado a convertirse en un tópico. Sí, en el oeste, en el mundo angloamericano, toda la tradición humana se convertirá en un tópico. Por lo tanto, existe la responsabilidad de llenar el recipiente vacío con espíritu, sobre lo cual se puede decir: "¡Este reino no es de este mundo!" Esa es la gran responsabilidad. Lo importante no es cómo surgió algo, sino qué hacemos con lo que sucedió. Esa es la situación.

Mañana hablaremos sobre lo que se puede hacer, porque subterráneamente, especialmente en los países occidentales, las sociedades secretas son más activas, tratando de insertar la segunda fase del imperialismo en la tercera. Porque en el pueblo angloamericano tienes dos imperialismos juntos, el económico de un chambelán y el imperialismo simbólico de las sociedades secretas, que juegan un papel muy eficaz, pero que se mantiene a escondidas del pueblo.

Traducido por Julio Luelmo mayo 2020

GA196 Dornach 22 de febrero de 1920 El desarrollo histórico del imperialismo

El desarrollo histórico del imperialismo

RUDOLF STEINER


Tercera conferencia

Dornach 22 de febrero de 1920



Si meditan sobre lo que se ha dicho aquí durante los últimos dos días, verán que lo esencial del imperialismo es que en una comunidad imperialista algo que se sentía como si formase parte de una misión, (no necesariamente justificada, pero comprensible), continuaba más tarde como un automatismo, por así decirlo. En la historia del desarrollo humano, las cosas que alguna vez estuvieron justificadas o explicables son retenidas, simplemente debido a la indolencia, pero ya no lo están.

Si una comunidad está obligada a defenderse por un período de tiempo, entonces seguramente estará justificado crear ciertas profesiones para tal propósito: profesiones policiales y militares. Pero cuando el peligro contra el cual era necesaria la defensa ya no existe, las profesiones continúan existiendo. Las personas involucradas deben permanecer. Quieren continuar ejerciendo sus profesiones y, por lo tanto, tenemos algo que ya no está justificado por las circunstancias. Se desarrolla algo que, aunque tal vez se origina debido a la necesidad de defensa, adquiere un carácter agresivo. Pasa igual con todos los imperios, excepto el imperialismo original de las primeras sociedades humanas, de las que hablé ayer, en las que la mentalidad del pueblo consideraba que el gobernante era un dios y, por lo tanto, estaba justificado expandir su dominio lo más posible. Esta justificación dejó de existir en todos los imperios posteriores. Consideremos ahora una vez más desde puntos de vista definidos lo que es evidente en la evolución histórica de la humanidad. En los tiempos más antiguos, encontramos que la voluntad del individuo que era visto como divino, el factor de poder era indiscutible. En la vida pública, en realidad no había nada que discutir en tales imperios; pero esta imposibilidad de discusión se basaba en el hecho de que un dios en forma humana caminaba por la tierra como el gobernante. Esa era, si puedo decirlo, una base segura para los asuntos públicos.

Poco a poco, todo lo que se basaba en la voluntad divina y, por lo tanto, era seguro, pasó a la segunda etapa. En esa etapa, las cosas que se pueden observar en la vida física, ya sean personas, sean las insignias de las personas, sean los hechos de las personas gobernadas o gobernantes, todo eran símbolos, signos. Mientras que durante la primera fase del imperialismo aquí en el mundo físico, el espíritu se consideraba directamente presente, durante la segunda etapa, todo lo físico se pensaba como un reflejo, como una imagen, como un símbolo de lo que en realidad no está presente en el mundo físico, sino solo ilustrado por las personas y los hechos en el mundo físico.

En aquellos tiempos, cuando apareció la segunda etapa, fue cuando a la gente se le ocurrió por primera vez que era posible una discusión sobre asuntos públicos. Lo que hoy llamamos derechos difícilmente puede considerarse como existente durante la primera etapa. Y la única institución política que vale la pena mencionar fue el fenómeno del poder divino ejercido por las personas físicas. En los asuntos sociales, lo único que importaba era la voluntad concreta de una persona física. Carece de sentido Intentar juzgar si esta voluntad estaba o no justificada. Estaba justo allí. Tenía que ser obedecido. Discutir si el dios en forma humana debería o no hacer esto o aquello no tenía sentido. De hecho, no se hacía durante aquellos tiempos cuando realmente existían las condiciones que he descrito. Pero cuando en las instituciones físicas solo se ve una imagen del mundo espiritual, cuando se habla de lo que San Agustín llamaba la Ciudad de Dios, es decir, el estado que existe aquí en la tierra, pero que es realmente una imagen de los hechos y personalidades celestiales, entonces se puede sostener la opinión de que es correcto lo que hace la persona que es una imagen divina, que es una imagen verdadera: alguien más podría objetar y decir que no es una imagen verdadera. Ahí fue cuando se originó la posibilidad de discusión. La gente de hoy, debido a que está acostumbrada a criticarlo todo, a discutirlo todo, piensa que criticar y discutir siempre estuvo presente en la historia humana. Eso no es verdad. Discutir y criticar son atributos de la segunda etapa, que les he descrito. Así comenzó la posibilidad de juzgar por sí mismo, es decir, agregar un predicado a un sujeto. En las formas más antiguas de expresión humana, este juicio personal no estaba presente en absoluto con respecto a los asuntos públicos. Durante la segunda etapa, lo que llamamos hoy parlamento, por ejemplo, estaba en preparación; porque un parlamento solo tiene sentido cuando es posible discutir asuntos públicos. Por lo tanto, incluso la forma más primitiva de discurso público era una característica de la segunda etapa. Hoy vivimos en la tercera etapa, en la medida en que se extiende más o menos por todo el mundo la forma característica de los países occidentales. Esta es la etapa de los tópicos. Esta etapa de tópicos, como la caractericé ayer, es aquella en la que la sustancia interna también ha desaparecido de la discusión y, por lo tanto, todos pueden tener razón, o al menos creer que tienen razón, cuando no se puede demostrar que están equivocados, porque básicamente en el mundo de los tópicos todo puede afirmarse. Sin embargo, dentro de las etapas posteriores siempre se retiene parte de las etapas anteriores. Por lo tanto, el impulso interno hacia el imperialismo existe. La gente observa las cosas muy superficialmente. Cuando el anterior Kaiser alemán escribió en un libro que se abrió para escribir: "La voluntad del rey es la ley sublime", ¿qué significaba? Significaba que se expresaba en la era de los tópicos de una manera que solo tenía significado para la primera etapa. En la primera etapa, realmente era así, pues la voluntad del gobernante era la ley más alta. El concepto de los derechos, que incluye el derecho a la libertad de expresión e involucra a abogados y tribunales, es esencialmente una característica de la segunda etapa, y solo puede captarse en su realidad desde el punto de vista de la segunda etapa. Quien haya seguido cuánta discusión ha tenido lugar sobre el origen y el carácter de los derechos habrá notado que hay algo brillante en el concepto del derecho como tal, porque es aplicable a la etapa simbólica, donde lo espiritual brilla a través de lo material, brilla, de modo que cuando solo aparecen los signos externos, los aspectos legales y las palabras, se puede eternizar discutiendo cuáles son los derechos y el sistema legal en el discurso público.

En la era de los tópicos, sin embargo, se pierde por completo la comprensión de lo que es necesario para los derechos en la sociedad: o sea, que el reino espiritual brilla en el reino físico. Y entonces se llega a las definiciones que describí ayer usando el ejemplo de Woodrow Wilson. Ahora les leeré una definición de la ley que Woodrow Wilson dio para que puedan ustedes ver cómo esta definición no consiste más que en tópicos. Él dijo: La ley es la voluntad del estado con respecto a aquellos ciudadanos que están obligados por ella. ¡Así pues el estado despliega un testamento! Uno puede imaginar que alguien que está tan arraigado en el idealismo abstracto, sin mencionar el materialismo, ya que son prácticamente lo mismo, puede afirmar que se supone que el estado tiene voluntad. Para concebir tal cosa, tendría que haber perdido todo sentido de la realidad y mucho menos escribirla. Pero está en el libro del que les hablé ayer: el códice de tópicos: El Estado, elementos de política histórica y práctica.

Hay otras cosas interesantes en esto. Solo entre paréntesis me gustaría llamar su atención sobre lo que Wilson dice en este libro sobre el Imperio alemán después de que él describe cómo los esfuerzos para fundarlo finalmente tuvieron éxito en 1870/71. Él describe esto con las siguientes frases: “El incentivo final para el logro de la unidad nacional completa fue provocado por la guerra germano-francesa de 1870/71. El brillante éxito de Prusia en esta lucha, peleó en interés del patriotismo alemán contra la impertinencia francesa, a consecuencia de la fría restricción de los estados centrales hacia su poderoso vecino del norte, optaron por unirse con el resto de Alemania y el Imperio alemán fue fundado en el palacio real de Versalles el 18 de enero de 1871. El mismo hombre que escribió eso, fue quien poco tiempo después en Versalles se unió con aquellos cuya impertinencia había sido la motivación para la fundación del Imperio alemán. Gran parte de la opinión pública actual deriva del hecho de que las personas son tan terriblemente superficiales y no prestan atención a los hechos. Si las decisiones que ustedes toman están de acuerdo con la información objetiva, entonces las cosas se ven bastante diferentes de lo que se propone en público y que es aceptado por miles y miles de personas. No habría venido mal que cuando Woodrow Wilson llegó a París en olor de multitud y alabado por todos lados, le hubieran sido presentados estos comentarios. Por eso es necesario esforzarse, para tener en cuenta los hechos, lo que significa también la verdad.

Por lo tanto, la segunda etapa es cuando surge la discusión, que es lo que hace posible el concepto de los derechos civiles. La tercera etapa es cuando la vida económica es la realidad esencial. Y ayer mostramos cómo esta situación de tópicos actual es absolutamente necesaria en el curso de la evolución histórica para que el tópico, que está vacío, pueda servir para abrir los ojos de las personas al hecho de que la única realidad es la vida económica y cuan necesario es propagar la espiritualidad, la nueva espiritualidad en el mundo.

La gente tiene una idea bastante pobre sobre esta nueva vida espiritual. Y, por lo tanto, es comprensible que esté cargada con los malentendidos más ridículos. Porque esta nueva espiritualidad debe penetrar en las profundidades de la vida humana. Y aunque esas sociedades secretas, de las que hablé ayer, solo conservan tradicionalmente las antiguas formas, el lema "hermanos", significa no permitir que la clase social o la religión de un individuo juegue ningún papel en las logias, en cierto sentido se prepara para ello por la vía correcta.

Les ruego que presten especial atención a esto, tomemos algo bastante banal, bastante común. Hoy cuando decimos: El árbol es verde. No es mas que una manera de hablar que es común en esta segunda etapa del desarrollo humano. Quizás me entiendan mejor si imaginan que tratásemos de pintar este juicio: que el árbol es verde. ¡No pueden ustedes pintarlo! Tendrán que tener una superficie blanca a la que se le agregue el verde, pero no se ha pintado nada sobre el árbol. Y cuando se pinta algo del árbol que no es verde, todo lo que consiguen es alterar el efecto aún más. Si intentan pintar;El árbol es verde, están pintando algo muerto. La forma en que combinamos sujeto y predicado en nuestro lenguaje solo es útil para nuestra visión de lo inerte, de lo inanimado en el mundo. Como todavía no tenemos idea de cómo está vivo todo en el mundo y de cómo expresarnos sobre lo que está vivo, nos formamos criterios tales como El árbol es verde, que presupone que existe una relación entre ese algo y el color verde, mientras que el color verde es en sí mismo el elemento creador, la fuerza que actúa y vive. La transformación del pensar y del sentir humanos tendrá que tener lugar dentro de la vida más íntima del alma. Esto llevará mucho tiempo lograrlo, pero cuando se consiga, afectará las condiciones sociales y la forma en que las personas se relacionan entre sí.

Hoy solo estamos al comienzo de todo esto. Pero es necesario saber qué caminos conducen hacia la luz. Como he dicho, es significativo cuando las personas se juntan y las creencias subjetivas de cada uno no son determinantes. Y desde este punto de vista, consideren la forma en que se describe la antroposofía, piensen realmente en ello. No se describe mediante definiciones o juicios ordinarios. Intentamos crear imágenes, presentar cosas desde los más variados lados, y no tiene sentido tratar de concretar algo en un sentido científico-espiritual con una simple opinión de sí o no. La gente de hoy siempre quiere hacer eso, pero no es posible. Debido a que estamos progresando de la segunda etapa a la tercera, cada vez con más frecuencia ocurre que alguien pregunta: ¿Qué me aconseja para contrarrestar esta o aquella dificultad en la vida? Se dan recomendaciones. ¡Ajá! La persona interesada dice, así que en esta o aquella situación en la vida uno debe hacer esto o aquello. Se suele generalizar. Pero solo tiene un significado limitado, ya que los juicios dados por el mundo espiritual siempre solo tienen un significado individual, solo son aplicables a un caso. Esta forma de generalizar, a la que nos hemos acostumbrado en la segunda etapa, no debe continuar en la tercera etapa. La gente de hoy está muy inclinada a llevar cosas del pasado al futuro. Uno puede no sentirse inclinado hacia las cosas que son perniciosas para el alma al ver claramente lo que está sucediendo.

Ayer les indicaba que, en muchos aspectos, la Iglesia Católica se estanca en la primera etapa. Contiene algo así como un simulacro o una sombra de la primera etapa de la evolución humana, que a veces se solidifica en una especie de imperialismo espiritual, como por ejemplo en el siglo XI cuando los Monjes de Cluny realmente gobernaron sobre Europa más de lo que se piensa. De sus filas surgió el poderoso e imperialista Papa Gregorio VII. Por lo tanto, el dogma católico romano le permite al sacerdote sentirse más grande que Cristo, porque puede obligarlo a estar presente en el altar. Esto muestra claramente que la institución de la Iglesia Católica es una reliquia, una imagen oculta de lo que existió en el primer imperialismo.

Ustedes saben que existía una gran enemistad entre la Iglesia Católica y las sociedades secretas que usaban como instrumento la masonería en occidente, al menos una cierta forma de masonería. Llegaría demasiado lejos en esta conferencia para describir en detalle cómo esta enemistad ha ido aumentando gradualmente con el tiempo. Pero una cosa se puede decir, que en estas sociedades secretas está muy extendida la opinión de que la Iglesia Católica es una reliquia de la primera etapa del imperialismo. El Sacro Imperio Romano usó este marco para hacer que Carlomagno y los Otto fueran coronados por el papa, utilizando así el imperialismo del alma como medio de la unción mundana. Tomaron los vestigios de otros tiempos y lo vertieron en lo nuevo. Así, el imperialismo de la segunda etapa está vertido en el marco del primer imperialismo.

Ahora hemos llegado a la tercera etapa, que especialmente en Occidente, se muestra como imperialismo económico. Este imperialismo económico está conectado a un trasfondo cultural de sociedades secretas, que están saturadas de simbologia hueca. Pero si bien ha quedado claro que la constitución social de la Iglesia es solo la silueta de lo que una vez existió y ya carente de sentido, todavía no se entiende que en la segunda etapa los estadistas occidentales todavía sufran los efecto de una gran ilusión. Woodrow Wilson ya no hablaría de la voluntad del Woodrow Wilson ya no hablaría de la voluntad de la Iglesia, sino que habla de la voluntad del Estado como algo obvio. Solo que al estado se le atribuyó la importancia durante la segunda etapa del desarrollo humano. Mientras que durante la más antigua, la primera etapa, la Iglesia era todopoderosa, en la segunda etapa el estado contiene todo lo que se le atribuyó a la Iglesia en la primera etapa. Así que, en el imperialismo económico de Gran Bretaña e incluso el estado, se ha vertido una cierta idea de libertad. Y aquellos que fueron educados en Gran Bretaña ven en el estado algo que bien puede tener voluntad propia.

Pero debemos saber percibir que este concepto del estado ha de tomar el mismo camino que el concepto de la Iglesia ha recorrido. Hay que tener en cuenta: que si conservamos este concepto del estado, (que es una mera institución de derechos), aplicándolo a todo el organismo social y forzamos todo lo demás a esta institución de derechos, estamos propagando una sombra tal como la Iglesia ha propagado una sombra, reconocida como tal por las sociedades secretas. Sin embargo, hay poca conciencia de esto. Piensen en todos los asuntos públicos que entusiasman a la gente y que están comprimidos en el concepto del estado político. Hay nacionalistas, chovinistas, etc. todo lo que llamamos nación, nacionalismo, chovinismo, todo está incorporado en el marco del estado. Se le agrega el nacionalismo y se interpreta el concepto de estado-nación. O podemos tener una cierta opinión sobre, digamos el socialismo, incluso el socialismo radical: se utiliza el marco del estado. En lugar del nacionalismo, se incorpora el socialismo. Pero entonces no tenemos concepto; solo puede ser una imagen sombría, como en lo que se ha convertido la Iglesia. En algunos círculos protestantes ha surgido la idea de que la Iglesia es solo la institución visible, que la esencia de la religión debe arraigarse en los corazones de las personas. Pero este grado de desarrollo humano aún no ha llegado con respecto al estado político, de lo contrario no estaríamos tratando de comprimir todo tipo de nacionalismos en los límites políticos que existen como resultado de la Primera Guerra Mundial.

Todo esto deja de tener en cuenta una cosa: el hecho de que lo que ocurre en el desarrollo histórico de la humanidad es la vida y no el mecanismo. Y una característica de la vida es que viene y se va. Sin embargo, el enfoque imperialista es diferente. Según este enfoque, uno no piensa en el futuro. Esto es parte del enfoque actual de los asuntos públicos, que la gente no tiene pensamientos vivos, solo muertos. Piensan: hoy instituimos algo, es bueno, por lo tanto, debe permanecer para siempre. El movimiento feminista piensa así, al igual que los socialistas y los nacionalistas. Hemos fundado algo, comienza con nosotros, todo estaba esperando a que nos volviéramos lo suficientemente inteligentes. Y ahora hemos descubierto la cosa más inteligente que existe y seguirá existiendo para siempre. Es como si hubiéramos criado a un niño hasta los dieciocho años y dijésemos: hasta ahora lo he criado correctamente, y se ha de quedar como está. Pero él envejecerá y también morirá, como todo en el curso de la evolución humana. Ahora llego al punto que mencioné antes acerca de lo que debe acompañar el principio de indiferencia a las creencias religiosas y la fraternidad. Lo que debe acompañarlos es la conciencia de que la vida en la tierra incluye la muerte y que somos conscientes de que las instituciones que creamos necesariamente deben dejar de existir, porque el principio de la muerte ya reside en ellas y, por lo tanto, no desean existir para siempre. No han de considerarse como permanentes. Por supuesto, bajo la influencia de la característica de pensar de la segunda etapa, esto no es posible. Pero si surge el sentimiento de vergüenza del que hablé ayer, cuando nos damos cuenta de que estamos viviendo en el reino de los tópicos en los que solo brilla el imperialismo económico, entonces se requiere el espíritu, invisible pero real. Exigiremos un conocimiento del espíritu, uno que hable de un reino invisible, un reino que no sea de este mundo en el cual el impulso de Cristo pueda realmente establecerse.

Esto solo puede ocurrir cuando el orden social es tripartito, triple: la economía se auto gestiona, el estado político ya no es la entidad absoluta e incluyente, sino que se ocupa exclusivamente de los derechos y deja verdaderamente libre la vida espiritual / cultural, lo que significa que aquí en realidad se puede organizar un sector espiritual libre. La vida espiritual de la humanidad solo puede ser libre si depende solo de sí misma y cuando todas las instituciones responsables de cultivar el espíritu, es decir, la vida cultural, dependen solo de sí mismas.

¿Qué tenemos entonces, cuando tenemos este organismo tripartito, este organismo social? Tenemos una economía en la que predomina la tierra física viva. En este sector, las fuerzas económicas de la propia economía están activas. Dudo que alguien piense que si la economía se organiza como se describe en mi libro Hacia la renovación social: cuestiones básicas de la cuestión social, habrá algún tipo de fuerzas súprasensibles. Cuando comemos, cuando preparamos nuestra comida, cuando hacemos nuestra ropa, todo es realidad. La estética puede estar simbólicamente presente, pero la ropa real es la realidad.

Cuando miramos el segundo sector del futuro organismo social [el sector de los derechos], no estamos tratando con simbolismos como en la segunda etapa, donde el estado político constituye la totalidad, sino que se trata de que lo que es válido para una persona, sea igualmente válido para la otra. Y el tercer sector no será ni simbólico ni tópico, sino una realidad espiritual / cultural. El espíritu tendrá la posibilidad de vivir realmente dentro de la humanidad. El orden social interno solo puede construirse a través de una transición a la veracidad interna. Sin embargo, en la era de los tópicos, esto será especialmente difícil. Porque durante la era de los tópicos, las personas adquieren una cierta astucia ingeniosa, que, sin embargo, no es más que un juego de palabras con los viejos conceptos. Consideren por un momento un ejemplo característico. De repente, del imperialismo de los tópicos surge la idea de que sería bueno que la reina de Inglaterra también tuviera el título de "Emperatriz de la India". Se pueden inventar las razones más hermosas para ello, pero si no sucediera, nada habría cambiado. El Emperador de Austria, que ahora pertenece a la realeza depuesta, antes de ser expulsado, llevó a cabo junto con sus otros títulos uno muy inusual: Franz Joseph I, Emperador de Austria, Rey Apostólico de Hungría, Rey de Bohemia, Dalmacia, Croacia. , Eslovenia, Galizia, Lodomeria, Illyia, etc. Entre todos estos títulos también estaba "Rey de Jerusalén". El emperador austríaco también llevaba, hasta que dejó de ser emperador, el título de "Rey de Jerusalén". Provenía de las cruzadas. Sería imposible dar un mejor ejemplo de falta de sentido que este. Y tal falta de sentido juega un papel mucho mayor del que imaginan. Es cuestión de saber si podemos llegar a un reconocimiento de los tópicos actuales. Se hace difícil porque quienes viven inmersos en tópicos son las representaciones verbales de los antiguos conceptos que deambulan en sus cerebros imitando pensamientos. Pero solo se puede lograr un pensar real nuevamente cuando la vida anímica interior está llena de sustancia y eso solo puede venir del conocimiento del mundo espiritual, de la vida espiritual. Solo al ser alentado por el espíritu puede uno convertirse en una persona completa, después de haber sido cebado con tópicos. Lo que describí ayer como un sentimiento de vergüenza dará como resultado una invocación al espíritu. Y la propagación del espíritu solo será posible si se permite que el sector espiritual / cultural se desarrolle independientemente. De lo contrario, siempre tendremos que aprovechar las lagunas, como fue el caso de la Escuela Waldorf porque la ley de educación de la Provincia de Württemberg tenía tal laguna que hizo posible establecer una escuela Waldorf solo de acuerdo con las leyes espirituales, de acuerdo con los principios espirituales, algo que en prácticamente ningún lugar en la tierra sería posible. Pero uno solo puede organizar las cosas relacionadas con la vida espiritual desde el espíritu mismo si los otros dos sectores no interfieren, si todo se toma directamente desde el sector espiritual mismo.

En la actualidad la tendencia es a la inversa. Pero esta tendencia no cuenta con el hecho de que con cada nueva generación aparece una nueva vida espiritual / cultural en la tierra. Es irrelevante que gobierne una dictadura o una república, si no se entiende que todo lo que aparece está sujeto a la vida y debe estar en continua transformación, debe pasar por la muerte y formarse de nuevo, pasar por las metamorfosis, en cuyo caso todo lo que se logrará es que cada nueva generación será revolucionaria. Porque solo se establecerá lo que se considera bueno para el presente. Un concepto fundamental para las áreas occidentales que están tan inmersas en los tópicos, debe ser ver al organismo social como algo vivo. Y solo se ve como vivo cuando se lo considera en su triple naturaleza. Solo aquellos cuya posición económica favorable les permite extender un imperialismo [económico] sobre prácticamente todo el mundo, son quienes tienen la terrible responsabilidad de reconocer que el cultivo de una verdadera vida espiritual debe ser vertido en este imperialismo. Parece una burla que un imperio económico que se extendió por todo el mundo, que se fundó en las Islas Británicas y luego, cuando buscaban la espiritualidad mística, se dirigió hacia aquellos que habían conquistado y explotado económicamente. [India - Tr.] Existe la obligación de permitir que la propia sustancia espiritual fluya hacia el organismo social. Esa es la conciencia que nuestros amigos británicos deberían llevar consigo, que ahora, en este momento histórico mundialmente importante, en todas las instituciones económicas del mundo de habla inglesa, existe la responsabilidad de introducir la verdadera espiritualidad en el imperio económico exterior. Es una situación o una o la otra: o los esfuerzos permanecen exclusivamente orientados hacia la economía, en cuyo caso la caída de la civilización terrenal es el resultado inevitable, o el espíritu se derramará en este imperio económico, en cuyo caso lo que estaba destinado a la evolución terrenal será logrado. Me gustaría decir: todas las mañanas debemos tener esto muy en cuenta y todas las actividades deben organizarse de acuerdo con este impulso. En la actualidad la alarma suena con extrema urgencia, con terrible urgencia. En cierto sentido, hemos alcanzado el clímax de los tópicos. En una época en la que todo el contenido ha sido extraído de tópicos, contenido que llegó a la humanidad anteriormente pero que ya no tiene ningún significado, debemos absorber contenido sustancial real en nuestra vida psicológica y social. Debemos ser claros sobre el hecho de que esto debe ser decidido por cada individuo por sí mismo y que cada uno debe participar en esta decisión con su fuerza anímica más íntima. De lo contrario, no participa en los asuntos de la humanidad.

Pero la atracción por la ilusión es especialmente fuerte en la era de los tópicos. De ese modo queremos barrer la seriedad de la vida. Evitamos mirar la verdad inherente a nuestra evolución. ¿Cómo podrían las personas dejarse engañar por las ideas wilsonianas si realmente tuvieran un intenso deseo de claridad veraz? Eso deberá llegar. El deseo por la verdad debe crecer en la humanidad. Sobre todo, el deseo de liberación de la vida espiritual / cultural debe crecer junto con el conocimiento de que nadie tiene derecho a llamarse cristiano que no haya comprendido el dicho: "Mi reino no es de este mundo".

Esto significa que el reino de Cristo debe convertirse en un reino invisible, un imperio verdaderamente invisible, un imperio del cual se habla de cosas invisibles. Solo cuando la ciencia espiritual gane importancia la gente hablará de este imperio. Ni una iglesia, ni un estado, ni un imperio económico pueden crear este imperio. Solo la voluntad del individuo que vive en una vida espiritual / cultural liberada puede crear este imperio.

Es difícil creer que en las tierras donde la gente es pisoteada se pueda hacer mucho para liberar la vida espiritual. Por lo tanto, eso debe hacerse en aquellas tierras donde la gente no está oprimida política, económicamente y, obviamente, tampoco oprimida espiritualmente. Sobre todo hay que darse cuenta de que no ha llegado el día en que podamos decir: ¡Hasta ahora las cosas han ido hacia abajo, pero volverán a subir hacia arriba! No, si la gente no se compromete por este objetivo a partir del espíritu, las cosas no volverán a subir, sino que continuarán cuesta abajo. La humanidad no vive hoy de lo que ha producido, ya que para producir de nuevo es necesario un impulso espiritual, la humanidad vive hoy de las reservas, de las antiguas reservas, y se están agotando. Y es infantil e ingenuo pensar que algún día se alcanza un punto bajo y que las cosas mejorarán, incluso cruzados de brazos. Así no es como ha de ser. Y me gustaría ver que las palabras pronunciadas aquí encienden un fuego en los corazones de los que pertenecen al movimiento antroposófico. Espero que el espectro que tal vez persigue a quienes encuentran su camino hacia este movimiento antroposófico, sea vencido por el espíritu que invocamos aquí. Ciertamente es verdad que algunos que emprenden su camino hacia tal movimiento a menudo buscan algo para sí mismos, para sus almas. Por supuesto que pueden buscar eso, pero solo para poner su alma al servicio del todo. Deberían avanzar, ciertamente, para sí mismos, pero solo para que la humanidad pueda avanzar a través de ellos. No digo esto con la suficiente frecuencia. Esto debería añadirse a esas cosas que dije que deberían pensarse todas las mañanas. Si realmente hubiéramos tomado en serio el impulso interno de este movimiento, habríamos avanzado mucho más. Pero quizás lo que se hace en nuestros círculos no ayuda a avanzar hacia el futuro, sino que a menudo es un obstáculo. Deberíamos preguntarnos por qué pasa esto. Es muy importante. Y, sobre todo, no debemos creer que las poderosas fuerzas opositoras no están activas desde todos los lados contra todo esfuerzo por el bienestar de la humanidad. Ya les he indicado lo que se está haciendo en el mundo en oposición a nuestro movimiento, la hostilidad que se levanta contra nosotros. Me siento obligado a darles a conocer estas cosas, para que nunca se digan a si mismos: ya hemos refutado esto o aquello. No hemos refutado nada, porque estos oponentes no están interesados en la verdad. Prefieren ignorar tanto como sea posible los hechos y simplemente lanzar acusaciones difamatorias desde todos los rincones.

Me gustaría leer parte de una carta que llegó recientemente desde Oslo. “Uno de nuestros amigos antropósofos trabaja en una supuesta universidad popular en Oslo junto con un tal Schirmer. Este Sr. Schirmer es en cierto sentido un maestro bastante competente, pero también es un racista fanático y un antisemita. En una reunión popular donde tres de nosotros dimos conferencias sobre la Sociedad Triple, habló en contra de nosotros, o más bien en contra de la Renovación Social del Dr. Steiner, aunque sin mucho éxito. El tipo tiene cierta influencia en los círculos de maestros y trabaja a su manera en el sentido de la triformación social en la escuela en la medida en que es por la libertad, pero por otro lado trabaja en contra de la triformación social y el Dr. Steiner por La simple razón de que sospecha que el Dr. Steiner es judío. Quizás eso no sea tan malo. Debemos esperar y superar una oposición más seria. Pero ahora ha recibido confirmación de su sospecha. Se dirigió a una autoridad, a saber, el editor del periódico político antropológico, Berlin-Steglitz. Esta revista puramente antisemita le escribió que el Dr. Steiner es judío de principio a fin. Está asociado con los sionistas. Y el editor agregó que ellos, los antisemitas, te han estado vigilando a ti [Dr. Steiner] desde hace mucho tiempo. El Sr. Schirmer también dice que una persecución de los judíos está comenzando ahora en Alemania, y que todos los judíos en la lista negra de los antisemitas deberían ser simplemente derribados o, como dicen, volverlos inofensivos . y así.

Como verán, esto no tiene nada que ver con el antisemitismo como tal, eso es solo aparente. Recurren a eslóganes en estas situaciones, con las cuales tratan de lograr lo máximo posible con personas que se prestan a ello. Pero tales cosas indican claramente lo que la mayoría de la gente no quiere ver, lo que cada vez más quieren ignorar. Hoy en día es mucho más grave de lo que piensan, y no debemos ignorar la seriedad de los tiempos, sino que debemos darnos cuenta de que solo estamos al comienzo de estas cosas que se oponen a todo lo que está destinado a avanzar en el progreso humano. Y que nunca debemos, sin descuidar nuestras responsabilidades, desviar nuestra atención de lo que es un mal radical dentro de la humanidad, lo que se manifiesta como un mal radical dentro de la humanidad. Lo peor que puede pasar hoy es prestar atención a los simples eslóganes y tópicos, y creer que los conceptos obsoletos de alguna manera tienen raíces en la realidad humana de hoy, si no iniciamos una nueva realidad desde las fuentes del espíritu mismo.

Esto, mis queridos amigos, era lo que quería decirles hoy, en primer lugar a todos ustedes, pero especialmente a aquellos cuya visita nos ha complacido enormemente, especialmente a nuestros amigos ingleses, para que cuando regresen a su propio país, donde tendrá tanta importancia, tendrán algo en lo que basar sus actividades. Habrán visto que no he hablado a favor ni en contra de nadie, ni he halagado a nadie. Solo hablo aquí para decir la verdad. He conocido teósofos que cuando hablan con miembros de una nación extranjera comienzan a hablar sobre el honor que es poder difundir las enseñanzas sobre la vida espiritual en una nación que ha acumulado tanta gloria. Estas cosas no se pueden decir aquí. Porque creo que han venido aquí para escuchar la verdad y creo que les he servido mejor tratando realmente de decir la verdad sin adornos. Habrán aprendido durante su viaje que decir la verdad hoy en día no es algo cómodo, ya que la verdad provoca oposición ahora más que nunca. No tengan miedo de la oposición, porque son uno y lo mismo: tened enemigos pero decid la verdad. Y nos comprenderemos mejor cuando nuestra comprensión mutua se base en el deseo de escuchar la verdad sin adornos. Antes de partir para Alemania, esto es lo que quería decirles hoy, y especialmente a nuestros amigos ingleses.

Traducido por Julio Luelmo mayo 2020