DESDE ADVIENTO HASTA EL 6 DE ENERO.
(Indicaciones de Rudolf
Steiner, dadas a conocer por Herbert Hahn).
ADVIENTO: para el buscador de la luz,
las resistencias que encuentra en la vida durante el Tiempo de
Adviento, deben constituir un criterio especial. Tiene que esforzarse
en conseguir separar la persona de la actividad, pues el sufrimiento
y las dificultades nos son enviadas como pruebas, y los hombres a
través de los cuales nos acontecen estas dificultades representan
solamente herramientas para ello.
Debemos llegar a acomodarnos, estando
presentes en cada situación, reposando en ella sin perdernos. El
contenido de la gran exigencia de este tiempo es incorporar realmente
en sí mismo lo divino (estado del nacimiento), y no solo vivenciarlo
en condiciones especiales.
Todo lo relacionado con aquello que
constituye la personalidad terrenal, debemos excluirlo. Debemos
adquirir las cualidades propias de los niños, permaneciendo frente a
los demás completamente relajados.
Todo lo que se habla y se opina, las
discusiones, irritaciones, todos estos lastres, hemos de dejarlos a
un lado. Ante cada gran celebración se encuentra una oportunidad
para vencer algo dentro de uno mismo: el sacrificio.