-LA IDIOTEZ-
Revista Lucifer - Gnosis 1904
RUDOLF STEINER
diciembre de 1904
Una tercera pregunta es la siguiente: «¿Cómo se debe considerar kármicamente el caso de una persona condenada a la idiotez por una enfermedad cerebral?».
En realidad, todas estas cosas no deberían tratarse mediante especulaciones e hipótesis, sino a partir de la experiencia de la ciencia secreta. Por lo tanto, la pregunta se responderá aquí con un ejemplo que realmente ocurrió. En una vida anterior, un hombre fue condenado a llevar una existencia insensible debido a un cerebro poco desarrollado. En el intervalo entre su muerte y su nuevo nacimiento, pudo asimilar todas las experiencias opresivas de esa vida, los maltratos, la falta de amor de las personas, y renació como un verdadero genio de la caridad. Un caso como este muestra claramente lo erróneo que es relacionar todo en la vida con el karma del pasado. No siempre se puede decir que este destino se deba a tal o cual culpa del pasado. Con la misma frecuencia habrá que pensar que alguna experiencia no tiene ninguna relación con el pasado, sino que será más bien la causa de una compensación kármica en el futuro. Un idiota no tiene por qué haberse ganado su destino con sus actos en el pasado. Pero la consecuencia kármica de su destino para el futuro no dejará de producirse. Al igual que el balance de un comerciante viene determinado por las cifras de su libro de caja, pero él siempre puede realizar nuevos ingresos y gastos, en la vida de una persona siempre pueden producirse nuevos actos, golpes del destino, etc., aunque su cuenta de vida sea en cada momento una determinada. Por eso, el karma no debe entenderse como un destino inalterable del ser humano, como una fatalidad, sino que es totalmente compatible con la libertad y la voluntad del ser humano. El karma no exige resignación ante un destino inalterable, sino todo lo contrario: aporta la seguridad de que ninguna acción, ninguna experiencia del ser humano queda sin efecto o transcurre sin ley en el mundo, sino que se inscribe en una ley justa y equilibradora. Precisamente si no existiera el karma, reinara la arbitrariedad en el mundo. Pero así puedo saber que cada una de mis acciones, cada una de mis experiencias, se inscribe en un contexto legal. Mi acción es libre, su efecto absolutamente legal. Es una acción libre del comerciante cuando hace un negocio, pero el resultado de ello se inscribe legalmente en su balance.
Traducido por J.Luelmo oct, 2025
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