EL HOMBRE HERMÉTICO |
La correspondencia hermética entre los siete planetas tradicionales y las siete flores de loto en el ser humano, se encuentra resumida en la imagen del hombre hermético.
El hombre hermético es el ser humano arquetipo, que se proyecta hacia el espacio del sistema solar, abarcándolo.
La imagen nos muestra al hombre hermético, cuyo corazón (loto de 12 pétalos) corresponde al Sol.
- Saturno, Júpiter y Marte forman la cabeza del hombre hermético: Saturno esta situado en la coronilla (loto de 8 pétalos), Júpiter se sitúa en la frente (loto de 2 pétalos) y Marte está situado en la laringe (loto de 16 pétalos).
- Mercurio, Venus y La Luna forman el espacio por debajo del corazón del hombre hermético: Mercurio está situado en la zona del ombligo (loto de 10 pétalos); Venus está situado en la región pélvica (loto de 6 pétalos) y La Luna en la zona genital (loto de 4 pétalos).
El hombre hermético se extiende hacia lo alto a través del cosmos desde La Tierra sobre la cual asienta sus pies, a través del Sol ( lugar del corazón) hacia el reino zodiacal, mas allá de la órbita de Saturno.
El hombre hermético representa el arquetipo según el cual el ser humano recibe el impulso cósmico de los siete planetas, a través de las siete flores de loto que contienen la clave de la realidad de la carta hermética * (es la posición planetaria en el momento del nacimiento, según el sistema egipcio)
De hecho, la secuencia de los planetas desde Saturno a La Luna, es exactamente la misma del sistema utilizado por los egipcios.
La carta hermética, ofrece un mapa del hombre adaptado al individuo del que se está considerando su nacimiento. Ella nos da la posibilidad de leer la relación entre el individuo con el hombre hermético arquetipico, para hacernos una imagen de como los impulsos cósmicos de los siete planetas intervienen en él mediante las siete flores de loto. La actividad de las siete flores, en el ser humano, se pueden resumir del modo siguiente:
Flor de loto de 4 pétalos, (La Luna) como mediadora de fuerzas que tienen efecto en el cuerpo físico del ser humano está estrechamente asociada a la voluntad, ya que es la voluntad la que transfiere esos impulsos superiores a su manifestación física.
Flor de loto de 6 pétalos, (Venus) que regula sucesivamente las fuerzas activas en el cuerpo etérico que media entre el cuerpo astral y el cuerpo físico; esta flor de loto esta asociada especialmente con la esfera del sentir (las emociones que transfieren las experiencias anímicas a la manifestación sensorial.
Flor de loto de 10 pétalos, (Mercurio) como gran coordinador de impulsos dentro del cuerpo astral, está estrechamente asociado a la actividad del pensar, pero no al pensar filosófico - existencial que constituye el ámbito de la flor de loto de 2 pétalos, sino del pensar que coordina y combina. Este flor de loto de 10 pétalos, es el gran coordinador de impulsos activos en ser humano, y por lo tanto asociado al pensar que coordina.
Estos tres chacras inferiores (usando el término Hindú equivalente a las flores de loto) vehiculan los impulsos del pensar, del sentir y de la voluntad en el hombre inferior, mientras que los tres chacras superiores ( las flores de loto de 8, de 2 y de 16 pétalos) vehiculan los impulsos de la memoria, del pensar y del lenguaje que pertenecen al hombre superior.
A nivel arquetipico el hombre superior se corresponde con la cabeza, el hombre inferior se corresponde con la zona por debajo del corazón, mientras que el Sol (el corazón) ocupa el centro entre los dos (inferior y superior). El chacra central (Sol, centro del YO) media entre los tres chacras inferiores y los tres superiores.
Por los cuatro chacras inferiores, en orden ascendente (de 4, 6, 10 y 12 pétalos), median fuerzas cósmicas respectivamente de La Luna, Venus, Mercurio y del Sol. A su vez la actividad de cada uno de los cuatro chacras, se relaciona en particular con cada uno de los aspectos del ser humano: el cuerpo físico, el cuerpo etérico, el cuerpo astral y el Yo.
Por los tres chacras superiores (de 16, 2 y 8 pétalos) median fuerzas cósmicas provenientes de Marte, de Júpiter y de Saturno, que están relacionadas recíprocamente con las facultades espirituales del lenguaje, del pensar y de la memoria. Las fuerzas cósmicas asociadas a los siete chacras, derivan de los siete planetas : Luna, Venus, Mercurio, Sol, Marte, Júpiter y Saturno y este orden ascendente planetario corresponde exactamente con la secuencia planetaria según el sistema egipcio.
Por los cuatro chacras inferiores, en orden ascendente (de 4, 6, 10 y 12 pétalos), median fuerzas cósmicas respectivamente de La Luna, Venus, Mercurio y del Sol. A su vez la actividad de cada uno de los cuatro chacras, se relaciona en particular con cada uno de los aspectos del ser humano: el cuerpo físico, el cuerpo etérico, el cuerpo astral y el Yo.
Por los tres chacras superiores (de 16, 2 y 8 pétalos) median fuerzas cósmicas provenientes de Marte, de Júpiter y de Saturno, que están relacionadas recíprocamente con las facultades espirituales del lenguaje, del pensar y de la memoria. Las fuerzas cósmicas asociadas a los siete chacras, derivan de los siete planetas : Luna, Venus, Mercurio, Sol, Marte, Júpiter y Saturno y este orden ascendente planetario corresponde exactamente con la secuencia planetaria según el sistema egipcio.
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