GA196 Dornach 21 de febrero de 1920 El desarrollo histórico del imperialismo

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El desarrollo histórico del imperialismo

RUDOLF STEINER

Segunda conferencia

Dornach 21 de febrero de 1920


Les he hablado sobre el origen histórico de lo que hoy puede llamarse imperialismo, y por lo que dije ayer ya habrán notado, que es esencial ver cómo los acontecimientos contemporáneos, que alguna vez fueron factores reales en la vida social, ahora son simplemente restos de tiempos antiguos en lo que respecta a la realidad. En la antigüedad, las instituciones y las costumbres tenían su verdadero significado. Hasta cierto punto eran realidades. Tales realidades ha terminado sin embargo. Después de haber pasado por la etapa de símbolos, finalmente se ha convertido en tópicos.

En general vivimos en la era de los tópicos. Sin embargo, es necesario darse cuenta de que los tópicos necesitan cierto terreno para crecer y, por otro lado, son una preparación para algo que aún está por venir en la evolución humana. Si las antiguas realidades no se hubieran transformado en tópicos, es decir, en algo existente pero ilusorio, entonces no podría surgir la nueva realidad. Lo nuevo no podría venir si, por ejemplo, un dios visible apareciera en forma humana como sucedió en los últimos años del imperio romano. Porque los emperadores romanos eran, al menos según sus pretensiones, todavía dioses. Nerón, al menos hipotéticamente, era un verdadero dios en forma humana. En el transcurso del tiempo, tales cosas han perdido su significado. Han pasado por la etapa de los símbolos y se han convertido en meros tópicos.

Pero cuantas más cosas se convierten en tópicos, más se prepara el terreno para una nueva realidad: una vida espiritual que no se deriva del mundo sensible, sino del mundo súprasensible; por una vida espiritual que no busca a los seres divino-espirituales en forma humana, sino como seres reales y genuinos entre las personas visibles en la tierra. Primero debe llegar el tiempo de los tópicos que, sin embargo, deben ser reconocidos como tales. Entonces será posible el desarrollo de una nueva vida espiritual. Para comprender el mundo contemporáneo en condiciones tan desagradables, hay que dirigir su atención hacia el nacimiento de una nueva vida espiritual, plenamente consciente de la naturaleza ilusoria de lo que antes era la realidad en la evolución humana.

Es natural que las personas quieran aferrarse a las antiguas realidades, aún cuando se hayan convertido en tópicos; porque darse cuenta de que se han convertido en tópicos provoca un sentimiento de inseguridad. Sienten que el suelo desaparece bajo sus pies si tales cosas se han convertido en tópicos. A la gente le encanta auto-engañarse, y cuando reconocen el engaño como propiamente engaño, sienten que van a la deriva. Solo dejarán de sentirse a la deriva cuando realmente puedan sentir la solidez de la nueva vida espiritual. Y vivimos en la época en la que tendremos que ser partícipes de la caída de la etapa de los tópicos y tendremos que ser partícipes en el surgimiento de la [nueva] vida espiritual. Y esto será especialmente posible si todos los pueblos de habla inglesa se dan cuenta de que las tradiciones que han conservado desde tiempos antiguos y de las que todavía hablan se han convertido en tópicos, y cómo la realidad que se halla tras estos tópicos es la economía, como expliqué ayer.

Pero llegará un momento, un momento que es muy importante. En el momento en que se reconoce que de lo que se trata es de que la vida económica solo se vuelve "respetable" en la tercera o cuarta generación y a base de tópicos, como también expliqué ayer. En ese momento reconoceremos la vacuidad del ser humano que simplemente participa en la vida física como si ésta fuera la única realidad. Este reconocimiento debe surgir especialmente en los pueblos occidentales. El momento del reconocimiento debe llegar cuando ya no podamos defender todo lo que manteníamos hasta ahora. La realidad para nosotros es lo que adquirimos para nuestros estómagos. Mientras no hayamos visto a través de los tópicos y los hayamos reconocido por lo que son, mientras no nos demos cuenta de que la economía es la única realidad, no podremos admitir lo que es necesario admitir. Si nos damos cuenta de todo eso, entonces la naturaleza humana no puede hacer otra cosa que decir: para ser humanos necesitamos una realidad espiritual además de la realidad física de la economía.

Ese momento de la verdad debe alborear. La evolución humana no puede avanzar más sin este momento de la verdad. Por la misma razón por la que avanzamos hacia una nueva vida espiritual, en la actualidad debemos estar inmersos en el elemento tópico.

Los pueblos occidentales tienen el mayor talento para esta verdad. Todos los requisitos previos para el amanecer de tal verdad están presentes en los pueblos de Occidente, mientras que los otros pueblos europeos tienen poca disposición para que tal verdad les llegue con la intensidad necesaria. Para ellos, existen otras condiciones que impiden que las ilusiones se vean tan a fondo, tan radicalmente, como pueden ser vistas por los pueblos de habla inglesa. Pero una vez más debemos tener en cuenta el contexto histórico.

Consideren por un momento que las diversas tribus centro-europeas de origen germánico se hubieran unido desde la época de los sucesores de Carlomagno como el Sacro Imperio Romano, como ya he señalado. Ese Sacro Imperio Romano era básicamente una red de símbolos puros, todos signos y símbolos, que apuntaban hacia algún tipo de realidad. Sin embargo, mediante el uso de signos y símbolos hacía imposible alcanzar la realidad espiritual completa. Las iglesias lo impidieron. Todo lo que la Edad Media tenía que decir sobre la realidad espiritual, y lo que los sucesores de las confesiones europeas tenían que decir sobre tal realidad espiritual, tenía el carácter de comprendido a medias, no plenamente. Tenía el carácter de una luz de colores que brillaba a través de las vidrieras de las iglesias. La gente retrocedía cuando se acercaban a lo espiritual por medio de los símbolos; retrocedían por temor a una comprensión clara y precisa. Por el contrario, prefirieron caracterizar la cosa como semi desconocida, que no puede ser penetrada por el conocimiento.

Lo mismo pasó también con las relaciones sociales. Al estudiar la historia del Sacro Imperio Romano, y la historia de suiza está estrechamente relacionada con él, descubrimos que de una época a otra se perpetuaba la falta de claridad. La falta de claridad en el organismo social se fue perpetuando hasta que finalmente en 1806 se hizo evidente, incluso los Habsburgo se dieron cuenta para entonces, de que el Sacro Imperio Romano ya no tenía sentido. Y el especialmente dotado, es decir dotado negativamente, el emperador Franz Joseph I abdicó de la corona alemana. Perdió la posibilidad de existir porque no se podía encontrar sentido detrás de los símbolos. Y para la población de Europa Central no le quedó nada salvo una aspiración, la voluntad de llegar lo mas lejos posible, pero que contenía muy poco significado concreto.

De ahí, la fundación del Reich [imperio] de 1870/71 con sus contradicciones internas. Se creó un "imperio" alemán, pero basado en una premisa falsa. El título de "emperador" fue inventado. Quizás en Francia, en condiciones similares, se habría entendido al "empereur", al menos a medias, porque quedaba algo de sustancia en la gente; pero en Alemania existía un nombre que supuestamente la gente tenía talento para los simples nombres sin significado; que existía, por un lado, un talento para cultivar tópicos y, por otro lado, la realidad subyacente de la vida económica. Pero ese talento no existía en Europa Central. ¡Y para comprender lo que sucedió en Europa Central, la historia no debe estudiarse en base a conceptos abstractos, sino realidades! Podríamos hacer la pregunta: ¿Qué pasó en el Reich alemán entre 1871 y 1914?

Lo que la gente veía desde afuera era solo una ilusión. ¿Cuál era la realidad? Verán, con los acontecimientos históricos aparece algo [se dibuja en la pizarra en rojo]; y debajo de su superficie aparece algo más [azul]. Cuando lo primero desaparece como una ilusión, lo segundo, la realidad, aparece como su continuación.

No se debe analizar, sino buscar la realidad concreta. Lo que se desarrolló en el Reich alemán durante 1871 a 1914 no apareció en ese momento, ya que el mismo Reich era una ilusión. La realidad llegó después, me refiero a lo que sucedió a partir de noviembre de 1918; que son los que están actualmente en el poder. El personaje fundamental de aquella época es Gustav Noske [Ministro de Guerra]. El carácter fundamental de lo que se había estado desarrollando durante décadas solo se hizo evidente cuando aparecieron los actuales gobernantes. El ex emperador alemán se define por los llamados gobernantes revolucionarios del presente. El estado de cosas que se movió bajo la superficie en las décadas anteriores, durante las cuales se apreciaban solo las ilusiones, es el estado de cosas que existe hoy en realidad.

Realmente pueden ustedes estudiar la historia si buscan la involución dentro de la evolución, porque así buscarán lo que está sucediendo bajo la superficie. ¿Qué era en realidad el zarismo ruso en el siglo XIX? Lo que el zarismo ruso era apareció en su realidad mas tarde: osea Lenin y Trotsky, el bolchevismo. Esa es la realidad concreta de lo que entonces era una ilusión. El zarismo era la mentira que flotaba en la superficie; pero lo que el zarismo realmente cultivó apareció en su verdadera realidad después de que el propio zarismo fuese barrido. Lenin no fue otra cosa que el zar; después de que el zar fuese desollado, lo que queda hoy es la realidad: Lenin o Trotsky. Y, continuando esta analogía, si tuvieran que desollar a personas como Caprivi o Hohenlohe o Bethman Hollweg [Cancilleres alemanes desde 1890 hasta 1917], Moske y Scheidemann [político alemán en el cargo desde 1903 a 1918] y así sigue siendo. Estas son las cifras reales; lo otro eran meras ilusiones.

Se trata de no ilustrar fenómenos históricos con conceptos abstractos, sino de mostrar las realidades históricas. En la historia, la definición de un hecho siempre será otro hecho, no un concepto abstracto. Por eso se trata de estudiar realidades. Porque estamos viviendo en una época en que las realidades deben ser observadas y reveladas de cerca.

Este fenómeno es particularmente obvio cuando se estudia la constitución, el contenido de las sociedades secretas que poseen un gran poder en los países de habla inglesa, un poder insospechado por el público en general. Son sociedades organizadas externamente bajo reglas muy compasivas, y se han vuelto cada vez más poderosas durante la quinta época post-atlante.

Si dirigen la mirada hacia la Inglaterra de 1720, encontrarán muy pocos miembros de estas sociedades secretas. Los miembros generalmente son simples instrumentos, las personas realmente poderosas son quienes los respaldan. Pero había muy pocos miembros. Pero si miramos las estadísticas de hoy, encontramos 488 logias masónicas en Londres. Tales logias son excelentes herramientas en manos de las sociedades secretas. En Gran Bretaña hay 1.354 logias, en las colonias y en el extranjero 486, y luego 836 logias en el mundo del llamado Capítulo del Arco Real, que mantiene en secreto incluso los rituales masónicos externos.

Es cuestión de observar el contenido sustancial de lo que realmente existe dentro de estas logias, porque eso es lo que los grupos en el poder usan como herramientas. Y también es importante discernir por qué estos poderosos círculos han sido tan significativos incluso hasta hoy. El contenido real se remonta al pasado lejano. Aquellos que afirman que los contenidos de la masonería se remontan al pasado no están tan equivocados, aunque las cosas presentadas como ejemplos son a menudo nebulosas, tal vez incluso charlatanería. Se remontan tanto que podemos decir que el tiempo en que comenzaron fue durante la primera etapa del imperialismo cuando el dios caminaba en forma humana. En aquél tiempo, las cosas que se hablaban y especialmente las que se muestran en estas logias de hoy tenían algún sentido. Luego se volvieron simbólicas. El sentido se fue hace mucho tiempo. Se puede decir que lo que ocurre hoy en las logias casi no tiene contenido. Solo quedan los símbolos.

Símbolos que han continuado en la etapa de los tópicos, de modo que tenemos, especialmente en las áreas de habla inglesa y las otras áreas dependientes de ellos, dos capas de fermento cultural una al lado de la otra: los tópicos exotéricos externos de la vida pública y en las sociedades secretas los símbolos, que solo se mantienen como tradición sin ninguna intención de volver a sus significados originales. De este modo, los símbolos se han convertido en tópicos en forma simbólica, o símbolos que también son tópicos en una forma diferente. Por lo tanto, he ahí los tópicos exotéricos externos de la vida pública, expresados en lenguaje humano normal y que se utilizan ampliamente en parlamentos y congresos. Luego tienen ustedes, el uso de símbolos en las sociedades secretas, cuyos miembros generalmente no los entienden: tópicos en forma simbólica. Es importante que junto a los tópicos externos puramente literales también tengamos los tópicos ceremoniales culturales. Porque estos tópicos ceremoniales al menos contienen elementos espirituales. Y en las sociedades secretas que poseen una forma ceremonial real, es decir, aquellas que se remontan a las prácticas originales, puede suceder que a través de su karma ciertas personas especialmente dotadas lleguen al fondo de los símbolos. Y a veces un pollo ciego encuentra un grano de maíz. A veces las personas especialmente dotadas descubren el significado de los rituales; luego son expulsados de la sociedad secreta. Pero se tiene cuidado de que ya no puedan ser peligrosos para la sociedad secreta. Porque lo que es especialmente importante para estas sociedades es el poder, no la percepción. Es importante para ellos mantener los secretos en su forma original. Y poseen un cierto poder en esta forma tradicional. ¿Por qué?

Les he descrito el contenido sustancial. Pero este contenido depende de las personas que se unen a esas sociedades. Imagínense cuántas personas pertenecen a las diferentes logias del mundo. Estas personas, cuando entran a las logias, se ven confrontados a las ceremonias, y que son aleccionados tal como describí. Pero son captados por las logias debido a ciertos criterios. Uno de los criterios más importantes es la indiferencia absoluta hacia las creencias religiosas que se tengan, aunque en algunos casos no se cumple este criterio. Hay logias, por ejemplo, que no aceptan judíos. Ignorando el principio básico, que es que son abrazadas las personas de todas las confesiones y las creencias individuales no son tocadas. Tampoco se debe prestar atención dentro de la logia a la clase social y otras diferencias. En las logias correctas, todos son hermanos, independientemente de que uno sea un señor y el otro un trabajador, aunque esto tampoco se cumple. Los trabajadores no son aceptados en la mayoría de las logias, solo señores y otros que son susceptibles a ellos. Pero eso no tiene nada que ver con el principio. Los que están dentro están totalmente unidos bajo el lema: Todos somos hermanos.

Después están los grados, que no tienen nada que ver con la posición social que puedan ostentar los miembros. Los miembros están realmente unidos de una manera que no tiene nada que ver con su posición social externa. En nuestra sociedad, las personas se dividen en primer lugar según la religión, mientras que en las logias las religiones no juegan ningún papel. Y en segundo lugar, nadie afirmaría que en el orden social externo los hombres son todos hermanos. No son hermanos. En las logias, sin embargo, los que pertenecen a ellas son hermanos.

Tales cosas son realmente significativas. Es una cuestión de suma importancia bajo qué puntos de vista las personas se unen en las comunidades. Cuando personas de la misma confesión se unen en una comunidad en la vida real, suele ser una comunidad dedicada al poder externo: el poder muerto. Pero cuando se unen bajo el punto de vista de que la fe que profesan les es indiferente, se convierte en una comunidad con un poder espiritual particularmente fuerte. Es por eso que la Iglesia Católica, que quiere mantener a las personas bajo una fe más o menos unificada, siempre debe reforzar su poder por medios políticos. Siempre ha sido más poderoso cuanto menos ha insistido en su credo, y menos poderoso cuanto más ha insistido en su credo; cuanto menos la jerarquía, Roma, ha exigido la adhesión al credo. Porque en la sociedad en general hacer de la religión el tema central da como resultado la falta de poder. Una comunidad solo puede ser poderosa cuando no le da importancia a las creencias individuales.

Esta es una realidad particularmente importante en la era de los tópicos. Porque al lado de los tópicos se encuentran en cierta medida los tópicos esotéricos de las ceremonias, de los rituales. Esta es la verdadera razón de la confusión social actual. Uno puede citar algunos ejemplos extraños de la naturaleza trivial de los tiempos. Saben que a mediados del siglo XIX había dos partidos opuestos en el parlamento inglés: los whigs liberales y los tories conservadores. Whigs y Tories estaban en oposición. ¿Qué tipo de nombres eran? En la primera mitad del siglo XIX, estos nombres tenían un significado serio. Los liberales se llamaban Whigs, y no se avergonzaban: los otros se llamaban Tories, y tampoco se avergonzaban. Pero cuando se adoptaron estos nombres durante los albores del parlamentarismo inglés, ¿qué significaban? El nombre Whigs era una palabra de moda. Cuando un grupo escocés se organizó contra cierta disciplina eclesiástica, en Inglaterra se les llamó whigs. Y el tópico se extendió tanto que una palabra malsonante se convirtió en el título oficial del grupo. Así que los honorables liberales adquirieron un nombre que dejó de ser una palabra malsonante. En cuanto a los Tories, ese nombre se originó en Irlanda. En el siglo XVII y XVIII, los papistas fueron llamados Tories. Más tarde, ese nombre, una palabra de moda para los papistas irlandeses, se convirtió en la designación oficial de los conservadores ingleses. Todo esto sucedió en el ámbito de los nombres, en el ámbito de las designaciones, en el ámbito de los tópicos. La realidad no jugó ningún papel aquí. Esto es, por supuesto, superficial, pero donde quiera que miren encontrarán ustedes tales cosas, primero en el mundo de habla inglesa, luego en el resto del mundo, en la medida en que haya sido infectado.

Pero, ¿qué es lo que une a tantos hombres en las logias bajo puntos de vista tan loables? Realmente no importa que haya un pequeño número de personajes dudosos también. Los principios importan. Es muy significativo que todas esas personas se reúnan en tópicos ceremoniales, que sin embargo los mantienen unidos sobre una base espiritual real.

Sin embargo, es cierto que cuando alguien es un ministro poderoso, por ejemplo, y necesita un subsecretario de Estado, naturalmente prefiere un hermano Mason a otra persona. Incluso está justificado, porque lo conoce mejor y puede trabajar mejor con él. Este tipo de cooperación se justifica en las circunstancias en que surgió, pero ahora debería cesar.

Pero, ¿eso qué significa? Es ciertamente notable que justo en la era en que reinan en la vida pública los tópicos, aparece una comunidad espiritual con principios decididamente dignos. La comunidad espiritual es bastante secreta, no tanto en lo que respecta a sus posesiones, sino más bien a sus objetivos internos. ¿Por qué ocurre eso? Porque estamos viviendo en la era de los tópicos y los tópicos fomentan la falsificación de la realidad. ¿Y que pasa? ¿Qué es lo que se está desarrollando básicamente? Una economía independiente que ya no coincide con los tópicos; una vida espiritual conducida bajo tierra y una vida de derechos envuelta en una toga de tópicos, que tiene tanto significado para el mundo externo, como el que tiene la jurisprudencia, con el juez inglés vestido con sus galas judiciales. Estas galas judiciales que se corresponden con la realidad, en el mismo grado que la jurisprudencia se corresponde con la realidad que se oculta tras esa puesta en escena. Una triformación en el ámbito de lo tópico, una triformación de la falsedad, pero que prueba la necesidad de la triformación social.

Verán, pretender la triformación social significa reemplazar la mentira y el tópico por la verdad, pero una verdad que sea real, mientras que en el presente estamos en un período en el que la realidad no es verdad, sino un tópico. Por supuesto, uno puede escampar tópicos en la vida espiritual, así como en los derechos civiles, en el estado; Pero eso no funciona bien en la economía. Ahora viene algo sobre lo que siempre recibo objeciones en muchas conferencias públicas. Después de explicar cómo se puede lograr una visión del mundo espiritual siguiendo las indicaciones de mi libro "Cómo alcanzar el conocimiento de los mundos superiores", después de cada tercera conferencia, alguien se pone de pie y dice: "Sí, pero ¿cómo se puede saber qué lo se ve interiormente es real? Hay algo de auto-sugestión. ¡Todo este mundo espiritual podría ser una simple auto-sugestión! Incluso existe la sugerencia de que cuando alguien piensa en limonada tiene un sabor a limonada en la boca ". Siempre respondo que se trata de situarse en la realidad. Por supuesto, se puede sugerir el sabor de la limonada, pero su sed no se puede saciar de esa manera. Si trascienden lo suficientemente lo aparente, llegarán a la realidad. Puede tener tópicos en el ámbito de la espiritualidad, incluso en el estado de derechos, pero los tópicos en la economía no funcionan porque no pueden comerse, o al menos no podemos llenarnos de ellos.

Así pues, en la era en que la realidad se llena de tópicos, lo único que queda es la economía. Y en el momento en que la ilusión se reconoce como lo que es, cuando se reconozca lo que es tópico, surgirá un sentimiento fuerte de vergüenza: los humanos poseemos raciocinio pero solo usamos el raciocinio para asegurar la base económica de la vida física, algo que los animales hacen sin poseer raciocinio. Si con nuestro intelecto no logramos nada más que apoyar la economía: la comida y las cosas necesarias para la existencia física, entonces estamos prostituyendo nuestra intelecto, entonces estamos usando nuestra intelecto para lograr algo que el animal hace bastante bien sin el lujo del intelecto. En el momento en que amanece el auto-conocimiento, es decir, cuando se reconocen los tópicos por lo que son, surge el sentimiento de vergüenza; y luego a la inversa: la conciencia de la necesidad de renovación de la vida espiritual / cultural.

Sin embargo, esto debe prepararse correctamente para que un número suficientemente grande de personas vea a través de la situación contemporánea. ¿De qué sirve si las personas solo se engañan a sí mismas en cuanto a lo que es real? ¿De qué sirve creer a Lloyd George? [British Prime Minster 1916-1922] cuando uno ve a través del hecho de que todo lo que dice es necesariamente obvio? ¿De qué sirve que el mundo entero glorifique a Woodrow Wilson, cuando uno ve que los hechos de la política wilsoniana eran un tópico? ¿De qué sirve hacer hincapié en las condiciones europeas actuales basadas en principios heredados del pasado que ya no son válidos?

Los símbolos también deben ser vistos en su contexto histórico. Debe quedar claro que las apariencias externas expresan cosas notables. Los Habsburgo, por ejemplo, vinieron de Alsacia y pasaron por Suiza siempre moviéndose hacia el este. Llegaron tan al este como pudieron cuando se convirtieran en los reyes apostólicos de Hungría. Pero en este viaje de oeste a este, lo notable es que las realidades occidentales se desvanecieron en el este.

Los Hohenzollern no hicieron un viaje tan largo, solo de Nuremberg a Berlín, pero también de oeste a este. Estos signos históricos también son símbolos reales a los que debemos prestar atención. Y debemos prestar atención a las realidades bajo los tópicos de hoy. Por eso hoy es imposible encontrar la realidad en la opinión pública. Quien tiene sentido de la realidad llega a algunas cosas notables. Cuando analizas el origen de las cosas en la vida pública que todo el mundo está imitando, como Whigs y Tories, descubres que originalmente eran palabras malsonantes, y era necesario tomarlas en serio porque los nombres serios de lo que realmente existía no se podían encontrar. Y esa es la situación con muchas cosas hoy en día. En la vida pública tratamos de encerrar las palabras en una especie de envoltura mística, y no nos damos cuenta. No nos damos cuenta de que estamos viviendo en la era de los tópicos.

Por ejemplo, conozco un códice muy interesante que consiste en una colección de tópicos. Cuando abres este códice encuentras oraciones notables. Por ejemplo: ¿Qué es la justicia? La justicia es la voluntad de un pueblo, y así sucesivamente. Sí, mis queridos amigos, ¡la ley es la voluntad de un pueblo! Pueblo, pero hoy "pueblo" se concibe como una mera suma de individuos. Pero se supone que esta suma tiene un testamento. Ese es el tipo de explicación dada en el códice de tópicos. Uno tiene la impresión de que alguien desea disfrutar del lujo de traducir en tópicos todo lo que existe en la vida pública actual. ¿Y saben cual es el título de este códice de tópicos? El Estado, y su autor es Woodrow Wilson. Este códice apareció en la década de 1890. Ahora bien, la intención de Woodrow Wilson no era disfrutar del lujo de reunir todos los tópicos en un libro; sin embargo se hizo. Tan poco tenía que ver con la realidad lo que la gente cree y dice que, en su opinión, Woodrow Wilson había compilado la suma de la sabiduría política de hoy, sino que en realidad era un códice de tópicos. Hace unos años, el error de la trivialidad mordió a un alemán tan profundamente que tradujo este gordo libro al alemán. Supongo que también se traducirá a otros idiomas, pero no lo sé.

Sin ver a través de estas cosas, sin observar en todas partes las realidades de estas cosas, no llegaremos lejos. Con pequeños pensamientos no se avanza hoy. Es necesario motivarnos para pensar en grande. Discutiremos esto más mañana.

Traducido por Julio Luelmo mayo 2020

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El objetivo de este blog es publicar en Internet todo el material fuente existente para las transcripciones de las conferencias de Rudolf Steiner de la forma más completa posible, para que este gran tesoro esté disponible para toda la humanidad. Se trata de notas de oyentes, transcripciones de conferencias y, en su mayor parte, transcripciones en texto plano de conferencias estenografiadas, también conocidas como transcripciones en texto plano. De este modo, cualquiera puede comprobar por sí mismo, mediante comparaciones, qué dijo realmente Rudolf Steiner y cómo fue editado (y, por tanto, modificado) en las distintas ediciones. Y por último, pero no menos importante, también encontrarán mucho material inédito. La obra de Rudolf Steiner es de dominio público desde 1996 y, por tanto, pertenece legalmente a toda la humanidad. Él mismo habría elegido una fecha mucho más temprana para la publicación de su obra, como se desprende de los pasajes sobre propiedad intelectual que citamos a continuación; Incluso el período de protección de 30 años que se aplicaba entonces le parecía demasiado largo. ¿Y qué habría dicho sobre el hecho de que 85 años después de su muerte, parte de su obra docente siga inédita y acumulando polvo en los archivos? Él mismo encontró una expresión adecuada para esto: Fue puesto en un ataúd. Este sitio web está destinado a ayudar a liberarlo de este ataúd. "Lo que el hombre puede crear a partir de sus capacidades intelectuales se lo debe a la sociedad humana, al orden social humano. En realidad, no le pertenece. ¿Por qué gestionamos nuestra propiedad intelectual? Simplemente porque la produces; al producirla, demuestras que tienes la capacidad de hacerlo mejor que los demás. Mientras tengas esa capacidad mejor que los demás, gestionarás mejor esa propiedad intelectual al servicio del conjunto. Ahora la gente se ha dado cuenta al menos de que esta propiedad intelectual no se perpetúa sin fin. Treinta años después de la muerte, la propiedad intelectual pertenece a toda la humanidad. Cualquiera puede imprimir lo que yo he producido treinta años después de mi muerte. Puede utilizarlo como quiera; y eso está bien. Incluso estaría de acuerdo si hubiera más derechos en este ámbito. No hay otra justificación para la gestión de la propiedad intelectual que el hecho de que, porque se puede producir, también se tienen las mejores capacidades [...] Será una forma sana de socializar el capital si hacemos fluir en el organismo social lo que hoy se acumula como capital en el derecho de sucesiones, en el surgimiento de las pensiones, del derecho de las manos ociosas, de los derechos humanos superfluos, lo que así se acumula en capital; eso es lo que importa. Ni siquiera hace falta decir que la propiedad privada debe convertirse en propiedad social. El concepto de propiedad no tendrá ningún significado". Rudolf Steiner el 25 de abril de 1919