TEOSOFÍA Y OCULTISMO
RUDOLF STEINER
Berlín, 24 de agosto de 1903
Lección 1
Primero debo aclarar algo que es importante para comprender la evolución y la reencarnación. Cada personalidad, cada individualidad debe vivir plenamente en el Devacán, en la esfera de los arupas, para así mantener la continuidad. Una personalidad tan elevada como Nicolás de Cusa ya ejerce su influencia en la vida cotidiana desde la esfera de los arupas. Aunque todos los seres humanos actúan desde la esfera arupa, solo unos pocos son conscientes de ello. Cuanto más se ha elevado un ser humano a la esfera arupa en el tiempo entre dos vidas terrenales, más se manifiesta en él lo divino.
Cusanus escribió una obra sobre el no saber desde el conocimiento superior [«De docta ignorantia»]. «Ignorantia» significa «no saber», y el no saber es aquí sinónimo de una visión superior. En sus libros también expresó lo siguiente: hay un núcleo de verdad en todas las religiones, solo tenemos que profundizar lo suficiente en ellas. Además, ya había expresado que la Tierra gira alrededor del Sol. Él lo expresó como una intuición.
Copérnico vivió en el siglo XVI, mientras que Cusanus ya había vivido en el siglo XV. Una encarnación como la de Cusanus debe considerarse en su contexto. Es posible que el recuerdo de encarnaciones anteriores se pierda en una encarnación, para luego despertar de nuevo, tal vez después de una o incluso después de muchas encarnaciones. Los medios del cuerpo causal solo se pueden utilizar cuando se despierta en el plano superior a la esfera causal. Cada ser debe ser atraído de nuevo a la esfera física por una fuerza del Devacán, concretamente por fuerzas que aún no ha conocido. En el nivel superior de Arupa, el ser humano conoce estas fuerzas y, de este modo, obtiene influencia sobre su encarnación posterior. También tenía su vida en sus manos hasta cierto punto.
Cusanus hace referencia, por un lado, a la teosofía y, por otro, a la ciencia natural moderna. Cusanus también influyó en su siguiente encarnación. Fue Nicolás Cusanus quien vivió la reencarnación de tal manera que reapareció como Copérnico.
Sin embargo, una encarnación no depende únicamente del propio desarrollo, sino también de la utilidad y la importancia para toda la evolución. Un ejemplo de desarrollo regular. La sucesión de personalidades de individualidades superiores ya no es irregular. En los menos desarrollados no hay un desarrollo regular. Sin embargo, en las individualidades altamente desarrolladas se destacarán ciertas características. Entre ellas se encuentran
- Primero: una mirada sincera hacia lo superior.
- Segundo: un amor tranquilo hacia Dios.
- Tercero: el devenir en Dios.
Como desarrollo regular de una individualidad podemos considerar
- primero: un contemporáneo de Jesús, Filón (20 A.C- 45 D.C.).
- Segundo: Spinoza. (1632 - 1677)
- Tercero: Fichte. (1762 - 1814)
Tres personalidades, una individualidad. Si se lee a Fichte sin conocer estos acontecimientos, se entiende muy poco. Pero con este conocimiento, se descubre que las palabras de estas personalidades están escritas con letras de fuego. Estas grandes mentes tuvieron que pasar por una evolución regular.
En el esoterismo oriental hay algo que resulta difícil de comprender: el ser no tiene por qué agotarse en sus determinaciones. Una personalidad puede actuar en un plano sin sumergir todo su ser en él. El ser no tiene por qué coincidir con los upadhis. El deseo de ayudar es el hilo conductor que establece la
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