GA224 Praga 28 de abril de 1923 El despertar del alma y el destino humano

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El despertar del alma humana y la formación del destino

28 de abril de 1923, 2 conferencias pronunciadas en Praga.
primera conferencia


Cuando el ser humano crece por primera vez, a través del estado germinal hacia la vida física terrenal, procedente de esa otra existencia llamada pre-terrenal, vemos entonces, cómo en su existencia física la naturaleza espiritual, que al principio estaba oculta, comienza a afirmarse desde el cuerpo físico; vemos cómo el niño, duerme por así decirlo, en el mundo físico-terrenal. Vemos que la vida del niño en su relación con el mundo circundante es todavía una especie de sueño; que sólo va despertándose gradualmente. Sin embargo, encontramos tres cosas en las etapas de este despertar, que en el niño se manifiestan en puntos especialmente notables. De hecho, algo de esta triplicidad puede observase en esa alegría íntima, en esa amorosa dedicación plenamente humana, con la que siempre se observa a un niño. Pero el significado completo de esta triplicidad, realmente solo se hace claro para nosotros, cuando a través de la ciencia espiritual, podemos observar la vida espiritual en la existencia físico-corporal. Estas tres cosas son: aprender a caminar, aprender a hablar, aprender a pensar. Ustedes saben que el ser humano atraviesa esta triple faceta en una etapa que es como la primavera de su vida. Tal es este relevante orden sucesivo. Pronto veremos por qué deben sucederse en esta orden. De hecho, puede ser diferente, pero la sucesión según la naturaleza es justo esta.
Aprender a caminar es algo que, de una manera totalmente unilateral, indica una serie de cosas que el niño logra al mismo tiempo. El niño entra en el mundo de tal manera que se encuentra en un estado de equilibrio totalmente diferente, con el que más tarde ha de moverse en el mundo. Esto conlleva al mismo tiempo, el uso correcto de los brazos y la correcta posición del organismo humano, en una postura adecuada para el hombre en su relación con el mundo, en la adecuada capacidad de movimiento en relación con el mundo para el ser humano, en la capacidad de movimiento adecuado al ser humano en la existencia terrenal. Esto es lo que el niño debe aprender primero. De la movilidad que el ser humano adquiere con su organismo procede lo que lo sitúa en posición de equilibrio con respecto a lo sólido, lo fluido, o lo gaseoso. En todo esto se halla la base para algo mas. Mientras el ser humano va realizando todas estas actividades: de aprender a caminar, mantener el equilibrio, aprender a usar los brazos, las manos y los dedos, tales movimientos, que tienen lugar en todo su sistema, están avanzando hacia el sistema, que es la base de la actividad humana del habla. Esto tensa los músculos, hace que la sangre fluya, ejerce una influencia sobre el cuerpo etérico, actúa sobre esos órganos físicos, etéricos, astrales de la respiración, y continúa ejerciendo una cierta actividad plástica en el cerebro. Se podría decir que se extiende más allá hacia los órganos que, desde el ser humano interior, producen el habla mediante la imitación del entorno. El lenguaje es la transmutación del movimiento y del equilibrio. Cualquiera capaz de llevar la realidad a la intuición, al contemplar la realidad del alma espiritual ve cómo, la destreza, (no lo que consigue, sino el esfuerzo que el niño emplea para obtener la destreza practicada por las manos para agarrar), hace progresar el melodioso Elemento del lenguaje. Lo que es el ritmo en el lenguaje se manifiesta en la manera en que los pies se apoyan, en el movimiento de caminar. Es de gran importancia observar si el niño, al aprender a caminar, pisa de talón, la planta del pie o el empeine. A partir del habla, se desarrolla lo que sale del ser humano como pensar infantil. Caminar, hablar, pensar, todo esto evoluciona a partir de ese oscuro y soñador estado de conciencia. Cuando el ser humano nace, y aún no es capaz de hacer estas cosas, la fuerza ya se encuentra dentro del niño como las últimas secuelas de su presencia en la existencia pre-terrenal. La ciencia espiritual puede mostrarnos cómo existe esto en la vida pre-terrenal. Los primeros sonidos del lenguaje no son manifestaciones del pensar, sino que proceden de la comodidad o la incomodidad corporal.
¿Qué apariencia tienen el caminar, el habla y el pensar en la vida pre-terrenal? El pensar, a medida que fluye del niño, (quien observe la manifestación de este pensar mientras lo rastrea hacia atrás, encuentra que desaparece en una oscuridad indefinida). Este emerge de nuevo en el último período antes del nacimiento terrenal. Allí se ve al ser humano anímico-espiritual en relación espiritual con una multitud de Seres a los que describo, en mi Ciencia Oculta, como Ángeles. Esta es una relación que puede describirse diciendo que los pensamientos no se conciben ni se expresan de manera abstracta, sino que de aquí y de allá fluye una corriente viva de pensamientos desde un Ser a otro: existe un intercambio vivo con los Ángeles. A partir de lo que fluye en el alma humana en forma de fuerza, se desarrolla algo que se adormece, por así decirlo, durante la vida germinal pero luego se manifiesta como fuerza conceptual del pensar. Esto es lo tenemos para entrar correctamente en relación con los seres humanos. Piensen solamente, lo que seríamos si no fuéramos seres pensantes, ¡lo que seríamos como seres humanos en conjunto! Todo lo que somos como seres humanos en conjunto, es el resultado de que somos seres pensantes. Aquí en esta tierra nos entendemos mutuamente, en la interrelación de hombre con hombre por medio del pensar que expresamos en el habla. La manera en que nos entendemos aquí por medio del pensar, la hemos adquirido a partir de las relaciones pre-terrenales con los Ángeles. El intercambio que practicábamos allí con los Ángeles, también se puede practicar con otros seres humanos que están allí en la existencia pre-terrenal. Esto toma la forma de conversar directamente en forma de pensamientos. Sin embargo, es más elevada la relación con la jerarquía de los Ángeles, ya que esto no solo proporciona satisfacción para el alma, sino una fuerza que reaparece en el pensar que el niño adquiere en la tercera etapa de su vida terrenal.
Consideremos ahora la segunda etapa, la del lenguaje. Este no está tan completamente relacionado con el sistema neurosensorial como lo está el pensar. El habla está relacionada con el sistema torácico, el sistema rítmico del hombre, con lo que se expresa en la respiración, en la circulación sanguínea. Cuando hacemos un seguimiento retrospectivo de lo que sale del niño mediante el lenguaje, imitando el mundo exterior, nos vemos remontados a la vida pre-terrenal, y encontramos que estas fuerzas se adquieren a partir de la relación que se le permite experimentar durante la existencia pre-terrenal con la segunda jerarquía, la de los Arcángeles, aquellos Seres que gobiernan sobre los pueblos, Seres con esta responsabilidad por la misma razón que tienen la relación con los seres humanos que acabamos de describir. Estas fuerzas adquiridas por el ser humano en relación con los Arcángeles se sumergen en la noche y vuelven a manifestarse en las fuerzas de la vida terrenal del habla, por medio de las cuales tenemos un entendimiento mutuo con otros seres humanos. Sin el lenguaje, ¿qué seríamos como seres humanos entre nosotros si no pudiéramos verter las vibraciones etéreas del pensamiento en la vibración más tosca del aire, para que se manifiesten como habla? Es gracias a esta fuerza que recibimos de la Jerarquía de los Arcángeles, que nuestro sistema rítmico se convierta en el portador de una manifestación más densa. Y si podemos seguir este proceso cuando retrocedemos a la existencia pre-terrenal; podemos decir no solo de manera abstracta que el hombre vive allí entre Seres espirituales, sino que podemos afirmar de una manera totalmente específica, qué clase de Seres nos ha otorgado esto o aquello para la vida en la tierra. Agradecemos a estos Seres espirituales, es decir, adoptamos una posición correcta respecto a estos Seres, cuando decimos: Mi facultad de pensar, se la debo a los Ángeles; Mi facultad del lenguaje, se lo debo a los Arcángeles.
Volvamos ahora a lo primero que el niño aprende: a andar, a mantener el equilibrio. Con esta acción, están relacionadas más cosas de las que se suelen pensar. Con esto está relacionado el hecho de que el ego realiza un proceso físico específico que hace que el hombre pase de un ser que se arrastra a un ser andante. Es el ego el que hace erguirse al ser humano; a la par que es el cuerpo astral, el que actúa dentro del sentido del habla en el ser erguido; el cuerpo etérico es el que impregna todo esto con la fuerza del pensar. Pero todos ellos trabajan en el cuerpo físico. Cuando nos fijamos en el animal, cuya espina dorsal se mantiene paralela a la superficie de la tierra, su acción, su andar, su comportamiento, todo lo que procede del cuerpo astral, todas estas cosas son totalmente diferentes en el hombre, que es un ser de acción por la voluntad, merced a su naturaleza vertical, erguida. Todo lo que se realiza en el hombre, ya tenga lugar en el ego, el cuerpo astral o el cuerpo etérico, todo esto es una especie de proceso de combustión en el cuerpo físico. Este es un punto donde nuestra ciencia física, si estuviera interesada por cumplir su verdadera función, podría descubrir su convergencia con la Antroposofía. Hay que decir que los procesos de combustión en el hombre son totalmente diferentes de los del animal. Cuando la llama de la voluntad se produce horizontalmente en el ser orgánico, destruye lo que sale de la conciencia; impidiendo así, a lo que se deriva de la moral de la conciencia, modular esa llama o lo que es lo mismo modular la voluntad. El hecho de que, en el caso del ser humano, estos procesos sean transmitidos por la conciencia se debe al hecho de que la llama de la voluntad en el hombre es perpendicular a la tierra. Gracias a este impacto en la moral, de la naturaleza de la conciencia, el niño se sitúa en la postura externa del equilibrio. Junto con el aprender a caminar, se introduce en el hombre la naturaleza moral humana, en realidad, la impregnación religiosa de la naturaleza del hombre. Estas son fuerzas verdaderamente elevadas que están en marcha cuando el niño pasa del movimiento de gatear, al verdadero caminar. Estas fuerzas, si las seguimos a través de la oscura conciencia infantil, nos llevan a una vinculación aún más elevada del hombre con los Seres a quienes llamamos Fuerzas Primordiales, los Archai. Todo lo que el ser humano ha pasado en la vida pre-terrenal se reactiva aquí. Si deseamos unir una tercera frase a la fórmula parecida a una oración, mi agradecimiento a los Ángeles por el pensar, mi agradecimiento a los Arcángeles por mi lenguaje, debemos decir: Por haberme ubicado dentro de la existencia terrenal de acuerdo con las fuerzas físicas y morales, mi agradecimiento a los Archai, que me han dotado con este poder por Seres aún más elevados.
Y ahora podemos responder la pregunta por nosotros mismos: ¿cómo es que el ser humano, que poseía una conciencia brillante antes del nacimiento, trae consigo al nacer, una conciencia tan apagada? De hecho, dentro de esta conciencia se hallan sumergidos lo que podemos resumir bajo los conceptos de capacidad de caminar, capacidad de hablar, capacidad de pensar, que hemos recibido de las Jerarquías superiores para ser transformados por nosotros mismos. Vemos así que lo que nos hace seres humanos, los hechos por los cuales somos seres humanos entre seres humanos, pone de manifiesto nuestra conexión con los mundos divino-espirituales más elevados. En estos mundos divino-espirituales entramos una y otra vez en cierto modo, durante nuestra existencia terrenal. La verdad es que debemos decirnos: para la naturaleza real del hombre, el estado de sueño, a partir del cual entran en juego los sueños, es al menos tan significativo como el estado de vigilia. Cuando el hombre pasa del estado de vigilia al estado de sueño, estas tres capacidades adquiridas como se ha descrito, comienzan a silenciarse: el pensar, el hablar y el actuar se silencian. Pero entonces vemos, que a medida que el pensar se silencia cuando nos dormimos, el ser humano, en el mismo grado en que el pensar desaparece de su conciencia, se acerca a los Ángeles y a medida que su capacidad de hablar cesa, se acerca a los seres arcangélicos.A medida en que el ser humano va entrando en una completa quietud, mediante la quietud de su actividad pasa y se acerca a los Seres Primordiales, los Archai.
Lo importante, sin embargo, es que durante el estado de sueño, debemos entrar de una manera digna para acercarnos a estas tres jerarquías: que nos acerquemos a los Ángeles, Arcángeles, Archai de manera digna durante el estado de sueño. He ahí el punto en el que se tendría que hablar de una manera especial a los seres humanos de la actualidad; Porque la forma en que entramos en proximidad con los Ángeles depende en gran medida de la forma de pensar de cada uno cuando está despierto. La manera en que el hombre usa dignamente sus fuerzas del habla determina si se acerca dignamente a los Arcángeles; La forma en que el hombre usa correctamente su capacidad de movimiento y su sentido moral determina si se acerca dignamente a los Archai.
Vivimos en una época en que el ser humano ya no está dispuesto a tener en su pensar nada que vaya más allá del mundo físico, cuando desea ser estimulado por el mundo externo. Un pensar puro y auto sostenido, tal como lo recomendé hace más de treinta años en mi Filosofía de la Libertad, como base de la intuición moral, ese pensar, desafortunadamente, se busca poco en la actualidad y es poco cultivado en los niños. Pero a través de ese pensar, que (Goethe y Schiller todavía habrían llamado pensar idealista), a través de ese pensar, uno se libera del mero mundo despierto en la existencia terrenal y retiene algo para el estado de sueño. Poseemos tanto poder para acercarnos a los Ángeles durante el sueño, como idealismo haya en nuestro pensar. Y así de indefensos quedamos en nuestro acercamiento a los Ángeles cuando el materialismo actúa en nuestro pensamiento. En ese mismo sentido, hay que observar que esas personas son víctimas de los espíritus elementales ahrimánicos, (hacia los cuales después se ven obligados a dirigir su pensar), en cambio, quienes a través del idealismo desarrollado durante el estado de vigilia, encuentran las fuerzas para acercarse a los Seres angélicos ¡Es tan hermoso ver cuando el niño ha aprendido a pensar tan directamente, de una manera en que los seres humanos ya no pueden formar ninguna concepto! El pensar del niño justo después de haber aprendido a pensar está lleno de espiritualidad. Es maravilloso ver cómo, (antes que sean mordidos por el materialismo), los niños que duermen se mueven de inmediato como si fueran alas hacia su Ser Angélico, cuán unidos se ven durante el sueño con los Seres Angélicos. Por lo tanto, podemos decir que durante el sueño buscamos, pero solo a través del idealismo, a través de la espiritualización del reino de los pensamientos, aquellos mundos a partir de los cuales hemos evolucionado para aprender a pensar aquí como seres humanos rodeados de seres humanos.
Y si consideramos el lenguaje, la disposición hacia el idealismo tiene el mismo significado para vincularse durante el sueño con los Arcángeles, como el idealismo en el pensar tiene para la vinculación con los Ángeles. La persona que puede, al dirigir sus palabras a otra persona, transmitir buena voluntad en ellas, mostrar un buen estado de ánimo hacia el alma de la otra persona, que no pasa de largo sino que penetra en ella mostrando el interés que uno puede tener por un ser humano, ese estado de ánimo que puede llamarse un estado de ánimo idealista de buena voluntad, es lo que, cuando el cuerpo astral y el ego se han pasado al sueño, le dan al lenguaje el sonido melodioso. Esto que también comparten en el lenguaje, le da al cuerpo astral y al ego, la capacidad de acercarse a los Seres Arcangélicos, mientras que la actitud mental antisocial y egoísta, dispersa estas fuerzas en el reino de los seres elementales Ahrimánicos. Por lo que, el ser humano, cuando se duerme, y no ha usado el lenguaje de la manera correcta, idealista, realmente se deshumaniza a sí mismo.
La misma situación se produce cuando nuestras acciones, nuestra conducta son de tal índole que nos hace humanamente amigables, pero también siendo plenamente conscientes de que el ser humano no es solo esa entidad que vive en la carne, sino que en su naturaleza interior hay un ser espiritual, porque de esta conciencia surge el respeto por la otra persona igualmente como ser espiritual. Es a partir de la acción basada en esta actitud, cuando conseguimos durante el estado de sueño, el poder que nos acerca de manera correcta a los Archai, mientras que, si no estamos en condiciones de realizar acciones humanamente amables, si solo somos conscientes de nuestra propia naturaleza como cuerpos, las fuerzas correspondientes se dispersan en el reino de los seres elementales ahrimánicos: nos alienamos de la verdadera naturaleza del hombre.
Por tanto, el ser humano trae tres tipos de dones desde la existencia pre-terrenal, pero es de esta manera como los conecta nuevamente de una manera triple con su forma primigenia entre el dormir y el despertar, mientras permanece inconsciente, pero regresando una y otra vez de nuevo a las proximidades de estos seres. Así es, entonces, justo como nosotros aquí en la tierra tenemos que formar nuestra asociación con otros seres humanos a partir de tres fuentes: la fuente del pensar, del hablar, del actuar. Así pues durante el sueño estamos en una triple relación con el mundo espiritual: con los Ángeles, con los Arcángeles, con los Archai.
La naturaleza de nuestro vínculo en asociación con estos Seres es de una importancia determinante cuando pasamos por el portal de la muerte. Porque a través de la visión espiritual es posible saber que uno puede acercarse cada vez más a los Ángeles, a los Arcángeles, a los Archai. Pero que es algo que puede volverse extremadamente perjudicial para los futuros seres humanos, si se rinden totalmente a los Seres Ahrimánicos elementales, pensando, hablando, o actuando de forma materialista cada vez más habitualmente. Sin embargo, gracias al mundo espiritual, las almas humanas del momento presente, al menos en lo que respecta a la mayoría de las personas, tienen tal herencia de buena voluntad en el pensar, el hablar y actuar, que el materialismo actual no puede degradarlo todo. Las personas muy materialistas no poseen mucho, partiendo de la vida contemporánea en la tierra, que pueda hacer posible un acercamiento a las jerarquías, pero desde la vida del pasado fluye algo que las lleva allí. Sin embargo, la humanidad puede encontrar fácilmente una recompensa diferente si no se adquiere un concepto espiritual de la vida. La idealización del pensar, hablar y actuar le brinda al hombre la posibilidad de crear de cierta manera, nuevas conexiones con las tres clases de Seres divino-espirituales: los Ángeles, los Arcángeles, los Archai, y esto lo necesita el hombre en el tiempo entre la muerte y un nuevo nacimiento De lo contrario, en un futuro muy lejano, si no ha tenido una conexión en el tiempo presente con los Ángeles, deberá nacer como un ser mutilado en su pensar; si no ha entrado en conexión con los Arcángeles, nacerá como hombre sin el don de la palabra; si no ha tenido una conexión con los Archai, nacerá como un ser paralitico de extremidades y en sus impulsos morales. Está pues, dentro de lo posible que la humanidad en la tierra, a través del materialismo en la civilización y la cultura, arrastren a toda la humanidad terrenal a la ruina, o bien, mediante la espiritualización llevar a la humanidad hacia una altura más elevada, tal como se describe en mi Ciencia Oculta, como los seres terrenales en la Existencia de Júpiter.
La verdad es que la Antroposofía no es una teoría: cada palabra, cada pensamiento pasa a formar parte de nuestra naturaleza humana espiritual. No podemos hacer otra cosa que poseer el pensamiento: si ustedes no establecen la relación correcta con los Seres Superiores serán verdaderamente personas inválidas. Esto nos proporciona el correcto sentido de responsabilidad en una relación moral con el mundo espiritual, y es a partir de ahí cuando surge en el hombre, un correcto sentido de responsabilidad en relación con el mundo físico. Sólo entonces surge. Si ustedes se fijan en lo que le ocurre al ser humano, cómo entra en contacto con los Ángeles a través del idealismo en su pensar, cómo entra en contacto con los Arcángeles a través de sus palabras, a través de la actitud idealista expresada en su habla, cómo se acerca a los Archai a través del idealismo encarnado en sus acciones: cómo se esfuerza, mientras duerme, por acercarse a las tres Jerarquías, encontrarán inteligible lo que nos revela la investigación antroposófica: que la constitución del destino humano se entreteje de esta manera. Todo esto lo llevamos a través del portal de la muerte, y más tarde se vuelve consciente. Después de la muerte debemos formar nuestros pensamientos en asociación con los Ángeles; A través de la disposición mental que poseemos, es como debemos adquirir nuestros conceptos después de la muerte. La manera en que nos situamos entre la humanidad a través del lenguaje, nos da la capacidad, el poder, para asociarnos con los Arcángeles. A través de la forma que usamos nuestros miembros, debemos obtener la posibilidad de poseer la auto-conciencia después de la muerte mediante la asociación con los Archai. De este modo, entramos vivamente dentro y, por lo tanto, es cuando ese entretejido se desarrolla hacia un poder consciente más claro entre la muerte y un nuevo nacimiento.
Ahora, cuando observamos al niño durante los primeros años de vida, contemplamos la existencia pre-terrenal en esos indicios. No solo vemos en la anterior vida pre-terrenal, sino también en su anterior vida en la tierra, y por lo tanto, solamente se obtiene una visión de toda la vida en la tierra. Se observa al niño, cómo aprende a caminar, a usar sus brazos; Se observa si pisa con la planta del pie o el talón. Uno no solo se da cuenta de cómo va dirigiendo su apariencia física, sino de cómo incluso las acciones anteriores son llevadas a cabo con delicadeza, con ternura, con un corazón compasivo, cómo esto le confiere al niño un paso firme en esta vida, o bien cómo un paso inseguro y vacilante es el resultado de una acción brutal y despiadada en la vida anterior. Cada paso que da el niño, el esfuerzo por esta o aquella forma de la pisada, nos revela cómo esta forma es el resultado de la vida anterior en la tierra. Aprendemos a reconocer en su físico, la imagen de lo que vive en el niño como un impulso moral de la anterior vida en la tierra. Lo más impresionante que se puede observar es el aprendizaje a caminar. La libertad humana se ve tan poco afectada por el hecho de que el hombre nace con su destino, como el hecho de que tenga el cabello claro u oscuro.
La medida primordial del destino se expresa en el aprender a caminar. Con el aprendizaje a hablar, realmente se señala a algo más. Este también está relacionado con la existencia pre-terrenal, pero es difícil de describir. Dado que es difícil de caracterizar, lo expresaré en un lenguaje popular. Cuando el ser humano atraviesa el portal de la muerte, de alguna manera, ha formado moralmente su naturaleza. Durante el estado de sueño, siempre ha estado entretejiendo su propio ser, y él mismo comienza entonces a ver lo que ha entretejido. Lo que es una persona, se manifiesta en su aprendizaje a caminar. Cuando ha pasado por el portal de la muerte, y entra de manera correcta en asociación con los Ángeles, Arcángeles, Archai, pero a esto hay que añadir algo más que la persona recibe del segundo grupo de jerarquías. Estos fluyen hacia esta persona, como un karma adicional, más impersonal, que lo sitúa en su próxima vida dentro de un lenguaje específico, lo integra dentro de un determinado grupo nacional. El destino individual está conectado con lo que la persona es en relación con el Archai. La capacidad de hablar la recibimos de los Arcángeles. Pero el lenguaje que aprendemos, este se recibe de seres mucho más elevados: Los Exusiai, Dynamis, Kyriotetes.
Cuando consideramos el pensar, la formación de conceptos, esto está en relación, como les he mostrado, con los Ángeles; estos seres pueden otorgar al hombre el don del pensar. Sin embargo esta capacidad, la adquirieron por primera vez, en el período terrestre de la evolución; no la poseían durante el período lunar. Mediante este proceso se produce un desarrollo en los propios ángeles; Entrando así en relación con los serafines, querubines, tronos. Así, consiguieron la capacidad de asociarse directamente con los Tronos, Querubines, Serafines, y estos otorgan una capacidad que debe ser compartida no solo dentro de un solo grupo humano, sino que debe ser compartida por toda la humanidad. Pensar es realmente algo que pertenece a toda la humanidad. Por esta razón la lógica es idéntica sobre toda la tierra. El andar, con el cual se expresa el destino personal, lo recibimos de los Archai, desde sus propias fuerzas. La capacidad del habla la recibe el ser humano de los Arcángeles, pero estos están dirigidos en esto por el segundo grupo de las jerarquías. De los Ángeles, el ser humano recibe el don del pensar, pero estos otorgan esto al hombre bajo la influencia de las más altas jerarquías.
Así se entretejen las cosas en el orden cósmico, y el hombre solo se concibe cuando se lo ve claramente en esta relación de estar entretejido con el orden cósmico. De esta manera, no solo se entiende la persona individual, sino también la esencia de una raíz lingüista viva o muerta, o una capacidad de pensar deficiente o perfecta. El hombre se halla en una cierta relación dual en la tierra. Él ve las entidades y las ve en una cierta dependencia bajo las leyes naturales. En relación con esto, el hombre adquiere conciencia de su propia relación con la Deidad. Aquí en esta tierra no hay relación entre el orden cósmico físico y moral. Pero, cuando miramos hacia atrás a la vida antes del nacimiento y después de la muerte, entramos en un mundo donde estos dos reinos se fusionan en uno. Además, un ser humano no puede determinar correctamente qué es él mismo a menos que esté en posición de verse verdaderamente como un ser espiritual. El hombre no adquiere una visión del mundo unitaria a menos que pueda ver más allá del nacimiento y la muerte, si no observa los mundos superiores. Para comprender su ser completo, el hombre necesita una conciencia impregnada por el conocimiento de su conexión con el mundo espiritual.


Traducido por Julio Luelmo abril 2019
El objetivo de este blog es publicar en Internet todo el material fuente existente para las transcripciones de las conferencias de Rudolf Steiner de la forma más completa posible, para que este gran tesoro esté disponible para toda la humanidad. Se trata de notas de oyentes, transcripciones de conferencias y, en su mayor parte, transcripciones en texto plano de conferencias estenografiadas, también conocidas como transcripciones en texto plano. De este modo, cualquiera puede comprobar por sí mismo, mediante comparaciones, qué dijo realmente Rudolf Steiner y cómo fue editado (y, por tanto, modificado) en las distintas ediciones. Y por último, pero no menos importante, también encontrarán mucho material inédito. La obra de Rudolf Steiner es de dominio público desde 1996 y, por tanto, pertenece legalmente a toda la humanidad. Él mismo habría elegido una fecha mucho más temprana para la publicación de su obra, como se desprende de los pasajes sobre propiedad intelectual que citamos a continuación; Incluso el período de protección de 30 años que se aplicaba entonces le parecía demasiado largo. ¿Y qué habría dicho sobre el hecho de que 85 años después de su muerte, parte de su obra docente siga inédita y acumulando polvo en los archivos? Él mismo encontró una expresión adecuada para esto: Fue puesto en un ataúd. Este sitio web está destinado a ayudar a liberarlo de este ataúd. "Lo que el hombre puede crear a partir de sus capacidades intelectuales se lo debe a la sociedad humana, al orden social humano. En realidad, no le pertenece. ¿Por qué gestionamos nuestra propiedad intelectual? Simplemente porque la produces; al producirla, demuestras que tienes la capacidad de hacerlo mejor que los demás. Mientras tengas esa capacidad mejor que los demás, gestionarás mejor esa propiedad intelectual al servicio del conjunto. Ahora la gente se ha dado cuenta al menos de que esta propiedad intelectual no se perpetúa sin fin. Treinta años después de la muerte, la propiedad intelectual pertenece a toda la humanidad. Cualquiera puede imprimir lo que yo he producido treinta años después de mi muerte. Puede utilizarlo como quiera; y eso está bien. Incluso estaría de acuerdo si hubiera más derechos en este ámbito. No hay otra justificación para la gestión de la propiedad intelectual que el hecho de que, porque se puede producir, también se tienen las mejores capacidades [...] Será una forma sana de socializar el capital si hacemos fluir en el organismo social lo que hoy se acumula como capital en el derecho de sucesiones, en el surgimiento de las pensiones, del derecho de las manos ociosas, de los derechos humanos superfluos, lo que así se acumula en capital; eso es lo que importa. Ni siquiera hace falta decir que la propiedad privada debe convertirse en propiedad social. El concepto de propiedad no tendrá ningún significado". Rudolf Steiner el 25 de abril de 1919