GA021 Una característica importante de la percepción espiritual

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RUDOLF STEINER

Sobre los enigmas del alma


Una característica importante de la percepción espiritual



Las percepciones del alma en el ámbito de la realidad espiritual no perduran en el alma de la misma manera que las imágenes mentales que se obtienen de las percepciones sensoriales. Aunque es posible una comparación de las percepciones espirituales con las imágenes de la memoria, como se mostró en el primer apéndice de este ensayo, las percepciones espirituales no actúan como imágenes de la memoria en el alma. Lo que se experimenta como una percepción espiritual, de hecho, no puede retenerse de esta forma directa como lo hace una imagen de la memoria. Para que una persona tenga de nuevo la misma percepción espiritual, también debe producirse de nuevo en el alma. Esto significa que debe buscarse de nuevo la relación del alma con la realidad espiritual pertinente. Y esta renovación no puede compararse con el recuerdo de una impresión sensorial; solo puede compararse con enfrentar nuevamente el ojo con el mismo objeto perceptible por los sentidos que causó una impresión anterior. Lo que puede retenerse directamente en la memoria de una percepción espiritual real no es este recuerdo en sí, sino más bien la actividad del alma mediante la cual se obtuvo la percepción en cuestión. Si me esfuerzo por renovar una percepción espiritual del pasado, no busco el recuerdo de esa percepción, sino el recuerdo que me recuerda la actividad del alma que condujo a la percepción en primer lugar. La percepción se produce entonces mediante un proceso que es independiente de mí. Es importante ser plenamente consciente de estos dos procesos diferentes, porque sólo a través de esta conciencia se puede alcanzar un conocimiento correcto de lo que es realmente espiritualmente objetivo .

Sin embargo, la naturaleza de estos dos procesos se modifica en la práctica real, ya que el contenido de la percepción espiritual puede transferirse de la conciencia visual a la conciencia ordinaria. Este contenido se convierte entonces en una imagen mental abstracta en la conciencia ordinaria, y esta imagen mental puede recordarse de la manera habitual.

Pero, precisamente mediante un cuidadoso entrenamiento en el reconocimiento de las siguientes distinciones, que surgen en la vida del alma con cierta sutileza, se puede lograr mucho en el camino de una relación correcta y consciente del alma con el mundo espiritual:

  1. Procesos del alma que conducen a una percepción espiritual.
  2. Las percepciones espirituales en sí mismas
  3. percepciones espirituales que se transforman en conceptos presentes en la conciencia ordinaria.

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