GA346 11ª conf. caída de las fuerzas opositoras al impulso de Cristo

Rudolf Steiner

Las tres etapas de la caída de los poderes opuestos al Impulso de Cristo: la caída de Babilonia, la caída de la Bestia y el Falso Profeta, la caída de los adversarios divinos (Satán).

Décimo primera conferencia

Dornach, 15 de septiembre de 1924

Situémonos en el mundo en el que el escritor del Apocalipsis quiere situar a la humanidad por medio de su descripción de la próxima época de la tierra. Él describe sus visiones de los mundos espirituales entrando y adueñándose del ser humano terrenal. Describe tres etapas anteriores a ésta, y nosotros debemos llegar a conocerlas. Cada una de estas tres etapas representa algo que debe caer antes de que los seres humanos sean lo suficientemente dignos y capaces de asumir el mundo espiritual, en toda su pureza, en su actuar, pensar y sentir.

La primera etapa es la caída de Babilonia, por el momento utilizaremos la terminología del escritor del Apocalipsis. La segunda etapa es la caída de la Bestia y su compañero el Falso Profeta, que propaga las enseñanzas de la Bestia. La tercera etapa es la caída de los adversarios divinos, como se les llama normalmente, es decir, la caída de Satán. Cuando miramos a la evolución futura de la humanidad con los ojos espirituales vemos estas tres etapas con mucho realismo, con mucha concreción. En nuestro siglo en particular, durante el que se decidirá mucho de lo que concierne a la evolución de la humanidad, hay muchas razones para dirigir los ojos de nuestra alma hacia estas tres caídas. Vendrán a nosotros de una forma particular después del tiempo en que Cristo aparezca sobre la tierra por primera vez en el cuerpo etérico, en otras palabras, después de la segunda aparición de Cristo sobre la tierra. La humanidad debe prepararse para esto, de tal modo que los seres humanos sean lo suficientemente fuertes para sobrellevar esta caída triple de los adversarios del Impulso de Cristo sin poner en peligro el desarrollo de su alma.

No debemos olvidar lo exacto que es el escritor del Apocalipsis. Cada vez que sucede una caída lo describe un ángel bajando desde el mundo espiritual, y nos damos cuenta –y esto es bastante desconcertante para aquellos que no profundizan en la comprensión espiritual del mundo- que se representa al ángel regocijándose con las mayores torturas, con las aterradoras cosas que suceden a causa de la caída. Es importante que comprendamos este júbilo.

Observemos primero las tres etapas en la caída de los adversarios de Cristo, comenzando por la denominada caída de Babilonia. Podemos invocar ante nuestra alma la suma total de todos los errores en los que el ser humano puede caer como resultado de su naturaleza humana. Lo que el escritor del Apocalipsis llama la tentación Babilónica incluye todo aquello que hace a los seres humanos estar por debajo de lo que es realmente su estándar espiritual.

El ser humano es solo verdaderamente humano –aunque por supuesto esto no es posible en cada momento de su evolución, pues debe primero conseguirlo- cuando tiene en su interior una armonía completa entre el principio de lo material y el principio de lo espiritual, cuando lo material no se subleva en emociones que no están bajo el control del espíritu. Esto es lo que es tan importante y debemos comprender muy profundamente. Pues incluso el escritor del Apocalipsis sería incapaz de hablar como lo hace si tuviera que presuponer que todos los sentimientos, pasiones y todo lo que proviene de la esfera de la voluntad y del centro del corazón fueran enteramente injustificables. En particular, llamar a los sentimientos y pasiones injustificados –esta falsa clase de ascetismo en sí mismo surge de las emociones y las pasiones-. Si alguien no se siente lo bastante fuerte como para imbuir sus pasiones con el espíritu, de tal forma que pueda situarlas al servicio del bien en la evolución del mundo- entonces esta es la manera misma en la que rinde homenaje a su debilidad emocional-. De tal forma que si tal persona realmente quiere la evolución del bien –si permite que su esfera del sentimiento y del corazón se empobrezca- rendirá homenaje a su debilidad.

El escritor del Apocalipsis no está preocupado por desterrar emociones o sentimientos y pasiones, sino en asegurarse de que no queden incontroladas por el espíritu. Todo lo emocional en la vida humana, todas las emociones, ya sean fuertes o ligeras, que no están controladas por el espíritu, son lo que el escritor del Apocalipsis resume bajo el nombre de aquella ciudad de Babilonia en que las pasiones de la gente les alejaron del espíritu, si puedo catalogar el tema de esta manera. Sólo necesitáis traducir las expresiones groseras –que no eran groseras en su tiempo- al idioma de nuestro tiempo. En la antigua forma de imaginar las cosas no se utilizaban abstracciones, se caracterizaban las cosas de forma muy concreta, así que ésta es la forma en que el escritor del Apocalipsis habla sobre Babilonia. Pero, ¿por qué Babilonia?

En Babilonia, o más bien en el centro de Misterios de Babilonia, había Misterios muy elevados con los que se podía ser iniciado en los secretos del cosmos supraterrenal, y con los que se podía aprender sobre los secretos de los mundos estelares y su contenido espiritual. Los sacerdotes más ancianos de Babilonia utilizaban los poderes de la clarividencia onírica de una forma que podríamos llamar clarividencia mediúmnica hoy en día. Las maravillosas enseñanzas de la antigua Babilonia vinieron a la existencia a través del uso de este sendero mediúmnico.

Hoy podemos ver que incluso los médium que parecen apropiados para mediar en las enseñanzas espirituales –algo que se hace a menudo, sólo que debería estar bajo la guía de iniciados con la necesaria sabiduría- incluso esos médiums tan aparentemente adecuados son susceptibles a influencias que son altamente cuestionables moralmente. Como a menudo hay una desproporción en los médiums entre lo que revelan y lo que son, pueden a menudo no distinguir al final entre lo verdadero y lo falso; y esto puede intensificarse hasta la incapacidad de separar lo que es moral de lo que es inmoral.

Debéis comprender lo que sucede con un médium. Una persona se convierte en médium –y sucedía igual con los sacerdotes Babilonios- cuando un poder externo atrae al ‘Yo’ y al cuerpo astral fuera de los cuerpos físico y etérico. El momento en que el ‘Yo’ y el cuerpo astral del médium han sido separados del cuerpo físico y etérico, otro poder entra en su ‘Yo’ y en su cuerpo astral. Dependiendo de si el iniciador que hace esto tiene buenas o malas intenciones, si pertenece al sendero de la mano izquierda o de la mano derecha, este poder será bueno o malo. En la época de la antigua Babilonia, surgieron excelentes conocimientos y revelaciones por este medio. Posteriormente, y hoy en día, comenzó a ser una desventaja. ¿Qué sucede cuando el médium vuelve a entrar en el cuerpo físico?

Como veis, la lógica que tenemos en el mundo físico mediante la cual distinguimos entre la mentira y la verdad no tiene utilidad en el mundo espiritual. Es un completo error creer que se pueden utilizar en el mundo espiritual los conceptos de verdad y mentira que son corrientes aquí en el mundo físico. No hay nada en el mundo espiritual que pueda distinguirse de esta forma. Hay seres que son buenos y otros que son malos. Tenéis que reconocerles por lo que son, pues ellos no os lo dirán. Pero incluso los malvados son verdaderos a su manera. Esto es difícil de comprender, por supuesto, igual que todo lo que nos encontramos al entrar en el mundo espiritual es difícil de comprender. Aquí en el mundo físico podemos afirmar que la línea recta es la distancia más corta entre dos puntos. En el mundo espiritual ésta podría ser la distancia más larga, siendo más corta cualquier otra. Ninguna lógica que necesitamos con la mayor certeza aquí en el mundo físico tiene utilidad alguna en el mundo espiritual.

Así un verdadero iniciado precisa tener una disposición especial del alma para ver en el mundo espiritual. Debe ser plenamente responsable en la manera en que actúa inmediatamente con los conceptos físicos tan pronto como regresa al mundo físico. Un médium, sin embargo, no es capaz de hacer esto porque él o ella no entran conscientemente en el mundo espiritual. Cuando el médium regresa, el ‘Yo’ y el cuerpo astral llenan el cuerpo físico y etérico con una forma de pensamiento que es apropiada para el mundo espiritual pero que corrompe todos los sentimientos y sensaciones morales que son válidas en el mundo físico. Por eso un médium está corrupto en relación a la verdad y la mentira, y esto entonces sigue actuando en todo lo demás.

Podemos decir que de hecho Babilonia pasó por este proceso y que así incluso la revelación más elevada, la más significativa del mundo espiritual se corrompía terriblemente. Lo que inicialmente se aplica al principio de la revelación espiritual puede también extenderse incluyendo la vida humana ordinaria, de tal forma que se despliega una fuerte corrupción. Cuando se ha entrado en la vida espiritual de esta manera, el ser humano se convierte entonces en más inmoral de lo que era previamente como persona normal. Por eso Babilonia fue tomada como el representante de la corrupción moral, y las expresiones utilizadas en el Libro del Apocalipsis son simplemente las expresiones usuales con la que se describía la corrupción en aquella época.

Desde ese momento la humanidad entera, en la medida en que ha continuado con lo que se vivió en Babilonia, se ha convertido en una ciudad de Babilonia extendida por todo el mundo. Esto es lo que el escritor del Apocalipsis está diciendo: La ciudad de Babilonia se ha de encontrar entre toda la humanidad de la tierra. Existe si los seres humanos han caído víctimas de la tentación Babilónica, y es esta actitud la que debe sufrir su caída antes de pueda surgir aquella etapa final de la que el escritor del Apocalipsis habla. Cuando investigamos lo que está ocurriendo en la ‘corrupción Babilónica’ encontramos que es el principio ahrimánico el que está actuando en esta corrupción. Ahriman está dentro de los seres humanos, y es un poder que está cerca del ser humano dentro del cosmos como un todo. Él está en las emociones que son corrompidas de esta manera. El polo opuesto a Ahriman es Lucifer. Ahriman vive en las cosas que deben caer en Babilonia, y éstas son las cosas a las que se opone Lucifer. ¿Cual es la imagen que surge en el escritor del Apocalipsis cuando ve esto? Es la imagen de los ángeles luciféricos regocijándose. No debemos pasar esto por alto, mis queridos amigos.

Una gran cantidad de visiones del mundo han adoptado el gran error de creer que lo malo es necesariamente lo opuesto a lo bueno, por ejemplo que el principio maligno viniendo desde abajo siempre se encuentra con el bien viniendo de arriba. Esto es absolutamente falso. En este capítulo del Libro del Apocalipsis (Apo. 19) los seres ahrimánicos –Babilonia- están abajo, y los ángeles que se regocijan con la caída de Babilonia desde arriba son luciféricos. Es la voz de Lucifer la que se expresa desde arriba como el regocijo de los ángeles. El Principio de Cristo siempre mantiene el equilibrio entre ellos dos.

Lo que el escritor del Apocalipsis dice aquí sólo será comprendido cuando la constitución triformada del mundo sea adecuadamente comprendida. Es incomprensible para el sentimiento ordinario humano que espíritus buenos y puros chillen de gozo allá arriba, cuando abajo suceden tales horrores sobre la humanidad, como se representan aquí. Pero es comprensible inmediatamente una vez que se puede ver que los gritos de deleite emanan de seres que se habían opuesto originalmente a la creación de un mundo en el que los seres humanos experimentaran su desarrollo espiritual. Los seres luciféricos quieren mantener la evolución completa en un nivel espiritual bastante distinto. No quieren esa unión, ese matrimonio del espíritu con la materia que ha de surgir en la existencia terrestre. Y ellos sienten así en sus almas: Como aquello de lo que Ahriman se ha apoderado ahora está siendo arrojado de la existencia terrenal podemos estar contentos de que al menos una parte de la existencia terrenal no continuará y se caerá de la evolución terrestre. Así veis que en relación con esto la imagen pintada por el escritor del Apocalipsis es un retrato inmensamente honesto del cosmos.

La primera caída, la caída de Babilonia, es la caída de los errores que los seres humanos mismos han provocado. Aunque estos errores están influidos por el principio de la iniciación son no obstante errores humanos. Cuando cae Babilonia como resultado del error humano, una parte de la humanidad es separada de la evolución del mundo en un punto del tiempo que discutiremos posteriormente. Por ahora simplemente quiero mirar cualitativamente a lo que está por venir.

La segunda caída consiste en una en la que no sólo los seres humanos participan. Aquellos realmente afectados por la caída de Babilonia son seres humanos, y sucede a causa del error humano. En la caída de la Bestia y el Falso Profeta que representan las enseñanzas de la Bestia, cae algo suprahumano, algo espiritual, y no algo humano. Cae algo que no está dentro del reino humano. La Bestia que irrumpe en las comunidades humanas cae, y el que proclama las enseñanzas de la Bestia, el Falso Profeta, cae también. Lo que cae es algo que puede poseer a los seres humanos. A diferencia del caso del médium, la debilidad de la naturaleza humana no es la causa de la caída, sino algo suprahumano que hace surgir el impulso hacia el mal en los seres humanos.

Para hacer la imagen más clara incluso podríamos decir lo siguiente: todos aquellos que se vean afectados por la caída de Babilonia habrán sido corrompidos por haberse esforzado por cosas para las que su organización no es lo bastante fuerte, cosas con cuyo contacto su organización se habrá debilitado, de tal modo que se habrán corrompido. Así la caída de Babilonia es un tema relativo a la organización humana actuando a partir de la debilidad. Cuando la Bestia y el Falso Profeta caen no es como si un médium se hubiera corrompido al haberse debilitado. Es como si el espíritu que se ha anunciado al ‘Yo’ y al cuerpo astral del médium fuera a entrar –una vez que la hipnosis ha cesado- al cuerpo físico y etérico y allí hacer uso del cuerpo físico del ser humano para hacer de las suyas sobre la tierra.

Esta es la imagen exacta que nos da el escritor del Apocalipsis. Llegará un tiempo –quiere decirnos- en que veremos a seres humanos deambular por el mundo y que no podrán tolerar lo que enseña el Cristianismo, que acogen a Cristo en sus almas pero que no pueden alcanzar la sublimidad de Cristo con sus cuerpos físico y etérico y por tanto sucumben a otros espíritus, pero no con plena consciencia, de tal forma que caen entonces en la corrupción. Ellos son los primeros que estarán incluidos en la caída de Babilonia.

Habrá otros deambulando como seres humanos, pero su suerte será que su ‘Yo’ humano no está en ellos, de tal forma que no se podrá uno dirigirse a ellos como seres humanos porque están poseídos por la Bestia y el Falso Profeta. Esto se producirá después de la caída de Babilonia. Después de la caída de Babilonia habrá gente sobre la tierra que será como demonios errantes; los poderes ahrimánicos actuarán directamente en ellos.

Existen ya bastantes precondiciones para estas cosas hoy. Las semillas de todo esto ya han sido sembradas. Por ejemplo hemos visto el aterrador incidente en el que, a través de un ser humano, Ahriman ha estado entre nosotros como un escritor, quizás no en el ser humano completo sino a través de una debilidad temporal de aquel ser humano. Nietzsche fue un brillante y espléndido escritor, pero durante los períodos en que estaba escribiendo El Anticristo y Ecce Homo, la individualidad de Nietzsche no estaba en él. Conozco la individualidad de Nietszche, la he descrito incluso en mi libro El curso de mi vida1. A través de él directamente Ahriman se convirtió en autor, y Ahriman es un autor mucho más brillante que los seres humanos.

Los poderes ahrimánicos interferirán cada vez más, de tal modo que los espíritus ahrimánicos utilizarán cuerpos humanos para toda clase de acciones. Llegará un momento en que los Cristianos, al encontrarse con alguna persona, tendrán que preguntarse seriamente a sí mismos: ¿es este un ser humano o es un disfraz para los espíritus ahrimánicos? Tendremos que añadir esto a las distinciones que ya hacemos sobre las personas. Así esta será la segunda caída: la Bestia demoníaca y su Profeta. Ellos mismos tomarán posesión de los cuerpos de los seres humanos. Pero la Bestia y su Profeta serán derribados. Así tenemos primero la caída de los seres humanos corruptos y después la caída de ciertos espíritus corruptos que están cerca de los seres humanos. Estos espíritus caerán como consecuencia de la segunda caída.

Después de esto el Libro del Apocalipsis habla de una tercera caída, la caída de Satán. Satán es un ser elevado que, sin embargo, holla otro sendero que aquellos que pueden ser recorridos en la tierra. La Bestia y el Falso Profeta son poderes que seducen a los seres humanos, que tienen la voluntad de tentar a la humanidad a los senderos erróneos tanto moral como intelectualmente. El poder, mis queridos amigos, al que nos referimos cuando hablamos de la caída de Satán, tiene unos planes completamente distintos. No sólo quiere arrojar a la humanidad fuera de su camino sino que también quiere hacer esto con la tierra como un todo. Desde el punto de vista de los seres humanos y de la tierra este poder es un terrible adversario de Dios.

Pero, como veis, podríamos decir hipotéticamente –pues sólo de esta manera podemos hacerlo sin caer en el pecado, o más específicamente en el pecado espiritual- podríamos decir lo siguiente. Podríamos preguntar: si no consideramos esto desde el punto de vista de la evolución humana y terrestre, si lo consideramos desde otros puntos de vista más elevados, ¿cual, entonces, es la posición de este poder de Satán contra otros espíritus en el cosmos?

No es sorprendente que Micael, cuyo punto de vista difiere del de los seres humanos, tenga una visión bastante distinta sobre Satán. Los seres humanos permanecen en lo abstracto y creen que Satán es un poder maligno. Pero Satán es también un poder elevado, incluso aunque esté equivocado en la forma en que contempla las direcciones que son adecuadas para la tierra. Es un poder elevado. Micael, que tiene el grado de un arcángel, no tiene el rango de Satán, que tiene el grado de Archai. Micael es ‘sólo’ un arcángel. Desde el punto de vista de Micael, Satán no es un poder a despreciar, sino un poder a temer inmensamente, pues Micael ve este poder, que pertenece a la jerarquía de los Archai como más elevado que él mismo. Micael, sin embargo, ha escogido ir en la misma dirección que la evolución terrestre.

Hace mucho tiempo Micael decidió actuar en aquellas órbitas planetarias que están predestinadas por la existencia del sol. Satán es un poder que está siempre a la espera en el cosmos. Hay algo inquietante en la manera en que Satán está a la espera. Podemos percibir esto, queridos amigos, en aquellos momentos en que vemos un cometa atravesando nuestro cielo, un cometa que sigue una órbita bastante diferente a la de los planetas.

Si lo dibujamos como lo vio Copérnico, que no es muy correcto astronómicamente, pero eso no es relevante aquí, tenemos al Sol; después Mercurio, Venus, Tierra, Marte, que son los planetas interiores. Los planetas exteriores son Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Si lo dibujamos así tenemos que imaginar cómo los cometas tienen órbitas completamente irregulares en contraposición a las órbitas regulares de los planetas. La idea de que estos cometas describen elipses alargadas no es ninguna tontería, pero no necesitamos entrar en eso ahora. De cualquier forma, las órbitas de los cometas, en la medida en que entran en nuestro sistema planetario, no tienen relación con las órbitas de los planetas.

Satán está a la espera de todo cometa que aparece. Quiere apoderarse de él y utilizar la dirección de su momentum para trastocar las órbitas de los planetas y alterar así también la de la tierra. Esto está sucediendo realmente en el universo: las fuerzas satánicas están a la espera con la intención de cambiar el sistema planetario entero. Si lo lograran, el sistema planetario, en cuyas órbitas se supone que van a vivir los seres humanos, sería alejado de esos poderes divinos y espirituales, y sería expelido en direcciones evolutivas cósmicas bastante diferentes. Micael ve esta intención como un terrible error, sobre el que tiene que decir esto: sería inútil para mí abrigar intención alguna sobre ello, ya que sería de todos modos un propósito sin efectividad para un ser de la jerarquía de los Archangeloi. Sólo seres de la jerarquía de los Archai tendrían la fuerza suficiente como para lograr tal cosa. Entre las órbitas de los planetas, Micael actúa desde el Sol y se ha convertido en lo que el ocultismo llama el arcángel de los períodos orbitales, o el espíritu de los planetas. Él decidió hace mucho tiempo continuar su trabajo dentro de los períodos orbitales. Permanecer con estos períodos orbitales es una decisión angélica.

En un momento específico durante el antiguo período Atlante fue posible aprender a través de los Misterios en los que los dioses estaban que las huestes de los Archangeloi, a los que se refieren arcángeles como Orifiel, Anael, Zacariel etc., tomaron la decisión de permanecer dentro de las órbitas predeterminadas de los planetas. Esto sucedió en un tiempo particular.

Pero las poderosas cohortes dirigidas por Satán han fracasado hasta este día en tomar esta decisión. Están aún tratando de utilizar la órbita de todo cometa para provocar una configuración diferente en el sistema planetario. Estamos aquí enfrentados con un adversario de Cristo, uno que quiere no simplemente corromper a los individuos, ni corromper a grupos de individuos, o a una comunidad humana, como hacen la Bestia y el Falso Profeta. Con Satán y sus cohortes nos enfrentamos con los esfuerzos de atacar la tierra en su contexto de sistema planetario como un todo. Esa es la tercera caída del Libro del Apocalipsis. En relación con las primeras dos caídas se nos habla del regocijo de los seres espirituales luciféricos.

Nosotros también debemos prever estas cosas que el escritor del Apocalipsis nos cuenta. La primera etapa, la caída de Babilonia, que traerá seres humanos que se han extraviado y que muestran esto incluso en su constitución física, de tal forma que no pueda haber posibilidad de que estos cuerpos humanos, sobre los que el ‘Yo’ y el cuerpo astral han perdido el control, puedan hacerse utilizables nunca en el futuro. Estos cuerpos deben ser dados por perdidos, aunque no el ‘Yo’ y el cuerpo astral que les pertenecen, pues estos continúan a lo largo de los senderos del karma en la humanidad. En un determinado período veremos seres humanos deambulando sin sus cuerpos, seres humanos que han caído presa de la tentación Babilónica y cuyos cuerpos se han caído de la evolución. Esa es la caída de Babilonia.

En la segunda etapa habrá personas por ahí de las que uno tendrá que decir, y esto será visible: en estas personas viven los poderes ahrimánicos, aquí está directamente implicado Ahriman. Esta es la Bestia, la caída de la Bestia y del Falso Profeta de la Bestia que no es humano, sino suprahumano.

En la tercera etapa se percibirá que algo acerca de las leyes de la naturaleza se hace inexplicable. Será la experiencia más grande y significativa a través de la cual los seres humanos tendrán que pasar en el futuro cuando tengan que reconocer que algo inexplicable está sucediendo en las leyes de la naturaleza, que están sucediendo fenómenos que no encajan en las leyes de la naturaleza. Esto sucederá hasta un alto grado, y no será simplemente un asunto de calcular mal la posición de un planeta, de tal modo que no llegue a la posición que uno ha calculado.

Satán logrará dar sus pasos iniciales para traer el desorden en el sistema planetario. La humanidad tendrá que desarrollar una fuerte espiritualidad para contrarrestar esto. El desorden que surgirá sólo podrá ser contrarrestado por la fuerte espiritualidad de los seres humanos.

Estas son cosas, como veis, que debemos prever hoy cuando invocamos ante nuestra alma las etapas futuras de la evolución terrestre y humana. Estas son cosas que debemos ver cuando el escritor del Apocalipsis nos habla. Debéis esforzaros, queridos amigos, en situaros en esta concurrencia entre lo que puede obtenerse de la Antroposofía y lo que el escritor del Apocalipsis nos revela.

Basándonos en revelaciones existentes podemos decir hoy ya sobre los cometas que Satán está a la espera en el universo para utilizar las órbitas de los cometas y ponerlas en lugar del cosmos. Si asumís esto a través de vuestra comprensión antroposófica y podéis redescubrirlo en el Libro del Apocalipsis, entonces este redescubrimiento produce algo importante, esto es, una especie de encuentro en el alma con el Libro del Apocalipsis y así con el escritor del Apocalipsis mismo, sí, con el escritor del Apocalipsis mismo: esto es importante. Será extraordinariamente importante para un sacerdote que vive hacia el futuro desarrollar acrecentadamente el deseo, en cualquier momento, ya esté en la tierra o no, de encontrar al escritor del Apocalipsis que de esta manera vió en el futuro tras el Misterio del Gólgota.

Debe surgir entre los sacerdotes el sentimiento de que la ayuda que Juan, el creador del Libro del Apocalipsis, puede dar a aquéllos que quieren actuar de una manera Cristiana, será una ayuda enormemente importante, y será una ayuda muy necesaria. En realidad caminar con Juan el escritor del Apocalipsis será sólo posible si nos acercamos al Libro del Apocalipsis con la actitud anímica que he descrito. Entonces Juan se convertirá en nuestro aliado. Él está, como sabemos, estrechamente relacionado con Jesucristo; él fue iniciado por Jesucristo mismo, es un iniciado de Jesucristo. Es por tanto un aliado importante, y llegar a Cristo a través de él es algo inmensamente importante.

Una comprensión genuina del Libro del Apocalipsis conduce profundamente al reino en que uno tiene la posibilidad más grande concebible de encontrar a Juan y después al Cristo mismo. Esto es profundamente cierto, cierto de una manera que sólo podemos esperar que actúe sobre nuestra alma y en lo más interno del corazón. Es una verdad que acercará al sacerdote de una manera correcta al reino espiritual. Mañana continuaremos a partir de aquí.

1 Ver El Curso de mi Vida (GA 28) de Rudolf Steiner, Epidauro Editora, Argentina, 1997, Capítulo XVIII. Hay descripciones similares en la conferencia del 8 de agosto de 1924 en Relaciones Kármicas, Vol. 3 de Rudolf Steiner y en la conferencia del 20 de julio de 1924 en Relaciones Kármicas, Vol 6, de Rudolf Steiner.


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El objetivo de este blog es publicar en Internet todo el material fuente existente para las transcripciones de las conferencias de Rudolf Steiner de la forma más completa posible, para que este gran tesoro esté disponible para toda la humanidad. Se trata de notas de oyentes, transcripciones de conferencias y, en su mayor parte, transcripciones en texto plano de conferencias estenografiadas, también conocidas como transcripciones en texto plano. De este modo, cualquiera puede comprobar por sí mismo, mediante comparaciones, qué dijo realmente Rudolf Steiner y cómo fue editado (y, por tanto, modificado) en las distintas ediciones. Y por último, pero no menos importante, también encontrarán mucho material inédito. La obra de Rudolf Steiner es de dominio público desde 1996 y, por tanto, pertenece legalmente a toda la humanidad. Él mismo habría elegido una fecha mucho más temprana para la publicación de su obra, como se desprende de los pasajes sobre propiedad intelectual que citamos a continuación; Incluso el período de protección de 30 años que se aplicaba entonces le parecía demasiado largo. ¿Y qué habría dicho sobre el hecho de que 85 años después de su muerte, parte de su obra docente siga inédita y acumulando polvo en los archivos? Él mismo encontró una expresión adecuada para esto: Fue puesto en un ataúd. Este sitio web está destinado a ayudar a liberarlo de este ataúd. "Lo que el hombre puede crear a partir de sus capacidades intelectuales se lo debe a la sociedad humana, al orden social humano. En realidad, no le pertenece. ¿Por qué gestionamos nuestra propiedad intelectual? Simplemente porque la produces; al producirla, demuestras que tienes la capacidad de hacerlo mejor que los demás. Mientras tengas esa capacidad mejor que los demás, gestionarás mejor esa propiedad intelectual al servicio del conjunto. Ahora la gente se ha dado cuenta al menos de que esta propiedad intelectual no se perpetúa sin fin. Treinta años después de la muerte, la propiedad intelectual pertenece a toda la humanidad. Cualquiera puede imprimir lo que yo he producido treinta años después de mi muerte. Puede utilizarlo como quiera; y eso está bien. Incluso estaría de acuerdo si hubiera más derechos en este ámbito. No hay otra justificación para la gestión de la propiedad intelectual que el hecho de que, porque se puede producir, también se tienen las mejores capacidades [...] Será una forma sana de socializar el capital si hacemos fluir en el organismo social lo que hoy se acumula como capital en el derecho de sucesiones, en el surgimiento de las pensiones, del derecho de las manos ociosas, de los derechos humanos superfluos, lo que así se acumula en capital; eso es lo que importa. Ni siquiera hace falta decir que la propiedad privada debe convertirse en propiedad social. El concepto de propiedad no tendrá ningún significado". Rudolf Steiner el 25 de abril de 1919