1.-Berlín Schlachtensee verano de 1903 Lecciones particulares El Logos Solar - los diez avatares - GA088

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RUDOLF STEINER

para Marie von Sivers, Olga von Sivers y Maria von Strauch-Spettini

El Logo Solar

Los diez avatares

Berlín Schlachtensee verano de 1903

Las formas exteriores del mundo de las apariencias tienen un significado interior además de su significado exterior; son, por así decirlo, símbolos de una fase anterior de desarrollo. "Todo lo que es pasajero es sólo una semejanza" para quien mira más profundamente. Para el psicógrafo, que con facultad astral mira en el devenir interior, en el alma del mundo, las cosas del mundo de las apariencias desvelan su historia interior. El ojo del Dangma * ve las transformaciones del Logos en una serie de desarrollos. Los libros sagrados de los Vedas y la Crónica Rosacruz hablan de diez de estos avataras o metamorfosis de nuestro actual Logos solar. Para el órgano clarividente, el pez lanceolado de hoy (Amphioxus lanceolatus) es el signo recordatorio de una encarnación del Logos solar y una metáfora premonitoria de los vertebrados. Esto puede imaginarse pensando en los signos de la hoz, el escorpión, el pez, etc. del calendario, que son símbolos de procesos en el mundo celeste. Los huesos vertebrales a partir de los cuales se desarrollaron sucesivamente los peces, los anfibios, las aves y los mamíferos sólo estaban presentes en la premonición, del mismo modo que en los peces lanceolados actuales el órgano sensorial está indicado por un único cordón nervioso a partir del cual se organizó en desarrollos posteriores el cerebro de los animales acuáticos, los peces.
La primera metamorfosis del logotipo del sol se expresa en la Crónica Rosa-Cruz con las siguientes palabras:

La única sustancia madre de la luz espiritual amaneció en sí misma. Y de la densidad naciente de la materia surgió la especialidad espiritual, que empatizó con el crepúsculo de la materia. El espíritu del mundo vive en este sentimiento como el alma cuyo cuerpo son las aguas.

Indio: Matsya = pez

Primer avatar.

El Logos Solar encarna como modelo y guía en medio de una nueva fase de desarrollo. Originalmente el espíritu amaneció en sí mismo, espíritu y materia siguen indiferenciados el uno en el otro. Así, hoy en día, los moluscos y los gusanos aún no muestran una vida nerviosa separada, la sensación impregna toda la sustancia unificada de la que están compuestos. En el caso del primer Avatar, el espíritu se separó de la envoltura astral, fina y material, en forma de huevo, y formó en ella un punto luminoso, penetrándola con sus rayos. Todo desarrollo es polar.

Y la luz espiritual produce en sí misma una espiritualidad aún más elevada, hace surgir de sí misma una materia mental aún más fina -en la que más tarde se construye el cerebro-, el sentimiento, la materia astral [es] empujada hacia atrás, se envuelve protectoramente en su polo más exterior con una materia aún más firme, a partir de la cual se desarrolla más tarde lo físico. Este sería el segundo Avatar, la segunda metamorfosis de la Deidad, que la Crónica Rosacruz expresa con las siguientes palabras:

Y del cuerpo acuoso de la vida surgió el sentimiento, atrayendo hacia sí la solidez que dormita en las aguas. La solidez material se convirtió en el ropaje del sentimiento. El vestido se adaptaba temblorosamente a la vida del alma del mundo, el alma creaba armonía en el vestido tembloroso.

El signo recordatorio del segundo Avatar es Kurma, la tortuga (anfibios). Por eso Paracelso veía en los anfibios animales de naturaleza aún más cercana a la deidad. Segundo tercio de la segunda ronda.

En la tercera metamorfosis del Logos, la espiritualidad se repliega aún más sobre sí misma, la materia astral se expande, se hace más fuerte y más firme, y el ser humano en desarrollo vive enteramente en su poderoso poder y en su fuerza, mientras que el espíritu está en estado de sueño.  La materia astral tuvo primero que hacerse resistente a la yoidad invisible para poder ser superada de nuevo más tarde.

El signo recordatorio del tercer Avatar, al comienzo de la tercera ronda, se llama Varaha, el Jabalí. La Crónica Rosacruz dice:

La vestimenta debe ser firme contra las tormentas de lo material: debe ser una cubierta fuerte para su maestro espiritual, y la cubierta debe, por lo tanto, vivir en la yoidad. Así, el alma del mundo se vistió con el ropaje del animal fuerte.

En el cuarto avatar, (primer tercio de la cuarta ronda) este hombre animal se convirtió en gobernante. Gigante en su poder material, atrajo la espiritualidad completamente hacia sí y se hizo dueño de ella, protegiéndola con su poderoso poder. Una pequeña parte permaneció como amonestador , y conectada con el Todo se convirtió en el alma -simbolizada como un enano- de Narasimha, el poder del león humano.

Y la fuerte animalidad se convirtió en el yo, el poder propio fluyendo a través de los lomos de lo material, rechazando el poder enemigo del tierno yo espiritual, que duerme como amonestador en la fuerte animalidad del león humano.

Pero el enano del espíritu, Vamana, hace fluir su poder animador a través de los miembros del gigante, lo dirige y se hace dueño del león de los hombres, igual que el gigante Goliat fue dominado por el enano David. Y el amonestador , también, es ahora completamente arrastrado a lo material y pierde la última conexión con el Alma Toda. El ser humano es ahora totalmente autosuficiente y ha alcanzado el máximo grado de aislamiento.
En primer lugar, este espíritu, secretado en la sustancia, lucha en egoísmo y arbitrariedad contra los otros espíritus secretados; se vuelve ilimitado porque faltan el avisador y la guía. Es el hombre físico, y el quinto avatar es:

Y el amonestador se convirtió en el soberano de la fuerte bestialidad del león de los hombres. El enano conquistó el poderoso poder del gigante: y la vida espiritual despertó en las enormes extremidades de la bestia.

Ahora el sexto Avatar aparece como el primer legislador y la ley ahora castiga el mal uso del poder del guerrero. Es la era de Parashu-Rama (padre de Rama).  Dirige a los guerreros y los somete a la dura pero buena ley.

Sexto Avatar:

En adelante, no deberán extenderse las entrañas del cuerpo sin el poder direccional de la vida espiritual. Porque tal extensión ajena al espíritu sería malvada. La vida espiritual se interpuso entre los guerreros dotados de entrañas, y la buena ley quiso castigar a las fuerzas ajenas al espíritu.

Ahora, como séptima metamorfosis del Logos, apareció Rama, el hijo de Parashu-Rama, y suavizó en amor la dureza y severidad de los mandamientos y los guerreros amaron la ley en obediencia voluntaria. Fue el primer rey ideal, aún legendario, de los indios y de todos los demás pueblos.

Séptimo avatar:

La imposición del ser espiritual era seria y estricta. Entonces dio lugar a la clemencia. El duro mandamiento de la ley se disolvió en el amor.

Ahora Krishna apareció como la octava encarnación del Dios, enseñó a la gente a sentir el amor como dicha y vivió como un ejemplo para ellos en la dicha:

Y la semilla del amor floreció y dio fruto de amor, que se llama beatitud. Y la beatitud misma era el hombre.

Hasta este punto la vida del hombre había sido un ascenso hasta el nivel de Budhi de la dicha, pero ahora había que recorrer el camino de vuelta hacia abajo del arco para aprender la sabiduría y liberar a Manas a través del trabajo, a través del karma, y volver a conectar con Budhi. Y así apareció Buda como guía y arquetipo, muy por delante de la evolución de la humanidad, para mostrarles el camino. Por lo que el noveno Avatar se llama Buda.

Y la bienaventuranza envió a su Hijo a la tierra, que se llama Sabiduría encarnada. Y habitó en el cuerpo mortal del cuerpo del Hijo del Rey. - Buda.

El décimo Avatar: Este es él que vendrá; Kalki, dice el indio. La Crónica Rosacruz dice:

Pero cuando los tiempos se hayan cumplido, el ojo se abra y el destino humano se vuelva luminoso en su interior, elige la figura luminosa como guía: entonces el propio destino se convertirá en tu Ley y voluntad amorosa. Cuyo ojo se abre, él ve crecer rosas vivas hasta la cruz.

Para los Rosacruces, Cristo era esta venida, Cristo como la cristalización siempre en evolución en el modelo luminoso de la humanidad en evolución ascendente, que como Jesús tomó sobre sí el karma humano y a través de siempre nuevas encarnaciones permanece conectado con el karma de la Cristiandad, guiándola y dirigiéndola hasta el final de esta raza.

Todas las leyendas de vida de los Nirmanakayas, los maestros de la humanidad, eran similares, estaban seleccionadas según un cierto esquema: vida, tentación, muerte sacrificial y transfiguración, para el propósito común en el descenso a la materia: Zaratustra, Hermes, los maestros druidas, Buda, Cristo. Hasta el momento de la transfiguración, la vida de Jesús y de Buda es la misma; a partir de aquí se produce un cambio, y Cristo desciende a lo más profundo de la materia, pues se le encomienda una tarea especial. Cuando la individualidad del Mahaguru encarnó como Buda, Una vez más Buda tuvo que encarnarse como Shankaracharya, y de él se formaron los maestros tibetanos, los Mahatmas, que en parte transmitieron al público las enseñanzas de la Teosofía, para devolver a las diversas religiones el contenido esotérico que subyace en todas ellas por igual, y elevar el bajo nivel espiritual de la humanidad. Cuando la individualidad del Mahaguru encarnó en Christo, no eligió, como solía hacer, una materia embrionaria virgen, pura y libre de karma, sino que descendió más abajo para llevar hasta la materia más densa a la transfiguración espiritual en plena hermandad con la humanidad como carne de su carne. Así surgió el misterio de Cristo: que el Mahaguru tomó posesión del cuerpo de un Mahatma inferior, un chela de la tercera iniciación, el Jesús de treinta años, cuyo cuerpo ya había pasado por la vida y había formado karma. A partir de entonces, el gran maestro de la humanidad apareció como Cristo. Hasta la transfiguración, la vida de Jesús se parece a la de Buda, pero a partir de aquí comienza la tragedia del Cristo. Tuvo el destino de experimentar la muerte de cruz y la resurrección, que por lo demás sólo se realizaban simbólicamente en secreto, ahora de forma ejemplar y pública en su propio cuerpo, para elevar con este sacrificio a la gran masa de la humanidad y conducirla hacia la redención de la materia inferior. Así, por un lado, Buda se sitúa en un nivel superior porque permaneció más exaltado, sin ser tocado por la materia inferior y sólo enseñó, y por otro lado, Cristo se sitúa más alto porque realizó el sacrificio mayor y mediante su descenso a la materia física más densa la trajo de vuelta espiritualizada.
Cristo no dejó documentos como otros grandes maestros de la humanidad. Su tarea consistía en vivir estas enseñanzas, que ya estaban ahí, vivir de manera ejemplar para la humanidad y liberar así la enseñanza mistérica para llevar a la mayor masa posible de la humanidad a una evolución espiritual más rápida. Así hizo el mayor sacrificio a la humanidad: Su espíritu luminoso descendió a la materia más oscura.

Anotación en el cuaderno sobre la primera lección del verano de 1903 (Archivo nº NB 427)

I

La única sustancia madre de la luz espiritual amaneció en sí misma. Y de la densidad naciente de la materia, surgió la especificidad espiritual, sintiendo en el amanecer material, El espíritu del mundo vive en este sentir como el alma, cuyo cuerpo son las aguas. = Matsya

                                                                                         = pescado

II

Y del cuerpo acuoso de la vida surgió el sentimiento, atrayendo hacia sí la solidez que dormita en las aguas. La solidez material se convirtió en el ropaje del sentimiento. El vestido se adaptó temblorosamente a la vida del alma del mundo, la armonía fue creada por el alma en el vestido tembloroso. = Kurma

                      Tortuga

III

La vestimenta debe ser firme contra las tormentas de lo material: debe ser una cubierta fuerte para su maestro espiritual, y la cubierta debe por lo tanto vivir en la mismidad. Así, el alma del mundo se vistió con el ropaje del animal fuerte. = Varatha [Varaha] 

                                                       Jabalí

IV

Y la fuerte bestialidad se convirtió en el yo, el poder del yo fluyendo a través de las entrañas de la materia, protegiéndose del poder enemigo del tierno yo-espíritu, que duerme como un advertidor en la fuerte bestialidad del león humano.= Nara-simha

                                                         León humano.

V

Y el amonestador se convirtió en el soberano de la fuerte bestialidad del hombre-león. El enano venció el poderoso poder del gigante: y la vida espiritual que él despertó en los miembros masivos de la bestia.= Vahama [Vamana] "Enano

VI

En adelante, no deberán extenderse las entrañas del cuerpo sin el poder direccional de la vida espiritual. Porque tal extensión ajena al espíritu sería malvada. La vida espiritual se interpuso entre los guerreros dotados de entrañas, y la buena ley quiso castigar a las fuerzas ajenas al espíritu. = Parashurama.

VII

La compulsión del ser espiritual era seria y estricta. En el amor se disolvió el duro mandamiento de la ley. = Rama, el rey ideal

VIII

Y la semilla del amor floreció y dio a luz el fruto del amor, que se llama bienaventuranza. Y la propia bienaventuranza era el hombre= Krishna

IX

Y la bienaventuranza envió a su hijo a la tierra: que se llama la sabiduría encarnada. Y ella habitó en el cuerpo mortal del Hijo del Rey. = Buda.

X

Pero cuando los tiempos se cumplen, el ojo se abre y el destino humano se vuelve luminoso en su interior, elige la figura luminosa como guía: entonces el destino mismo se convierte en ley para ti y en voluntad amorosa. Kalki 

* Dangma (tibetano: alma pura) es la designación de un clarividente altamente desarrollado cuya visión espiritual se extiende más allá del Devacán y que, por lo tanto, aún puede ver lo que sucede cuando el desarrollo del mundo se retira de la apariencia externa al estado de reposo de Pralaya.

Traducido por J.Luelmo dic.2022