GA121 9ª CRISTIANIA 15 JUNIO DE 1910 -la misión de las almas nacionales

GA 0121 Rudolf Steiner 


LAS ALMAS NACIONALES Y SU MISIÓN

 9ª CONFERENCIA
 CRISTIANIA 15 JUNIO DE 1910      

 Si entre mis oyentes hay alguien que desee analizar filosóficamente la conferencia de ayer, tal vez se encuentren con dificultades, dificultades aparentes y en el fondo motivadas, porque habrán oído en anteriores presentaciones sobre temas similares, que toda nuestra época post-atlante e incluso las últimas épocas de la evolución atlante, tuvieron lugar con el propósito de desarrollar gradualmente el «yo» humano como tal, y llevarlo cada vez más a la conciencia. 
En relación con esto, se ha dicho que en algunos aspectos, los que pertenecían a la antigua civilización india fueron los primeros, que después de haber podido mirar en un mundo espiritual por medio de la antigua clarividencia durante la antigua Atlántida, todavía entonces presente en toda la primera época de la civilización post-atlántica, fueron trasladados directamente de ese estado clarividente al mundo físico. 
Veían este mundo físico de tal manera que surgía la sensación de que lo que había detrás de ellos en el mundo espiritual era la verdadera realidad; lo que estaba afuera en el mundo era simplemente maya o ilusión. Ahora bien, en nuestra última conferencia se explicaba, conforme a los hechos, que las personas pertenecientes a aquella antigua civilización india, en cierta medida, habían pasado por un rico desarrollo del alma, y también que esto lo habían obtenido mientras su "Yo" estaba más o menos dormido, es decir, que el 'Yo' se despertó después de que este desarrollo de maduración del alma ya había sido adquirido. Ahora posiblemente se pregunten: ¿Qué pasó entonces con estos pueblos indios en el intervalo? Porque los pueblos indios deben, por así decirlo, haber pasado a través de todo este desarrollo del alma de una manera completamente diferente a la de los europeos, y especialmente los pueblos germánicos, que estaban presentes con su 'Yo' mientras sus capacidades evolucionaban gradualmente, pudiendo así ver cómo los poderes divino-espirituales obraban en sus almas. 
Tal vez les resulte difícil hacer que esto esté de acuerdo con lo que se dijo, si tuvieran que pensar filosóficamente respecto a la conferencia de ayer. Para aquellos que desean analizar la conferencia de una manera no del todo imparcial, sino desde una forma de pensar filosófica como esta, debo agregar algo entre paréntesis, a modo de explicación. La aparente contradicción desaparecerá de inmediato si reflexionan que, con respecto al "Yo" y la posibilidad de percibirlo, el hombre se encuentra en una posición totalmente diferente que con respecto a cualquier otro objeto. 
Si ustedes 'perciben' cualquier otro objeto, o cualquier otro ser que no sea el 'yo', en el acto de la cognición, realmente siempre está tratando, por tanto con dos cosas, con el conocedor, el poder de conocer y el objeto a conocer. Si lo que se conoce es un hombre, un animal, un árbol o una piedra, no hay ninguna diferencia en el acto puramente formal de la cognición. 
Pero es un asunto diferente con respecto al "yo". Allí el conocedor y lo que se conoce son la misma cosa. Lo importante en la evolución humana, en el desarrollo humano es, que estas dos cosas están separadas. Aquellos que desarrollaron la madura cultura india en la época posterior a la Atlántida, desarrollaron el "Yo" subjetivamente como un conocedor, y esta elevación subjetiva del "Yo" a una cierta altura dentro del poder del alma humana puede existir durante mucho tiempo antes de que el hombre también adquiera el poder de ver el "yo" objetivamente como una entidad. 
Por otro lado, los pueblos de Europa desarrollaron comparativamente temprano, mientras aún se encontraban en su antigua clarividencia, el poder de ver objetivamente "el Yo"; es decir, percibían interiormente el "yo" que veían clarividentemente, como una entidad entre otras entidades. Si distinguen cuidadosamente entre estas cosas, también podrán entenderlo filosóficamente, como lo hacen con las cosas de la Ciencia Espiritual, solo basta con hacerlo correctamente. 
Si prefieren las fórmulas filosóficas, podríamos expresarlo así: La cultura india representa un alma que ha alcanzado un alto grado de subjetivación del "Yo", mucho antes de que pudiera ver este "Yo" objetivamente. Los pueblos germánicos de Europa desarrollaron la visión del "Yo" mucho antes de que tomaran conciencia del verdadero esfuerzo interior hacia el "Yo". Clarividentemente, vieron el amanecer de su propio "Yo", su imagen imaginativa. En el mundo astral que les rodeaba, habían visto al "Yo" objetivamente durante mucho tiempo, en medio de los otros seres que percibían clarividentemente. 

Por lo tanto, debemos concebir esta antítesis de una manera puramente formal, así entonces también comprenderemos por qué Europa fue el terreno destinado a poner este "yo" del hombre en relación con los otros seres, los Ángeles y los Arcángeles, como señalé ayer en relación con la mitología. Si tienen esto en cuenta, comprenderán por qué Europa estaba destinada a relacionar el "yo" de muchas maneras diferentes, tanto al mundo que parecía ser el mundo sensorial del hombre, como también que el "yo", el núcleo real del ser humano puede entrar en las relaciones más variadas con el mundo exterior. Anteriormente, antes de que el hombre viera su "yo", antes de que lo percibiera, estas relaciones estaban reguladas para él por los seres superiores, y él mismo no podía hacer nada al respecto. 

La relación en la que se encontraba con el mundo exterior era instintiva. Lo esencial en el desarrollo del "yo" es que toma cada vez más en sus propias manos la tarea de regular su propia relación con el mundo exterior. La tarea de las naciones europeas fue esencialmente lograr de alguna manera esta relación del "yo" con el mundo entero; y las almas-guía nacionales tenían, y todavía tienen, la tarea de dirigir a los europeos en la forma de relacionar su "Yo" con el mundo exterior, con otros hombres y con los Seres Divino-Espirituales; de modo que, en general, fue dentro de la civilización europea donde se comenzó a hablar de la relación del "yo" con el universo entero. De ahí el matiz fundamental completamente diferente en la antigua cosmogonía india, de la que predomina en la cultura mitológica europea. Allá en el Este, todo es impersonal y sobre todo, se requiere que sea impersonal en el conocimiento, suprimiendo el "Yo", por así decirlo, para fundirse en Brahma y encontrar el Atma dentro de si mismo.

El principal requisito es que sea impersonal. En Europa, este "Yo" humano está en todas partes situado en el centro de la vida humana, conforme a sus tendencias desde el principio y a cómo se ha ido desarrollando gradualmente en el curso de la evolución. Por lo tanto, en Europa se presta especial atención a considerar todo en su relación con el "Yo", a explicar clarividentemente con relación al "Yo" todo lo que ha participado en este desarrollo del "Yo" en la existencia terrenal. Ahora todos saben que, fuerzas provenientes de dos diferentes direcciones, han tomado parte en el desarrollo del hombre terrenal, que estaba destinado gradualmente a adquirir su "Yo". Desde la época lemúrica, esas fuerzas que llamamos luciféricas se imprimieron en el ser interior del hombre, en su cuerpo astral. 
Respecto a estas fuerzas, ustedes saben que su principal ataque al hombre lo efectuaron deslizándose en sus deseos, impulsos y pasiones. A través de ello el hombre obtuvo dos cosas: la capacidad de convertirse en un ser libre e independiente para resplandecer con entusiasmo por medio de lo que piensa, siente y quiere; mientras que con respecto a sus propios asuntos, seguía siendo guiado por seres divinos espirituales. Pero, por otro lado, mediante esos poderes luciféricos el hombre tuvo que soportar la posibilidad de caer en el mal por medio de sus pasiones, emociones y deseos. La actividad de Lucifer, por lo tanto, en nuestra existencia en la tierra es tal, que su punto de ataque está dentro del hombre, donde el cuerpo astral humano actúa; y donde la naturaleza astral ha afectado al "yo", el cual, también ha sido permeado por el poder luciférico. 
Por lo tanto, cuando hablamos de Lucifer, hablamos de aquello que ha causado que el hombre se hunda más profundamente en la existencia material sensorial de lo que hubiera sido sin esa influencia. Por lo tanto, debemos agradecer a los poderes luciféricos por algo que es lo más valioso para el hombre, a saber, la libertad y algo que es horrendo, la posibilidad del mal. Pero ahora también sabemos que, como consecuencia de que estas potencias luciféricas intervinieron en toda la constitución de la naturaleza humana, más tarde pudieron entrar otras potencias que no hubieran podido hacerlo, si antes no se hubiera establecido en el organismo humano Lucifer. El hombre vería el mundo de manera diferente si no hubiera caído bajo la influencia de Lucifer y de aquellos que eran sus seguidores, si no se hubiera visto obligado a permitir que otra fuerza se le acercase después de que fuese posible que el poder luciférico entrara en él. 

Ahriman se acercó desde afuera y se coló en el gran mundo de la Naturaleza que rodea al hombre; de modo que la influencia ahrimánica es, después de todo, una consecuencia de la influencia luciférica. El hombre es, por así decirlo, atacado por Lucifer desde adentro, y como consecuencia de eso es atacado por lo que actúa desde afuera, por Ahriman. La ciencia espiritual de todas los tiempos, que realmente conoce los hechos, habla tanto de los poderes luciféricos como de los ahrimánicos. Les parecerá muy notable que en la visión de los diversos pueblos, donde estos puntos de vista se expresan en forma de mitología, no siempre se encuentre una conciencia igualmente clara de Lucifer por un lado y de Ahriman por el otro. Por ejemplo, no hay una clara conciencia de esto en la concepción religiosa erigida a partir de toda la tradición semítica como se establece en el Antiguo Testamento. Sólo aparece allí una cierta conciencia de la influencia luciférica; eso puede deducirse en el Antiguo Testamento del relato dado de la Serpiente, que no es más que una imagen de Lucifer. A partir de esto se puede ver que había una conciencia distinta del papel desempeñado en la evolución por Lucifer. Es fácil rastrear esta conciencia en todas las tradiciones que están relacionadas con la Biblia. 

Pero la conciencia de la influencia ahrimánica no se encuentra allí de la misma manera; eso solo se encuentra allá donde la ciencia espiritual se ha enseñado. Por lo tanto, aquellos que escribieron los evangelios también han tomado nota de ello. Encontrarán, que en el Evangelio de San Marcos, donde se habla de la tentación, se habla de un "diablo" (en el tiempo que fueron escritos los Evangelios, la palabra "diablo" (dämon) se tomó del griego,); pero cuando se trata de Ahriman, se usa la palabra "Satanás". Pero, ¿quién nota la importante diferencia entre el Evangelio de San Marcos y el de San Mateo? Exotéricamente estas distinciones finas no se notan en absoluto. En la tradición externa esta diferencia no existe. Esta diferencia es muy notable en el contraste entre India y Persia. Allí en determinado período, se vio reflejado de una manera muy notable. Persia sabía poco de la influencia luciférica; Allí lo Ahrimanico era lo más visto. En particular, está la batalla contra las fuerzas que nos proporcionan una imagen externa y falsa del mundo, y que nos llevan a la oscuridad y la penumbra con respecto a la relación del hombre con el mundo exterior. Ahriman es llamado preferiblemente un oponente del Bien y un enemigo de la Luz. ¿Cómo se produjo eso? Se produjo porque en la segunda época de la civilización post-atlántica, las capacidades humanas de percepción se desarrollaron en relación con la visión del mundo exterior. 

Tengan en cuenta que Zoroastro se encargó de comprender y dar a conocer el Espíritu del Sol, el Espíritu de la Luz. Por lo que, tuvo que comenzar señalando que en este mundo se mezclan, además del Espíritu de Luz, el Espíritu de Oscuridad, que atenúan nuestro conocimiento del mundo exterior. La cultura persa dirige su principal atención a la conquista de Ahriman sumándose a los Espíritus que en este país son los grandes Poderes de la Luz. Está organizado para volverse activo en el dominio de lo externo. De ahí que tenga sus ahuras o asuras. Por otro lado, es peligroso para los seguidores de la religión persa descender a ese mundo al que un hombre puede acceder al sumergirse en su propio ser interior; allá, donde los poderes luciféricos se encuentran ocultos, no tendrá nada que ver, ni aún con la posible presencia de buenos poderes. Allí percibe el peligro; dirige su mirada hacia el exterior e imagina que los Asuras de la Luz se oponen a los Asuras de la Oscuridad. Los indios en aquél tiempo siguieron exactamente el curso opuesto. Estaban en un período en el que se esforzaban por elevarse a sí mismos por medio de la contemplación interna, para alcanzar las esferas superiores. Para ellos, la salvación consiste en unirse con las fuerzas que se hallan en la esfera de la visión interior. 

Por lo tanto, consideraron peligroso mirar hacia el mundo exterior en el que habrían de luchar contra Ahriman. Temían al mundo exterior, lo consideraban peligroso. Mientras que los persas evitaban a los devas, los indios los buscaban y querían actuar en su dominio. Pero los persas se dieron la vuelta y evitaron la región en la que, sobre todo, tenía que librarse la batalla contra Lucifer. Pueden buscar cuanto quieran a través de las diferentes mitologías y conceptos del mundo, pero en ninguna de ellas encontrarán (salvo en el caso de la mitología germano-escandinava), un conocimiento tan claro y profundo del hecho de que hay dos influencias actuando sobre el hombre, Debido a que los germano-escandinavos todavía podían ver clarividentemente, eran realmente capaces de ver estas dos fuerzas, y se situaba entre las dos. Diciéndose: "A lo largo de su evolución, el hombre ha visto el acercamiento de ciertas fuerzas interfiriendo en su ser interior, interfiriendo en su cuerpo astral;" y dado que estaba destinado a desarrollar el "Yo", a experimentar la independencia del hombre, no solo sintió la posibilidad del mal, sino que sobre todo sintió, que esas fuerzas se acercaban al cuerpo astral para llevarlo a la libertad e independencia, el elemento de la libertad; se podría decir que sintió, el elemento rebelde que se revela en estas fuerzas. 

En ese fuerza sintió el elemento luciférico, que entonces, incluso participaba en la formación de las razas en los países germano-escandinavos, en la medida en que daba forma externa y color al hombre y lo convertía en un ser activo e independiente en el mundo. Con su visión clarividente, el germano-escandinavo sentía a Lucifer principalmente como aquello que hace que un hombre sea libre, que no está a merced de las fuerzas externas, sino que posee en sí mismo el núcleo firme de la existencia y desea actuar por sí mismo. Esta influencia luciférica era sentida por los germano-escandinavos como beneficiosa. Pero se dio cuenta, que de esta influencia también procedía algo más. Lucifer se oculta tras la figura de Loki, quien posee una forma notablemente iridiscente. Puesto que el hombre del Norte podía ver la realidad, vio que el hilo de los pensamientos de la libertad y la independencia del hombre le conducían hasta Loki; pero a través de la antigua clarividencia también era consciente, de que a través de sus deseos y acciones, una y otra vez se veía arrastrado, haciéndole descender a una posición más baja de la que hubiera tenido si solo se hubiera dedicado a Odin y a Asa, y también se lo atribuye a la influencia de Loki. Y así, por encima de todo, sintió la espantosa grandeza de esta mitología germano-escandinava, sintió con irresistible precisión lo que regresará gradualmente a la conciencia del hombre a través de la ciencia espiritual.

 ¿Cómo actúa pues la influencia luciférica? Se encierra en el cuerpo astral y desde allí trabaja sobre los tres miembros del hombre, sobre el cuerpo astral y sobre los cuerpos etérico y físico. Fuera de la Sociedad Antroposófica, en la actualidad solo se pueden dar insinuaciones sobre esta influencia luciférica. Lo que entenderán cada vez más claramente es que la influencia luciférica se hace sentir de tres maneras diferentes: en el cuerpo astral, en el cuerpo etérico y en el cuerpo físico del hombre. En el cuerpo etérico se produce aquello que incita al hombre a la falsedad y la mentira. La falsedad y la mentira se extienden más allá de la parte interna del hombre. En el cuerpo astral, la parte puramente interna del hombre, el yo está impregnado de la influencia luciférica y esto aparece como egoísmo. El cuerpo etérico está permeado interiormente por el impulso de ser falso y, por lo tanto, tiene la posibilidad de mentir. En el cuerpo físico se producen las enfermedades y la muerte. Eso lo entenderán fácilmente aquellos que estuvieron presentes en mi última serie de conferencias. [Manifestaciones del karma] 
Una vez más señalaré que todo lo que aparece en el cuerpo físico como enfermedad y muerte está conectado kármicamente con lo que llamamos la influencia luciférica. Recapitulemos de nuevo brevemente: Lucifer se manifiesta en el egoísmo del cuerpo astral, en la falsedad y en la mentira del cuerpo etérico, y en la enfermedad y la muerte del cuerpo físico. Naturalmente, todas las personas de hoy en día cuyos pensamientos son materialistas se sorprenderán enormemente de que la Ciencia Espiritual atribuya la enfermedad y la muerte a una influencia Luciférica. Pero esto también está conectado con el karma. La enfermedad y la muerte nunca habrían llegado al hombre si la influencia de Lucifer no hubiera interferido. 
El trabajo kármico de la influencia luciférica ha provocado en el hombre un descenso más profundo hacia lo físico; que por otra parte se ve compensado por la enfermedad y la muerte. Por lo tanto, podemos decir: que a través de la interferencia de la influencia luciférica en el hombre, los cuerpos físico, etérico y astral quedaron subyugados a la enfermedad y la muerte, la mentira y la falsedad y el egoísmo. Me gustaría llamar su atención sobre el hecho de que los científicos materialistas de hoy, aplican la misma explicación de la muerte en los cuerpos de animales y plantas que en el de los hombres. Estas personas no pueden comprender que un fenómeno externo pueda parecerse a otro y, sin embargo, provenir de causas muy diferentes. Los hechos externos pueden proceder de motivos totalmente diferentes. 
La muerte de un animal no procede de las mismas causas originales que la muerte de un hombre, aunque externamente tiene la misma apariencia. Requeriría demasiado tiempo probar estas cosas de acuerdo con la teoría del conocimiento. Quisiera únicamente decir aquí, que lo que a menudo la ciencia llama causalidad, se interpreta erróneamente. Errores como estos, que surgen de la falta de claridad, se cometen a cada paso. Imagínese el caso de un hombre que sube a un tejado, se cae, causándole una herida mortal y es hallado muerto. ¿Qué sería lo más natural decir?: el hombre se cayó, resultó herido de muerte y murió a causa de sus heridas. Pero el caso podría haber sido muy diferente. 
El hombre podría haber tenido un derrame cerebral mientras estaba en el tejado y se habría caído cuando ya estaba muerto; debido a la caída se habrían podido causar las lesiones, por lo que en apariencia, el caso pudo haber sido como se describe y, sin embargo, la muerte se habría producido por una causa completamente diferente. Este es un ejemplo muy burdo, pero los científicos frecuentemente cometen este tipo de errores. Los hechos externos del caso a menudo pueden ser exactamente iguales y, sin embargo, las causas internas pueden ser completamente diferentes. Como resultado de una investigación científica espiritual, simplemente afirmamos, que el resultado de la influencia luciférica en el cuerpo astral es el egoísmo, en el cuerpo etérico la mentira y la falsedad y en el cuerpo físico la enfermedad y la muerte. 
Ahora bien, ¿Qué habría dicho la mitología germano-escandinava si hubiera tenido que atribuir esta triple actividad a Loki, (a Lucifer)? Habría dicho que Loki había engendrado tres crías. La primera es la que produce el egoísmo. Esa es la serpiente de Midgard, mediante la cual se expresa la influencia del espíritu luciférico sobre el cuerpo astral. La segunda es aquella que se entremezcla con el conocimiento humano como error. En el hombre en el plano físico, consiste en aquellas cosas que están en su mente y que están en desacuerdo con el mundo exterior. Ahí está la falsedad. Para los escandinavos, que aún habitaban más en el plano astral, lo que para nosotros es una mentira abstracta, se expresaba de inmediato como un ser astral y vivía como tal en el plano astral. La expresión para todo lo que significaba oscurecimiento de la visión, de una visión incorrecta, se representaba con un animal; y aquí en el norte era principalmente el lobo Fenris. 

Este segundo animal representa la influencia de Loki en el cuerpo etérico, que hace que el hombre tenga la tendencia (viniendo de dentro) a auto-engañarse, a pensar incorrectamente sobre las cosas; es decir, los objetos en el mundo externo no le aparecen de manera correcta. Esto se expresaba generalmente en la antigua mitología germano-escandinava como la figura de un lobo. Esa es la forma astral para la mentira y toda falsedad procedente de impulsos internos. Cuando el hombre entra en relación con el mundo externo, Lucifer y Ahriman se encuentran, de modo que todos los errores que se insinúan en su conocimiento, incluso en su conocimiento clarividente, toda ilusión y toda maya, son la consecuencia de la tendencia a la falsedad que está activa allí. Por lo tanto, en el Lobo Fenris, debemos ver la forma que envuelve al hombre, al no ver las cosas en su verdadera forma. Para el antiguo hombre del norte, cada vez que alguna porción de luz externa, (osea la verdad), aparecía oscurecida, hablaba de un lobo. 

Esto recorre toda la conciencia del Norte, y encontrarán esta imagen utilizada en este sentido, incluso para los hechos externos. Cuando el antiguo escandinavo quería explicar lo que veía durante un eclipse de sol, (por supuesto, un hombre en el tiempo de aquella antigua clarividencia veía de manera muy diferente a un hombre de la actualidad, que ve con la ayuda de un telescopio), elegía la imagen de un lobo persiguiendo al sol, y en el momento en que lo alcanzaba provocaba el eclipse. Eso está en perfecta armonía con los hechos. Esta terminología pertenece a lo más grandioso, sí, incluso a esa grandeza que nos impresiona positivamente en la mitología escandinava. Solo puedo indicarlo levemente aquí; pero si fuera posible hablar durante semanas seguidas sobre esta mitología, verían cómo se llevaba a cabo todo esto. Esto se debe a que la mitología escandinava es el resultado de la antigua clarividencia, en la que, sin embargo, el "yo" actúa en todas partes. 

Las personas materialistas de hoy dirán que esto es una mera superstición; Que no hay ningún lobo persiguiendo al sol. El antiguo e imaginativo escandinavo veía estos hechos en imágenes; y tal vez les podría enumerar muchas supuestas verdades científicas que contienen más influencias Ahrimánicas, es decir, errores mayores que el de la visión astral correspondiente, que dice que el lobo está persiguiendo al sol. Para el ocultista hay algo que es aún una superstición mayor. Es decir, un eclipse que es causado porque la luna se coloca frente al sol. Desde el punto de vista externo es bastante correcto, lo mismo que en el caso del lobo es bastante correcto para la percepción astral. 

De hecho, la visión astral es más correcta que la que se encuentra en los libros modernos, ya que estos últimos está aún más sujetos a errores. Si un hombre percibiera el verdadero estado de las cosas en vez de solo las externas, hallaría que el mito escandinavo es correcto. Sé que estoy diciendo algo que es completamente absurdo para el punto de vista actual, pero también sé que en los círculos antroposóficos se está lo suficientemente avanzado como para indicar que nuestra visión física del mundo está más influenciada por la maya el engaño o la ilusión. Ahora proseguimos a la influencia de Loki sobre el cuerpo físico, donde se produce la enfermedad y la muerte. Su tercera criatura es, por lo tanto, la que produce la enfermedad y la muerte. Esa es Hela. Ahí tienen ustedes expresadas de una manera maravillosa, en las figuras: Hela, el Lobo Fenris y la serpiente Midgard, las influencias de Loki o Lucifer, en la forma en que la antigua clarividencia, que podemos describir como La clarividencia soñadora, las percibía. Si tuviéramos que pasar por la historia completa de Loki, deberíamos encontrar en todas partes que estas cosas arrojan luz sobre el asunto, hasta en los más mínimos detalles. Pero debemos entender claramente que lo que ve el clarividente no es meramente una descripción simbólica alegórica, sino que ve entidades reales, Seres.
Ahora bien, el germano-escandinavo no solo sabía de Loki, de la influencia luciférica; también era consciente de la influencia de Ahriman que venía del otro lado; y aún sabía más, sabía que la exposición a la influencia ahrimánica es consecuencia de la influencia de Loki. Ahora tienen ustedes que trasladarse al tiempo en que el hombre no veía el mundo con una visión física externa, sino que lo contemplaba con la antigua clarividencia, y entonces descubrirán que este mito se formó por aquella clarividencia. ¿Qué es lo que nos dice el mito? La influencia de Loki le sobrevino al hombre, y esto se expresa en la acción de la Serpiente de Midgard, en el Lobo Fenris y en Hela. El hombre se ha visto influenciado de modo tal que su visión, su clara visión luminosa del mundo espiritual se fue debilitando por la creciente presión de la influencia luciférica. En el tiempo en que se desarrolló esta visión, el hombre alternaba entre ver el mundo espiritual y vivir en el plano físico, tal como se alterna ahora entre el despertarse y el dormir. 

Cuando miraba hacia el mundo espiritual, miraba hacia el mundo del cual provenía. El punto esencial es que el mito se originó a partir de la conciencia clarividente. Pero la conciencia humana consistía en ese estado alterno de ver y no poder ver en el mundo espiritual. Cuando la conciencia estaba en estado de sueño, uno veía el mundo espiritual; cuando la conciencia estaba en estado de vigilia, uno estaba ciego a él. Así se alternaban las condiciones de ceguera y de poder contemplar el mundo espiritual. La conciencia se alternaba, tal como un cierto ser cósmico alternaba entre el ciego Hödur y el vidente Baldur, que podía ver el mundo espiritual. Así, el hombre tenía la tendencia a recibir la influencia de Baldur, y se habría desarrollado de acuerdo con esta influencia si no hubiera recibido la influencia de Loki. Sin embargo, Loki, hizo que la naturaleza de Hödur venciera a la naturaleza Baldur. Eso lo expresa Loki al traer el muérdago con el que el ciego Hödur mata a Baldur, el que ve. Loki es, por lo tanto, el poder que trae la muerte, como Lucifer, que ha conducido al hombre hacia Ahriman. Cuando el hombre se consagra al ciego Hödur, la visión clarividente se extingue. 

Representado por el asesinato de Baldur. Esto es percibido por el hombre del norte como la pérdida gradual de los poderes de Baldur, la visión del mundo germánico del norte. Así sintió el hombre del Norte, la desaparición de su clarividencia como si Loki hubiera matado el poder clarividente en Baldur, y todo lo que le queda es su impotencia con respecto a esta clarividencia. Así, uno de los eventos históricos más grandes, la desaparición gradual del antiguo conocimiento, se expresa en el mito de Baldur, Hödur y Loki. Por un lado tenemos a Loki con sus criaturas, los tres seres, y por el otro, el trágico acto del asesinato de Baldur. He ahí pues, cómo podemos ver reflejada en la mitología escandinava, lo que podemos extraer de la ciencia espiritual: la doble influencia, la luciférica y la ahrimánica. Eso es lo que la ciencia espiritual siempre trata de presentar ante ustedes como una muestra del conocimiento clarividente de los tiempos antiguos, y como una solución a los mitos de la antigua clarividencia, que luego comenzaron a desaparecer gradualmente. Nos llevaría demasiado lejos si continuáramos con este tema; pero incluso en el amplio esquema que he presentado ante ustedes, pueden sentir la grandiosidad que contiene este mito, que no se puede encontrar, porque ninguna otra mitología se ajusta tan estrechamente a la antigua condición de clarividencia. 

La mitología griega solo es un recuerdo de algo experimentado en épocas anteriores, expresado de forma plástica. En la mitología griega ya no hay una conexión directa con los hechos como en la mitología germano-escandinava. El griego es más claro, las figuras aparecen con contornos mucho más redondeados y, por lo tanto, de una manera muy plástica, perdiendo así la naturaleza elemental de las impresiones originales. La antigua clarividencia se había desvanecido hacía mucho tiempo ya en el resto de Europa, mientras en el norte aún se conservaba. Sólo muy gradualmente, lenta y gradualmente, la visión del hombre se fue limitando a la imagen del mundo físico. Así, en el tiempo en que el cristianismo comenzaba a expandirse, aquello que se expresaba en el mito de Baldur, en la muerte de Baldur, se hizo verdad para la mayoría de los hombres. Sin embargo, todavía quedaban unos pocos que podían ver directamente lo que los escandinavos experimentaban con claridad. Por eso, durante mucho tiempo todavía existió una visión directa de este mundo espiritual, y debido a que aún era tan elemental y provenía tan directamente de la experiencia clarividente, cuando el cristianismo comenzó a difundirse, esa conciencia también permaneció, algo que en ningún otro pueblo pudo ser tan fuerte como en los antiguos germano-escandinavos. Entonces sintieron: "Todo lo que antes experimentábamos en relación con nuestro hogar divino-espiritual ahora se está desvaneciendo". 

Esto solo desapareció del Norte cuando los germano-escandinavos recibieron el consuelo del cristianismo. Pero eso no contenía para ellos ninguna visión directa; habían sentido el destino de Baldur demasiado profundamente como para poder consolarse con la ofrenda de un Dios, que había descendido al plano físico para que aquellos seres humanos, que solo podían percibir el plano físico, también pudieran ser capaces de Ascender a la consciencia divina. En las tierras del norte no fue posible sentir, como lo hicieron los hombres en Asia Menor, las palabras "Cambia tu actitud, arrepiéntete, porque el reino de los cielos se te acerca". Allá, donde había aparecido Cristo, solo podían encontrarse viejos recuerdos del hecho de que una vez hubo una antigua clarividencia. En Oriente, el Kali Yuga, la Edad Oscura, ya había durado tres mil años, a partir de los cuales los hombres ya no podían ver el mundo espiritual; pero siempre lo anhelaron, y siempre hablaban de un mundo que los hombres alguna vez pudieron ver espiritualmente, pero era un mundo que ahora había desaparecido de su visión. Por lo tanto, habían experimentado el mundo espiritual en un pasado mucho más lejano que los hombres del Norte, y solo conocían de memoria que el mundo espiritual alguna vez había sido accesible. Por lo tanto, en Asia Menor, era posible entender bien las palabras: "Cambia tu actitud, arrepiéntete, porque el reino de los cielos se te acerca". Era posible entender cuando se decía: 'El reino de los cielos ha descendido incluso aquí al plano físico; por lo tanto, mirad la Figura única que aparecerá en la tierra de Palestina, mirad al Mesías, que contiene a Dios dentro de Él, a través del cual podrán hallar la conexión con lo Divino, aunque no sean capaces de elevarse por encima del plano físico; Entended esa figura en Palestina, entended la figura de Cristo. Esa es la expresión profunda de Juan el Bautista. 

El escandinavo necesariamente sintió esto de manera diferente, porque había experimentado durante mucho más tiempo algo más que simplemente el relato de la memoria de una visión en el mundo espiritual. De ahí que se le ocurrió un pensamiento de gran alcance y trascendental importancia, a saber: "Este paso al plano físico, al mundo físico, esta incapacidad de ver el mundo divino-espiritual, solo puede ser un estado intermedio. El hombre debe pasar a través de él como a través de una escuela y debe ver lo que puede adquirir en el mundo físico. Esta transición es necesaria para él y, por lo tanto, debe salir del mundo espiritual; para pasar por la experiencia del mundo físico como entrenamiento. Pues solo al pasar por esto como un entrenamiento, regresará nuevamente a ese mundo del cual salió. La visión de Baldur será capaz de animarlo de nuevo". En otras palabras, la gran idea que se origina en el curso de la evolución germano-escandinava, de que el desaparecido mundo que se retiró de la visión clarividente, volverá a ser visible, provocando la sensación de que el tiempo pasado en el plano físico fue un tiempo de transición. 

Los Iniciados de los Hombres del Norte les hicieron comprender que en el mundo divino-espiritual, durante el tiempo en que no podían verlo, estaba sucediendo algo por lo cual algún día parecería diferente de lo que antes estaban acostumbrados a ver. Se lo explicaron de alguna manera con las siguientes palabras: “Antes mirabais el mundo divino espiritual, y allí veíais al Arcángel del habla, al Arcángel de las Runas, al Arcángel de la respiración, Odín; y el ángel del "yo", Thor. Estabais conectados con ellos, y quienes estén suficientemente preparados adquirirán la posibilidad de volver a entrar en ese mundo espiritual. Pero entonces parecerá diferente; Se le habrán agregado otros poderes, y las esferas de poder y las condiciones de poder de aquellos antiguos líderes espirituales de la raza humana habrán cambiado. Verán que es este mundo, pero verán algo diferente de lo que ha experimentado hasta ahora ". Ellos les van describiendo: Lo que el hombre verá entonces como una visión del futuro, esa visión que un día aparecerá ante el alma humana cuando el hombre pueda ver nuevamente el mundo espiritual, cuando vean cuál ha sido el destino de las antiguas figuras de los dioses, y cómo entraron en relación con otros poderes. Esta visión del futuro, tal como la ven los Iniciados, surgió porque Lucifer entró en conflicto con lo proveniente de los Dioses y que también producirá sus efectos. 

Esta visión del futuro le fue pintada al hombre por los Iniciados en la imagen del 'Crepúsculo de los dioses'. Ragnarok, el Crepúsculo de los dioses (Götterdämmerung), es por lo tanto la imagen presentada ante los germano-escandinavos por los Iniciados como visión del futuro. Y nuevamente veremos que todos los eventos así presentados como eventos futuros, no podrían ser mejores, incluso hasta los más pequeños detalles, ni podrían ser más correctos desde el punto de vista terminológico, que en la maravillosa imagen del Crepúsculo de los dioses. Ese es el trasfondo oculto de la Saga del Crepúsculo de los dioses. Entonces, ¿Cómo debería el hombre considerarse? Debe considerarse destinatario de todo lo proveniente de épocas anteriores como origen y causa de su evolución, aceptando cuidadosamente lo que recibió de Odín como un regalo, pero debería considerarse habiendo pasado por la evolución siguiente después de esta. Debería recibir en sí mismo las enseñanzas implantadas en él por Odín, quien vino a él como un Arcángel. Debería hacerse un hijo de Odín. Él debería tomar parte en la batalla y hacerlo pronto. El Iniciado, el líder de la Escuela Esotérica, lo deja claro, en particular para el hombre del Norte, al indicar al Ser divino-espiritual que se nos aparece tan misteriosamente, que realmente juega un papel definido solo en el 'Crepúsculo de los dioses' porque supera incluso ese poder por el cual el propio Odín es vencido. Al vengador de Odin se le asigna un papel especial y lo juega en el crepúsculo de los dioses. Cuando entendamos este papel, veremos la maravillosa conexión entre las capacidades de los germano-escandinavos y lo que podemos concebir como la Visión del Futuro. Todo esto se expresa de manera maravillosa, hasta los más mínimos detalles, en la gran visión de "El crepúsculo de los dioses".

Traducida por Julio Luelmo febrero 2019
El objetivo de este blog es publicar en Internet todo el material fuente existente para las transcripciones de las conferencias de Rudolf Steiner de la forma más completa posible, para que este gran tesoro esté disponible para toda la humanidad. Se trata de notas de oyentes, transcripciones de conferencias y, en su mayor parte, transcripciones en texto plano de conferencias estenografiadas, también conocidas como transcripciones en texto plano. De este modo, cualquiera puede comprobar por sí mismo, mediante comparaciones, qué dijo realmente Rudolf Steiner y cómo fue editado (y, por tanto, modificado) en las distintas ediciones. Y por último, pero no menos importante, también encontrarán mucho material inédito. La obra de Rudolf Steiner es de dominio público desde 1996 y, por tanto, pertenece legalmente a toda la humanidad. Él mismo habría elegido una fecha mucho más temprana para la publicación de su obra, como se desprende de los pasajes sobre propiedad intelectual que citamos a continuación; Incluso el período de protección de 30 años que se aplicaba entonces le parecía demasiado largo. ¿Y qué habría dicho sobre el hecho de que 85 años después de su muerte, parte de su obra docente siga inédita y acumulando polvo en los archivos? Él mismo encontró una expresión adecuada para esto: Fue puesto en un ataúd. Este sitio web está destinado a ayudar a liberarlo de este ataúd. "Lo que el hombre puede crear a partir de sus capacidades intelectuales se lo debe a la sociedad humana, al orden social humano. En realidad, no le pertenece. ¿Por qué gestionamos nuestra propiedad intelectual? Simplemente porque la produces; al producirla, demuestras que tienes la capacidad de hacerlo mejor que los demás. Mientras tengas esa capacidad mejor que los demás, gestionarás mejor esa propiedad intelectual al servicio del conjunto. Ahora la gente se ha dado cuenta al menos de que esta propiedad intelectual no se perpetúa sin fin. Treinta años después de la muerte, la propiedad intelectual pertenece a toda la humanidad. Cualquiera puede imprimir lo que yo he producido treinta años después de mi muerte. Puede utilizarlo como quiera; y eso está bien. Incluso estaría de acuerdo si hubiera más derechos en este ámbito. No hay otra justificación para la gestión de la propiedad intelectual que el hecho de que, porque se puede producir, también se tienen las mejores capacidades [...] Será una forma sana de socializar el capital si hacemos fluir en el organismo social lo que hoy se acumula como capital en el derecho de sucesiones, en el surgimiento de las pensiones, del derecho de las manos ociosas, de los derechos humanos superfluos, lo que así se acumula en capital; eso es lo que importa. Ni siquiera hace falta decir que la propiedad privada debe convertirse en propiedad social. El concepto de propiedad no tendrá ningún significado". Rudolf Steiner el 25 de abril de 1919