GA126-5 Stuttgart, 31 de diciembre de 1910 -La historia oculta - enseñanazas de Zarathustra

 LA HISTORIA OCULTA

5ª conferencia

Índice

Stuttgart, 31 de diciembre de 1910


Vislumbrar en el desarrollo de individualidades tales como las que pudimos seguir, en la conferencia de ayer, a través de dos encarnaciones nos permite discernir algo de la afluencia misteriosa y de la actividad de los Espíritus cósmicos durante la evolución y la historia de la humanidad. Porque cuando presentamos ante nuestra mente las imágenes que, al menos brevemente, nos precedieron ayer, las imágenes de Juliano el Apóstata y de la manifestación física posterior de esta individualidad en la historia como Tycho Brahe, el gran astrónomo, puede sorprendernos particularmente una cosa. Precisamente en el caso de las personalidades que significan algo en la historia podemos observar que las cualidades especiales de la individualidad funcionan de una encarnación a otra; Pero lo que los Seres espirituales de las Jerarquías superiores desean lograr en la historia, utilizando a individuos solos como su instrumento, se afirma en el curso directo de la reencarnación como factor modificador.

Porque nos daremos cuenta de que en el siglo IV dC fue la función de la individualidad la que apareció como Juliano el Apóstata para dar, como un último impulso a la llamarada final de la sabiduría espiritual perteneciente a épocas anteriores y así preservarla del destino que podría haberle sucedido fácilmente si se hubiera dejado para el cristianismo militante, el manejar tales tesoros solo. Y, por otra parte, nos daremos cuenta de que una individualidad encarnada en un hombre cuya buena fortuna fue ser iniciado en los Misterios Elusinos, tuvo oportunidades, al reencarnar, de recibir en abundancia sin fin, los impulsos del tiempo y las influencias de los seres que trabajaban en la forma destinada para el siglo XVI. Encontraremos perfectamente comprensible la grandeza y el poder de la personalidad de Tycho Brahe, tal como se señaló ayer, si nos damos cuenta de que precisamente porque había sido un Iniciado en una encarnación anterior, fue capaz de sacar a la luz un fondo indecible de la ciencia macrocósmica en su aplicación al microcosmos. Esos estudios de la historia del ocultismo nos hacen conscientes de que son los hombres los que hacen la historia, pero que la historia en último término sólo se hace comprensible cuando encontramos la conexión entre las personalidades únicas que aparecen y pasan y los hilos individuales que recorren todo el curso de la evolución humana, reencarnando en personalidades. Pero si queremos entender la vida histórica de la humanidad en nuestra tierra, debemos asociar siempre con ella aquello que fluye desde otros mundos, mundos súprasensibles, a través de los Poderes de otras Jerarquías.

En el transcurso de estas conferencias hemos escuchado cómo ciertos altos poderes de las Jerarquías han trabajado, a través de los seres humanos, en todas las épocas de la civilización desde la catástrofe atlante. Esto era más fuertemente evidente en la antigua alma india, que puede decirse, que fue simplemente el campo de acción para la afluencia de Seres espirituales superiores. En el alma del antiguo persa no lo fue en la misma medida. Y después oímos cómo fue incluida entonces en la civilización egipcio-caldea, la misión del alma humana - perceptible particularmente en el pueblo babilónico - de confinar lo suprapersonal a lo personal, lo espiritual al plano físico. El significado de la personalidad aumenta constantemente cuanto más cerca llegamos a la época griega, cuando el yo trabaja y se teje en el yo. En las figuras fuertes y contundentes de la época griega el sello de la personalidad es completo. Es con los griegos, y más tarde con los romanos, que lo que al principio podía otorgarse a la individualidad sólo desde los mundos superiores se retira en gran medida, mientras que lo que un hombre expresa en su personalidad como su propia humanidad pasa a primer plano.

La pregunta puede surgir: ¿Qué espíritus en particular, de cuyas Jerarquías, trabajaron a través de los antiguos indios, los antiguos persas, los babilonios, los caldeos y los egipcios respectivamente? Es la respuesta a esta pregunta, la que solo puede darnos una visión más profunda del curso oculto de la historia . Las investigaciones efectuadas a partir de fuentes ocultas nos permiten, en cierto sentido en todo caso, decir qué Seres particulares de las Jerarquías superiores trabajan a través de los hombres como instrumentos en cada uno de estos períodos. En la antigua alma India, que creó la civilización inmediatamente después de la catástrofe atlante, los Seres que llamamos Angeloi, los Ángeles, derraman sus fuerzas. Y en cierto sentido, es verdad que cuando un hombre de la antigua India hablaba, cuando expresaba lo que estaba activo en su alma, no era su propia yoidad la que hablaba directamente, sino un Angelos, un Ángel. Situado en la escala jerárquica sólo una etapa más elevada que el hombre, el Ángel es el Ser de las jerarquías más estrechamente relacionado con él y por lo tanto capaz, por así decirlo, de hablar más directamente. Es en el antiguo modo de hablar indio donde se manifiesta un elemento ajeno al humano con mayor fuerza, porque el Ángel, como el Ser más íntimamente relacionado con el hombre, es capaz de hablar con la mayor franqueza.

Esta expresión directa era menos posible para los Seres de las Jerarquías superiores que hablaban a través de las almas del antiguo pueblo Persa, porque eran Seres del rango inmediato superior: los Arcángeles. Y puesto que estos Seres se encuentran dos etapas por encima del hombre en su grado evolutivo, lo que pudieron expresar por medio de los instrumentos humanos estaba más lejos de su propia naturaleza inherente de lo que los Ángeles podían expresar a través de los antiguos indios. Así, etapa por etapa, todo se vuelve más humano. Sin embargo, este flujo descendente desde las Jerarquías

superiores es continuo e ininterrumpido. A través de las almas de los pueblos Babilónico, Caldeo, Egipcio, se expresan los Espíritus de la Personalidad (los Archai). Por lo tanto, es en este período, en el que la aparición de la personalidad es más prominente, y lo que el hombre todavía es capaz de dar a las fuerzas que fluyen hacia él es, por tanto, lo más alejado de su origen, llevando el sello esencial de lo humano-personal. Y así, a medida que la evolución avanza a la época egipcio-babilónica, hay una manifestación continua de los Ángeles, los Arcángeles y los Espíritus de la Personalidad.

En los antiguos persas, especialmente, podemos ver muy exactamente cómo tenían conciencia de que los Arcángeles -los Espíritus de importancia primordial en esa época- estaban trabajando en el organismo humano, el organismo humano en su totalidad. No debemos, sin duda, tomar un persa promedio al considerar el derramamiento de las fuerzas de las Jerarquías. Las fuerzas fluían también sobre el persa medio, pero sólo aquellos que eran los discípulos inmediatos del inspirador de la antigua cultura persa, de Zaratustra mismo, eran capaces de saber cómo sucedió esto, de ver a través de la realidad. Y de hecho poseían este conocimiento. Porque de las descripciones que he dado de las enseñanzas de Zaratustra, o de las tradiciones exotéricas, ustedes recordarán que según la visión de los antiguos persas, la divinidad primitiva, Zervana Akarana, se revela a través de las dos potencias opuestas, Ormuzd y Ahriman. Los antiguos persas eran claramente conscientes de que todo lo que llega a la manifestación en el ser humano deriva del macrocosmos, y que los fenómenos del macrocosmos -especialmente los movimientos y las posiciones de las estrellas- están misteriosamente conectados con el microcosmos, con el hombre. Por lo tanto, los discípulos de Zaratustra veían en el Zodiaco la expresión externa, la imagen, de Zervana Akarana, de la realidad primordial del ser viviendo y tejiendo por la eternidad. Incluso la misma palabra "Zodiac" es una reminiscencia de la palabra

Zervana Akarana. Los discípulos de Zaratustra veían doce poderesprocedentes de las doce direcciones del Zodíaco, seis dirigidos hacia el lado iluminado del Zodíaco atravesado por el sol del día; Los otros seis hacia el lado oscuro - se dirigían, como ellos decían, hacia Ahriman.

Así, el persa concebía las fuerzas macrocósmicas procedentes de las doce direcciones del universo penetrando y trabajando en la humanidad, de este modo se hacen inmediatamente presentes en el hombre. En consecuencia, lo que se despliega a través del trabajo de las doce fuerzas debe revelarse también en su forma microcósmica, en la inteligencia humana; Es decir, debe llegar a la expresión en el microcosmos, también, a través de los doce Amshaspands (Arcángeles) y de hecho, como una manifestación final, por así decirlo, de estos doce Seres espirituales, macrocósmicos, que ya habían trabajado en épocas anteriores, preparando lo que simplemente alcanzó una última etapa de desarrollo durante la época de la civilización persa. No debería estar fuera del alcance de la fisiología moderna saber dónde se encuentran las contrapartes microcósmicas de los doce Amshaspands. Son los doce nervios principales procedentes de la cabeza; Éstos no son otra cosa que densificaciones materiales de lo que surgió en lo perteneciente al ser humano, a través de la corriente de los doce poderes macrocósmicos. Los antiguos persas representaban a los doce Seres Arcangélicos que trabajaban desde las doce direcciones del Zodíaco, trabajando en la cabeza humana en doce rayos, con el fin de producir gradualmente lo que ahora es nuestra inteligencia. Naturalmente, no trabajaron en el hombre por primera vez en la antigua época persa, pero finalmente trabajaron de tal manera que podemos hablar de doce radiaciones cósmicas, doce radiaciones de los arcángeles, que luego se densificaron en la cabeza humana en doce nervios cerebrales principales Y así como el conocimiento en una época posterior incluye lo que ya se conocía en uno anterior, los persas también pudieron saber que otros espíritus de rango inferior a los Arcángeles habían estado trabajando anteriormente, en la época india. Los persas llamaron a estos Seres de rango inferior a los Amshaspands, "Izads", y de estos enumeraron entre 28 a 31. Los Izads, por lo tanto, son seres que dan lugar a una actividad menos noble; A la actividad del alma en el hombre. Envían sus rayos, que corresponden a los 28, 30 a 31 nervios espinales. Y así en el zarathustrianismo tenemos nuestra fisiología moderna traducida en términos de lo espiritual, lo macrocósmico, en las doce Amshaspands y en las 28 a 31 Izads de la siguiente Jerarquía inferior.

Un hecho verdadero de la evolución histórica es que lo que originalmente se veía espiritualmente ahora se nos presenta a través de la disección anatómica; Las cosas que antes eran accesibles a la visión clarividente aparecen en épocas posteriores en forma materialista. Aquí se revela un maravilloso puente entre el Zoroastrismo, con su espiritualidad y la fisiología moderna, con su materialismo. Por supuesto, el destino de la gran mayoría de la humanidad hace inevitable que una idea como la de la conexión entre las Amshaspands e Izads Persas y nuestros nervios sea considerada como una locura, especialmente por aquellos que estudian la fisiología materialista de hoy. 

Pero después de todo, tenemos mucho tiempo, porque la época Persa será completamente recapitulada tan sólo en la sexta época que sigue a la nuestra. Entonces, por primera vez, se darán las condiciones que permitirán que tales cosas sean inteligibles para gran parte de la humanidad. Por lo tanto, tenemos que contentarnos con el hecho de que pueden darse hoy tales indicaciones, como parte de la perspectiva científico-espiritual. Y tales indicaciones deben darse si se quiere hablar de una concepción científico-espiritual del mundo en el verdadero sentido, y llamar la atención, no meramente en frases generales, al hecho de que el hombre es una réplica microcósmica del macrocosmos.

En otras regiones, también se ha sabido que lo que viene a la manifestación en el ser humano fluye desde afuera. Por ejemplo, en ciertos períodos de la mitología germánica se mencionan doce arroyos que fluyen de Niflheim a Muspelheim. Las doce corrientes no deben entenderse en el sentido físico-material, sino que son aquello que, visto por la clarividencia, fluye como una especie de reflejo desde el macrocosmos hacia el microcosmos humano, el ser humano que se mueve sobre la tierra y cuya evolución se produce mediante fuerzas macrocósmicas.

Sin embargo, hay que hacer hincapié en que estas corrientes deben considerarse hoy como corrientes astrales, mientras que en la época atlante, que siguió inmediatamente a la de Lemuria y en la propia Lemuria, podrían considerarse como corrientes etéreas. Así que un planeta que está relacionado con la tierra, pero representa una etapa anterior de desarrollo, debe revelar algún fenómeno similar. Y como a distancia se pueden observar a menudo cosas que en proximidad, escapan a nuestra observación, porque lo que vemos está entonces dividido en detalles, por lo que en el caso de un planeta que se asemeja a la tierra, cuando está suficientemente distante y pasa por etapas anteriores tales como las que ha sufrido nuestra tierra, es posible, incluso hoy, observar estas doce corrientes.

Para estar seguros, no se verán exactamente igual como cuando aparecían cuando miraban la tierra. La distancia es un factor esencial, pues si, por ejemplo, uno se encuentra en medio de un enjambre de mosquitos, no ve el enjambre con sus diferentes tonos de densidad; Estos son percibidos sólo cuando se ve el enjambre desde lejos. Lo que acabo de decir está en la raíz de las observaciones de los llamados "canales" de Marte. Se trata de ciertos flujos de fuerza que corresponden a una etapa anterior de la tierra y se describen en los viejos mitos germánicos como corrientes que fluyen de Niflheim a Muspelheim.

Naturalmente esto es una herejía descomunal desde el punto de vista de la moderna fisiología académica y la astronomía, pero estas ciencias tendrán que someterse a una gran revisión en el curso de los próximos miles de años.

Todas estas cosas nos muestran qué sabiduría profunda se esconde tras el simple dicho: El microcosmos humano es una especie de imagen del macrocosmos. Tales dichos mismos dan testimonio de que las palabras tocan directamente sobre los más profundos tesoros de la sabiduría. El dicho de que el hombre es un microcosmos en relación con el macrocosmos puede ser sólo una frase trivial, pero correctamente entendido resume una multitud incalculable de verdades concretas. Todo esto ha sido dicho para indicarles la configuración del alma en el hombre de la antigua civilización Persa; Especialmente en las personalidades lideres, había un sentimiento vivo de la conexión del hombre con el macrocosmos.

Después de que los Seres a los que hemos llamado sucesivamente como Ángeles, Arcángeles y Espíritus de la Personalidad (Archai) hubieron trabajado hasta la época de la civilización Egipcio-Babilónica-, le siguió esa notable civilización grecolatina que trajo la personalidad como tal, el tejer del yo en el yo, particularmente a su manifestación. Allí también se manifestaban algunos Seres - los Espíritus de la Forma, que son de un grado evolutivo más alto que los Espíritus de la Personalidad (Archai).

Pero la forma de manifestarse de estos Espíritus de la Forma era diferente de la de los Espíritus de la Personalidad, los Arcángeles y los Ángeles. ¿Cómo se manifiestan los Espíritus de la personalidad, los Arcángeles y los Ángeles en la época post-atlante? Trabajan en la naturaleza interna del hombre. Los Ángeles trabajaron como inspiradores de los antiguos indios ; Los Arcángeles de manera similar en los antiguos persas, pero aquí la influencia del elemento humano ya se afirmaba en un grado algo mayor. Los Espíritus de la Personalidad estaban como detrás de las almas de los egipcios, instándolos a proyectar lo espiritual en el plano físico. Los Espíritus de la Forma se manifiestan de una manera diferente. Se manifiestan desde abajo hacia arriba como espíritus mucho más poderosos que no dependen del uso del hombre como instrumento; Se manifiestan en los reinos de la Naturaleza que nos rodea, en la configuración de los seres de los reinos mineral, vegetal y animal. Y si el hombre quisiera reconocer a los Espíritus de la Forma en su manifestación, debe dirigir su mirada hacia el exterior, debe observar la Naturaleza e investigar lo que ha sido tejido en ella por los Espíritus de la Forma. En consecuencia, en la época griega, cuando la manifestación suprema es la de los Espíritus de la Forma, el hombre no recibe ninguna influencia directa como inspiración. La influencia de los Espíritus de la Forma funciona más bien de tal manera que el hombre es seducido por el mundo exterior de los sentidos; Sus sentidos se dirigen con alegría y deleite hacia todo lo que se extiende a su alrededor, e intenta elaborarlo y perfeccionarlo. Así, los Espíritus de la Forma lo atraen desde fuera. Y uno de los principales Espíritus de la Forma es el Ser designado como Jahve o Jehová.

Aunque hay siete Espíritus de Forma y trabajan en los diferentes reinos de la Naturaleza, los hombres de la época actual tienen sólo facultad de percepción para un único Espíritu, Jehová. - Si reflexionamos sobre todo esto, se hará inteligible para nosotros que a medida que se va acercando la cuarta época, el hombre es más o menos abandonado por estos Poderes Guías interiores, por los Ángeles, Arcángeles y Espíritus de la Personalidad, y que él vuelve su mirada enteramente al mundo exterior, al horizonte físico donde los Espíritus de la Forma están manifestándose. Por supuesto, ya estaban presentes detrás del mundo físico en épocas anteriores, pero no se habían entregado al reconocimiento humano. En el período inmediatamente siguiente a la catástrofe atlante, los Espíritus de la Forma habían estado trabajando; Habían estado trabajando en los reinos de la naturaleza, en las leyes que gobernaban el viento y el tiempo, en las leyes de las plantas, de los animales y de los minerales. También habían trabajado en tiempos aún más antiguos. Pero el hombre no dirigió su mirada a lo que entonces salia a su encuentro exteriormente, porque estaba inspirado por los otros Espíritus. Su atención estaba desviada del mundo exterior.

¿Cómo se explica esto? ¿En qué sentido debemos entender el hecho de que estas otras Jerarquías, que son de menor rango que los Espíritus de la Forma, afirmaron su influencia tan dominantemente contra la actividad ya existente de los Espíritus de la Forma? Esto está relacionado con un período definido en la evolución de la Tierra en su conjunto. Para la visión clarividente que con la ayuda de la Crónica de Akasha se remonta al pasado, estas cosas presentan una apariencia completamente diferente de las imágenes especulativas basadas en los datos geológicos de la actualidad. Cuando retrocedemos antes de la actividad de los espíritus de la personalidad en la época Caldea, antes de la de los arcángeles en la antigua Persia y de los ángeles en la antigua época India, llegamos a la época en que el cataclismo atlante estaba en su punto de máxima furia. Encontramos nuestra camino gradualmente en las condiciones que entonces prevalecían. Este es el tiempo al que se refieren las leyendas del Diluvio que existen entre los diferentes pueblos, pero su imagen es muy diferente de aquél dibujado por las hipótesis de la geología moderna. En épocas Atlantes aún más tempranas, la imagen era de nuevo muy diferente.

El hombre era un ser capaz de transformación. Antes de esta catástrofe toda la faz de la tierra era diferente de cualquier cosa que se pueda imaginar hoy. Es fácil pensar que en aquel tiempo las Jerarquías Espirituales trabajaban en la tierra con más fuerza aún.

Entre las viejas influencias de la época atlante y las de la post-atlante, hubo un período fronterizo lleno por la catástrofe atlante, por aquellos acontecimientos por los cuales la faz de la tierra cambió totalmente en cuanto a la distribución del agua y de la tierra. Tales períodos y cambios consiguientes, están conectados con poderosos procesos en las constelaciones, en la posición y movimientos de los cuerpos cósmicos conectados con el sol. De hecho, tales períodos en la evolución de la tierra están determinados y dirigidos desde el espacio macrocósmico. Sería ir demasiado lejos que tratara ahora de describir cómo, estos períodos sucesivos están dirigidos y regulados por lo que se llama en la astronomía moderna la precesión de los equinoccios. Esto está relacionado con la posición del eje de la Tierra en relación con el eje de la eclíptica, con poderosos procesos en la constelación de cuerpos celestes vecinos; Y hay tiempos definidos en que, a causa de la posición particular del eje de la Tierra en relación con estos otros cuerpos del sistema cósmico, la distribución de calor y frío en nuestra tierra es radicalmente cambiada. Esta posición del eje de la Tierra en relación con las estrellas vecinas hace que las condiciones climáticas cambien.

En el curso de algo más de 25.000 años, el eje de la tierra describe una especie de movimiento cónico o esférico, de modo que las condiciones reinantes en la tierra en un cierto tiempo se experimentan de nuevo, pero en una forma diferente y en un grado más alto, después de 25.000 a 26.000 años. Pero entre estos grandes períodos de tiempo siempre hay períodos más cortos. El proceso no avanza en absoluto, de modo invariable y continuo, sino de tal manera que ciertos años son puntos cruciales, tiempos profundamente incisivos en los que ocurren acontecimientos trascendentales. Y aquí, porque tiene un significado esencial en todo el desarrollo histórico de la humanidad terrenal, podemos señalar particularmente que en el séptimo milenio antes de Cristo hubo una época astronómica especialmente importante - importante porque, provocado por la posición relativa del eje de la tierra con las estrellas vecinas, a causa de la constelación, las condiciones climáticas en la tierra culminaron en el cataclismo Atlante. Esto pasó de seis a ocho mil años antes de nuestra era, y los efectos de la misma continuaron durante largas edades. Aquí sólo podemos hacer énfasis en lo que es correcto, en contraposición con los fantásticos períodos de tiempo que se mencionan, porque estos sucesos están mucho menos lejanos de lo que se cree generalmente. Durante este período las condiciones macrocósmicas trabajaron en lo físico de tal manera que provocaron las poderosas convulsiones físicas del cataclismo atlante, que cambió completamente la faz de la tierra.

Esta fue la mayor transformación física de todas, la acción más drástica del macrocosmos sobre la tierra física. Por lo tanto, la influencia del macrocosmos sobre el espíritu del hombre en ese momento estaba en su punto más bajo; Esta época, por lo tanto, proporcionó una oportunidad para que los Seres menos poderosos de las Jerarquías comenzaran a ejercer sobre el hombre una poderosa influencia, que luego disminuiría gradualmente.

Así pues, cuando los Espíritus de la Forma trabajaban poderosamente para revolucionar lo físico, tenían menos tiempo para además trabajar en el espíritu del hombre, con el resultado de que el mundo físico se desvaneció como si dijéramos bajo los pies del hombre. Pero, por otra parte, fue precisamente durante la época de la catástrofe atlante cuando los hombres fueron transportados completamente a los reinos espirituales y sólo gradualmente encontraron su camino nuevamente en el mundo físico en la época post-atlante. Ahora bien, cuando imaginen que en esta época -de seis a ocho mil años antes de la era cristiana- se ejercía una menor influencia sobre el espíritu humano pero más fuerte influencia sobre las condiciones físicas de la tierra, no será difícil para ustedes concebir que puede darse otro punto en el tiempo en el que se dé la situación opuesta: cuando aquellos que son conscientes de tales asuntos experimentan el reverso de estas condiciones, es decir, la menor influencia sobre lo físico y la mayor influencia, precisamente de los Espíritus de la Forma, sobre el espíritu humano. 

Hipotéticamente pueden concebir que puede haber un punto en la historia donde se aplique lo contrario de la gran catástrofe atlante. Por supuesto que no será tan fácil de notar, porque la catástrofe atlante, en la que partes de la propia tierra fueron borradas, está destinada a ser un acontecimiento muy llamativo para las personas de nuestra época post-atlante, con sus fuertes inclinaciones hacia lo físico. la impresión será menos viva, dado que los Espíritus de la Forma ejercen una poderosa influencia sobre la personalidad humana y tienen sólo una pequeña influencia sobre lo que está ocurriendo en el mundo exterior. El punto de tiempo en que esta condición (en la naturaleza de las cosas, menos perceptible para los hombres) se estableció, fue el año A.D. 1250. Este año 1250 es de importancia trascendental en la historia. Cae en un período que puede caracterizarse brevemente como sigue.

Los espíritus de los hombres se sentían como impelidos a expresar con la mayor precisión posible, cómo, la mente y el corazón pueden mirar hacia arriba a los Seres Divinos por encima de las otras Jerarquías, cómo, el hombre busca entrar en relación con estos Seres, concebidos ante todo como una unidad, al principio por medio de Jehová, luego por medio de Cristo, y cómo todo el conocimiento humano debe aplicarse a la revelación del misterio de Cristo Jesús. Ese fue un punto del tiempo especialmente adaptado para transmitir a la humanidad los misterios que se expresan directamente en la conexión de lo espiritual con el funcionamiento de la naturaleza. Por lo tanto, vemos que este año 1250 fue el punto de partida de grandes y detalladas elaboraciones de lo que antes era sólo creído, adivinado: fue el punto de partida del escolasticismo, que está muy infravalorado hoy. Fue también el punto de partida de revelaciones que encontraron expresión en espíritus como Agripa de Nettesheim, y que hizo efecto más profundamente en el Rosacrucianismo. Esto demuestra que si queremos buscar las fuerzas más profundas del desarrollo histórico, debemos hacer un balance de las condiciones mucho mas distintas que las evidentes en apariencia. A decir verdad, detrás de las cosas de las que acabo de hablar, también están ocultadas las fuerzas que actúan, por ejemplo, en las oleadas y el posterior debilitamiento de las Cruzadas. El conjunto de la historia europea, especialmente el flujo de acontecimientos entre Oriente y Occidente, es atribuible únicamente al hecho de que esas fuerzas están detrás de los acontecimientos, como ya he dilucidado.

Por lo tanto, podemos decir: Hay dos puntos de tiempo, uno de ellos marcado por una gran agitación en el plano físico externo y el otro por un cambio en el carácter de todo lo que una vez había resonado en el secretismo de los misterios. Pero hay que tener también en cuenta que en todos estos asuntos hay otras leyes que además entrecruzan las leyes principales. Por lo tanto podemos entender que en este periodo se halla el punto de partida para los grandes revelaciones; Que este período está totalmente en armonía con la aparición de un hombre como Juliano el Apóstata, que una vez se había inspirado en los Misterios Eleusianos. En ese momento él había abierto su alma a las revelaciones procedentes de los Espíritus de la Forma. Pero la aparición inicial de una poderosa influencia siempre funciona durante un periodo de unos cuatrocientos años, luego comienza a disminuir y a separase las corrientes. De ahí que el eventual efecto de lo que había sido percibida en aquellos momentos como realidades espirituales detrás de las manifestaciones de la naturaleza, fue, que los hombres olvidaron lo espiritual y prestaron atención sólo a las manifestaciones de la naturaleza. Esa es la mentalidad moderna. Tycho Brahe es uno de los últimos que todavía comprendieron la realidad de lo Espiritual subyacente tras los meros datos que constituyen las ciencias de la naturaleza externa.

Tycho Brahe era una personalidad verdaderamente maravillosa, porque con su maestría suprema de la astronomía exterior descubrió miles de estrellas y al mismo tiempo tuvo un profundo conocimiento interno de la influencia de las potencias espirituales que pudo asombrar a toda Europa al predecir audazmente la muerte del sultán Solimán. Vemos cómo, a partir de la naturaleza espiritual, el conocimiento, que empieza a aparecer en 1250 y se ejemplifica en Espíritus como Agripa de Nettesheim, surge gradualmente lo que más tarde se queda meramente en la percepción de las manifestaciones de la naturaleza externa; Mientras que lo interno, lo espiritual, permanece en esa corriente misteriosa conocida por nosotros como Rosacruz. Entonces las dos corrientes fluyen.

Es realmente notable cómo se muestra este proceso en personalidades reales. Hace tiempo, allá por los comienzos de nuestro Movimiento Alemán, llamé su atención sobre cómo en una personalidad del siglo XV aparece la continuidad de un movimiento espiritual todavía conectado con cierto conocimiento de la Naturaleza, y cómo lo espiritual es entonces desechado y el rumbo adicional es puramente externo. Podemos seguir esto en el caso de una individualidad concreta: Nicolaus Cusanus (1401-1464). La mera lectura de sus obras -y se puede hacer mucho más que leer- demuestra claramente que combinaba una visión espiritual más penetrante con el conocimiento de la naturaleza exterior, especialmente cuando este conocimiento se viste de formas matemáticas. Y puesto que percibió lo difícil que era esto, en una época que se movía cada vez más hacia el aprendizaje externo, él tituló su trabajo, con la humildad de la época, Docta Ignorantia, "Ignorancia Aprendida." Él no quería decir por supuesto que implícitamente él mismo fuese un burro absoluto, sino que lo que tenía que decir estaba por encima del nivel de lo que iba a desarrollarse como mero aprendizaje externo. Para utilizar un prefijo muy en boga hoy en día, podemos decir: esta "Ignorancia Aprendida" es un "super" -aprendizaje. Luego, como ustedes saben, él nació otra vez - fue un caso de reencarnación muy rápida - como Nicolás Copérnico (1473-1543) El mismo ser que había vivido en Nicolás Cusano continuó trabajando en Nicolás Copérnico. Pero se puede ver hasta qué punto la mentalidad humana ya se había movido en aquel momento hacia lo físico, porque la profundidad del conocimiento que poseía Nicolaus Cusanus podía funcionar en Copérnico sólo, de tal manera que produjera el plano del cosmos físico exterior. El conocimiento que había vivido en Nicolaus Cusanus estaba digamos como filtrado; Lo espiritual fue ignorado y refundido en términos de ciencia exterior. Ahí tenemos una ilustración tangible de cómo ese poderoso impulso funcionó en un corto período a partir del año 1250, que fue su punto central en el tiempo. Lo que fluyó a nuestra tierra en este punto del tiempo obró de manera particular. Allí trabajó en dos corrientes, una de las cuales es materialista y lo será cada vez más, mientras que la otra se esfuerza por lo Espiritual, manifestándose particularmente en lo que conocemos como la revelación Rosacruz, que fluyó con mayor intensidad desde este mismo punto de partida , Aunque por supuesto había habido preparación previa.

Así vemos que hay una cierta época, de unos seis a ocho mil años, durante la cual la evolución de la tierra pasa por un ciclo importante con respecto a los hechos históricos con los cuales se entrelaza el desarrollo del hombre. Tales ciclos son a su vez entrecruzados por otros, porque en nuestra evolución de la tierra trabajan fuerzas periódicas de las clases más diversas. Sólo cuando analizamos, cuando investigamos las fuerzas particulares y sus configuraciones, sólo entonces podemos realmente desentrañar cómo llegan a pasar las cosas sobre la tierra. A través de todas estas fuerzas y leyes, la humanidad avanza y el progreso humano se lleva a cabo. También saben que en nuestro siglo, aunque procedente de una corriente diferente, hay un punto importante del tiempo indicado en la Interpretación del Misterio Rosacruz, El Portal de la Iniciación: Visión una vez más en el mundo etérico y la revelación de Cristo en ese mundo. Pero eso pertenece a una corriente diferente - estoy hablando ahora más bien de fuerzas que trabajan en la base amplia de los acontecimientos históricos.

Si queremos comprender plenamente los acontecimientos, también debemos tener en consideración que tales puntos cruciales en la evolución están siempre relacionados con ciertas posiciones de las estrellas y que en el año 1250 el eje de la Tierra estaba en una posición definida y por lo tanto estaba relacionado en una manera particular al llamado eje menor de la eclíptica. Cuando tomamos en cuenta que lo que sucede en la tierra es causado por grandes condiciones celestiales, incluso las condiciones climáticas nos muestran que una especialización y diferenciación adicionales tienen lugar en la esfera de la tierra misma. Debido a que las fuerzas trabajan de cierta manera desde el cosmos, la tierra está rodeada por la zona tórrida, luego por la zona templada y luego por la zona ártica. Esto puede tomarse como una especie de ejemplo de cómo surten efecto en el plano físico los acontecimientos espirituales, a través del sol y otros factores. Pero hay otra diferenciación en la tierra misma; En la zona tórrida el clima de la tierra en zonas bajas no es el mismo que en las altas, donde puede ser extremadamente frío. Por lo tanto, en la misma latitud hay una distribución muy diferente de las condiciones climáticas que se observan en África, digamos, en comparación con América. También hay algo en la evolución espiritual que permite la comparación con este tipo de diferenciación; Porque es realmente cierto que en épocas en que un carácter definido debido a las constelaciones estelares es ampliamente predominante sobre la tierra, dando lugar a modificaciones, condiciones especiales, en las actividades de los seres espirituales y en las almas de los hombres.

Esto es de gran importancia, ya que de vez en cuando es obvio que hay que hacer provisiones para el futuro lejano. Imagínense - naturalmente esto se dice hipotéticamente - que la sabia dirección del mundo se hubiese visto obligada, hace miles de años, a decir: Hay un grupo de almas que deben ser preparadas para llevar a cabo tal o cual tarea en sus próximas encarnaciones. - En tal caso, hay que crear conexiones para que tal vez un pequeño grupo de hombres que hayan sufrido algún acontecimiento bastante definido, encarnados juntos en un pequeño rincón de la tierra, puedan pasar por una experiencia que, en ese momento particular , Puede parecer poco importante. Pero cuando percibimos cómo esos hombres, reunidos en una pequeña área, se dispersan en sus próximas encarnaciones y hacen efectivo para la humanidad en su conjunto lo que recibieron cuando vivían, entonces el asunto toma un aspecto muy diferente. Y así podemos comprender que en momentos en que el carácter general de la humanidad tiene una cierta cualidad definida, algo muy sorprendente puede aparecer en distintas áreas de la civilización, algo que es completamente distinto del carácter predominante. Les daré un ejemplo de esto, porque está bastante cerca de nuestro propio tiempo.

En Steinthal, cerca de Strassburg, vivió Oberlin. El profundo psicólogo e investigador alemán, G. H. von Schubert, se ha referido repetidamente a él. Este Oberlin era una personalidad inusual y tenía un efecto extraño sobre la gente. Era clarividente - sólo puedo aludir a esto brevemente - y después de haber perdido a su esposa relativamente temprano, pudo vivir con su individualidad en una comunión tan real como con una persona viva. Día tras día anotaba lo que estaba pasando en el mundo donde vivía su esposa; Él también marcó esto en un mapa de los cielos y lo mostró a la gente que se reunía a su alrededor, de modo que en realidad toda una comunidad compartía en la vida, que Oberlin estaba siendo guiado con su esposa fallecida. Tal cosa está extrañamente fuera de lugar en el cambio de los siglos 18 y 19; Pero si toman en consideración lo que he dicho, comprenderán lo que presagia. Cosas como las que se revelaron a Oberlin están entre las más significativas en este dominio en los tiempos modernos. Puedo quizás recordarles que ahora tenemos una obra literaria e histórica muy fina que trata sobre Oberlin y estos asuntos: es la novela de Fritz Lienhard. 

En ella, encontrarán una lectura extraordinariamente estimulante, no sólo con respecto al carácter de este sacerdote, sino también a las condiciones culturales de aquellos días. Tales cosas, que pueden fácilmente subestimarse y considerarse como azar, son capaces de mostrarnos cómo un suceso de este tipo llega a la evolución, cómo puede tener efecto en todo el proceso de la evolución de la humanidad. Porque los seres humanos que se juntan en tales circunstancias, que se reúnen alrededor de una personalidad como la figura central, están destinados a realizar ciertas tareas en encarnaciones posteriores.

Así que vean ustedes - y esto es lo que quería traer ante ustedes hoy en día - cómo la gran penetración macrocósmica desde el vasto universo al interior de las almas de los hombres, está conectada con lo que puede tener lugar en un diminuto escenario. Pero estas cosas se vuelven especialmente interesantes si las conectamos con otra ley, con tales puntos de intersección en la evolución como fue el año 1250. En ese momento había la penetración más fuerte posible en las almas de los hombres - y eso no se nota tan fácilmente como las convulsiones de los continentes. Durante la catástrofe atlante, los Espíritus de la Forma trabajaron tan poco en las almas de los hombres que las jerarquías más jóvenes tomaron el relevo, por así decirlo, en ese momento. Así se distribuyen las actividades de las diferentes categorías de Seres jerárquicos. Y es importante saber que nuevamente en estos movimientos cíclicos prevalecen ciertas leyes de ascenso y declive. Ya indiqué algo de esto cuando dije que en el año 1250 hubo un ímpetu y luego un decaimiento que se manifestó en la corriente del materialismo. Tales cosas a menudo se perciben. Y es interesante notar cómo los ciclos de ascenso y declive se alternan en la historia de la humanidad.

Traducido por Julio Luelmo febrero 2020

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El objetivo de este blog es publicar en Internet todo el material fuente existente para las transcripciones de las conferencias de Rudolf Steiner de la forma más completa posible, para que este gran tesoro esté disponible para toda la humanidad. Se trata de notas de oyentes, transcripciones de conferencias y, en su mayor parte, transcripciones en texto plano de conferencias estenografiadas, también conocidas como transcripciones en texto plano. De este modo, cualquiera puede comprobar por sí mismo, mediante comparaciones, qué dijo realmente Rudolf Steiner y cómo fue editado (y, por tanto, modificado) en las distintas ediciones. Y por último, pero no menos importante, también encontrarán mucho material inédito. La obra de Rudolf Steiner es de dominio público desde 1996 y, por tanto, pertenece legalmente a toda la humanidad. Él mismo habría elegido una fecha mucho más temprana para la publicación de su obra, como se desprende de los pasajes sobre propiedad intelectual que citamos a continuación; Incluso el período de protección de 30 años que se aplicaba entonces le parecía demasiado largo. ¿Y qué habría dicho sobre el hecho de que 85 años después de su muerte, parte de su obra docente siga inédita y acumulando polvo en los archivos? Él mismo encontró una expresión adecuada para esto: Fue puesto en un ataúd. Este sitio web está destinado a ayudar a liberarlo de este ataúd. "Lo que el hombre puede crear a partir de sus capacidades intelectuales se lo debe a la sociedad humana, al orden social humano. En realidad, no le pertenece. ¿Por qué gestionamos nuestra propiedad intelectual? Simplemente porque la produces; al producirla, demuestras que tienes la capacidad de hacerlo mejor que los demás. Mientras tengas esa capacidad mejor que los demás, gestionarás mejor esa propiedad intelectual al servicio del conjunto. Ahora la gente se ha dado cuenta al menos de que esta propiedad intelectual no se perpetúa sin fin. Treinta años después de la muerte, la propiedad intelectual pertenece a toda la humanidad. Cualquiera puede imprimir lo que yo he producido treinta años después de mi muerte. Puede utilizarlo como quiera; y eso está bien. Incluso estaría de acuerdo si hubiera más derechos en este ámbito. No hay otra justificación para la gestión de la propiedad intelectual que el hecho de que, porque se puede producir, también se tienen las mejores capacidades [...] Será una forma sana de socializar el capital si hacemos fluir en el organismo social lo que hoy se acumula como capital en el derecho de sucesiones, en el surgimiento de las pensiones, del derecho de las manos ociosas, de los derechos humanos superfluos, lo que así se acumula en capital; eso es lo que importa. Ni siquiera hace falta decir que la propiedad privada debe convertirse en propiedad social. El concepto de propiedad no tendrá ningún significado". Rudolf Steiner el 25 de abril de 1919