GA159 Bremen 21 de febrero de 1915 Las interrelaciones más profundas de la historia europea

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 RUDOLF STEINER


Conferencia nº 3 de una serie de quince conferencias, celebradas en 1915, en varias ciudades.

La ciencia espiritual y el misterio de la muerte

Las interrelaciones más profundas de la historia europea

Bremen 21 de febrero de 1915


En nuestros tiempos, nos enfrentamos de manera muy significativa a lo que la ciencia espiritual llama el misterio de la muerte. Todo está en estrecha o alejada interrelación con ella. A través de la ciencia espiritual recibimos, sobre todo, no sólo la convicción básica, sino el conocimiento básico del mundo en el cuerpo físico y de aquel en el que entramos por la puerta de la muerte. Sin embargo, este mundo está siempre vivo también en la vida sensorial y nos rodea. Sólo que no es reconocible para el ser humano ocupado en la vida sensorial, porque no tiene la atención necesaria para ello. Cuando fluyen a través del tiempo acontecimientos tan drásticos que exigen tan múltiples sacrificios de los seres humanos como los que ahora nos rodean, debemos entretejernos con toda nuestra alma en ello. De ahí que sea obvio presentarles algunos asuntos por medio de la ciencia espiritual.

Queremos dirigir nuestra mirada a campos de la vida que nos muestran cómo la humanidad ha llegado a algo fatalmente ilógico en relación con su entorno a causa del modo de pensar materialista. Oímos, por ejemplo, de la manera habitual hoy en día a las distintas naciones acusarse mutuamente: Yo no he querido la guerra; eres tú quien la ha incitado. - La pregunta es legítima y ya se puede responder -pues los hechos hablan claramente- dónde están las causas externas. Pero para la visión científico-espiritual es diferente. En esta cuestión tiene que darse cuenta de que la guerra es básicamente la última fase en el curso de los acontecimientos, o al menos una fase posterior de asuntos que ya estaban ahí antes. Tambien con los procesos de enfermedad se comete un error de juicio, ya que a menudo se habla de ellos, cuando ya son procesos de salud, que deben tener lugar para lograr la recuperación. Los procesos externos, que tienen lugar para paralizar la enfermedad y recuperarse, han ocurrido antes y no han sido observados. La guerra también es un proceso de enfermedad aparente. Es un esfuerzo de la humanidad por superar ciertos procesos que ya existían. La enfermedad estaba ya anteriormente en las relaciones realmente malsanas entre los pueblos. Cuando alguien investiga racionalmente las causas externas, ignora las internas. En la zona en la que estamos apiñados como en una fortaleza y rodeados con un anillo, debe parecer razonable plantear especialmente la cuestión de cuáles son las causas internas, o de qué tipo es la causa única por la que se produjo este cerco. Se habla de tal cerco para los últimos años, para las últimas décadas, pero si se observan las grandes conexiones, comienza mucho antes. Suena peculiar, pero se puede dar el año 860 d.C. - no 1860, sino 860. Durante largo tiempo, el proceso está en marcha,  encontrando su expresión ahora en una forma que podemos llamar la más espantosa guerra de la humanidad, desde que habita la tierra.

En la interrelación más profunda de la historia europea se encuentra el hecho extremadamente extraño de que en Europa Central se aglutinó algo de sustancia espiritual. Si alguien investiga esta interrelación más profundamente, verá que allí se aglomeró con un propósito particular. No se trata de las disposiciones externas de la sangre o la raza, sino del hecho de que algo parecido a una sustancia espiritual impregna el mundo. Algo así como un anillo en forma de serpiente se contrae en Europa Central bajando desde el lejano norte. Dos corrientes del este y del oeste van hacia el sur y se encuentran formando un anillo. En el siglo IX, se mueven desde un centro las tribus normandas que están relacionadas por la sangre con tantas cosas que luego existen en Europa Central. Pero se abren paso hacia el elemento romano, que viene del sur de Europa, y confluyen con él. En el año 860, se sitúan frente a París; allí los normandos fueron dominados por los romanos. De ahí surgió la Francia occidental. Los normandos aportaron a las islas británicas desde Francia, más de lo que los anglos y los sajones pudieron traer. En el este, los normandos bajaron, llegaron desde el norte al Volga y al Mar Negro a las regiones eslavas. Más tarde se incorpora la corriente tártara. El elemento eslavo se impone a los normandos y les proporciona la religión cristiana en su forma oriental. Se convierten en eslavos como "Ros" - en Finlandia se les llama así - no ha quedado nada más que el nombre de Rusia. Este nombre es de origen germánico. El nombre Rurik tiene el mismo origen.

Sobre estas relaciones se tienen opiniones bastante dudosas. En el oeste de Europa mucha gente habla de que los franceses son designados para resucitar el antiguo elemento celta en una especie de Renacimiento. Se tiene la idea de que en Europa Central son principalmente teutones y que en el oeste predomina el elemento celta. Sin embargo, es al revés, en la población francesa hay mucha más sangre teutona, en Europa Central hay más sangre celta, esto es cierto. Por lo tanto lo ilusorio (maya) se opone a la verdad. Sólo los habitantes del oeste están completamente dominados por el elemento romano. En el este los normandos y con ellos los elementos teutónicos son dominados por el elemento de la raza extranjera. Todavía hoy prevalece allí una religión que es ajena al alma del pueblo ruso [ en Del síntoma a la realidad, tercera de nueve conferencias (Berlín, 1918), volumen 185 de las Obras Completas de Steiner ]. Así pues, los pueblos de Europa Central están rodeados por así decirlo. El elemento romano llega hasta Constantinopla, y por el otro lado los normandos eslavos llegan también hasta Constantinopla. Ahí tenemos la serpiente, el anillo.

Si consideramos lo que allí se aglutina espiritualmente, obtenemos la visión de que tiene una tarea especialmente importante. Ayer, apenas lo indiqué, pero, sin embargo, hablé del hecho de que aquí debería tener lugar un cierto contacto familiar del alma del pueblo con el alma individual y justo así se producen los brotes más bonitos con los mejores parientes. El ego debe ser captado directamente, los miembros individuales del alma no deben vivir directamente en el ego como en Occidente. De ahí surge -esto ya tendría que estar claro para la consideración exotérica- que en Europa Central nunca pudo prevalecer una hostilidad básicamente completa contra el idealismo que siempre tuvo una cierta tendencia en un alto grado hacia el mundo espiritual. Cuando comenzamos nuestro movimiento espiritual, el karma ordenó que tuviéramos que actuar al principio en asociación con el movimiento británico. Pero externamente todo no era más que un síntoma de lo que tenía que suceder internamente con una cierta necesidad. Si consideramos lo que representa el movimiento teosófico, del cual tuvimos que separarnos, notaréis que allí la vida cultural se ha dividido en dos partes. La vida externa toma un camino puramente materialista, y el elemento espiritual se acopla a ella. Siempre se separan.

Comparad con lo que debe ser nuestra vida espiritual para nosotros. Así como en el organismo no se puede concebir la cabeza sin el cuerpo, nuestra vida espiritual crece a partir de la vida cultural general. Basta con empezar con Tauler, Eckhart, Angelus Silesius, luego con Herder, Lessing, en todas partes tenemos que desarrollar lo que debe ser la cultura espiritual superior. No podemos acoplar nuestra visión espiritual a nada, debemos tenerla como un organismo, debemos elevarla. Tenemos que descubrir internamente que el retorno de Cristo es un asunto espiritual. De ahí que no podamos hacer la más mínima concesión. Sólo podemos mirar a Cristo como figura con el ojo espiritual, acercarnos a Él con la experiencia interna. En Occidente eso tenía que ser dogmatizado y materializado. La gente no podía imaginarlo de otra manera, salvo viniendo en cuerpo físico. De ahí la absurda idea de presentar a Cristo en el cuerpo [el niño indio Krishnamurti fue proclamado como el Cristo reencarnado por Annie Besant, la presidenta de la Sociedad Teosófica (Adyar)]. Esto ocurrió en relación con lo que allí se pretendía.

Por tanto, es necesario plantearse objetivamente la siguiente pregunta: ¿cómo ha de relacionarse la civilización centroeuropea con la cultura futura? - La verdad es algo general, pero otra cosa es cómo surge. En la civilización centroeuropea están los resortes de toda la cultura espiritual del futuro. Tenemos que encontrar el camino desde el idealismo alemán hacia la cultura espiritual. Para ello es necesario que aquí en el centro sea fundada una cultura del ego. Eso se puede ver fácilmente en el campo esotérico. El ego humano tiene que encenderse en el mundo exterior, sólo allí está despierto y se realiza internamente. Así, la cultura del ego de Europa Central se despierta desde fuera. Sólo hay que mirar los últimos acontecimientos, la estandarización del ser alemán. Es típico que el imperio alemán se haya fundado en 1871 sobre un terreno extranjero. Se podrían dar muchos ejemplos que también muestran en los acontecimientos externos que hay una cultura del ego en Europa Central.

Parece razonable preguntar: ¿qué significado tienen las muertes para el mundo espiritual? - Innumerables seres humanos pasan en la flor de la vida por la puerta de la muerte. Al principio se separa la conexión del ego, el cuerpo astral y el cuerpo etérico con el cuerpo físico. El cuerpo físico es entregado aparentemente a la tierra, el cuerpo etérico al mundo etérico; el cuerpo astral y el ego continúan. Sin embargo, esto debe llamar nuestra atención: ¿los cuerpos etéricos de los seres humanos que atraviesan la puerta de la muerte a una edad normal son diferentes a los de los jóvenes? En cuanto al cuerpo físico se entiende esto, en cuanto al etérico se entenderá ahora. El cuerpo etérico podría haber asistido al cuerpo físico durante décadas, y podría haber elaborado un trabajo en él. Se va con estas fuerzas no utilizadas a través de la puerta de la muerte, se une allí con el alma del pueblo, y el trabajo del alma del pueblo se impregnará en el futuro con las fuerzas no utilizadas de estos cuerpos etéricos. Nuestra tarea es comprenderlo. Habrá seres humanos que sabrán: el alma del pueblo es un elemento activo. Sólo cuando se sabe que los cuerpos etéricos no utilizados trabajarán como fuerza espiritual de manera concreta en el mundo espiritual, entonces se puede comprender lo que entra en acción realmente. La conciencia de esta relación concreta con el mundo espiritual será importante. De este modo, es decir, mediante la creación de tal conciencia del mundo espiritual, la ciencia espiritual se convierte cada vez más en algo vivo en las almas y no se queda en mera doctrina. El ser humano sabe que está en un aura espiritual lo mismo que sabe aquí que el aire está en su entorno. Lo mismo que distingue aquí el aire limpio y sucio, sentirá los espíritus buenos y malos, experimentando y sintiendo el aura espiritual.

Únicamente éste es el fruto correcto de la ciencia espiritual. Se puede ver si consideramos los acontecimientos que están cerca de nosotros y que pueden enseñarnos. Uno de ellos acaba de ocurrir en el lugar de nuestra construcción. En este caso se trataba de un niño que al morir dejó su cuerpo etérico sin ser utilizado. Las fuerzas están ahí; cualquiera que las contemple, que sepa contemplarlas, ve que han pasado al aura de nuestra construcción de Dornach y viven en ella. Este es un ejemplo del cual yo respondo. El cuerpo etérico que está colaborando realmente, pertenece con sus fuerzas más a la comunidad. Desde entonces trata de hacer algo por medio de inspiraciones cerca de la construcción. Estas son fuerzas de apoyo.

Tales asuntos son obvios para nosotros, podemos aprender a través de ellos cuán misteriosas son las conexiones en el mundo espiritual. Justo en el último tiempo hemos experimentado en el karma de nuestra sociedad que han muerto amigos muy queridos. Lo que dije en el ciclo de Viena [ Naturaleza interior del hombre y la vida entre la muerte y el renacimiento, ocho conferencias (Viena, 1914), Obras Completas de Steiner volumen 153] sobre la vida entre la muerte y el nuevo nacimiento se hizo completamente claro sólo en algunas de estas almas. Una de estas almas ha encontrado con tanta seguridad el camino hacia nuestro movimiento cuando el cuerpo físico ya estaba desgastado. Desde que estaba en nuestro movimiento, era un ser cuya alma se me presentaba como a través de un cuerpo que se había vuelto brillante y transparente como el cristal. Después de la muerte la imagen de esta alma, como ya era antes, creció junto con la que presentó después. No pude evitar dar la nota necrológica que muestra que estaba tan seguramente junto a esta alma. Las siguientes palabras se hicieron audibles durante unos tres días, después de la muerte:

Has venido a nosotros.

La dulzura de tu ser

Hablaba de la fuerza tranquila de tus ojos -

La calma de tu alma

Fluía en las olas

Con que tus miradas

Llevaban tu tejido interno

A las cosas y a los seres humanos

Y el alma penetraba en tu voz

Que revelaba - más por el tipo de palabra

En su manera elocuente -

Lo que funcionaba como un secreto

En tu alma encantadora

Que lo que contenía la palabra;

Sin embargo, sin decir una palabra

Se revelaba a sí mismo

Al amor compasivo de los seres humanos -

Este ser que contaba con la noble y tranquila belleza

De la creación del alma del mundo

Al sentimiento receptivo.

Después de la muerte la conciencia se amortigua, precisamente porque hay una conciencia desbordante. Esto sucede por la retrospectiva que se tiene sobre la muerte primero - no en el caso del suicidio, - como si fuera un punto solar. Eso pertenece a las experiencias más bellas, más elevadas. Sientes un vínculo allí, te dices a ti mismo: allí has vivido, - y así te orientas en el mundo espiritual.

Nuestra amiga estaba fuera de la etapa de la visión retrospectiva etérica, por lo que yo le hablé al ser presente, pero aún no consciente. Entonces se produjo un momento de conciencia como resultado del calor, y ella vio la cremación. El tiempo allí se convierte en espacio.

Los acontecimientos en el mundo físico y espiritual se corresponden entre sí. En tal caso, la llamada no vuelve como un eco del mundo espiritual, sino que se convierte en una respuesta, dando lo esencial, del alma aún no consciente. Con tales ejemplos reconocemos el sentimiento y sentimos el reconocimiento del mundo espiritual. El resultado debe ser experimentar la realidad del mundo espiritual. Es especialmente importante conseguir este sentimiento definitivo en nuestro tiempo, para que el bienestar físico y el bienestar mental surjan para toda la humanidad a partir de la seriedad del presente. Porque siempre los grandes y significativos acontecimientos mundiales fueron, también para un conocimiento superficial, la clara expresión del hecho de que no sólo hay seres sensoriales, sino que los seres espirituales están trabajando en el mundo sensorial.

Es difícil atravesar el velo que separa el mundo físico del espiritual. Esto hace que el autoconocimiento sea difícil en la mayor medida posible; uno se lo imagina como algo demasiado fácil. A veces es difícil ya en el sentido físico externo. El significativo filósofo Ernst Mach [Ernst Mach (1838-1916), físico y filósofo austríaco] -no Ferdinand Maack, si no, no habría hablado de un filósofo significativo- dio un ejemplo grotesco de ello. Mach describe en una de sus obras que cuando era joven le llamó la atención un rostro desagradable en el espejo de un escaparate, que tuvo que reconocer inmediatamente como el suyo propio para su consternación. Más tarde volvió a experimentar algo similar. Al subir a un autobús vio a un hombre con un rostro feo que se le cruzó desde el otro lado, y sólo después reconoció que se había visto a sí mismo en el espejo. El ser humano tiene aún más dudas sobre el ser o la forma del alma. La gente no sueña con lo que hay que hacer para conseguir el autoconocimiento. En el sustrato del alma, la maya (imagen ilusoria) tiene a menudo grandes dimensiones. Un ser humano tiene el impulso de la crueldad; convive con personas a las que atormenta de vez en cuando, etc. Busca una causa externa para ello; a menudo utiliza un ingenioso don de invención para velar la estructura de su alma. Yo mismo conocí a alguien que hablaba repetidamente de los grandes sacrificios que exigía su actividad. Pero tenía que decir que sólo era un deseo de su alma, que él satisfacía. Cuando hablaba de sacrificios de esa manera, sólo el egoísmo estaba detrás de eso. El verdadero autoconocimiento sólo es accesible si uno avanza en la ciencia espiritual gradualmente, en la medida en que experimenta por sí mismo lo que hay en el mundo.

Hay personas que organizan horas de tertulia en el mundo. Al parecer, eso sucede incluso entre los hombres que acuden a sus veladas al atardecer. Cuando se les pregunta por qué parlotean, la gente da todo tipo de razones importantes para ello. Pero existe otra explicación: cuando deslizamos la mano sobre el terciopelo o la seda, sentimos una sensación muy placentera. Pues bien, cuando alguien está charlando, su cuerpo etérico golpea perpetuamente contra el aire puesto en movimiento, y al hacerlo es acariciado. Esto no es nada malo. Solo que es bueno saber lo que pasa cuando se parlotea, si se sabe que el ser humano tiene un cuerpo etérico.

La humanidad va hacia una época en la que debe enfrentarse cada vez más a estos asuntos. La ciencia espiritual debe despertar la conciencia para ello cada vez más. Entonces las personas que hoy afirman en su mente materialista que todo lo espiritual es una ensoñación, parecerán como si alguien dijese que donde está el aire, no hay nada. Lo mismo que uno descubre que el aire es real, la humanidad descubrirá que el espíritu es algo real. Si consideráis el mayor misterio, la Muerte y Resurrección de Cristo, podéis creer que Cristo, después de haber pasado por el Misterio del Gólgota, él actuaría sobre la humanidad particularmente por medio de la enseñanza. Sin embargo, lo que la gente sabía de Cristo era lo mínimo.

Los teólogos han discutido, pero muy pocos han entendido algo bien. Sólo una parte de los acontecimientos históricos pasan a la conciencia. Un ejemplo de ello es la batalla entre Majencio y Constantino en el Puente Milvio el 28 de octubre de 312 d.C., que se decidió no por ninguna circunstancia externa, sino por efectos de tipo no físico. Con un ejército mucho más fuerte que el de Constantino, Majencio tuvo que defender Roma. Consultando los Libros Sibilinos obtuvo el consejo de conducir sus tropas fuera de Roma y así destruiría a los enemigos de Roma. Un sueño le animó a ello. También Constantino tuvo un sueño en el que sus soldados debían llevar estandartes con el monograma de Cristo en lugar de los antiguos signos de campo. Así sucedió, y el ejército de Majencio, que había sido conducido fuera de Roma en contra de la razón, fue derrotado por las fuerzas armadas más débiles de Constantino, y el propio Majencio encontró la muerte en la huida. El impulso crístico había actuado aquí en el subconsciente del pueblo.

El impulso vive en el subconsciente, como si los acontecimientos, al igual que los barcos, fueran por el mar, pero los asuntos importantes tuvieran lugar en los submarinos. Un punto importante en el tiempo es de nuevo el siglo XV. En esa época, la Doncella de Orleans intervino en el curso de la historia de tal manera que todo lo que ocurrió después fue determinado por medio de ella. Todo el mapa de Europa sería diferente, también la vida espiritual si los ingleses hubieran ganado. La Doncella era una sierva de San Miguel. Schiller estaba profundamente conmovido por la figura de la Doncella de Orleans: "al mundo le gusta ennegrecer el resplandor". Mientras que Voltaire descargaba su rabia contra ella, incluso Shakespeare no podía entenderla, Anatole France la hundía en la visión materialista, todos los occidentales de intelecto no la entendían, y Schiller encarnó esta figura sublime en su drama.

Fue necesario que la Doncella de Orleans pasara por una especie de iniciación inconsciente para cumplir su misión histórica. Se trataba de una iniciación como la que nos describe la leyenda de Olaf Åsteson. Tales iniciaciones, para las que eran necesarias ciertas condiciones kármicas, podían tener lugar en el tiempo de las trece noches entre el 25 de diciembre y el 6 de enero. Si la luz exterior tiene la más mínima fuerza, es posible una iluminación interior. Así, Olaf Åsteson tuvo verdaderas experiencias espirituales en el estado de sueño durante trece noches, que luego relata ante el portal de una iglesia, como se muestra en la Canción del Sueño. También la Doncella de Orleans pasó trece noches como en el estado de sueño, es decir en el cuerpo de su madre. En el último tiempo antes del nacimiento el ser humano es especialmente accesible a las influencias inconscientes del mundo espiritual. El 6 de enero nació la Doncella de Orleans. Durante este día todos los habitantes de su lugar de nacimiento se reunieron porque algo bastante inusual se sentía en el aura del pueblo. Era el nacimiento de la Doncella de Orleans, a la cual se le implantó el Impulso Crístico justo antes de que viera la luz física del sol.

El objetivo real de todos nuestros esfuerzos y lo que mas nos importa es conseguir una conexión viva entre el mundo físico y el espiritual. La gente reconocerá que el período del ocaso de esta guerra significa el cambio de una era. Los seres humanos deben saber que las almas de los que se han sacrificado siguen actuando y que esta guerra tiene la tarea de concluir la era materialista.

Es necesario que haya almas que envíen pensamientos al mundo espiritual como si se tratara de unos brazos extendidos y que hagan descender la conciencia del mundo espiritual, para ello se requieren almas conscientes del espíritu. Cuantas más almas conscientes del espíritu envíen sus pensamientos hacia arriba - depende mucho del hecho de que nuestra atmósfera espiritual esté penetrada por tales pensamientos, - más podrán madurar los frutos que provienen de las muertes sacrificiales. Así resumimos nuestra consideración en las palabras:

Del valor de los combatientes,

De la sangre de las batallas,

Del dolor de los afligidos,

De los sacrificios de la nación

Crecerán los frutos del espíritu

Si las almas conscientes del espíritu vuelven

Sus sentidos a la tierra del espíritu.


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El objetivo de este blog es publicar en Internet todo el material fuente existente para las transcripciones de las conferencias de Rudolf Steiner de la forma más completa posible, para que este gran tesoro esté disponible para toda la humanidad. Se trata de notas de oyentes, transcripciones de conferencias y, en su mayor parte, transcripciones en texto plano de conferencias estenografiadas, también conocidas como transcripciones en texto plano. De este modo, cualquiera puede comprobar por sí mismo, mediante comparaciones, qué dijo realmente Rudolf Steiner y cómo fue editado (y, por tanto, modificado) en las distintas ediciones. Y por último, pero no menos importante, también encontrarán mucho material inédito. La obra de Rudolf Steiner es de dominio público desde 1996 y, por tanto, pertenece legalmente a toda la humanidad. Él mismo habría elegido una fecha mucho más temprana para la publicación de su obra, como se desprende de los pasajes sobre propiedad intelectual que citamos a continuación; Incluso el período de protección de 30 años que se aplicaba entonces le parecía demasiado largo. ¿Y qué habría dicho sobre el hecho de que 85 años después de su muerte, parte de su obra docente siga inédita y acumulando polvo en los archivos? Él mismo encontró una expresión adecuada para esto: Fue puesto en un ataúd. Este sitio web está destinado a ayudar a liberarlo de este ataúd. "Lo que el hombre puede crear a partir de sus capacidades intelectuales se lo debe a la sociedad humana, al orden social humano. En realidad, no le pertenece. ¿Por qué gestionamos nuestra propiedad intelectual? Simplemente porque la produces; al producirla, demuestras que tienes la capacidad de hacerlo mejor que los demás. Mientras tengas esa capacidad mejor que los demás, gestionarás mejor esa propiedad intelectual al servicio del conjunto. Ahora la gente se ha dado cuenta al menos de que esta propiedad intelectual no se perpetúa sin fin. Treinta años después de la muerte, la propiedad intelectual pertenece a toda la humanidad. Cualquiera puede imprimir lo que yo he producido treinta años después de mi muerte. Puede utilizarlo como quiera; y eso está bien. Incluso estaría de acuerdo si hubiera más derechos en este ámbito. No hay otra justificación para la gestión de la propiedad intelectual que el hecho de que, porque se puede producir, también se tienen las mejores capacidades [...] Será una forma sana de socializar el capital si hacemos fluir en el organismo social lo que hoy se acumula como capital en el derecho de sucesiones, en el surgimiento de las pensiones, del derecho de las manos ociosas, de los derechos humanos superfluos, lo que así se acumula en capital; eso es lo que importa. Ni siquiera hace falta decir que la propiedad privada debe convertirse en propiedad social. El concepto de propiedad no tendrá ningún significado". Rudolf Steiner el 25 de abril de 1919