GA159 Hannover 19 de febrero de 1915 El camino del ser humano a través de la puerta de la muerte - Una transformación de la vida

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 RUDOLF STEINER


Conferencia nº 2 de una serie de quince conferencias, celebradas en 1915, en varias ciudades.


Hannover 19 de febrero de 1915

El camino del ser humano a través de la puerta de la muerte. Una transformación de la vida 

Este es un tiempo, en el que en rápida sucesión como resultado de muchas muertes se acerca la conexión del ser humano con el mundo espiritual. Es el mundo en el que el ser humano entra cuando atraviesa la puerta de la muerte. En circunstancias muy especiales nos encontramos con estas muertes rápidas y sucesivas, casi simultáneas. Estas circunstancias especiales se dan porque pasan por la puerta de la muerte numerosas personas terrestres que podrían haber vivido todavía durante décadas en la tierra en las circunstancias que se pueden suponer para las personas terrestres. Y siempre que el ser humano atraviesa la puerta de la muerte prematuramente por así decirlo, se dan también condiciones extraordinarias.

Sabemos que el ser humano al atravesar la puerta de la muerte deja atrás, entrega al elemento tierra lo que se desprende de él como cuerpo físico. Sabemos que entonces el llamado cuerpo etérico es considerado como el segundo que, sin embargo, también se separa de la individualidad. Entonces la individualidad, que consiste en el cuerpo astral y el ego, pasa las regiones espirituales entre la muerte y el nuevo nacimiento. El cuerpo etérico, sin embargo, sigue trabajando, desligado del ego y del cuerpo astral. Este cuerpo etérico, que ahora entra en el mundo espiritual contiguo, el mundo etérico, es diferente en cada ser humano. Podéis imaginar que el cuerpo etérico de alguien que pasa la puerta de la muerte prematuramente tiene un aspecto diferente al de alguien que ha vivido su vida hasta la vejez. Porque el cuerpo etérico que tiene que ir con un ser humano fallecido prematuramente a través de la puerta de la muerte, tendría el poder de suministrar vida al cuerpo físico en condiciones normales todavía durante muchos años, décadas. Ahora bien, tanto en el mundo espiritual como en el mundo físico no se pierde una fuerza. Esta fuerza que dota, por otra parte, de vida al cuerpo físico sigue existiendo. De modo que podemos decir: si ahora miles atraviesan la puerta de la muerte, sin embargo, casi todos los días, entran en el mundo elemental cuerpos etéricos que todavía son capaces de sobrevivir, que tienen otras fuerzas en sí mismos que los cuerpos etéricos más viejos. ¿Qué sucede ahora con estos cuerpos etéricos todavía capaces de sobrevivir?

Ayer en la conferencia pública hablé de la verdadera alma del pueblo. Esta alma del pueblo es un ser real. Requiere de fuerzas muy particulares justo en nuestra época. Por supuesto, también necesita esas fuerzas en otros tiempos, pero particularmente en el nuestro. Esta alma del pueblo toma estos cuerpos etéricos aún viables. El propio ser humano con su ego y su cuerpo astral va por otros caminos - esos caminos que lo han de preparar despues para su próxima vida en la tierra. Pero estos cuerpos etéricos que se han separado de las individualidades humanas, pasan al ser, a la sustancia de las almas de los pueblos. Después de un tiempo tan cargado de destino como el que ahora experimentamos, vamos hacia un tiempo en el que el alma del pueblo contiene los cuerpos etéricos en sí misma -como fuerzas que viven en ella- que han sido entregados por aquellos que durante las batallas han atravesado la puerta de la muerte. Se acerca un tiempo en el que el científico espiritual puede saber que no se ha perdido aquello que se sacrificó en el altar de los grandes acontecimientos. Se acerca un tiempo en el que desde el alma del pueblo se emite una fuerza efectiva hacia las almas individuales, que simultáneamente sale de lo que en la primera, segunda, tercera década de la juventud numerosas personas han tomado aquí en la tierra, que aún podrían haber conservado durante muchas décadas, y que sin embargo han entregado al alma del pueblo. Esto está en las fuerzas que en el futuro el alma del pueblo vierte en las almas individuales; eso no se pierde.

Tomemoslo realmente en serio. Imaginemos cómo puede avivarse nuestra conciencia de la relación con lo espiritual si albergamos esto en nuestro sentimiento, para poder hablar en el futuro del alma del pueblo, de que los frutos de las muertes por sacrificio están en ella como fuerzas efectivas. Esto es particularmente importante en el futuro próximo. En otros tiempos esto sería diferente, para el futuro próximo; sin embargo, será significativo por una razón bastante especial.

Vivimos en una mala época de materialismo. Las almas, que no podían acercarse a la ciencia espiritual, estaban inmersas en una fuerte aura de materialismo. Luchar contra esta aura es la tarea del alma del pueblo en el futuro próximo. Hacia esta alma del pueblo fluirán fuerzas para la lucha contra el materialismo por el hecho de que los cuerpos etéricos de los primeros muertos permanecen en esta alma del pueblo, permanecen solo como fuerzas. Estos cuerpos etéricos - sacrificados en el altar de la evolución humana - serán los más fuertes luchadores contra el materialismo.

Así pues, hay que distinguir entre lo que se mueve como ser humano individual a través de las regiones del mundo espiritual y permanece unido a la individualidad humana, de aquello que a través de los cuerpos etéricos se trasmite a la comunidad general; que sigue actuando en la comunidad general espiritual en el sentido aquí citado, en la sustancia de las almas de los pueblos.

Esto puede quedar grabado especialmente en nuestras almas si ponemos ante ellas dos tipos humanos relativos a esta diferencia espiritual: el soldado muerto en el campo de batalla que, completamente entregado a la tarea de su pueblo, atraviesa la puerta de la muerte - el cual, por así decirlo, nada mas que entra en el campo de batalla, cuando apenas se lo a propuesto, debe decidir también enfrentarse a la muerte. 

Comparad este tipo humano con el asceta. Sólo cuando se tiene en cuenta lo que significan las fuerzas del cuerpo etérico en la vida humana, se hace uno una idea de la diferencia entre el soldado muerto en el campo de batalla y el asceta. El asceta trabaja sobre sí mismo. Trata de trabajar en sí mismo de tal manera que supere completamente lo físico en sí mismo, que se libere de este físico durante su vida. Debido a que el asceta trabaja de esa manera, también se produce una transformación significativa en su cuerpo etérico. Utiliza, por así decirlo, las fuerzas de este cuerpo etérico más fuertes para incorporarlas a su ego y a su cuerpo astral. 

Lo que hace que el asceta se libere de lo físico, va en beneficio de su individualidad por completo, y esto sirve para la transformación de su individualidad. De modo que ese ser humano que se convierte en asceta sólo puede servir a la humanidad indirectamente por lo que transforma de sí mismo. En cambio, el que se libera del cuerpo físico en la primera juventud, porque tiene que entregarse a las peticiones de la guerra, entrega las fuerzas de su cuerpo etérico a la comunidad general; las incorpora a la tarea general. 

Hay que sentir esta diferencia, es una diferencia significativa. Nos señala de nuevo un poco lo que prevalece como realidad en la vida humana. También es significativo mirar justo el camino a través de la puerta de la muerte en lo que respecta al cuerpo etérico.

En el momento en que el ser humano atraviesa la puerta de la muerte, todavía está unido a su cuerpo etérico. Hemos descrito a menudo lo que ocurre con esto. Esta conexión con el cuerpo etérico da al ser humano la posibilidad de vivir en todas las ideas que la última vida suscitó en él para fundirse completamente como en un poderoso retablo en todo lo que la última vida le ha dado. Pero esta es una especie de visión que dura relativamente poco tiempo; se desvanece cuando este cuerpo etérico se libera del ego y del cuerpo astral. 

Sí, se puede decir que comienza a desvanecerse inmediatamente después del momento de la muerte. Las impresiones se vuelven cada vez más débiles, las cuales se deben todavía a la posesión del cuerpo etérico. Luego se reafirma lo que es decisivo después de la muerte física. Allí lo decisivo sólo puede ser imaginado adecuadamente, solo en un grado insuficiente, por aquellas personas que quieren hacerse una idea de la vida después de la muerte. Es incluso difícil acuñar palabras para esas condiciones tan diferentes, comparadas con las condiciones que experimentamos en nuestros cuerpos físicos. Se piensa simplemente que el ser humano, después de haber atravesado la puerta de la muerte, sólo tiene que volver a tomar conciencia de sí mismo. En realidad no es así. El ser humano no experimenta ninguna falta de conciencia cuando pasa la puerta de la muerte. 

Al contrario, su alma experimenta una superabundancia de conciencia. Se vive y se entreteje completamente en la conciencia, y así como la fuerte luz del sol deslumbra los ojos, al principio él queda aturdido por la conciencia, tiene demasiada conciencia. Primeramente, esta conciencia debe ser amortiguada, para que él pueda orientarse en la vida, en la cual ha entrado después de la muerte. Esto dura un largo tiempo; cada vez se producen más momentos en los que la conciencia hace posible tal orientación. El alma se vuelve consciente durante un tiempo más o menos corto y luego entra de nuevo en una condición, como se podría decir, similar al sueño. Entonces tales momentos se vuelven gradualmente más y más largos, el alma entra más y más en tales condiciones, hasta que es capaz de orientarse completamente en el mundo espiritual.

Esto también dificulta la obtención de ideas claras sobre la forma en que el alma percibe su entorno después de haber atravesado la puerta de la muerte. La semana pasada enterramos a una querida amiga antropósofa, y por deseo de la difunta tuve la tarea de hacer una celebración fúnebre para sus amigos en el lugar donde murió. Mientras hablaba y dirigía mis palabras a la persona muerta, ésta estaba como dormida. Entonces el calor surtió efecto, las llamas se apoderaron del cuerpo, y en ese instante un atisbo de conciencia se apoderó del alma, como un momento de orientación. La muerta tenía ante sí toda la imagen de la celebración del funeral y el discurso fúnebre, como quien tiene ante sí algo espacial al mismo tiempo. Allí el tiempo se convierte realmente en espacio. No se ve el pasado tal y como se ve durante la vida corriendo en el tiempo, sino que se ve el pasado como algo espacial ante uno mismo. Por lo tanto, aquello que ya había pasado, que había sucedido un cuarto de hora antes, entonces estaba ante el alma de la difunta como el primer destello de la conciencia. Luego vino de nuevo un estado de aturdimiento en la luz de inundación de la conciencia para acercarse a esos otros estados en los que el alma aprende poco a poco a orientarse en el mundo espiritual.

Es importante, si queremos realmente tener buenas ideas sobre la vida después de la muerte, que entendamos estas concepciones tan diferentes del tiempo, que veamos cómo allí el tiempo no es algo de lo que se pueda decir, ha pasado, y uno recuerda los asuntos que sucedieron en el tiempo, sino que el pasado permanece allí. Al igual que el escritorio está ahí y este escritorio no se va conmigo cuando voy hacia allá y me vuelvo hacia atrás para mirarlo, de la misma manera lo que queda después de la muerte, que sólo puede ser recordado, está ahí; y el muerto mira hacia atrás como cuando uno mira hacia atrás en el cuerpo a los objetos espaciales. Esto es muy importante de entender. Además, es de especial importancia comprender que realmente permanecemos en conexión, que nuestra vida en la tierra permanece en conexión con aquello que experimentamos entre la muerte y un nuevo nacimiento; al menos permanece en estrecha conexión hasta el punto en el tiempo que llamé hora de medianoche en mi último drama de misterio [El despertar del alma en cuatro dramas de misterio, volumen GA14 de las Obras Completas de Steiner].

Sin embargo, no quisiera dejar de dar a nuestros amigos ideas sobre estas condiciones que difícilmente se pueden describir poco a poco. El alma, después de la muerte, mira hacia atrás en aquello que nosotros, como personas terrenales, hemos experimentado entre el nacimiento y la muerte, pero no, como si lo que se ha experimentado en vida sólo estuviera allí, sino que algunas condiciones de la vida de los muertos tienen un papel peculiar. La condición de vida de los muertos no es la misma que la condición de vida entre el nacimiento y la muerte de las personas vivas. Aquí la condición es tal que el ser humano se siente encerrado por su piel y mira al mundo por medio de sus sentidos. Tan pronto como se entra como difunto en el mundo espiritual, él / ella fluye por todo el mundo espiritual. El alma siente como si poco a poco llenara todo el mundo espiritual. Lo que el ser humano ha experimentado durante su existencia física terrestre, lo siente como un remanente - no como cuerpo físico, por supuesto, sino como aquello que constituye la forma, las fuerzas del cuerpo físico. Esto permanece después de la muerte, pero el alma lo tiene como quien tiene el ojo humano en el cuerpo físico. Lo mismo que tienes el ojo para ver, entonces tienes tú mismo, la vida en la tierra, que has experimentado, como un órgano sensorial cósmico para percibir el mundo con él. Lo que nuestro ojo es ahora para nuestro cuerpo, lo es nuestra vida en la tierra para nuestra vida espiritual después de la muerte.

Nuestra vida en la tierra se nos implanta por así decirlo como un ojo, como un órgano sensorial. Comprenderás gradualmente sólo después de una meditación más larga lo significativo que es, en realidad, declarar que nuestra vida en la tierra se convierte en un órgano sensorial para nuestra vida entre la muerte y un nuevo nacimiento. Eso se asemeja al proceso en que el ser humano se duerme y deja los cuerpos físico y etérico con su ego y cuerpo astral. Cuando llega la iniciación y el ser humano comienza a contemplar en el mundo espiritual fuera de sus cuerpos físico y etérico, entonces él sabe: en el mundo espiritual percibes como mediante un sentido con la parte espiritual de tu cuerpo físico, y piensas con tu cuerpo etérico. Tu cuerpo etérico es realmente como tu cerebro en el mundo espiritual y tu antiguo cuerpo físico es un órgano de los sentidos. Sin embargo, tú mismo estás derramado con todas tus fuerzas vitales sobre los mundos espirituales. Te has extendido, no te sientes amontonado en un solo lugar a causa de tu piel, y te sientes derramado, extendido sobre el mundo espiritual.

Esta es una existencia muy diferente. Y esto está relacionado con el hecho de que cualquier persona que entra en el mundo espiritual, ya sea por muerte o por iniciación, vive unida a los demás seres del mundo espiritual, a los seres de jerarquías superiores o a las almas humanas que viven entre la muerte y un nuevo nacimiento. Sin embargo, vive unido a ellos de tal manera que los experimenta no desde fuera como se conoce a los hombres, donde se está separado espacialmente de ellos. Sino que los experimenta como si estuvieran contenidos en un espacio espiritual común, compenetrados entre sí. Lo que otra alma experimenta uno lo experimenta no por el hecho de que diga algo, como en el caso de las personas terrenales, sino que uno se instala en la otra alma y es testigo de sus pensamientos. De ahí también que sólo se puede estar seguro de experimentar en uno mismo realmente lo que experimenta, por ejemplo, un muerto cuando sabes: que estás como en el muerto, tu no sólo informas de algo que oyes según el modelo de algo que se experimenta en la tierra, sino que lo oyes: el propio muerto habla a través de tu ser.

También me gustaría explicárselo con un ejemplo [Lina Grosheintz-Rohrer].

Uno de nuestros miembros murió recientemente. Todavía antes de la cremación sentí la necesidad de escuchar lo que esta personalidad tiene que decir tras su muerte. Porque ella todavía estaba unida con su cuerpo etérico y podía - por así decirlo - expresarse mediante su cuerpo etérico en forma terrenal, sin embargo, ella absorbió todo lo que había presenciado intensamente de la cosmovisión antroposófica y lo había tejido en su alma. Se trata, pues, de una personalidad de edad avanzada, que en el último tiempo de su vida se había asentado de forma realmente intensa y con todas las fuerzas de su corazón en nuestra cosmovisión científico-espiritual. Luego pasó por la puerta de la muerte. Ella estaba todavía en posesión de su cuerpo etérico. Aún lo tenía antes de la cremación como un medio para expresarse. Esto dio la posibilidad de expresarse todavía con palabras terrenales porque el cuerpo etérico podía experimentarlas. Y la liberación del cuerpo, de la existencia terrestre, hizo posible al mismo tiempo resumir todo el ser, que había sido grabado en el alma por el corazón. 

 Y cuando se me mostró cómo esta personalidad que ha atravesado la puerta de la muerte quiso manifestar su ser - posiblemente durante el segundo día, después de que la muerte tuviese lugar, - formó las palabras de las que os puedo informar, palabras, que deben ser consideradas como palabras que la muerta había experimentado. De modo que hay que imaginarse que aquí, durante el segundo día después de la muerte, este ser anímico, que había atravesado la puerta de la muerte, estaba colmado por la fuerza de estas palabras, se expresaba en la fuerza de estas palabras. 

Y si uno se transportaba a esta alma, este ser anímico, este ser de la difunta se expresaba a través de él en estas palabras. Por lo tanto, no podía hacer nada mejor que dirigir estas palabras a la difunta entonces justo en el funeral, porque estas fueron las palabras que ella misma dijo por así decirlo a los amigos, que rodearon sus restos terrenales. Puedo asegurarlo: No he añadido nada a estas palabras, sino que he tratado de entenderlas desde el ser de la difunta. En efecto, luego sucede eso que he llamado el aturdimiento de la conciencia lo que se podría llamar una especie de estado de sueño. 

Ahora la difunta no habría podido expresar su ser porque ahora le faltan los medios del cuerpo etérico. Ella será capaz de hacerlo de nuevo después de algún tiempo, pero eso sería imposible inmediatamente después de la muerte. Las palabras dicen:

A las distancias cósmicas llevaré

Mi corazón que siente, para que se caliente

En el fuego de la acción de las fuerzas santas;

En los pensamientos cósmicos entretejeré

Mi propio pensamiento, para que crezca claro

En la luz de la vida eterna;

En las profundidades del alma hundiré

la contemplación devota, para que crezca fuerte

Por los verdaderos objetivos de la actividad humana;

En la paz de Dios me esfuerzo pues

En medio de las batallas y preocupaciones de la vida

Para prepararme para el Ser superior;

Aspirando a trabajar en una paz llena de alegría,

Sintiendo el ser cósmico en mi propio ser,

Busco cumplir con mi deber humano;

Que pueda vivir en la anticipación,

Orientado hacia la estrella de mi alma

Que me proporcione mi lugar en los reinos espirituales.

 Quisiera poner esto ante vuestras almas como un claro ejemplo del misterioso curso que toma el alma humana justo a través del punto en el tiempo que separa la vida entre el nacimiento y la muerte, de la vida entre la muerte y un nuevo nacimiento, donde todo lo que todavía era experiencia externa para nosotros en la vida en la tierra se convierte en riqueza interna del alma y vive en nosotros de esa manera. Aquí se asume la ciencia espiritual todavía como algo externo. Inmediatamente después de la muerte, sin embargo, aparece como vivencia en el alma, sí, decimos, así como la fuerza muscular ahora vive en nuestros cuerpos físicos. Tienes que sentir eso una vez si quieres captar el sentido interno, el significado interno de lo que la ciencia espiritual puede ser para el alma humana. Luego, poco a poco, se obtiene una concepción -hay que tener paciencia- de las relaciones muy diferentes en el mundo espiritual. Si formamos palabras y conceptos de las relaciones en el mundo sensorial, a lo sumo podemos dar símbolos de lo que hay en el mundo espiritual. Debéis trabajar con paciencia hacia conceptos y sensaciones y sentimientos que expresen de forma bastante correcta y verdadera lo que son las relaciones del mundo espiritual.

La lógica de la vida en la tierra -sí, hay una única lógica de la vida en la tierra- es ya a veces bastante frágil para la vida en la tierra. Ya he dicho cómo se pueden superar los hechos reales utilizando la lógica de la vida en la tierra. A menudo he puesto el ejemplo: supongamos que una persona camina junto a un arroyo. Lo vemos caer en el arroyo. Nos precipitamos y descubrimos que ya está muerto. Vemos una piedra en el lugar donde la persona ha caído al arroyo, y a partir de ahí podemos formarnos un juicio bastante lógico, pero superficial. Podemos decir: la persona ha tropezado con la piedra, ha caído al arroyo y se ha ahogado. Ha muerto ahogado. - Pero esto puede ser bastante erróneo. Si se examina el asunto desde el punto de vista anatómico, puede resultar evidente que la persona ha sufrido un fallo cardíaco y que por ello ha caído al agua. El fallo cardíaco es la causa de su muerte. Con la lógica correcta de todos los días llegamos a una conclusión errónea. Tales conclusiones - esto se notaría, sólo de paso - se hacen constantemente en la vida humana y en particular en la ciencia. La ciencia está llena de tales conclusiones en las que la causa y el efecto se confunden.

Pero el asunto adquiere importancia cuando se consideran cuestiones de destino humano. En Dornach, en otoño, hemos vivido un golpe de suerte de este tipo, que es instructivo en el sentido más importante. Una noche se denunció la desaparición del pequeño hijo de nuestro socio Theo Faiss de siete años, que era un niño excepcionalmente querido y brillante. Fue durante una conferencia nocturna. La madre buscó al niño, pero no lo encontró. Cuando terminó la conferencia, sólo se oyó decir que la madre echaba en falta a su hijo, y no se podía imaginar otra cosa que la muerte del niño estuviera relacionada con una furgoneta de mudanzas, que había volcado. Un miembro de nuestra sociedad había encargado enviar sus muebles en un furgón de mudanzas, y este furgón de mudanzas había volcado por la noche donde estaba el niño. Eran las diez y cuarto de la noche y pusimos todo nuestro empeño en levantar el furgón. Los militares movilizados se reunieron con nosotros para ayudar a levantar este furgón de mudanzas. Al levantar el furgón de mudanzas se encontró al niño aplastado debajo del furgón. Pensad que en esta zona nunca había pasado un furgón de mudanzas en general hasta entonces, ni después. Allí estaba el niño, se podría afirmar esto más tarde por todas las cosas posibles que uno llama incidentes y casualidades, justo en el momento - fue solo cosa de minutos, alrededor de un momento - donde el furgón de mudanza se volcó. Sin embargo, era extraño que, en primer lugar, los que estaban aquí, donde el furgón había volcado, sólo se preocupaban de poner a salvo a los caballos. No se sabía que el furgón de mudanzas había caído sobre el niño.

El niño estaba muerto. El punto de vista materialista puede decir: bueno, el furgón de mudanzas se volcó por casualidad allí a esta hora; el niño estaba debajo y fue aplastado. El punto de vista materialista dirá eso, por supuesto. Ante el punto de vista espiritual eso es una completa tontería. Porque allí lo que hay es el karma del niño, y este karma del niño dirigió todas las circunstancias individuales. También dirigió la furgoneta de mudanza justo en el momento en que el niño necesitaba la muerte porque el karma del niño lo requería. El karma del niño había expirado. Tratamos aquí con la necesidad de invertir la causa y el efecto.

Por medio de tales relaciones y la visión de ellas uno es capaz de ascender poco a poco a la visión real de la vida que nos persuade de invertir lo que la apariencia externa presenta a los sentidos. A menudo hay que darle la vuelta a eso. Pero el asunto se vuelve bastante significativo cuando se experimenta después lo que se produce a raíz de tal hecho. El alma de un ser humano atraviesa la puerta de la muerte. Esta alma estuvo encarnada durante siete años en un cuerpo físico. ¿Por qué el pequeño Theo no podría haber llegado a tener también setenta, ochenta, noventa años, externamente considerado si el karma no lo hubiera hecho imposible? Hay un cuerpo etérico que podría haber proporcionado vitalidad todavía durante décadas; un cuerpo etérico que estaba realmente lleno de fuerzas de lo eterno, de lo bueno. Era un niño excelente.

Sabéis que a continuación la individualidad real, el ego y el cuerpo astral, siguen su camino. Pero el cuerpo etérico se libera, este cuerpo etérico, en el que están entretejidas todas las fuerzas tiernas y agradables que se han desarrollado en la infancia, en el cual, no obstante, también viven todas las fuerzas que provienen de encarnaciones anteriores. Ahora imaginaos lo que tenéis ante vosotros frente a tal cuerpo etérico. La individualidad viene de las encarnaciones anteriores. Se encarna de nuevo en esta encarnación; ello implica lo que viene de las encarnaciones anteriores. La vida de esta encarnación es como el fruto, por así decirlo, la consecución de lo que fue causa en una vida en encarnaciones anteriores. A través de toda la vida estos frutos podrían haber disfrutado de la vida al máximo. En ese caso, todo aquello que proviene de los frutos de encarnaciones anteriores habría entrado en este cuerpo etérico. Eso no ha ocurrido. En cambio todo lo que proviene de causas en las encarnaciones anteriores está en este cuerpo etérico. Y ahora lo más extraño es: cualquiera que intente explorar el aura de nuestra construcción de Dornach encuentra este cuerpo etérico del pequeño Theo en el aura de la construcción de Dornach. Allí está él, allí flota, vive alrededor de la construcción Dornach. Quien tiene que tratar con la construcción Dornach o lo hará después de aquella tarde de otoño en la que el pequeño Theo atravesó la puerta de la muerte, sabe lo que ha cambiado en el aura espiritual de la construcción Dornach por el hecho de que ese cuerpo etérico se incorporó a esta aura. Este cuerpo etérico contiene las fuerzas que de otro modo se habrían utilizado durante décadas para el suministro de un cuerpo humano físico, y este cuerpo etérico se acaba de verter en esta aura de la construcción.

Así de misteriosos son los caminos que la sabiduría que inunda el mundo tiene que experimentar con sus criaturas. Sólo se puede tener una idea correcta de cómo transcurre toda la vida humana -a la que en el sentido más notable pertenece la vida entre la muerte y un nuevo nacimiento- si se entra en los detalles de estas cuestiones. Porque nuestro movimiento antroposófico no debe ser realmente nada abstracto, sino algo en lo que nos volcamos con todo nuestro ser, en el cual también están aquellos seres desencarnados que justamente nos pertenecen, también se nos permite hablar de tales asuntos. Nos unimos no sólo como otras sociedades con un determinado programa, sino que queremos estar con toda nuestra alma en nuestro movimiento científico-espiritual. Queremos concebir este movimiento científico-espiritual como una corriente concreta a la que pertenecen todos los que realmente dan testimonio de ella de forma sentida. Podemos decir: allí hablamos como quien habla en una familia ampliada sobre los parientes de aquí o de allá. Pues lo que nos toca, por así decirlo, de una manera informalmente familiar nos da al mismo tiempo las explicaciones más altas, más significativas, más importantes del mundo espiritual.

Partiendo de esta actitud, me gustaría mencionar la muerte de uno de nuestros amigos, a los que las muertes afectan a menudo en el último tiempo. Nuestro infinitamente querido amigo Fritz Mitscher ha atravesado recientemente la puerta de la muerte. Me surgió la necesidad de plasmar en palabras lo que su propia alma sentía, mientras se apoyaba en el alma que acaba de atravesar la puerta de la muerte. Fijaos en la diferencia entre las palabras anteriores que os he leído y las que quiero leeros ahora. Las palabras que acabo de leer aquí salen del alma de los muertos. Las palabras que voy a leer en voz alta ahora son estimuladas en mi propia alma viendo al difunto Fritz Mitscher, el cual todavía estaba en posesión de su cuerpo etérico. Es la impresión que causó el muerto la que se relata ahora en estas palabras. Tal vez, ustedes saben que Fritz Mitscher fue ya desde joven profesor en los más diversos lugares, especialmente en Berlín, activo para nuestra Sociedad Antroposófica. Y muchos de nosotros sabemos también que se inclinaba de manera tan agradable a combinar todo lo que podía adquirir de la ciencia terrenal y del saber con la más noble y agradable conciencia antroposófica. Esto también se expresa después de su muerte cuando en todo su ser se combinó lo que él era, y lo que brilla ahora de nuevo después de su muerte del alma liberada del cuerpo que todavía tenía consigo su cuerpo etérico. Y me parece que esto tenía que ser expresado lo que Fritz Mitscher era después de la muerte con las palabras, que tenía que enviar a él en la cremación.

Una esperanza que nos llena de felicidad:

Has entrado en el campo

Donde, a través del poder del ser anímico,

las flores del espíritu de la Tierra

Se revelan a la investigación.


Tu anhelo estuvo ligado desde el principio

Al ser puro que ama la verdad;

Crear a partir de la luz del espíritu

Fue la meta de la vida sincera

Por el que te esforzaste sin descanso.


Cultivaste tus hermosos dones

Para andar con pasos firmes

Los caminos brillantes del conocimiento del espíritu

Como verdadero servidor de la verdad

Sin que te perturbe la contradicción mundana


Entrenaste tus órganos espirituales

Que, con valor y persistencia

A ambos lados del camino

Repelieron el error por ti

Y abrieron un espacio a la verdad para ti.


Para ti, para formar tu Ser

Para la revelación de la luz pura

Para que el poder del sol anímico

Brillara poderosamente dentro de ti

Fue la preocupación y la alegría de tu vida.


Otras preocupaciones, otras alegrías

Apenas tocaban tu alma,

Porque el conocimiento te parecía

La luz que da sentido a la existencia,

Te parecía el verdadero valor de tu vida.


Una esperanza, que nos llena de felicidad:

Entraste en el campo

Donde, por el poder del ser anímico,

Florece el espíritu de la Tierra

Revelándose a la investigación.


Una pérdida que nos duele profundamente,

Desapareciste del campo

Donde los granos terrestres del Espíritu

En el vientre del ser del alma

Maduraron tus sentidos para las esferas.


Siente cómo miramos con amor

En las alturas que ahora

Te llaman a otras obras.

Da a los amigos que quedan atrás

Tu poder de los reinos espirituales,


Escucha las súplicas de nuestra alma

enviadas a ti con confianza:

Para nuestro trabajo terrenal aquí necesitamos

Fuerzas fuertes de las tierras de los espíritus,

Por lo que agradecemos a los amigos muertos.


Una esperanza que nos llene de felicidad,

Una pérdida que nos duele profundamente:

Permítenos esperar, que tú, lejano,

sin perderte, ilumines nuestra vida

Como una estrella del alma en el reino del espíritu.

 Estas son las palabras que fueron destinadas al difunto desde el ser del difunto. Y después de que estas palabras fueran pronunciadas en la cremación, luego pasó algún tiempo, y a partir del ser del difunto, todavía no de la conciencia bien organizada, sino como sonando desde el ser, allí sonaron las siguientes palabras ahora desde el difunto en la noche después de la cremación.

Para mí, para formar mi Ser

Para la revelación de la luz pura

Para que el poder del sol del alma

pueda brillar poderosamente dentro de mí

Era la preocupación y la alegría de mi vida.


Otras preocupaciones, otras alegrías

Apenas tocaban mi alma,

Porque el conocimiento me parecía

La luz que da sentido a la existencia,

Me parecía el verdadero valor de mi vida.

Las palabras volvieron a sonar así. Sólo después descubrí que dos estrofas que están en medio pueden convertirse inmediatamente de "tú" a "yo" y de "a ti" a "a mí". Antes no lo sabía. Desde que escuché las estrofas como las leí primero. Y ahora volvieron del ser de los difuntos, dichas por él:

Eso muestra que así como durante el tiempo en que la conciencia no tiene aún la forma que luego nuevamente el alma posee después de este tiempo, a lo largo de todo el ámbito entre la muerte y el nuevo nacimiento, muestra como incluso en la transformación viva, en la transformación significativa las palabras vienen de los difuntos. Sólo hay que sentir que la visión del mundo científico-espiritual se hace realmente viva creando la conexión entre el mundo físico y el espiritual. Porque recorre como un escalofrío por nuestras almas cuando sentimos ante tal ejemplo cómo las palabras son enviadas a los difuntos - y él nos las devuelve cambiadas. Como sentimos por un lado que les llegaron a los difuntos porque resuenan desde él, no sólo como un eco, sino significativamente cambiadas por él.

Estos son asuntos que nos dan la certeza, la confianza también para nuestro presente de que las almas que viven aquí en cuerpos terrenales están conectadas con los poderes espirituales que tejen y prevalecen en el mundo. En esta corriente de poderes espirituales que prevalecen y tejen, los difuntos están entretejidos, están en ella, porque en ella experimentan sus posteriores destinos postmortem. 

Si permitimos que la conexión de los mundos físico y espiritual tenga un efecto en nuestras almas, podemos contemplar varias cosas. Ya señalé una vez también aquí el hecho de que con esta cooperación de los mundos físico y espiritual procediendo en el sentido concreto también el impulso del Misterio del Gólgota se acerca a nosotros. Sabemos que ahora justo empezamos a contemplar plenamente el sentido y el significado del Misterio del Gólgota y de la Entidad de Cristo mediante la ciencia espiritual. Hasta ahora los seres humanos lo hacían por medio de la razón. ¿Y qué resultó de esta razón? Si la eficacia de Cristo hubiera dependido en la vida terrestre humana de lo que los seres humanos han entendido de ella, la eficacia del Impulso de Cristo en la tierra habría sido poco relevante. Los seres humanos han comprendido en su mente las disputas teológicas, todo tipo de disputas, eso fue lo que entendieron del cristianismo. Pero el Cristo ha tenido un efecto de poder viviente.

Probablemente he expuesto también aquí el ejemplo de la batalla que Constantino libró contra Majencio, por medio de la cual se decidió el destino de Europa en aquella época. Únicamente así fue aceptado el cristianismo, de hecho, y a continuación se convirtió en el poder gobernante en Europa. Esta batalla no fue ganada por el arte de la estrategia ni por los ejércitos de Constantino. Majencio tuvo que defender a Roma. Buscando en los Libros Sibilinos y por un sueño que tuvo, se le metió en la cabeza que debía dirigir su ejército fuera de Roma. Entonces destruiría a los enemigos de Roma. Su ejército era cinco veces más fuerte que el de Constantino, que se acercó a Roma. Ahora realmente condujo su ejército fuera de Roma, estratégicamente lo más inepto que podía hacer. Ya que según la estrategia todo hablaba bien de dejar su ejército en Roma y dejar que los ejércitos hostiles se acercaran. Sin embargo, llevó a su ejército fuera de Roma. También en el lado de Constantino que dirigió sus ejércitos contra Roma no fueron razones bélicas-científicas las que le dieron la fuerza, sino que también tuvo un sueño. El sueño le decía: si permites llevar el monograma de Cristo al frente de tu ejército, derrotarás a Roma. - En aquel tiempo, y aún más tarde, todo el mapa de Europa se transformó gracias a la victoria de Constantino con su ejército más débil. También la vida espiritual de Europa se convirtió en algo diferente. Lo que la gente pudo haber captado en ese momento no habría sido suficiente para lograr la hazaña. El impulso de Cristo se abrió camino en el subconsciente de las personas, en lo que vivía en lo más profundo de sus almas, con lo que la gente solo podría haber soñado, que a lo sumo se les apareció en imágenes de sueños.

Tenemos un ejemplo posterior, bastante importante, de la eficacia del Impulso de Cristo con la Doncella de Orleans [Maid of Orleans (1412-1431)]. Quién estudia la historia realmente, no como se estudia a menudo la historia hoy, sino tratando de reconocer las conexiones reales, puede saber que de nuevo el destino de Europa fue absolutamente determinado para los siglos siguientes a través de lo que hizo la Doncella de Orleans. Ni la estrategia, ni la sabiduría de los políticos, sino que lo que hizo la pastora de Orleans fue vital para el destino de Europa, especialmente también para el destino de Francia. Ahora, no obstante, el Impulso de Cristo trabajó en la Doncella de Orleans, a través de su representante micaélico. Trabajó en el alma de la Doncella de Orleans. Su alma estaba completamente infiltrada, inspirada por el Impulso Crístico. Exactamente de la misma manera que en aquellos días, cuando se decidió la batalla entre Constantino y Majencio, el Impulso Crístico actuó, sin que la gente lo supiera en su conciencia superior. El Impulso Crístico también actuó allí, cuando la Doncella de Orleans envió a los ejércitos franceses contra los ejércitos ingleses. El continente entero habría cambiado, también Inglaterra si en aquel momento Francia no hubiera ganado. También Inglaterra no sería lo que ha llegado a ser si no hubiera sido derrotada. Sin embargo, las fuerzas subconscientes que surgieron en las imágenes del sueño causaron la victoria. Las habilidades de la Doncella de Orleans fueron inspiradas por ellas. De modo que se puede decir: lo que la Doncella de Orleans hizo fue influenciado a través de una iniciación más o menos inconsciente. Se trata, por supuesto, de una iniciación inconsciente, también se puede decir que atávica. Un vaso psíquico limpio tuvo que ser tomado sólo inconscientemente, como lo fue la Doncella de Orleans a través de la cual el Impulso Crístico pudo trabajar, por su representante Micaélico - un vaso limpio.

Veamos el asunto con más exactitud. Si alguien hoy en día pasa conscientemente por una iniciación - hay reglas para ello. Los pormenores están en mi libro "¿Cómo se alcanza el conocimiento de los mundos superiores?" Hay reglas por las cuales uno es capaz de desarrollarse gradualmente. En el caso de la Doncella de Orleans no se puede hablar de tal iniciación consciente. Pues un espíritu que, por lo demás, no está unido al alma humana, tuvo que ocupar su lugar en esta alma humana, para impregnar esta alma humana. Tuvieron que darse circunstancias especialmente favorables. Un espíritu de esferas superiores no siempre puede intervenir en las almas que están capacitadas para ello. Deben darse circunstancias especialmente favorables, para que un ser humano entre en conexión con los mundos superiores sin iniciación, sin trabajo consciente sobre sí mismo. Existen circunstancias especialmente favorables en la época en que, por así decirlo, el espíritu de la tierra está especialmente despierto: en el tiempo que va del 25 de diciembre al 6 de enero. Cuando en verano el sol está más alto, cuando el calor físico irradia sobre todo a la tierra, entonces las condiciones de la iniciación son las peores porque entonces el espíritu de la tierra está dormido. El espíritu de la tierra está más despierto en la oscuridad del invierno, en el solsticio de invierno.

Por lo tanto, no es sólo una leyenda, sino que corresponde a una verdad cuando se cuenta en las antiguas leyendas que durante las trece noches que preceden al 6 de enero se iniciaba a ciertas almas particularmente aptas, para que pudieran ir al mundo espiritual, para que pudieran experimentar allí lo que llamamos Kamaloka y devacán. Aquí en Hannover probablemente recordamos que la leyenda de Olaf Åsteson [ Año Nuevo Cósmico. La canción del sueño de Olaf Åsteson. Conferencia (Hannover, 1 de enero de 1912) en La conexión entre el ser humano y el mundo elemental ... volumen 158 de las Obras Completas de Steiner] se informó una vez que - durmiendo durante estas trece noches - recorrió todo el camino que puede ser el camino a través de Kamaloka y devacán. Olaf Åsteson cuenta entonces lo que experimentó durante estos trece días.

Cuando la oscuridad física externa de la tierra es la más fuerte, las condiciones son las más favorables para guiar a un alma en el mundo espiritual. Para almas como la Doncella de Orleans, iniciada para toda la humanidad para tal acción, no por ejercicio directamente consciente, sino por circunstancias especialmente favorables, habría sido lo más favorable si ella hubiera podido dormir durante las trece noches. Así podría haber entrado en conexión con el mundo espiritual; si hubiera podido lograrlo en estado de sueño. La Doncella de Orleans pasó realmente por tal estado de sueño. Porque la Doncella de Orleans pasó estos trece días hasta el 6 de enero en el cuerpo de su madre en una condición en la que el ser humano todavía duerme. Ya que el ser humano sólo se despierta para la vida física cuando nace y realiza el primer aliento. Con la Doncella de Orleans las últimas noches de sueño del embrión coinciden con el tiempo de las trece noches, porque ella nació el 6 de enero. He ahí una conexión histórica interna profundamente significativa. Ahí tenéis la base de la misión de la Doncella de Orleans, que fue elegida para recibir la iniciación como esta alma limpia antes de su primer aliento durante las últimas trece noches del embarazo de su madre, en este estado de sueño, justo bajo las circunstancias especialmente favorables de la vida terrestre. El calendario os lo muestra de forma sencilla. Abrid el calendario: el 6 de enero se celebra el cumpleaños de la Doncella de Orleans. El calendario os muestra cómo aquí existe una conexión profundamente íntima entre el mundo físico y los procesos en el mundo espiritual. Por supuesto, era necesario que el alma de la Doncella de Orleans estuviera preparada por sus encarnaciones anteriores. Durante las trece noches esta alma y lo que podía provenir de esta alma hizo posible justo en este punto del desarrollo humano que el mundo espiritual fuera capaz de influir en el mundo físico.

El mundo espiritual con sus ingredientes siempre está ahí. El mundo espiritual está siempre entre nosotros. Las formas de trabajar en el mundo físico son múltiples, las cuales elige el mundo espiritual. Y nuestra conciencia de la conexión con el mundo espiritual se hace cada vez más fuerte, cuanto más profundamente expresamos las conexiones entre los mundos físico y espiritual, mientras que tales conexiones se presentan vívidamente frente a nuestras almas.

Por otro lado, hay que decir: también que lo que sucede aquí en el mundo físico puede preparar una especie de conexión con el mundo espiritual y nuestro mundo físico. Y si alguien que ha tomado eso que fluye a través de nuestra ciencia espiritual, tan intensamente como Fritz Mitscher, y luego atravesó en el mundo espiritual en el trigésimo año de su vida - el 26 de febrero sería su trigésimo cumpleaños - y ha infiltrado su alma con eso que puede penetrar como una fuerza en el alma por nuestra ciencia espiritual, entonces tenemos una individualidad poderosa que permanecerá más adelante junto con nosotros en el mundo espiritual como un asistente del tipo más inmenso. Y si se imaginan lo difícil que es el esfuerzo por la ciencia espiritual justo en nuestro tiempo, en este tiempo que, no obstante, está completamente impregnado de materialismo. Entonces también se puede decir que quien está conectado con todas las fibras de su vida con el mundo espiritual tiene las mayores esperanzas para aquellos que pueden convertirse en asistentes espirituales que se convierten en asistentes espirituales después de haber dejado sus cuerpos físicos. No hace falta decir, por supuesto, que el paso por la puerta de la muerte no puede ser nunca una decisión personal, sino que debe ser causado sólo por el karma. Estos asistentes espirituales son los que nos dan consuelo y esperanza si vemos lo difícil que es, sólo en el presente, proveer a nuestro movimiento científico-espiritual a causa de las múltiples inhibiciones. Sin embargo, sabemos cómo las fuerzas espirituales superiores tienen un efecto en la tierra, de modo que la corriente de los mundos espirituales fluye hacia los propósitos de la tierra física. Así, las fuerzas no utilizadas de las almas humanas suben a los mundos espirituales para trabajar allí sólo con sus fuerzas, combinadas con otras fuerzas. De ahí que las palabras a nuestro Fritz Mitscher en mi obituario las dijera realmente de corazón:

Escucha las súplicas de nuestras almas

Enviadas a ti con confianza:

Para nuestro trabajo terrenal aquí necesitamos

Fuerzas fuertes de las tierras de los espíritus,

Por lo que agradecemos a los amigos difuntos.


Cuando tratamos de hacer avanzar nuestro movimiento espiritual hacia su propósito de manera honesta, entonces somos conscientes de que en las fuerzas que aplicamos aquí en la tierra también están actuando aquellas fuerzas que nuestros amigos ya llevaron a través de la puerta de la muerte al mundo espiritual.

Resumimos ahora todo eso también para la comprensión de la situación general del mundo. Por un lado, las almas humanas que pasan por la puerta de la muerte debido a los fatales acontecimientos del destino, llevan sus cuerpos etéricos a las almas de los pueblos. Por otro lado, llevan todo lo que han reunido en la devoción de sacrificio, al haber ido justamente por estos eventos a través de la puerta de la muerte con sus individualidades. Y todo eso será vertido como efectividad en la era venidera. Se trata de que los seres humanos que entonces experimentan la paz produzcan la conexión con lo que habrá en el mundo espiritual. Aquellos que hoy experimentan como madres y padres, como hermanos y hermanas u otros parientes la muerte en el campo de batalla de un ser humano querido para ellos, pueden tomar el hecho en su conciencia de que con el cuerpo etérico algo extremadamente significativo pasa a la efectividad general de la humanidad terrestre para el futuro. No sólo pueden saber que las individualidades vigorizadas por la muerte van a una vida posterior más fuerte en la tierra, sino que también pueden saber: que lo que el combatiente después de la muerte ha entregado al alma del pueblo teje y vive realmente. Padres y madres, hermanas y hermanos tienen pues en el alma del pueblo y también en la individualidad, por partida doble a aquellos que han atravesado jóvenes la puerta de la muerte. Esta idea sólo tendrá un gran valor cuando se haya convertido completamente en sentimiento, de modo que no se hable sólo de inmortalidad, sino que se sepa en el sentimiento: los muertos están ahí, están entre nosotros. Si este vínculo es tan fuerte que también para nuestro sentimiento la muerte será, en realidad, una falsedad. Ya que el muerto puede aparecer incluso más real que a menudo en la encarnación física si puede llevar juntos todo su ser y cuando ya su cuerpo físico no es un obstáculo. Inmensas corrientes de consuelo, corrientes de fuerza interna de autoconsolación salen de aquello que la ciencia espiritual puede dar a las almas en conciencia viva y sensaciones vivas. Cuando esto se siente así, entonces en particular los que dan testimonio de la ciencia espiritual pueden mirar llenos de consuelo hacia el futuro. Pueden sentir algo así como el crepúsculo en el cambio de una era durante estos acontecimientos actuales, cargados de destino, tras los cuales vendrá también un tiempo de soleada paz. Pero importante será en la eficacia espiritual de este tiempo de paz soleada lo que se gane a través de las muertes en sacrificio de tantas personas.

Eso se puede hacer fructificar aquí en la tierra particularmente creando un puente, una conexión entre los seres humanos vivos que están encarnados en cuerpos físicos aquí en la tierra y las almas que están arriba y quieren irradiar hacia abajo lo que han llevado consigo. Aquí es donde la verdadera comprensión de la ciencia espiritual hace un llamado a nuestros corazones y nos pide que hagamos lo que podemos hacer desde la conciencia que hemos ganado por la ciencia espiritual lo que podemos hacer sintiendo, para que los grandes, excitantes y dolorosos eventos del tiempo presente, en lo que a nosotros respecta, contribuyan a la fertilidad y bienestar de la humanidad. Los que saben algo de la ciencia espiritual pueden conocer el sentimiento y sentir el conocimiento por el cual se construye el puente hacia el mundo espiritual: porque las almas, que permanecieron en la tierra, envían los pensamientos y las sensaciones que pueden ser encendidas por la ciencia espiritual. El horizonte para ello será un horizonte de paz. Arriba estarán las almas que envíen rayos de luz espirituales. Abajo, deben estar los seres humanos que han aprendido a enviar desde abajo esos pensamientos y sensaciones que son estimulados por la ciencia espiritual. Si realmente hay almas que vuelvan sus sentidos conscientes del espíritu a la tierra del espíritu, entonces se construirá el puente, entonces habrá llegado el momento en que justo a través de tales acontecimientos dolorosos y cargados de destino, como suceden en nuestro tiempo, se debe tejer un vínculo íntimo entre los mundos físico y espiritual, por el que nos esforzamos mediante nuestra ciencia espiritual.


Así pues, resumimos lo que debe ser nuestro conocimiento y nuestra tarea y lo que debe despertar la confianza en las palabras:


Del valor de los combatientes,

De la sangre de las batallas,

Del dolor de los afligidos,

De los sacrificios de la nación

Crecerán los frutos del espíritu

Si las almas conscientes del espíritu vuelven

Sus sentidos a la tierra del espíritu.




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El objetivo de este blog es publicar en Internet todo el material fuente existente para las transcripciones de las conferencias de Rudolf Steiner de la forma más completa posible, para que este gran tesoro esté disponible para toda la humanidad. Se trata de notas de oyentes, transcripciones de conferencias y, en su mayor parte, transcripciones en texto plano de conferencias estenografiadas, también conocidas como transcripciones en texto plano. De este modo, cualquiera puede comprobar por sí mismo, mediante comparaciones, qué dijo realmente Rudolf Steiner y cómo fue editado (y, por tanto, modificado) en las distintas ediciones. Y por último, pero no menos importante, también encontrarán mucho material inédito. La obra de Rudolf Steiner es de dominio público desde 1996 y, por tanto, pertenece legalmente a toda la humanidad. Él mismo habría elegido una fecha mucho más temprana para la publicación de su obra, como se desprende de los pasajes sobre propiedad intelectual que citamos a continuación; Incluso el período de protección de 30 años que se aplicaba entonces le parecía demasiado largo. ¿Y qué habría dicho sobre el hecho de que 85 años después de su muerte, parte de su obra docente siga inédita y acumulando polvo en los archivos? Él mismo encontró una expresión adecuada para esto: Fue puesto en un ataúd. Este sitio web está destinado a ayudar a liberarlo de este ataúd. "Lo que el hombre puede crear a partir de sus capacidades intelectuales se lo debe a la sociedad humana, al orden social humano. En realidad, no le pertenece. ¿Por qué gestionamos nuestra propiedad intelectual? Simplemente porque la produces; al producirla, demuestras que tienes la capacidad de hacerlo mejor que los demás. Mientras tengas esa capacidad mejor que los demás, gestionarás mejor esa propiedad intelectual al servicio del conjunto. Ahora la gente se ha dado cuenta al menos de que esta propiedad intelectual no se perpetúa sin fin. Treinta años después de la muerte, la propiedad intelectual pertenece a toda la humanidad. Cualquiera puede imprimir lo que yo he producido treinta años después de mi muerte. Puede utilizarlo como quiera; y eso está bien. Incluso estaría de acuerdo si hubiera más derechos en este ámbito. No hay otra justificación para la gestión de la propiedad intelectual que el hecho de que, porque se puede producir, también se tienen las mejores capacidades [...] Será una forma sana de socializar el capital si hacemos fluir en el organismo social lo que hoy se acumula como capital en el derecho de sucesiones, en el surgimiento de las pensiones, del derecho de las manos ociosas, de los derechos humanos superfluos, lo que así se acumula en capital; eso es lo que importa. Ni siquiera hace falta decir que la propiedad privada debe convertirse en propiedad social. El concepto de propiedad no tendrá ningún significado". Rudolf Steiner el 25 de abril de 1919