GA234 Introducción a la Antroposofia V

Antroposofía, Introducción

Índice

AMOR, INTUICION Y YO HUMANO

GA 0234 Conferencia V Dornach 2 de febrero de 1924


Ya les he descrito cómo el cuerpo humano debe ser considerado compuesto de cuerpo físico, etérico y astral, y de cómo podemos adquirir una visión más profunda de esta composición mediante el ejercicio de nuestros poderes cognitivos - poderes de la mente, del corazón y de la voluntad - en cierta manera. Esta composición que discernimos en el ser humano también se encuentra en el mundo exterior. Solamente, debemos tener claro que hay una diferencia considerable entre lo que encontramos en el mundo exterior y lo que encontramos en el hombre.
Cuando, para empezar, estudiamos el mundo físico -y sólo podemos estudiar sus manifestaciones sólidas «terrenales» - llegamos a distinguir varias sustancias. No necesito entrar en detalles. Saben, por supuesto, que los anatomistas, al investigar lo que queda del hombre vivo después de haber pasado por el portal de la muerte -el cadáver-, no tienen que tener en cuenta las sustancias terrenales que encuentran fuera del hombre. A fin de cuentas, creen que no lo necesitan, y dentro de ciertos límites su creencia está justificada. Investigan los elementos o las sales, ácidos y otros compuestos que se encuentran fuera del hombre, e investigan qué contiene el organismo humano. No consideran necesario ampliar su conocimiento físico y químico.
De hecho, la diferencia sólo se pone de manifiesto cuando estudiamos estas cosas en una escala un poco mayor, y observamos lo que he enfatizado con tanta fuerza, a saber: que el organismo humano en su conjunto no puede ser mantenido por la naturaleza externa, sino que está sujeto a la destrucción. Así podemos decir que, en el ámbito físico sólido, terrenal, no encontramos, para empezar, mucha diferencia entre lo que está fuera y lo que está dentro del hombre. Sin embargo, debemos reconocer una gran diferencia en lo que es etérico.
He llamado su atención sobre la forma en que el mundo etérico realmente nos mira desde el más allá de la tierra. He señalado también que, desde fuera del etérico, todo, ya sea una gota grande o pequeña, se hace esférico, y que esta tendencia a la formación esférica, debido a la complejidad de las fuerzas etéricas, se extiende al cuerpo etérico del hombre. Tenemos que luchar continuamente para superar esta tendencia en nuestro cuerpo etérico. - Por supuesto, todo esto tiene lugar en el subconsciente.
En su forma actual, el cuerpo etérico humano está estrechamente moldeado al cuerpo físico. No tiene tales límites perfilados y es móvil en sí mismo; Sin embargo podemos distinguir la parte de la cabeza, la parte del tronco e, indistintamente, la parte de los miembros donde el cuerpo etérico se vuelve difuso.
Así, cuando movemos un brazo, el cuerpo etérico, que por lo general se ajusta a la forma humana, sólo sobresale un poco más allá del brazo, mientras que por debajo de él se extiende ampliamente. Pues tiene desde el cosmos la tendencia a tomar forma esférica. Los dos miembros superiores del hombre -el cuerpo astral y el yo- deben oponerse a esta tendencia y moldear dicha forma esférica a la conformación de la figura humana. Así podemos decir: el hombre, como ser etérico, vive en el mundo etérico general, construyendo su propia forma fuera del etérico, mientras que la tendencia formativa del etérico circundante es dar forma esférica a lo fluido. En el hombre lo que es fluido adquiere forma humana, y esto se debe a sus fuerzas internas que se oponen a las fuerzas cósmicas externas.
Esta oposición es aún más fuerte en el hombre astral. Como les indiqué ayer, el astral fluye desde lo indefinido, por así decirlo. En el ámbito terrenal, fuera del hombre, fluye (flechas en círculo verde) de tal manera que desarrolla la forma de las plantas desde fuera de la tierra; Y dicha forma de la planta muestra claramente esta respuesta al astral. La planta tiene solamente un cuerpo etérico, pero son, de hecho, las fuerzas astrales las que trazan la planta desde fuera de la tierra. Ahora bien, el cuerpo astral humano es extraordinariamente complicado y uno realmente lo percibe de la manera que describí ayer, es decir, como un elemento musical interior, una remolino que teje la vida, una actividad interior y todo lo que podríamos describir como música interiormente sentida. Pero todo lo demás que es astral es descubierto fluyendo en forma centrípeta; transformandose en la forma astral humana, por la cual aparecen cosas complicadas.
Digamos, por ejemplo, que algo astral fluye desde este lado. El ser humano lo moldea a las formas más variadas para hacerla útil e incorporarla. Podría decirse que el ser humano gana su cuerpo astral subyugando las fuerzas astrales centrípetas.
Ahora, cuando volvemos nuestra mirada psico-espiritualmente aguda al cosmos, adquirimos la concepción del etérico como se describe, pero también recibimos la impresión de que es debido al etérico que nos esforzamos por alejarnos de la tierra. Mientras estamos sujetos a la tierra por la gravedad, nos separamos de la tierra debido al etérico. Es realmente el etérico el que está activo en esta tendencia centrífuga. En este sentido, sólo hay que pensar en lo siguiente: El cerebro humano pesa aproximadamente 1.500 gramos. Ahora una masa con este peso, presionando sobre los delicados vasos sanguíneos en la base del cerebro, los comprimiría bastante. Si nuestro cerebro ejerciera realmente su peso de 1.500 gramos en el hombre vivo, no podríamos tener estos vasos sanguíneos. En el hombre vivo, sin embargo, el cerebro pesa veinte gramos a lo sumo. Es mucho más ligero porque flota en el líquido cerebral y pierde peso por el peso del líquido desplazado. El cerebro realmente se aleja del hombre; Y en esta tendencia el etérico es activo. Así podemos decir que es sólo en el cerebro que podemos ver más claramente cómo están las cosas.
Aquí está el cerebro flotando en su fluido, por lo que su peso se reduce de 1.500 a unos veinte gramos. Esto significa que su actividad participa, en un grado notablemente pequeño, en nuestra vida física, corporal. Aquí el etérico encuentra un tremendo terreno de aplicación para actuar hacia arriba. El peso actúa hacia abajo pero es reducido. En el fluido cerebral se desarrolla principalmente la suma de las fuerzas etéreas que nos aleja de la tierra. De hecho, si tuviéramos que llevar nuestro cuerpo físico con todas sus fuerzas de peso, sería como si arrastrasemos un pesado saco. Cada corpúsculo de sangre, sin embargo, flota y se reduce asi su peso.
Esta pérdida de peso en un fluido es una antigua porción de conocimiento. Que como ustedes saben, se le atribuye a Arquímedes.Bañandose un día notó, al levantar la pierna fuera del agua, que le pesaba mas que cuando estaba en el agua, y exclamó: ¡Eureka! Lo he encontrado. Había descubierto que todo cuerpo sumergido en un fluido pierde en peso el equivalente al peso del fluido desplazado. Por lo tanto, si ustedes piensan en Arquímedes en su baño, aquí su pierna física y aquí la misma pierna formada de agua, entonces la pierna física es más ligera en agua por la cuantia que esta pierna de agua pesa. Es más ligero por esta cuantia. Del mismo modo, el peso de nuestro cerebro en el líquido cerebral se reduce debido al peso de la masa de líquido cerebral del tamaño del cerebro físico. Es decir, se reduce de 1.500 a 20 gramos. En la física esto se denomina 'empuje hacia arriba' , y aquí actúa el etérico. El astral, por otra parte, es estimulado - al principio - por la respiración, por lo que el elemento aereo entra en el organismo humano y finalmente llega a la cabeza en un estado extremadamente atenuado; En esta distribución y organización del aire está activo el astral.
Así podemos ver realmente en la sustancia sólida terrosa lo físico; En el fluido, especialmente en la forma en que trabaja en el hombre el etérico y en el aereo, el astral.
La tragedia del materialismo es que no sabe nada de la materia – de cómo la materia trabaja realmente en los varios dominios de la vida. Lo notable del materialismo es simplemente su ignorancia de la materia. No sabe nada sobre la forma en que funciona la materia, porque esto no se aprende hasta que uno es capaz de atender lo espiritual que está activo en la materia y está representado por las fuerzas.
Ahora bien, cuando uno avanza a través de la meditación hasta el conocimiento "imaginativo" del cual ya he hablado, uno encuentra el etérico en acción en todos los procesos acuosos de la tierra. Frente al verdadero conocimiento, es pueril creer que todo lo que está en acción aquí -en el mar, en los ríos, en las nieblas crecientes, en las gotas que caen y en las formaciones de las nubes- contiene sólo aquello que el físico y el químico conocen del agua. Porque en todo lo que hay en la poderosa gota de la «tierra acuática», en lo que constantemente se eleva en forma de vapor, forma nubes y desciende como niebla y en todos los otros procesos acuosos, el agua juega, de hecho, un enorme papel en la configuración de la cara del globo - en todo eso, están funcionando estas corrientes etéreas. Aquí está tejiendo el éter revelandosenos en 'imagenes' cuando uno ha fortalecido su pensamiento de la manera que he descrito. En todas partes detrás de este agua que teje, la "imaginación" cósmica está tejiendo, y la "música astral de las esferas" juega por todas partes en esta imaginación cósmica, viniendo - en cierto sentido - desde detrás.
En el hombre, sin embargo, todas estas condiciones son muy diferentes de lo que son fuera de él.
Si uno mira, con la visión aguda en la forma que les he indicado, en lo que está fuera del hombre, se encuentra el mundo construido de la siguiente manera: En primer lugar, está lo físico, en contacto directo con la tierra; El etérico, que llena todo el cosmos; Luego el astral, que fluye como seres vivientes. De hecho, no es una mera generalización abstracta, este tejido astral que advertimos, sino seres reales que entran en el espacio, seres de naturaleza psicoespiritual como el hombre, en su cuerpo, también es un ser psico-espiritual. Esto es lo que uno observa.
Si ahora volvemos la mirada al hombre, encontramos en él, también, un cuerpo etérico que corresponde al etérico externo. Pero este cuerpo etérico no se percibe de tal manera que podamos decir: allí está el hombre físico, y aquí está su cuerpo etérico. Ciertamente, se puede dibujar así, pero eso sería sólo una representación momentánea. Nunca se ve meramente el presente cuerpo etérico; Esta “instantánea” que se puede dibujar es vista como continuación de la que ha pasado antes. Siempre vemos todo el cuerpo etérico que se extiende hasta el nacimiento. El pasado y el presente forman un todo. Si tienen a una persona de veinte años delante de ustedes, no pueden ver simplemente su cuerpo etérico de veinte años; Ustedes ven todo lo que ha sucedido en su cuerpo etérico desde el nacimiento y un poco más allá. Aquí el tiempo realmente deviene en espacio. Es así como cuando miras por una avenida y ves los árboles a cual más cerca a causa de la perspectiva; Ustedes ven toda la avenida en el espacio.
Del mismo modo que miran el cuerpo etérico como es en la actualidad, pero ven toda su estructura, que es una "estructura del tiempo". El cuerpo etérico es un «organismo del tiempo», el cuerpo físico en cambio es un «organismo espacial». El cuerpo físico es, por supuesto, autónomo en cualquier momento dado; El cuerpo etérico siempre está allí como un todo que comprende nuestra vida hasta el momento dado.
Esto es una unidad. Por lo tanto, sólo se podría dibujar o pintar el cuerpo etérico si se pudíesen pintar imágenes en movimiento; Pero tendrían que ser más rápidos que las imágenes. La configuración momentánea que dibujamos o pintamos es sólo una sección y está relacionada con todo el cuerpo etérico como la sección de un tallo de árbol lo está a todo el árbol. Cuando dibujamos un diagrama del cuerpo etérico, es sólo una sección, porque todo el cuerpo etérico es un "proceso del tiempo". De hecho, al examinar este proceso del tiempo, uno es guiado más allá del nacimiento, incluso más allá de la concepción, hasta el punto en que uno ve al ser humano descender de su vida preterrenal a su vida presente en la tierra y justo antes de ser concebido por su Padres, extraen la sustancia etérica del éter cósmico general para construir su cuerpo etérico.
Así pues no se puede hablar del cuerpo etérico sin examinar la vida del hombre hacia atras en el tiempo hasta el nacimiento y más allá. Lo que uno considera como cuerpo etérico en algún momento definido es sólo una abstracción; La realidad concreta es el proceso del tiempo.
Es diferente en cambio con el cuerpo astral. Esto se comprende en la forma que describí ayer. Sólo puedo dibujarlo mediante un diagrama, y en el diagrama el espacio debe convertirse en tiempo para ustedes. Supongamos que estamos observando el cuerpo astral de una persona el 2 de febrero de 1924. Y que sea esta la persona. [fig 1]
fig.1

Realmente esta es la impresión que causa en nosotros: Aquí está el cuerpo físico (circulo interior blanco), aquí su cuerpo etérico (circulo azul). También podemos observar su cuerpo astral (circulo rojo)y esto nos causa la impresión que describí en mi libro Teosofía. Tal cual. Pero cuando uno llega al conocimiento realmente "inspirado" que aparece antes de la conciencia vacía - ayer les describí tal conocimiento - uno alcanza la siguiente percepción. Uno se dice a sí mismo: Lo que estoy observando como el cuerpo astral de esta persona no está realmente presente hoy, es decir, el 2 de febrero de 1924. Si la persona tiene veinte años de edad, debemos retroceder en el tiempo - digamos, Enero de 1904. Ustedes perciben que este cuerpo astral está realmente allá atrás, y se extiende aún más hacia lo ilimitado. Se ha quedado allí y no lo ha acompañado a través de la vida. Aquí sólo tenemos una especie de apariencia: un destello. Es como mirar por una avenida; Allí, a lo lejos, están los últimos árboles, muy juntos. Detrás de ellos hay una fuente de luz. Ustedes puede tener el resplandor de la luz aquí, pero la fuente está allá atrás - no necesita avanzar (su posición) para que su luz puede brillar aquí.
De la misma manera, también, el cuerpo astral ha permanecido por detrás, y sólo lanza sus destellos en la vida. Realmente ha permanecido en el mundo espiritual y no ha venido con nosotros al mundo físico. Respecto a nuestro cuerpo astral, antes de la concepción y el nacimiento, siempre permanecemos en el mundo espiritual. Si tenemos veinte años en 1924, es como si estuviéramos todavía viviendo espiritualmente antes del año 1904 y, con respecto a nuestro cuerpo astral, este, sólo hubiese estirado progresivamente un tentáculo.
Eso, dirán, que es un concepto difícil de entender. Bueno, así es. Pero ustedes saben que hubo una vez un rey español a quien se le mostró lo complicada que es la estructura del universo. Ante eso, pensó que lo habría simplificado. Un hombre puede pensar así, pero, de hecho, el mundo no es simple, y debemos esforzarnos un poco por captar lo que es el hombre.
Mirar atentamente el cuerpo astral es mirar directamente al mundo espiritual. (Sólo en el mundo exterior al hombre tienen a su alrededor lo que es astral.) Cuando ustedes observan a los seres humanos espiritualmente, con respecto a sus cuerpos astrales están mirando al mundo espiritual. Perciben directamente a lo que un hombre se ha visto sometido en el mundo espiritual antes de descender a la tierra.
Pero, se dirán, mi cuerpo astral está activo dentro de mí. Por supuesto que es así; se sobreentiende. Pero imagínense que algún otro ser estuviera aquí, y por medio de cuerdas mecánicamente conectadas, produjesen algún efecto desde una distancia considerable. pues semejante a eso es con respecto al tiempo. Su cuerpo astral ha permanecido atrás, pero sus actividades se prolongan a lo largo de toda su vida. Por lo tanto, la actividad que ustedes notan en su cuerpo astral hoy, tuvo su origen en un lejano tiempo pasado, cuando estaban en el mundo espiritual antes de descender a la tierra. Ese tiempo todavía está activo - en otras palabras, todavía está allí, en lo que respecta a lo espiritual. Cualquiera que crea que el pasado ya no está "presente" en el proceso de tiempo real, se asemeja a un hombre que viajase en un tren a quien se le dijese: Ese era un hermoso barrio por el que acabamos de pasar, y que el respondiese: Si, un hermoso barrio, pero ha desaparecido; Ya no está. Tal hombre creería que el barrio por el que acaba de pasar en tren ha desaparecido. Es igualmente estúpido creer que el pasado ya no existe. De hecho, siempre está ahí, trabajando en el hombre. El 3 de enero de 1904, todavía está allí en su constitución espiritual, así como lo que es espacial permanece después de haber viajado a través de él. Está ahí, influyendo en el presente.
Por lo tanto, si describen el cuerpo astral como yo lo he hecho en mi Teosofía, debe darse cuenta, para completar su percepción, que lo que está activo aquí es el "resplandor" de algo muy atrás en el tiempo. El ser humano es realmente como un cometa que extiende su cola hacia el pasado. No es posible obtener una verdadera comprensión del ser humano a menos que adquiera estos nuevos conceptos.
Las personas que creen que uno puede entrar en el mundo espiritual con los mismos conceptos que uno tiene para el mundo físico deberían convertirse en espiritistas, no en antroposófos. Los espiritistas se empeñan en conjurar lo espiritual, -sólo algo más delgado que la materia ordinaria-, en el espacio ordinario por el que caminan los hombres físicos. Pero no es nada espiritual, sino sólo finas exudaciones. Incluso los fantasmas descritos por Schrcnk-Notzing son sólo finas exudaciones físicas que conservan en su forma rastros del etérico. Son meros fantasmas, no algo realmente espiritual.
Si estudian el mundo y el hombre de la manera que he descrito, se darán cuenta de la presencia de los mundos superiores en la Naturaleza exterior. En el caso del hombre, un estudio de los sucesivos mundos les conducirá inmediatamente al "proceso del tiempo" dentro de él. En su caso, sin embargo, pueden ir aún más lejos y alcanzar un dominio que nuestra era filistea materialista no reconoce como accesible al conocimiento.
Me he referido a la percepción, por medio de los sentidos, de los objetos físicos toscos y tangibles que nos rodean, como el primer grado de la cognición.
El segundo grado fue el del "pensamiento fortalecido" en el que asimilamos las imágenes vivas y en movimiento del mundo. El tercer grado de cognición fue la "inspiración" en la que percibimos a los seres que se manifiestan a través de estas imágenes - oir un tipo de música de las esferas que suena desde más allá. En el caso del hombre somos guiados, no sólo fuera del mundo material, sino del presente en la vida preterrenal, en la existencia como ser psico-espiritual antes de descender a la tierra. Este conocimiento 'inspirado' se obtiene vaciando nuestra conciencia después de un pensamiento fortalecido.

El grado posterior de la cognición se logra haciendo que el poder del amor sea una fuerza cognitiva. Sólo que, por regla general, no debe ser el amor superficial del que unicamente se habla en nuestra era materialista. Debe ser el amor por el cual poder identificarnos con otros seres - seres los cuales, en el mundo físico, no son idénticos a ustedes. Deben ser realmente capaces de sentir lo que le está pasando al otro ser justo como sienten lo que les está pasando a ustedes mismos; Deben ser capaces de salir de si mismos y vivir ademas en el otro. En la vida humana ordinaria tal amor no alcanza la intensidad necesaria para hacerla una fuerza cognoscitiva. Uno debe primero haber alcanzado la "conciencia vacía", y haber tenido cierta experiencia con ella. Y entonces padecemos lo que muchos que están luchando por el conocimiento superior no buscan: sufrimos lo que puede ser llamado el dolor del conocimiento.
Si tienen una herida en alguna parte, les duele. ¿Por qué? Porque, debido a la herida, su ser espiritual no puede permear su cuerpo físico apropiadamente en el lugar en cuestión. Todo dolor proviene de no poder, por una u otra causa, penetrar en el cuerpo físico. Y cuando algo externo te lastima, esto es también porque no eres capaz de "unirte" con él – de aceptarlo.
Ahora bien, cuando se ha alcanzado la conciencia vacía en la que fluye un mundo completamente diferente de aquel al que uno está acostumbrado, ademas, para tales momentos de cognición inspirada, uno está sin el hombre físico al completo; pues esta es una herida grande y duele todo. Uno debe experimentar primero esta experiencia; Uno debe soportar la salida del cuerpo físico como dolor y sufrimiento reales para alcanzar el conocimiento inspirado. Por supuesto, una comprensión de tal conocimiento se puede adquirir sin dolor, y la gente deberia adquirir esta comprensión independientemente de sufrir el dolor de la iniciación. Pero para adquirir una percepción espiritual inmediata -no una mera comprensión- de lo que obra en el hombre desde su vida antes del nacimiento, es decir, de lo que deja atrás en el mundo espiritual, hay que cruzar el abismo del sufrimiento y el dolor universales.
Podemos entonces experimentar esa identificación antes mencionada con otro ser y volver a la vida en otro ser. Sólo entonces se aprende el mayor grado de amor que consiste no en "olvidarse a sí mismo" en sentido teórico, sino en estar dispuesto a ignorarse completamente y entrar en lo que no es uno mismo. Y sólo cuando este amor va de la mano de esa cognición de inspiración superior estamos realmente en disposición de entrar en el mundo espiritual con toda la calidez de nuestra naturaleza, con toda nuestra espiritualidad de corazón y mente; Es decir, con nuestras fuerzas del alma. Debemos hacer esto si queremos progresar en el conocimiento. El amor debe convertirse en una fuerza cognitiva en este sentido. Cuando tal amor ha alcanzado cierta altura e intensidad, pasamos a través de la vida pre-terrenal a la última vida en la tierra; Pasando por todo lo que hayamos sufrido entre la última muerte y la vida presente, de la anterior vida en la tierra, en lo que llamamos encarnaciones previas.
Ahora bien, también fue, por supuesto, con un cuerpo físico que anduvimos por la tierra. Pero no queda nada de todo lo que componía aquel cuerpo físico; Se ha disuelto en los elementos. Nuestro ser más íntimo de aquel tiempo se ha vuelto completamente espiritual y vive dentro de nosotros como espíritu solo.
En verdad, nuestro yo, al pasar por el portal de la muerte y del mundo espiritual a una nueva vida en la tierra, deviene completamente espiritual. No puede ser comprendido con los poderes ordinarios de la conciencia cotidiana; Debemos intensificar el poder del amor de la manera que he descrito. El hombre que eramos en una vida anterior está tan fuera de nosotros como de cualquier otro ser humano de hoy. Nuestro yo tiene el mismo grado de externalidad. Por supuesto, llegamos a hacerlo nuestro, a experimentarlo como a nosotros mismos, pero primero debemos aprender a amar sin ningún rastro de egoísmo. Sería algo terrible de verdad si nos enamoráramos -en el sentido ordinario- de nuestra anterior encarnación. El amor, en el sentido más elevado, debe intensificarse para que podamos experimentar nuestra encarnación anterior como algo enteramente ajeno a nosotros mismos. Entonces, cuando nuestro poder cognoscitivo emerge a través de la conciencia vacía, adquirimos conocimiento a través del amor intensificado en su grado más alto, y alcanzamos el cuarto miembro del hombre - el yo propiamente dicho.
El hombre tiene su cuerpo físico a través del cual vive en cada momento en la tierra física presente. Tiene ademas, su cuerpo etérico a través del cual vive continuamente en un proceso del tiempo que se prolonga hasta un poco antes de su nacimiento, cuando reunió este cuerpo etérico separandolo del éter cósmico general. Tiene su cuerpo astral a través del cual su vida se extiende durante todo el período comprendido entre su última muerte y su último descenso a la tierra. Y tiene su yo a través del cual alcanza hasta su vida anterior en la tierra.
Por eso, cuando hablamos de los diversos miembros del ser humano debemos hablar, en cada caso, de su extensión en el tiempo. Llevamos nuestra precedente conciencia del yo dentro de nosotros hoy, pero inconscientemente. ¿Cómo? Si queremos estudiar cómo, debemos darnos cuenta de que el ser humano, aquí en el mundo físico, no es sólo un cuerpo sólido, un cuerpo fluido y un cuerpo aereo, sino a su vez un cuerpo calorico. Esta es también la manera de aproximarnos al yo. Todo el mundo sabe esto, al menos de una manera muy parcial. Si medimos la temperatura de una persona obtenemos diferentes grados de fiebre en diferentes partes del cuerpo. Pero hay diferentes temperaturas en todo el organismo del hombre. Tenemos una temperatura en la cabeza, otra en el dedo gordo del pie, otra dentro del hígado y otra en el pulmón. Ustedes no son sólo lo que encuentran dibujado con contornos definidos en un atlas anatómico. Ustedes tienen un organismo fluido en movimiento constante. Tienen un organismo aéreo que les permea continuamente, como un poderoso y sinfónico organismo de música. Y, además, tienen un agitado organismo calorico, diferenciado con respecto a la temperatura. En el cual ustedes mismos viven. De hecho, sienten que esto es así. Después de todo, ustedes no son muy conscientes de vivir en el hueso de la espinilla, ni en cualquier otro hueso, o en su hígado, o en sus líquidos vasculares. Sino que ustedes son muy conscientes de vivir en su calidez, aunque no distingan entre su «mano de calor», «pierna de calor», «hígado de calor», etc. Sin embargo, esta diferenciación está ahí y si las diferencias de temperatura apropiadas del organismo-calorico humano están ausentes o perturbadas, lo sentimos como enfermedad, como dolor.
Cuando, con la conciencia desarrollada, alcanzamos la etapa de la imagen - "imaginación" - percibimos el etérico como un tejido de imágenes. Cuando percibimos el astral, oímos la música de las esferas que suena hacia nosotros o, podríamos decir, desde fuera de nosotros mismos. (Cuando nuestro propio cuerpo astral nos lleva de nuevo a nuestra vida preterrenal.) Y cuando avanzamos más lejos a la forma de cognición que alcanza el más alto grado de amor - cuando el poder del amor se convierte en una fuerza cognitiva - cuando, para empezar , vemos nuestra propia existencia fluir desde una vida precedente en la tierra a la vida presente, sentimos esta vida precedente en la diferenciación normal del "organismo-calorico" en el cual vivimos. Esta es la intuición real. Vivimos en esto. Y cuando surge algún impulso en nosotros para hacer esto o aquello, no sólo funciona, como en el cuerpo astral, fuera del mundo espiritual, sino desde más atrás - desde nuestra antigua vida en la tierra
Nuestra vida precedente en la tierra trabaja dentro de lo calorico de nuestro organismo, y enciende este o aquel impulso.
Así pues, vemos en el sólido organismo humano el cuerpo físico, en el organismo fluido el cuerpo etérico, en el organismo aéreo el cuerpo astral y en el elemento calorico el yo propiamente dicho.
(El yo de la encarnación actual nunca está completo, siempre está en desarrollo). Es el yo de la vida precedente en la tierra, obrando en las profundidades subconscientes, ese es el yo propiamente dicho. Y cuando uno percibe a un hombre de manera clarividente, se le dice: "Lo tengo ante mi y lo veo con mis sentidos externos. Pero también veo lo que es etérico y lo que es astral; y ademas, detrás de él, el hombre que fue en su encarnación anterior.
De hecho, cuanto más se desarrolla esta conciencia, más claramente vemos, como en una especie de perspectiva, la cabeza de su última encarnación un poco por encima de la cabeza de su actual encarnación, y, algo más alto todavía, la cabeza de su segunda encarnación pasada.


En las civilizaciones en las que todavía existía una especie de conciencia instintiva de estas cosas, podrán encontrar imágenes que muestran, detrás del rostro claramente dibujado de la presente encarnación, un segundo rostro menos claramente pintado; y detrás de este un tercero que está aún menos claro. Hay fotos egipcias como esta. Entenderán esas imágenes si son capaces de percibir, detrás del hombre presente, al hombre que estaba en su última y en su segunda encarnaciones pasadas. Mientras que uno no pueda extender la vida del hombre en el tiempo que incluyan encarnaciones precedentes, no se puede hablar realmente del yo como el cuarto miembro de la naturaleza humana.
Todo esto actúa en el "hombre calórico". La "inspiración" se nos acerca desde fuera o desde dentro, ustedes mismos están dentro del calor; Aquí está la "intuición", la verdadera intuición. Experimentamos calor dentro de nosotros muy diferenciadamente de cualquier otra cosa.
Ahora bien, si lo miran de esta manera, podrán llegar más allá de lo que debe ser un gran enigma para el hombre de hoy, si presta atención a su alma de una manera realmente desprejuiciada. He hablado de este enigma. Dije, que nos sentimos moralmente determinados por ciertos impulsos que nos han sido dados de una manera puramente espiritual. Queremos llevarlos a cabo. Pero no podemos entender, para empezar, cómo aquello a lo que nos sentimos obligados moralmente, brota en nuestros músculos. Sin embargo, si sabemos que llevamos dentro de nosotros, desde nuestra última encarnación, nuestro yo que ha devenido completamente espiritual y ahora actúa sobre nuestro organismo calorico, tenemos la conexión necesaria. Nuestros impulsos morales actúan indirectamente, a través del yo de nuestra última encarnación. Aquí se encuentra por primera vez la conexión entre lo moral y lo físico. No se puede encontrar simplemente estudiando el mundo natural actual y al ser humano como una sección de él.
Si estudian el mundo natural actual, pueden decir: Bien, ahí afuera está la naturaleza; El hombre toma de ella sustancias y construye su organismo - en realidad se representa de esta manera tan ingenua. Por tanto el hombre es una porción de la Naturaleza, compuesto por algunas de sus sustancias. ¡Bien! ¡Pero de repente se dan cuenta de que tienen impulsos morales y deben actuar de acuerdo con ellos! Y me pregunto ¿Cómo, una parte de la naturaleza podría hacer eso? Una piedra no puede hacerlo, ni el calcio, ni el cloro, ni el oxígeno, ni el nitrógeno. Pero el hombre, que está compuesto de todos estos elementos, se supone que es capaz de hacerlo! Experimenta un impulso moral y es de esperar que actúe de acuerdo con él, aunque está compuesto de todas esas sustancias que no pueden hacerlo.
Mas en toda esta mezcla de sustancias que dan como resultado el hombre, - especialmente indirectamente a través del sueño - surge algo que pasando a través de la muerte, deviene más y más espiritual, y entra de nuevo en un cuerpo humano. Por supuesto, ya está presente en el cuerpo, pues viene de la última encarnación. Se espiritualizó y ahora actua en la presente encarnación. Aquello que está compuesto de sustancias terrenales obrará en el organismo calórico de la próxima encarnación. Aquí el elemento moral fluye desde una vida en la tierra a otra; Aquí podemos captar la transición de la naturaleza física a la espiritual y de la naturaleza espiritual a la física de nuevo. No podemos entender esta transición con una sola vida, si somos honestos con nosotros mismos y no cerramos los ojos a todo el problema psico-espiritual.
Lo que podemos considerar como elementos terrenales el organismo sólido, el fluido, el aeriforme y el calorico- están permeados en todas partes por lo que se puede designar como el etérico, el astral y el "yo similar", es decir, que es de naturaleza semejante con el yo . De esta manera vemos la conexión entre los miembros del ser humano y el universo, y nos hacemos una idea de hasta qué punto el ser humano es una "porción" de tiempo, no sólo de espacio. Él es sólo una porción, o sección, del espacio con respecto a su naturaleza física, corporal. Para la percepción espiritual el pasado está continuamente presente; El momento presente es, al mismo tiempo, una eternidad real.
Lo que les estoy explicando fue una vez el contenido de la conciencia en su forma instintiva. Si realmente entendemos los registros antiguos, encontramos una conciencia de esta composición cuádruple del hombre y su conexión con el cosmos. Pero este conocimiento se ha perdido para el hombre durante muchos siglos; De lo contrario no podría haber desarrollado el intelecto que tiene hoy. Pero ahora hemos alcanzado un punto en la evolución humana en el que debemos avanzar nuevamente de lo físico a lo realmente espiritual.





***** fuente *****

http://www.rsarchive.org/

No hay comentarios:

El objetivo de este blog es publicar en Internet todo el material fuente existente para las transcripciones de las conferencias de Rudolf Steiner de la forma más completa posible, para que este gran tesoro esté disponible para toda la humanidad. Se trata de notas de oyentes, transcripciones de conferencias y, en su mayor parte, transcripciones en texto plano de conferencias estenografiadas, también conocidas como transcripciones en texto plano. De este modo, cualquiera puede comprobar por sí mismo, mediante comparaciones, qué dijo realmente Rudolf Steiner y cómo fue editado (y, por tanto, modificado) en las distintas ediciones. Y por último, pero no menos importante, también encontrarán mucho material inédito. La obra de Rudolf Steiner es de dominio público desde 1996 y, por tanto, pertenece legalmente a toda la humanidad. Él mismo habría elegido una fecha mucho más temprana para la publicación de su obra, como se desprende de los pasajes sobre propiedad intelectual que citamos a continuación; Incluso el período de protección de 30 años que se aplicaba entonces le parecía demasiado largo. ¿Y qué habría dicho sobre el hecho de que 85 años después de su muerte, parte de su obra docente siga inédita y acumulando polvo en los archivos? Él mismo encontró una expresión adecuada para esto: Fue puesto en un ataúd. Este sitio web está destinado a ayudar a liberarlo de este ataúd. "Lo que el hombre puede crear a partir de sus capacidades intelectuales se lo debe a la sociedad humana, al orden social humano. En realidad, no le pertenece. ¿Por qué gestionamos nuestra propiedad intelectual? Simplemente porque la produces; al producirla, demuestras que tienes la capacidad de hacerlo mejor que los demás. Mientras tengas esa capacidad mejor que los demás, gestionarás mejor esa propiedad intelectual al servicio del conjunto. Ahora la gente se ha dado cuenta al menos de que esta propiedad intelectual no se perpetúa sin fin. Treinta años después de la muerte, la propiedad intelectual pertenece a toda la humanidad. Cualquiera puede imprimir lo que yo he producido treinta años después de mi muerte. Puede utilizarlo como quiera; y eso está bien. Incluso estaría de acuerdo si hubiera más derechos en este ámbito. No hay otra justificación para la gestión de la propiedad intelectual que el hecho de que, porque se puede producir, también se tienen las mejores capacidades [...] Será una forma sana de socializar el capital si hacemos fluir en el organismo social lo que hoy se acumula como capital en el derecho de sucesiones, en el surgimiento de las pensiones, del derecho de las manos ociosas, de los derechos humanos superfluos, lo que así se acumula en capital; eso es lo que importa. Ni siquiera hace falta decir que la propiedad privada debe convertirse en propiedad social. El concepto de propiedad no tendrá ningún significado". Rudolf Steiner el 25 de abril de 1919