GA010 la iniciación prefacio

 

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Prologo


Este libro de Rudolf Steiner, constituido por una serie de artículos escritos en diferente tiempo y ocasión, constituye sin embargo un todo unitario y, por supuesto, una de las obras, entre las del autor, que mejor sirven a las personas que se acercan por primera vez a la ciencia espiritual, al ocultismo, que está en la base de la doctrina antroposófica, creada por Steiner, después de separarse de la Teosofía.
Muchos de los lectores de este libro se habrán preguntado alguna vez cómo se adquiere el conocimiento de las vías de acceso a los mundos suprasensibles y como han adquirido quienes dicen poseerlo. Y se hacen estas preguntas con suspicacia, tan alejadas ven las afirmaciones de quienes se presentan como iniciados y los hechos de la cotidianidad.
Para vencer esta suspicacia, compuso el gran filósofo y pedagogo que fue Rudolf Steiner esta serie de textos y luego los recopiló, formando con ellos un tratado verdaderamente introductorio a la Iniciación.
El autor parte de la base de que todo hombre posee, en forma latente, facultades, merced a las cuales le es posible acceder al mundo suprasensible, a ese mundo espiritual, lugar propio del alma y del espíritu, tan real y consistente como el mundo físico, y de que, para acceder a él, lo que hace falta es llevar a cabo el entrenamiento necesario. Entrenamiento que para llevar a cabo hace falta una guía espiritual, pues intentar llevar a cabo el acceso a los mundos superiores por la propia cuenta y riesgo de cada uno puede conllevar auténticos peligros o, al menos la posibilidad de graves desviaciones difíciles de enderezar.
Ahora bien, ese guía necesario no tiene porque ser forzosamente una persona dedicada exclusivamente al alumno, y con la que este tenga que tener un encuentro o una serie de ellos. Precisamente una de las novedades importantes de esta obra, en esta edición que traducimos —en la primera, diez años anteriores, se afirmaba otra cosa— consiste en demostrar que la lectura y comprensión de un manual como el presente puede ser un vehículo idóneo y suficiente para adquirir la iniciación.
Paso por paso, va advirtiendo Steiner de los cambios que se pueden producir en el estudiante de ocultismo según vaya avanzando por el sendero, y lo hace con extremada claridad, con gran exactitud, pues, como es sabido, el fundador de la Antroposofía pensaba —y lo demostraba con hechos— que la investigación espiritual se basa en la precisión tanto como la matemáticas o las ciencias de la naturaleza. Más aún, él estaba convencido —y hasta tal punto, que lograba comunicar su convencimiento a los oyentes de sus conferencias y a los lectores de sus libros— de que allí donde la investigación científica encuentra sus límites comienza el trabajo de la investigación espiritual.
Haciendo gala de una gran honestidad, no hace falsas promesas, no promete <<milagros>>, sino que se deja bien sentado hasta que punto es necesaria una buena disposición, la colaboración de quien quiera llegar a convertirse en un iniciado, primero, y en un clarividente, después; poniendo el necesario énfasis en que todo cuanto se haga en este sentido debe hacerse con total desinterés. A quien busque adquirir determinadas facultades superiores para un provecho personal éstas les serán negadas. Sólo se beneficiará de ellas quien este dispuesto a ponerse al servicio del prójimo; en definitiva, de toda la humanidad.
Advierte Steiner sobre el encandilamiento que pueden producir ciertas obras falsamente ocultistas y, en consecuencia nada espirituales, y señala el camino recto, que solamente se puede alcanzar a través de la paz interior y de la armonía con la naturaleza y con los demás.
Aunque parte del conocimiento perfecto de unos saberes milenarios, escribe con clara conciencia de a quienes se está dirigiendo: a lectores del siglo XX, muchos de ellos habitantes de megalópolis deshumanizadas. Para ellos tiene un mensaje especial: si no se puede acceder a la suma serenidad que lograr comunicar el firmamento estrellado, contemplado desde la alta montaña o a la orilla del mar, búsquese en el recogimiento de una habitación alejada del ruido y el ajetreo constante de la vida moderna, mediante la lectura de los grandes maestros espirituales de la humanidad. Asentado en el carácter sincrético de su doctrina, él recomienda especialmente los grandes textos sagrados del hinduismo, los discursos de Buda y los evangelios, dando normas muy certeras acerca de la forma en que se deben leer.
Si el libro Antroposofía constituye una introducción teórica muy asequible, este sobre La Iniciación viene a ser un magnífico complemento. Se trata fundamentalmente de un libro práctico, en el que no sólo se explica con claridad la manera de adquirir conocimiento de los mundos superiores, sino en el que también se advierte sobre los escollos que se pueden encontrar en el sendero y la forma de sortearlos, sin que ello deba suponer un retroceso ni, mucho menos, una tentación de abandono. De hecho, como muy bien dice y repite Rudolf Steiner, quien en la vida ordinaria se comporta con honestidad hacia sí mismo y hacia los demás es ya un iniciado en potencia. A alguien así no le costará excesivo esfuerzo llevar a cabo los ejercicios que en esta obra se recomiendan, en la seguridad de que, sea cual sea el punto del sendero que se alcance, siempre se saldrá beneficiado, en el sentido de que se habrá llegado a ser mejor de lo que se era antes de empezar. Si no se hace trampa, si la conducta exterior se corresponde de veras con la disposición interior —esto, para el Maestro, resulta fundamental—se avanzará siempre; con mayor o menor esfuerzo, con mayores o menores dificultades, pero se avanzará.
Una de las virtudes de esta obra es su extraordinaria claridad. Que nadie confunda con falta de profundidad. Por otra parte, téngase presente que, en muchos pasajes, lo que, expresado en forma sencilla, parezca no corresponderse con la realidad de lo observable en el mundo físico, es porque está tratado simbólicamente, analógicamente, ya que las reglas y enseñanzas de la ciencia espiritual aluden a un mundo que no es el nuestro, pero al que no hay más remedio que aludir con un lenguaje que si pertenece a él.
En fin, si se toma este libro como lo que realmente es y el propio Steiner señala, es decir, como un diálogo entre el autor y el lector, se logrará extraer de él toda la riqueza espiritual que encierra y servirá de vehículo para el acceso al mundo supra—sensible, donde el alma y el espíritu encontrarán su morada.
¡DETENTE TU QUE PASAS…

Este libro que ahora tomas en tus manos, lector, no es un libro corriente.
Es un libro que tiene una vida, un destino, y quizá actuará sobre tu vida y tu destino.
¿No se te ocurrió nunca pensar que ese juego que realizas, esforzándote en vivir, pueda no ser más que el reverso de un decorado, porque finalmente se te presenta como irrisorio, comparado con lo que esperabas de él? Pero ¿tú dudas de que sea posible contemplar el anverso? ¿Y si hubiese una VÍA ABIERTA hacia él? ¿Si existiese ese MUNDO DE LAS CAUSAS en el que todo cae bajo nuestros ojos y que parece aberrante, encuentra su razón de ser, y nos fuera posible conocerlo? Quizá en él encontrarías el sentido de la existencia humana e inclusive el de la propia vida sobre la tierra. Pero, por desgracia, demasiados falsos profetas y magos han desacreditado a tus ojos <<lo oculto>>. Desconfías de las evasiones hacia un <<esoterismo>> que te deja desarmado ante las realidades de la vida. En el caso presente, aparta de ti, aleja de tu mente esos prejuicios. Si en este breve libro se habla de experiencias <<ocultas>>, es precisamente para <<desocultarlas>>. Ese y no otro, es su principal objetivo. Y si él revela el espíritu como algo real, no es con otro fin de volvernos de espaldas a lo terreno, sino, por el contrario, para hacernos captar mejor la vida. Porque, si no existiera el espíritu, ¿qué quedaría de la tierra?
Piensa también que una semilla encierra en sí más fuerza en potencia de la que realizará la planta, y que en ti se encuentra un potencial de espíritu latente mucho más grande de lo que puedes sospechar. Si quieres liberarlo, aparta de ti toda duda, toda desconfianza y ansiedad, y toma en tus manos este libro sabiendo que ya ha despertado a su vez a muchos hombres y mujeres en numerosos países; hombres y mujeres que, como tú, buscaban comprenderse a sí mismos y realizar plenamente su destino sobre la tierra. Abre pues el libro y comienza a leer…

PREFACIO A LA QUINTA EDICIÓN
Para esta nueva edición, se ha revisado en todos sus detalles la exposición que se redactó hace más de diez años. Esta revisión se impone por sí misma cuando se trata de revelaciones sobre experiencias y métodos psíquicos de la naturaleza de los que aquí se tratan. Todo en ellas permanece íntimamente ligado al alma que aquél que las ha comunicado y lo que ellas contienen continúa haciendo efecto en él. Por otra parte no podría ser de otra manera, porque a ese efecto interior se une la aspiración de una claridad y una precisión cada vez más perfectas. Esto es lo que me ha dictado los retoques que me he esforzado en hacer a esta nueva edición.
Las partes esenciales de la exposición ha permanecido, por supuesto, inmutables; pero, sin embargo, he llevado modificaciones importantes. En más de un punto he podido precisar determinados detalles, y esto me ha parecido bueno, porque si alguien desea aplicar a su propio desarrollo espiritual los consejos que se dan en este libro, es absolutamente necesario que pueda representarse, de la manera más precisa posible, el camino que en él se describe. Los malentendidos surgen con mayor facilidad en el caso de los fenómenos espirituales que cuando se trata de hechos pertenecientes al mundo físico. Porque la vida del alma es cambiante y nunca hay que perder de vista que es algo muy diferente de todos los demás aspectos de la vida tal como se desarrolla en el mundo físico. Pero también hay otras cosas que pueden dar lugar a malentendidos. En esta nueva edición me he esforzado precisamente en descubrir aquellos puntos en que podían surgir este tipo de malentendidos y a remediarlos.
Cuando escribí los artículos que se reúnen en este libro, muchas cosas tuvieron que ser redactadas de manera diferente a como deben serlo hoy, porque entonces no podía referirme a lo que se ha venido publicando durante diez años sobre los resultados del conocimiento espiritual. En otras obras, tales como La Ciencia de lo Oculto, Dirección Espiritual del Hombre y de la Humanidad, Un Camino hacia el Conocimiento de sí mismo y, Sobre todo, El Umbral del Mundo espiritual, aunque también en otros escritos, he reelaborado la descripción de determinados hechos espirituales que este libro mencionaba hace ya más de diez años, pero en un lenguaje que me ha parecido más apropiado.
Por ejemplo, a propósito de muchas descripciones que aquí se hacen, hace diez años tuve que decir que se podían aprender por <<Comunicación oral>>. Ahora bien, hoy día, la mayor parte de lo que entonces se confiaba oralmente, está ya publicado. Pero los lectores quizá han concebido la errónea idea de que, era absolutamente necesario el contacto personal con un maestro, y no es así. En esta nueva edición espero haber conseguido demostrar, mediante la precisión de ciertos detalles, cual es la realidad de ese tema: en el fondo, el que busca un, podríamos llamar entrenamiento espiritual, conforme a lo que exige el espíritu del tiempo presente, tiene mucha más necesidad de entrar en una relación personal con un maestro. Por otra parte, éste adoptará siempre más la posición de un consejero que ayuda con sus consejos, como lo suelen hacer ordinariamente los maestros de cualquier rama del saber, conforme al espíritu moderno.
Espero haber demostrado que la autoridad del maestro, la fe en él, no desempeñan ya un papel más importante en el entrenamiento espiritual que en cualquier otro dominio de la ciencia o de la vida. Me parece muy importante que se posea una noción cada vez más clara entre el investigador espiritual y aquellos que se interesan por los resultados de sus investigaciones. Creo pues haber reelaborado este libro en todas aquellas partes que, al cabo de diez años, he comprendido que necesitan serlo.
A esta primera parte, se ha hecho preciso añadir una segunda, que aportará nuevos esclarecimientos sobre el estado de ánimo que permite al hombre llevar a cabo la experiencia de los mundos superiores.
Septiembre 1914
PREFACIO A LAS EDICIONES OCTAVA A UNDÉCIMA
Al revisar el texto para esta nueva edición he comprobado que tenía que hacer muy pocos retoques. En cambio, he añadido un apéndice en el que me he esforzado por dotar de mayor precisión lo concerniente a las bases de naturaleza Psicológica sobre las que reposa cuanto se comunica en este volumen, y esto a fin de evitar cualquier malentendido. Este apéndice puede igualmente, me parece a mí, hacer comprender a todos aquellos que tuviesen la tentación de criticar la ciencia espiritual antroposófica que sus críticas no estaban fundadas; porque ellos tomaban la ciencia espiritual por lo que no es y sin tener atisbo de lo que sí es en realidad.

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El objetivo de este blog es publicar en Internet todo el material fuente existente para las transcripciones de las conferencias de Rudolf Steiner de la forma más completa posible, para que este gran tesoro esté disponible para toda la humanidad. Se trata de notas de oyentes, transcripciones de conferencias y, en su mayor parte, transcripciones en texto plano de conferencias estenografiadas, también conocidas como transcripciones en texto plano. De este modo, cualquiera puede comprobar por sí mismo, mediante comparaciones, qué dijo realmente Rudolf Steiner y cómo fue editado (y, por tanto, modificado) en las distintas ediciones. Y por último, pero no menos importante, también encontrarán mucho material inédito. La obra de Rudolf Steiner es de dominio público desde 1996 y, por tanto, pertenece legalmente a toda la humanidad. Él mismo habría elegido una fecha mucho más temprana para la publicación de su obra, como se desprende de los pasajes sobre propiedad intelectual que citamos a continuación; Incluso el período de protección de 30 años que se aplicaba entonces le parecía demasiado largo. ¿Y qué habría dicho sobre el hecho de que 85 años después de su muerte, parte de su obra docente siga inédita y acumulando polvo en los archivos? Él mismo encontró una expresión adecuada para esto: Fue puesto en un ataúd. Este sitio web está destinado a ayudar a liberarlo de este ataúd. "Lo que el hombre puede crear a partir de sus capacidades intelectuales se lo debe a la sociedad humana, al orden social humano. En realidad, no le pertenece. ¿Por qué gestionamos nuestra propiedad intelectual? Simplemente porque la produces; al producirla, demuestras que tienes la capacidad de hacerlo mejor que los demás. Mientras tengas esa capacidad mejor que los demás, gestionarás mejor esa propiedad intelectual al servicio del conjunto. Ahora la gente se ha dado cuenta al menos de que esta propiedad intelectual no se perpetúa sin fin. Treinta años después de la muerte, la propiedad intelectual pertenece a toda la humanidad. Cualquiera puede imprimir lo que yo he producido treinta años después de mi muerte. Puede utilizarlo como quiera; y eso está bien. Incluso estaría de acuerdo si hubiera más derechos en este ámbito. No hay otra justificación para la gestión de la propiedad intelectual que el hecho de que, porque se puede producir, también se tienen las mejores capacidades [...] Será una forma sana de socializar el capital si hacemos fluir en el organismo social lo que hoy se acumula como capital en el derecho de sucesiones, en el surgimiento de las pensiones, del derecho de las manos ociosas, de los derechos humanos superfluos, lo que así se acumula en capital; eso es lo que importa. Ni siquiera hace falta decir que la propiedad privada debe convertirse en propiedad social. El concepto de propiedad no tendrá ningún significado". Rudolf Steiner el 25 de abril de 1919