GA121 3ª Christiania (Oslo), 9 de junio de 1910 -La misión de las almas nacionales

GA 0121 Rudolf Steiner 


LAS ALMAS NACIONALES Y SU MISIÓN

CONFERENCIA 3

Christiania (Oslo), 9 de junio de 1910


En el transcurso de estas conferencias estudiaremos asuntos que, por así decirlo, entrarán fácilmente en el alma de cada uno, porque cada uno podrá interesarse en ellos intensa y directamente. Pero como por otra parte, en conjunto no sería comprensible, debemos ademas hacer reflexiones que son necesarias en aras de la integridad y la comprensión y, que será un poco más difícil que lo que es, por así decirlo, el tema central de nuestras conferencias. Hoy, por ejemplo, nos enfrentamos con la necesidad de echar un vistazo a la naturaleza interna de aquellos Seres de quienes hemos hablado en las dos conferencias precedentes, los espíritus nacionales normales.
Ya hemos dicho lo que era necesario para caracterizarlos exteriormente: que son Seres que estan dos etapas por encima del hombre, Seres que están trabajando en la transformación de sus cuerpos etéricos, que ahora están actualmente dedicados a transformar sus cuerpos etéricos en lo que se llama espíritu de vida o Buddhi. El hombre está comprendido en la telaraña de este trabajo. Cuanto mas van progresando en su evolución estos Seres tanto mas se entreteje el hombre en esta evolución, el reflejo de este espíritu nacional se expresa en la individualidad humana misma, como carácter nacional del ser humano individual.
Ahora debemos mirar un poco hacia la naturaleza interna de dicha Alma Nacional. Si deseamos arrojar luz sobre el ser interior actual del hombre, creemos que es necesario imaginarlo como triple, diferenciándolo en:
El alma sensible, que es, por así decirlo, el miembro más bajo de la naturaleza interna del ser humano.
El alma intelectual o racional, que es el miembro central de la naturaleza interna del ser humano.
El alma Espiritual, el miembro más elevado de la naturaleza interna del ser humano, en la cual el "yo" humano es llevado por primera vez a un estado de conciencia.
En el alma espiritual, por primera vez se encuentra lo que se llama autoconciencia humana. Sin embargo, el "yo" del hombre está activo en las tres partes de su vida interior, tanto en el alma sensible como en el alma intelectual y en el alma espiritual.
En el alma sensible, el "yo" está activo de tal manera que el hombre apenas se da cuenta de su ego. En el alma sensible, por lo tanto, está así abandonado a todos sus deseos y pasiones. El "yo" se sumerge inactivo en lo que llamamos el alma sensible. Primero se ejercita y comienza a aparecer en el alma intelectual o racional, y solo se vuelve lo bastante evidente en el alma espiritual.
Si deseamos examinar a cada uno de estos tres miembros del ser humano interno por separado, debemos considerarlos como tres modificaciones, como tres partes dentro del cuerpo astral. Ciertamente es el caso, que estas modificaciones, estos tres miembros del cuerpo astral, preparan la transformación del propio cuerpo astral, del cuerpo etérico y del cuerpo físico. Pero estas transformaciones no son todavía lo que conocemos como alma o ser interno humano real. El alma, la parte interna del hombre; consiste en tres modificaciones del cuerpo astral. Las tres modificaciones deben hacer uso de ciertos instrumentos, y éstos se expresan de tal manera, que en el cuerpo astral el alma sensible es una especie de instrumento, en el cuerpo etérico, lo es el alma intelectual o racional, y en el cuerpo físico, es el alma espiritual. Por consiguiente, podemos distinguir el ser interno humano de lo que es la envoltura o cubierta humana; de modo que, por lo tanto, la naturaleza interna del hombre consiste en tres modificaciones del cuerpo astral.
Al igual que en el hombre, la parte interna, aquella en la que el "yo" trabaja y se plasma, está representada por estas tres modificaciones del cuerpo astral, asímismo en esos seres espirituales que designamos como espíritus nacionales, su parte interna real, o que podemos comparar con la parte interna humana, está representada por tres miembros, tres modificaciones del cuerpo etérico. Así como en el hombre distinguimos el alma sensible, el alma intelectual, el alma espiritual, del mismo modo en los Seres Arcangélicos, los espíritus nacionales normales, debemos distinguir tres modificaciones en el cuerpo etérico. Sin embargo, como estas tres modificaciones no están en el cuerpo astral sino en el cuerpo etérico, son bastante diferentes, esencialmente diferentes de las tres modificaciones en la vida del alma del hombre. Por lo tanto, también deben pensar en la forma de la conciencia, en la totalidad de la vida del alma de estos espíritus nacionales como algo diferente de la vida del alma del hombre. Por lo tanto, a partir de una descripción externa, seguimos avanzando como si estuviéramos en la parte interna del alma de estos espíritus nacionales. No será fácil, pero debemos esforzarnos por cruzar este rubicón.
Ahora será cuestión de partir de una concepción con la que estén familiarizados, una concepción que se asemeje a la vida interior de los espíritus nacionales. Un hombre no tiene tantas semejanzas en su vida normal, por el contrario, tiene en su propia conciencia muy poco de lo que vive en la conciencia de los Espíritus Nacionales. Sin embargo, pueden formarse una idea si siguen pacientemente conmigo las siguientes consideraciones. Todos ustedes han aprendido en la escuela que los tres ángulos de un triángulo suman 180 grados, y saben que nunca podrían aprender eso por medio de ningún tipo de experiencia externa. Quiero que piensen únicamente en un triángulo de hierro o de madera; si ahora miden con un instrumento lo que suman los tres ángulos, esta experiencia externa nunca podrá informarles que estos tres ángulos dan 180 grados, pero de inmediato serán informado, ya sea que dibujen estos tres ángulos o solo los imaginen, si experimentan desde sus adentros, que los tres ángulos son 180 grados. Deben darse cuenta a través del poder de su propia mente, desde dentro. Solo necesitan llevar a cabo lo siguiente en el pensamiento. Lo que ahora estoy dibujando solo se dibuja para representar el pensamiento. En esta figura tienen pruebas estrictas de que los tres ángulos juntos forman 180 grados.
diagrama 1


Una vez que se visualice claramente esta figura en su mente, en todos los casos traerá esta certeza; pueden trazar la figura en el pensamiento, sin dibujarla externamente. Por lo tanto, realizan una operación en pensamiento puro, por el poder de su propio ser interior; no necesitan salir de si mismos. Pueden imaginar por un momento que no existe el llamado mundo de impresiones, que penetra en el hombre a través de los sentidos externos. Imaginen que el mundo externo está lejos, y el espacio como siendo construido en el pensamiento, entonces en este espacio la suma total de los ángulos de todos los triángulos dará 180 grados. Para llegar al conocimiento geométrico y matemático no es necesario que un objeto externo se adentre en sus sentidos, solo necesitan la experiencia interna, aquello que tiene lugar en la conciencia misma. He tenido que usar este ejemplo, ya que es el más simple y práctico, porque la gente ya lo conoce, lo ha aprendido en la escuela. También podría darles el ejemplo de la lógica de Hegel, entonces también tendrían una serie de concepciones internas, pero allí encontrarían mucho con lo que no están familiarizados, ya que la lógica de Hegel es desconocida para la mayoría de la gente. Mediante esto, pueden ver cómo un hombre puede llegar al conocimiento meramente desde adentro, sin que provenga de nada externo.
Si piensan en eso que externamente en el mundo solo es alcanzable mediante la construcción matemática, entonces tendrán una idea de cómo funciona la conciencia de los Arcángeles. Un mundo tal como el que se le presenta al hombre externo, un mundo de colores y tonos externos, no lo perciben en absoluto. Un ser de este tipo nunca tiene estas percepciones, nunca le es posible tocar una cosa y con ello recibir impresiones. Sino que lo que él experimenta se puede expresar en palabras así: "Algo se acerca a mí desde un mundo que me inspira". Este mundo ha pasado a través de mi conciencia y lo ha llenado ".
No obstante, los Arcángeles no son Seres que solo puedan formar conceptos matemáticos; es el hombre al ser tan imperfecto quien solo puede, mediante abstracciones como las verdades matemáticas, concebir la actividad de los Arcángeles. Estas verdades parecen normales para el hombre, así como para los Espíritus Nacionales. De esto pueden deducir que el mundo físico externo que los sentidos del hombre le brindan, no afecta en absoluto a los Arcángeles. En esa forma en que el mundo físico aparece para el hombre o en las impresiones que recibe de él por medio de sus sentidos, no existe en absoluto para los Arcángeles. Por lo tanto, si eliminan de su imagen del mundo todo lo que es meramente sensación física, si quitan todo lo que han recibido por medio de percepciones externas, entonces habrá eliminado aquello que ni preocupa ni concierne a los Arcángeles. Por lo tanto, preguntaremos: "¿Qué queda entonces para los Arcángeles de todo lo que también puede convertirse en conciencia humana? ¿Qué parte de esto existe para los espíritus nacionales? Todo lo que se experimentan ustedes en el alma sensible como la alegría ordinaria o el dolor ordinario provocado por el mundo externo, todos los colores, sonidos, en resumen, todas las percepciones sensibles del mundo exterior, nada de esto concierne a estos Seres en absoluto. Por lo tanto, eliminen todo el contenido del alma sensible humana, y digánse a sí mismos que todo lo que está en la imagen del mundo que posee el hombre a través del alma sensible, no tiene importancia alguna para los Arcángeles, ellos no trabajan en eso. Ni tampoco esa parte del alma racional es un elemento de relevancia para los Arcángeles, por cuanto tambien se ve estimulada por impresiones externas. Incluso aquello, que es evocado externamente, sobre lo cual el hombre trabaja con su intelecto y vive en sus sentimientos, tampoco eso concierne a los Arcángeles. Pero en el alma racional del hombre hay, sin embargo, ciertas cosas que el hombre experimenta en común con los Arcángeles. Podemos percibir con bastante claridad que tales cosas entran en el alma humana racional o mental cuando vemos cómo vienen hacia nosotros, por ejemplo, lo que llamamos nuestros ideales morales. No habría ideales morales si solo pudiéramos tener sentimientos de alegría y dolor y pensar en lo que nos viene del mundo exterior por medio de nuestras percepciones sensoriales; Es cierto que podríamos alegrarnos con las flores del campo y también con un hermoso paisaje, pero nuestros corazones nunca podrían arder de entusiasmo por un ideal que no puede brillar para nosotros partiendo del mundo externo, al cual poder inscribir en nuestra alma y luego seguirlo con entusiasmo. Pero no solo debemos enardecernos y sentir en el alma sensible, también debemos reflexionar sobre el asunto. El hombre que solo siente y no piensa, puede ser un entusiasta pero nunca un hombre práctico. No debemos absorber los ideales en nuestra alma sensible desde afuera, sino que debemos dejar que fluyan desde el mundo espiritual y trabajar sobre ellos en el alma racional o mental. Los ideales artísticos, arquitectónicos, etc., están presentes en el alma racional o mental, y en el alma espiritual. Estos están conectados con aquello que un hombre no puede percibir externamente, pero que resplandece e impregna su ser interiormente, de modo que se convierte en parte de su vida. Observen la vida de los pueblos de época en época, cómo han seguido su curso, cómo han aparecido nuevas concepciones y nuevos secretos mundiales de vez en cuando. ¿De dónde podrían haber sacado los griegos sus concepciones de Zeus y Atenea si solo hubieran confiado en la percepción externa? Todo lo que está contenido en la sabiduría, en las mitologías, las religiones y las ciencias de los pueblos entró en ellos desde dentro. Por lo tanto, debemos ver que la mitad de nuestra vida interna, la mitad de nuestra alma racional o mental y nuestra alma espiritual se llena desde adentro, y de hecho exactamente en la medida que el hombre se impregna internamente con lo que se acaba de describir. Tanto mas los Arcángeles pueden penetrar en el ser humano interno, tanto mas se amplía también la vida real de los Arcángeles. Por lo tanto, deben eliminar de la vida interior lo que se recibe del exterior a través del alma sensible y distinguirlo de lo elaborado con los sentimientos por el alma racional. En ese caso, sin embargo, todavía tienen eso que llamamos nuestro 'yo'. Para nosotros, el 'yo' es el miembro más elevado de nuestro ser; lo que llevamos a nuestra conciencia moral son ideales morales, estéticos, pensamientos ideales, del mismo modo que la perspectiva del hombre se cierra, por así decirlo, hacia adentro, pero puede, por medio de los sentidos, abrirse al mundo externo, y así poder decir que percibe colores, sonidos, frío y calor, pero también tiene la conciencia de que detrás de estas percepciones de colores, sonidos, calor y frío, aún hay algo real, y eso son, los seres que pertenecen a los reinos animal, vegetal y mineral. Ellos están detrás de todo. De modo que un hombre pueda, como se ha descrito, pensar que el mundo continúa más allá. En cuanto a este mundo del más allá, sin embargo, está cerrada la perspectiva para la gente común. Si no fuera así, no habría materialismo. Si un hombre pudiera tener una perspectiva libre sobre el dominio que se extiende hacia arriba desde el alma racional y el alma espiritual, sería tan absurdo dudar de la existencia del mundo espiritual como sería tonto dudar de la existencia hoy en día de los reinos animal, vegetal y mineral.
Ahora recuerden cómo en el hombre el "yo", su miembro más elevado, encierra en sí mismo el alma sensible, racional y espiritual. En el caso de los Arcángeles, su vida del alma comienza experimentando en el alma intelectual, y luego asciende al "yo", que luego se expande en un mundo de reinos superiores, en un reino de hechos espirituales, en los cuales vive así como el hombre vive en el reino de los animales, plantas y minerales; por tanto podemos decir, de hecho debemos percibir que este Ser Arcangélico puede tener en su vida del alma lo que llamamos el "yo" humano, sin embargo, no podemos decir que el "Yo" de los Arcángeles es de la misma naturaleza. El 'yo' del hombre no es lo mismo que el 'yo' de los Arcángeles. El 'Yo' del Arcángel está de hecho dos etapas por encima, de modo que el Arcángel está por medio de su 'Yo' arraigado en un mundo superior.
Pues bien, así como el hombre por medio de la percepción de sus sentidos ve los colores y oye los sonidos, así también el Arcángel mira al mundo que incluye el 'yo' humano como una verdad objetiva, solo que envolviéndo ese 'yo' todavía lleva unido algo de esa parte del cuerpo astral, que los seres humanos identificamos en nosotros mismos como el alma racional o mental. Piensen en estos Seres como contemplando un mundo que no incluyese los minerales, las plantas o los animales. Piensen que en lugar de esto, su visión, que es espiritual, está dirigida a su imagen del mundo, y que perciben algo como centros en él. Estos centros son los egos humanos, y que alrededor de los cuales nuevamente lleva unido algo que se asemeja a una especie de aura. Tendrán entonces la imagen de cómo el Ser Arcangélico posa su mirada sobre las personalidades de la nación que le pertenece y que constituyen su población. Su mundo consiste en un campo de percepción astral en el que hay ciertos centros; estos centros, estos puntos centrales, son las diversas personalidades humanas, los diversos egos humanos, por lo tanto, justo como para nosotros, los colores y los sonidos, el calor y el frío están dentro de nuestro campo de percepción, y para nosotros es el mundo importante, asímismo, para los Seres Arcangélicos, los Espíritus Nacionales, nosotros mismos con una parte de nuestra vida interior somos su campo de percepción, y así como nosotros salimos al mundo exterior y trabajamos en él y lo transformamos en nuestros instrumentos, asímismo, nosotros somos los objetos en tanto que pertenecemos a este u otro espíritu nacional que corresponde al campo de acción de los Arcángeles o Espíritus Nacionales.
Por lo tanto, nos apercibimos, por extraño que parezca, de una teoría superior de la cognición, una epistemología superior de los Arcángeles. Esta es completamente diferente de la epistemología del hombre; lo que es información para los Arcángeles es bastante diferente. Lo que es información para el hombre es todo lo que se extiende por el espacio y viene a nuestro encuentro a través de nuestros sentidos, como el color, el sonido, lo cálido, lo frío, la rigidez y la suavidad; lo que es información para los Arcángeles es lo que aparece internamente, en el campo de la conciencia humana. Que para ellos es una serie de centros alrededor de los cuales se tejen las experiencias internas de los hombres, por cuanto estas experiencias tienen lugar en el alma racional o mental; pero su actividad es comparativamente más elevada.
¿Qué diferencia entonces el mundo de los Arcángeles o Almas Nacionales? El mundo del hombre se diferencia por el hecho de que si agarra una cosa con la mano, siente que es cálida o fría. El Arcángel experimenta algo similar cuando se encuentra con las individualidades humanas. Él se encuentra con algunos hombres cuyas almas tienen más actividad interior, cuyos contenidos son más ricos,- causándole una gran impresión. A otros los encuentra letárgicos, indolentes, cuyos contenidos son pobres,- estos seres son para él como la impresión mundial de calor y frío para el alma humana. Así de especializada es la imagen del mundo del Arcángel, y puede hacer uso de varias personas y trabajar para ellas, tejiendo de su propio ser lo que tiene que guiar a toda la población.
Pero también hay otra forma en que la vida del Arcángel está relacionada con la vida del pueblo concreto al que dirige, así como un ser humano tiene un período ascendente y descendente en su vida, un tiempo ascendente durante la juventud y un tiempo descendiente durante la vejez, así es también la experiencia del Arcángel en el ascenso y la caída de la cultura de un pueblo, como su juventud y su vejez.
Ahora debemos mirar nuevamente hacia la vida interior de uno de estos Arcángeles. Ya habrán notado, por lo que he relatado, que lo que el hombre recibe desde afuera, el Arcángel lo recibe desde adentro; por lo tanto, cuando los individuos que pertenecen a un pueblo aparecen como centros dentro de él, el Arcángel tiene la sensación de que lo que le llega a él, por tanto, surge en su conciencia desde dentro, es cierto, pero de todos modos es extraño para él. Esto para él es como las ideas repentinas que destellan en nuestra conciencia. Él también se ve afectado en sentido opuesto por aquello que en el hombre es la juventud y la vejez. El hombre experimenta su juventud al sentir que los miembros de su cuerpo están sanos, siente que están perfeccionándose y desarrollándose. En la vejez, estos miembros se relajan, se niegan a trabajar; eso es algo que un hombre siente que sucede desde dentro de él. En cambio el Arcángel siente, es verdad, que todo está sucediendo dentro de él, pero el surgir y el declinar de una nación, sin embargo, le parece algo extraño, como algo sobre lo cual tiene la sensación de que es independiente de él, sobre lo cual él no tiene nada que ver directamente, pero que le da la ocasión de encarnar en alguna población en concreto en un tiempo determinado. Cuando se da la posibilidad de incorporarse, cuando hay una población que vive en el período ascendente de su vida, en la plenitud de su poder ascendente, entonces el Arcángel desciende, tal como un hombre desciende cuando ha vivido su vida entre la muerte y un nuevo nacimiento. Así pues, el Arcángel desciende a una población y se encarna en ella. Del mismo modo, el Arcángel siente su muerte, la necesidad de retirarse de la población en cuestión, cuando las diversas percepciones, los centros que percibe comienzan a ser menos productivos, menos activos, cuando comienzan a tener menos contenidos. Luego llega el tiempo en que abandona esa comunidad de pueblos y entra en su Devachan, en su vida entre la muerte y un nuevo nacimiento, para una oportunidad posterior de buscar de otra manera una comunidad de pueblos. Así, la vida juvenil ascendente de un pueblo significa la juventud de su espíritu nacional, él la percibe como un elemento fresco y fluido en el que habita. El período descendente de la vida de un pueblo lo percibe como un marchitamiento de los centros en su campo de percepción.
Eso da una suerte de percepción del ser interno de una de estas almas nacionales. Si recordamos todo esto, podemos decir que, en ciertos aspectos, tal Alma Nacional está bastante alejada de la vida humana individual, porque en cada uno de ellos, lo que está en el alma sensible y en la parte mas baja del alma racional es un ámbito al que el espíritu nacional, el Arcángel, no llega. Para un ser humano, sin embargo, es algo muy real. Un hombre siente profundamente que pertenece a la parte más ínterna y más íntima de su propia vida. En cierto sentido, la naturaleza del Arcángel, la que guía al pueblo, es algo que flota sobre los seres humanos individuales aislados. Las cosas personales que experimenta un hombre porque recibe percepciones a través de sus sentidos, son ajenas para el Arcángel que está guiando a la población. Pero hay intermediarios, y es importante que comprendamos que existen tales intermediarios. Ellos son los Seres que llamamos Ángeles, que están entre los Arcángeles y el hombre. Deben tomar esto en el sentido más estricto de la palabra: Los espíritus nacionales son Arcángeles, son Espíritus que han finalizado la transformación de su cuerpo astral en Yo Espiritual o Manas, y ahora están transformando su cuerpo etérico o vital en Espíritu de Vida. A mitad de camino entre estos Seres y el hombre están los Ángeles. Estos son Seres que están ocupados en la remodelación de su cuerpo astral en Yo Espiritual o Manas, pero aún no han concluido su trabajo. En el presente el hombre está al principio de este trabajo, los Ángeles están casi al final, pero de ninguna manera lo han terminado. Por lo tanto, estos Seres estan en estrecho contacto con lo que constituye la vida diaria del hombre. Podemos decir que los Ángeles inclinan su naturaleza anímica plenamente hacia lo que llamamos el cuerpo astral. Por esta razón, comprenden plenamente toda la alegría y la tristeza que puede experimentar la personalidad humana. Pero dado que, por otro lado, abarcan mucho más que el "yo" humano, puesto que poseen un "Yo" más elevado, ya que pueden tomar parte del mundo superior, el mundo de su conciencia se extiende a ese dominio en el cual se encuentra la esfera de conciencia de los Arcángeles. Por lo tanto, son realmente los intermediarios entre los Arcángeles y los diversos individuos humanos. Ellos, por su parte, reciben los mandamientos de los espíritus nacionales y los transmiten a las diversas almas, y por medio de esta intervención se produce lo que un individuo puede hacer, no solo para su propio progreso, su propia evolución, sino por toda la población.
En la vida de un ser humano, estas dos corrientes fluyen una al lado de la otra. Una corriente es la que lo lleva desde una encarnación a la siguiente, que está relacionada con sus propias preocupaciones, sobre todo con lo que tiene que hacer para cumplir el deber que es para él lo más determinante, porque es especialmente su propio deber. No puede quedarse quieto, porque entonces estaría permitiendo que las semillas para el crecimiento dentro de él permanecerían en barbecho, si no tuviera problemas con ellos. Ese, sin embargo, es su asunto privado, atendiendo al cual él progresa de encarnación a encarnación. Pero con lo que él contribuye a su propio pueblo, lo que pertenece a los asuntos de la gente de su propia nación concreta, se logra a través de la inspiración de los Ángeles, que llevan las directrices de los Arcángeles a los diversos seres humanos.
Por lo tanto, podemos imaginar fácilmente a un pueblo esparcido sobre una cierta porción de la tierra, y sobre este pueblo el aura nacional, el aura etérica, y cómo laboran en este aura, las fuerzas del espíritu nacional, y modifican el cuerpo etérico del hombre conforme a los tres tipos de fuerza. Quien está trabajando en este aura nacional es el Arcángel; debemos pensar en él como un Ser superior, alguien que está dos etapas más alto en la evolución que el hombre, flotando sobre toda le nación, y dando instrucciones sobre lo que este pueblo en su conjunto tiene que cumplir. El Arcángel sabe lo que se debe hacer durante el período ascendente, durante la pujante juventud de la nación; él sabe cuáles son los logros que traerá la transición de este pueblo de la juventud a la vejez, para que sus impulsos tengan el efecto correcto.
Estos grandes esquemas son modelados por el Arcángel; pero aquí, en este plano físico, los seres humanos individuales deben trabajar, aquí deben cuidarse de que estos grandes objetivos se realicen. Entre los seres humanos individuales y los Arcángeles están los Ángeles como seres intermediarios, impulsando al hombre al lugar al que debe ir, para que en los sentimientos del pueblo surja lo que corresponde a las grandes ordenanzas de los Arcángeles. Se formarán una imagen correcta de ello, si toman lo que he estado describiendo no meramente como una alegoría, sino representando lo más fielmente posible la realidad.
Todo esa urdimbre tejida por los Arcángeles está influenciada por aquellos otros seres Arcangélicos a quienes llamamos * anormales, los Espíritus del lenguaje, como describí ayer. También hemos descrito cómo obran los espíritus * anormales de la personalidad, los Archai. Ahora podemos echar un vistazo al campo en el cual el Arcángel da sus órdenes, sobre el cual distribuye las misiones que los ángeles deben llevar a los individuos por separado. Sin embargo, los Arcángeles también pueden operar en el dominio de los Espíritus de la Personalidad anormales, y puede suceder que en la cooperación mutua de los Arcángeles con los Espíritus de la Personalidad anormales, -porque estos últimos persiguen propósitos bastante diferentes-, que en ciertos aspectos se crucen las medidas tomadas por los Arcángeles. Cuando esto ocurre, cuando estos Espíritus de la Personalidad anormales entran en colisión con las medidas tomadas por los Arcángeles, podemos percibir que dentro de una sola nación se forman grupos, que tienen tareas especiales. La acción de los Espíritus de la Personalidad es externamente visible cuando, dentro de cierta población, se forman grupos que tienen tareas especiales. Esto puede durar varios siglos. Por ejemplo, en el mismo país en el que ahora tenemos que trabajar especialmente en Antroposofía, en Alemania, han visto durante siglos esta obra del Arcángel de los Alemanes en cooperación con los Espíritus de la Personalidad a veces opuestos. En la división del pueblo alemán colectivo en pueblos más pequeños, tienen una interacción de los espíritus anormales de la personalidad con el Arcángel.
[* NOTA: Como el intercambio constante de nombre es confuso, se remite al lector a la sinopsis. El término anormal se aplica a veces al rango jerárquico abandonado, a veces a la nueva jerarquía asumida.]
Dichos pueblos no están tan centralizados, sino que prestan más atención al cultivo de las individualidades. Esto tiene en ciertos aspectos su lado bueno, porque de esta manera una gran variedad, muchos matices diferentes de carácter popular pueden hallar su expresión.
Sin embargo, pueden tomar el otro caso, en el cual no el Espíritu de la Personalidad anormal, sino el Espíritu de la Personalidad normal, que se expresa en el Espíritu de la Época volviéndose, por así decirlo, más importante para una cierta época de lo que de otra manera habría de ser según el curso ordinario de las cosas.
Por lo tanto, cuando miramos a un pueblo, estamos viendo al Arcángel como su primer poder. Así pues, el Espíritu de la Época llega y da sus órdenes al Arcángel, este último las pasa a los Ángeles, y éstos las transmiten a los individuos por separado. Debido a que uno solo ve, como regla general, lo que tiene más cerca, por esta razón uno ve en esta acción combinada, las acciones del Arcángel como las más importantes. Sin embargo, puede ocurrir que el Espíritu de la Época tenga que dar órdenes más importantes y de tal envergadura, que se ve obligado, por así decirlo, a quitarle algo al Arcángel, porque debe separar a una parte de la población para que se cumpla la tarea de la época, la misión del Espíritu de la Época. En tal caso, se separan algunas masas de personas del resto. El Espíritu de la Época, por tanto, supera visiblemente la influencia del Arcángel. Un caso puntual ocurrió cuando los holandeses se separaron de los fundamentos que tenían en común con el pueblo alemán. Holanda y Alemania tenían originalmente un Arcángel en común, y la separación se produjo porque el Espíritu de la Época separó una porción en un tiempo determinado, y luego esta porción pasó a convertirse en la preocupación importante del espíritu moderno de la época.Todo lo que pueden leer en la historia holandesa -porque la historia es en realidad solo una expresión externa, una maya, de lo que está sucediendo internamente- es solo el reflejo de un evento interno. Por lo tanto, en este caso podemos ver la separación de los holandeses del colectivo alemán que tiene lugar externamente; pero el núcleo interno es que el Espíritu de la Época requirió un instrumento con el cual llevar a cabo su misión en ultramar. Toda la misión de los holandeses fue una misión del Espíritu de la Época, y fue separado con el propósito de darle la posibilidad de llevar a cabo algo importante en un momento determinado de la historia. Lo que describen los historiadores es solo maya externo, que oculta los hechos reales más de lo que los revela.
Hay otros casos con los que se pueden encontrar a este respecto que son igual de chocantes, a saber, que una parte de la población tuvo que separarse de la nación común; en este caso con los portugueses. Pueden buscar en vano otras razones en su caso, descubrirán que se trata únicamente de una victoria del Espíritu de la Época sobre el Arcángel. Si repasan los diversos eventos, encontrarán que se aprovechó la oportunidad para formar un pueblo especial, -no hubo muchas oportunidades similares. Los españoles y los portugueses formaban una nación madre. Las razones externas quizás fueran, que los ríos solo eran navegables hasta las fronteras portuguesas; no hubo otras razones externas. Por otro lado, estaba la razón interna, que esas tareas debían cumplirse, tareas que eran las específicas de los portugueses, y que eran diferentes de las tareas de los pueblos españoles en conjunto. Ahí vemos a los Espíritus de la Época desarrollando por un tiempo, una actividad más intensa de la que generalmente muestran. Vemos la armonía que había prevalecido hasta entonces reemplazada por otra cosa. Vemos el Espíritu de la Época, en lugar de comunicarle sus órdenes al Arcángel, tomar parte directa en la historia del pueblo, y vemos cómo los otros Espíritus usan esta oportunidad para incorporarse. Cuando un pueblo así se separa, entonces el Espíritu de la Época por un tiempo, en el primer entusiasmo que ha permeado a varias personas, llega a desempeñar tanto las funciones del Arcángel, que de la separación dificilmente aparece nada más que una prisa y un apresuramiento dentro de esta población. Se ve la prisa y la urgencia, la actividad que proviene de la misión del Espíritu de la Época. Entonces, sin embargo, surge la posibilidad para que un Arcángel normal y anormal se incorporen en la parte separada de esa población. Así vemos el crecimiento de los pueblos holandés y portugués que luego recibieron sus propios Arcángeles normales y anormales. En lo que se incorporó aquí, en la diferencia en el temperamento del pueblo expresada en las diversas personalidades, vemos el trabajo de esos Seres espirituales a quienes hemos mencionado. Vemos el trabajo de estos Seres espirituales de una manera maravillosa y entonces reconocemos que lo que ocurre externamente en la historia es solo el resultado de su actividad. Gradualmente, el dicho de que el mundo externo es maya o ilusión adquiere un significado más definido.
Lo que sucede en la historia externa es solo el reflejo externo de lo espiritual, de los seres suprasensibles, así como el hombre exterior es solo el reflejo exterior del hombre interior. Es por eso que se ha dicho, y se debe insistir una y otra vez, que el dicho 'El mundo es maya' es de la mayor importancia; pero no es suficiente insistir en ello de una manera abstracta, más bien se debería tomar la postura de llevarlo a cabo en detalle.
Hemos visto que aun están activos otros Espíritus y Jerarquías en lo que llamamos el mundo. Hemos hablado de los Arcángeles normales y anormales. Los Arcángeles anormales se nos han revelado como Espíritus de la Forma o Potestades, solo que son aquellos que han renunciado a una cierta porción de los atributos de su evolución. Entonces podemos preguntar: ¿Cómo son los espíritus de la forma normales? Percibimos que los Espíritus normales de la Forma están cuatro etapas por encima del hombre. En nuestra próxima conferencia, tendremos un poco más que decir sobre ellos. Estos Espíritus de forma normales son Seres cuatro etapas por encima del hombre. Las Jerarquías que mencionamos ayer no terminan con los Espíritus de la Forma, con quienes concluimos la línea ascendente. Por encima de estos están los Espíritus del Movimiento o Dynamis; aún más elevados están los Seres que llamamos Kyriotetes, Dominaciones o Espíritus de la Sabiduría. Encontrarán estos diferentes Seres espirituales enumerados en mi Ciencia Oculta, así como en mis escritos sobre el Registro Akáshico.
Ahora se puede entender que la ley de la renuncia, de permanecer rezagado, se aplica también a los Espíritus superiores, por lo tanto, los Espíritus del Movimiento también pueden quedarse rezagados con ciertos atributos, -
Espíritus del movimiento, que están cinco etapas por encima del hombre, - que ciertos espíritus del movimiento han permanecido por consiguiente, en la evolución humana, como si ahora solo fueran espíritus de la forma o potestades. Estos son, en lo referente a ciertos atributos, realmente Espíritus del Movimiento, y en cuanto a otros atributos, respecto de los cuales han renunciado, son Espíritus de la Forma; de modo que tenemos Espíritus de la forma normales, cuatro etapas por encima del hombre, y otros Espíritus trabajando en el mismo terreno en el que están los Espíritus de la Forma, pero que son realmente Espíritus del Movimiento. Ese es, por lo tanto, un dominio en el que los Espíritus de forma normales y anormales, los Espíritus del Movimiento rezagados, trabajan juntos, así como hemos encontrado un dominio en el que los Arcángeles normales y anormales trabajan juntos. A través de esta cooperación, tiene lugar algo que, sin embargo, concierne estrechamente al hombre; por medio del cual tiene lugar la configuración de lo que llamamos las razas humanas, que debemos distinguir de los pueblos.
Si consideramos el asunto de esta manera, no tendremos una idea confusa de él, sino que sea elástica; no debemos confundir todo esto. Una nación no es una raza, el concepto de nación no tiene nada que ver con el de raza. Una raza puede dividirse en muchas naciones diferentes, las razas son comunidades diferentes de las naciones. Ciertamente tenemos razón al hablar de una nación alemana, holandesa, noruega, pero hablamos de una raza germánica. Ahora bien, ¿Qué subyace en la idea de una raza? Los Seres a quienes describimos como Espíritus normales de la Forma o Potestades actúan en combinación con aquellos otros Seres que hemos aprendido a conocer como los Espíritus anormales de la Forma, pero que realmente son Espíritus del Movimiento con la misión de los Espíritus de la Forma. Es por eso que la humanidad está dividida en razas. Eso que hace al hombre el mismo en todo el globo, que hace que cada hombre, independientemente de la raza a la que pertenezca, un miembro de todo el reino humano, es provocado por los Espíritus normales de la forma. Pero lo que juega un papel en toda la tierra y divide a toda la humanidad en razas, es provocado por los espíritus anormales de la forma, que han renunciado a su progresión para que no haya una sola humanidad en la tierra sino una variedad de pueblos .
Así llegamos al subsuelo, por así decirlo, al terreno de donde surgen los pueblos individuales concretos. De esta manera conseguimos inspeccionar en el campo perteneciente a los Espíritus de la Forma y como Espíritus anormales de la Forma sostienen una humanidad, y que los Espíritus del Movimiento rezagados entran en el campo que pertenece a los Espíritus de la Forma y como Espíritus anormales de la Forma dividen a toda la humanidad sobre la tierra en las varias razas. Cuando observamos lo que estos espíritus realmente quieren, cuando estudiamos los objetivos y los propósitos de estos Espíritus de la forma normales y anormales, entenderemos qué es lo que desean lograr con las razas humanas, y cómo a través de ellas se crea una base para lo que surge de ellas. Si luego estudiamos un pueblo en sí, lo habremos entendido y comprendido.

Traducido por Julio Luelmo abril 2018

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El objetivo de este blog es publicar en Internet todo el material fuente existente para las transcripciones de las conferencias de Rudolf Steiner de la forma más completa posible, para que este gran tesoro esté disponible para toda la humanidad. Se trata de notas de oyentes, transcripciones de conferencias y, en su mayor parte, transcripciones en texto plano de conferencias estenografiadas, también conocidas como transcripciones en texto plano. De este modo, cualquiera puede comprobar por sí mismo, mediante comparaciones, qué dijo realmente Rudolf Steiner y cómo fue editado (y, por tanto, modificado) en las distintas ediciones. Y por último, pero no menos importante, también encontrarán mucho material inédito. La obra de Rudolf Steiner es de dominio público desde 1996 y, por tanto, pertenece legalmente a toda la humanidad. Él mismo habría elegido una fecha mucho más temprana para la publicación de su obra, como se desprende de los pasajes sobre propiedad intelectual que citamos a continuación; Incluso el período de protección de 30 años que se aplicaba entonces le parecía demasiado largo. ¿Y qué habría dicho sobre el hecho de que 85 años después de su muerte, parte de su obra docente siga inédita y acumulando polvo en los archivos? Él mismo encontró una expresión adecuada para esto: Fue puesto en un ataúd. Este sitio web está destinado a ayudar a liberarlo de este ataúd. "Lo que el hombre puede crear a partir de sus capacidades intelectuales se lo debe a la sociedad humana, al orden social humano. En realidad, no le pertenece. ¿Por qué gestionamos nuestra propiedad intelectual? Simplemente porque la produces; al producirla, demuestras que tienes la capacidad de hacerlo mejor que los demás. Mientras tengas esa capacidad mejor que los demás, gestionarás mejor esa propiedad intelectual al servicio del conjunto. Ahora la gente se ha dado cuenta al menos de que esta propiedad intelectual no se perpetúa sin fin. Treinta años después de la muerte, la propiedad intelectual pertenece a toda la humanidad. Cualquiera puede imprimir lo que yo he producido treinta años después de mi muerte. Puede utilizarlo como quiera; y eso está bien. Incluso estaría de acuerdo si hubiera más derechos en este ámbito. No hay otra justificación para la gestión de la propiedad intelectual que el hecho de que, porque se puede producir, también se tienen las mejores capacidades [...] Será una forma sana de socializar el capital si hacemos fluir en el organismo social lo que hoy se acumula como capital en el derecho de sucesiones, en el surgimiento de las pensiones, del derecho de las manos ociosas, de los derechos humanos superfluos, lo que así se acumula en capital; eso es lo que importa. Ni siquiera hace falta decir que la propiedad privada debe convertirse en propiedad social. El concepto de propiedad no tendrá ningún significado". Rudolf Steiner el 25 de abril de 1919