GA194 Dornach 29 de noviembre de 1919 - La Misión del Arcángel Micael - Su acción y su influencia como contrapunto a la influencia ahrimánica

  ver ciclo GA194

LA ACCIÓN DE MICAEL Y SU INFLUENCIA COMO CONTRAPUNTO A LA INFLUENCIA AHRIMÁNICA


La futura cultura de Micael

quinta conferencia, 29 de noviembre de 1919.

Solo a través de un conocimiento de las leyes más importantes y esenciales de la evolución humana puede el hombre obtener una consciencia real que respalde su alma. Debe aprender a conocer los sucesos de la evolución humana y hacerlos constar como una cuestión a tener plenamente en consideración -hace unos días hice este comentario– que la evolución de la humanidad es en sí misma la evolución de una entidad viva. Exactamente igual que hay crecimiento ordenado en el ser humano individual, también hay crecimiento ordenado en la evolución de la raza humana completa. Y ya que ahora es el momento en que tenemos que hacernos conscientes de ciertas cosas, y puesto que el ser humano ha participado, durante sus sucesivas vidas terrestres, en las diversas configuraciones de la historia evolutiva de la humanidad, es también necesario desarrollar una comprensión de los diferentes estados del alma humana en las diversas épocas de la evolución de la humanidad. He afirmado a menudo que lo que llamamos hoy historia es en realidad una fábula convencional, una fábula acordada, por la razón de que el relato abstracto de sucesos y la búsqueda de la causa y efecto en los procesos históricos en un sentido externo no tiene en cuenta las transformaciones y metamorfosis de la vida del alma humana en sí.
Cuando, desde este punto de vista, hacemos experimentos, podemos fácilmente demostrar que es un prejuicio creer que el estado del alma del hombre moderno prevalecía también en los tiempos a los que se remontan los primeros documentos históricos. Este no es el caso. Los seres humanos de los siglos nueve y diez de nuestra era, incluso el más simple, el más primitivo, tenían una actitud del alma completamente diferente que los seres humanos de después de mediado el siglo XV. Podemos examinar esto hasta el estrato más bajo de la raza humana, y también en los niveles superiores. Traten, por ejemplo, de familiarizarse con el curioso trabajo de Dante acerca de la “Monarquía”. Si leyeran tal trabajo, no como una rareza, sino con una cierta sagacidad histórica cultural, entonces notarían que ese libro de un representante de su tiempo contiene cosas que no podrían posiblemente ser dichas por el alma de un ser humano moderno.
En este libro, que se pretendió que fuera un tratado serio sobre los fundamentos legales y políticos de la monarquía, Dante trata de demostrar que los romanos fueron el pueblo más excelente del mundo, hasta donde se sabía en aquella época, era el derecho primitivo de los Romanos. Trata de demostrar que la conquista del mundo entero por los Romanos constituyó un derecho mayor que por ejemplo el derecho a la independencia de pueblos individuales, más pequeños; ya que fue la voluntad de Dios que los Romanos gobernaran sobre los diversos pueblos más pequeños, por el propio bien de estos últimos. Dante ofrece muchas pruebas, a partir del espíritu de su tiempo, de porqué los Romanos estaban justificados a gobernar la Tierra. Una de estas pruebas es la siguiente: Él dice: Los Romanos descienden de Aeneas. Aeneas se casó tres veces. Primero, con Creusa; a través de este matrimonio él adquirió el derecho, como progenitor de la raza, de gobernar Asia. Segundo, se casó con Dido; a través de su matrimonio obtuvo el derecho, como antepasado de los Romanos, de gobernar África. Entonces se casó con Lavinia; a través de este matrimonio adquirió el derecho para los Romanos de gobernar Europa. Hermann Grimm, que discutió una vez este asunto, hizo el siguiente comentario elocuente: ¡Qué suerte que en aquella época América y Australia aún no hubieran sido descubiertas!
Pero esta clase de conclusión era algo bastante evidente por sí mismo para un espíritu iluminado de la época de Dante, ciertamente, para el más excepcional espíritu de aquella época. Esto era una presentación jurídica en aquella época. Ahora les pido que se imaginen que cualquier abogado de la época actual llegara a tales conclusiones. No pueden imaginarlo. Y tampoco pueden imaginar que el modo de pensar que Dante emplea en relación con otras materias pudiera surgir en la constitución del alma de un hombre de la época actual.
Así, un hecho bastante obvio demuestra que tenemos que tener en consideración, la transformación de las constituciones anímicas de los seres humanos. Fracasar en comprender estas cosas era tolerable hasta cierto grado hasta hoy. Pero ya no lo será en nuestra época, y sobre todo especialmente no lo será para la humanidad del futuro, por la simple razón de que la humanidad, justo hasta nuestro tiempo, o al menos hasta finales del siglo XVIII, tenía ciertos instintos; (desde que los asuntos de la revolución francesa han cambiado gradualmente, pero aún así, quedaron restos antiguos de la constitución del alma en cuestión). A partir de estos instintos la humanidad fue capaz de desarrollar una consciencia que apoyó al alma. Pero en el presente estado del organismo constantemente cambiante de la humanidad, estos instintos ya no existen y el hombre debe adquirir conscientemente la conexión con la totalidad de la humanidad. Esto es, después de todo, el significado más profundo de la cuestión social en nuestra época actual. Lo que la gente afirma en sus manifiestos son sólo formulaciones superficiales. Aquello que surge de las profundidades de las almas humanas, se expresa a sí mismo en tales fórmulas; la humanidad siente que es necesario adquirir una relación consciente del individuo con el resto de la humanidad, es decir, adquirir un impulso social.
Ahora bien, no podemos hacerlo sin enfocar nuestra atención sobre la ley de la evolución. Hagamos esto una vez más, después de haberlo hecho repetidamente en
relación con otras cuestiones. Tomemos el tiempo desde el siglo cuatro hasta el siglo XVI de nuestra era. Vemos ahora cómo la Cristiandad lleva el carácter del que les hablé ayer y en ocasiones anteriores. Encontramos que se tiene gran cuidado durante este período por comprender los secretos del Gólgota a través de conceptos e ideas humanas tal como fueron transmitidas por la cultura Griega. Entonces comienza una forma de evolución cambiada. Sabemos que realmente comenzó en una época anterior, en torno a mediados del siglo XV; pero se hizo claramente discernible sólo en el siglo XVI. En aquella época el pensamiento orientado natural-científicamente comenzó a tomar posesión del nivel superior de la humanidad y a extenderse cada vez más.
Fijemos nuestra atención sobre este pensamiento natural-científico en relación a una determinada cualidad. Hay muchas cualidades del pensamiento natural científicamente orientado que podrían ser mencionadas, pero hoy queremos hacer hincapié en una cualidad en particular. Es la siguiente: si somos realmente un pensador moderno y eficiente en el sentido actual, somos incapaces de lidiar con el problema de la necesidad de la naturaleza y la libertad humana. El pensamiento científico-natural de la era moderna presionó hacia adelante más y más hacia una concepción del ser humano como un miembro del resto de la naturaleza, esta última siendo considerada como una corriente de causas y efectos determinándose unos a otros. Ciertamente, existen hoy muchos seres humanos que ven claramente que la libertad, la experiencia de la libertad, es un hecho de la consciencia humana. Pero esto no evita que sean incapaces de lidiar con este problema cuando se empapan en la configuración especial del pensamiento natural-científico. Si pensamos sobre el ser humano de la forma que la ciencia natural moderna demanda somos incapaces de reconciliar este pensamiento con el pensamiento sobre la libertad humana. Algunas personas se lo toman con mucha calma en relación con la libertad humana, en relación con el sentido de la responsabilidad humana. Conocí a un profesor de derecho penal que comenzaba sus conferencias sobre derecho penal siempre con los siguientes comentarios: Caballeros, tengo que darles una clase sobre derecho penal. Comencemos asumiendo el axioma de que hay libertad y responsabilidad humana. Ya que, si no hubiera libertad y responsabilidad, no habría derecho penal. Sin embargo, el derecho penal existe, ya que tengo que darles una clase sobre ello; por lo tanto, también existen la responsabilidad y la libertad. – Esta argumentación es algo simple, pero apunta a la dificultad que surge para los seres humanos cuando se hacen la siguiente pregunta: ¿cómo puede ser reconciliada la necesidad de la naturaleza con la libertad? Demuestra, en otras palabras, cómo el ser humano ha sido forzado cada vez más a través de la evolución de los últimos siglos a reconocer una cierta omnipotencia de la necesidad de la naturaleza. No se expresa con estas palabras; sin embargo, se concibe una cierta omnipotencia de la necesidad natural. ¿Qué es esta omnipotencia de la necesidad natural?
Nos entenderemos mejor si les recuerdo algo que he mencionado con frecuencia. Los pensadores modernos creen que actúan, o, mejor dicho, piensan, sin prejuicios, simplemente como investigadores científicos, cuando afirman que el hombre consiste en cuerpo y alma. La gente, hasta el gran filósofo Wilhelm Wundt, (su grandeza es, sin embargo, simplemente gracias a su editor), sostiene que: si pensamos sin prejuicios, debemos considerar al hombre compuesto de cuerpo y alma, si es que hemos de atribuir alguna validez al alma. Y solo tímidamente aparece la verdad, a saber, que el hombre consiste en cuerpo, alma y espíritu. Los filósofos que se consideran imparciales en su creencia de que el hombre se compone de cuerpo y alma no saben que su concepto es simplemente el resultado de un proceso histórico que tuvo su punto de partida en el octavo concilio de Constantinopla cuando la iglesia católica romana abolió el espíritu al establecer el dogma de que en adelante el cristiano ortodoxo debía pensar que el hombre consiste en cuerpo y alma, y que el alma tiene algunas cualidades espirituales. Esta era una ley de la iglesia; Los filósofos todavía lo enseñan hoy y no saben que simplemente están siguiendo una ley de la iglesia. Creyendo que están aplicando una ciencia sin prejuicios. Esta es la situación actual en relación con muchas cosas llamadas "ciencia sin prejuicios".
El asunto es similar en lo que atañe a la necesidad de la naturaleza. Durante la evolución completa entre los siglos IV y XVI el concepto de Dios asumió una forma bastante particular. Si se tienen en cuenta los aspectos más íntimos de la evolución espiritual de estos siglos, seremos conscientes del hecho de que un concepto bastante definido de Dios era cada vez más complejo en el pensamiento humano, un concepto de Dios que culminó en el dictum: Dios, el Omnipotente, el Todopoderoso. Pocas personas saben que no habría tenido sentido para los seres humanos anteriores al siglo IV después de Cristo hablar de Dios, el Todopoderoso. Queridos amigos, no nos ocupamos de las verdades del Catecismo; allí ustedes encontrarán, naturalmente: Dios es todopoderoso, Todo Sabio, Todo Benevolente. Todo esto son cosas que no tienen nada que ver con la realidad. Antes del siglo IV, nadie habría pensado en considerar la
omnipotencia como una cualidad fundamental del Ser Divino si comprendiera estos asuntos y realmente viviera con ellos. Ya que en aquella época aún predominaban las secuelas de los conceptos Griegos. Al pensar en el Ser Divino, la gente no hubiera hablado de Dios, el Todopoderoso, sino de Dios, el Omnisciente, el Todo Sabiduría. Dios, el Todopoderoso (Previamente: Dios el Todo Sabiduría) siglo cuarto al dieciseis. La sabiduría era considerada el atributo fundamental del Ser Divino. El concepto de Omnipotencia penetró gradualmente en la idea del Ser Divino, sólo a partir del siglo IV en adelante. Continuó desarrollándose. El concepto de personalidad fue abandonado y las prédicas fueron transmitidas al mero orden natural, que se concibe cada vez más
mecánicamente. Y el concepto moderno de la necesidad de la naturaleza, la omnipotencia de la naturaleza, no es sino el resultado de la evolución del concepto de Dios desde el siglo cuarto al dieciseis. Sólo las cualidades de la personalidad fueron abandonadas y aquello que constituía el concepto de Dios fue sustituido por la estructura del pensamiento sobre la naturaleza.
Ahora, mis queridos amigos, los científicos naturales genuinos de hoy en día se opondrían vigorosamente a tales afirmaciones. De la misma forma que muchos filósofos creen que están pensando sin prejuicios sobre el hombre al considerarlo constituido por cuerpo y alma, cuando en realidad están simplemente siguiendo el octavo Concilio Ecuménico de Constantinopla en el año 896, - de la misma forma que estos filósofos dependen de una corriente histórica, tambien todos los Haeckelianos, Darwinistas y físicos con su orden natural dependen de una corriente teológica que se desarrolló en el período entre San Agustín y Calvino. Estas cosas tienen que ser comprendidas. Es el carácter peculiar de cada corriente evolutiva que consta de evolución así como de involución. Y mientras el concepto “Dios el Todopoderoso” se desarrolló, existió una sub-corriente en las esferas subconscientes de la vida del alma
humana, que entonces se convirtió en la corriente directriz superior: la necesidad natural. Y desde el siglo XVI existe una nueva subcorriente que se prepara precisamente en nuestros días para convertirse en una corriente superior.
Es característico de la era de Michael que lo que se ha preparado en forma de una subcorriente de necesidad de la naturaleza debe convertirse en lo sucesivo en una corriente superior. Pero si deseamos adquirir un posible concepto de qué es lo que se ha preparado, debemos entender el espíritu interior de la evolución de la Tierra.
Recientemente llamé su atención sobre el hecho, de que lo que ocurre en la evolución de la Tierra y de la humanidad en particular, se mueve en una línea descendente. La humanidad terrestre y la evolución de la tierra misma están en el camino de la decadencia. Llamé su atención sobre el hecho de que esta es hoy una verdad geológica reconocida, que los geólogos que deben tomarse en serio admiten que la corteza terrestre está en proceso de descomposición. La humanidad misma, en particular, está en un proceso de decadencia a través de las fuerzas sensuales-terrenales. Y la humanidad, en su proceso evolutivo, debe recibir impulsos espirituales que contrarresten la decadencia. Por lo tanto, una vida espiritual consciente debe entrar en la humanidad. Debemos tener claro el hecho de que ya hemos pasado más allá del pináculo de la evolución de la Tierra. Para que pueda proceder, lo espiritual debe ser tomado cada vez más claramente.
Al principio, esto parece un hecho abstracto. Pero para el investigador espiritual no lo es. Ustedes saben que podemos seguir el rastro de la evolución de la Tierra a través de los estados de Saturno, Sol y Luna hasta el estado de la Tierra. Esta evolución también puede caracterizarse de la siguiente manera: si hablamos de la humanidad actual, podemos considerar la evolución de la humanidad a través de los períodos de Saturno, Sol y Luna como una preparación, como un estado previo. Solo en la propia Tierra, el hombre, al recibir su yo, obtuvo su verdadera humanidad, y recibirá más elementos en su verdadero ser durante las etapas evolutivas subsiguientes de la Tierra.
Ahora saben que los llamados Arcai, los Espíritus actuales de la Personalidad o Espíritus del Tiempo, en el antiguo Saturno se encontraban en la misma etapa de evolución que ahora se encuentra el ser humano, aunque en formas bastante diferentes, con un aspecto exterior completamente diferente. He expresado esto en mis libros diciendo: los seres que designamos hoy como Arcai, como Espíritus de la Personalidad, fueron hombres durante el período de Saturno. Los Arcángeles fueron hombres durante el período del Sol, los Ángeles durante el período de la Luna. Durante el período terrestre somos nosotros los hombres.
Nuestra propia evolución, por supuesto, siguió paralelamente a todo esto, como medio de preparación. Si volvemos al estado de la Luna debemos decir: Aquí los Ángeles fueron seres humanos, seres humanos, recalco, con una apariencia bastante diferente de la nuestra, ya que las condiciones eran muy distintas sobre la antigua Luna. Pero al lado de estos hombres Lunares, los Ángeles, nosotros desarrollamos en un pre-estado de la evolución de la Tierra, en un estado muy avanzado, de una forma que tuvimos que ser considerados por los Ángeles, especialmente durante la fase descendente de la evolución de la Luna constituimos, a veces, una molesta preocupación para los Ángeles. Lo mismo ocurre, sin embargo, con nosotros en la evolución descendente de la Tierra: como la evolución de la Tierra ha entrado en sus fases descendentes, otros seres se hacen sentir.
Mis queridos amigos, es un dato significativo e importante de la investigación espiritual científica que debe ser tomado muy, muy seriamente, el hecho de que ya hemos entrado en el período de la evolución de la Tierra donde ciertos seres se hacen sentir, que sobre Júpiter – el estado siguiente a la evolución de la Tierra – habrán avanzado hasta la forma de hombres, una forma diferente de hombre, seguro, pero que, no obstante, pueden ser comparados con el ser del hombre. Porque nosotros seremos seres diferentes en Júpiter. Estos por así llamarlos hombres de Júpiter existen ya ahora exactamente igual que existíamos nosotros sobre la Luna. Existen, por supuesto no visibles externamente; pero ya les expliqué recientemente lo que significa ser visible externamente, y que el hombre es también un ser suprasensible. Suprasensiblemente estos seres están decididamente muy presentes.
Enfatizo una vez más: es una verdad extremadamente seria que ciertos seres se hacen sentir y que existen en el entorno de la humanidad. Se hacen sentir cada vez más desde mediados del siglo XV. Estos seres poseen principalmente el impulso de una fuerza que es muy similar a la fuerza humana de la voluntad, esa fuerza de voluntad de la que os hablé ayer y que existe en el estrato más profundo de la consciencia humana. Estos seres invisibles están relacionados con aquel elemento del cual la consciencia ordinaria así permanece inconsciente hoy, pero ya se hacen sentir muy fuertemente en el desarrollo de la humanidad actual. Para aquellos que toman realmente en serio la investigación espiritual, este es un problema de gran magnitud. Me enfrenté a este problema con especial firmeza, -en aquel tiempo hablé con algunos de nuestros amigos sobre el tema de una u otra forma-, me enfrenté a este problema de manera exigente, por así decirlo, cuando, en el año 1914, la catástrofe de la guerra estalló sobre nosotros. Uno se tenía que preguntar: ¿Cómo puede un suceso sorprender a la humanidad Europea? Suceso que es imposible juzgar por sus causas de la forma acostumbrada en relación a sucesos históricos previos. El que sabe que no fueron más de treinta o cuarenta personas en Europa, quienes participaron en la toma de decisiones del año 1914, y que sabe así mismo, la condición anímica en la que la mayoría de estas personas estaba, se verá enfrentado con este significativo problema. Ya que la mayoría de estas personas, por extraño que pueda sonar hoy, mis queridos amigos, la mayoría de estas personas tenían un estado de consciencia embotado, oscurecido.
Durante los últimos años han sucedido muchas cosas que fueron causadas por una consciencia humana embotada. En los lugares decisivos del año 1914 vemos por todas partes que las decisiones más importantes de finales de julio y comienzos de agosto se tomaron con una consciencia oscurecida; y esto ha continuado hasta nuestros días. Este es un problema aterrador en su naturaleza. Si lo investigamos espiritual y científicamente, encontramos que estas consciencias oscurecidas fueron la puerta de entrada a través de la cual precisamente estos seres de voluntad fueron capaces de tomar posesión de las consciencias de estos hombres; tomaron posesión de la consciencia oscurecida y velada de estos seres humanos y actuaron con su consciencia. Y estos seres que así tomaron posesión, que aún son seres subhumanos, ¿qué clase de seres son? Debemos plantear esta pregunta muy seriamente: ¿qué clase de seres son? Bien, mis queridos amigos, hemos preguntado sobre el origen de la inteligencia humana, sobre el origen del comportamiento inteligente humano que, exponiéndolo
simplemente, tiene su instrumento en nuestro organismo de la cabeza. Y hemos visto que esta constitución inteligente de nuestra alma proviene de aquella hazaña del Arcángel Micael que es comúnmente representada en el símbolo de la caída, de derribar al Dragón. Este es realmente un símbolo muy trivial. Ya que, si realmente pensamos en Micael y el Dragón, tenemos que visualizar, primero, el ser Micael y en segundo lugar, el Dragón, que en realidad consiste en todo aquello que entra en nuestra así llamada razón, en nuestra inteligencia. Micael no arroja al infierno a las huestes que le son opuestas, sino dentro de las cabezas humanas; allí este impulso Luciférico continúa viviendo. He caracterizado la inteligencia humana como un verdadero impulso Luciférico. Así podemos decir: si miramos atrás en la evolución de la Tierra, encontramos la hazaña de Micael, y a esta hazaña de Micael está unida la iluminación del hombre por su razón.
Los seres subhumanos cuyo principal carácter consiste en un impulso que coincide fuertemente con la voluntad humana, con el poder humano de la voluntad,
ahora aparecen desde abajo, mientras que las huestes de fuerzas arrojadas por Micael vinieron de arriba, y mientras estas últimas tomaron posesión del poder humano de la voluntad; se unen a él y son seres producidos por la esfera de Ahriman. Las influencias Ahrimanicas actuaron a través de esas oscurecidas consciencias. Es cierto, mis queridos amigos, mientras uno no tome en consideración estas fuerzas como fuerzas existentes objetivamente en el mundo igual que uno toma en consideración lo que hoy llamamos magnetismo, electricidad, etc., uno no obtendrá una visión interior de esa naturaleza que, de acuerdo con la prosa de Goethe Himno a la Naturaleza, compone al hombre. Ya que la naturaleza, como es concebida en la ciencia natural actual no contiene al hombre, sino simplemente el ser humano físico.
Al principio de la formación de la Tierra hubo una caída de seres Luciféricos; hoy tenemos un ascenso de seres Ahrimanicos. Los primeros seres influencian el poder Luciférico del pensamiento, los últimos el poder humano de la voluntad; tenemos que reconocer la llegada de estos últimos seres a la evolución de la humanidad. Tenemos que darnos cuenta que estos seres llegan y que tenemos que contar con una concepción de la naturaleza que, por ahora sólo incluye al hombre; ya que el reino animal sólo será incluido más tarde en el período de la Tierra. Estos seres aún no tienen influencia sobre el animal. No comprenderemos a la raza humana si no tomamos en consideración a estos seres. Y estos seres, que son empujados desde detrás, ya que detrás de ellos está el poder Ahrimanico que les dota con su fuerte poder de voluntad, que vierte en ellos sus fuerzas directivas, - estos seres que como tales son seres subhumanos están controlados en su totalidad por espíritus Ahrimanicos superiores y así contienen algo que con mucho sobrepasa su propio ser y naturaleza. Por tanto ellos muestran algo en su aparición que, si hace cautivo al ser humano, actúa con mucha más fuerza, mucho más fuertemente que aquello que el débil ser humano puede controlar hoy, si no lo refuerza a través del espíritu. ¿Cuál es el propósito de este huésped? Bien, mis queridos amigos, igual que los huéspedes que Micael ha hecho caer se han dirigido la iluminación humana, a la impregnación humana con la razón, así estos huéspedes se dirigen a una cierta impregnación de la voluntad humana. ¿Y qué quieren? Cavan, como si dijéramos, en la capa más profunda de la consciencia en la cual el ser humano aún está dormido hoy en su estado despierto. El hombre no nota cómo estos seres entran en su alma y en su cuerpo. Allí absorben, con su gran poder de atracción, todo lo que ha permanecido Luciférico, que no se ha impregnado de Cristo. Esto es lo que pueden tomar: esto es de lo que pueden tomar posesión.
Mis queridos amigos, nuestro tiempo nos provoca estos problemas. No debemos volver a pasar de largo por estos asuntos. No son convenientes. Ya que se ha hecho conveniente para los seres humanos pensar de modo diferente, es decir, no pensar en absoluto sobre el hombre, no considerarlo en absoluto. Y es peligroso hablar sobre estas cosas en completa verdad en un momento en que mucha gente no ama en absoluto el sentido de la verdad, bastante aparte del hecho de que el falso sentimentalismo podría encontrar estas cosas como una crueldad psíquica.
El resultado de la comprensión de estas cosas, sin embargo, será una minuciosa comprensión de la necesidad del impulso Crístico. Uno debe reconocer donde hace falta el impulso Crístico. Ayer demostramos que en el estrado medio de la consciencia el impulso Crístico agarra el estrato medio de la consciencia, si el hombre realmente se impregna con el Cristo, entonces estos poderes Ahrimanicos no pueden penetrar a través de la capa media, hacia arriba, y no pueden, con sus fuerzas espirituales, tiran hacia abajo de las fuerzas intelectuales. Todo depende de eso.
Es muy necesario hoy que reconozcamos la naturaleza de las influencias que nos vienen de los seres extra-humanos y sub-humanos que a su vez son influenciados por otros seres. Son tan importantes como muchas influencias que sólo están enraizadas en el mundo del hombre. Hace una semana os hablé sobre la influencia de Micael. Os he descrito esta influencia de Micael. Es muy necesaria. Ya que así como es cierto que la influencia de Micael ha dado origen a la influencia Luciférica de la inteligencia humana, también es cierto que ahora surge su contraparte, es decir, la aparición de ciertos seres
Ahrimanicos. Y únicamente a través de la constante actividad de Micael está armado el ser humano contra lo que surge allí. Incluso fisiológicamente es peligroso hoy aferrarse a la mera necesidad natural, a aquella clase de fatalismo que está expresado en la necesidad de la naturaleza. Ya que la educación, en la escuela y en la vida, en los conceptos que están meramente basados sobre la necesidad de la naturaleza, sobre la omnipotencia de la necesidad de la naturaleza, debilita la cabeza humana, y los seres humanos se hacen de ese modo tan marcadamente pasivos en lo que respecta a su consciencia, que otras fuerzas son capaces de entrar en su consciencia, y los seres humanos fracasarán en adquirir la fuerza necesaria para la recepción en el alma humana del impulso Crístico en su forma actual.
Es mi obligación, mis queridos amigos, hablar en este momento del asunto del que he empezado a hablar hoy (lo continuaré mañana): de la aparición de ciertos seres Ahrimanicos, que tienen que ser tenidos en cuenta. Numerosas personas sobre la tierra son conscientes hoy de esta aparición. Pero le dan la interpretación equivocada. Lo interpretan erróneamente por la razón de que no saben nada de la verdadera trinidad Cristo-Lucifer-Ahriman, o no desean saber nada sobre ella, sino entremezclar a Ahriman y a Lucifer. Entonces la discriminación es imposible; entonces es imposible reconocer adecuadamente el verdadero carácter fundamental de estos seres Ahrimanicos que ahora surgen. Sólo si explicamos claramente el elemento Ahrimanico y conocemos la naturaleza de las influencias suprasensibles que ahora surgen como la contraparte, como si dijéramos, del acto de arrojar al Dragón abajo. Es como un alzamiento, desde las profundidades Ahrimanicas, de ciertos seres. Y estos seres encuentras puntos especiales en el ser humano donde atacar si este se rinde a los impulsos instintivos desenfrenados y no se esfuerza por la claridad en relación con estos.
Ahora bien, existe hoy un método que podría llamarlo un antimétodo, de ocultar el elemento instintivo, menospreciando un concepto y poniendo otro encima de este, de tal forma que es imposible formarse un juicio adecuado que le concierna. Simplemente pensad en el grito de batalla del proletariado de la era moderna. Detrás de ese grito de batalla hay peticiones muy justificadas de la humanidad– he tratado a menudo con esto.
Pero estas demandas no son, para empezar, interesantes. En nuestra idea del orden social de tres clases son interesantes la primera vez. Algo esencialmente diferente es interesante: Proletarios de todos los países, ¡uníos! ¿Qué significa esto? Significa: fomentad vuestra antipatía contra las demás clases, fomentad, como individuos, lo que se asemeja al odio, y uníos; eso significa, amaos unos a otros, unid vuestros sentimientos de odio, buscad el amor de una clase, buscad entre vosotros el amor de los miembros de una clase a partir del odio. Amaos unos a otros a partir del odio, sobre la base del odio. – Ahí habéis menospreciado dos conceptos de polos opuestos. Esta represión de los instintos hace los conceptos del hombre tan nebulosos, dejándole incapaz de saber con qué está tratando en su propio yo. Existe actualmente una especie de anti método, si puedo usar la expresión paradójica, para poder oscurecer, a través del pensamiento humano actual, el control de una vida instintiva que ofrece puntos especialmente fuertes de ataque a los seres Ahrimanicos descritos.
traducida por Julio Luelmo nov. 2015


No hay comentarios:

El objetivo de este blog es publicar en Internet todo el material fuente existente para las transcripciones de las conferencias de Rudolf Steiner de la forma más completa posible, para que este gran tesoro esté disponible para toda la humanidad. Se trata de notas de oyentes, transcripciones de conferencias y, en su mayor parte, transcripciones en texto plano de conferencias estenografiadas, también conocidas como transcripciones en texto plano. De este modo, cualquiera puede comprobar por sí mismo, mediante comparaciones, qué dijo realmente Rudolf Steiner y cómo fue editado (y, por tanto, modificado) en las distintas ediciones. Y por último, pero no menos importante, también encontrarán mucho material inédito. La obra de Rudolf Steiner es de dominio público desde 1996 y, por tanto, pertenece legalmente a toda la humanidad. Él mismo habría elegido una fecha mucho más temprana para la publicación de su obra, como se desprende de los pasajes sobre propiedad intelectual que citamos a continuación; Incluso el período de protección de 30 años que se aplicaba entonces le parecía demasiado largo. ¿Y qué habría dicho sobre el hecho de que 85 años después de su muerte, parte de su obra docente siga inédita y acumulando polvo en los archivos? Él mismo encontró una expresión adecuada para esto: Fue puesto en un ataúd. Este sitio web está destinado a ayudar a liberarlo de este ataúd. "Lo que el hombre puede crear a partir de sus capacidades intelectuales se lo debe a la sociedad humana, al orden social humano. En realidad, no le pertenece. ¿Por qué gestionamos nuestra propiedad intelectual? Simplemente porque la produces; al producirla, demuestras que tienes la capacidad de hacerlo mejor que los demás. Mientras tengas esa capacidad mejor que los demás, gestionarás mejor esa propiedad intelectual al servicio del conjunto. Ahora la gente se ha dado cuenta al menos de que esta propiedad intelectual no se perpetúa sin fin. Treinta años después de la muerte, la propiedad intelectual pertenece a toda la humanidad. Cualquiera puede imprimir lo que yo he producido treinta años después de mi muerte. Puede utilizarlo como quiera; y eso está bien. Incluso estaría de acuerdo si hubiera más derechos en este ámbito. No hay otra justificación para la gestión de la propiedad intelectual que el hecho de que, porque se puede producir, también se tienen las mejores capacidades [...] Será una forma sana de socializar el capital si hacemos fluir en el organismo social lo que hoy se acumula como capital en el derecho de sucesiones, en el surgimiento de las pensiones, del derecho de las manos ociosas, de los derechos humanos superfluos, lo que así se acumula en capital; eso es lo que importa. Ni siquiera hace falta decir que la propiedad privada debe convertirse en propiedad social. El concepto de propiedad no tendrá ningún significado". Rudolf Steiner el 25 de abril de 1919