GA123 9 de septiembre de 1910 -Evangelio de S. Mateo 9ª conferencia

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LA VIDA DEL CRISTO EN EL ÁMBITO DE LA HISTORIA UNIVERSAL, REPRESENTA UNA INICIACIÓN

LAS BIENAVENTURANZAS

9 de septiembre de 1910

De todo lo que hemos oído en las conferencias anteriores, está claro que la esencia del Evento de Cristo puede indicarse de la siguiente manera. La etapa de la evolución que hemos definido como el ascenso del alma humana a los reinos del Espíritu, en tiempos pre-cristianos solo era alcanzable dentro de los Misterios, y por medio de la reducción del grado de conciencia del Ego. Esta etapa de la evolución debía recibir un impulso, cuyos frutos en su mayor parte aún están por venir, que hace posible que al ascender al mundo espiritual, un hombre puede retener la plena conciencia del Ego que normalmente solo tiene en el plano físico. Este avance en la evolución que el Evento de Cristo hizo posible, es verdaderamente el mayor avance que alguna vez haya tenido o tendrá lugar en la historia de la Tierra y de la humanidad. Cualquier otra cosa que pueda desarrollarse en la evolución de la Tierra a este respecto, será simplemente una elaboración del poderoso impulso dado por el Evento de Cristo. Preguntémonos ahora: ¿Qué era lo que iba a comportar ese evento? Debía tener lugar la repetición de ciertos acontecimientos relacionados con los secretos de los antiguos misterios. Parte de esos secretos consistían en que, (y hasta cierto punto sigue siendo lo mismo hoy), por ejemplo, al penetrar en su propio cuerpo físico y etérico, un hombre experimentaba en su cuerpo astral las tentaciones de las que hablamos ayer. Y en los Misterios griegos, un aspirante a la Iniciación tenía que enfrentarse a todas las dificultades y peligros que se acercan a quienes accedían al Macrocosmos. Hemos descrito con detalle las experiencias de uno y otro método de Iniciación, que fueron experimentadas por una gran y sublime Individualidad, por Cristo Jesús, como patrón para la humanidad. El impulso así dado permite que los hombres en el curso de su evolución futura logren gradualmente el desarrollo resultante de la Iniciación. Lo que anteriormente transcurría en los Templos de Misterios, puede describirse de la siguiente manera. Aunque la conciencia del Ego era tenue y semejante a la condición de sueño, el aspirante experimentaba ciertas experiencias en su vida anímica interior. Se despertaba un egoísmo en él, que le hacía desear independizarse del mundo externo. Pero como se dijo ayer, todo ser humano depende y debe depender siempre del mundo externo, por la sencilla razón de que no puede crear sus medios de sustento mágicamente ni prescindir de lo que adquiere a través de su cuerpo físico. Y a causa de ello, está expuesto a caer en la ilusión de creer que lo que simplemente se adquiere mediante el cuerpo físico constituye el mundo y su gloria. Cada aspirante a la Iniciación tenía que pasar por esta experiencia, pero en una condición diferente a cómo la vivió el Cristo Jesús al más alto nivel. Por lo tanto, si alguien describiera lo que le sucedía a un aspirante en los antiguos Misterios y después escribía las mismas experiencias en la vida de Cristo Jesús, en ciertos aspectos necesariamente habría similitud en las descripciones. Porque lo que sucedía era que los acontecimientos que antes estaban envueltos en el secreto de los Misterios ahora se habían trasladado a la arena de la historia mundial.

Sucesos como los siguientes eran muy frecuentes en la antigüedad, especialmente en los últimos siglos antes de la aparición de Cristo. Supongamos que algún pintor o escriba, estuviera informado sobre un cierto rito representado durante una Iniciación, y se dispusiese a trabajar para pintarlo o relatarlo. Tal pintura o relato bien podría tener una semejanza con el relato del Evento de Cristo que se da en los Evangelios. Por lo tanto, podemos imaginar cómo en muchos centros de los antiguos Misterios, el aspirante a la Iniciación, después de completar ciertos preparativos, era atado con los brazos y manos extendidos en una especie de cruz para que su alma pudiera ser liberada de su cuerpo. Permanecía en esta condición por un tiempo, experimentando las experiencias ya descritas. Todo esto podría haber sido pintado o relatado por alguien, y luego algún erudito, al encontrarlo hoy, podría afirmar que lo que se experimentaba en los Misterios estaba fundamentado en alguna tradición más antigua; con lo cual podría argumentar que los propios Evangelios son simples repeticiones.

Exposiciones de este tipo están muy extendidas. En el libro “El cristianismo como hecho místico”, se constata el sentido en que los secretos de los antiguos Misterios salen a la luz en los Evangelios, y que los Evangelios fundamentalmente, son repeticiones de descripciones de ceremonias de Iniciación en los Templo de Misterios. ¿Cómo es qué, al relatar eventos en la vida de Cristo, en realidad se describían procesos promulgados en los Misterios? Fue debido a que todo lo que había tenido lugar internamente en la vida anímica, dentro de aquellos Centros de Misterios, pasó a convertirse en un hecho histórico; porque justamente el Evento de Cristo Jesús era en definitiva, una representación de los ritos simbólicos promulgados durante el proceso de la antigua Iniciación, pero que ahora se cumplían con la más elevada plenitud de conciencia del Ego. Este hecho siempre debe tenerse en cuenta. Aquellos que estén convencidos de que tales procedimientos se convirtieron en realidad histórica a través de su venida, sin duda, se darán cuenta de la similitud de los episodios en la vida de Cristo, (tal como se narran en los Evangelios), con los procedimientos en los Misterios, aunque promulgados en un nivel de conciencia completamente diferente.

Así mismo, también podría decirse lo siguiente: Aquellos destinados a presenciar el evento de Cristo en Palestina observaron el cumplimiento de la profecía esenia y conocieron el bautismo de Juan, la tentación y lo que siguió, la crucifixión y los sucesos posteriores. Podrían decirse a sí mismos: "He aquí, un Ser sublime viviendo una vida en el cuerpo de un hombre". ¿Cuáles son los puntos más importantes en esta vida? Ciertas cosas tienen lugar como eventos externos y son idénticas a las experiencias vividas en los Misterios por los aspirantes a la Iniciación. ¡Por lo tanto, simplemente debemos recurrir al canon de un rito misterioso y allí deberíamos encontrar el prototipo de un proceso que ahora puede describirse como un hecho histórico!.

Ahí está, precisamente el gran secreto. Lo que antes había estado envuelto en la oscuridad de los santuarios del templo, perceptible (solo en cuanto a sus efectos), para quienes en el mundo exterior poseían visión espiritual, ahora se desarrollaba en el escenario de la historia mundial, el Evento de Cristo. Por supuesto, hay que tener en cuenta que en los días de los evangelistas, no se realizaban biografías del tipo que nos es familiar hoy en día. Digamos, en una biografía, de Goethe, de Schiller o de Lessing, se explora cada detalle de sus vidas y se recoge cada fragmento de información, que generalmente acaba siendo una recopilación de datos sin importancia que pretenden transmitir lo esencial de la historia de una vida. Mientras que todos estos detalles impiden discernir los puntos que realmente importan, los evangelistas, en cambio, se contentaron con describir lo que era de importancia central y fundamental en la vida de Cristo Jesús, a saber, que esta vida era una repetición del proceso de Iniciación, pero representada aquí, en el gran escenario de la historia universal. No es de extrañar que en nuestro tiempo pueda suceder algo que realmente sorprenda a mucha gente. Y lo que sorprende a la gente se hará aún más evidente si llamamos la atención sobre lo siguiente.

Del pasado nos han llegado los mitos y las sagas. Cualquiera que entienda su origen y carácter se dará cuenta de que muchos de ellos son narraciones de sucesos en los mundos espirituales, vistos por la clarividencia antigua y adornados con imágenes del mundo sensorial; Otros mitos a su vez, son representaciones de acontecimientos en los Misterios. Por ejemplo, el mito de Prometeo, entre muchos otros, es en parte una representación de ritos llevados a cabo en los Misterios. A menudo encontramos la escena que describe a Zeus junto a un dios de rango inferior que está destinado, según el relato griego, a ponerlo a prueba. Zeus situado sobre una montaña, está siendo tentado por Pan: este tema se representa de muchas y diversas maneras. ¿Cuál era el propósito de tales representaciones? Estaban destinadas a dar expresión al proceso del descenso del hombre hacia su ser interior, donde se encuentra con su propia naturaleza inferior, su naturaleza egoísta, (representada aquí por "Pan"), cuando penetra en sus cuerpos físico y etérico.

El mundo antiguo está lleno de relatos de las experiencias que experimentaba el aspirante a la Iniciación a lo largo del camino que conduce al mundo espiritual, y en los mitos y sagas, estos relatos tienen forma artística.

La gente de hoy que no puede o no quiere ahondar debajo de lo superficial, (y esto es lo que desconcierta a muchas personas que no quieren reconocer los hechos), cuando se encuentran con la historia de Pan tentando a Zeus en una montaña, declaran que muestra claramente que la historia de la Tentación contada por los evangelistas es simplemente la repetición de una alegoría que ya les es familiar. Por tanto, llegan a la conclusión de que no hay nada de importancia singular en los Evangelios, y que según su parecer son compilaciones de la mitología antigua reunidas para presentar una figura ficticia llamada Jesucristo. En cierto movimiento generalizado en Alemania hubo muchas discusiones vagas sobre si Cristo Jesús existió alguna vez. Y con una falta de comprensión realmente grotesca, (aunque con una ostentosa erudición), enumeraban todas las sagas y mitos que supuestamente contenían antiguos paralelismos con las escenas del Evangelio. Hoy en día es inútil intentar dar una idea del estado real de las cosas, aunque es bien sabido por quienes conocen estos asuntos. ¡Pero los movimientos espirituales en nuestro tiempo se desarrollan a lo largo de líneas muy extrañas!.

No hablaría de estas cosas si no fuera necesario tomar constantemente una posición en contra de los argumentos apoyados por estudios ostensiblemente profundos contra los hechos y las exposiciones de la Ciencia Espiritual.

Lo que he presentado en estas conferencias, es la auténtica verdad de estos asuntos. Las representaciones que se originan en los Misterios se aplican necesariamente en los Evangelios, pero ahora el secreto de la Iniciación está relacionado con una Individualidad completamente diferente. La intención es mostrar que aquellas experiencias que anteriormente fueron experimentadas bajo una condición de conciencia atenuada, habrían de ser atravesadas por esta Individualidad, este Ser, sin ninguna pérdida de conciencia del Ego. Por lo tanto, cuando se dice que los Evangelios no contienen casi nada que no se encuentre un paralelismo anterior, no debe sorprendernos, sino que debemos darnos cuenta de que en el pasado se trataba de que el ser humano tuviera que ascender a los Reinos del Cielo, porque los reinos del cielo aún no habían descendido al ego. Lo realmente nuevo era que lo que antes solo se podía experimentar en otros ámbitos, y mediante una especie de atenuación del Ego, ahora se podía experimentar en Malkhut en el "Reino", con el Ego lúcido y auto-suficiente.

Por lo tanto, después de que Cristo Jesús hubiese experimentado lo que el Evangelio de San Mateo describe como la Tentación, Cristo comenzó a predicar sobre el "Reino". ¿Cuál era la esencia de su enseñanza? Era esta: "Lo que un hombre anteriormente lograba suprimiendo su Ego y colmándose de otros seres, desde entonces y en adelante se alcanzará con plena conciencia del Ego". Ese es el punto esencial. Por lo tanto, no es únicamente la repetición de eventos relacionados con las Iniciaciones, lo que se repite en la vida de Cristo, sino que el punto vital en la "predicación del Reino" es que, todo lo que se había prometido a quienes antes habían sido admitidos en los Misterios o que aceptaban su enseñanzas, ahora se ofrece a aquellos que aprenden a experimentar en sí mismos la realidad del "Yo", el Ego, en la forma prefigurada por Cristo para la humanidad.

Por lo tanto, de alguna forma, todo tuvo que aparecer necesariamente de nuevo, incluso las características de la doctrina. Pero no debe sorprendernos que se subraye la diferencia entre las antiguas enseñanzas y las nuevas, ni que se insista en que lo que en tiempos anteriores, solo se podía lograr anulando la conciencia del Ego, ahora se puede lograr con el propio Ego, en plena conciencia!. Supongamos que Cristo hubiera querido llamar la atención sobre la gran verdad de que en tiempos pasados, conforme a las enseñanzas que les habían llegado desde los Misterios, los hombres siempre habían mirado a los Reinos del Cielo, diciendo "La bendición puede fluir hacia nosotros desde allí pero sin penetrar en nuestro Ego". En esas circunstancias, habría sido necesario que Cristo siguiera manteniendo lo que se decía anteriormente sobre la Fuente Divina de existencia del Padre, ya que el contacto con él era realmente posible cuando la conciencia del Ego se atenuaba, y lo que se necesitaba cambiar solo eran los matices. Habría tenido que hablar con el siguiente efecto" Si antes tenían ustedes el mandato de mirar hacia los reinos de la Fuente Divina de existencia del Padre y esperar hasta que Su resplandor fluyera sobre ustedes", puede decirse que en lo sucesivo, Su resplandor fluirá hacia ustedes, pero toda voluntad de los cielos, debe penetrar en lo mas hondo de la naturaleza del yo humano y allí debe transformarse en voluntad del propio yo".

Supongamos nuevamente, que cada frase de la Oración del Padrenuestro haya existido previamente, y que la única que necesitaba ser alterada fuese que cuando en el pasado los hombres admiraban al Divino Espíritu-Padre en las Alturas, todo allí se mantuviera sin cambios, brillando en el reino terrenal. -Cristo ahora habría tenido que decir que el reino celestial debe descender a la Tierra donde el Ego tiene su morada; y la voluntad que se cumple arriba en los Cielos también debe cumplirse en la Tierra.- Se deduce que aquellos que poseen una visión más profunda y perciben las diferencias más sutiles, no se sorprenderán en lo más mínimo de que las frases utilizadas en el Padrenuestro también puedan haber existido en la antigüedad. Sin embargo, un pensador superficial no se dará cuenta de estos sutiles matices de diferencia, ya que, en la medida en que no comprende el propósito del cristianismo, ¡no percibe su importancia! Y cuando descubra que estas frases eran corrientes en épocas anteriores, dirá: "Ahí lo tienen; los Evangelios copian la Oración del Padrenuestro, ¡pero ya existía antes de que fueran escritos! Sin embargo, los tonos esenciales de la diferencia se le han escapado.

Pueden ustedes darse cuenta de la gran diferencia que existe entre la comprensión genuina de las Escrituras y el estudio externo. El factor importante es que aquellos que distingan los nuevos tonos de significado los comparen con los antiguos. El erudito que carece de una comprensión más profunda y no puede percibir estos tonos de diferencia continuará insistiendo en que el Padrenuestro ya existía antes de la época de Cristo.

Hay que prestar atención a estas cosas y mencionarlas aquí para que los antropósofos, en cierta medida, sepan posicionarse ante la enseñanza diletante que hace que sus interpretaciones superficiales y su voz se escuchen hoy a través de innumerables canales en los periódicos y publicaciones periódicas llegando a ser aceptadas como "auténtica ciencia".

Permítanme decir algo más en relación con el Padrenuestro. Hubo una vez un cierto individuo que se puso a recopilar de todas las tradiciones antiguas posibles, de cada pasaje relevante de la literatura talmúdica, oraciones parecidas a las del Padrenuestro. Se ha de remarcar, que la compilación hecha por este erudito no se encuentra en ninguna parte originalmente en esta forma; Son oraciones aisladas que se han ido tomando poco a poco de un documento u otro. Llevando este método hasta el punto del absurdo, también podríamos decir: ¡que Goethe confeccionó las primeras oraciones de Fausto de la misma manera! Podrían presentarse evidencias de que en el siglo XVII hubo un estudiante que había suspendido su examen y luego le dijo a su padre: ¡No he estudiado jurisprudencia arduamente y con sudor! Y otro que había fallado en su examen médico dijo: ¡No he estudiado medicina arduamente y con sudor! Y a partir de eso se supone que fueron compuestas las primeras oraciones del Fausto. Es un absurdo, pero el principio y el método son exactamente los mismos que los que argumentan la crítica del Evangelio a la que aludo.

Supuestamente, las siguientes oraciones unidas en la forma indicada, dieron origen al Padrenuestro:

"Padre nuestro que estás en los cielos;

Oh Señor Nuestro Dios, santificado sea tu nombre,

y que el recuerdo de ti sea glorificado arriba en el cielo y aquí abajo en la tierra. Deja que tu reino reine sobre nosotros ahora y para siempre. Los santos hombres de la antigüedad decían: remitid y perdonad a todos los hombres todo lo que hayan hecho contra mí.

Y no nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del mal.

Porque tuyo es el reino, y reinarás en gloria por los siglos de los siglos."

Se alega que el Padrenuestro fue compilado a partir de estas oraciones que, como he dicho, fueron recogidas de diversas fuentes. Pero falta el matiz que indicaría el significado singular del Evento de Cristo. En ninguna parte se dice que el Reino de los Cielos ha de descender. Las palabras son "Deja que tu reino nos gobierne ahora y para siempre", no dice: ¡Tu Reino vendrá a nosotros! Ese es el punto esencial, pero la superficialidad de los eruditos no pueden percibirlo por completo. Y aunque estas oraciones no provienen de una única fuente, sino de registros en muchos archivos, las palabras de mayor importancia en el Padrenuestro no se encuentran en ninguna parte: "Hágase tu voluntad en la Tierra como se hace en el Cielo". Es decir, el propio ego es intervenido activamente. Ahí tienen un ejemplo de la diferencia entre la investigación superficial y la investigación realmente minuciosa y concienzuda que presta atención a cada detalle. Los resultados de la investigación concienzuda están disponibles, tan solo la gente tiene que tenerlos en cuenta.

Les he leído a propósito estas oraciones que se citan en el libro de Robertson, recientemente traducido al alemán, como una especie de evangelio moderno, para que sean ampliamente conocidas; porque hasta ahora, cierto profesor que ha dado varias conferencias sobre el tema de si Jesús realmente vivió, estaba obligado a leerlas en inglés. El libro se hizo rápidamente famoso y su traducción ha significado que la gente ya no necesite esforzarse a leerlo en un idioma que no sea el suyo. Hizo posible que un profesor de una academia alemana viajase para dar una conferencia sobre la cuestión: "¿Vivió Jesús?", Y después, basándose en los hechos que he mencionado, dar la respuesta de que no hay evidencia documental que pruebe que una personalidad como Jesús vivió alguna vez. El libro de Robertson también se recomienda como un excelente trabajo de referencia. Sin embargo, hay que advertir a los antropósofos que oirán muchas otras cosas de estas investigaciones sobre los textos del Nuevo Testamento, y todavía quiero hablar de algo particularmente característico.

El libro intenta mostrar que las versiones del Padrenuestro ya existían no solo en el Talmud sino también en crónicas de gran antigüedad. Para fortalecer la afirmación de que el Padrenuestro no es mas que una recopilación de frases que existían con anterioridad y prescindir de Cristo como el ser que las pronunció por primera vez, el libro cita ciertas líneas de una oración en el idioma caldeo, inscritas en tablillas, invocando a Merodach, el antiguo Dios babilónico Escuchen este pasaje que aparece en una nota al pie: 'En el Journal of the Royal Artistic Society de octubre de 1891, el Sr. TG Pinches publicó por primera vez una traducción de una tablilla encontrada en Sippara en 1882, en la que aparecen, en una invocación a Merodach, las siguientes líneas: “Que la abundancia del mundo descienda a tu centro (la ciudad) ; que tu mandamiento se cumpla en el futuro, que el espíritu maligno habite fuera de ti". Y el erudito, impresionado por estas palabras añade: "Estas son pautas de una oración que se hallan en línea con el "Padrenuestro" y que se remontan quizás a cuatro mil años antes de J. C."

¿Pueden detectar ustedes alguna similitud entre el Padrenuestro y estas oraciones?

¡Sin embargo, el autor del libro las considera como pautas de oración de las cuales el Padrenuestro es simplemente una copia! Tales cosas hoy son aceptadas como hallazgos de una investigación genuina.

Hay otra razón para llamar la atención de los antropósofos, ya que han de ser capaces de apaciguar sus conciencias, que podrían inquietarse al escuchar que una investigación externa ha establecido algo así, o al leer en periódicos o revistas del descubrimiento de una tablilla en Asia que demuestra que el Padrenuestro ya existía 4.000 años antes de Cristo. Una pregunta muy necesaria sería: ¿Sobre qué base se ha demostrado esto? Estoy tratando de mostrarles el tipo de fundamentos que subyacen en muchas cosas que hoy se dice que están "científicamente establecidas". Tales ejemplos se pueden encontrar en todas partes y es bueno que los antropósofos se den cuenta de la inutilidad de muchas de las cosas que a menudo se consideran contra la Ciencia Espiritual. Pero procederemos.

Lo fundamental es que con Cristo Jesús se inició un proceso evolutivo basado en el Ego humano, que consistió en mantener la plena conciencia del Ego. La Iniciación del Ego: eso fue lo que inauguró. Podemos decir que el Ego, el es el núcleo central de la totalidad del ser del hombre, que toda la naturaleza humana se centra hoy en el Ego, y que lo que se ha depositado en el Ego, y por lo tanto en el mundo a través del Evento de Cristo, también puede depositarse en todos los demás miembros del ser del hombre. Pero esto, naturalmente, tendrá que tener lugar de una manera muy particular y acorde con la evolución de la humanidad.

Estas conferencias muestran claramente qué es lo que se puede desarrollar. Para hablar con propiedad, el conocimiento del mundo físico-material circundante, que el hombre obtiene no solo a través de los sentidos, sino también a través del intelecto utilizando para ello el cerebro, ha sido posible solo poco tiempo antes del evento de Cristo. Antes de eso, los hombres estaban dotados de una especie de clarividencia. Como saben por mis conferencias, esas eran las condiciones desde las primeras épocas de la Atlántida en adelante. Pero esa facultad que aún era universal y funcionaba con toda su fuerza durante las primeras épocas de la evolución postatlante, fue disminuyendo gradualmente. Hasta el tiempo del Evento de Cristo, sin embargo, todavía quedaban muchos seres humanos que, en estados intermedios de conciencia entre la vida diurna y el sueño, podían acceder y participar en los acontecimientos del mundo espiritual. Tal participación no significaba simplemente que un hombre dotado de clarividencia en cierta medida pudiese afirmar: "Sé que detrás de todo lo físico y material está lo espiritual, porque realmente lo veo". Esto no era todo. La naturaleza humana en la antigüedad era tal que le permitía fácilmente participar en los acontecimientos del mundo espiritual. Hoy en día es muy arduo, relativamente hablando, someterse al verdadero entrenamiento esotérico que conduce a obtener la clarividencia. Hoy en día, la clarividencia natural se manifiesta como un último remanente, como una herencia de tiempos antiguos, en condiciones de sonambulismo y afines. Estas condiciones no pueden considerarse regulares en nuestra época; pero en el pasado remoto eran normales y podían sublimarse y mejorarse con ciertas reglas. Algo más, también, estaba relacionado con esto. Hoy en día, la gente no se guía por la verdadera historia y deciden que lo que ellos creen, pase a ser o no un hecho histórico. Pero por mucho que hoy se cuestione, la verdad es que hasta el tiempo de Cristo, los procesos de curación, por ejemplo, podrían resultar efectivos induciendo en ellos la clarividencia. En la época actual, dado que la humanidad ha descendido más profundamente en el mundo físico, eso ya no es posible. Pero en aquellos tiempos anteriores todavía era fácil, aplicando ciertas medidas específicas, conseguir que el alma se volviese clarividente y penetrase en el mundo espiritual. Y debido a que el mundo espiritual es intrínsecamente saludable, y envía sus fuerzas al mundo físico, hacía posible lograr curaciones de esa manera. En caso de enfermedad, ciertos procesos se ponían en marcha, permitiendo a la persona interesada ver el mundo espiritual. Y los flujos del mundo espiritual que se derramaban sobre todo su ser tenían un efecto curativo. De hecho, este era el método habitual de curación. (La "curación del templo" de la que se habla hoy en día es puro diletantismo). El hecho de que las almas hayan perdido la clarividencia que en tiempos anteriores era universal, significa un avance en la evolución. Pero la condición clarividente anterior podría estar tan sublimada que las fuerzas curativas transmitidas desde lo espiritual al mundo físico y en el caso de ciertas enfermedades podrían curarse, por lo tanto, no debemos sorprendernos cuando los Evangelistas dicen que como resultado del Evento de Cristo no solo quienes poseían la antigua clarividencia podrían alcanzar el mundo espiritual, sino también aquellos que, debido a la evolución de la humanidad, habían perdido contacto con él.

En la antigüedad, los tesoros del mundo espiritual eran revelados a la visión clarividente de los hombres. Ahora, sin embargo, se podría decir: la evolución ha progresado y aquellos que ya no pueden contemplar el mundo espiritual se han vuelto pobres de espíritu, mendigos del espíritu. Pero debido a que las fuerzas de los Reinos del Cielo, a través de Cristo, ahora pueden fluir hacia el Ego, aunque el Ego esté desplegado en el plano físico, incluso aquellos que han perdido la antigua clarividencia y los tesoros del mundo espiritual, también pueden experimentar El espíritu en sí mismos y ser bendecidos. De ahí las palabras trascendentales: de ahora en adelante, no solo aquellos que a través de la antigua clarividencia son ricos en las cosas del espíritu son bienaventurados; sino que también son bienaventurados aquellos que son pobres de espíritu; porque cuando Cristo les ha abierto el camino, el Reino del Cielo fluye hacia su Ego.

En épocas anteriores, la naturaleza del organismo físico humano tenía una condición tal que, incluso en el estado normal, el alma podía, en cierta medida, salir del cuerpo; Esto significaba que un hombre devenía clarividente, y se hacía mas rico en los tesoros del espíritu. La densificación del cuerpo físico, (para lo cual, ciertamente no puede haber una prueba anatómica), significó que el hombre ya no pudo atesorar las cosas del mundo espiritual, de los Reinos del Cielo. Si se quisiera describir las condiciones existentes ahora, uno debería decir: el hombre se ha convertido en un pobre de espíritu; pero gracias a los poderes derramados por Cristo le permiten experimentar los Reinos del Cielo dentro de su ser. Eso es pues, lo que se podría decir en referencia a los procesos del cuerpo físico.

Si se tratase de describir lo que realmente sucedía en el hombre como un ser dotado de Ego, uno tendría que mostrar cómo cada uno de sus miembros podría ser bendecido internamente, de una nueva manera. La nueva verdad relacionada con el cuerpo físico se expresa en las palabras: “Bienaventurados los que son pobres de espíritu, porque dentro de ellos encontrarán los Reinos del Cielo”.

Con respecto al cuerpo etérico podría decirse lo siguiente: en él se encuentra el principio del sufrimiento. Solo un ser vivo puede sufrir como resultado de un daño en el cuerpo etérico, por supuesto debe a su vez estar dotado de un cuerpo astral, pero el foco del sufrimiento debe localizarse en el cuerpo etérico. Para expresar la nueva verdad que se aplicaba a las curaciones producidas en épocas anteriores a través de las fuerzas que fluyen del mundo espiritual, uno tendría que decir: aquellos que sufren pueden, de ahora en adelante, encontrar consuelo, no solo separándose de sus cuerpos para así vincularse con el mundo espiritual como sucedía anteriormente, sino estableciendo una relación diferente con el mundo, que les permita encontrar consuelo dentro de sí mismos, porque a través de Cristo se ha impartido una nueva fuerza al cuerpo etérico. Por lo tanto, en relación con el cuerpo etérico podría decirse: Aquellos que sufren ahora pueden ser bienaventurados ya no solo alcanzando un mundo espiritual mediante una condición clarividente que hace que las fuerzas de ese mundo fluyan sobre ellos; ahora en cambio, si son capaces de encontrar el camino hacia Cristo, a la nueva verdad, podrán encontrar consuelo para todo sufrimiento en sí mismos.

¿Y qué habría que decir sobre el cuerpo astral? Antiguamente, cuando un hombre se esforzaba por dominar las emociones, las pasiones y los impulsos egoístas de su cuerpo astral, alzaba su mirada hacia las más altas esferas, rogando que se le otorgara la fuerza de los Reinos del Cielo; los instintos dañinos de su cuerpo astral eran sofocados, a través de un sometimiento a ciertas reglas. Pero ahora había llegado el tiempo en que, a través de la acción de Cristo, podía recibir en su Ego el poder de frenar y domar las pasiones y emociones de su cuerpo astral. Por lo tanto, la nueva verdad relacionada con el cuerpo astral se expresaría de la siguiente manera: Bienaventurados los que se han vuelto mansos por el poder de su propio Ego; ¡porque son ellos quienes heredarán la Tierra! Esta tercera bienaventuranza es realmente profunda. Estudiémosla a la luz de lo que hemos aprendido de la Ciencia Espiritual. Durante el período de evolución de la Antigua Luna, el cuerpo astral se incorporó a la naturaleza humana. Los seres luciféricos que habían conseguido influir sobre el hombre, se establecieron en su cuerpo astral, y como consecuencia de ello, al principio, perdió la posibilidad de alcanzar su objetivo terrenal más elevado. Como sabemos, los seres luciféricos habían permanecido en la etapa de la Antigua Luna y habían impedido que el hombre progresara de manera correcta en su camino de desarrollo. Pero ahora que Cristo había bajado a la Tierra y el Ego se había llenado de Su poder, se hizo posible que el hombre cumpliera el principio esencial de la existencia de la Tierra, en la medida en que ahora podía encontrar dentro de sí mismo el poder de frenar el cuerpo astral y expulsar las influencias luciféricas. Por lo tanto, se podría decir: aquél que refrena su cuerpo astral, aquél que tiene su propia fuerza interior que le permite refrenar la ira gracias a la fuerza de su Ego, aquél que es interiormente sereno y al mismo tiempo lo suficientemente fuerte como para mantener su cuerpo astral a raya, tal hombre cumplirá el propósito de la evolución de la Tierra. Así, la Ciencia arroja luz infinita sobre la tercera bienaventuranza. ¿Cómo podrá el hombre llevar a cabo la sublimación y santificación de los otros miembros de su naturaleza por medio del poder de Cristo dentro de él? Podrá lograrlo si hace que tanto su alma como su cuerpo, se aferren dignamente al poder del Ego. Con respecto al Alma Sensible podemos decir: Si un hombre desea experimentar al Cristo dentro de sí mismo, debe desarrollar en su Alma Sensible un anhelo tan fuerte como el anhelo instintivo que siente en su cuerpo cuando tiene hambre y sed. Debe ser capaz de tener sed de las cosas del alma con la misma intensidad que el cuerpo tiene hambre y sed de comida y bebida. Lo que el hombre puede desarrollar a través del poder de Cristo dentro de él, siempre se ha aludido como "sed de justicia". Y cuando llena su Alma Sensible con el poder de Cristo, puede encontrar en sí mismo la posibilidad de satisfacer su sed de justicia.

La quinta bienaventuranza, como cabría esperar, es especialmente digna de mención, ya que se refiere al alma intelectual o mental. Cualquiera que haya estudiado el libro Ciencia Oculta, o Teosofía, y que también haya seguido lo que durante años se ha dicho en varias conferencias, sabe que los tres miembros del alma humana: Alma Sensible, Alma Intelectual y Alma Consciente han permanecido unidas por el Ego está presente en el Alma Sensible en una condición apagada; que se enciende en el Alma Intelectual y solo entonces el hombre se vuelve total y completamente hombre. Mientras que en los miembros inferiores de su ser, (incluida el Alma Sensible), el hombre es gobernado por los Poderes divinos espirituales, con el Alma Intelectual deviene un ser independiente. Aquí el Ego destella y se activa. Por lo tanto, cuando el alma intelectual ha recibido en sí misma el poder de Cristo, este no puede expresarse de la misma manera que en el caso de los miembros inferiores de la naturaleza humana. En los miembros inferiores, el cuerpo físico, el cuerpo etérico, el cuerpo astral y el Alma Sensible también, el hombre está conectado con ciertos Seres divinos que penetran en estos miembros, y cualquier cualidad que él desarrolle allí se traslada nuevamente a estos Seres divinos. Pero cuando desarrolle el principio Crístico, cualquier cosa que evolucione en el Alma Intelectual, será un atributo esencialmente humano. Cuando un hombre comienza a ser consciente del funcionamiento del Alma Intelectual, eso le hace cada vez menos dependiente de los poderes divino-espirituales que le rodean. Cuando asume en sí mismo el poder de Cristo, puede desplegar en el Alma Intelectual aquellas cualidades que van de igual a igual, que no se imploran del Cielo, sino que salen y regresan nuevamente al mismo ser. Por lo tanto, debemos sentir que de las cualidades del Alma Intelectual fluye algo y que algo de un carácter parecido, de una manera realmente maravillosa, apunta hacia esta misma cualidad, la quinta bienaventuranza. La redacción aquí difiere de la de todas las demás Bienaventuranzas, y aunque las diversas traducciones no son particularmente buenas, no han podido ocultar por completo el punto esencial. - Bienaventurados los misericordiosos: porque ellos obtendrán misericordia ''. Lo que fluye fluye de nuevo: estas palabras transmiten el verdadero significado cuando se entienden a la luz de la Ciencia Espiritual.

Con la sexta bienaventuranza, relacionada con el alma consciente, llegamos a ese principio en el hombre donde la verdadera naturaleza del Ego se expresa plenamente y donde el ascenso al mundo espiritual puede tomar ahora una nueva forma. Como sabemos, la época en que apareció Cristo,fue cuando se expresaba activamente el Alma Intelectual. Estamos viviendo ahora en la época en que el Alma Consciente debe expresarse, época en la que el hombre debe elevarse nuevamente al mundo espiritual. Mientras que la conciencia del yo, en el hombre, se ilumina inicialmente en la etapa del Alma Intelectual, en la etapa del Alma Consciente, su "Yo" se desarrolla en toda su extensión y ahora asciende nuevamente al mundo espiritual. Un hombre que asume en su ser el poder de Cristo, encontrará el camino hacia su Dios cuando despliegue su "yo" en el alma consciente. Al experimentar a Cristo en su Ego al nivel del Alma Consciente, encontrará a su Dios. Ahora bien, se ha dicho que la expresión del Ego en el cuerpo físico es la sangre; La sangre tiene su centro en el corazón. Por lo tanto, la sexta bienaventuranza tendrá que indicar que a través de la cualidad impartida a la sangre y al corazón, el Ego puede experimentar a Dios. ¿Cuáles son las palabras? "Bienaventurados los puros de corazón: porque verán a Dios". De nuevo, esta no es una traducción totalmente adecuada, pero es suficiente.

La Ciencia Espiritual arroja luz sobre toda la estructura de estas maravillosas palabras pronunciadas por Cristo Jesús a sus discípulos íntimos después de la Tentación. Las Bienaventuranzas restantes se relacionan con el desarrollo de los miembros superiores del ser del hombre: Yo Espiritual, Espíritu de Vida, Hombre Espíritu. Por lo tanto, las frases no hacen más que indicar lo que el hombre experimentará en el futuro y lo que solo unos pocos elegidos pueden experimentar en el tiempo presente. La séptima bienaventuranza se relaciona con el Yo espiritual: Bienaventurados los que hacen suyo el Yo espiritual como primer miembro puramente espiritual de su ser; porque serán llamados hijos de Dios. El primer miembro de la tríada superior ya se ha introducido en ellos. Han recibido lo Divino en sí mismos y se han convertido en una expresión externa de la Deidad.

Seguidamente se muestra claramente que solo los elegidos, solo aquellos que entienden plenamente cuál es el futuro para la humanidad en su conjunto, pueden tener éxito en el desarrollo del Espíritu de Vida. Aquellos hombres del futuro, que hayan recibido a Cristo en sí mismos en el sentido más completo, lo llamarán el "Espíritu de vida". Eso ahora solamente está al alcance de unos pocos individuos. Pero justo porque son individuos elegidos, los demás no pueden entenderlos y son perseguidos. Se refiere, por lo tanto, a aquellos que son perseguidos porque como individuos representan una etapa que pertenece solo al futuro, se pronuncian las palabras: Bienaventurados los que son perseguidos por causa de la justicia: porque dentro de ellos se encuentra el Reino de los Cielos.

Y la última bienaventuranza concierne solo a los discípulos más cercanos e íntimos; se refiere al noveno miembro del ser del Hombre: El Hombre-Espíritu. "Bendito seas, cuando los hombres te denigren y te persigan por mi causa".

Estas maravillosas oraciones relacionadas con los nueve miembros del ser humano muestran cómo el "yo", cuando está lleno de Cristo, trabaja en los diferentes miembros y los colma de bendición. En los versículos que siguen al relato de la Tentación, el Evangelio de San Mateo expresa con majestuosa grandeza el efecto del poder de Cristo en los nueve miembros de la naturaleza del hombre, primero en el presente y luego en el futuro inmediato, cuando aquellos en quienes el Yo Espiritual ya brilla son llamados 'hijos de Dios', aunque de estos solo hay unos pocos especialmente bendecidos. Lo maravilloso es que las indicaciones son bastante definidas cuando se trata de miembros del ser humano que ya se han desarrollado, pero se vuelven indefinidos en las declaraciones posteriores que se relacionan con el futuro lejano.

Pero una vez más tenemos un ejemplo de erudición superficial. Supongamos que alguien investigara la cuestión de si también se pueden encontrar expresiones similares en otros lugares y si los evangelistas podrían haberlas reunido de otras fuentes. Y supongamos que este investigador no tuviera noción del punto más importante: ¡el hecho de que las Bienaventuranzas se aplican a la naturaleza Crística del Yo! Si no se diese cuenta de la maravillosa mejora indicada en las declaraciones, podría citar lo siguiente, y de hecho dos o tres páginas más tarde en el libro ya mencionado, en un capítulo titulado 'Las Bienaventuranzas', se hace referencia a un

' Enoch ', que no es el Enoch (etíope) habitual, y se citan las nueve llamadas "Bienaventuranzas". El autor admite que el registro original puede asignarse al primer período de la era cristiana, pero considera que los enunciados que hemos caracterizado como tan profundos podrían haberse copiado de las siguientes nueve "Bienaventuranzas" del Enoch "eslavo":

1. Bienaventurado el que teme el nombre del Señor e incesantemente

sirve ante su presencia, etcetera.

2. Bienaventurado el que emite un recto juicio, por causas de la justicia, no por recompensa; a él mismo se le juzgará con justicia.

3. Bienaventurado el que da de vestir a los desnudos y su propio pan a los hambrientos.

4. Bienaventurado el que emite un recto juicio para el huérfano y la viuda y quien ayuda al damnificado.

5. Bienaventurado el que se aleja del sendero errante de este mundo vanidoso y emprende el recto camino que conduce a la vida eterna.

6. Bienaventurado el que siembra semilla buena, pues cosechará siete veces lo sembrado.

7. Bienaventurado el que vive en la verdad para que diga la verdad al prójimo.

8. Bienaventurado el que tiene amor en sus palabras y misericordia en el corazón.

9. Bienaventurado el que comprende todo cuanto dice el Señor y alaba a Dios, nuestro Señor, etcetera.

Ciertamente hay belleza en estos dichos. Pero cuando se estudia toda su construcción y se observa que simplemente establecen algunos principios adecuados para cualquier época, pero no específicamente para el de la transformación drástica que comporta el inicio del poder del 'yo', entonces, si todavía creen posible equiparar estos dichos eslavos con las Bienaventuranzas de San Mateo, no estarán ustedes muy lejos de aquellos que hacen comparaciones superficiales entre las diversas religiones de la humanidad y cada vez que ven similitudes a la vez insisten en que hay uniformidad, ignorando lo que es de importancia esencial.

Comprender estas cosas es darse cuenta de que la evolución humana progresa, que la humanidad avanza de etapa en etapa, y que un hombre no nace en un nuevo cuerpo físico en un milenio posterior para repetir pruebas ya experimentadas, sino para experimentar en que aspectos ha avanzado la humanidad en el intervalo. Ese es el propósito tanto de la historia como de la evolución humana. ¡Y de esto es de lo que habla el Evangelio de San Mateo en cada página!



traducción de Julio Luelmo abril 2020

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El objetivo de este blog es publicar en Internet todo el material fuente existente para las transcripciones de las conferencias de Rudolf Steiner de la forma más completa posible, para que este gran tesoro esté disponible para toda la humanidad. Se trata de notas de oyentes, transcripciones de conferencias y, en su mayor parte, transcripciones en texto plano de conferencias estenografiadas, también conocidas como transcripciones en texto plano. De este modo, cualquiera puede comprobar por sí mismo, mediante comparaciones, qué dijo realmente Rudolf Steiner y cómo fue editado (y, por tanto, modificado) en las distintas ediciones. Y por último, pero no menos importante, también encontrarán mucho material inédito. La obra de Rudolf Steiner es de dominio público desde 1996 y, por tanto, pertenece legalmente a toda la humanidad. Él mismo habría elegido una fecha mucho más temprana para la publicación de su obra, como se desprende de los pasajes sobre propiedad intelectual que citamos a continuación; Incluso el período de protección de 30 años que se aplicaba entonces le parecía demasiado largo. ¿Y qué habría dicho sobre el hecho de que 85 años después de su muerte, parte de su obra docente siga inédita y acumulando polvo en los archivos? Él mismo encontró una expresión adecuada para esto: Fue puesto en un ataúd. Este sitio web está destinado a ayudar a liberarlo de este ataúd. "Lo que el hombre puede crear a partir de sus capacidades intelectuales se lo debe a la sociedad humana, al orden social humano. En realidad, no le pertenece. ¿Por qué gestionamos nuestra propiedad intelectual? Simplemente porque la produces; al producirla, demuestras que tienes la capacidad de hacerlo mejor que los demás. Mientras tengas esa capacidad mejor que los demás, gestionarás mejor esa propiedad intelectual al servicio del conjunto. Ahora la gente se ha dado cuenta al menos de que esta propiedad intelectual no se perpetúa sin fin. Treinta años después de la muerte, la propiedad intelectual pertenece a toda la humanidad. Cualquiera puede imprimir lo que yo he producido treinta años después de mi muerte. Puede utilizarlo como quiera; y eso está bien. Incluso estaría de acuerdo si hubiera más derechos en este ámbito. No hay otra justificación para la gestión de la propiedad intelectual que el hecho de que, porque se puede producir, también se tienen las mejores capacidades [...] Será una forma sana de socializar el capital si hacemos fluir en el organismo social lo que hoy se acumula como capital en el derecho de sucesiones, en el surgimiento de las pensiones, del derecho de las manos ociosas, de los derechos humanos superfluos, lo que así se acumula en capital; eso es lo que importa. Ni siquiera hace falta decir que la propiedad privada debe convertirse en propiedad social. El concepto de propiedad no tendrá ningún significado". Rudolf Steiner el 25 de abril de 1919