GA159 Praga 15 de mayo de 1915 Inspiración ahrimánica e impulsos espirituales - El símbolo de la Rosa-Cruz

 

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 RUDOLF STEINER

 

Conferencia nº 10 de una serie de quince conferencias, celebradas en 1915, en varias ciudades.

Europa Central entre Oriente y Occidente


Inspiración ahrimánica e impulsos espirituales


El símbolo de la Rosa-Cruz

Praga 15 de mayo de 1915


Cuando nos reunimos en una ocasión así en la que se dedica una sala propia a nuestros esfuerzos a los que podemos dar un carácter espiritual acorde con nuestro sentimiento científico-espiritual, es bueno pensar en el gran punto de vista que queremos obtener como partidarios de la ciencia espiritual hacia el mundo y sus fenómenos, sus tareas, sus grandes enigmas. ¿Y cómo no va a ser nuestro tiempo, nuestro angustioso tiempo lleno de pruebas, el que impulse a nuestras almas a obtener un punto de vista de mayor alcance? En particular, en nuestro tiempo, hay que anhelar un punto de vista que llegue más lejos que la vida externa y los esfuerzos humanos externos.

A partir de las tareas y los esfuerzos de nuestra cosmovisión científico-espiritual hemos colocado un grupo escultórico en un lugar importante de nuestra nueva construcción de Dornach. Este grupo escultórico debe explicar lo que nuestras almas deben sentir en lo más íntimo y también en lo más profundo. Este grupo contiene una figura central. A esta figura central se le puede llamar Cristo; también se le puede llamar lo divino en el ser humano que intenta posicionarse de forma correcta en el mundo. Se puede llamar a esta figura intermedia el "ser humano", el ser humano cósmico, expresado en una personalidad terrenal como Cristo se expresaba en la personalidad terrenal en una vida temporal-histórica por Jesús de Nazaret. 

Pero a los lados de esta figura del medio habrá otras dos figuras, la de arriba como sobre una roca, alada, pero que se desprende de la roca. Debido a la peculiar postura de la mano de la figura del medio, que no expresa ni odio ni poder, sino firmeza interior, se consigue una fuerza por la cual la figura de la roca de arriba, la figura alada, rompe las alas y cae en la profundidad. Esta rotura de las alas -esto debe quedar bien expresado en esta escultura- no se consigue porque el ser humano, que está en el centro, el ser humano-Cristo, rompa las alas, sino porque extiende su mano en su espiritualidad, el otro, el ser alado, no lo soporta, y como le parece insoportable para su ser que vive abajo, él mismo rompe sus alas por fuerza interior y se cae. Hay que registrar el hecho de que este ser se arroja a sí mismo que no es arrojado por ningún adversario.

Abajo, dentro de la roca, vemos otra figura atada con cadenas. Este está ansioso por levantar la tierra desde abajo. Pero no puede hacer frente en su esfuerzo a lo que sale de la mano dirigida hacia abajo de la figura del medio. Se retuerce porque es rechazado por su propia naturaleza y por la fuerza de la figura del medio.

En este grupo se expresa lo que llamamos el principio crístico de nuestro universo en la figura del medio, el principio luciférico en el ángel que se desprende de la roca y el principio ahrimánico en la figura de la cueva que se esfuerza desde abajo hacia arriba. Me esforcé en diseñar las tres figuras como retratos muy similares -podemos expresar tal asunto en este círculo íntimo-, de modo que se tenga realmente una impresión de la forma que adopta Ahrimán al aparecer ante el ser humano en tal conexión, y también de la fisonomía que adopta Lucifer al aparecer ante el ser humano. Hasta nuestros días, la cosmovisión religiosa occidental carece del conocimiento de que Ahriman y Lucifer actúan en toda la interrelación mundial.

Públicamente estos asuntos sólo se pueden insinuar porque hoy en día la gente todavía se retrae de expresar con precisión estos asuntos. Sin embargo, recordamos que incluso en la conferencia pública de ayer dije que el ser humano es conducido por la meditación, por un lado, a una región en la que se siente solo en su naturaleza más íntima y desamparado, por otro lado, a una región en la que se siente penetrado en su naturaleza con miedo e impotencia. Lo que nos amenaza cuando nos esforzamos unilateralmente sólo por liberarnos de lo material, lo que nos amenaza cuando nos esforzamos por lo espiritual en abstracto, eso es estar atrapados por el principio luciférico. Lo que nos amenaza cuando sólo nos esforzamos por liberarnos de lo material, cuando vivimos anhelando lo material, cuando aparecemos como fosilizados -como lo expliqué ayer en la conferencia pública- es el principio ahrimánico. Y el ser humano se encuentra entre los principios luciférico y ahrimánico.

Esto debe ser reconocido. Pero también tenemos que reconocer correctamente que no es suficiente con decir: tenemos que eliminar todo lo luciférico y ahrimánico de nosotros mismos. - Todas las emociones de odio y de miedo que suscitamos contra los elementos lucifericos y ahrimanicos no son buenas, en realidad, para nuestra naturaleza humana. Tenemos que darnos cuenta de que Ahriman y Lucifer tienen su justificación en todo el universo. Por eso se indica en la figura escultórica que Cristo no quiere vencer a Lucifer y Ahriman porque los odie o quiera acosarlos, sino que Lucifer y Ahriman se vencen a sí mismos. Es un error desarrollar sentimientos en nosotros, como si tuviéramos que rechazar a Ahriman y Lucifer, como si tuviéramos que luchar contra ellos directamente. Incluso la divinidad normal que impregna el mundo no ordenó en su sabia guía del universo que Ahriman y Lucifer no puedan existir en la guía del universo. Ellos están allí.

Si nos preguntamos dónde aparece el principio luciferino en el desarrollo humano, incluso hoy en día, tenemos que mirar a Oriente. En Oriente, en Asia y en la Rusia europea, Lucifer predomina en la cultura. Aunque el elemento ruso tenga la vocación de desarrollar el yo espiritual en el futuro, como expliqué en la serie de charlas sobre la misión de las almas nacionales, existe la amenaza de que la cultura rusa esté enredada por Lucifer. Está en camino de experimentarlo. El principio luciférico consiste en que los espíritus buenos se quedan atrás. En la Iglesia greco-ortodoxa hubo un espíritu bueno hasta los siglos VI, VII. Pero un espíritu que es bueno en un momento determinado se transforma en un espíritu luciférico si se mantiene más allá de este tiempo. Adherirse a la religión ortodoxa significa "estar atrapado en las garras de Lucifer". Y eso es mucho más común con las formas espirituales que se desarrollan en el Oriente y que se justificaban en la antigüedad. Pero debido a que se conservan, se introducen en el elemento luciférico. En todas partes en el Oriente, encontramos muchas personas que tienen que pasar por algo en el elemento luciférico. En todas partes de Occidente, encontramos las almas impregnadas del elemento ahrimánico, en América sobre todo. En América existe la tendencia a desarrollar una civilización completamente imbuida del elemento ahrimánico materialista que está infiltrada con puntos de vista puramente materiales, incluso donde uno se esfuerza por el espiritualismo. Incluso donde uno se esfuerza por la espiritualidad, se pretende agarrar los espíritus, por así decirlo, con las manos como los espiritualistas. Esta tendencia se hace cada vez más fuerte, y el anhelo por lo material se hace cada vez más grande. También se apoderará gradualmente del oeste de Europa. Allí se cumple la misión de introducir el elemento ahrimánico en la civilización.

Eso es lo que quería decir con respecto a los grandes puntos de vista: que vemos cómo en Europa Central estamos atrapados entre el principio luciférico de Oriente y el principio ahrimánico de Occidente, pero que tenemos la vocación de elevarnos hacia las fuerzas que muestra el principio Crístico. Este principio hace que Lucifer rompa sus alas al superar el sentimiento de impotencia y, por otro lado, emite fuerzas contra Ahriman que hacen retroceder cualquier miedo al conocimiento del mundo espiritual. Porque no se puede retener el elemento ahrimánico que late en el mundo, está ahí. También Europa Central está apoderada de este elemento ahrimánico. La gente sólo debe saber cómo tiene que posicionarse ante él, porque el curso del elemento ahrimánico es el curso a través del materialismo. Este curso a través del materialismo debe ser, y tiene una razón profunda llena de sabiduría por la cual este curso a través del materialismo debe ser.

Imaginad que hay un movimiento religioso unilateral -digo expresamente movimiento religioso "unilateral", también en el cristianismo, y éste se manifiesta en el elemento del jesuitismo más fuerte. Pensad que siempre se vuelve contra el verdadero progreso científico. Sin embargo, la Iglesia católica no reconoció la visión copernicana del mundo hasta el siglo XIX. La religión unilateral combate la ciencia externa, por supuesto, como no podía ser de otra manera. En esta lucha contra la ciencia externa hay dos impulsos. Un impulso es que la religión unilateral puede sentir: "en la ciencia que se practica sólo teniendo en cuenta el mundo externo, se muestra Ahriman". Este aspecto de la lucha está justificado. Si la ciencia externa no mira hacia la visión del mundo espiritual, Ahriman no puede ser alejado; esto está justificado. Sin embargo, el impulso de la religión unilateral contra la ciencia no está justificado.

Esta visión religiosa unilateral del mundo está inspirada, está ensombrecida, por así decirlo, por el elemento luciférico en particular. Ya que esforzarse por la profundización religiosa y a la vez odiar la investigación científica de los mundos espirituales es lo que Lucifer quiere de los seres humanos. Lucifer no podría llegar mejor a su objetivo, si todos los seres humanos fueran únicamente religiosos. Esta actitud religiosa tiene un impacto egoísta tremendamente fuerte. Imagínaos cómo entienden su religión los seres humanos que no se esfuerzan por el conocimiento espiritual. Quieren egoístamente llegar a ser bendecidos, vivir egoístamente después de la muerte, como lo imaginan. Quieren egoístamente encarnarse una sola vez en el mundo. En la religión unilateral, el egoísmo ha alcanzado su cima, el egoísmo del alma, no sólo del cuerpo. Las mejores aspiraciones religiosas que nos rodean están en este egoísmo. Las personas más piadosas que nos conmueven por su devoción - Lucifer es quien controla sus sentimientos religiosos. Lucifer prefiere conseguir un montón de almas devotas que tengan sentido para lo espiritual, para el bien al que aspiran egoístamente. Porque él no quiere almas criminales, quiere llevar sólo las almas devotas a su reino.

Así que tenemos, por un lado, el elemento científico justificado, que se encuentra justo en el umbral de lo ahrimánico si desiste de mirar hacia el mundo espiritual, por otro lado, el elemento luciférico que recaería en la religiosidad egoísta también en Europa Central a menos que la visión del mundo espiritual trajese un conocimiento espiritual. Este será el progreso del cristianismo. Es excepcionalmente valioso para nuestras almas si penetramos con el conocimiento de que estamos a sabiendas entre lo que debe estar allí, los elementos luciféricos y ahrimánicos de los que no podemos escapar que pierden, sin embargo, su poder si los reconocemos. Esta es la característica del mundo espiritual: si lo reconocemos, pierde el poder por el que obsesiona a los seres humanos. Lucifer y Ahriman son invisibles. Si nos hacemos una idea de ellos en el espacio y el tiempo, pierden su poder sobre nosotros.

No hay que creer que si una persona tiene la premonición de un espíritu malo debido a su capacidad clarividente pero no lo contempla, la persona hace algo peor cuando representa al espíritu malo pictórica o plásticamente. Por el contrario, lo siguiente es correcto: el espíritu pierde su poder como resultado de la visión sensorial. La gente ya no se pone nerviosa al poner una figura espiritual, pero el espíritu como poder invisible pierde su significado como fuerza invisible, y nos posicionamos conscientemente en él. Así como Dios mismo utiliza a Lucifer y Ahriman para poner al mundo de Oriente y a Occidente en el camino correcto, para que el mundo no experimente un desarrollo irregular, sino que avance como por un movimiento pendular, de la misma manera el gobierno mundial deja que lo luciférico de Oriente, lo ahrimánico de Occidente sea efectivo.

Sin embargo, también nos plantea la difícil y gran tarea de ver correctamente este movimiento pendular en Europa Central. Este péndulo es, en realidad, una pequeña barca, como si a un reloj de péndulo se le añadiera una pequeña barca. En esta pequeña barca están sentadas las almas de Europa Central que se esfuerzan correctamente por la espiritualidad. Estas almas tienen que sumergirse realmente en ella y saber que tienen que captar el punto de equilibrio correcto. Tienen que reconocer lo que está detrás del umbral de la conciencia cotidiana; tienen que asumirlo en su conciencia. Nuestros actuales días dolorosos son advertencias sobre todo para aquellos que ya anticipan un poco de lo que se acerca al mundo en el futuro.

No se trata de que dentro de la guerra se obtenga una victoria externa por parte de uno u otro bando, sino que se trata de cómo se vive después de esta victoria. Imaginemos que las naciones centroeuropeas salieran victoriosas, sin embargo, en el campo de esta victoria se extendería la visión del mundo puramente materialista-ahrimánica y ésta sería detenida por el elemento luciférico. Si Oriente, por un lado, y Occidente, por otro, penetraran en la espiritualidad centroeuropea, una victoria externa tampoco sería saludable para esta Europa Central. Desde hace siglos, los seres humanos son penetrados con bastante fuerza por el elemento ahrimánico-luciférico sin darse cuenta. Imaginaos que fuera necesario rechazar el elemento luciférico-oriental en nuestro movimiento teosófico centroeuropeo. Pues lo que recibimos como teosofía de Oriente estaba infiltrado por Lucifer y conducía también en su extremo al reconocimiento de un ídolo humano externo, un Cristo reencarnado físicamente. Esta era la disputa que teníamos que tener sobre la interpretación injustificada de la cosmovisión teosófica.

Pero tenemos que tener claro que en Centro Europa tenemos que reconocer correctamente cómo hemos de imaginar lo que se acerca a la humanidad en el futuro. Aprendemos a ver justo mediante lo que la ciencia espiritual puede ser para nosotros que el materialismo, la visión materialista del mundo no puede extenderse sobre el área preparada para Europa Central. Tienen que esforzarse por impedirlo quienes prevén un poco el hecho de que una visión espiritual del mundo se extienda realmente, flotando sobre Europa Central e irradiando desde allí a toda la tierra. Sería imaginable, externamente imaginable como hipótesis que esta Europa Central sirviera a una civilización materialista después de una victoria. Entonces Ahriman cosecharía los frutos de esta victoria. Esto debe ser impedido.

Piense sólo en una figura tan trágica como Ernst Haeckel. Goethe escribió una teoría de la evolución. Desde 1884, intento hacer entender a la gente que dicha teoría de la evolución es espiritual en el sentido más elevado. Pero la gente no puede entenderla en la forma profunda en que se da allí. Cuando Darwin la expuso de forma trivial, la gente entendió las enseñanzas que podían fluir en sus corazones y almas. Las enseñanzas habían adquirido una coloración materialista. Tomemos una figura tan trágica como Ernst Haeckel. Él obtuvo todo el pensamiento, toda la fibra de su vida científica de Inglaterra. Huxley, Locke, Darwin fueron sus maestros. Hoy Ernst Haeckel es alguien que se vuelve sobre todo contra Inglaterra, es uno de los más furiosos oponentes - hasta donde puede serlo como anciano. Se puso a la cabeza de los que devolvieron sus medallas, certificados y honores a Inglaterra. Sin embargo, no importa devolver medallas y honores si no se devuelve el darwinismo de tintes ingleses.

Y todavía hay otras cosas. Las almas están mejor preparadas para el materialismo si están en un estado medio dormido para la vida exterior, por así decirlo, si son todavía almas infantiles. Uno no se da cuenta de que se pueden introducir en las almas ideas que las preparan mejor que nada para aceptar el punto de vista materialista como algo natural. Ahriman logró esto, dejando que surgiera un espíritu muy eficaz que sembró la tendencia del materialismo en las almas infantiles, sin que los seres humanos se dieran cuenta de ello. Se trata del excepcionalmente ingenioso autor de Robinson Crusoe. Si alguien planta las ideas de Robinson en las almas infantiles, éstas adquieren la propensión al materialismo. En el libro incluso la religión surge por sí misma, así como las coles crecen. En ninguna parte se reflexiona sobre algo que deba fluir desde el mundo espiritual. Sólo ve a Robinson moviéndose por el mundo. Hubo una época del desarrollo literario en Europa Central en la que existían imitaciones de Robinson en muchos idiomas. Hay muchas traducciones de Robinson. Uno no puede contarlas en absoluto. Tan profundo es esto allí dentro. Pero la cultura centroeuropea tiene que volver a mostrar el camino de la espiritualidad. Y realmente una guía superior inspiró a los hermanos Grimm a recopilar cuentos de hadas. Si damos estos cuentos de hadas a nuestros niños en lugar del ahrimánico Robinson, les llevamos la propensión al espiritualismo.

Parece profundamente triste experimentar lo siguiente: - todo esto es sintomático - un filósofo muy significativo de Austria, Ernst Mach, escribió un libro, Análisis de las sensaciones, que fue de gran importancia para muchos que quieren pensar filosóficamente hoy en día. En la tercera página, habla del autoconocimiento. Sabemos que el autoconocimiento es excepcionalmente importante, como he explicado a menudo. Ernst Mach da una prueba del hecho de que el autoconocimiento es bastante difícil incluso para el mundo exterior. Él dice: Pasé por un escaparate en el que vi mi propia imagen, mi propia figura encontrándose conmigo. Pensé: qué persona más desagradable y repugnante se encuentra allí. Yo mismo lo era. - Así dijo. Era él mismo, que se conocía tan poco que había dicho a su imagen en el espejo: qué persona más desagradable y asquerosa. Y para que quede completamente claro, añade: cuando ya era profesor, una vez volvió de un viaje de noche y se subió a un autobús. Al subir, vio en el espejo a un hombre que subía y se dijo de nuevo a sí mismo: ¿Qué maestro de escuela tan desaliñado está subiendo ahí? Entonces añade: Conocía mejor la apariencia de mi tipo que mi apariencia individual. Y entonces hay que decir: no que habrá victoria, sino que sobre la base de la victoria, gana lo que está bien, gana lo correcto, eso es lo que importa.

También arrastramos un gran peso en Europa Central, incluso en el caso de una victoria. Porque estamos conectados con algo que está infiltrado de forma muy luciférica. Antaño fue un beneficio para Europa que desde el sur de Europa se extendiera la cultura árabe, morisca. En el pasado estaba justificado, pero hoy se ha convertido en ahrimánico. Nos pesa mucho la alianza con el Imperio Otomano [ el Imperio Otomano entró en la Primera Guerra Mundial del lado de las potencias centroeuropeas en 1914]. Tenemos que encontrar el punto de vista correcto y no creer que podemos ordenar nuestras sensaciones según los puntos de vista políticos externos.

La vida del mundo externo no es adecuada para evitar a Ahriman. La literatura banal externa conduce directamente al principio ahrimánico y desprecia los intentos de ver claramente los poderes que actúan en nuestro mundo. Por eso debe aparecer como una gran advertencia, que se nos presenta bajo el signo de la sangre y el dolor; para que las almas actuales se inclinen a conseguir los dones de la vida espiritual. Nuestras almas tienen que tender a lo que se preparó en la cultura centroeuropea expresando especialmente que estamos situados entre dos poderes que impregnan el mundo y que como péndulo que somos debemos encontrar el equilibrio. Tenemos que darnos cuenta de que, por un lado, el mundo se esfuerza por el endurecimiento ahrimánico, se esfuerza por solidificarse en el fuego de lo puramente material; que se esfuerza, por otro lado, por ascender egoístamente a una espiritualidad abstracta.

Seguir uno u otro lado arruinaría al ser humano centroeuropeo. Seguir sólo la ciencia comprometida con los sentidos externos nos llevaría a arrancar las rosas de la cruz y a mirar sólo lo que se solidifica. Obtendríamos gradualmente una visión del mundo que desviaría completamente al ser humano de contemplar lo espiritual. Permitiría sólo mirar lo que se ha solidificado ahrimánicamente. Sólo tenéis que imaginar los ideales de la ciencia ahrimánica: es un mundo de átomos arremolinados, una creación de mundo puramente material. Se desea desechar todo lo espiritual de esta imagen del mundo. Se quiere imaginar, y ya se lo enseña a los niños en la escuela, que una vez hubo masas gaseosas arremolinadas en el universo de las cuales se formó el sol que luego volvió a impulsar a los planetas. Se les muestra un ejemplo claro a los niños en la escuela, haciendo que una gota de aceite en el agua, empuja una hoja de papel redonda pequeña en su ecuador a través de él, lo perfora con un perno en el centro y hace girar el perno entonces. Las pequeñas gotas se desprenden de esa manera; un pequeño sistema planetario surge. Por supuesto, se demuestra lo que se muestra de tal manera, pero se olvida el hecho más importante de que el profesor debe girar el perno. En verdad, sin embargo, hay que concebir un gran señor maestro girando todo el asunto en el espacio, si se quiere imaginar honestamente. Pero los pensamientos, las sensaciones y los sentimientos, que tienden a Ahriman, son los que imaginan la creación del sol y de los planetas de la manera recién descrita. Eso también influyó en la visión histórica. Herman Grimm [Herman Grimm (1828-1901), en sus Lecturas sobre Goethe] dice una vez: un hueso de carroña alrededor del cual da vueltas un perro hambriento es una visión más apetitosa que esta visión del mundo que se basa únicamente en esta visión copernicana del mundo.

Esta es una amenaza para arrancar las rosas de la cruz y tener sólo la cruz negra y carbonizada. La otra amenaza es arrancar la cruz de las rosas y querer esforzarse sólo por el espíritu, despreciar lo que la divinidad ha puesto en el desarrollo del mundo, no querer sumergirse afectivamente en el pensamiento de que los fenómenos del mundo sensorial expresan la divinidad. Esta es la visión del mundo unilateralmente religiosa que desprecia la ciencia que sólo quiere las rosas y que tiende inconscientemente al elemento luciférico de Oriente. Del mismo modo, la ciencia, que quiere arrancar las rosas de la cruz y quedarse sólo con la cruz carbonizada, tiende a Occidente. Nosotros, sin embargo, en Europa Central, tenemos la vocación de tener las rosas en la cruz para tener esto que se expresa sólo por la conexión de las rosas con la cruz, las rosas en la cruz. 

Mirando la cruz rígida sentimos que lo que ha venido como material rígido al mundo entró en el mundo desde la divinidad. Es como si la espiritualidad creara un círculo en la materia para sí misma: ex deo nascimur.

También sentimos que, si lo entendemos correctamente, podemos entrar en el mundo espiritual no sólo con Lucifer, sino que morimos, mientras estamos unidos a lo que descendió del Ser superior divino al mundo: in Christo morimur.

Y uniendo la cruz con las rosas, la visión del mundo material con la visión del mundo espiritual, sentimos que el alma humana puede despertar en el espíritu: per spiritum sanctum reviviscimus.

Por lo tanto, la cruz envuelta en rosas fue el símbolo de Goethe, que se situó en la espiritualidad de la cultura centroeuropea. Debe ser nuestro símbolo. Por eso recordaremos -en la medida en que podamos estar presentes en el futuro, reunidos en esta sala- lo que debe ser nuestro ideal frente a las grandes tareas del desarrollo de la tierra: envolver la cruz con rosas, ni arrancar las rosas de la cruz ni sostener sólo la cruz en nuestras manos, ni sólo estimar las rosas y ascender por medio de las rosas a la vida espiritualmente floreciente, brotada en abstracto. Se nos expresa en nuestro símbolo, en la cruz de rosas, lo que queremos asumir cada vez más en nuestras almas, en nuestros sentimientos cuando nos reunimos en una sala dedicada a nuestros intentos. Entonces podemos estar seguros de que los espíritus que dirigen el desarrollo de la tierra en el buen sentido existen invisibles entre nosotros; que nuestras palabras, que todos nuestros pensamientos y sentimientos, mientras nos dedicamos a los intentos científico-espirituales que todo esto es realmente apoyado en tal habitación por los poderes espirituales que guían nuestros intentos. Podemos sentir, cultivando nuestros puntos de vista científico-espirituales, como si estuviéramos constantemente inspirados por los espíritus que existen invisibles en tal habitación. Me gustaría llamar a estos poderes espirituales que están siempre presentes con las almas si se esfuerzan en la verdad seria, honesta y afectivamente en esta sala. Si eso se hace realidad, podemos estar seguros de que esta visión espiritual-científica del mundo encuentra el camino hacia los dioses como siempre se encontró.

Hoy en día nos reunimos en estas habitaciones. Están separadas de los esfuerzos del mundo exterior. El mundo exterior considera los acontecimientos de nuestras salas como algo sectario, algo supersticioso. Y así nos reunimos como en la clandestinidad en comparación con la cultura intelectual del presente. Esta cultura intelectual, que está profundamente infiltrada por Lucifer en Oriente, por Ahriman en Occidente, está por encima del suelo. Allí recordamos repetidamente para fortalecer nuestros corazones, para vigorizar nuestras almas que en otra época la visión del mundo occidental ascendió desde el subsuelo a la superficie. Existía la cosmovisión del Imperio Romano, la cosmovisión que había recogido la distinguida filosofía y la cosmovisión artística de los griegos. Había básicamente mentes brillantes entre los que vivían en esta antigua Roma y sus alrededores con esta antigua visión del mundo. Fueron profundamente despreciados quienes cultivaron una enseñanza bastante nueva bajo tierra en las catacumbas. Sin embargo, los que cultivaban la nueva enseñanza, separada de la visión del mundo sobre la tierra justificada en aquella época, sabían que sólo tenían que aferrarse al contenido de su esfuerzo y retener lo que había entrado en el mundo como resultado del Impulso Crístico.

Se esforzaban en las catacumbas y sabían que aquellos que vivían en la superficie querían matarlos que los perseguían que no los entendían. - Después de tener claras estas condiciones del antiguo Imperio Romano en nuestra mente, miramos el desarrollo humano unos siglos más tarde. Lo que estaba arriba ha desaparecido. Lo que vivía bajo tierra en las catacumbas ha ascendido; pasa triunfante por Occidente. Ya vivía en las almas de aquellos que se esforzaban por lo que entonces debía conquistar el mundo aunque fueran repelidos, despreciados y burlados viviendo bajo tierra en las catacumbas. Nosotros debemos sentirnos así, queridos amigos, como si todavía estuviéramos espiritualmente marginados y fuéramos objeto de burla y persecución por parte de los que hoy cultivan la llamada visión justificada del mundo. Pero de tal manera como sucedió en la primera época del desarrollo cristiano occidental, continuará. Lo que mejor se destruye - no como antes, cuando se cubría a los seres humanos con brea y se los quemaba, sino cuando se burlaba de ellos - ganará aceptación. Lo que se burla y se mofa allí, lo que quiere conquistar la tierra sólo con una visión del mundo ahrimánica y luciferina esto habrá desaparecido, como la antigua cultura romana, la antigua visión del mundo desapareció en cierto modo. Sin embargo, lo que se cultiva en nuestras catacumbas -son catacumbas espirituales, el mundo ha progresado, sin embargo- lo que se siente en estas catacumbas, lo que se imagina, lo que se refleja, lo que penetra en nuestras almas: ascenderá y llegará triunfalmente a la cultura de la próxima época. Podemos tenerlo presente en cada momento en que pasamos la puerta de entrada a dicha sala. Y permaneciendo en ella, tenemos presente que seguimos como en un submarino que tomará la dirección hacia arriba - y la tomará absolutamente si nos enfrascamos fuertemente en esto con lo que hemos aprendido a conectar nuestras almas. Con este voto de que queremos penetrarnos fuertemente con el Impulso Crístico espiritual que está desarrollando un nivel adicional, con esta actitud, con este voto realmente entraremos en esta habitación. Entramos en el sentido de estos sentimientos de que todo está dedicado a los poderes espirituales, a las individualidades espirituales que impregnan nuestro movimiento, como podemos saber, que extienden sus manos de bendición y protección sobre nosotros. Queremos tenerlo en cuenta cuando nos reunamos aquí en el futuro.

traducido por J.Luelmo mayo 2021


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El objetivo de este blog es publicar en Internet todo el material fuente existente para las transcripciones de las conferencias de Rudolf Steiner de la forma más completa posible, para que este gran tesoro esté disponible para toda la humanidad. Se trata de notas de oyentes, transcripciones de conferencias y, en su mayor parte, transcripciones en texto plano de conferencias estenografiadas, también conocidas como transcripciones en texto plano. De este modo, cualquiera puede comprobar por sí mismo, mediante comparaciones, qué dijo realmente Rudolf Steiner y cómo fue editado (y, por tanto, modificado) en las distintas ediciones. Y por último, pero no menos importante, también encontrarán mucho material inédito. La obra de Rudolf Steiner es de dominio público desde 1996 y, por tanto, pertenece legalmente a toda la humanidad. Él mismo habría elegido una fecha mucho más temprana para la publicación de su obra, como se desprende de los pasajes sobre propiedad intelectual que citamos a continuación; Incluso el período de protección de 30 años que se aplicaba entonces le parecía demasiado largo. ¿Y qué habría dicho sobre el hecho de que 85 años después de su muerte, parte de su obra docente siga inédita y acumulando polvo en los archivos? Él mismo encontró una expresión adecuada para esto: Fue puesto en un ataúd. Este sitio web está destinado a ayudar a liberarlo de este ataúd. "Lo que el hombre puede crear a partir de sus capacidades intelectuales se lo debe a la sociedad humana, al orden social humano. En realidad, no le pertenece. ¿Por qué gestionamos nuestra propiedad intelectual? Simplemente porque la produces; al producirla, demuestras que tienes la capacidad de hacerlo mejor que los demás. Mientras tengas esa capacidad mejor que los demás, gestionarás mejor esa propiedad intelectual al servicio del conjunto. Ahora la gente se ha dado cuenta al menos de que esta propiedad intelectual no se perpetúa sin fin. Treinta años después de la muerte, la propiedad intelectual pertenece a toda la humanidad. Cualquiera puede imprimir lo que yo he producido treinta años después de mi muerte. Puede utilizarlo como quiera; y eso está bien. Incluso estaría de acuerdo si hubiera más derechos en este ámbito. No hay otra justificación para la gestión de la propiedad intelectual que el hecho de que, porque se puede producir, también se tienen las mejores capacidades [...] Será una forma sana de socializar el capital si hacemos fluir en el organismo social lo que hoy se acumula como capital en el derecho de sucesiones, en el surgimiento de las pensiones, del derecho de las manos ociosas, de los derechos humanos superfluos, lo que así se acumula en capital; eso es lo que importa. Ni siquiera hace falta decir que la propiedad privada debe convertirse en propiedad social. El concepto de propiedad no tendrá ningún significado". Rudolf Steiner el 25 de abril de 1919