GA157 Los destinos individuales y nacionales 2ª



Los destinos individuales y nacionales
Nacionalidad y nacionalismo

a la luz de la ciencia espiritual.


Segunda conferencia
31 de octubre de 1914
Más que en otras ocasiones, durante estos días y semanas de tan graves acontecimientos, debe reafirmarse en nuestras almas, el firme propósito de nuestros esfuerzos espirituales, una gravedad que nos permite concienciarnos, de cómo la razón de ser en nuestro movimiento espiritual, tiene que ver con todo lo que es verdaderamente humano. Nuestra aspiración se dirige no tan solo a la existencia humana, por cuanto una existencia limitada al cuerpo físico humano, es transitoria. Estamos hablando de leyes, de fuerzas en el alma y en el espíritu, que se dirigen directamente al yo superior en el hombre, un yo superior que es mayor que el yo que puede marchitarse con el cuerpo y su existencia. Con frecuencia hemos hablado de "maya" cuando nos referimos a las apariencias externas, y a menudo se ha puesto énfasis en que las apariencias externas, los procesos de la vida física, se convierten en maya porque el hombre no los penetra adecuadamente con su mente, con sus facultades perceptivas. Por lo tanto, no siente, no percibe, lo que es realmente significativo; La verdadera esencia de las cosas perceptibles a los sentidos externos. El hombre usa sus facultades perceptivas para trazar un velo, un tejido ilusorio, sobre los acontecimientos del mundo físico. Esto los convierte en maya.
Hay una gran verdad en particular que debemos tener presente, en estos días de búsqueda de amor y de comprensión, una comprensión amorosa de lo que está sucediendo a nuestro alrededor: una visión que, fundamentalmente hablando, está en el centro de todo lo que buscamos en la ciencia espiritual. En nuestros días, esto debe tenerse presente en nuestras almas con toda la gravedad y el peso moral que le son propias. Es la constatación, y esto se ha convertido en el hecho más simple y más elemental de nuestra vida espiritual, de las vidas repetidas en la tierra. El hecho de que en el transcurso del tiempo nuestras almas progresan de un cuerpo a otro. Por un lado, la parte del hombre que es eterna prosigue en cada nuevo cuerpo, a través de las sucesivas encarnaciones del hombre en la tierra. Por otro lado, está la parte que tiene que ver con la existencia humana en un cuerpo físico, la parte presente en el plano físico que proporciona la configuración. La formación, el sello particular de la existencia humana en un cuerpo físico externo.
El hecho concreto que proporciona el sello exterior, determinando, como si dijéramos, el carácter de una persona en cuanto que vive en un cuerpo físico en el plano físico, es lo que colectivamente puede denominarse nacionalidad. Esto es algo que nunca debemos olvidar, especialmente hoy día. Si dirigimos la mirada del alma hacia el yo superior del hombre, el concepto de nacionalidad pierde importancia. Porque cuando pasamos por la puerta de la muerte, todo lo que abarca el término "nacionalidad" está entre las cosas que dejamos. Y si lo hacemos con la seriedad que requiere, como creemos que deberían ser las personas con fines espirituales, es apropiado recordar que al pasar por sucesivas encarnaciones, el ser humano no pertenece a una sino a varias nacionalidades diferentes. La parte de él que lo vincula con una nacionalidad particular se encuentra entre las cosas que se dejan en la tierra, en el momento en que pasamos por la puerta de la muerte.
Las verdades que pertenecen al reino de lo eterno no tienen que ser fácilmente entendidas. De hecho, pueden ser verdades que a veces van en contra de nuestros sentimientos, verdades que alcanzamos con dificultad, y mas particularmente en tiempos difíciles, y también nos resulta difícil de alcanzar y retener con toda su fuerza y claridad en tiempos difíciles como estos. Un verdadero antropósofo debe hacer esto, y de esta manera exactamente, será cómo llegará a una verdadera comprensión del mundo físico que le rodea. Los elementos básicos para tal comprensión ya se han presentado en nuestro trabajo antroposófico. Encontrarán que el ciclo de conferencias sobre las almas nacionales en cierto sentido contiene todo lo necesario para comprender la forma en que los seres humanos, por el hecho de estar en el reino eterno, están conectados con sus nacionalidades. Esas conferencias se dieron, por supuesto, en tiempos de paz cuando las almas están más dispuesta y preparadas para aceptar verdades objetivas y sin adornos. Tal vez hoy sea difícil tomar estas verdades tan objetivamente como se tomaron en aquellos días. Sin embargo, esta es la manera en que podemos preparar nuestras almas para desarrollar la fuerza que necesitan hoy, si hoy somos capaces de tomar estas verdades objetivamente.
Representémonos la imagen de un combatiente atravesando la puerta de la muerte en el campo de batalla. Necesitamos entender que pasar por la puerta de la muerte de esta manera, es algo muy especial. Necesitamos entender que está entrando en un mundo, al que la ciencia espiritual, busca con cada fibra de su ser para que pueda aportar claridad incluso a la vida física. Recordemos que la muerte significa la entrada a ese mundo espiritual y que no es posible llevar otros impulsos de la vida directamente a ese mundo, ya que no darían fruto. Los únicos impulsos de vida que podemos llevar son aquellos que animan los esfuerzos de nuestros corazones y mentes, y que en definitiva, persiguen unir a todos los pueblos de la tierra en la fraternidad. A la luz de la antroposofía, por lo tanto, puede verse de una manera nueva un simple dicho popular que dice "La muerte es el gran nivelador". Nos hace a todos iguales - franceses. Ingleses, alemanes y rusos. En el fondo eso es cierto. Teniendo esto en cuenta en relación con lo que está sucediendo a nuestro alrededor en el plano físico de hoy, realmente nos daremos cuenta de la base sólida que nos permite superar a Maya en este campo y observar los eventos en su significado esencial.
Esto hay que verlo en relación con los sentimientos de antipatía y odio, que llenan los corazones de los pueblos de Europa en la actualidad. Considerándolo en relación con todas las cosas que los pueblos de las diferentes regiones del suelo europeo sienten sobre los demás, expresándolo en palabras habladas y escritas. Y recapacitemos también mentalmente toda la antipatía que llega a su plena realización en nuestro tiempo.
¿Cómo debemos ver estas cosas verdaderamente? ¿Dónde encontraremos (dentro de este ámbito), algo que nos lleve más allá de la Maya, de la gran ilusión? Debido al enfoque que considera como algo abstracto, todo lo que generalmente es humano, en la tierra, no llegaremos a conocernos. Nos conoceremos mejor adoptando una postura, en la que podamos entender realmente las cualidades peculiares de los pueblos que se extienden por toda la Tierra, entenderlos en términos concretos, por lo que son en particular. En esta vida no conocemos a una persona, simplemente diciendo: Es un ser humano como yo y debe tener las mismas cualidades que yo. Al contrario, debemos olvidarnos de nosotros mismos y considerar realmente las cualidades de la otra persona.
En el ciclo de conferencias sobre las almas de los pueblos, mostré cómo se distribuyen entre las naciones de Europa, los diferentes aspectos del alma dentro de nosotros, el alma sensible, el alma intelectual o racional, el alma espiritual, el ego y el yo espiritual, y Cómo cada nación representa fundamentalmente un aspecto unilateral. También dije que las diferentes nacionalidades tendrán que trabajar conjuntamente, para convertirse en el alma de Europa en su conjunto, de la misma manera que en nuestra propia alma, necesita que trabajen juntos los diferentes aspectos de que está compuesta. Al observar las penínsulas italiana e ibérica, encontramos que el elemento nacional se expresa en el alma sensible. En Francia, llega a expresarse como alma racional. Respecto a las Islas Británicas, vemos que se expresa como un alma espiritual. En Europa central el elemento nacional se expresa como yo. Cuando finalmente miramos hacia el este de Europa, esa es la región en la que emerge completamente como yo espiritual, aunque como veremos más adelante, no es la forma correcta de expresarlo. Lo que allí se expresa es algo que reside en el carácter nacional. Pero lo que es eterno en el hombre, va más allá de lo que es nacional y esto es lo que los seres humanos tratan de buscar al adentrarse más profundamente en el espíritu. Comparado con esto, el elemento nacional es una mera prenda, una envoltura exterior, y cuanta más información pueda obtener una persona sobre esto, más alto se elevará. Puesto que el hombre vive en el mundo físico, vive a su vez revestido del ropaje nacional y esto le da a su cuerpo su configuración y, fundamentalmente, también proporciona la configuración para ciertas cualidades, ciertos rasgos característicos.
Hoy vemos a los miembros de las diferentes nacionalidades, enfrentándose unos a otros con disgusto y hasta con odio. No estoy hablando en este momento sobre lo que está sucediendo en el frente de combate. Me refiero a lo que está pasando con los sentimientos, las pasiones, de las almas humanas. Se trata de almas que necesitan prepararse para ser recibidas en un mundo espiritual, a través del cual tendrán ahora que pasar entre la muerte y su próximo nacimiento, un mundo que las guiará hacia una encarnación, donde pertenecerá a una nacionalidad muy diferente de la que está abandonando. Este es un hecho que muestra a las claras, de la mejor y más poderosa manera, cómo el hombre ofrece resistencia al yo superior que está dentro de él. Pongamos que hoy, algún verdadero "nacionalista" alguien con sentimientos nacionales que dirija su antipatía muy particularmente contra miembros de otra nación y, de hecho, puede despotricar contra esa otra nación desde su propio país. ¿Cuál es el significado de tal rabia y de tal antipatía? Es el significado de una premonición: ¡Mi próxima encarnación será en esa nacionalidad! El yo superior ya ha establecido a nivel subconsciente vínculos con la otra nacionalidad. Esa parte de nosotros que está en el plano físico, opone resistencia a este yo superior. Es el hombre quien se enfurece contra su propio yo superior. Allá donde con mas rabia se despotrique, donde el odio que se sienta contra otras nacionalidades sea mayor y donde se digan las mayores mentiras, pero, para alguien que ve las cosas no como Maya, sino que verdaderamente puede percibir la verdadera razón, según la cual, muchos miembros de la nación que más se enoje, que más cruel sea en sus actitudes y la que más mienta, tendrá que adoptar en su próxima encarnación esa otra nacionalidad.
Esa es la plena gravedad de lo que enseñamos, la grandeza moral que subyace detrás. Hay mucho en el hombre, que se resiste antes que reconocer a su yo superior, la parte de su ser que es eterna. Esto es lo que hace que sea tan tremendamente difícil hablar objetivamente en el tiempo presente. Ciertamente es un fenómeno extraño el hecho de que antes que comenzara esta guerra (primera guerra mundial 1914-1918), nos llegaban comentarios infinitamente positivos desde Inglaterra, que apreciaban el carácter alemán, la competencia alemana y, en particular, la vida intelectual en Alemania. Intenté dar ejemplos de esto en mi última conferencia pública. Es posible dar muchos más ejemplos, y los daremos. ¿Qué estaba pasando allí?
Desde el punto de vista oculto, allí había un sentimiento instintivo, de que se estaba luchando por un elemento en Europa Central, que tenía que ver con rejuvenecer la búsqueda de lo espiritual, preparándose para lo espiritual, algo hacia lo que toda Europa se volcará un día. Esto es algo de lo que en tiempos pasados las personas eran conscientes instintivamente. Se tenía el deseo de entender lo que estaba pasando en Europa Central. Sin embargo, puesto que estamos tan ligados al elemento nacional, solo podremos establecer una relación plenamente comprensible con esto, en la vida entre la muerte y el nuevo nacimiento. Entonces se hará posible hallar la conexión con esto y comprenderlo, encontrando así el camino hacia los maestros de Europa Central. Es embarazoso hablar de esto ahora, ya que puede parecer pretencioso en alguien que viene de Europa Central. Sin embargo, las verdades objetivas deben decirse. Así pues, existe un sentimiento instintivo de algo que ha de buscarse en la vida entre la muerte y el nuevo nacimiento: unificarse con las almas que luchan por lo que es plenamente humano: el alma de Goethe, el alma de Schiller, el alma de Fichte. Existía cierta conciencia del hecho que, habiendo pasado por la puerta de la muerte, buscaremos sobre todo el alma de Goethe, el alma de Fichte, el alma de Schiller y de otras almas cuya última encarnación tuvo lugar en Europa Central. Este hecho antes se expresaba de manera instintiva, y ahora se está levantando contra él, una vez más, un sentimiento nacionalista infinitamente apasionado. Cuando nos demos cuenta de que las palabras que tan a menudo escuchamos provenientes del oeste y del noroeste son solo para ocultar este sentimiento de resistencia al yo superior, habremos llegado a entender la verdad, a reemplazar la Maya, la falsa idea. Entonces entenderemos cómo el hombre de la tierra, portador del hombre eterno en sus adentros, se opone a lo que quiere el hombre eterno; de cómo el amor que debe sentir en la eternidad se transforma en odio en el mundo temporal.
Descubriremos que la mejor manera de lograr el amor en la comprensión y la comprensión en el amor, será aprendiendo a conocer las características de los pueblos europeos utilizando los medios que la ciencia espiritual pueda proporcionarnos. Esto nos será concedido en la medida en que siempre nos dirijamos al yo superior en el hombre. Y todos cuantos quieran compartir nuestro modo de pensar o sentir reconocerán este yo superior y, por lo tanto, podrán escuchar todo lo que se debe decir con respecto al ropaje exterior, sabiendo que estamos hablando solo del ropaje exterior.
En cierto sentido, cada nación tiene su misión específica. - A su debido tiempo, podremos entrar en el edificio en Dornach y encontrar que la secuencia de columnas, sus capiteles y sobre ellos los arquitrabes, expresan en sus formas lo que se expresa en los impulsos que distinguimos en Europa. Pero no voy a hablar de esto ahora, porque es mejor hablar de eso cuando tengamos el edificio delante de nuestros ojos. Eso es lo que hice allí hace unos días. Si consideramos la impresión que causa en nuestra alma incluso sin ver el edificio, notaremos sobre todo que los habitantes de las penínsulas del sur, Italia y España, están, de alguna manera, aportando a su misión actual, los elementos que en el pasado habían aparecido en la tercera época post-Atlante, en la civilización egipcio-caldea. Tan pronto como comprendemos esto, obtendremos una verdadera percepción del alma del pueblo italiano o del español. Esto se puede rastrear hasta detalles específicos. Se puede decir que en realidad encontramos lo que previamente hemos percibido en espíritu. ¿Cuáles eran los rasgos característicos de la civilización egipcio-caldea? Esto es algo de lo que hemos hablado muchas veces. Tenían un sentimiento por la gran astrología cósmica. No veían las estrellas y las constelaciones como las vemos hoy. En su lugar, percibían entidades espirituales y las constelaciones solo eran su apariencia física. Por todas partes se extendía lo espiritual. Cuando en el tiempo posterior al Misterio de Gólgota, todo se recapitula como parte de la misión de una nación, se produce de tal manera que esto ahora forma parte interna del alma, es decir, el gran cuadro cósmico que veían los egipcios y caldeos, ahora se presenta como si surgiera de nuevo desde la propia alma. Esto en ninguna parte se hace tan evidente como en la Divina Comedia de Dante, una obra que representa el punto más alto de la cultura en la península italiana. [Dante Alighieri, 1265-1321.] Incluso en detalles, los elementos de la antigua cultura egipcio-caldea emergen nuevamente como si hubieran nacido del alma, resucitada en la vida interior.
La esencia de la cultura griega se encuentra hoy en día en la nación francesa, hasta en el carácter de sus personalidades principales. Por ejemplo, Voltaire [1694–1778], solo puede entenderse si uno lo compara con un griego real. Y si se fijan en la forma que Corneille [1606–16841] y Racine [1639–1699] daban a sus obras, pueden ver cómo pugnaba en ellas la forma griega. Esto es de gran importancia en la historia de la civilización. La pugna con la forma externa, que sostuvo Aristóteles [384–322 aC], con respecto a la forma, están vivas en Racine y Corneille. Si buscamos encontrar de nuevo en la cultura francesa, lo que marcó el tono en la cuarta época post-Atlante, deberíamos encontrar lo mejor de aquélla cultura, la cultura del alma intelectual o mental. Con el alma intelectual o mental que se enfrenta al mundo, deberíamos encontrar exactamente con qué está relacionada. El mayor poeta, por lo tanto, más allá de cualquier comparación, tendría que ser alguien cuyo trabajo creativo surgiese del alma intelectual o mental. Una nación alcanza la grandeza cuando son puestas en primer plano sus inigualables individualidades. Y el poeta francés que es insuperable es Molière [1622-1673]. Con él, el alma francesa alcanzó su verdadera y característica dimensión, ahí es insuperable. En Voltaire aún vivía un eco de esto.
Un elemento que no es una recapitulación del pasado, sino que se añade propiamente a la quinta época post-Atlante, que ha surgido en esta época como algo nuevo, es el alma británica. El objetivo principal de la quinta época post-Atlante es desarrollar el alma espiritual, para llevarla a cabo. El alma espiritual es particularmente evidente en la naturaleza esencial del alma nacional británica. Es característico del alma británica enfrentarse a los acontecimientos. Hace catorce, quince años, cuando escribía la primera edición de Mis Enigmas de la Filosofía, me esforcé por encontrar un término que describiera a los filósofos británicos y luego me di cuenta, de que eran observadores de la vida. Se enfrentan a las cosas de la misma manera, a cómo se enfrenta a la vida el alma espiritual es decir, como un observador. Y el espíritu mas creativo del alma británica, el hombre que se erigió en el ilustrador de los rasgos del carácter británico, que los expresaba a todos, hasta lo mas profundo del alma, fue Shakespeare. Ahí el alma británica es incomparable, en el modo de observar.
Al pasar a Europa Central, encontramos "algo que siempre está evolucionando, perpetuamente" como ya lo describí en otra conferencia. Ese elemento es el "yo", a los efectos, la parte más interna del hombre. ¿Cómo se relaciona éste "yo" con los demás elementos del alma del hombre? Se relaciona uno por uno con el alma sensible, el alma intelectual o mental y el alma espiritual, desarrollando vínculos con todos ellos.Vamos a considerar esto en el caso de Goethe. Sabemos cómo anhelaba ir a Italia. Y tal como sucedió con él, las mejores mentes de Europa Central siempre han anhelado Italia, para lograr la fertilización del ego, dejando que fuera concebido a partir del alma sensible. El ego ademas, también intercambia fuerzas con el alma intelectual o mental. Tratemos de observar cómo ese estrecho vínculo entre el ego y el alma intelectual o mental, en realidad siempre ha estado ahí con el paso de los siglos. Observen cómo Federico el Grande [1712–1786], el más alemán de los príncipes, en realidad solo hablaba y escribía en francés, tenía como una apreciación especial por la cultura francesa. Esto se desprende, por ejemplo, de su relación con Voltaire. También podemos observar que el filósofo alemán Leibniz [1646–1716] escribió sus obras en francés. Exactamente de esa manera, es cómo el ego se relaciona con el alma intelectual o mental. Y cuando en las profundidades del alma, el ego está buscando aquello por lo que se esfuerza, algo empuja hacia arriba desde las profundidades del ego, desde las profundidades insondables del ego: el alma consciente trata de captarlo. Esto se puede ver en el caso de Goethe. A menudo he mostrado cómo trataba de comprender la forma en que los organismos evolucionan unos a partir de otros. Estableció todo un sistema para los organismos. Eso había surgido de las profundidades del ego. Pero no era comprensible de inmediato. Las personas necesitan algo que sea más fácil de entender, necesitan que las cosas se presenten, en la manera que surgen del alma consciente. Así que desecharon lo que Goethe tenía que ofrecerles, pero acogieron a Darwin [1809–1882]. Aún hoy no hemos llegado hasta el punto en el que podemos reconocer la Teoría de los Colores de Goethe. Pero el traslado de los mismos al alma consciente en la obra de Newton [1642–1727], se convirtió en lo que actualmente se aceptan como ciencias físicas.
Estas cosas indican la forma en que los caracteres individuales, en este caso nacionales, se contraponen entre sí. Cuando aprendemos a mirar las cosas a la luz de la ciencia espiritual, nos alzamos por encima del maya externo que mantienen cautivos a los hombres y llegamos a la verdad. Llegamos a una verdad que nos mostrará que, así como las fuerzas individuales del alma pugnan entre sí en un ser humano, las fuerzas del alma de las que están compuestas las almas nacionales, disputan entre sí. No es casualidad pues, que ahora en nuestros días, justo cuando acaban de surgir las enseñanzas que acabo de presentarles, aparece la guerra como el gran maestro, diciéndole a la humanidad de una manera tan sangrienta y terrible, lo mismo precisamente que les estamos diciendo en términos espirituales. No es por casualidad que, (si bien podemos discutirlo), se está librando ahí fuera, lo que probablemente sea una de las luchas más sangrientas de la historia. Que básicamente hablando, representan las mismas verdades, pero que antes hemos de penetrarlas en su Maya para entenderlas como son realmente.
Al hablar de estas cosas, debemos eliminar del vocabulario de una vez por todas, todo matiz de sentimiento, de simpatía o antipatía, y usar las palabras simplemente para pormenorizar. Entonces entenderemos las cosas correctamente. Porque estas cosas están contenidas dentro del yo del hombre, en la medida que éste se ve envuelto en el elemento nacional. Podemos seguir esto en detalle. Para empezar, preparémonos para lo que debemos llegar a entender, permítanme decir lo siguiente.
Tomemos los estados miembros de Europa central que viven en la cultura del ego. En mis conferencias públicas dije que el habitante de Europa Central busca a su dios de tal manera que aspira a unirse a él. Quiere estar unido a su dios. En cuanto al proceso de pensar, podemos expresarlo en la frase que generalmente digo: "El hombre piensa". Sin embargo, la afirmación "El hombre piensa" realmente dice muy poco en verdad. Necesitamos aprender a mirar más cuidadosamente con la ayuda de la ciencia espiritual. Debemos aprender gradualmente a no hablar sin pensar, sino a situar las cosas de manera correcta. Para las personas que realmente no se preocupan por la realidad de las cosas, por supuesto, todo está bien de la manera que se dice, pero es correcto decir: 'el pensamiento del Centro europeo o Escandinavo' - con 'pensar' aquí nos referimos una actividad, porque lo que importa es la evolución del pensamiento. "El ser anímico piensa", eso es lo que importa en Europa Central y en los países nórdicos. El hombre está tan ligado al pensamiento que este pensamiento es el producto de la propia actividad del alma, que la actividad del alma no consiste en otra cosa que verse atrapada en el pensamiento.
No se puede decir lo mismo con respecto a los franceses. En ese caso hemos de decir: "Él tiene pensamientos". Porque "pensar" y "tener pensamientos" no es lo mismo, hay una sutil diferencia. Mi libro 'Enigmas de la Filosofía' puede servir para aclarar esto. En Europa occidental la gente tiene pensamientos. Los pensamientos son algo que viene; se dan igual que se dan las percepciones sensoriales. Así es como son los pensamientos. Entran en el alma, viven plenamente en ella, la gente los tiene, incluso se intoxican con ellos, están encantados de tenerlos. A los alemanes se les acusa de que muestran cierta frialdad en sus pensamientos. Bien podría ser. Un alemán tiene que formarlos primero en su alma individual. Necesitan ser calentados por ella y solo se mantienen calientes mientras forman parte de la actividad inmediata.
No es sino un preparativo. Porque, en el fondo, siempre se encontrará que la expresión de las características nacionales individuales muestran algo que cobra vida y que ya ha sido expuesto en los principios de la ciencia espiritual, algo que encontrarán en mis conferencias sobre las almas nacionales. Considérenlo como la expresión individual de las características nacionales.
El carácter italiano y español está determinado por el alma sensible. Esto podemos observarlo en la vida hasta el más mínimo detalle. En todas partes nos encontramos con el alma sensible. (Esto, por supuesto, no se refiere a la vida en el yo superior). Desde el momento en que un hombre de esos países se encuentra totalmente en su elemento nacional, se adentra en el alma sensible. Esto está particularmente vinculado con todo lo que tiene que ver con la patria y es sensible a todo lo que no es la patria sino, más bien, "un país extranjero". Si intentan, por ejemplo, entender todo lo que forma parte del elemento nacional en Italia, encontrarán que un italiano ve a cualquier persona que no sea italiana, como un extranjero que vive en el extranjero. Todas los conflictos que tuvieron lugar en Italia durante el siglo XIX tuvieron que ver específicamente con el territorio patrio. Aquí tenemos una recapitulación de la cultura egipcio-caldea.
A continuación, consideremos a la gente de Europa occidental, aquellos que viven en suelo francés. (Recuerden, que debemos evitar todo lo que tenga que ver con simpatías y antipatías). Ellos son la recapitulación de la civilización griega. Su actitud para con alguien de otro país será, como la de los griegos: lo llamarán bárbaro. La civilización griega se recapitula aquí. Podemos entender esto, aunque alberguemos los más furiosos sentimientos de antipatía. Siempre está presente un leve matiz, sobre la forma en que la gente de la antigua Grecia consideraban a los no griegos.
La nación inglesa tiene encomendada la misión específica de sustentar el alma espiritual, y esto llega a la máxima expresión en el materialismo. Especialmente aquí, necesitamos deshacernos de cualquier atisbo de antipatía. El sustento del materialismo pone de manifiesto que los hombres estén simplemente situados uno al lado del otro en el espacio. Esto es algo que en el pasado no se experimentaba: esa es la conciencia del rival. El alma espiritual se hace consciente de la otra persona como su rival en la vida física.
¿Cuál es la situación por lo que respecta a los centro europeos, incluidos los escandinavos? Sería de lo más interesante entrar en detalle en sucesivas ocasiones. ¿Qué siente un alemán cuando se encuentra frente a frente con otra nacionalidad, cómo cuando el italiano ve al extranjero, el francés al bárbaro y el inglés a su rival? Para estas cosas, siempre se tiene que encontrar la frase embarazosa. Un alemán se enfrenta a su oponente (esto bien puede deberse a una disputa, o puede que no tenga nada que ver con ningún sentimiento de antipatía), es simplemente una cuestión de luchar por la existencia o por algo relacionado con la propia existencia. El enemigo no necesita ser denigrado en lo más mínimo. Una vez más, es posible observar esto incluso con gran detalle. Esta guerra en particular muestra cómo el ciudadano alemán se enfrenta a su enemigo como si estuviera en un duelo.
Volvamos ahora al este. Hemos hablado de que el alma sensible es la característica de las dos penínsulas del sur, el alma intelectual es el rasgo entre los franceses, el alma espiritual entre los Británicos. En Europa central y en Escandinavia, el elemento nacional que prevalece es el yo, el ego. Esto muestra una diferenciación entre las distintas regiones, pero en conjunto es experimentado por lo que llamamos el alma del ego. Como he dicho, vive como un yo espiritual en el Este. ¿Cómo caracterizamos este yo espiritual? Se aproxima al hombre, descendiendo sobre él. En el caso del ego, se requiere un esfuerzo por parte del hombre. En los tres aspectos del alma, el hombre también se requiere esfuerzo. El yo espiritual, en cambio, desciende. Un día descenderá sobre el Este como un verdadero yo espiritual. Estas cosas son ciertas, como hemos dicho a menudo. Pero se necesita preparación, preparación al efecto de que en el alma sea concebido, para que esté bien adecuada para su concepción.
Seguramente la nación rusa no ha hecho nada más hasta ahora, salvo haber concebido. Hemos tenido las obras de Soloviev, el más grande filósofo ruso, traducidas dentro de nuestro movimiento. Si consideramos sus obras en profundidad, encontramos que está repleta de la cultura y la filosofía de Europa occidental. Es ligeramente diferente porque ha nacido desde el alma nacional rusa. ¿Qué es lo que se está aproximando en el alma rusa en contraste con la cultura de Europa occidental? Italianos y Españoles son la recapitulación de la tercera época post-Atlante, los franceses la recapitulación de la cultura de la antigua Grecia. Los británicos muestran el nuevo elemento que ha llegado, algo que definitivamente adquirimos en el plano físico. En Europa Central es el ego lo que tiene que emerger claramente. En Rusia tenemos receptividad, la concepción. Primero fue el cristianismo bizantino lo que se recibió, descendiendo como una nube y luego extendiéndose. Y la cultura de Europa occidental continuó recibiéndose incluso durante el reinado de Pedro el Grande [1672–1725]. En la actualidad, se diría, que solo queda la base material para la concepción. Lo que sí tenemos allí es un reflejo de la cultura europea occidental, y el trabajo del alma consiste en prepararse para la concepción, hacerse receptiva. El alma nacional rusa solo estará en su elemento correcto cuando se dé cuenta de que los elementos de Europa Occidental deben recibirse de la misma manera que los antiguos alemanes, por ejemplo, recibieron la fe cristiana, o la forma en que el pueblo germánico adoptó la cultura griega a través de Goethe. Se requerirá un tiempo todavía. El elemento físico en las naciones del Este está reaccionando contra las cosas que deben adoptar, y por lo tanto, el Este todavía está resistiéndose a lo que ha de venir hacia él. El descenso del yo espiritual.
El elemento que le llega de Occidente no es el yo espiritual, sino que el alma lo ha de usar, en cierto modo, para preparar, para practicar, la receptividad. ¿Y cómo ve un ruso a los otros? Como alguien contrapuesto, alguien que choca con su conciencia. Y así, la persona que es un extranjero para el italiano, un bárbaro para el francés, un rival para el británico y un oponente para el alemán es un hereje para un Ruso. Es por eso que, fundamentalmente hablando, los rusos solo han tenido guerras religiosas hasta ahora (1914), todas sus guerras han sido guerras religiosas, con el objetivo de liberar a todas las naciones o llevarlas a la fe cristiana, a los países de los Balcanes, etc. E incluso ahora, los campesinos rusos sienten que la otra persona es la encarnación de la "maldad". Ven a la otra persona como un hereje y siempre se creen estar luchando por la fe, ¡incluso hoy! Estas cosas son pormenorizadamente ciertas y llegamos a entenderlas si realmente estamos dispuestos a estudiarlas. Solo así, después, también podemos preguntarnos qué es lo que vemos frente a nosotros en el este de Europa.
En cierto sentido, el hombre tal como está en la vida física, es injusto con su yo superior. El que vive en una nación donde prevalece el alma intelectual o racional, que es donde concretamente se forma la imaginación, tendrá pensamientos. Según la nacionalidad particular que es, ha de afrontar el concepto que debe aparecer ante su yo superior. Pongamos que siente que es su gloria; entonces, se le interpone un tercer yo, por así decirlo, un yo nacional entre él como yo superior y a la vez, como individuo perteneciente a una nación. En base a esto lucha. Después de la muerte, ante todo, debe superar eso, a menos que ya lo haya superado previamente a través de la ciencia espiritual. Debe pasar por algo que se presenta de inmediato ante su alma, como la Inspiración de la propia imagen de sí mismo.
Alguien en cuya característica nacional, predomina el alma consciente se inclinará ante todo por las cosas que el alma consciente ha hecho suyas en el mundo físico. Esto será como un recuerdo doloroso en el mundo que se encuentra entre la muerte y el nuevo nacimiento.
El centroeuropeo es un buscador. Esto es evidente incluso a partir de comentarios despectivos vertidos por sus enemigos que llegan a decir que solo sirven para labrar los campos y buscar entre las nubes. Por muy lejos que haya avanzado, está, incluso aquí, buscando el yo espiritual. En los esfuerzos que realiza durante su progreso en la tierra, por lo tanto, en cierto sentido, ya intentará deshacerse de todo lo que deba deshacerse cuando pase por la puerta de la muerte y entre en el mundo espiritual.
Alguien que ha estado en un cuerpo ruso durante su última encarnación debe, ante todo, al pasar por la puerta de la muerte, asumir la conciencia de un ángel, fusionarse con el ser interior de un ángel, (salvo que haya pasado por una preparación diferente mediante la ciencia espiritual) y compartir todo lo que viene de las jerarquías que están por encima de él.
Todas estas son razones por las que podemos decir que si miramos hacia la Europa Occidental, parece natural que surjan conflictos a partir de la propia naturaleza de los hombres según la nacionalidad a que pertenezcan, ya que el elemento nacional está relacionado con algo que es la envoltura externa. Es muy natural que surjan conflictos. En el mundo espiritual, todo lo que legítimamente pertenece allí puede propagarse sin obstáculos. Pero deben utilizarse medios externos para afirmar la imagen que uno tiene de sí mismo. Necesita poder propagarse para emerger. Cualquier cosa que busque competir debe, por supuesto, ser capaz de propagarse. Es perfectamente comprensible que la lucha provenga de los pueblos que representan el alma consciente. Si realmente estamos buscando el yo, el ego, en Europa Central, veamos si las cualidades del ego ya pueden ponerse en práctica.
Ya he hecho énfasis, por ejemplo, en que el ego necesita ser reavivado cada mañana. Cuando nos adentramos en la esfera del sueño con él, se encuentra en un estado sin sobresaltos y es necesario reavivarlo cada mañana al despertamos. Si puedo referirme a Austria, cuando era joven incluso llegué a oír, que el día menos pensado Austria se desmoronaría. Nosotros conocíamos la diferencia; podría estar viéndose sometida a una fuerza centrífuga dentro de ella, pero se mantenía unida desde el exterior, no podía desmoronarse. Consideremos Alemania. ¿Muestra el carácter del ego en su aspecto externo, en su forma? Es un hecho relevante que durante mas de un siglo los alemanes han presionado por la unificación. Esto, no lo lograron desde el interior. Fue necesario un impulso externo, no desde el interior de Alemania, sino desde el exterior, desde el centro de Francia, para que la Alemania de hoy cambiase en conformidad con el carácter del ego. Solo podemos entender el mundo si lo consideramos a la luz de la ciencia espiritual. Fundamentalmente hablando, el ego no tiene la inclinación a golpear; pues las fuerzas sobrantes del plano físico luego se trasladarían a la esfera espiritual. Esto es algo que podríamos demostrar una y otra vez en la historia alemana, en la historia de Austria y en la historia de los pueblos escandinavos. por lo tanto es correcta la sensación, de que un alemán, o un centro europeo, tiene que ser empujado a la guerra. Básicamente hablando, no pueden iniciar una guerra por su propia voluntad. Si van a la guerra por su propia iniciativa, lo hacen de la misma manera que lo hace la iniciativa en el ego, y tales guerras se han interiorizado lo suficientemente. Eso es lo que debemos sentir como la actitud de Europa Central hacia la guerra.
¿Y qué surge en el Este para alguien capaz de sentir el carácter nacional? Para los rusos es la cosa más antinatural del mundo haber de librar la guerra. Si se reconociera a sí mismo, emprender la guerra para él lo sentiría como algo muy antinatural. Nosotros, los occidentales, no podemos convertirnos en Tolstoi, por bien que entendamos todas las cosas rusas. Pero para los rusos es antinatural hacer la guerra. Les debe venir impuesta la guerra, porque va totalmente en contra del carácter nacional. Un ruso siente la guerra como un cuestión de guerra religiosa: es algo que viene de fuera. La guerra no puede hacerse plausible para él, ya que prefiere orar por lo que ha de venir. Por lo tanto, es bastante natural buscar los motivos que hacen que los rusos vayan a la guerra no en el carácter nacional sino en los motivos que se les imponen desde afuera. En este caso, más que en ningún otro lugar, tenemos que decir que no es el pueblo quien hace la guerra, (lo es solo en un sentido externo y aparente), sino más bien, y mayormente a aquello a lo que tienen que enfrentarse. En Rusia, la guerra siempre es un 'maya', una ilusión, en el peor sentido. Esta es la razón por la que podemos expresar de manera clara y precisa lo que planteé como una pregunta en mi conferencia: ¿Quién podría haber evitado la guerra? (Si realmente queremos hablar de la posibilidad de que se evite.) Para los franceses, la guerra ha sido algo natural desde 1871 y no sería natural hablar de su capacidad para prevenirla. Cualquier persona obligada a luchar contra sus rivales, naturalmente, no tiene derecho a estar indignada cuando se ha violado la neutralidad en un lugar u otro, y en este caso la indignación debe atribuirse al elemento nacional. Pero es natural que él vaya a la guerra. Y de eso no se le puede culpar. En ese caso, la guerra no puede descartarse, más que, como resultado de la interpretación la naturaleza de las criaturas vivientes, se tiene que encontrar una frase diferente a partir del elemento del alma consciente, que desde el punto de vista del ego y, por lo tanto, habla de la "lucha por la supervivencia". Goethe no acuñó esa frase, porque desde el punto de vista del ego no es aplicable. Pero cuando se trata de una guerra como una falsedad, donde incluso se debe reinterpretar primero en una guerra religiosa, hay que decir que se ha elevado externamente y, por lo tanto, también se pudo haber prevenido externamente. Al analizar todas las profundidades que uno puede ver, tenemos que decir: es cierto que Rusia podría haber permanecido como un observador y la guerra podría haberse evitado. Si Rusia hubiera permanecido como un espectador, la guerra podría haberse evitado. Porque aquí se ha injertado una guerra en un carácter nacional cuando básicamente es algo bastante antinatural.
Tales cosas, cuando hablamos de ellas, provienen del mundo espiritual. Surgen de el. Pero siempre es posible verificarlas, confirmarlas, en el mundo exterior. Cualquier cosa a la que lleguemos a partir del mundo espiritual, encuentra confirmación en el mundo exterior. Podríamos decir que sería un gesto natural para el carácter nacional ruso rezar y esperar a lo que haya de venir. Es muy extraño; incluso los intelectuales rusos esperan expectantes, y sienten que algo que pertenece al futuro tiene que venir hacia ellos. Lo que haya de venir para ellos aún está muy por venir en el futuro y hemos visto cómo se niegan a aceptar lo que se tiene que abordar ahora. Tal vez sea más que un simple símbolo externo, que justo cuando se están librando batallas en el Mar Negro, el ruso siga mirando en esa dirección (para ver una encarnación, por así decirlo, de lo que puede esperar en el espíritu) que señala La Santa Sofía. Merezhkovsky [1865–1941] describe dos visitas que hizo a Santa Sofía. Sintió que la Santa Sofía era el símbolo externo, por así decir, de algo que no sabía cómo interpretar pero que esperaba, y lo llamó el cristianismo que vendrá para los rusos. Lo habría visto correctamente si se hubiera dado cuenta de que es una fe cristiana que ha pasado por la naturaleza de Fausto la que tendrá que ser acogida por del pueblo ruso. Pero eso es algo que aún no sabe. Él cree que representa la Santa Sofía. ¿Cuál es su actitud ante la fe cristiana? Si consideramos lo que Soloviev tiene que decir sobre esto, entonces puedo decir que muestra cierta comprensión de ella. Porque cuando una vez más, San Petersburgo y el Santo Sínodo le crearon problemas, dijo: "Ah, así es como te sientes cuando tienes problemas para que entiendan lo que quieres decir. Por un lado, me llaman un ateo liberal de Europa occidental, por el otro, un creyente ortodoxo y otros incluso me consideran un jesuita. "Concluyó diciendo: 'Es asombroso en lo que puede uno convertirse visto a través de los ojos de los canallas de Petersburgo'. Estas no son mis palabras, sino las de un buen ciudadano ruso, un ruso que nos muestra que no es fácil deshacerse de los sentimientos de simpatía o antipatía. Pero supongamos que el intelectual ruso se queda solo. Como dije, es un mundo a la expectativa, de lo que está por venir, un estado de ánimo natural por buscar algo que no se puede lograr con espadas ni cañones. Es por eso que el movimiento pan-eslavo es una hipocresía. Quedándose solo, Merezhkovsky se rindió a sus sentimientos cuando se encontró cara a cara con la Hagia Sophia. Sin embargo, lo confundió con la fe cristiana de los europeos occidentales, que han pasado por las vicisitudes de Fausto. ¿Y cómo habla él de ello?
He tratado de encontrar una formulación concisa sobre lo que las diferentes naciones pueden sentir hacia la guerra, diciendo que un ruso cree que va a la guerra por el bien de la religión, un inglés como un tema de competitividad, un francés por la gloria, un italiano o español por su patria y un alemán como una lucha por la existencia. Y, por lo tanto, podemos decir que Italia quiere preservar la patria; Francia concibe su propia idea de gloria como el ideal nacional; el inglés emprende acciones para negociar; el alemán para dar cumplimiento a sus aspiraciones; El ruso reza y eso viene naturalmente, porque es una expresión del estado de ánimo del corazón. ¿Qué decía Merezhkovsky al final de su libro, que mencioné anteayer?
La Santa Sofía, brillante, triste e inundada por la luz de color ámbar del misterio supremo, levantó mi alma caída y asustada. Miré hacia arriba a la cúpula que asemeja la bóveda del cielo, y pensé: allí está, hecha por la mano del hombre, y en ella los hombres se están acercando al dios trino en la tierra. Este acercamiento se ha cumplido y más se seguirá acercando. ¿Cómo pueden, aquellos que creen en el Hijo, no venir al Padre que es el mundo. Y Cómo no habrían de venir al Hijo aquellos que aman al mundo, como lo amó el Padre tanto, que hasta entregó a su Hijo por el. Puesto que entregan sus almas por él y por sus amigos; Ellos tienen al Hijo porque tienen Amor, solo que no saben su nombre.
No ven la conexión. Y concluyó:
Y me sentí impulsado a rezar por todos ellos, en el templo que a esta hora pertenece a los paganos, pero es el único templo para el futuro, a rezar para que mi pueblo tenga esa verdadera y conquistadora fuerza: rece por la creencia consciente en el Dios Trino.
He ahí la plegaria. Ahí tienen la antinatural lucha que recorre Europa de este a oeste.
Al tratar de obtener una comprensión interna de lo que nos encontramos aquí, intentando escapar del Maya y adentrándonos en la verdad, podemos decir que no estamos pretendiendo una antroposofía abstracta temerosa de ver. Porque si evitáramos ver los caracteres nacionales en sus verdaderos fundamentos, sería, según nuestro 'Primer Principio', tener miedo a ver la verdad. Cuando nos acercamos al hombre tal como él es y nos esforzamos mirando realmente dentro de su alma, estamos siguiendo exactamente ese Principio. Por lo tanto, estamos abordando, sobre todo, el aspecto inmortal del hombre y además entonces encontraremos la parte de él que va más allá de lo nacional, que va hacia lo eterno, y los sentimientos y sensaciones que se vuelven hacia lo eterno en el hombre. Y así encontraremos la manera de lograr lo que, después de todo, tiene que ser realizado. Porque, ¿Creen ustedes que el progreso y el bien de la humanidad no sufrirán, si persiste los temperamentos que prevalece ahora entre las naciones? ¿Temperamentos que, en cualquier caso, simplemente nacen del Maya? Desde el punto de vista de la necesidad de que los hombres se entiendan de nuevo, que continué lo que, en cierto sentido, ya se había iniciado, proveniente de Europa Central, es esencial que esta atmósfera en la que vivimos, (Una atmósfera espiritual que hoy está terriblemente tumultuosa), reciba también otros elementos y no solo los tumultuosos. Si estamos dentro de la vida espiritual, no podemos dejar de sentir, el tumulto que existe en la atmósfera espiritual de hoy. Cuanto más profundamente hayamos entrado, más sensible seremos a esto. De la vida espiritual pueden surgir cosas profundamente perturbadoras. El ocultista ha podido aprender mucho, pero nunca se había experimentado tanto, que fuera tan perturbador ni tan impactante como en los últimos tres meses.
Muchas son las veces que he subrayado la verdad oculta, de que las cosas que se presentan de una manera en el mundo físico son, por naturaleza, lo opuesto en el mundo espiritual. Algunos de nuestros amigos también podrán recordar cuán a menudo he dicho, que la guerra suspendía de la atmósfera espiritual y que en realidad solo estaba siendo retenida por algo que también es un impulso espiritual en la vida física, por el miedo. La fuerza del miedo la mantuvo retenida mientras la naturaleza de ese miedo era astral. El miedo evitó que estallara antes. Externamente hablando, la guerra comenzó, por supuesto, con el asesinato en Sarajevo. Eso, también, tiene su significado. Eso es lo que es tan perturbador en este asunto. La personalidad individual que fue asesinada en ese atentado [el archiduque Francis Ferdinand de Austria, asesinado el 28 de junio de 1914] y que pasó por la puerta de la muerte, (estamos entre nosotros aquí, por lo que también debe ser posible decir estas cosas), después presencié una aparición que nunca antes había visto ni escuchado decir a otros. En varias ocasiones he descrito la aparición de almas cuando pasan por la puerta de la muerte. Esta alma sin embargo mostraba una característica peculiar. Era como un centro de cristalización, donde todos los elementos del miedo se cristalizaban a su alrededor, por así decirlo, hasta que estalló la guerra. Después se mostró algo muy diferente. Lo que antes había sido una gran fuerza cósmica que atraía todo el miedo, se convirtió después en algo que era lo contrario. El miedo que había prevalecido aquí en el plano físico había frenado a todos. Pero una vez que esta alma ascendió al plano espiritual, actuó de manera opuesta, trayendo la guerra.
Experimentar tales cosas perturba profundamente al alma. Y hay muchas de esas cosas que ahora existen dentro de los altibajos de los impulsos astrales que se elevan hacia el mundo espiritual desde los corazones y las mentes de los hombres. Y aquí entre nosotros, puedo decir que nunca he experimentado nada como las cosas que experimenté en estos últimos meses, algo que ha agitado las almas humanas en terribles y tremendas oleadas. A partir de ahí, por supuesto, es evidente lo que está sucediendo en la atmósfera espiritual. Y si en definitiva se ha de producir lo que flota en la atmósfera espiritual, esa atmósfera, por consiguiente, debe estar penetrada de pensamientos que solo puedan surgir de las almas que hayan captado el mundo espiritual. Por lo tanto, les suplico fervientemente a sus almas que conciban ideas, ideas que tratemos de estimular con reflexiones como las de hoy o de anteriores ocasiones. Estas son ideas que surgen de la percepción espiritual y solo las almas que han pasado por la ciencia espiritual pueden enviar tales pensamientos al mundo espiritual. Las almas necesitarán tales pensamientos ahora mientras la guerra está en progreso, y aún más después. ¡Porque los pensamientos son realidades!
El mayor deseo es dirigir al mundo espiritual la más ferviente oración, para que todo lo que surja de esta guerra y después de ella, pueda originarse no de las elucubraciones humanas sino de la verdad y de la realidad espiritual. Cuanto más pensamientos de esos envíen al mundo espiritual, más estarán favoreciendo lo que surja de estas luchas mundiales, y más contribuirán por la verdadera necesidad de toda la evolución de la humanidad.
Esta plegaria, pues, será la culminación de todo lo que intenté presentar ante sus almas con estos pensamientos. Si las cuestiones que hemos considerado, realmente han entrado en nuestras almas, si nuestras almas, como almas que ahora han vivido en la ciencia espiritual, permiten que fluya hacia el mundo espiritual lo que traiga paz al hombre, entonces nuestra ciencia espiritual habrá superado la prueba en estos tiempos fatídicos. La habrá superado en el sentido de que nuestros combatientes no habrán dado en vano rienda suelta a todo su valor; Que la sangre de la batalla no se haya vertido en vano. Entonces, el sufrimiento de los que lloran, los sacrificios que se han hecho en el mundo, no habrá sido en vano. Entonces, el fruto del espíritu crecerá a partir de estos días fatídicos, y crecerá más en la medida en que los seres humanos pueden enviar al mundo espiritual, pensamientos como los que he indicado.
Quiero dejar en claro que las palabras que estoy a punto de pronunciar forman una estructura séptuple, formando una especie de mantram. Por favor, tenga en cuenta que en la penúltima linea, las palabras "Lenken Seelen" deben interpretarse como "wenn Seelen lenken" (si las almas dirigen).
Esto es lo que quería poner ante ustedes: que estos eventos, que hablan tanto de la realidad, se nos presentan bajo la luz correcta si nos elevamos por encima de Maya a la correcta realidad. Las almas encontrarán que es posible ver nuestro tiempo presente de esa manera. Almas que podrán encontrarse entre si, cuando a la vez se encuentren en el sentido que Krishna enseñaba con respecto a las almas combatientes. Y si se hace posible que las almas que han pasado por la ciencia espiritual, envíen al mundo espiritual pensamientos fecundos para el espíritu en estos días fatídicos y difíciles, entonces se desarrollará el fruto correcto de todo lo que está sucediendo en esas luchas difíciles y crueles sacrificios. Por lo tanto, lo que deseaba decirle a sus almas hoy podría terminar en lo que me gustaría ver como conciencia, como la conciencia más íntima de aquellas almas que han pasado por la ciencia espiritual:
Por el valor mostrado en la batalla,
Por la sangre derramada en la guerra,
Por el dolor de los que quedan,
Por las obras de sacrificio del pueblo.
Los frutos espirituales vendrán a crecer.
Si las almas con conocimiento del espíritu.
Dirigen su mente a los reinos espirituales.

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Traducido por Julio Luelmo abril 2019
El objetivo de este blog es publicar en Internet todo el material fuente existente para las transcripciones de las conferencias de Rudolf Steiner de la forma más completa posible, para que este gran tesoro esté disponible para toda la humanidad. Se trata de notas de oyentes, transcripciones de conferencias y, en su mayor parte, transcripciones en texto plano de conferencias estenografiadas, también conocidas como transcripciones en texto plano. De este modo, cualquiera puede comprobar por sí mismo, mediante comparaciones, qué dijo realmente Rudolf Steiner y cómo fue editado (y, por tanto, modificado) en las distintas ediciones. Y por último, pero no menos importante, también encontrarán mucho material inédito. La obra de Rudolf Steiner es de dominio público desde 1996 y, por tanto, pertenece legalmente a toda la humanidad. Él mismo habría elegido una fecha mucho más temprana para la publicación de su obra, como se desprende de los pasajes sobre propiedad intelectual que citamos a continuación; Incluso el período de protección de 30 años que se aplicaba entonces le parecía demasiado largo. ¿Y qué habría dicho sobre el hecho de que 85 años después de su muerte, parte de su obra docente siga inédita y acumulando polvo en los archivos? Él mismo encontró una expresión adecuada para esto: Fue puesto en un ataúd. Este sitio web está destinado a ayudar a liberarlo de este ataúd. "Lo que el hombre puede crear a partir de sus capacidades intelectuales se lo debe a la sociedad humana, al orden social humano. En realidad, no le pertenece. ¿Por qué gestionamos nuestra propiedad intelectual? Simplemente porque la produces; al producirla, demuestras que tienes la capacidad de hacerlo mejor que los demás. Mientras tengas esa capacidad mejor que los demás, gestionarás mejor esa propiedad intelectual al servicio del conjunto. Ahora la gente se ha dado cuenta al menos de que esta propiedad intelectual no se perpetúa sin fin. Treinta años después de la muerte, la propiedad intelectual pertenece a toda la humanidad. Cualquiera puede imprimir lo que yo he producido treinta años después de mi muerte. Puede utilizarlo como quiera; y eso está bien. Incluso estaría de acuerdo si hubiera más derechos en este ámbito. No hay otra justificación para la gestión de la propiedad intelectual que el hecho de que, porque se puede producir, también se tienen las mejores capacidades [...] Será una forma sana de socializar el capital si hacemos fluir en el organismo social lo que hoy se acumula como capital en el derecho de sucesiones, en el surgimiento de las pensiones, del derecho de las manos ociosas, de los derechos humanos superfluos, lo que así se acumula en capital; eso es lo que importa. Ni siquiera hace falta decir que la propiedad privada debe convertirse en propiedad social. El concepto de propiedad no tendrá ningún significado". Rudolf Steiner el 25 de abril de 1919