GA321 Stuttgart 7 de marzo de 1920 Impulso de la ciencia espiritual para el desarrollo de la física -Derretimiento del hielo a presión como imagen del aire.

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Impulso de la ciencia espiritual para el desarrollo de la física
El calor en la frontera de la materialidad positiva y negativa 

RUDOLF STEINER



VII conferencia 


Derretimiento del hielo a presión como imagen del aire. Eliminación de la esencialidad de los conceptos en la ciencia natural moderna. Ed. v. Hartmann. Significado de los nuevos institutos de investigación. Calentamiento del agua mediante trabajo. Planeta sólido: gravedad; Planeta gaseoso: gravedad negativa; Planeta fluido: esfera cero. Forma poliédrica, forma negativa, esfera o esfera nula. Relación con sólido, gaseoso, líquido. Wärmenacht=Calor nocturno y Wärmetag=calor diurno.

Stuttgart 7 de marzo de 1920

Queridos amigos,

Ustedes recordarán que ayer teníamos aquí un bloque de hielo del que habríamos esperado que se deshiciera en dos pedazos al cortarlo con un alambre del que colgaba un peso. Aunque sólo vieron el comienzo del experimento, pudieron convencerse de que no fue así, porque tan pronto como la presión del alambre licuó el hielo de abajo, inmediatamente se congeló de nuevo por encima del alambre. Es decir, la licuefacción sólo se produjo como consecuencia de la presión. Por lo tanto, puesto que conservamos el hielo como hielo, la entidad de calor actuó de tal manera que el bloque se cerró de inmediato. Utilizo la expresión deliberadamente.

¿Acaso no les sorprendió mucho al principio? Pero les sorprendió sólo porque no están acostumbrados a la observación de los hechos, necesaria si realmente quieren seguir los fenómenos físicos. Por otra parte, están ustedes realizando el mismo experimento todo el tiempo y no se asombran de ello en absoluto. Pues cuando ustedes toman su lápiz y lo pasan a través del aire, están continuamente cortando el aire y éste se está cerrando inmediatamente detrás. Entonces no están haciendo otra cosa que lo que hicimos ayer con el bloque de hielo, pero lo están haciendo en otra esfera, en otro ámbito. Podemos aprender bastante de esta observación, porque vemos que cuando simplemente pasamos el lápiz a través del aire (las condiciones bajo las cuales lo hacemos no serán tratadas), son las propiedades del propio aire las que provocan el cierre del material detrás del lápiz. En el caso del hielo no podemos evitar el pensamiento de que la entidad calorífica entra en el proceso de tal manera que contribuye lo mismo que contribuye la propia naturaleza del aire cuando el lápiz lo atraviesa. Aquí tienen sólo una extensión de lo que les dije ayer. Cuando ustedes se imaginan el aire y se imaginan que se corta y se cierra de golpe, la materia que compone el aire es responsable de todo lo que ustedes pueden percibir. Cuando se trata de un cuerpo sólido, como el hielo, entonces el calor es activo de la misma manera que lo es el propio aire material en el otro caso. Es decir, aquí se han encontrado con una imagen real de lo que ocurre en el calor. Y de nuevo han establecido que cuando observamos la condición gaseosa o de vapor, -el aire es vaporoso, gaseoso en realidad-, hemos representado de manera material en los fenómenos de los gases una imagen de lo que tiene lugar en la entidad calórica.

Y si observamos fenómenos de calor en un cuerpo sólido no tenemos fundamentalmente otra cosa que el sólido existiendo junto a algo que tiene lugar en el ámbito del ser calor. Por así decirlo, vemos ante nuestros ojos los fenómenos dentro del reino del calor que también vemos reproducirse a través del gas. De esto podemos concluir, o más bien simplemente afirmar, puesto que no es más que lo evidente lo que estamos presentando, podemos afirmar lo siguiente: Si queremos acercarnos al ser del calor en su realidad debemos buscar como buenamente podamos forzar nuestra entrada en el reino de lo gaseoso, en los cuerpos gaseosos. Y en lo que ocurre en los gases veremos simplemente imágenes de los fenómenos dentro del reino del calor. Así, la naturaleza evoca ante nuestros ojos, por así decirlo, imágenes de procesos en el ser de calor mediante una manifestación de ciertos fenómenos en los gases. Obsérvese ahora que nos estamos alejando mucho del método moderno de observación, tal como se practica en las ciencias naturales en general, y no sólo en la física. Preguntémonos a dónde nos lleva realmente el método moderno en última instancia. Tengo aquí una obra de Eduard von Hartmann, en la que trata un campo especial desde su punto de vista, a saber, el campo de la física moderna. He aquí un hombre que se ha forjado un horizonte amplio con el espíritu de la época y que, por tanto, podemos decir que está en condiciones de decir algo como filósofo sobre la física. Ahora bien, es interesante ver cómo un hombre así, que habla totalmente en el espíritu moderno, se ocupa de la física. Él comienza el primer capítulo de la siguiente manera:

"La física es el estudio de las transformaciones y movimientos de la energía y de su separación en factores y su resumen". Dicho esto, naturalmente debe añadir otra afirmación. Dice además: "La física es el estudio de los movimientos y transformaciones de la energía (fuerza) y de su resolución en factores y sus sumas". La validez de esta definición no depende de cómo consideremos la energía. No depende de que la consideremos como algo final, último, ni de que la veamos realmente como un producto de algunos factores más amplios. Tampoco depende de si sostenemos este o aquel punto de vista sobre la constitución de la materia. Sólo afirma que todas las observaciones y percepciones de la energía se basan en el hecho de que puede cambiar de lugar y de forma y ser analizada dentro de estas categorías." (Visión del mundo según la física moderna de Edw. V. Hartmann, Leipzig, 1902, Hermann Haake, página 3)

¿Qué significa cuando se habla de esta manera? Significa que se intenta definir lo que está ante uno físicamente de tal manera que no hay necesidad de entrar en su naturaleza real. Se forma un cierto concepto de energía y se dice: todo lo que se nos presenta desde fuera, físicamente, es sólo una transformación de este concepto de energía. Es decir, se expulsa de los conceptos todo lo esencial, y se piensa que se está bastante seguro, porque no se advierte que se trata precisamente del tipo más inseguro de definición. Pero este tipo de cosas se ha abierto camino hasta un punto muy desafortunado en nuestros conceptos físicos. Se ha introducido tan plenamente, amigos míos, que hoy nos resulta casi imposible hacer experimentos que nos revelen la realidad. Todos nuestros laboratorios, de los que dependemos para hacer investigación física, están completamente dedicados a elaborar los puntos de vista teóricos de la física moderna. No podemos utilizar fácilmente lo que tenemos en forma de herramientas para revelar la naturaleza física esencial de las cosas. El remedio para esta situación es que, en primer lugar, un cierto número de personas se familiarice con el efecto que tiene sobre los métodos, el adentrarse en la verdadera naturaleza física de las cosas. Este grupo tendrá entonces que encontrar el método experimental, el montaje de laboratorio apropiado para hacer posible una entrada gradual en la realidad. De hecho, hoy en día no sólo necesitamos revisar nuestra visión del mundo en su aspecto conceptual, sino que necesitamos institutos de investigación que trabajen a nuestra manera de pensar. No podemos avanzar tan rápido como deberíamos en la consideración de la Antroposofía si no somos capaces de sacar a la gente del atolladero en el que se mueve el pensamiento moderno. De la misma manera que los físicos pueden mostrar con fábricas que lo que dicen es cierto, así nosotros debemos mostrar a la gente con experimentos que lo que decimos sobre las cosas es correcto. Naturalmente, sin embargo, debemos penetrar en el pensar físico real antes de poder hacer esto. Y para pensar en términos físicos reales es necesario que nos pongamos en el estado mental indicado en estas conferencias, especialmente en la de ayer.

¿Acaso no es cierto que el físico moderno observa lo que sucede y, cuando lo observa, se esfuerza por eliminar de los fenómenos percibidos todo lo que no puede reducir a cálculos? Hagamos ahora este experimento para poner hoy ante nuestra mente algo que desarrollaremos en el curso de las conferencias siguientes. Aquí introducimos una rueda de paletas giratoria en un líquido, de modo que, al poner la rueda en rotación a través de este aparato de conversión, realizamos un trabajo mecánico, -dejamos que la máquina lo realice. Pero al interferir este trabajo mecánico con los acontecimientos en el agua en la que está sumergida la rueda de paletas, causaremos un calentamiento considerable del agua, y tenemos ante nosotros el experimento más simple y elemental por el cual, como se dice, el trabajo mecánico se convierte en calor o, como también se dice, en energía térmica. Ahora tenemos una temperatura de 16 ° y después de algún tiempo vamos a examinar la temperatura de nuevo.

Volvamos ahora por un momento a lo que ya se ha dicho. Hemos intentado captar el destino, por así decirlo, de la corporeidad física, llevando la corporeidad a través de los puntos de fusión y ebullición. Es decir, haciendo fluidos los cuerpos sólidos y haciendo gaseosos los cuerpos fluidos. Hablaré ahora de estas cosas en los términos más sencillos posibles.

Hemos visto que la propiedad fundamental de los cuerpos sólidos es la posesión de forma. Los sólidos no presentan fuerzas de formación de la forma como lo hacen éstas en los líquidos antes de que la evaporación haya tenido tiempo de producirse. Los sólidos tienen forma por sí mismos. Los líquidos deben estar encerrados en un recipiente, y para formar una superficie líquida, como lo hacen en todas partes, necesitan las fuerzas de toda la tierra. En verdad, hemos traído esto ante nuestras almas. Esto nos obliga a hacer la siguiente afirmación: Cuando consideramos los líquidos de toda la tierra en su totalidad, estamos obligados a considerarlos como relacionados con el cuerpo de la tierra en su totalidad. Sólo los sólidos se emancipan de esta relación con la tierra, toman una individualidad, asumen su propia forma. Si ahora hacemos valer el método con el que la física ordinaria representa las cosas sobre lo que se llama gravedad, sobre lo que causa la formación de la superficie líquida, debemos hacerlo de la siguiente manera. Debemos, si queremos atenernos a lo observable, introducir de alguna manera en los cuerpos sólidos individualizados lo que es esencial en esta superficie líquida horizontal. De alguna manera, debemos concebir aquello que está activo en la superficie líquida, y que se concibe bajo el epígrafe de gravedad como dentro de los sólidos que, por tanto, individualizan en cierta manera la gravedad. Así vemos que los sólidos recogen la gravedad en su interior. Por otra parte vemos que en el momento de la evaporación cesa la formación de superficie líquida. El gas no forma superficie. Si queremos dar forma a un gas, limitar el espacio que ocupa, debemos hacerlo colocándolo en un recipiente cerrado por todos lados. Al pasar del líquido al gas comprobamos que cesa la formación de superficie. Vemos disipado este último resto de la tendencia a la formación de superficie inducida por la tierra que muestra el líquido. Y vemos también que todos los gases se agrupan en una unidad, como lo ilustra el hecho de que todos tienen el mismo coeficiente de dilatación; los gases en su conjunto representan la materia emancipada de la tierra.

Ahora capten estrictamente este pensamiento: ustedes están situados aquí como seres humanos, es decir, como organismos de carbono, sobre la tierra sólida, están bajo los fenómenos que causan los cuerpos sólidos de la tierra. Como tales éstos están sometidos a la gravedad, de la que se dice que se manifiesta en todas partes. De modo que ustedes, de hecho, situados sobre la tierra como seres humanos, tienen a su alrededor los cuerpos sólidos que deben haberse apropiado de algún modo de la gravedad para la formación de su figura. Pero en los fenómenos que estos cuerpos sólidos provocan en la caída, como dije ayer, a lo que hay que añadir un nivel ideal que se puede formar en todas partes, en que se tiene algo que se puede considerar como una especie de continuo, como algo que se extiende por todas partes, que es, por así decirlo, un fluido invisible. De modo que los cuerpos sólidos, en la medida en que se mueven sobre la tierra y dan lugar a fenómenos, constituyen un fluido en la suma de estos fenómenos. Hacen lo mismo que un fluido material hace en sí mismo. De modo que en realidad podemos decir: Cuando estamos sobre la tierra sólida, percibimos y llamamos gravedad a lo que en el agua es formación de nivel.  

Ahora piensen, sin embargo, si fuéramos capaces como seres humanos de vivir en un cuerpo planetario líquido, estaríamos organizados de tal manera que viviríamos en un cuerpo planetario líquido.  Entonces tendríamos que estar por encima de la formación de nivel de este líquido. Y entonces, igual que ahora estamos en relación con el líquido, estaríamos en relación con el gaseoso, que, sin embargo, se desplaza por todos lados. Pero eso significaría nada menos que allí no podríamos percibir la gravedad.  Hablar de gravedad dejaría de tener sentido. Así pues, sólo perciben la gravedad, y sólo están sujetas a ella, aquellas corporeidades que se encuentran en un planeta que es sólido. Los seres que pudieran vivir en un planeta líquido no sabrían nada de la gravedad. No podrían hablar de ella. Y los seres que viven incluso en un mundo gaseoso tendrían que considerar como normal lo contrario de la gravedad, el alejamiento del centro por todos lados. Si quiero expresarme paradójicamente: en el caso de los seres que habitan un planeta gaseoso, los cuerpos, en lugar de caer hacia el planeta, tendrían que ser continuamente lanzados lejos. De modo que si ahora encontramos la transición hacia el pensamiento realmente físico, no meramente hacia el pensamiento matemático, que se sitúa fuera de lo real, sino que si realmente pensamos físicamente, debemos decirnos: Empezamos por situarnos en un planeta sólido para tener gravedad a nuestro alrededor. Y al pasar del planeta sólido al gaseoso, atravesamos una especie de estado cero y llegamos a un estado opuesto, a una expresión espacial de la fuerza que, en relación con la gravedad, sólo podría concebirse negativamente.

Así que ya ven, al atravesar lo material, llegamos realmente a un punto cero en el ser espacial, a una esfera cero en el ser espacial, de modo que sólo podemos hablar de gravedad como algo muy relativo. En efecto, pero cuando añadimos calor a un gas, -hemos hecho los experimentos al respecto- calor que siempre aumenta su poder de dispersión, ¿No vemos ya el cuadro que les esbocé? (Véase el dibujo.) Lo que es activo en el gas, ¿No está ya más allá de la esfera cero, a la que se dirige la gravedad? ¿No cabe, permaneciendo en el interior de los fenómenos, pensar además que, al encontrar la transición de un planeta sólido a un planeta gaseoso, pasamos por un punto cero? Abajo, la gravedad; arriba, esta gravedad se transforma para el pensar físico en su contrario, en gravedad negativa. Pero lo encontramos, ni siquiera necesitamos pensarlo. El ser del calor hace lo mismo que esta gravedad negativa. Ciertamente aún no hemos alcanzado nuestra meta, pero ya hemos logrado tanto que podemos captar la esencia del calor relativamente en la medida en que podemos decir: La esencia del calor se expresa justamente como la negación de la gravedad, la gravedad negativa. Por tanto, si en las fórmulas físicas que contienen gravedad en sí mismas, se introduce negativamente una cantidad de gravedad, entonces, según el pensar realista, esta fórmula ya no debe introducir línea de gravedad o cantidad de gravedad, sino línea de fuerza calorífica y cantidad de fuerza calorífica. Así que ya ven que las matemáticas se pueden vivificar de esta manera. Uno puede simplemente tomar las fórmulas que surgen de algo que consideramos puramente mecánico como un sistema de gravedad. Si en estas fórmulas ponemos las cantidades en negativo, nos vemos obligados a considerar como calor lo que antes era gravedad.  Pero de esto se deduce que sólo se llega a resultados reales captando los fenómenos en su concreción. Al pasar de los cuerpos sólidos a los líquidos, vemos cómo la forma se disuelve bajo la influencia de convertirse en líquido.  La forma se pierde. Cuando disuelvo o fundo un cristal, éste pierde la forma que tenía antes. Adopta la forma que inicialmente adquiere bajo la influencia de la tierra, porque pasa a lo general, a fluido. El cuerpo adopta la superficie plana de la tierra y debe conservarse en un recipiente. 

Pero resulta, -queremos registrar el asunto al principio de nuevo meramente en apariencia, mas adelante podremos comprenderlo más concretamente-, si la cantidad de líquido es sólo lo suficientemente pequeña para que la gota adquiera la forma esférica. Los líquidos, por tanto, si son suficientemente pequeños, tienen la posibilidad de emanciparse de la fuerza general de la gravedad y de adquirir en un caso especial la que de otro modo hace aparecer las formas poliédricas en los cristales. Pero los líquidos tienen entonces la peculiaridad de adoptar una forma homogénea, la forma esférica. Y cuando miro esta forma esférica, es en cierto sentido el resumen, la síntesis de todas las formas poliédricas, de todas las formas de cristales.  

En cambio, si ahora paso del líquido al gas, tengo un movimiento de separación, de disolución de la forma esférica, pero ahora hacia el exterior.  Ahora, sin embargo, llegamos a un concepto algo más difícil: imaginen que están frente a una forma simple, un tetraedro, e inviertan el tetraedro como se invierte un guante. Entonces notarían, sin embargo, si quisieran invertirlo del todo, que tendrían que pasar por la forma esférica, y que entonces aparece el cuerpo negativo, para el cual todas las relaciones son negativas, que es, por así decirlo, tal que si tienen aquí el tetraedro, de alguna manera lleno, tendrían que imaginar este cuerpo negativo de tal manera que todo el espacio restante esté lleno. 

Hay gas. Ahora imaginen un agujero tetraédrico cortado en este espacio lleno. Ahí está hueco. Entonces, si tomas la materia como real, tendrías que poner los valores negativos en todas las cantidades que se relacionan con este tetraedro. Entonces se obtiene el tetraedro negativo, el tetraedro vaciado, mientras que por lo demás hay materia dentro del tetraedro.  Pero el estado intermedio, donde el tetraedro positivo se transforma en tetraedro negativo, es la esfera. 

Todo cuerpo poliédrico pasa a su negación atravesando la esfera como a través de un punto cero, una esfera cero

Ahora sigan esto en lo concreto con los cuerpos. Tienen los cuerpos sólidos con formas; pasan por la forma líquida, es decir, esférica, y se convierten en gases.  Si queremos considerar los gases correctamente, tendríamos que considerarlos como formas, pero como formas negativas. Así que llegamos a formas que sólo podemos captar si pasamos a través de la esfera cero a la negativa. Es decir: al ir a los procesos de los gases, que son imágenes de los procesos del calor, no llegamos en absoluto a una falta de forma, únicamente se nos hace más difícil captarlas, ya que las formas de nuestro entorno, que son formas positivas, no son formas negativas. Sí, pero al mismo tiempo partiendo de esto, vemos que cada cuerpo en el que el fluido entra en consideración en cualquier parte está en un estado intermedio. Está en el estado intermedio de pasar de la forma a lo que llamamos sin forma, es decir, a la forma negativa. 

¿Tenemos un ejemplo en alguna parte donde podamos seguir algo así, en lo que está en nuestro entorno más cercano, en aquello que miramos pero que en realidad no experimentamos? Al fin y al cabo, cuando estamos al lado de la licuefacción de un cuerpo sólido o de la vaporización de un cuerpo líquido, permanecemos más o menos en el mismo estado de experiencia en el que estábamos antes. Pero, ¿Podemos experimentar algo así? Podemos experimentarlo y lo experimentamos continuamente. Lo experimentamos por el hecho de que somos terrícolas y de que la Tierra es, en efecto, un cuerpo sólido en el entorno en el que habitamos, y además hay cuerpos en ella que provocan los diversos fenómenos de nuestro entorno que luego observamos. 

Además, el estado fluido está incrustado en lo terrenal y pertenece a él. Lo gaseoso también le pertenece. Ahora surge una gran distinción entre lo que llamaré "Wärmenacht" y "Wärmetag". (Utilizo estos términos para acercarnos a la comprensión del problema). ¿Qué es Wärmenacht? Wärmenacht y Wärmetag son simplemente lo que le sucede a nuestra tierra bajo la influencia del ser de calor del cosmos. ¿Y qué ocurre? Retomemos estos fenómenos de la tierra para que podamos captar lo que puede ser fácilmente comprendido por nuestro pensar. Bajo la influencia del Wärmenacht, es decir, durante el tiempo en que la Tierra no está expuesta al Sol, mientras la Tierra está sola y emancipada de la influencia del Ser Solar cósmico, busca la forma como la gota toma forma cuando puede sustraerse a la fuerza general de gravitación. Por lo tanto, cuando consideramos el esfuerzo general de la tierra por la forma, tenemos la característica de la Wärmenacht en comparación con la noche ordinaria. Me parece muy justificado decir a este respecto que la Tierra se esfuerza por alcanzar la forma de gota. Durante el Wärmenacht operan muchas otras tendencias, como la tendencia a la cristalización. Y lo que experimentamos cada noche es un surgimiento continuo de fuerzas que tienden a la cristalización. Durante el día, bajo la influencia del ser del sol, se produce una disolución continua de esta tendencia a la cristalización, una voluntad continua de superar la forma.

Y podemos hablar del "amanecer" y el "crepúsculo" de este estado de calor. Por amanecer entendemos que después de que la tierra haya buscado cristalizarse durante el Wärmenacht, este proceso de cristalización se disuelve de nuevo y la tierra pasa por el estado de esfera en su atmósfera y busca dispersarse de nuevo. Tras el Wärmetag llega un estado crepuscular en el que la tierra vuelve a buscar formar una esfera y cristalizarse durante la noche. Así pues, tenemos que pensar que la Tierra está atrapada en un proceso cósmico que consiste en un acercamiento en el Wärmenacht cuando el movimiento de la Tierra la aleja del Sol, una tendencia a convertirse en un cristal. A su debido tiempo esto se comprueba cuando la tierra es conducida a través de la condición del amanecer, a través de la esfera. Entonces la tierra busca disipar sus fuerzas a través del cosmos hasta que la condición crepuscular restablece las fuerzas opuestas. En el caso de la tierra no tenemos que ver con algo fijo en el cosmos, sino con algo que vibra entre dos condiciones, Wärmetag y Wärmenacht. Nuestro instituto de investigación debería ocuparse de este tipo de cosas. A nuestro termómetro ordinario, higrómetros, etc., deberíamos añadir otros instrumentos a través de los cuales pudiéramos demostrar que ciertos procesos de la tierra, especialmente de las porciones fluidas y gaseosas, tienen lugar por la noche de modo diferente que durante el día.

Se puede ver además que tenemos aquí un razonamiento que conduce a una visión física mediante la cual podemos finalmente demostrar con instrumentos apropiados las delicadas diferencias en todos los procesos en líquidos y gases durante el día y durante la noche. En el futuro debemos ser capaces de hacer un experimento dado durante el día y en una hora correspondiente de la noche y tener instrumentos de medición que nos muestren la diferencia en la forma en que el proceso se desarrolla durante el día y durante la noche. Porque de día las fuerzas que tienden a la cristalización en la tierra no intervienen en el proceso, pero de noche sí. En la noche surgen fuerzas que provienen del cosmos. Y estas fuerzas cósmicas que buscan cristalizar la tierra tienen necesariamente su efecto en el proceso. Aquí se abre una vía de experimentación que mostrará la relación de la tierra con el cosmos. Han de ser conscientes de que los institutos de investigación que se creen en el futuro, de acuerdo con nuestra visión antroposófica del mundo, tendrán que enfrentarse a grandes problemas. Deberán contar con cosas que hoy en día sólo se tienen en cuenta en contadas ocasiones. Naturalmente, hoy las tenemos en cuenta, con los fenómenos luminosos al menos en ciertos casos, cuando tenemos que oscurecer artificialmente la habitación, etc. Pero en otros fenómenos que tienen lugar dentro de una cierta esfera nula, no lo hacemos. Entonces, cuando hayamos hecho evidentes estos hechos y los hayamos demostrado, sustituiremos por ellos todo tipo de fuerzas teóricas en átomos y moléculas.

Todo el asunto, tal como se entiende ahora, se basa en la creencia de que podemos investigarlo todo durante el día. En este nuevo tipo de investigación, encontraremos, por ejemplo, diferencias en la cristalización dependiendo de si llevamos a cabo el mismo experimento durante el día o durante la noche. Este es el tipo de cosas a las que nuestra atención debe dirigirse especialmente. Y por ese camino llegaremos por primera vez a la verdadera física. Hoy en día, los hechos físicos se encuentran en una relación caótica entre sí. Hablamos, por ejemplo, de energía mecánica, de energía acústica. Pero no hay que entender que cuando pensamos en estas cosas de la manera correcta, la energía mecánica sólo puede operar donde hay sólidos. El reino de los fluidos se encuentra entre las energías puramente mecánicas y las acústicas. De hecho, cuando dejamos la región en la que observamos más fácilmente la energía acústica, la región gaseosa, entonces llegamos a la región del siguiente estado de agregación, como se llama, al calor. Esta se encuentra por encima de la gaseosa, al igual que el fluido se encuentra por encima de la sólida. Podemos tabular estas cosas de la siguiente manera:

X
Calor
Gaseoso-acústico
Fluidos
Sólido Mecánico

En el estado sólido encontramos la energía mecánica como característica. En el gaseoso encontramos la energía acústica como característica. Del mismo modo que aquí hemos dejado fuera el fluido, también debemos dejar fuera el reino del calor y por encima encontramos algo que en este momento indicaré por X. Así pues, tenemos que buscar algo más allá de la región del calor. Entre esta X y nuestros fenómenos acústicos que se manifiestan en el aire se encontraría el ser del calor, del mismo modo que la condición de fluido se encuentra entre los estados gaseoso y sólido. Intentamos, como ven, captar la naturaleza del calor de todas las maneras posibles, acercarnos a ella por todos los caminos posibles. Y cuando ustedes se dicen a sí mismos: la condición fluida se encuentra entre la gaseosa y la X, deben de la misma manera tratar de pasar de la condición de calor a la condición X. Deben encontrar algo que se encuentre en el estado gaseoso. Deben encontrar algo que se encuentre del otro lado de la región del calor, así como, por ejemplo, el mundo tonal, tal como se expresa en el aire, se encuentra de este lado de la región del calor. De este modo se ve cómo intentar construir conceptos reales de lo físico que nos saquen de lo meramente abstracto. La geometría comprende realmente las formas espaciales, pero nunca puede comprender lo mecánico, excepto como movimiento. Los conceptos que estamos formando intentan realmente incluir lo físico. Se sumergen en la naturaleza de lo físico y hacia tales conceptos debemos esforzarnos. Por lo tanto, yo pensaría que éstos son propiamente el tipo de cosas que deberían pertenecer a lo que está en la base de la "Escuela Libre Waldorf". Se debería intentar ampliar lo experimental de la manera que se ha indicado hoy aquí. Lo que está muy descuidado en nuestros procesos físicos, el tiempo y el paso del tiempo, será así atraído hacia los experimentos físicos.

Traducido por J.Luelmo sept,2023

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