GA348 -Dornach 27 de enero de 1923-ciclo salud y enfermedad relación entre la respiración y la sangre

Índice

RUDOLF STEINER

SALUD Y ENFERMEDAD VOL. II

Dornach 27 de enero de 1923

séptima conferencia

relación entre la respiración y la sangre

Se plantea una pregunta sobre qué relación hay entre la respiración humana y el pulso. ¿Quizás en épocas anteriores era completamente diferente?

Bien, repasemos rápidamente cómo están las cosas hoy. Por lo que se refiere al propio ser humano, tenemos por un lado la respiración. El hombre está conectado al mundo exterior por medio de la respiración, porque está constantemente inhalando y exhalando aire. Por lo tanto, se puede decir que el hombre de hoy está constituido de tal manera que absorbe el aire saludable y expulsa el aire nocivo. El aire expulsado contiene dióxido de carbono. Por otro lado, la circulación de la sangre, es un proceso interno en el cual la sangre fluye a través del propio cuerpo. No discutiré si es exacto decir que la sangre circula en el cuerpo, pero la fuerza de la sangre circula por el cuerpo. Pues bien, aunque varía ligeramente según el individuo, una persona respira aproximadamente dieciocho veces por minuto. En cuanto a la sangre, la frecuencia del pulso es de setenta y dos latidos por minuto. Por tanto, se puede decir que la respiración está relacionada con la circulación sanguínea en un adulto hoy de tal manera que su pulso es cuatro veces más rápido que su respiración.

Ahora bien, debemos tener clara la relación que existe, en el ser humano de hoy, entre el proceso de respirar y su circulación sanguínea. Lo primero, es establecer que el hombre principalmente respira a través de los pulmones, (nariz, boca y pulmones), aunque esta es solo su forma principal de respirar. De hecho, en el ser humano, las funciones realizadas principalmente por una parte de su cuerpo también se realizan en menor grado por todo su cuerpo. Así pues, el aire, o mas concretamente el oxígeno del aire, se absorbe constantemente a través de la superficie de su piel. Por lo tanto, el hombre también respira a través de su piel y, junto con el proceso de respiración ordinario de sus pulmones, también se puede hablar de la respiración de su piel. Si, por ejemplo, los poros de su piel están obstruidos, la piel absorbe muy poco aire. Algo no está bien con la respiración de la piel. La piel del hombre siempre debe estar en tal forma que pueda respirar a través de ella.

En el caso de los seres humanos, todos los procesos externos pueden, por así decirlo, existir también internamente. Haciendo un bosquejo del ser humano, podemos decir que la respiración se produce en dieciocho respiraciones por minuto, a través de toda la superficie de la piel, aunque especialmente a través de los pulmones. Todo esto, sin embargo, requiere ser equilibrado en el ser humano, por ello hace su aparición algo bastante interesante. El hombre no puede respirar adecuadamente ni a través de sus pulmones ni a través de su piel, pero especialmente no a través de su piel, a menos que pueda ser equilibrado.

Ustedes saben que un imán no tiene solo un polo norte, o polo positivo, sino también un polo sur, o polo negativo. Si el hombre posee los pulmones y la piel para respirar, así mismo también necesita lo opuesto, y ese opuesto se encuentra en el hígado. Ya nos hemos familiarizado con el hígado desde varios puntos de vista; ahora debemos aprender a verlo como lo opuesto a la actividad piel-pulmón; El hígado y la actividad piel-pulmón se equilibran entre sí. Se podría decir que el propósito constante del hígado es poner en orden internamente lo que el hombre adquiere al respirar en su relación con el mundo exterior. Para eso está el hígado.

Consideren un trastorno del hígado que puede ocasionarse en cualquier momento, aunque mas en personas mayores. Cuando hay un desorden en el hígado, es bastante difícil de diagnosticar y con frecuencia uno no lo sabe, porque el hígado es el único órgano que no duele cuando algo anda mal. El hombre puede sufrir durante mucho tiempo una enfermedad de hígado sin saberlo. Nadie puede diagnosticarlo porque no hay dolor. Esto se debe a que el hígado está relacionado con los aspectos más externos del ser humano, la piel y los pulmones. Internamente, el hígado es realmente algo así como un mundo exterior. Cuando se rompe una silla el hombre no lo siente internamente, pasa lo mismo con el hígado, tampoco siente cuando se está destruyendo. Es como si el hígado fuera un segmento del mundo exterior. A pesar de esto, es de una importancia terrible para el ser humano.

Ahora imaginen que el hígado funciona mal. Cuando esto sucede, toda la actividad de los pulmones y la piel también se desequilibra, y debido a ello surge un problema específico. Como verán, las arterias van desde el corazón, hasta los pulmones y la piel. A través de vasos sanguíneos bastante delicados, la circulación sanguínea llega a todas partes de la piel, de los pulmones y también del hígado. Pero veamos lo siguiente. Si se altera la función del hígado, la sangre no puede fluir adecuadamente dentro y fuera del hígado. Si, debido a un problema hepático, la sangre fluye hacia él con demasiada fuerza y el hígado se vuelve hiperactivo, produciendo demasiada bilis y desarrollando la ictericia. Por lo tanto, la ictericia es el resultado de producir demasiada bilis, cuando la actividad del hígado es tan fuerte que impregna todo el cuerpo.

Sin embargo ¿Qué sucede, cuando la actividad del hígado es demasiado débil? La actividad de la sangre sobre la superficie de la piel no está compensada. La sangre, que fluye por todas partes, desea ser compensada, y como si dijéramos, la sangre en el hígado investiga si el hígado se comporta o no adecuadamente. Si el hígado no se comporta correctamente, la sangre se precipita a la superficie cutánea del cuerpo para reponerse allí. ¿Y qué pasa entonces? El resultado es la viruela. Esta es la relación entre la viruela y la circulación sanguínea, debido a un hígado defectuoso que tiene algo mal.

La sangre llega a todas partes representadas por una línea en azul (ver boceto); 

También hay una línea roja que indica que el oxígeno del aire llega a todas partes. La circulación de la sangre correctamente hace un punto de contacto allí con la respiración, y no importa si esto ocurre en los pulmones o en la piel realmente, ya que se equilibra. Sin embargo, si el aire que entra a través del proceso de respiración no hace contacto con la sangre de forma correcta, se produce la viruela. ¿Qué es la viruela? La viruela es realmente el resultado de desarrollar demasiada actividad respiratoria en la superficie cutánea del cuerpo o en los pulmones. Una persona se vuelve demasiado activa en su área cutánea, y esta actividad causa inflamación en todas partes.

¿Qué se puede hacer en estas circunstancias? Bueno, la gente ya hace lo único que se puede hacer en tales casos. Se vacunan contra la viruela. ¿Qué se logra realmente con la vacuna contra la viruela? Como la sangre circula por todas partes, la vacuna penetra internamente en el cuerpo. Mientras que hasta ahora la sangre se compensaba en la superficie cutánea del cuerpo, ahora, por contra, tiene que hacer frente a la vacuna. Evitándose así la hiperactividad en la superficie cutánea. La vacunación de la viruela tiene una cierta significación. La sangre, que no está ocupada adecuadamente por el hígado, ahora está ocupada con la vacuna. En general, hay buenas razones para todos los métodos de vacunación. Quizás hayan escuchado que gran parte de nuestra curación se basa en la vacunación, porque una actividad que ocurre en el lugar equivocado puede ser dirigida a otra parte del cuerpo humano.

La vacunación contra la rabia es especialmente interesante. Aunque la rabia proviene de algo completamente diferente, vale básicamente la misma respuesta que di con respecto a la viruela. Imaginen que una persona es mordida por un perro o lobo rabioso. Dicho animal tiene en su saliva un veneno real. Este veneno ahora pasa a la víctima a través de la mordedura, y el cuerpo inicia el proceso de desintoxicarse de dicho veneno. Puede estar demasiado débil para hacerlo, y podría sucumbir al veneno, pero realmente hay algo más que le causa la muerte. Se sabe que un hombre antes de sucumbir al veneno, primero desarrolla la rabia. ¿Cuál es la razón para ello?

Supongamos que me muerde un perro rabioso. Ahora debo dirigir todas mis actividades internas a esa zona, y debo dejar que fluyan aquí para agotar el veneno. Este aumento de actividad es detectado por mi médula espinal como si hubiera recibido un sobresalto. Así es como afecta mi médula espinal. Como mi cuerpo debe desarrollar repentinamente una actividad tan extrema debido a la mordedura del perro, mi médula espinal sufre un sobresalto motivo por el cual me enfermo.

¿Qué debe hacerse ahora para compensar este sobresalto? Ustedes saben que cuando una persona se queda paralizada por el horror, puede volver en sí al ser abofeteado varias veces. La médula espinal también necesita una bofetada, pero primero hay que llegar hasta la médula. Esto se puede lograr inoculando la rabia en un conejo. Luego se le mata y se extrae la médula espinal dejándola secar durante aproximadamente veinte minutos a 20 ° C. aproximadamente. Luego esta sustancia se inyecta en la persona con rabia.

Ahora bien, por extraño que parezca, todas las sustancias tienen una forma de ir a las diferentes partes específicas del cuerpo. La médula espinal seca del conejo, que retiene el veneno de la rabia por un corto tiempo, unos quince minutos, antes de volverse ineficaz, se inyecta rápidamente en el ser humano. Entra en su propia médula espinal, que sufre una sacudida. Es como sacudir a alguien que está paralizada por el miedo para sacarle del shock. En el caso de la rabia, la médula espinal del hombre se recupera del shock mediante la inoculación con la médula espinal deshidratada del conejo rabioso.

Se puede ver, por lo tanto, que cuando en el ser humano se desarrolla una actividad en la zona equivocada y ésta se enferma, puede curarse desarrollándose en otra zona diferente casi el mismo proceso. Estas son algunas de las complicadas relaciones del organismo humano.

Bien, si ahora consideran la respiración y la actividad de la sangre, ambos procesos están relacionados en el adulto de hoy en una proporción de una respiración por cada cuatro latidos. El torrente sanguíneo fluye más rápido; Después de tres pulsaciones, el hombre inhala, y después de tres más, vuelve a inhalar. Así es como el aire pasa por su cuerpo. La sangre se mueve a través del cuerpo: uno, dos, tres y con el cuarto inhalamos; uno, dos, tres, y con el cuarto inhalamos de nuevo. Esto recorre todo nuestro cuerpo.

Todo este proceso produce dióxido de carbono. Pues bien, la mayor parte de este dióxido de carbono se exhala, pero si exhaláramos todo, sería como el peor de los narcóticos. Una parte del dióxido de carbono debe entrar continuamente hasta nuestro sistema nervioso, que necesita dióxido de carbono, solo que debe ser continuamente amortiguado. El sistema nervioso requiere este dióxido de carbono mortal. Por lo tanto, a través de la inhalación de aire, sube continuamente en mí y abastece mi sistema nervioso.

¿Qué significa esto? Ni más ni menos que esto, dado que el dióxido de carbono es un veneno, yo continuamente necesito un veneno en mi sistema para pensar. Esto es algo muy interesante. A menos que se produzca en mí un proceso de intoxicación continua, contra el que debo luchar continuamente, no podría usar mi sistema nervioso. No podría pensar. El hombre está realmente en situación de tener que envenenarse constantemente inhalando aire, y por medio del veneno de la respiración, piensa. El dióxido de carbono fluye constantemente en mi cabeza, y con este aire venenoso, creo.

Hoy, el hombre simplemente respira aire. El aire contiene oxígeno y nitrógeno. El hombre absorbe el oxígeno, omitiendo el nitrógeno.

Cuando estudiamos al hombre hoy, se descubre lo siguiente. La cabeza humana de hoy requiere dióxido de carbono. El dióxido de carbono es una combinación de oxígeno mas el carbono que se produce en el cuerpo humano. El hombre omite el nitrógeno contenido en el aire. Si hoy se estudia la cabeza humana, se descubre que esta cabeza humana está organizada de manera que, gracias a la absorción de dióxido de carbono y, por lo tanto, de carbono y oxígeno puede pensar bastante bien. Esta cabeza humana, está expuesta constantemente a sufrir daños por culpa del dióxido de carbono, (dado que es un veneno), que desde los órganos se eleva fugazmente hasta la cabeza humana. Es como si siempre tuviéramos que inhalar un poco de dióxido de carbono en vez de oxígeno. Realmente siempre inhalamos un poco de dióxido de carbono en la cabeza. Esto es de gran importancia, porque constantemente absorbemos algo que realmente destruye la vida. Esta es también la razón por la que debemos dormir, y que sea necesario tomar un tiempo durante el cual la cabeza no absorba esta cantidad diminuta de dióxido de carbono tan vigorosamente y así poder restaurar los órganos.

Estudios de la cabeza muestran que en su condición actual puede hacer uso de este dióxido de carbono, la cual aunque repetidamente sufre un pequeño daño puede luego restaurarse a sí misma por medio del sueño, luego volver a dañarse, nuevamente restaurarse, etc. En tiempos muy antiguos, sin embargo, el hombre todavía no tenía cabeza. Surgió a lo largo de la evolución. El hombre nunca habría adquirido una cabeza si hubiera inhalado solo dióxido de carbono. La cabeza plenamente evolucionada puede tolerar el dióxido de carbono, pero si el hombre siempre hubiera inhalado dióxido de carbono, nunca habría adquirido una cabeza. Por lo tanto, tiempo atrás debe haber respirado algo más. Ahora debemos preguntarnos qué solía respirar el hombre. Si se estudia en detalle toda la evolución humana, se descubre que durante el desarrollo embrionario en el útero, el ser humano usa algo más aparte del dióxido de carbono. Es un hecho interesante que en el útero de la madre el hombre es casi todo cabeza. El resto del embrión, si ustedes lo estudian en las primeras etapas, es diminuto (vean el boceto)


 y todavía casi todo forma parte de la cabeza; El resto es terriblemente pequeño. Todo el embrión está rodeado por las paredes del útero.

Ya lo ven, el hombre es casi todo cabeza, pero aún debe desarrollarse, y para ello necesita nitrógeno. Nitrógeno que le suministra el cuerpo de la madre. Si el hombre no tuviera acceso al nitrógeno en el útero, (una sustancia que luego rechazará en el aire que respire, no permitiendo que entre en él), sería imposible que se desarrollase. Si no fuera por el nitrógeno, no adquiriríamos una cabeza adecuada. En una etapa temprana de la evolución, cuando su cabeza apenas comenzaba a desarrollarse, el hombre no debe pues, haber absorbido oxígeno sino nitrógeno. Los elementos esenciales para el hombre deben, por lo tanto, haber sido carbono y nitrógeno en lugar del carbono y el oxígeno actuales.

Así como el hombre inhala hoy oxígeno, una vez debió inhalar carbono combinado con nitrógeno; en otras palabras, debió absorber nitrógeno. ¿Pero qué es el carbono combinado con nitrógeno? Es cianógeno, y cuando está presente como ácido, es ácido cianhídrico. Esto significa que las condiciones deben haber sido tales que el hombre no absorbía oxígeno del aire sino nitrógeno, con lo cual producía internamente cianógeno, un veneno más fuerte todavía. Este fuerte veneno es lo que ha permitido al hombre hoy poder pensar con el dióxido de carbono. En aquél tiempo moldeó los órganos con un veneno aún más fuerte.

Retrocediendo en el tiempo, llegamos a un punto en la evolución antigua en que, a diferencia de hoy, el hombre producía cianógeno, y en lugar de exhalar dióxido de carbono como lo hace hoy, exhalaba ácido cianhídrico, un veneno mucho más fuerte. Por lo tanto, partiendo del hombre y su respiración actual, llegamos a una condición antigua en la que el aire estaba lleno de ácido cianhídrico tal como hoy está impregnado de dióxido de carbono.

En 1906, di conferencias en París, y a raíz de varias sugerencias de los oyentes, me vi empujado a decirles que incluso hoy en día hay cuerpos cósmicos que poseen la antigua atmósfera de cianógeno en vez de la que hay en la tierra. Si la Tierra fuera vista desde la luna o desde Marte mas concretamente, por medio del espectroscopio se podrían percibir rastros de dióxido de carbono en todas partes de la atmósfera terrestre. Sin embargo, si la antigua tierra hubiera sido vista desde el espacio cuando el hombre apenas comenzaba a formar su cabeza, se habrían percibido rastros de ácido cianhídrico en lugar de dióxido de carbono. Hasta el día de hoy hay cuerpos cósmicos que han conservado la condición de épocas anteriores de la Tierra; Tales cuerpos son los cometas. Los cometas son como era la tierra cuando el hombre adquirió su cabeza. Por lo tanto, deben contener cianógeno. Como decía en 1906, la característica principal de los cometas es que contienen cianógeno; Si se estudia un cometa con un espectroscopio, deben verse líneas de cianógeno. Poco después apareció un cometa; solo aparecen raramente. Yo estaba en Noruega en aquél momento, y se hablaba mucho al respecto; curiosamente, la gente realmente observó la línea de cianógeno.

La gente siempre dice que cuando la antroposofía toma conciencia de algo que está basado en una visión espiritual, después debería poder demostrarlo. De hecho, hay numerosas cosas que luego se han demostrado. Sin embargo, cuando surge una prueba, la gente la pasa por alto o la suprime. La verdad es que, sobre la base de este cambio en el proceso de respiración, antes de haber sido observado con el espectroscopio, ya advertí que los cometas contienen cianógeno. Esta es la misma sustancia que el hombre necesitaba para adquirir su cabeza en un tiempo en que la Tierra todavía estaba en una condición similar a un cometa.

Ahora, imaginen por un momento que yo tuviera que respirar nitrógeno en lugar de oxígeno; naturalmente surgiría algo bien distinto a la propia sangre humana. Como saben, la sangre que se ha vuelto azul se combina en los pulmones con oxígeno y se vuelve roja. Ahora bien, cuando el hombre inhala oxígeno, absorbe oxígeno en su sangre; Cuando inhala nitrógeno, absorbe el nitrógeno en su sangre. En la forma en que funciona hoy nuestra sangre en una persona sana, nunca contiene ácido úrico, pero si se absorbe un poco de nitrógeno en la sangre, cuando en el ser humano algo anda mal, aparece en la sangre el ácido úrico.

En la época en que se formaba la cabeza del hombre, su sangre consistía completamente en ácido úrico, ya que era el nitrógeno el que se combinaba continuamente con la sangre en lugar del oxígeno. Su sangre era solo ácido úrico. Hoy en día, cuando el ser humano está en estado embrionario, está totalmente sumergido en el líquido amniótico y, por lo tanto, el ácido úrico puede entrar fácilmente. El ácido úrico está en todas partes en su entorno. En las primeras fases, el embrión necesita ácido úrico para su desarrollo. En el pasado, mientras se formaba la cabeza del hombre y exhalaba ácido cianhídrico, nadaba en ácido úrico. En otras palabras, usaba el ácido cianhídrico, combinando nitrógeno y carbono y produciendo internamente ácido úrico. El ácido cianhídrico lo rodeaba por todas partes. El mundo estuvo una vez en una condición en la que los ácidos úrico e cianhídrico realmente jugaban un papel tan importante como el agua y el aire en la actualidad.

Incluso hoy día, existen criaturas vivientes que pueden sobrevivir con algo diferente al oxígeno. Hay, por ejemplo, criaturas que son diminutas, ya que todo lo que antes era grande se ha vuelto pequeño hoy. Las criaturas vivientes más pequeñas y minúsculas fueron alguna vez gigantes. Pero hay criaturas vivientes que no pueden tolerar el oxígeno en absoluto. Evitan el oxígeno y en su lugar absorben el azufre. Son las bacterias de azufre que viven gracias al azufre. Esto muestra que el oxígeno no es la única necesidad para la vida. Del mismo modo, el hombre en aquéllas antiquísimas épocas, no necesitaba oxígeno para mantenerse vivo sino que necesitaba nitrógeno, y gracias a el se formó. El hombre fue modelado durante la formación de la Tierra cuando las condiciones de ésta se asemejaban a las de un cometa, y en aquéllas antiquísimas épocas la relación entre la respiración y la sangre eran completamente diferentes.

Consideremos ahora lo que hemos aprendido en relación con el mundo mismo. Si nos centramos en el hecho de que damos una respiración por cada cuatro pulsaciones de la sangre: una, dos, tres, respiración; uno, dos, tres, respiración: el mismo ritmo también se puede encontrar en la naturaleza: primavera, verano, otoño, invierno. Uno: primavera; dos: verano; tres: otoño; cuatro: invierno. Ahí tenemos la correlación entre lo que está afuera en el universo y lo que tiene el hombre dentro. Por eso podemos decir, si contemplamos toda la tierra, que nuestro ritmo interno también se puede encontrar afuera en la tierra. La gente no presta atención a estas circunstancias con respecto a la tierra.

Vean ustedes, ahora hay nieve ahí fuera. En verano no la hay. ¿Qué significa eso realmente? Lo que ahora está ahí en forma de nieve lo encuentran en otras ocasiones en forma de agua. El agua depende completamente de la tierra, y el hombre ciertamente debe sentir eso. El agua por ejemplo contiene calcio en las montañas del Jura. Todo lo que está dentro de la tierra también está en el agua. En la región del Jura, las personas que son especialmente sensibles a esto desarrollan bocio a partir de lo que está contenido en el agua. El agua depende de la tierra. Comienza a volverse dependiente en primavera, es más dependiente en verano, y en otoño esa dependencia disminuye algo. En invierno, bueno, a ver, ¡la tierra no forma la nieve! La nieve está compuesta por miríadas de delicados cristales, está formada por el universo, desde el cosmos. A diferencia del verano, la tierra en invierno no se abandona al calor del mundo sino a las fuerzas formativas. El agua se aleja de la tierra en invierno y recibe la frialdad del espacio universal. Así pues, hemos descubierto un ritmo interesante en el universo. Uno: primavera; dos: verano; tres: otoño; cuatro: invierno, y el agua ya no se dirige a la tierra sino al universo. De nuevo, uno, dos tres: primavera, verano, otoño; luego cuatro: el agua sigue al universo, ya no la tierra.

Ahora comparen ese ritmo de las estaciones, con las pulsaciones de la sangre y el proceso de respiración. Uno, dos, tres latidos, la sangre se dirige al interior del cuerpo; cuatro: aire renovador, la sangre se dirige a lo que está afuera. He ahí la misma actividad tanto en la tierra como en el ser humano. Si comparan la sangre con el agua de la tierra, la sangre se dirige en consonancia con el agua de la tierra. Los primeros tres latidos son internamente un poco como la primavera, el verano y el otoño; cuatro, luego viene el invierno terrenal, y ajá, ahí respiramos el aire renovador, como la propia tierra. Interiormente, el hombre está completamente en sintonía con el proceso de respiración de la tierra. Por lo tanto, se puede decir que lo que se prolonga a lo largo de un año en la tierra, tiene lugar rápidamente, (dieciocho veces por minuto), en el hombre. Lo que para la tierra dura un año, en el hombre pasa dieciocho veces en un minuto. El hombre en realidad siempre está lleno de este ritmo, pero es mucho más rápido que con la tierra. Cuando consideramos la tierra a la luz de nuestra charla de hoy, nos damos cuenta de que la condición de la tierra anteriormente era bastante diferente, y asume para nosotros una cierta semejanza con los cometas. Ahora, cuando un cometa se desintegra, las piezas, que contienen hierro, caen a la tierra en forma de meteoritos. Un cometa entero, que cae a la tierra cuando se desintegra, contiene hierro.

Esto también es algo que todavía tenemos dentro de nosotros mismos. Cuando nuestros cadáveres se desintegran, el hierro de nuestra sangre pasa al ambiente de la tierra. Conservamos algo de nuestra antigua naturaleza de cometa, y en realidad actuamos como lo hacen los cometas. Tenemos hierro en nuestra sangre a través del desarrollo de la antigua actividad del ácido cianhídrico en nosotros mismos, es decir, en nuestros cuerpos externos, en cuya sangre ya no puede entrar aunque en otros tiempos se le permitió. Esto no significa nada más que eso hoy incorporamos internamente nuestra primavera, verano, otoño e invierno a partir de la primavera, verano, otoño e invierno externos. Nuestra dependencia de las estaciones externas se ha vuelto mínima..

Sin embargo, no es necesario retroceder extremadamente en el pasado para descubrir que las cosas tenían un carácter totalmente diferente en aquél tiempo. Aunque ahora las cosas están cambiando, cuando se ha crecido en una aldea rural como yo, es sabido que solía haber personas que dependían mucho de la primavera, el verano, el otoño y el invierno; ahora hay menos porque todo se está volviendo más uniforme en el mundo. Incluso se podría notar en toda su vida anímica. Estaban de un humor totalmente diferente en verano que en invierno. Cuando te las encontrabas en invierno, siempre estaban un poco fuera de sí; se parecían mucho más a apariciones que a personas. Recuperaban sus sentidos solo en verano y entonces eran realmente ellos mismos. Esto significa que dependían exteriormente de la primavera , del verano, del otoño y del invierno.

Esto nos demuestra cómo era el hombre en épocas anteriores. Cuando respiraba nitrógeno en lugar de oxígeno, era completamente dependiente del entorno exterior; participaba en el pulso y la respiración de su cuerpo de cometa, (que en mi libro "La ciencia oculta un bosquejo" recibía el nombre de Antigua Luna, ). La antigua Luna era una especie de cuerpo similar a un cometa del que el hombre formaba parte de ese gran organismo que también respiraba. Era como si el hombre de hoy tuviera un latido repentino en primavera, uno en verano, otro en otoño, y luego respirara en invierno, y así sucesivamente. Así era el hombre cuando respiraba nitrógeno; él era un miembro de todo el organismo terrenal.

Así que, como ven, venimos de una dirección completamente diferente y nuevamente alcanzamos el mismo punto al que habíamos llegado antes cuando considerábamos el megatherio, el plesiosauro, etc. Llegamos al mismo punto por un camino diferente.

Esto es lo notable de la ciencia espiritual. La actual actividad científica ordinaria comienza en algún punto y continúa paso a paso, avanzando en línea recta sin saber a dónde va. Ese no es el caso de la ciencia antroposófica. Puede proceder en una u otra dirección desde varios puntos de partida, pero así como un excursionista siempre alcanza la misma cumbre independientemente desde que parte de la base de la montaña comience, la antroposofía siempre llega al mismo objetivo. Esto es lo que es tan notable. Cuanto más se examina honestamente el mundo, más se unen las consideraciones individuales en una sola.

Tenemos un ejemplo de esto al explorar su pregunta hoy. Procedimos desde asuntos bastante diferentes de anteriores temas, pero llegamos nuevamente a la conclusión de que, cuando todo el organismo terrenal todavía era como un cometa, el hombre obtenía su ritmo a partir del propio ritmo de dicho organismo; solo que ahora lo ha hecho suyo. El hombre existía como parte de la tierra tal como hace hoy cuando todavía es un embrión dentro de la madre. Allá también participa en su pulso y actividad respiratoria.

¿Se puede demostrar que el hombre participa hoy en el pulso y la actividad respiratoria de su madre? Esto está demostrado por lo que mencioné antes, acerca de que la viruela se desarrolla a partir de la actividad de la sangre que se conecta con la actividad respiratoria. Esto es interesante. Si el hombre comparte la sangre materna y las actividades de respiración mientras está en el útero, un niño en el útero contraerá la viruela si la madre la tiene, y así es. Cuando una mujer embarazada contrae la viruela, su hijo por nacer ya tiene viruela en el útero, porque el niño participa en todo.

Del mismo modo, cuando la Tierra todavía era la madre del ser humano, aunque la Tierra era una especie de cometa, él participaba en todo lo que la Tierra experimentaba. Su pulso y su respiración eran el pulso y la respiración de la tierra. Se puede decir pues, que resulta aún mas notable el hecho de que, (si retrocedemos a la antigüedad, cuando los seres humanos sabían instintivamente y no eran tan inteligentes como lo son hoy), siempre llamaban a la tierra "madre", la Madre Tierra, etc. Hablaban de Urano, que significa el universo, y de Gea, la tierra, y veían (allá fuera en el universo) a Urano como el padre y a la tierra como la madre.

Por tanto, se puede decir que la parte del organismo humano donde se desarrolla el niño, osea el útero, es realmente como una tierra en miniatura que se ha quedado atrás y todavía está en el antiguo estado de cometa.

En aquél antiguo estado parecido al de un cometa, la respiración de la tierra y la del hombre juntas, formaban una sola respiración en el gran universo. El hombre no solo absorbía nitrógeno, sino que toda la tierra-cometa recibía el nitrógeno desde el universo. En aquella época respirar era también una forma de fecundación. Hoy en día, el proceso de fecundación solo permanece en humanos y animales. Por lo tanto en la fecundación, tiene lugar todavía algo de aquél proceso de respiración de nitrógeno, porque el elemento más importante en el esperma humano es el nitrógeno. Este se transmite al organismo femenino y estimulado por el nitrógeno, produce lo que el oxígeno nunca podría lograr, es decir, la formación de los órganos que mas tarde harán acto de presencia, cuando el hombre está expuesto al oxígeno. Vean pues cómo en realidad recibimos nuestra respiración del universo.

Intentemos ahora explorar otra cosa. Pueden ustedes ver, que el curso del año se refleja un poco en el curso del día: 18 respiraciones por minuto; es decir por 60 veces por hora = 1,080; en 24 horas, un día, tendremos 24 veces más, osea = 25,920. Por lo tanto, tomamos 25,920 respiraciones por día.

Ahora déjenme decirles algo más: calcular la cantidad de días de promedio para una vida humana. Como saben, el año tiene unos 360 días. El promedio de años que vive una persona está entre 71 y 72. Multiplicando 72 por 360 días nos da 25,920 días. Respiramos pues, tantas veces por día como días vivimos en nuestras vidas. Pues un día es también, en cierto sentido, una respiración. Una respiración es el equivale a un día. Cuando me voy a dormir, exhalo mi alma, y la vuelvo a inhalar cuando despierto: exhalación, inhalación. Exhalo lo espiritual y lo inhalo de nuevo. Este ritmo en mi respiración, por lo tanto, lo tengo durante toda mi vida en la tierra en el dormir y el despertar. Esto es muy interesante: 25,920 respiraciones por día, 25,920 días en la vida humana promedio.

Ahora volvámonos y miremos al sol. Cuando se observa el sol en primavera, lo vemos elevarse en el horizonte por el signo de Piscis, pero no se eleva todos los años en primavera exactamente en el mismo lugar. El 21 de marzo, en la primavera del próximo año, el sol se habrá movido una fracción. Año tras año se va moviendo un poco. El punto por donde se eleva se mueve constantemente hasta que se completa el círculo zodiacal. Por lo tanto, si el sol sale hoy en la constelación de Piscis, (los astrónomos piensan que todavía está en Aries donde estaba anteriormente, porque aún no han puesto al día sus anotaciones), ¡por lo que creen también que en tiempos primordiales debía elevarse en Piscis! Cuando se calcula el número de años que tarda el sol en completar el círculo zodiacal, nos da el resultado de 25.920 años. Es la misma proporción. Es evidente que incluso el ritmo cósmico está en armonía con los ritmos más rápidos de la respiración y la circulación sanguínea. ¡Imagínense cómo se compenetra el hombre con el cosmos! Él nace completamente del universo. Su padre y su madre son originarios del universo.

Teniendo en cuenta al hombre en relación con el universo, se llega a una forma completamente diferente de ver al mundo que cuando simplemente nos decimos que Dios creó el mundo, que es un concepto que no requiere pensar mucho. Pero la antroposofía desea comenzar a pensar algo para cada caso. Esto juega en su contra. ¿Por qué? Bien, porque no hace falta hacer ningún esfuerzo para decir palabras que no requieran pensar. En antroposofía, sin embargo, uno debe esforzarse, y esto hace enojar a la gente. En la ciencia de hoy no es necesario esforzarse. De pronto, viene esta advenediza antroposofía, impidiéndole a uno sentarse sin pensar como en el cine viendo una película. A la gente incluso le gustaría introducir películas en las escuelas para que los niños no tuvieran que esforzarse por aprender. ¡Me sorprende que la aritmética aún no se haya convertido en películas! ¡De repente, llega la antroposofía exigiéndonos que no nos quedemos sentados sin hacer nada, sino que usemos nuestras confundidas cabezas ! Y, eso, nadie lo quiere hacer.



Traducido por Julio Luelmo  mayo 2020

No hay comentarios:

El objetivo de este blog es publicar en Internet todo el material fuente existente para las transcripciones de las conferencias de Rudolf Steiner de la forma más completa posible, para que este gran tesoro esté disponible para toda la humanidad. Se trata de notas de oyentes, transcripciones de conferencias y, en su mayor parte, transcripciones en texto plano de conferencias estenografiadas, también conocidas como transcripciones en texto plano. De este modo, cualquiera puede comprobar por sí mismo, mediante comparaciones, qué dijo realmente Rudolf Steiner y cómo fue editado (y, por tanto, modificado) en las distintas ediciones. Y por último, pero no menos importante, también encontrarán mucho material inédito. La obra de Rudolf Steiner es de dominio público desde 1996 y, por tanto, pertenece legalmente a toda la humanidad. Él mismo habría elegido una fecha mucho más temprana para la publicación de su obra, como se desprende de los pasajes sobre propiedad intelectual que citamos a continuación; Incluso el período de protección de 30 años que se aplicaba entonces le parecía demasiado largo. ¿Y qué habría dicho sobre el hecho de que 85 años después de su muerte, parte de su obra docente siga inédita y acumulando polvo en los archivos? Él mismo encontró una expresión adecuada para esto: Fue puesto en un ataúd. Este sitio web está destinado a ayudar a liberarlo de este ataúd. "Lo que el hombre puede crear a partir de sus capacidades intelectuales se lo debe a la sociedad humana, al orden social humano. En realidad, no le pertenece. ¿Por qué gestionamos nuestra propiedad intelectual? Simplemente porque la produces; al producirla, demuestras que tienes la capacidad de hacerlo mejor que los demás. Mientras tengas esa capacidad mejor que los demás, gestionarás mejor esa propiedad intelectual al servicio del conjunto. Ahora la gente se ha dado cuenta al menos de que esta propiedad intelectual no se perpetúa sin fin. Treinta años después de la muerte, la propiedad intelectual pertenece a toda la humanidad. Cualquiera puede imprimir lo que yo he producido treinta años después de mi muerte. Puede utilizarlo como quiera; y eso está bien. Incluso estaría de acuerdo si hubiera más derechos en este ámbito. No hay otra justificación para la gestión de la propiedad intelectual que el hecho de que, porque se puede producir, también se tienen las mejores capacidades [...] Será una forma sana de socializar el capital si hacemos fluir en el organismo social lo que hoy se acumula como capital en el derecho de sucesiones, en el surgimiento de las pensiones, del derecho de las manos ociosas, de los derechos humanos superfluos, lo que así se acumula en capital; eso es lo que importa. Ni siquiera hace falta decir que la propiedad privada debe convertirse en propiedad social. El concepto de propiedad no tendrá ningún significado". Rudolf Steiner el 25 de abril de 1919