GA348 Dornach 3 de febrero de 1923- ciclo salud y enfermedad hemofilia, efecto del ajenjo

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RUDOLF STEINER

SALUD Y ENFERMEDAD VOL. II

Dornach 3 de febrero de 1923

octava conferencia

hemofilia, efecto del ajenjo

El efecto del ajenjo - Hemofilia - La edad de hielo - La decadencia de las culturas orientales y el florecimiento de las culturas en Europa - Sobre las abejas

19 de octubre de 1922

Se plantean preguntas más detalladas sobre el efecto del ajenjo y también sobre las abejas y las avispas.

Bueno, ya hemos discutido la cuestión del efecto del ajenjo, que, como les decía, es similar al efecto general del alcohol. Si vamos a profundizar en estas preguntas, me gustaría decir algo sobre algunas influencias más amplias en el cuerpo humano. Debemos tener claro que no podemos hablar solo de los componentes sólidos del organismo humano, del cuerpo humano, ya que representan como máximo del diez al doce por ciento del total. Cuando vemos en un libro alguna ilustración del cuerpo humano, tal ilustración, por supuesto, solo se puede hacer delineando los componentes sólidos. Por lo tanto, tendemos a creer que el hombre consiste solo en su cerebro, sus pulmones, su corazón, etc., es decir, que en realidad solo está compuesto por dichos componentes sólidos. Sin embargo, como les decía, el cuerpo humano es aproximadamente un ochenta y cinco por ciento de fluido, un fluido acuoso.

Por lo tanto, es solo parcialmente correcto decir que bebemos agua, por ejemplo, y el agua, junto con una serie de sustancias disueltas, entra en el estómago y desde allí va a los intestinos, y así sucesivamente. Esto es solo parcialmente cierto. Cuando se bebe un pequeño vaso de agua, podemos imaginar que ocurre tal como acabo de decir. Sin embargo, con el segundo vaso de agua, lo que hay en el agua es absorbido por los elementos fluidos del cuerpo sin haber pasado primero a través de todos los órganos según les he descrito.

Ahora bien, es evidente que los componentes sólidos en el hombre están menos expuestos a todo el entorno. Naturalmente, cuando se observa el corazón, por ejemplo, vemos que se expande y se contrae con los latidos del pulso, pero en general conserva el mismo tamaño y permanece como está. Si consideramos que estamos llenos de fluidos, reconocemos que estos fluidos están abiertos a cualquier clase de influencias del mundo exterior. Incluso una pequeña cantidad de líquido asume la forma de una gota, ya que el mundo es redondo y afecta a cada gota individual. Debido a que somos fluidos, todo el mundo nos afecta, y debido a que la ciencia moderna ya no tiene en cuenta el hecho de que el hombre es realmente una columna de fluidos, simplemente ha olvidado que el mundo entero con todas sus estrellas ejerce tal influencia en el ser humano.

Cuando se reconoce que el hombre es una mezcla de fluidos, no está muy lejos de darse cuenta además, de que también está compuesto de aire. Constantemente aspiro el aire y luego lo exhalo de nuevo; Por lo tanto, yo también soy aire. Debido al constante movimiento del aire dentro de mí, soy verdaderamente un ser humano. Solo gracias a que el hombre está constituido de esta manera, hace posible que el hombre realmente sea un ser anímico-espiritual. Si solo fuéramos sólidos, realmente no podríamos ser seres anímico-espirituales en absoluto.

Pero todo ejerce una influencia específica en el ser humano. Ya hemos mencionado varios venenos, y sin duda habrán oído hablar del llamado envenenamiento por plomo. Cuando en el cuerpo de una persona se introduce demasiado plomo, (tal sobredosis solo necesita ser una pequeña cantidad, que, sin embargo, puede ser proporcionalmente excesiva para el cuerpo), éste se vuelve demasiado duro. Entonces, por así decirlo, los componentes sólidos se vuelven calcáreos. Cuando el hombre introduce una pequeña cantidad de plomo en el cuerpo, (y para el envenenamiento por plomo solo se requiere una diminuta cantidad), el cuerpo se vuelve demasiado sólido. Si se ve que una persona está comenzando a volverse demasiado sólida, y que debido al envenenamiento por plomo incluso el hombre se envejece, por lo tanto, se observan signos de envejecimiento, entonces como remedio debe administrársele plata de alguna manera. Eso hará que el hombre vuelva a ser fluido para que pueda experimentar los efectos de las influencias externas. El envenenamiento por plomo, por lo tanto, puede contrarrestarse con compuestos de plata, que deben elegirse para adaptarse a cada caso específico. Todo tipo de cosas tienen un efecto en el ser humano.

Como saben, las naturalezas femenina y masculina difieren mucho entre sí. La naturaleza femenina contiene más del elemento fluido, por así decirlo, por lo que se puede decir que la naturaleza femenina es más susceptible a las influencias externas, porque es más fluida. La naturaleza masculina está menos abierta a las influencias externas, porque el elemento sólido ocupa más peso en el hombre. Por lo tanto, se puede decir que ciertas enfermedades, como el envenenamiento por plomo, se pueden contrarrestar más fácilmente en la naturaleza femenina con la administración de menores dosis de plata, mientras que para la naturaleza masculina se deben prescribir mayores dosis, porque su constitución no se hace fácilmente fluida. Eso nos permite ver, que se debe conceder mayor importancia a todo lo que hay en el ser humano, porque solo de esta manera se alcanza una verdadera comprensión de él. Ven pues, cómo cada sustancia tiene una profunda influencia en el ser humano.

Todo ello a su vez está conectado con esa relación entre lo masculino y lo femenino que se expresa en las condiciones hereditarias. Dichas condiciones hereditarias son extraordinariamente complicadas. Puede verse cuán complicadas son estas afecciones hereditarias en la hemofilia; La sangre en los afectados por esta enfermedad no se coagula de inmediato. En una persona normal, la sangre dentro del cuerpo se coagula inmediatamente, tan pronto como se expone en la superficie. La sangre dentro del cuerpo es líquida; Tan pronto como llega a la superficie se vuelve compacta, sólida, se coagula. En los hemofílicos, o sangradores como a veces se les llama, la sangre no se coagula de inmediato. Fluye fácilmente incluso desde una herida pequeña y, a veces, incluso rompe la piel. Es difícil realizar operaciones en hemofílicos. Mientras que en las personas normales la sangre comienza a coagularse tan pronto como se hace una incisión, con los hemofílicos fluye. Mientras que, como con otros, la sangre se endurece de inmediato, con los hemofílicos sigue siendo fluida de modo que, durante una operación pueden desangrarse fácilmente, lo que hace que esta tarea sea extraordinariamente difícil. Los hemofílicos son propensos siempre a padecer hemorragias.

Por muy extraño que parezca, un hombre hemofílico casado con una mujer que no lo sea, podrá tener hijos sanos y sin hemofilia. Si tienen hijos varones, las condiciones hereditarias no presentarán ningún efecto perjudicial en ellos. Sin embargo, si tuvieran una hija, que aún no siendo hemofílica, se casara con un hombre perfectamente sano, sí que podrían tener hijos con hemofilia. Lo extraño de esta aflicción es que no aparece en el sexo femenino; las hijas no tienen hemofilia, pero los hijos de estas hijas sí, aunque sus padres estén totalmente sanos. Por lo tanto, la hemofilia pasa a los descendientes por medio de la mujer, sin que la mujer la padezca.

Ahí vemos las complicadas formas en que las condiciones del cuerpo humano se mezclan con las condiciones hereditarias. Por lo tanto, el mayor riesgo para la hija de un hemofílico es su descendencia, porque la hemofilia se transmitirá a algunos de sus hijos aunque ella esté totalmente sana. Esto muestra lo importante que es tener en cuenta tales condiciones.

Ahora bien, estos problemas podrían resolverse si la medicina se asentara sobre una base sólida. ¿Qué medidas sería apropiado tomar con la hija de un hemofílico? Antes de que tenga hijos, se le podría administrar profilácticamente, como se dice en medicina, algún remedio que contenga plomo. El esposo también debería ser tratado con este medicamento. De ese modo los niños estarían protegidos contra la hemofilia.

Naturalmente, si el método médico es tan confuso que antes de comenzar una cura, adopta la postura de esperar hasta que la persona muestre síntomas de la enfermedad, entonces esto no servirá de nada. La medicina debe desarrollar una conciencia social. Debe cambiar para que se tomen medidas preventivas antes de que se produzcan tales enfermedades amenazadoras. Esto, por supuesto, no puede hacerse mientras prevalezcan los conceptos de hoy. Cierto es, que la gente no buscan cura para una enfermedad que aún no padece, pero que podrían contraer debido a condiciones hereditarias. En el embarazo, es especialmente importante administrar un remedio contra el plomo si existe alguna posibilidad de hemofilia.

Todo esto no puede entenderse si se ignora que solo la parte sólida del cuerpo humano, es realmente física y material. Tan solo esa porción es material. En cuanto se observa el elemento fluido, uno se topa con la labor de una sustancia mucho más delicada. Desde tiempos inmemoriales, esta delicada sustancia ha sido llamada "éter". El éter está presente en todas partes. Es más delicado que todas las demás sustancias, más delicado que el agua, el aire e incluso el calor. Sin embargo, así como el éter apenas puede penetrar en los componentes sólidos del ser humano, tanto más activo está en sus elementos fluidos. Tal como el hombre posee el éter en su elemento fluido, así también tiene el elemento anímico real en su elemento aeriforme. El elemento real anímico, lo tiene el en el aire que lleva dentro de sí. Cuando se entiende esto, que en el aire uno tiene el elemento anímico, queda claro que el hombre exhala el elemento anímico con cada respiración, y con cada inhalación lo toma de nuevo. Realmente por medio de este elemento anímico vive con el universo, pero debido a que la ciencia moderna no tiene en cuenta el hecho de que el hombre también posee un organismo aeriforme, las personas pierden de vista el elemento anímico e incluso creen que no existe.

El elemento anímico debe considerarse enteramente por separado. De ese modo, se podrán comprender los efectos de las sustancias fluidas, como el ajenjo. Vean, si bebo un sorbo de ajenjo, es, por supuesto, un líquido al principio que después se funde con la gran cantidad de fluidos del cuerpo. Sin embargo, ¿cómo se comporta el ajenjo con estos fluidos? Hace que estos fluidos repelan la apropiada absorción del elemento aeriforme. Por eso, cuando tomo ajenjo en el cuerpo, el elemento aeriforme ya no puede penetrar todas mis partes apropiadamente. Al mismo tiempo, sucede algo más. Cuando evito que el elemento aeriforme penetre en todas las partes de mi cuerpo, este elemento aeriforme reacciona de forma peculiar. Les aclararé cómo funciona este elemento aeriforme haciendo una comparación.

Imaginen, por ejemplo, una persona que está empleada en una oficina y trabaja duramente desde la mañana hasta la noche. Entra por la mañana y se va a casa por la tarde. Sus compañeros de trabajo dicen de él que es simplemente alguien que viene y los acompaña. Ahora imaginen a otra persona que también trabaja en la oficina, pero este tipo es un payaso. No trabaja mucho, sino que desde la mañana hasta la noche se la pasa jugando con todos. Es bastante popular entre todos los empleados, que lo consideran uno de ellos y siempre están contentos de verlo. Por supuesto, sus superiores no están tan contentos con él porque el trabajo se resiente, en cambio sus colegas disfrutan de sus payasadas.

De manera similar, eso es también lo que sucede cuando bloqueamos el aire con ajenjo. En tales circunstancias, el aire en lugar de penetrar los órganos adecuadamente y llenar el cuerpo, solo los rodea. Permanece separado, estancándose aquí, allá y en todas partes. Es como el tipo divertido de la oficina. Causa sentimientos agradables en todas partes porque no necesita hacer demasiado trabajo. Si el aire debe penetrar los fluidos correctamente, debe desempeñar una labor; de lo contrario, no suministrará el cuerpo correctamente. Sin embargo, cuando el ajenjo bloquea el aire, rueda por todas partes, y la persona gradualmente se siente tan alegre como un cerdo. Una peculiaridad de los cerdos es que constantemente se llenan de aire que no se absorbe adecuadamente. El cerdo se queda sin aliento fácilmente.

Así como el éter está presente en las sustancias fluidas que discurren por todo el cuerpo, el elemento anímico está presente en todas partes por donde el aire circula; También lo llamamos el elemento astral, porque proviene de la influencia de las estrellas. El hombre absorbe el elemento anímico en todas partes y siente una agradable calidez o frescura en sí mismo. Ahora bien, cuando el aire da vueltas por su interior, se siente bien de principio a fin. Sin embargo, el elemento anímico en el cuerpo, no está allí con el propósito simplemente de servir al placer del hombre. Se supone que actúa en los órganos de forma correcta para que el corazón y todos los demás órganos sean atendidos correctamente. Sin embargo, si el hombre bloquea el elemento anímico para que su cuerpo se divierta, entonces, aunque sienta "bienestar", ["sauwohl"] sus órganos no estarán debidamente cuidados. En particular, esos órganos mal cuidados que más contribuyen a que tenga una descendencia saludable. He ahí pues un fenómeno extraño. Las personas que se cuidan a sí mismas con ajenjo en realidad se esfuerzan por sentirse "muy bien" por dentro, por tener este sentimiento de placer sensual por dentro, pero al hacerlo, no proporcionan a la humanidad descendientes saludables. Esta es la objeción al ajenjo.

Ahora bien, pueden también preguntarse ¿Cómo surge realmente en las personas el deseo de beber ajenjo? Si estudian la historia de la humanidad, notarán que tales vicios se dan con mayor frecuencia en aquellos cuyo desarrollo está disminuyendo y que ya no están en la plenitud de la vida, es decir, aquellos cuyos cuerpos ya están algo desintegrados internamente. Entonces la gente se deja entretener internamente por el elemento anímico. Particularmente esto se da en las naciones que están en un proceso de declive. En épocas anteriores, cuando los asiáticos y orientales todavía estaban en ascenso, aborrecían toda esta bebida. Solo comenzaron a hacer cosas como beber ajenjo cuando ya habían comenzado a declinar.

Este vale también cuando notamos lo que sucede hoy en los casos en que estos vicios se escapan de control, cuando las personas quieren introducir en el cuerpo todas las sustancias posibles. La gente incluso busca estos efectos con la cocaína, como ya dije recientemente. Con la cocaína, el elemento anímico tiene el efecto de hundir a las personas dentro de sus cuerpos, y he descrito cómo tales adictos experimentan algo semejante a serpientes que emergen de sus cuerpos en todas partes. La razón por la que una persona usa estos venenos así, es porque todo el ser humano ya no está sano, y le gustaría disfrutar el elemento anímico tanto como le sea posible. En las naciones decadentes, las personas que tienen menos que hacer son las que buscarán esta experiencia sensual del cuerpo. Esto está relacionado con todos los procesos históricos de la raza humana.

Si vamos hacia el oeste, es extraño ver cómo, las personas se dejan esclavizar, por así decirlo, proclamando todo tipo de leyes contra el alcohol, la absenta y demás. Aun así, las personas tratan por todos los medios de obtener estas sustancias. Esto demuestra que hoy nos encontramos en medio de la mayor confusión en la vida humana. Por un lado, los seres humanos quieren vivir indulgentemente; por el otro, como naciones, no quieren deteriorarse por completo. Esta falta de visión es la causa del desorden realmente loco creado por el deseo de las personas de someter sus cuerpos a todo tipo de sustancias, creando a la vez leyes que prohíben hacerlo. La gente necesita recuperar la sensatez.

He explicado antes que lo femenino está más conectado con las influencias del universo, mientras que lo masculino se excluye a sí mismo de estas influencias. Cuando los hombres se vuelven adictos al ajenjo, por lo tanto, malogran aquellos órganos que normalmente producen descendencia capacitada para convertirse en personas de carácter interiormente firme y fuerte. El ajenjo hará que tales descendientes se debiliten. Por lo que, si los hombres beben cada vez más absenta, sus hijos serán débiles; se convertirán en una raza débil, tendrán descendientes débiles. Los masculino se feminizará. Si las mujeres se vuelven adictas al ajenjo, las cosas llegarán a un punto en el que nacerán niños que serán extremadamente susceptibles a todo tipo de enfermedades.

Tales asuntos deben ser vistos en relación con el mundo en su totalidad. Me gustaría contarles algo extraordinariamente interesante. Pueden plantearse la pregunta ¿de dónde proviene realmente gran parte de lo que sabemos hoy?. Normalmente no se presta atención a cuánta sabiduría posee la humanidad en los aspectos más simples y cotidianos de la vida. Como saben, nombramos los días de la semana: domingo proviene de sol (sontag en alemán, sunday en inglés); Lunes proviene de la luna (montag en alemán, monday en inglés); Martes proviene de Marte: mardi en francés definitivamente lleva el nombre de Marte. Mientras que en alemán el miércoles es Mittwoch, [Nota del traductor: Miércoles se deriva del día de Wotan; Wotan es el nombre germánico equivalente a Mercurio en latín] o a mitad de semana, o si se toma del francés mercredi tenemos Mercurio, proveniente del planeta Mercurio. Jueves proviene de Thor, trueno, en alemán Donnerstag de Donor, pero Donor (Thor) no es otro que Júpiter. En francés además tenemos jeudi, el día de Júpiter. El viernes lleva el nombre de la diosa alemana Freia, que es igual a Venus; osea vendredi en francés. [La mención del sábado fue omitida por Rudolf Steiner. Es especialmente obvio en inglés que el día lleva el nombre de Saturno.] Por lo tanto, los días de la semana llevan el nombre de los planetas. ¿Y todo ello porqué? Pues porque estos nombres se originaron en una época en la que todavía se sabía que el hombre depende del universo. Puesto que el hombre vive, todos los planetas tienen influencia sobre él. Los días de la semana fueron nombrados en consecuencia. Hoy a esto se le llama superstición, pero llamarlo superstición no es más que ignorancia. En realidad, una tremenda sabiduría está contenida en el nombramiento de los días de la semana. ¡Sí, caballeros, en todos estos asuntos hay una tremenda sabiduría!

Si ahora preguntamos, ¿De dónde provino este nombramiento de los días de la semana?, vayamos hacia Asia y encontramos pueblos extraordinariamente inteligentes que vivían allí dos o tres mil años antes del nacimiento de Cristo. Entre los babilonios y los asirios había personas muy inteligentes que podían observar la influencia de las estrellas; fueron los primeros en nombrar los días de la semana. Otros los tradujeron a sus propios idiomas. Los nombres de los días de la semana se los debemos a Oriente, a los babilonios y a los asirios, donde la gente ya era inteligente, extremadamente inteligente, en un tiempo en que Europa parecía completamente diferente. Preguntémonos cómo era Europa hace unos cuatro mil años cuando en Asia, en Asiria y Babilonia, había personas que eran mucho más inteligentes que nosotros. Eran más listos porque poseían una riqueza de conocimiento mucho mayor. No es cierto que la humanidad simplemente progrese suavemente hacia adelante. De vez en cuando, la humanidad también retrocede.

En aquél tiempo, estos pueblos tenían una gran riqueza de conocimiento. Sin embargo, si los pueblos simplemente abandonan sus almas a dicho conocimiento, esa acumulación de conocimiento estará en discordancia con ellas tanto como lo está la acumulación de dinero. Por gracioso que parezca esta comparación, es cierta. Demasiado dinero no hace bien a la gente; como tampoco saber demasiado hace bien, si no se contrarresta empleándolo correctamente al servicio de la humanidad y del mundo. Los asiáticos habían acumulado gradualmente un tremendo conocimiento, pero no sabían qué hacer con él.

Lo que era Europa en aquél tiempo, cuando los asiáticos aún poseían un conocimiento tan grande, se puede ver mejor aquí, por ejemplo, en estas regiones de Suiza. Si observan las rocas que han sido arrastradas hacia los valles por los glaciares, pueden ver por la apariencia de estas rocas que los glaciares han trabajado sobre ellas. Estas son rocas glaciares. Podemos decir por su apariencia que han bajado de las alturas y que el hielo que fluye de los glaciares las ha afectado. Por la forma en que se ven todas las rocas, sabemos que toda esta región estuvo cubierta de hielo. De hecho, el terreno sobre el que caminamos y donde tan cómodos nos sentimos, estuvo cubierto de glaciares.

También, si vamos más al norte hacia Prusia y en muchas partes de Alemania, se puede ver por las formas de ciertas rocas que todas esas áreas estaban cubiertas de hielo glacial que fluía desde el extremo norte. Así como los glaciares descienden hoy a un cierto nivel, los glaciares se trasladaban desde las regiones más lejanas del norte hasta Alemania, cubriendo todo con hielo.

No hace mucho tiempo, la gente tenía una especial predilección por las grandes cifras, y por eso decían: "Oh, ciertamente Europa estuvo alguna vez cubierta de glaciares, pero eso fue hace veinte o treinta millones de años". Eso es un sinsentido. Vino como consecuencia de un cálculo que les ilustraré con el siguiente ejemplo.

Imaginen que hoy estoy observando un corazón humano. Este corazón humano experimenta constantemente cambios minuciosos. Si lo observo dentro de un año, se habrá vuelto un poco menos flexible, dentro de dos años menos aún, y de ese modo puedo calcular cuánta flexibilidad habrá perdido. Así que, al sumarlo todo, puedo calcular cuánto menos flexible será el corazón en cien años y, a partir de ahí, también sabré cómo era hace un siglo. Ciertamente puedo entender eso. Aplicando ese mismo cálculo a, digamos, una persona de siete años resultará que hace trescientos años, su corazón estaba en tal y cual condición. Solo que no se tiene en cuenta el pequeño detalle de que entonces aún no vivía. Del mismo modo, si calculo cómo habrá cambiado su corazón dentro de trescientos años, estoy olvidándome de que para entonces tampoco estará vivo.

Tales cálculos se han aplicado para descubrir que aspecto tenía, por ejemplo, el paisaje aquí en Europa hace veinte o treinta mil años. El período glacial ha retrocedido mucho, pero no se puede calcular así. Uno debe tener una ciencia que pueda enseñar con respecto a la tierra lo que ya sabe sobre el ser humano, es decir, que en trescientos años ya no vivirá como un ser físico, terrenal.

En los últimos años, los eruditos científicos se han vuelto más razonables, y aplicando la razón se han dado cuenta de que no hace mucho tiempo aquí todo estaba cubierto de glaciares; coincidiendo con el florecimiento de las culturas babilónica y asiria, toda Europa en efecto, todavía estaba congelada. Solo hace falta retroceder unos pocos miles de años, cuatro o cinco mil, para encontrar que en Europa todo estaba congelado. Solo gradualmente, a medida que iba disminuyendo el hielo, los seres humanos migraron aquí.

Bien, aquellos pueblos no lo tenían tan fácil como los pueblos de hoy. Para ellos fue mucho más difícil, ya que provenían de regiones más cálidas donde no estaban constantemente expuestos al frío y donde realmente les iba mejor. Sin embargo, esos pueblos se trasladaron a regiones que hasta hacía poco, habían estado cubiertas de hielo. A raíz de eso se les impidió experimentar el deleite de la sabiduría que gradualmente habían ido haciendo suya en Asia. Debido a que el universo ejerció una influencia en Europa, haciendo que se cubriera de hielo, mientras la cultura asiática disfrutaba de un clima cálido, se pudo desarrollar en Europa una cultura mejor y más enérgica de la que se hubiera desarrollado en Asia. Vean ustedes, cómo civilizaciones enteras dependen de las influencias del universo.

Además, cuando se piensa en un vaso de agua del océano, uno lo ve simplemente como agua a la que se le ha añadido un poco de sal: el agua de mar es salada, por lo que si añado sal al agua corriente obtengo agua de mar. Sin embargo, no es tan simple como eso, si contemplan el océano, el Atlántico, por ejemplo, si pudieran verlo inmediatamente debajo de la superficie, (aquí está la superficie {bosquejo} y aquí está el agua), entonces verían que no es simplemente agua salada, sino que se podría observar un fenómeno curioso. Al llegar el verano, en el mar tiene lugar algo que recuerda a la caída de la nieve. Mirando esta gigantesca extensión del océano desde debajo de la superficie, uno no diría que el mar solo consiste en agua; de hecho, lo veríamos nevar, por así decirlo. ¿Qué causa esto? El mar contiene innumerables criaturas diminutas, todas con pequeñas conchas calcáreas. Estas criaturas se llaman foraminíferos. Mientras estas criaturas estén vivas, nadan en el agua próxima a la superficie. Ahora bien, cuando se acerca la época del año en la que ya no pueden vivir, estas criaturas mueren y sus caparazones comienzan a hundirse. Estas conchas caen constantemente, y es realmente como una tormenta de nieve. Es realmente como ver nevar en el aire. Todo el océano experimenta una nevada provocada por estos foraminíferos. Cuando estas conchas de foraminíferos finalmente se depositan en el fondo, su sustancia se altera y se convierten en arcilla roja. Este es el suelo del océano. Estas pequeñas criaturas reciben su vida del universo y luego constituyen el suelo del océano. Exactamente lo mismo pasa con nosotros en esta parte del mundo. No vivimos en el océano, sino en el aire. Y cuando nieva en invierno, lo que está en la nieve es lo que hace que nuestro suelo sea lo que es, ya que si no nevara puntualmente, las plantas no podrían crecer. El suelo está formado de lo que está contenido en la nieve.

Señores, no son los componentes sólidos ni siquiera los componentes fluidos de nuestros cuerpos quienes absorben las influencias correctas, sino solo los componentes aeriformes. Esta influencia es absorbida por nuestra respiración cuando nieva en invierno. Lo que el mundo de las estrellas nos envía cuando nieva en invierno, lo absorbemos y moldeamos apropiadamente. Para hacer esto, sin embargo, nuestras almas necesitan trabajar apropiadamente sobre nuestros órganos; de lo contrario, nuestros órganos se marchitan. Ahora bien, cuando introducimos ajenjo en nuestros cuerpos, nos excluimos del mundo de las estrellas. Dejamos de absorber las influencias del mundo de las estrellas. El resultado es que nuestros cuerpos se malogran al exponerlos solo a la influencia de la tierra. Pueden ver cuán tremendamente significativo es, si queremos lograr el tipo correcto de evolución humana, que no malogremos nuestros cuerpos con ajenjo. ¡Debemos ser conscientes de eso!

Así, pueden ustedes fácilmente imaginar cómo progresó la civilización. En Asia existían pueblos tremendamente inteligentes que poseían una fuerte espiritualidad. Gradualmente, sin embargo, quisieron experimentar el elemento anímico solo como una formula de distracción, de sentimiento sensorial interno. Algunos de ellos emigraron a las regiones que anteriormente habían estado cubiertas de hielo. Allí se deshicieron de este sentimiento sensual interior y nuevamente fortalecieron sus cuerpos. Así es como se incluyó la civilización de Occidente a la de Oriente. Incluso hoy, se puede ver desde las formaciones glaciales aquí en las cimas de las montañas que la tierra estuvo congelada una vez en esta región, gracias a la cual las personas que se mudaron aquí pudieron fortalecer sus cuerpos.

Las razones del declive del Imperio Romano, también se debieron a estas cosas. Esto se remonta a la época en que el cristianismo comenzaba a extenderse. Sí, caballeros, si el cristianismo solo se hubiera extendido entre los romanos, ¡el resultado habría sido bastante malo! Los romanos, que apenas poseían los restos de la cultura oriental, asiática, se habían vuelto tan afeminados que no podían alcanzar nada. Fue entonces cuando, los pueblos de las regiones del norte cubiertas por el hielo, llegaron con sus cuerpos más resistentes, y en consecuencia el Imperio Romano pereció. Estas pueblos del norte con sus cuerpos más robustos se hicieron cargo de la vida espiritual.

La historia las describe como invasiones bárbaras en las que los romanos perecieron cuando las tribus germánicas llegaron. Estos son los europeos de hoy realmente, alemanes, franceses e ingleses, porque todos son básicamente pueblos germánicos. Solo que los franceses por ejemplo, han absorbido un poco más del elemento romano que los alemanes. Todo esto se basa en el hecho de que estos pueblos provenían de regiones donde podían absorber las influencias del universo, mientras que las otros pueblos con su sabiduría vivían solo en la tierra. Estos pueblos que vinieron del norte renovaron toda la civilización. Como pueden ver, así es como se relaciona la naturaleza con todo lo que ocurre en la historia.

Sin embargo, ustedes también saben la gran influencia que aún se conserva de la cultura romana. Recuerden, por ejemplo, que hasta los siglos XVI y XVII, no se podía hablar una sola palabra de alemán en las universidades de Europa Central. Los profesores daban las clases en latín. Por supuesto, se había ido convirtiendo gradualmente en una extraña forma de latín, pero todos sabían y entendían el latín. Las clases en el idioma nativo surgieron solo lentamente, pero esta tendencia a aferrarse a lo que estaba en declive, continuó durante mucho tiempo porque se sentía uno más cómodo con él, incluso con el habla.

Piensen solamente, cómo se mantuvo durante mucho tiempo la costumbre de parlotear en francés en todas las regiones alemanas, por la gente que deseaba darse aires de importancia. Esto no fue por otra razón que la de querer perpetuar el viejo elemento latino-romano, al menos en el habla. Es cierto que lo que se mantuvo en el habla también se mantuvo en otros vicios. Los romanos comenzaron este anhelo de experimentar una sensación sensual dentro del cuerpo, de disfrutar el elemento anímico en lugar de utilizarlo para construir el cuerpo. El legado de esto todavía está presente en el ansia por beber ajenjo, e incluso de disfrutar de la cocaína, etc. Estas cosas producirán una raza débil, descendientes débiles, y a aquellos que sucumben a tales vicios se verán gradualmente abocados al declive. Pueden ustedes promulgar todas las reformas sociales que quieran; que de estas reformas sociales nada resultará si no se logra una verdadera comprensión. Tal comprensión solo puede producirse cuando el materialismo en la ciencia y la religión sean sustituidos y se comience a comprender lo espiritual. Cuando los seres humanos comiencen a captar lo espiritual, percibirán mucho, no solo de lo que está claro exteriormente, sino que entonces podrán compenetrarse de lo espiritual si se lo contempla de manera correcta.

Sobre las abejas

Respondiendo a la pregunta de uno de ustedes, que es apicultor, sobre la diferencia entre la vida de las abejas y la vida de las avispas. Existen muchas similitudes. Hace poco les describía la vida de las avispas, y es bastante similar a la de las abejas. La vida de la colmena en su conjunto, sin embargo, es notablemente extraña. ¿En qué se basa esto? Pues verán, esto no tiene una fácil explicación, a menos que sea visto desde un punto de vista espiritual. La vida en una colmena es extraordinariamente sabia en su disposición. Cualquiera que haya observado la vida de las abejas estaría de acuerdo con eso. Naturalmente, no se puede decir que las abejas tengan una ciencia como la tienen los humanos, porque no tienen nada que se aproxime al aparato cerebral que tiene el hombre. Por lo tanto, las abejas no pueden asimilar en sus cuerpos, la sabiduría universal general como lo hacen los seres humanos, pero en cambio, en el conjunto de la colmena si que actúan poderosamente las influencias del entorno universal de la tierra. Si se tomara conciencia de todo lo que vive en los alrededores de la tierra, y de su enorme influencia sobre la colmena, se podría llegar a una comprensión correcta de cómo es realmente la vida de las abejas. La vida en la colmena se basa en la cooperación y en la realización, de manera armoniosa, de las tareas de las abejas entre sí, mucho más que entre hormigas y avispas. Para descubrir cuál es la causa de esto, se llega a la conclusión de que las abejas tienen una vida en la que el elemento que se expresa en otros animales en su vida sexual, se ve suprimido en un grado extraordinario. En las abejas, este impulso se suprime extraordinariamente.

Como pueden ver, la reproducción entre las abejas, está realmente a cargo de unas pocas hembras selectas, las abejas reina. La vida sexual de las otras está realmente más o menos suprimida. En la vida sexual, sin embargo, también existe la vida amorosa. La vida amorosa es un elemento anímico. Solo cuando ciertos órganos del cuerpo se ven afectados por este elemento anímico, se revelan y se convierten en expresiones de esta vida amorosa. Tanto mas se suprime la vida amorosa de las abejas para concentrarse solo en la abeja reina, mas se transfiere lo que sería vida sexual en la colmena, a las otras actividades que desarrollan las abejas. Esta es la razón por la cual los sabios de la antigüedad, que sabían de estos asuntos de una manera diferente a la de hoy, asociaban todo este maravilloso bullicio de la colmena con la vida amorosa que está conectada con el planeta Venus.

Así pues, podemos decir que cuando se describe a las avispas o las hormigas, ellas son criaturas que escapan a la influencia del planeta Venus. Las abejas, en cambio, están plenamente entregadas a dicha influencia del planeta Venus, desarrollando una vida amorosa en la colmena en su conjunto. Convirtiéndolo así, en una vida sabia, y pueden imaginar lo sabio que debe ser. He descrito algo de la forma en que se producen las sucesivas generaciones de abejas. Contiene una sabiduría inconsciente. Las abejas desarrollan esta sabiduría inconsciente en su actividad exterior. Por lo tanto, el elemento que nace en nosotros solo cuando surge el amor en nuestros corazones, se puede encontrar como sustancia en el conjunto de la colmena. Toda la colmena está impregnada de una vida amorosa. En la mayoría de los casos, las abejas individuales renuncian al amor para desarrollarlo en el conjunto de la colmena. Se puede comenzar a comprender su vida cuando se vuelve claro que las abejas viven como en una atmósfera impregnada de amor.

Para la abeja es más beneficioso que su sustento realmente provenga de aquellos elementos de la planta que estén completamente impregnadas de la propia vida amorosa de la planta. La abeja absorbe su alimento, a partir de tales elementos de la planta que son aspectos integrales de su vida amorosa, para después convertirlos en miel. La abeja lleva pues a la colmena, la vida amorosa de las flores. Es por eso que la vida de la abeja debe estudiarse desde el punto de vista anímico.

Esto es mucho menos necesario en el caso de las hormigas y avispas. Si se hace un seguimiento de sus vidas, verán que, en lugar de lo que he descrito para las abejas, tienden a tener más vida sexual. Por contra la abeja, (con la excepción de la abeja reina), es realmente la que, en cierto modo, dice: "Renunciaremos a una vida sexual individual y, en su lugar, nos convertiremos en portadoras de la vida amorosa". En efecto, ellas trasladan a la colmena lo que vive en las flores. Si realmente comienzan a pensar así, descubrirán todo el misterio de la colmena. La vida de este próspero y floreciente amor que se extiende sobre las flores también está contenido en la miel.

Pueden ustedes investigar esto más a fondo y preguntarse qué efecto tiene la miel en ustedes cuando la comen. ¿Qué hace la miel? Pues bien, cuando tomamos ajenjo, éste se une con los fluidos del hombre, expulsando el aire y con él el elemento anímico, con el fin de experimente placer sensual. La miel genera placer sensual solo en la lengua. En el momento en que tomamos miel, restablecemos la relación correcta entre el elemento aire y el elemento fluido en el hombre. Nada es mejor para el ser humano que agregar la cantidad correcta de miel a su comida. De una manera maravillosa, la abeja realmente se encarga de que el hombre aprenda a trabajar sobre sus órganos con su elemento anímico. La colmena a su vez le devuelve al hombre a través de la miel lo que necesita para la labor del alma en su cuerpo. Cuando el hombre bebe cantidades de ajenjo, desea disfrutar de su alma. Cuando el hombre agrega miel a su comida, prepara su elemento anímico de tal manera que funcione y respire adecuadamente en su cuerpo. Por lo tanto, la apicultura es algo que realmente contribuye significativamente a la civilización, porque fortalece al hombre, mientras que caer en la absenta es algo que gradualmente llevará a la raza humana a la extinción.

Cuando se tiene en cuenta la gran influencia que reciben las abejas proveniente del mundo de las estrellas, se da uno cuenta de que gracias a ellas puede entrar en el ser humano el elemento correcto. Todos lo vivo cuando se combina de manera correcta trabaja conjuntamente de manera correcta. Cuando una persona mira una colmena, debe decir para sí, con un estado de ánimo parecido a la exaltación, que gracias a la colmena, todo el universo define a los seres humanos para convertirlos en personas capaces. Beber ajenjo, sin embargo, produce seres humanos incapaces. El conocimiento del hombre se convierte así en conocimiento del universo.



Traducido por Julio Luelmo mayo 2020

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El objetivo de este blog es publicar en Internet todo el material fuente existente para las transcripciones de las conferencias de Rudolf Steiner de la forma más completa posible, para que este gran tesoro esté disponible para toda la humanidad. Se trata de notas de oyentes, transcripciones de conferencias y, en su mayor parte, transcripciones en texto plano de conferencias estenografiadas, también conocidas como transcripciones en texto plano. De este modo, cualquiera puede comprobar por sí mismo, mediante comparaciones, qué dijo realmente Rudolf Steiner y cómo fue editado (y, por tanto, modificado) en las distintas ediciones. Y por último, pero no menos importante, también encontrarán mucho material inédito. La obra de Rudolf Steiner es de dominio público desde 1996 y, por tanto, pertenece legalmente a toda la humanidad. Él mismo habría elegido una fecha mucho más temprana para la publicación de su obra, como se desprende de los pasajes sobre propiedad intelectual que citamos a continuación; Incluso el período de protección de 30 años que se aplicaba entonces le parecía demasiado largo. ¿Y qué habría dicho sobre el hecho de que 85 años después de su muerte, parte de su obra docente siga inédita y acumulando polvo en los archivos? Él mismo encontró una expresión adecuada para esto: Fue puesto en un ataúd. Este sitio web está destinado a ayudar a liberarlo de este ataúd. "Lo que el hombre puede crear a partir de sus capacidades intelectuales se lo debe a la sociedad humana, al orden social humano. En realidad, no le pertenece. ¿Por qué gestionamos nuestra propiedad intelectual? Simplemente porque la produces; al producirla, demuestras que tienes la capacidad de hacerlo mejor que los demás. Mientras tengas esa capacidad mejor que los demás, gestionarás mejor esa propiedad intelectual al servicio del conjunto. Ahora la gente se ha dado cuenta al menos de que esta propiedad intelectual no se perpetúa sin fin. Treinta años después de la muerte, la propiedad intelectual pertenece a toda la humanidad. Cualquiera puede imprimir lo que yo he producido treinta años después de mi muerte. Puede utilizarlo como quiera; y eso está bien. Incluso estaría de acuerdo si hubiera más derechos en este ámbito. No hay otra justificación para la gestión de la propiedad intelectual que el hecho de que, porque se puede producir, también se tienen las mejores capacidades [...] Será una forma sana de socializar el capital si hacemos fluir en el organismo social lo que hoy se acumula como capital en el derecho de sucesiones, en el surgimiento de las pensiones, del derecho de las manos ociosas, de los derechos humanos superfluos, lo que así se acumula en capital; eso es lo que importa. Ni siquiera hace falta decir que la propiedad privada debe convertirse en propiedad social. El concepto de propiedad no tendrá ningún significado". Rudolf Steiner el 25 de abril de 1919