GA108 Stuttgart, 14 de diciembre de 1908 -los diez mandamientos

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 LOS DIEZ MANDAMIENTOS

por Rudolf Steiner



Stuttgart, 14 de diciembre de 1908


Hoy nos ocuparemos de un importante documento de la humanidad, aunque parece muy alejado del ámbito de nuestra actual línea de estudio, y sin embargo tiene una relación interna con él. Son los Diez Mandamientos, que nos esforzaremos por iluminar desde la base de la ciencia espiritual, porque quizás a través de la ciencia espiritual la luz adecuada puede ayudar a aclarar nuestra comprensión de este documento.


Desde el punto de vista de la teología erudita, a menudo se mantiene que estos Diez Mandamientos coinciden con varias leyes y mandamientos de otros pueblos antiguos y no representan realmente nada extraordinario. Se consideran, a lo sumo, sólo notables como parte de una colección en la que las leyes y órdenes se encuentran entre varios pueblos antiguos, como por ejemplo con Licurgo de Esparta o las tablas de la ley de Hammurabi.

Lo que hemos examinado en la senda evolutiva de la humanidad en los tiempos post-atlántes y dejando que esto actúe en nuestras almas, puede servirnos de hilo conductor específico que permita comprender la revelación sobre la grandeza, el enorme significado para la humanidad de los Diez Mandamientos dados en el Sinaí. Recordemos nuestra contemplación de la evolución de la humanidad durante el tiempo post-Atlánte. Descubrimos cómo las cinco épocas culturales - la india, la persa, la caldeo-egipcio-judía, la greco-romana y la germánica - son una conquista gradual del plano físico por parte de la humanidad. Nos situaremos ahora al final de la tercera y al principio de la cuarta época, a la que podríamos llamar la "Misión de Moisés". ¿Desde donde parte esta Misión?


Nos esforzaremos en dirigir nuestras almas con mayor precisión, en saber cómo se produjo realmente la inspiración de los Iniciados en los sucesivos intervalos de tiempo. Ayer hablamos de los Rishis, los inspiradores en la época de la antigua India. Los Rishis anunciaban que eran meras personas comunes en la vida ordinaria que en momentos específicos se convertían, sin embargo, en un instrumento, en el portavoz de las inspiraciones de seres espirituales superiores. Este hecho fue particularmente predominante en los tiempos de la antigua India y estos antiguos Rishis, estos grandes maestros del tiempo post-Atlante podían hablar de elevadas verdades espirituales. ¿Podemos preguntarnos en qué regiones espirituales se movían estos Rishis cuando querían ser penetrados y atravesados interiormente por Seres superiores, que hablaban a través de ellos? En dichos momentos, vivían en su interior fuerzas superiores, no sólo en los planos astrales o del Devacán inferior, sino también en los planos superiores del Devacán superior, por lo que su aprendizaje se originaba en el Devacán superior. En aquellos tiempos antiguos, poco después de la catástrofe de la Atlántida, los antiguos cuerpos de los indios todavía permitían a la humanidad la posibilidad de salir de sus cuerpos, y así entrar en una relación con los Seres de los Mundos Superiores.

Pues bien, se fueron sucediendo las diversas épocas culturales. En la época cultural de Zaratustra, el antiguo persa, los más altos iniciados ciertamente sabían cómo hablar de los Seres espirituales más elevados, pero su ascenso no podía sin más llegar a las partes más altas de Devacán. Sólo podían elevarse hasta la parte baja del Devacán. A pesar de ello, podían ser enseñados sobre los planos superiores porque estos seres elevados de los planos inferiores del Devacán sabían de los planos superiores.


En el mundo en el que los iniciados egipcios eran principalmente nativos, normalmente podían subir al plano astral y no eran sólo un pequeño círculo los que aún podía elevarse al plano astral en la época del antiguo Egipto. Un número relativamente grande de personas, a través de su propia observación, todavía sabía lo que estaba sucediendo en el plano astral. Al menos en ciertas condiciones intermedias de la vida, entre la vigilia y el sueño por ejemplo, muchos experimentaron la comunidad con estos Seres que no descendían al plano físico sino que su hogar estaba en el plano astral. Por eso, a los antiguos iniciados egipcios que podían entrar y salir del plano astral les resultaba fácil revelar cosas que ocurrían en los Mundos Superiores.

Cuanto más nos acercamos a las últimas épocas culturales, más se cubre con el velo la visión de los mundos espirituales. El número de personas capaces de hacer observaciones en los mundos espirituales disminuyó cada vez más, y como resultado, a partir de la cuarta época cultural, se requirió una forma particular de promulgación por parte de los Iniciados. Uno de estos Iniciados, familiarizado con todas las artes ocultas de los Iniciados egipcios, era Moisés; se movía libremente por el plano astral. Incluso su pueblo fue elegido para contemplar ciertas revelaciones, y pudiera servirles de algo aunque ya no pudieran ver en los mundos superiores. Se requería de Iniciados, aunque disminuidos en número, que supieran directa o indirectamente de los mundos superiores, porque podían vivir conscientemente fuera de sus cuerpos. Sin embargo, la mayor parte de la gente tuvo que restringir sus vidas al plano físico. La tarea que la humanidad tuvo que cumplir en esta época cuando comenzó la misión de Moisés, fue ésta: a las personas que dependían completamente del plano físico se les debía dar una revelación del espíritu, que está detrás de lo físico, según la cual podían regular sus vidas. ¿Cómo podría formularse entonces esta misión de Moisés? Consideren la necesidad de aclarar a la gente que lo que está a su alrededor, lo que pueden ver y tocar, es el plano físico - aquí no hay nada espiritual. Esto no debía ser visto como algo representativo de lo espiritual, pero tenía que haber una clara comprensión de que lo espiritual debía ser buscado en lo espiritual, y sólo unos pocos podían hacer esta investigación espiritual.

En la antigua India, cuando los santos Rishis hablaban desde las partes altas del Devacán, se daban imágenes que podían verse como imágenes simbólicas exteriores en comparaciones e indicaciones provenientes del Devacán Superior. Se podían dar imágenes y representaciones y era relativamente fácil de entender para la gente: os las damos por decirlo así, como imágenes pero debido a que veis el mundo exterior como una ilusión, como maya, estas imágenes no son para vosotros más que imágenes, reflejos del mundo suprasensible. - De ninguna manera había un peligro que llevara a la adoración de estas imágenes. ¿Cómo podría haber sido con un pueblo donde todo lo que se percibe con los sentidos se veía como Maya, como una ilusión? Este pueblo nunca podría practicar la adoración. Eso sólo llegó mucho más tarde. Ciertamente más tarde en la cultura oriental aparecieron símbolos e imágenes de Dios en algunos lugares. Sin embargo, fue fácil para los santos Rishis dejar claro a todo el pueblo indio: lo que os revelamos, se ha originado en los planos superiores del Devacán, mientras que lo visible o físico es un símbolo de algo tan alto y sereno que sólo puede ser tomado como un símbolo.

Sin embargo, durante la época cultural persa, los estudiantes de Zaratustra no podían proceder de la misma manera. Sólo podían establecer una especie de relación entre el pueblo y las partes bajas de los planos devacánicos. Sólo eran capaces de hablar de imágenes, imágenes espirituales, de lo suprasensible. No se referían a ninguna imagen sensorial. Sobre todo hablaban entre su gente de un ser real, espiritual, bueno, al que llamaban Ahura Mazdao, el ser que tenía su corporeidad externa en el sol y que se conectaba con la humanidad y contra el espíritu oscuro: Ahriman. Esto era presentado en una imagen sensorial-suprasensorial, por así decirlo, a la gente. Tenían que imaginárselo por sí mismos como un Ser de luz espiritual. Sin embargo, no se debía formar una imagen acabada, ni un retrato. A lo sumo podían imaginar a este piadoso Ahura Mazdao como precursor dentro del fuego, por ejemplo, y no como una imagen sensorial rígida y externa. Todo lo que aparecía como imágenes sensoriales o ídolos llegó mucho más tarde. La antigua cultura persa contenía los precursores pictóricos que tenían que revelar lo suprasensorial. Ese fue el progreso.

Ahora llegamos a la tercera época cultural que encontramos principalmente en la época egipcia. Aquí se encuentra la forma de Osiris, como sabemos, en el punto central de todo el pensamiento y sentimiento religioso. Podemos entender fácilmente lo que hay que decir ahora. ¿Qué clase de ser es Osiris, principalmente en su forma divina? Consideremos lo que los líderes culturales egipcios le decían al pueblo: cuando realmente cumplas tus tareas en el mundo físico, cuando hayas hecho todo lo relacionado con tu alma esforzándote por convertirte en una persona digna, entonces te unirás a Osiris después de la muerte. - Por otro lado se les dice: Osiris tuvo una corta vida en la tierra, porque fue vencido por su hermano Tifón - Seth - y durante un tiempo ha vivido en los mundos celestes, sobre la tierra. Sus regiones inferiores ya no son el plano físico sino el astral, no descenderá más abajo. Ya no es posible para Osiris pisar el plano físico. Por lo tanto, la gente no puede conocer a Osiris en vida. Sin embargo, después de la muerte, cuando se hayan hecho suficientemente dignos, se unirán a Osiris porque entonces estarán dentro del mundo en el que Osiris permanece. Por lo tanto, una persona puede conocer a Osiris, ya sea después de su muerte o si entra como un Iniciado en el plano astral. Con esto se preparaban los discípulos de la religión de Osiris: lo suprasensible con el que aún te relacionas, no es otra cosa que las imágenes que tu alma se imagina, un "alma" según se concibe bajo el concepto de cuerpo astral. Osiris llegó a ser considerado la forma humana ideal, poseyendo todas las virtudes posibles, y aunque tanto los deseos como las virtudes existen en el cuerpo astral, es por lo que el ser humano astral fue representado así como el Ser de Osiris.

Para el pueblo de los semitas, que pasaron por la escuela de Egipto hasta cierto punto, y que se suponía que iban a preparar ese gran evento a través del cual lo espiritual, el Cristo, descendería al mundo físico, no solo como Osiris al plano astral, sino como Cristo que descendió al plano físico - para este pueblo, a un dios no se le permitía vivir en parábolas o símbolos, como en los indios antiguos, ni podían adorar a un dios en una imagen sensorial-suprasensible, como en la cultura persa , ni tampoco en la imagen de un ser astral, como en la cultura egipcia, sino únicamente bajo la representación no sensorial del Yo.Todas las imágenes, originalmente dadas en la antigua India con las que imaginar lo espiritual, eran del mundo físico, tomadas del reino mineral; eran imágenes en distintas formas físico-minerales. La figura bajo la cual los iniciados de la cultura persa dejaron claro lo suprasensible a su gente fue tomada de lo que también vive en el cuerpo etérico humano, el etérico viviente, porque Ahura Mazdao también se hizo visible para ellos por el hecho de que estaba en una forma etérea, el aura solar dada a conocer a ellos. Osiris había sido presentado a los egipcios bajo una figura astral. Pero la Deidad que se anunció al pueblo judío no debía tener otras cualidades que las del yo, el cuarto miembro del ser humano. Bajo el yo, el hombre se agarra a algo que sólo puede decirse "yo" a sí mismo.

Esto está relacionado con algo más. En este punto la gente tenía que permitir que la Misión de Moisés fluyera en ellos; tenía que ser el representante de la imagen del "yo" de Dios. A partir de ese momento se le tenía que decir a la gente: Así como un "yo" vive en cada persona y es el gobernante de los miembros de la naturaleza humana, también hay que imaginar al Ser que teje en el mundo como un Ser creador, que vive, gobierna y prevalece sobre todo lo que ha sido y es creado. Nada sensorial, ni etéreo ni astral puede representarlo. Sólo bajo la forma del "yo", sólo bajo el nombre de "yo soy el yo-soy" deben ustedes imaginar este elevado Ser. - En el propio "Yo soy" cada persona debe experimentar un reflejo de la divinidad. Esa fue la Misión, la transmisión de Moisés, era decir: "Mirad dentro de vosotros, sólo allí encontrarán la verdadera imagen de la divinidad pura". - Como resultado, toda la actividad entre las personas debe ser desde este momento sólo de un "yo" a otro "yo". Esto tenía que ser preparado a través de la Misión de Moisés.

Situémonos una vez más en la cultura egipcia. Se producía mucha actividad pero no se movía de un "yo" a otro "yo" sino de un cuerpo astral a otrol. ¿Qué significado tiene esto? Piensen en cómo se construyó una de las pirámides gigantes. Se necesitó un gran ejército de personas para que tal pirámide pudiera existir. Los trabajadores de la construcción de tales pirámides seguían la orden del maestro de obras y esos eran los sacerdotes del templo, los guías espirituales de la cultura. No crean que estas órdenes se daban como hoy en día, de un "yo" a otro "yo". No era así. Entenderán más fácilmente lo que tenía lugar si la palabra "sugerencia" está implícita. Los poderes físicos de la naturaleza fueron empleados para guiar a las masas. Los sacerdotes egipcios controlaban tales poderes en un alto grado. No trabajaban en el "yo" diciendo: Haz esto o aquello - sino que controlaban a las masas manejando sus poderes físicos, para que la gente siguiera mansamente a los sacerdotes que pasaban por alto el "yo". Estos sacerdotes se erigieron como Iniciados en un servicio elevado. Eran incapaces de abusar de estos poderes; se ponían al servicio del Bien. Así fue inspirado, físicamente inspirado, trabajando a través de ellos; la libertad del "yo" en oposición a los sacerdotes del templo no se cuestionaba. Si entienden eso, entonces también entenderán cómo en la antigua India los Santos Rishis aplicaban poderes espirituales aún más elevados. Con ellos fue como sigue: cuando aparecieron y dieron proclamaciones significativas desde los mundos espirituales, era evidente que toda la gente los seguiría mansamente. Así como la mano sigue a la cabeza, las masas seguían a sus líderes, los Iniciados. Esto disminuyó cada vez más, cuanto más se hundía la humanidad en el plano físico, pero en el antiguo Egipto todavía había una gran eficacia de estas fuerzas físicas. Retirar a la gente de este tipo de participación y la manifestación predictiva en la oposición al ego, era la misión de Moisés. Para que cada ser humano busque la fuente divina, el gran Mundo-Yo, que el reino del "Yo" que surge, que sopla, puede ser percibido como la imagen arquetípica del "Yo" individual, ese fue el gran llamado que está ligado a la Misión de Moisés.

Desde estos puntos de vista comprenderemos cómo este gran "yo" del mundo tuvo que ser proclamado a través de Moisés. De esta manera debemos traducir el anuncio de las leyes del "yo" al lenguaje cotidiano, para poder realmente pasar por lo que se sintió, experimentó y pensó cuando por ejemplo se escuchó el Primer Mandamiento en aquel tiempo. Todas las traducciones lexicográficas dan las más inconcebibles inexactitudes. Ahora quiero presentarles el primer mandamiento como realmente necesita ser traducido, para llevarlo a una expresión tal como la gente entonces imaginaba que debía ser escuchado.

Primer Mandamiento: Yo Soy la eterna Divinidad, que experimentas dentro de ti mismo. Te he sacado de la tierra de Egipto donde no podías seguirme dentro de ti mismo. De ahora en adelante no pondrás a otros dioses por encima de mí. No reconocerás a los dioses como superiores, que te muestran una imagen de algo que aparece arriba en el cielo, que actúa desde fuera de la tierra o entre el cielo y la tierra. No adorarás lo que está debajo de lo divino que está dentro de ti. Yo soy lo eterno en ti y una divinidad continua. Si no me reconoces dentro de ti, desapareceré como la divinidad en tus hijos, padres y abuelos y sus cuerpos se quedarán atrofiados. Si me reconoces dentro de ti, viviré en ti hasta miles de generaciones y los cuerpos de tu pueblo prosperarán.

Esto nos da la indicación de cómo el "yo" único está dentro del "yo" arquetípico, cómo reconocer la imagen posterior del "yo" divino arquetípico y también, la indicación de cómo, a través del reconocimiento del propio "yo" como divino, se da el camino para liberarse de la oposición experimentada entre el pueblo y sus líderes en el antiguo Egipto. "Te he guiado fuera de las tierras de Egipto, donde puedes seguirme dentro de ti. La voluntad del Iniciado te siguió hasta allí, y allí no fuiste libre". Estos Iniciados aplicaban sus poderes psíquicos que el pueblo seguía. El primer amanecer de esta libertad humana, que se elevó como la libertad de la misericordia en el cristianismo, se muestra en esta referencia: "Te saqué de las tierras egipcias donde no podías seguirme dentro de ti". "De ahora en adelante no pondrás otros dioses por encima de Mí." Por lo tanto, para que el pueblo judío se convirtiera en el pueblo más preparado para la proclamación en la cristiandad, tenía que quedar claro que todos los demás representantes de lo divino, las imágenes arquetípicas del "Yo", tenían que desaparecer. Las representaciones externas de lo divino, incluso los signos del Zodíaco o cualquier otra cosa, tenían que desaparecer. Nada debía ilustrar lo divino, porque la gente tenía que, para ser libre, encontrar la fuente de todo en su interior: todo lo que debía ser experimentado en relación con lo divino tenía que ser imágenes posteriores del gran Mundo-Yo y experimentado en su "Yo". "No debéis reconocer nada más elevado que lo divino, que aparece como imagen de algo que brilla arriba en el cielo, que se origina en la tierra o que está activo entre el cielo y la tierra". Una divinidad sin imagen! La única expresión legítima para esto es el "Yo" humano, la imagen del "Yo soy el Yo -soy". "No adorarás nada que esté por debajo de lo divino que está dentro de ti."

Hemos hecho hincapié en que en la antigua India se tomó la imagen a partir del cuerpo físico, en la cultura persa a partir del cuerpo etérico, en la egipcia a partir del cuerpo astral. Todos ellos están debajo del "yo". A partir de ahí no se debe tomar ninguna imagen y llamarla divina. Sabemos que el cuerpo físico se formó a partir de la naturaleza mineral, el cuerpo etérico a partir de la naturaleza etérica, y el cuerpo astral a partir de ese reino donde también se forma el cuerpo astral animal. De todo lo que existe en los miembros de la naturaleza humana, al haberse originado del resto de la naturaleza, de todo lo que está debajo del "yo", nada debe ser venerado. "Yo soy lo eterno en ti y una continua divinidad." Aquí tenemos una frase importante. A los judíos se les dio como mandamiento, lo que antes era un hecho. Ya hemos comentado que cuando en cualquier pueblo fluye la sangre común, corre una conciencia particular a través de la generación, de cómo el hijo se siente ligado a través de la sangre con su padre y su abuelo. La sangre común se siente como un "yo" común. Este "yo" vivió a través de generaciones. El dios que se anunciaba principalmente como un "yo" a los judíos, tenía que anunciarse diciendo que "él" era aquell, que obraba como Dios a través de las generaciones. "Cuando realmente me entiendas, entonces entenderás lo que sigue obrando de generación en generación." Esto ha sido traducido con: "Soy un Dios esforzado", o incluso "Soy un Dios enfadado", mientras que el significado real es: "Soy el dios que obra continuamente de generación en generación".

"No trates de formar una idea incorrecta de Mí, protege la verdad dentro de ti, como una idea de Mí, entonces implantarás dentro de la sangre una salud duradera de generación en generación." Un verdadero concepto medicinal está ligado a lo que indica este mandamiento, vinculado a la idea de que cuando el ser humano tiene una idea pura de su relación con la divinidad, entonces, a través de la sangre fluirá una imagen saludable del yo y la gente se mantendrá sana de una generación a otra. No llegamos a una verdadera comprensión de la forma viva en que Moisés presentó esto a su pueblo cuando anunció las leyes, si pensamos únicamente en forma abstracta sobre lo que decía. No, se decía bajo la suposición de que los pensamientos correctos son una realidad activa. "Cuando creas una falsa idea de la Divinidad, entonces la trasmitirás, de generación en generación, en forma de enfermedad y dolencia." Los pensamientos correctos activan la salud, los falsos, la enfermedad. Esto es en el sentido genuino una imagen antroposófica u oculta. Hay que pensar en ello o de lo contrario no se puede llegar a una comprensión real, no se puede formar una imagen real con respecto a este primer mandamiento. El pueblo judío fue instruido: No pongas a tu Dios bajo falsas imágenes. Cuando se arrodillaron frente al becerro de oro, una falsa imagen fluyó desde los dioses hacia ellos y esta falsa imagen de dios produjo, (porque trabaja a través de la sangre y pasa por las generaciones), el pecado efectivamente continuo que se traduce en enfermedad. "Si no me reconoces dentro de ti, desapareceré como lo divino en tus hijos, padres y abuelos y sus cuerpos se quedarán atrofiados". Produciréis hijos, padres, abuelos capaces de sobrevivir, cuando forméis la idea correcta de lo divino, de lo contrario lo que depende de la sangre se extinguirá. Reconociéndome verdaderamente dentro de ti, la fuente del "Yo", el poder se transmite de una generación a otra porque soy una Divinidad continuamente efectiva. Desapareceré de los cuerpos si vivo en ti como una idea falsa. Esto es de nuevo una indicación bastante oculta y medicinal. "Si me reconoces dentro de ti, viviré en ti hasta miles de generaciones y los cuerpos de tu pueblo se purificarán y por lo tanto prosperarán." Así el físico prosperará, en el genuino sentido oculto, cuando el ser humano forme la verdadera idea espiritual. A través de esto un aliento simultáneo de libertad humana se dibuja en el desarrollo humano: el ser humano se coloca justo en la cima, por así decirlo, del "yo" continuo y luego se forma con el "yo" divino. No se pueden permitir comparaciones con ninguna otra legislación; es un verdadero diletantismo colocar los Diez Mandamientos al lado de otra legislación y compararlos unilateralmente, sólo porque son exteriormente similares en palabras, pueden ser vistos como iguales. La legislación de los Diez Mandamientos del Sinaí es única y sólo permite la iluminación a través de la excepcional Misión de Moisés. Al igual que con este Primer Mandamiento, lo mismo ocurre con todos los demás Mandamientos cuando se traducen correctamente. El espíritu de la Misión de Moisés, con referencia al impulso del "yo", nos aclara cómo esto debía ser vertido ahora en la humanidad.

Segundo Mandamiento: No hablarás erróneamente de Mí en ti, porque todo error sobre el "Yo" en ti corromperá tu cuerpo. - Así se establece la necesidad de un correcto proceso de pensamiento, que es el verdadero creador del verdadero cuerpo sano. Los errores sobre la más alta divinidad que rige en ti, producen la enfermedad en el cuerpo en su máximo grado. Es extraordinariamente importante tener una visión del contenido del Segundo Mandamiento: "El error sobre el "yo" en ti corromperá tu cuerpo". Hay otro dicho: En un cuerpo hermoso vive un alma hermosa. - La moderna humanidad materialista de vez en cuando lo interpreta como: si cuido bien mi cuerpo, entonces tendré un alma hermosa. - En realidad significa que un alma es internamente fuerte porque ha traído algo de encarnaciones anteriores que ha obrado inspiradamente a través del alma y es ahora el creador correcto para la envoltura de un cuerpo sano y vigoroso. El cuerpo no crea el alma, sino que es exactamente lo contrario. Así que vemos que a veces no se reduce en absoluto a establecer una formulación de vocabulario precisa. Es encontrar cada vez, según los impulsos de su vida, una interpretación diferente de la misma redacción. Dependiendo de cómo te sientas o estés dispuesto, así se interpreta. Por consiguiente, no siempre se tiene la prueba correcta de que se está indicando una redacción equivalente, sino sólo a través de la penetración en el alma de la época y la búsqueda minuciosa de la comprensión de esta o aquella palabra. 

Tercer Mandamiento: Deberás diferenciar el día laboral del día festivo, para que la imagen de Tu Ser se convierta en la imagen de Mi Ser. Porque, lo que vive en ti como mi "Yo", ha construido el mundo en siete días y vive en él en el séptimo día. Por lo tanto tus acciones y las actividades de tu hijo y las de tu hija y las de tu sirviente y las de tu ganado y todo lo que está contigo, está comprendido dentro del límite exterior de los seis días, pero en el séptimo día tu mirada debe buscar Mi mirada dentro de ti. - Este es el tipo de traducción absoluta que corresponde al Tercer Mandamiento. No es en las imágenes exteriores donde debe representarse la Divinidad dentro de las personas como el "Yo" arquetípico, sino que debe ser representado a través de lo que hace el "Yo", el "Yo" arquetípico y así cómo este "Yo" arquetípico creó el mundo en seis días mundiales y en el séptimo día encontró el descanso, también así, la humanidad debe separar los días de trabajo de los días festivos, seis días para la creación y el séptimo día para buscar la Divinidad con la ayuda del "Yo". Así que vemos de qué manera tan maravillosa este Tercer Mandamiento es la representación del "yo" arquetípico en nosotros y se coloca allí como Dios guía.

En estos tres primeros mandamientos tenemos indicaciones de cómo se relacionaba el ser humano con la divinidad, durante la época de la Misión de Moisés, en la que se estaba revelando de una nueva manera. En el cuarto Mandamiento pasamos al plano físico. Los tres primeros Mandamientos establecen cómo puede el ser humano relacionarse de manera correcta hacia los mundos superiores a través de las actividades de su "yo".

El cuarto mandamiento es: Trabaja en el espíritu de tu padre y de tu madre, para que tomes posesión de lo que has adquirido mediante el poder que yo he acumulado en ellos. Aquí no se trata del mandamiento absolutamente insignificante "Honra a padre y madre, para que estés bien y puedas vivir mucho tiempo en la tierra".  Este cuarto mandamiento es un mandamiento práctico. Dice: Observa tanto a tus descendientes como a tus antepasados; si  tú como descendiente te opones a ellos - entonces nunca tendrá lugar un desarrollo pacífico, beneficioso y continuo. Así como transmites internamente el "yo" a través de la sangre, también debe mantenerse lo que posees después de que tu "yo" haya trabajado a través de él. El fuerte "yo" que fue creado, fluyó por un lado a través de la sangre en las generaciones; por otro lado sin embargo tuvo que trabajar en el mundo exterior. Lo que había sido fundado como un "yo" fuerte tenía que ser preservado y evolucionar continuamente, sin interrupción. Trabajar con los padres en mente para mantener la coherencia en el trabajo de su padre y madre en la creación de su "yo". - Esto te muestra como también las reglas de conducta externas son dadas para no destruir desde fuera la creación de una nueva cultura, dada como un impulso interno.

Ahora llegamos a los Mandamientos donde el "yo" personal e independiente se enfrenta al "yo" de los demás, y cómo esto debería de hecho gobernar en el mundo social. Esto es en realidad una repetición de lo que dijo Pablo, que en la Biblia se presenta como: Amarás a tu prójimo como a ti mismo (Gálatas 5,14). - Ver en otras personas el mismo "yo" que en uno mismo. - De manera extraordinaria este antiguo pueblo hebreo recibió el impulso de perseguir el derecho divino en el tejido del "yo" dentro del alma humana. Por lo tanto, este pueblo tuvo que preservar los mandamientos, que no sólo prescriben la protección de su propio "yo", sino que también prescriben el respeto y la protección del "yo" en el otro.

Quinto Mandamiento: No matarás.


Sexto mandamiento: No rompas el matrimonio.


Séptimo Mandamiento: No robar.

Los tres se expresan en el único mandamiento: ¡Reconocer en tus semejantes el "yo" que tienes en ti mismo!

En este acto el pueblo judío fue conducido desde las tierras de Egipto, permitiéndoles reconocer también el "yo" en otros a través de la evaluación del "yo" del otro, ya que en las tierras egipcias no se trabajaba a través del respeto a los demás sino a través de la supresión del "yo" por medio de la sugestión y otros medios:

El Octavo Mandamiento: No menoscabéis el valor de vuestros semejantes diciendo falsedades sobre ellos. - No sólo a través de los hechos puede uno dañar y perjudicar los derechos del "yo" dentro del otro, sino que uno no debe ni una sola vez en una palabra hablada disminuir el valor de otro "yo". Uno no debe decir falsedades sobre el "yo" de otro. Quien declara una falsedad sobre el "yo" de otro, no se da cuenta de que el "yo" del otro es el mismo que su propio "yo". Así se procede sistemáticamente con los Diez Mandamientos. Se hace referencia a lo que se expresa perjudicialmente en la comunidad de vida de un "yo" a otro "yo". Un acto penetra directamente, perjudicialmente en la esfera del "yo" del otro, al hacerlo mediante la palabra es igualmente perjudicial pero más secretatamente. Sin embargo, si quieres reconocer seriamente el "yo" del otro, entonces tampoco te atrevas a intervenir sobre la base de tus deseos, en la esfera de tus semejantes. No sólo a través de esto le robas, sino que ya a través de desear algo suyo, penetras en su esfera del "yo". Reconoces la evaluación igualitaria del "yo" del otro al no permitirte desear lo que él tiene. Ahora los dos últimos mandamientos: 

Noveno Mandamiento: No desees lo que tu prójimo posee en propiedad.


Décimo mandamiento: No envidies a tu prójimo a su esposa ni a los sirvientes y otros a través de los cuales obtiene sus ganancias.

La única manera de establecer relaciones sanas entre una persona y otra es no resentirse por lo que posee la otra persona. Por lo tanto, una persona se sitúa al lado de los demás para que pueda notar y venerar la imagen divina en cada "yo". Así se regula la existencia de un "yo" por separado, entre los demás. Este fue uno de los mayores impactos espirituales que entró en la humanidad. Sin embargo, lo que aún no se había dicho fue lo que vendría a través del Cristo, lo que está en la palabra de que todos pueden encontrar una conexión con el Padre en sí mismos. "Nadie llega al padre sino a través de mí". En esta legislación todavía se daba el impulso, por así decirlo, al yo común, que fluía a través de las generaciones, pero al mismo tiempo se predijo que el yo no sólo es una imagen de lo divino, sino que Dios mismo es un ser vivo en este yo. El yo es idéntico en sustancia y esencia a su padre. "Yo y el padre somos uno".

Así pues, vemos cómo el impulso, transmitido a través del desarrollo del mundo, sigue uno tras otro. Es fácil de decir: En el desarrollo del mundo todas las causas y efectos están conectados por una guía mundial llena de sabiduría y un comando mundial, pero nada es visible. - Sin embargo, cuando miramos hacia atrás en la evolución del mundo, como hemos hecho en este examen, llegamos a la noción de que en el momento adecuado siempre sucede lo correcto para dirigir el desarrollo humano más allá, entonces, puedo decir, no queda nada más que reconocer la dirección y la guía llenas de sabiduría en el desarrollo del mundo.

Cuando uno ve a través de la investigación oculta cómo a la salida de la tercera época cultural en el cuarto período de tiempo la proclamación de los Diez Mandamientos tuvo lugar para que la gente tuviera tiempo de prepararse para el mayor evento, el Misterio del Gólgota, entonces uno ve exactamente qué gran expresión de sabiduría es esto dentro de la dirección mundial.

En todo el tono de los Diez Mandamientos, cuando realmente los entendemos, vemos cómo la Divinidad se revela de manera arquetípica en imágenes en preparación para el momento en que el Espíritu Divino se encarne realmente en un individuo. Para que las personas sean dirigidas hacia una comprensión de Dios en la carne, un Dios encarnado, deben aprender primero a captar la sustancia y el Ser de Dios dentro de su alma más profunda e íntima. Considerando este documento de la humanidad, los Diez Mandamientos, notamos por el tono completo, que Dios habla a través de él a la humanidad y que esta dirección a lo largo de todo está en línea con la cada vez mayor aparición de personas en el plano físico y que esto sólo puede suceder realmente cuando la Divinidad es captada de la manera correcta. Repetidamente se señala que los cuerpos prosperan cuando se capta correctamente la Divinidad. Se dan indicaciones de que venerar lo Divino también trae prosperidad a las cosas externas en el plano físico. En la forma correcta se señala que un desarrollo gradual y saludable debe seguir, para que las relaciones sociales externas prosperen.

A través de la Misión de Moisés se regula que la Divinidad permanece protegida dentro del Ser del hombre, mientras que la conquista del plano físico por parte del hombre puede llevarse a cabo de manera correcta en el sentido de que el desarrollo post-atlante permanezca en armonía con la Divinidad.



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El objetivo de este blog es publicar en Internet todo el material fuente existente para las transcripciones de las conferencias de Rudolf Steiner de la forma más completa posible, para que este gran tesoro esté disponible para toda la humanidad. Se trata de notas de oyentes, transcripciones de conferencias y, en su mayor parte, transcripciones en texto plano de conferencias estenografiadas, también conocidas como transcripciones en texto plano. De este modo, cualquiera puede comprobar por sí mismo, mediante comparaciones, qué dijo realmente Rudolf Steiner y cómo fue editado (y, por tanto, modificado) en las distintas ediciones. Y por último, pero no menos importante, también encontrarán mucho material inédito. La obra de Rudolf Steiner es de dominio público desde 1996 y, por tanto, pertenece legalmente a toda la humanidad. Él mismo habría elegido una fecha mucho más temprana para la publicación de su obra, como se desprende de los pasajes sobre propiedad intelectual que citamos a continuación; Incluso el período de protección de 30 años que se aplicaba entonces le parecía demasiado largo. ¿Y qué habría dicho sobre el hecho de que 85 años después de su muerte, parte de su obra docente siga inédita y acumulando polvo en los archivos? Él mismo encontró una expresión adecuada para esto: Fue puesto en un ataúd. Este sitio web está destinado a ayudar a liberarlo de este ataúd. "Lo que el hombre puede crear a partir de sus capacidades intelectuales se lo debe a la sociedad humana, al orden social humano. En realidad, no le pertenece. ¿Por qué gestionamos nuestra propiedad intelectual? Simplemente porque la produces; al producirla, demuestras que tienes la capacidad de hacerlo mejor que los demás. Mientras tengas esa capacidad mejor que los demás, gestionarás mejor esa propiedad intelectual al servicio del conjunto. Ahora la gente se ha dado cuenta al menos de que esta propiedad intelectual no se perpetúa sin fin. Treinta años después de la muerte, la propiedad intelectual pertenece a toda la humanidad. Cualquiera puede imprimir lo que yo he producido treinta años después de mi muerte. Puede utilizarlo como quiera; y eso está bien. Incluso estaría de acuerdo si hubiera más derechos en este ámbito. No hay otra justificación para la gestión de la propiedad intelectual que el hecho de que, porque se puede producir, también se tienen las mejores capacidades [...] Será una forma sana de socializar el capital si hacemos fluir en el organismo social lo que hoy se acumula como capital en el derecho de sucesiones, en el surgimiento de las pensiones, del derecho de las manos ociosas, de los derechos humanos superfluos, lo que así se acumula en capital; eso es lo que importa. Ni siquiera hace falta decir que la propiedad privada debe convertirse en propiedad social. El concepto de propiedad no tendrá ningún significado". Rudolf Steiner el 25 de abril de 1919