GA108 Nuremberg 16 de diciembre de 1908 -Respuesta a los interrogantes sobre La Historia oculta I

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HISTORIA OCULTA -1-

 LA VIDA DESPUES DE LA MUERTE EN TIEMPOS PRE-CRISTIANOS Y POST-CRISTIANOS

Rudolf Steiner

 Nuremberg 16 de diciembre de 1908


1ª conferencia: Diferencia en las experiencias del alma humana en la vida después de la muerte en tiempos pre y post-cristianos. La conciencia del Atlante; su convivencia con los seres divino-espirituales. La vida en el mundo físico y espiritual durante las épocas culturales india, persa, egipcia y grecorromana. El evento del Gólgota y el anuncio de Cristo en el mundo de los muertos. El significado de este evento para los tres mundos en los que vive el hombre.


Hoy nos ocuparemos de un capítulo de la Antroposofía que enlaza con muchas cosas que pudimos estudiar en el último curso/conferencia aquí, pero en cierto sentido es bastante independiente. Nuevamente estaremos considerando asuntos para aquellos que están más avanzados - con avanzados no me refiero, respecto al intelecto o al conocimiento, sino con respecto a la actitud anímica, a los sentimientos, que son necesarios para la asimilación de Verdades superiores que a menudo parecen paradójicas, extrañas y fantásticas para la mente materialista - verdades que deben ser aceptadas, no como si fueran asuntos cotidianos, sino como algo que no sólo es posible, sino que al mismo tiempo es realidad.

Nos dirigiremos a un cierto capítulo de la historia oculta. Todo el mundo sabe lo que significa la historia externa; Todo el mundo sabe que la historia presenta acontecimientos y hechos sucesivos del mundo físico exterior hasta donde puedan seguirse con la ayuda de documentos, manuscritos originales y registros, tradiciones, etc. Pero en la Antroposofía, por medio de los registros espirituales que nos son accesibles, vamos aún más atrás, incluso en esta historia externa, hasta la época del gran diluvio atlante. Observamos las sucesivas épocas culturales que le siguieron, pero nos remontamos aún más a un pasado lejano, a épocas anteriores a este gran Diluvio que ha sido preservado como tradición en las leyendas de diferentes pueblos. Todo esto es historia, investigada, es verdad, por medios ocultos, pero en cierto sentido sigue siendo una historia externa, física, más o menos física, de hechos y acontecimientos. Pero también hay una historia oculta, y comprenderán lo que esto significa si piensan en lo siguiente.

Antes de encarnar en los cuerpos de nuestra civilización actual, todas nuestras almas vivieron en cuerpos de las antiguas épocas India, Persa, Egipcio-Caldea, Greco-Romana, etcétera.

Cuando, a través del nacimiento, estas almas entraron en la existencia en el plano físico, vieron y experimentaron lo que se puede experimentar en este plano. Estas almas contemplaron las creaciones de la antigua cultura India, las grandes pirámides construidas por los Egipcios, los templos Griegos, etc. Por consiguiente, podemos representarnos el flujo de los acontecimientos a través de los cuales el hombre pasa en el transcurso de la historia en el plano físico externo durante la vida entre el nacimiento y la muerte. Ahora háganse la pregunta : ¿Qué sucede entonces cuando, atravesando la Puerta de la Muerte, el alma pasa a su vida entre la muerte y un nuevo nacimiento? Las almas ahora encarnadas pasaron por la muerte en la antigua India, la antigua Persia, y así sucesivamente. ¿Las condiciones en la vida entre la muerte y el nuevo nacimiento han sido siempre las mismas a través de todas las épocas? ¿En esa vida hay algo comparable con la "historia" ? ¿Fueron diferentes las experiencias de las almas cuando pasaron por la Puerta de la Muerte en los tiempos de la antigua India o de la antigua Persia y son de nuevo diferentes en nuestra época? ¿Hay en esa vida algo parecido a un transcurrir sucesivo de acontecimientos? Cuando hablamos de las experiencias de los períodos pasados en el Kama-Loca y en el Devacán hasta que llega el momento de una nueva encarnación, los describimos como son en la actualidad. De ahí muchas personas pueden imaginar que estas experiencias son similares en todas las épocas, pero esto no es así. Pues igual que, cuando las almas han pasado por la Puerta del Nacimiento tienen diferentes experiencias en las diferentes épocas, así también hay una "historia" de lo que sucede entre la muerte y el nuevo nacimiento. Estos sucesos se describen correctamente tal como los describimos en nuestra época actual, pero no han sido los mismos en todas las edades. Hoy consideraremos brevemente algo de la historia de ese otro lado de la existencia, particularmente durante las épocas post-atlantes.

Para ello es conveniente pensar, en primer lugar, en la antigua época atlante. En esta época Atlante, la vida era muy diferente de lo que llegaría a ser más tarde. Cuando por la noche el alma del antiguo Atlante salía de los cuerpos físico y etérico y vivía en los mundos espirituales, no estaba envuelta en la oscuridad como es el caso hoy. Durante la conciencia nocturna, el alma estaba en los mundos divino -espirituales los Seres Divinos-Espirituales eran sus compañeros. La alternancia entre el día y la noche era bastante diferente en la época Atlante. Cuando el Atlante se despertaba por la mañana, es decir, cuando su cuerpo astral y su yo volvían a entrar en los cuerpos físico y etérico, entonces, en los períodos iniciales de la Atlántida, el hombre no veía objetos externos con contornos perfilados como lo hace hoy, sino que los objetos eran confusos, como cuando salimos por la noche en noviembre con una niebla tan espesa que las lámparas parecen estar rodeadas por un aura en lugar de emitir luz clara. Para el Atlante de esa primera época, cada objeto en el plano físico era indistinto e indefinido, y sólo gradualmente asumía contornos perfilados en la conciencia diurna. Cuando, por la noche, se elevaba en su cuerpo astral y su yo fuera de los cuerpos físico y etérico, no estaba en un reino de inconsciencia, sino que tenía experiencias definidas, aunque vagas, de los mundos divino-espirituales. Y las figuras conservadas como dioses, los nombres y las ideas de dioses tales como Wotan, Baldur, Zeus, Apolo, Thor - no son figuras de la fantasía sino seres que fueron experimentados realmente por el hombre en los tiempos de la antigua Atlántida.

Luego vino el gran Diluvio. Los Atlantes menos avanzados fueron desde el Oeste al Este, estableciéndose en las tierras de Europa. Los más avanzados de todos fueron hacia Asia y fundaron en Asia Central la gran colonia del Manu. El Manu era un elevado Ser que era el guía de este puñado de los más avanzados Atlantes que fueron con él a Asia Central y desde allí emergieron a la vida las diferentes culturas. Debe tenerse en cuenta que en Asia y África, como resultado de las migraciones anteriores y posteriores, y a través de otros pueblos que eran los descendientes de épocas aún más antiguas, los países fueron habitándose, y estos discípulos del Manu salieron en varias direcciones con el fin de difundir nuevas corrientes de cultura. La primera misión fue desde el Asia Central a la India. El Manu envió sus principales discípulos a la India; Él mismo, por ciertas razones, se retiró a un segundo plano. Los primeros discípulos del Manu se convirtieron en los maestros y líderes de la primera cultura post-atlante, la de los antiguos pueblos indios. La primera forma de la cultura post-Atlante surgió por lo tanto bajo la influencia de estos Maestros - los Santos Rishis. Ya conocemos el carácter básico de esta cultura. Los discípulos de los Rishis tenían una especie de recuerdo de los tiempos antiguos, de cómo en la Atlántida ellos mismos habían sido compañeros de los Dioses. Su patria real entonces había estado en el mundo espiritual. Ahora estaban en el mundo físico. Y por ello, en la antigua India los hombres tenían un anhelo intenso por su patria primitiva y espiritual. Se sentían extraños en el mundo físico. Para ellos este mundo era ilusión, maya, simplemente una expresión externa de lo espiritual. De ahí su anhelo por lo Espiritual y su visión de que el mundo físico era ilusión, engaño, maya. Todavía no tenían amor por el mundo físico; Todavía anhelaban el mundo espiritual. Veían las estrellas, los ríos, las montañas, pero no sentían interés por ninguna de estas cosas. Lo que les acontecía entre el nacimiento y la muerte era considerado como ilusión, como maya, pues los hombres sabían que vivían en su patria real entre la muerte y el nuevo nacimiento. Tal era el estado anímico fundamental de los antiguos indios. Pero a la vez recibían información de los mundos espirituales a través de los santos Rishis, que eran los discípulos del gran Manu.

Es una buena cosa tratar de formarnos ideas definidas de la naturaleza de estos grandes maestros indios. Un sentimiento de temor reverente surge en aquellos que pueden contemplar en alguna pequeña medida lo que tuvo lugar espiritualmente entre los Rishis y sus discípulos en el norte de la India en este punto de partida de la humanidad post-atlante.

Sin la Ciencia Espiritual es difícilmente posible para alguien hoy, cuando la humanidad ha descendido tan profundamente en el plano físico y ha adoptado una manera materialista de pensar, formarse una idea verdadera del tipo de conocimiento que fue llevado por el Manu desde Occidente a Oriente como herencia de la era Atlante. Porque si el Libro con los Doce Capítulos, el Libro en el que el Manu había conservado las antiguas tradiciones de la tierra, en el cual escribió lo que se podía conocer de las leyes y condiciones que prevalecían en la antigüedad, cuando la humanidad vivía en el seno de los Dioses - si ese libro pudiera ser presentado ante los hombres de hoy sería totalmente incomprensible para ellos. Sin embargo contenía las instrucciones que daba el Manú a sus discípulos más íntimos y por medio de las cuales los siete santos Rishis se prepararon para su misión. Podemos hacernos una idea de cómo eran los santos Rishis de la siguiente manera. - Cualquiera que los hubiese visto en la vida habría visto hombres completamente sencillos. Y así fueron durante gran parte de su vida. Pues hubo momentos en que los santos Rishis no eran más que hombres comunes. No fueron eruditos en el sentido moderno, sino que en aquellos tiempos fueron el portavoz e instrumento de Seres espirituales superiores. Los Seres espirituales superiores animaban a los Rishis y entonces, cuando hablaban, no hablaban de lo que sabían, sino del discurso del Espíritu que había entrado en ellos, directamente en el cuerpo físico. Así, los Siete Regentes Planetarios estaban presentes durante esta primera época de la civilización post-atlante. Los Siete Espíritus Planetarios del universo hablaban a través de las bocas de los santos Rishis, que eran meramente sus instrumentos. Y las palabras pronunciadas tenían un poder asombroso;

Eran palabras mágicas, no meramente enseñanzas sino órdenes de lo que los hombres debían hacer. Revelaciones del propio cosmos fueron pronunciadas por los siete santos Rishis. La literatura védica posterior no es más que un débil eco de la sabiduría que fluyó a la humanidad desde el cosmos mismo a través de los santos Rishis. Esta fue la primera manifestación y revelación de lo Divino de la época post-atlante. Los Rishis fueron inspirados por los Espíritus Planetarios sólo en ciertos momentos y era entonces cuando podían impartir grandes y poderosas cosas a los hombres. En la primera época post-atlante se hablaban de cosas mucho más grandes a través de esas enseñanzas a la humanidad entre el nacimiento y la muerte que en el otro mundo, porque todos los secretos a los que los hombres ya no podían mirar desde el mundo físico, podían conocerlos por medio de los Rishis.

Los iniciados son capaces de trabajar y enseñar no sólo en el mundo físico, sino que pueden, sin dejar de mantener la conexión con el cuerpo físico, alternando entre estados de conciencia, pasar al mundo espiritual y convertirse en los maestros de las almas que viven entre la muerte y el nuevo nacimiento. Los grandes maestros dan instrucción aquí, en la vida física, y también en la vida entre la muerte y el nuevo nacimiento. Los Rishis también eran maestros del hombre en el mundo más allá de la muerte. Allí podían, es cierto, proclamar las mismas grandes verdades espirituales de las que hablaban en el mundo físico, pero no podían decir nada de particular valor a los muertos sobre el otro lado de la existencia, es decir, sobre el mundo físico. No había nada en este mundo físico que pudiera ser de valor para la vida después de la muerte. El indio antiguo anhelaba la vida entre la muerte y el nuevo nacimiento; Él era feliz allí, y no tenía ninguna inclinación por la vida física. Y así, cuando el antiguo indio pasaba al otro mundo, no sólo era un conocedor en cierta medida, no sólo era capaz de ver, hasta cierto nivel, lo que sucedía allí, sino que también podía actuar con habilidad - pues el hombre también tiene que actuar en el otro mundo-. Las almas de los antiguos indios estaban mejor preparadas para trabajar en aquel mundo que en el mundo físico. Los instrumentos disponibles en el mundo físico en aquella época eran simples y primitivos, y los hombres no eran expertos en el plano físico.

Pero como almas en aquel otro mundo eran capaces de trabajar con habilidad que era una herencia de una época anterior. La vida de los hombres entre la muerte y el nuevo nacimiento era más intensa, más activa que en el mundo físico. El mundo espiritual les proporcionaba una felicidad profunda; Todo era luminoso y claro después de la muerte.

La historia del mundo siguió su curso y se acercaba la época de la antigua cultura Persa.

El hombre había progresado tanto, que ahora ya empezaba a apreciar el plano físico; Quería trabajar en el plano físico y sentía que sus fuerzas espirituales debían aplicarse al cultivo de la tierra. La cultura inspirada por el Manu se había vuelto más apreciada por los antiguos Persas. Zaratustra se convirtió en su gran Maestro. Las enseñanzas que habían fluido de las inspiraciones de los Rishis eran ahora, en la segunda época Post-Atlante, transmitidas a través de Zarathustra. La tarea de este gran Maestro fue crear un contrapeso a las condiciones existentes. El hombre debe llegar a amar el plano físico, la tierra física, hacerse más consciente de ella, a descubrir los medios de promover la cultura, vivir cada vez más intensamente en el plano físico, no meramente mirándolo como ilusión, maya, sino como una revelación de los Poderes Divinos. Zaratustra dijo al pueblo: En el mundo material hay algo que se opone al Espiritual; El poder del Mal se mezcla con la materia. Pero si se unen con los seres que son servidores del buen Espíritu, entonces, en unión con ellos, superarán el Mal que esta mezclado con la materia. - Había inevitablemente el peligro, el primer atisbo de peligro, de que la conexión con lo Espiritual pudiera perderse.

Por lo tanto, además de narrar las verdades del mundo espiritual, era tarea especial de los maestros enfatizar al pueblo que lo Espiritual se revela en la materia; Y aquellos que habían caído presa de la materia debido a una creencia exagerada en ella, tuvieron que ser devueltos a la creencia en lo espiritual, a la creencia de que Dios se revela en la materia. - Eso fue lo que Zaratustra tuvo que proclamar, y habló con lenguaje poderoso. En términos del lenguaje moderno ya no es posible transmitir ninguna idea adecuada de las palabras de fuego con las que proclamaba lo que él mismo era capaz de ver, porque era el sucesor de los alumnos del Manu. Por ejemplo, todavía veía en el Sol no sólo el fenómeno físico externo, sino los Seres espirituales cuya morada es el Sol, para quienes el Sol físico es meramente su vehículo corporal, y llamó a estos Seres espirituales en su totalidad: Ahura Mazdao, - el gran Aura del Sol-, Ahura Mazdao, o Ormtizd. De esta fuente surgió la inspiración de todas las enseñanzas que debía inculcar en la segunda época post-atlante de la cultura que ya estaba en peligro de caer presa de los ataques de Ahriman. En palabras poderosas, Zaratustra habló a la humanidad algo de la siguiente manera. Yo diré: 'Prestad atención y escuchadme, vosotros que llegáis desde cerca y desde lejos. ¡Tomad buena nota de mis palabras! Porque ya no puede el falso maestro corromper al mundo, él, el Maligno, cuya boca ha proclamado creencias erróneas. Hablo de lo que es más grande en el mundo, de lo que Él, el Poderoso, me ha revelado. Quien no sigue mis palabras, como yo las quiero decir, ¡ay de él, le sobrevendrá dolor y sufrimiento hasta el final de los días! "En palabras de poder como estas, él proclamaba que, el Espíritu que lo impregna todo, se revela en lo externo, y que aquel que creía que podía engañar a la humanidad haciendo que los hombres creyeran que solo la materia conforma la realidad, no lo conseguirá.

Y Zaratustra anunció que cuando se cumpliera el tiempo, uno vendría en forma humana como la encarnación de todas las Potencias que trabajan y tejen por el mundo, aquel cuya venida en ese momento podría ser sólo una profecía. - Zarathustra lo llamó por el nombre de Saoschra. Él, el Poder que reside en el Sol, que sólo podía ser visto en ese tiempo a través de velos externos - Él vendría un día en forma humana. Zaratustra proclamó al Cristo que había de venir en el futuro.

Zaratustra tuvo dos discípulos a los que no instruyó con el propósito de enviarlos a enseñar a los persas. Eran alumnos que siempre se encuentran con los grandes Iniciados y que se preparan en silencio para sus misiones, absteniéndose, en primer lugar, de salir al mundo para enseñar.

Estos dos alumnos, en encarnaciones posteriores, fueron: Hermes, el gran Maestro de los Egipcios, y Moisés.

La sabiduría que brotó en la segunda época post-atlántica tuvo necesariamente que tomar la forma que tuvo, porque la humanidad había avanzado una etapa mas y los hombres tenían un mayor amor por el plano físico. Pero debido a esto, las experiencias entre la muerte y el nuevo nacimiento se oscurecieron. Los hombres podían ver todavía en el mundo espiritual, pero ya no con la claridad de visión que prevalecía en la época de la antigua india. Cuando las almas de los cuerpos persas pasaban al Devachán, sus experiencias eran menos vivas, menos intensas, y cuanto más hábiles se hicieron en su trabajo en el plano físico, menos hábiles fueron en sus acciones en el mundo espiritual. En el mundo exterior hay una línea ascendente de progreso; En el mundo después de la muerte, sin embargo, hay un declive. Cuando los Iniciados pasaban a ese otro mundo - era, por supuesto, un viaje espiritual y los Iniciados permanecían unidos con el cuerpo físico - cuando pasaban a ese mundo para estar con las almas humanas que vivían entre la muerte y el nuevo nacimiento, podían decir mucho sobre las cosas trascendentales que los hombres habían visto anteriormente, pero que ahora se oscurecían. Podían dar enseñanzas acerca de las realidades espirituales más altas que gradualmente se habían desvanecido de la visión del hombre entre la muerte y el nuevo nacimiento, pero aún no podían impartir nada acerca de los acontecimientos en el mundo físico. Tampoco habría sido de gran importancia para el otro mundo. Si los Iniciados hubieran relatado los hechos de los hombres (en el mundo físico) esto no habría tenido ningún efecto inspirador en la vida entre la muerte y el nuevo nacimiento. Hablar de cualquier acontecimiento en el plano físico no habría tenido ningún valor para ese otro mundo.

Luego vino la época egipcia. Los hombres ahora tenían un amor aún mayor por el plano físico y se habían vuelto más hábiles allí. Ya no lo consideraban maya o ilusión. Miraban a las estrellas y veían en sus constelaciones y movimientos la escritura de los dioses. Veían la revelación de Seres divino-espirituales en su manifestación física. Y trabajaban en la tierra con el conocimiento adquirido a través del propio esfuerzo humano. - Sólo tenemos que pensar en cómo los egipcios cultivaban la tierra. El hombre había traído ahora sus fuerzas espirituales desde lo espiritual a lo físico, y el vínculo entre estas fuerzas espirituales y el mundo físico se hacía cada vez más firme. El primer gran Maestro de los Egipcios fue Hermes, en su nueva encarnación. Trataremos de formarnos alguna idea del tipo de enseñanzas que dio.

Para este propósito será especialmente útil pensar en ese aspecto de la figura de Osiris que nos puede interesar hoy. - Osiris fue el Dios central de Egipto, el Dios que fue venerado por encima de todos los demás dioses. Los dioses egipcios fueron adorados bajo muchos nombres por el pueblo, sacerdotes e iniciados. La leyenda de Osiris es ya conocida por ustedes. Osiris regía la vida de la humanidad. Entonces su hermano Tifón lo mató y luego lo puso astutamente en un ataúd que arrojó al mar. Isis, la esposa triste, buscó y encontró el cadáver, pero no pudo traer a Osiris otra vez a este mundo. Del otro mundo un rayo de Osiris cayó sobre Isis que entonces dio a luz a Horus, el sucesor de Osiris en la tierra. Osiris permaneció en el otro mundo. Se les dijo a los egipcios: Osiris es un Ser que está cerca del hombre. Es uno de los últimos Seres con quienes los hombres estaban en comunión cuando vivían conscientemente en el mundo espiritual. Los hombres han descendido al mundo físico para que pudieran desarrollarse más aquí, y luego volver a ascender, enriquecidos por las experiencias adquiridas en el mundo físico. Osiris es uno de esos Seres que ya no necesitaban descender al mundo físico, porque ya habían alcanzado tal grado de evolución que esto no era necesario para ellos. Habían progresado a un nivel superior y no estaban ya adaptados para morar en un cuerpo físico - el ataúd. Tales seres pueden tener sólo un contacto fugaz con el mundo físico. A Osiris sólo se le puede encontrar cuando el hombre pasa a la otra vida. Él es la última figura que todavía pueden experimentar - así lo dijeron los Iniciados a los egipcios - si se hacen dignos, si siguen los mandamientos. Luego, después de la muerte, cuando sean juzgados, estarán junto a Osiris; Ustedes se sentirán miembros de Osiris.

Aquellos que aspiraban a unirse con Osiris tenían por consiguiente que ser relegados a la vida después de la muerte. Pero como las experiencias accesibles después de la muerte se habían vuelto menos intensas, aun cuando los hombres se unieron con Osiris, sólo pudieron experimentar vaga y débilmente lo que constituía su felicidad suprema: la unión con Osiris. Pero a través de la creencia implantada en ellos por los sacerdotes, ellos sabían y esperaban firmemente que de hecho se unirían con Osiris, y en momentos solemnes después de la muerte se sentían como miembros del alma de Osiris. Esta conciencia de pertenecer a Osiris gradualmente se desvaneció. Mientras la cultura progresaba a niveles superiores en el plano físico, se estaba produciendo un declive en el mundo espiritual entre la muerte y el nuevo nacimiento. La visión del hombre sobre el mundo de Devachan se hizo cada vez más débil. Y cuando los Iniciados llegaban a ese mundo, todavía no podían contar nada de los acontecimientos en el mundo físico, que hubieran tenido un significado especial para ese otro mundo. Lo que sucedió en el mundo espiritual fue enteramente el resultado de las propias condiciones que imperaban en él. Los acontecimientos del mundo físico podrían ser de poco interés para las almas de los muertos. Lo que el hombre podía hacer en el mundo físico era una preparación para la experiencia de Osiris, pero era una preparación para algo que sólo se podía experimentar en las profundidades espirituales más hondas del mundo del mas allá.

Luego llegó la época Greco-Romana, la cuarta época cultural post-atlante. El matrimonio entre el espíritu humano y la materia externa se hizo más próximo, más íntimo todavía, y de este matrimonio deriva el esplendor de la cultura griega entre las capacidades espirituales de los hombres y la vida física externa. Cuando tenemos ante nosotros un templo griego con sus formas maravillosas - incluso en las secuelas de su paso por Paestum en el sur de Italia - podemos ver lo que el espíritu humano ha logrado en la conquista de la materia externa. En las líneas y distribución de fuerzas en el templo griego, la arquitectura ha alcanzado su cenit. La razón por la cual un templo griego es una maravilla de la arquitectura y del arte es porque todo en ella es la expresión de lo espiritual. Por eso es tan inspirador contemplar la armonía presentada en un templo griego.

Una peculiaridad descubierta por la conciencia clarividente en relación con un templo griego, debe darse a conocer aquí. - Supongamos que la conciencia clarividente tiene ante sí los últimos ecos de un templo griego construido en el estilo dórico como lo son los templos de Paestum, y es capaz de sentir las repercusiones de lo que los griegos sentían en el plano físico; Supongamos que la conciencia clarividente, mientras contempla la forma física de tal creación, experimenta todo el arrebatamiento y encantamiento que todavía es posible experimentar ante tal visión. Entonces la conciencia clarividente hará un cierto descubrimiento. Cuando se libera del cuerpo y, sin utilizar los órganos físicos, mira en el mundo espiritual, entonces, aquel templo griego con todo su esplendor, ha desaparecido.

Lo que era tan perfecto, tan grande y glorioso en el mundo físico, no puede ser trasladado al mundo espiritual, ni siquiera para la moderna conciencia clarividente. En el espacio que ocupaba el glorioso templo, no hay nada que se corresponda con él en el mundo espiritual.

Así fue en el caso de todas las grandes obras maestras de esa maravillosa época grecolatina.

Fue en esta misma época cuando, en Roma, la conciencia de la personalidad del hombre llegó a su expresión más fuerte en el mundo físico. El romano se sentía primero y ante todo como un ciudadano personal de la tierra, firmemente arraigado en esta tierra. En la misma medida en que el hombre se sentía firmemente arraigado en la tierra, se sentía débil entre la muerte y el nuevo nacimiento, débil y torpe en ese otro mundo. La vida entre la muerte y el nuevo nacimiento había disminuido en intensidad aún más que antes. Sobre todo, lo que se experimentaba en todo su esplendor en el mundo físico no podía ser llevado a ese mundo. No es una mera leyenda transmitida desde la época griega, que uno de los grandes Héroes, cuando fue visitado en el mundo inferior de las Sombras por un Iniciado, dijo: "Mejor es ser un mendigo en el mundo superior que un rey en El reino de las Sombras porque el hombre se sentía sombrío y vacío entre la muerte y el nuevo nacimiento, y anhelaba la vida entre el nacimiento y la muerte con su belleza y su grandeza. La vida se había rendido al matrimonio más perfecto y completo entre el espíritu humano y la forma externa, y a costa de este matrimonio, la vida entre la muerte y el nuevo nacimiento había caído en declive.

En esta época se produjo el acontecimiento para el cual se había estado preparando ese otro iniciado que había sido discípulo de Zarathustra - a saber, Moisés. Moisés fue elegido para proclamar - en la única forma en que esto era posible - un Dios que también podía revelarse en el mundo físico, que podía estar realmente presente en el mundo físico.

Naturalmente, esta revelación tenia como consecuencia, que la única y verdadera imagen de Dios que teje a través del mundo no podría ser aprehendida por los sentidos en el momento que se hacía la revelación. Y cuando en el inicio de su misión fue proclamado por Moisés el EJE ASCHER EJE, (YO SOY EL YO SOY) ésta fue la primera anunciación del Dios que de ahora en adelante ya no se encontraría sólo en el otro mundo sino que había pasado a este mundo e iba a ser experimentado aquí. El Ser Jahve fue proclamado a través de este segundo discípulo de Zaratustra, y así se hizo la preparación para la venida de Cristo, para el Misterio del Gólgota.

Ustedes saben, hasta cierto punto, lo que significa el Misterio del Gólgota para el plano físico: es una prueba real de que la vida en el espíritu triunfa sobre la muerte. Esta victoria se logró a través del hecho de que Aquel que había sido proclamado por los profetas, Aquel que ya estaba allí cuando se crearon todos los reinos de la naturaleza, que caminó sobre la tierra. Este Ser arquetipo del mundo, que es el Espíritu del Sol, se le da con razón un nombre griego, porque podía, y de hecho tenía que aparecer en la era griega, cuando la humanidad necesitaba el impulso para volver a ascender. Y en memoria eterna de esto, el Ser que encarnó bajo las envolturas de Jesús de Nazaret fue llamado con el nombre de CRISTO. Este nombre deriva de la época cuando fue necesario que Cristo apareciera. En el momento en que murió la envoltura de Jesús de Nazaret en el Gólgota, sucedió algo que no es una mera leyenda, sino que todavía puede confirmarse hoy en el camino de la ciencia espiritual por alguien que esté preparado adecuadamente. En el momento de la Muerte en la Cruz, en ese mismo momento Cristo apareció en el otro mundo entre los Muertos, entre los que vivían entre la muerte y un nuevo nacimiento. Y esta aparición de Cristo fue como un relámpago en ese otro mundo. Fue como si la vida en ese mundo que se había desvanecido en la sombra, se hubiese iluminada por un rayo. Ahora, por primera vez, se podía dar a conocer algo en el mundo después de la muerte que era diferente de cualquier cosa que los Iniciados anteriores hubieran podido decir cuando pasaban a ese mundo.

Incluso un Iniciado de los Misterios Eleusinos habría podido a lo sumo, hablar de las bellezas del mundo físico que los Muertos ya no podían contemplar; A lo sumo habría podido despertar un anhelo por lo físico, pero nada de verdadera importancia habría sido llevado al mundo de los Muertos por dar a conocer lo que estaba ocurriendo en el mundo de la carne. Las primeras nuevas llevadas por Cristo a los muertos fueron que en el mundo entre el nacimiento y la muerte había sucedido algo que tiene significado no sólo para este mundo físico, sino también para la vida en el otro mundo. Este acontecimiento en el mundo físico fue algo que seguía trabajando en el mundo espiritual mismo. Se pueden encontrar ejemplos reales de esto.

Cuando en el mundo físico contemplamos el templo más bello o cualquiera de las creaciones más bellas de la época de la antigua Grecia y quedamos encantados ante su visión, en ese otro mundo se ha desvanecido, no se encuentra. Si, sin embargo, nos empapamos con el Evangelio de San Juan o con el Apocalipsis, donde se dan a conocer los acontecimientos relacionados con el Misterio del Gólgota, podemos tener experiencias maravillosas si, con la conciencia clarividente, pasamos al mundo espiritual. Estos sentimientos y experiencias no se desvanecen, sino que siguen viviendo, haciéndose aún más gloriosos, aún más comprensibles, en el mundo espiritual. Todo lo que está relacionado con el acontecimiento del Gólgota se vuelve aún más sublime en el mundo espiritual. Esto no ocurre en absoluto con todas las demás cosas. Por profunda que sea su admiración ante la visión de las pirámides, sólo un débil eco de ellas puede ser experimentado en el otro mundo. Un templo griego o una tragedia griega pueden cautivarnos, pero nada pasa al otro mundo, ya sea para un Iniciado o para quienes no sean iniciados. Pero si ustedes contemplan una pintura de Rafael en la que se expresan las verdades cristianas, ustedes llevaran gran parte de la imagen con ustedes al mundo espiritual, y las cosas que en el mundo físico no se pueden ni siquiera vislumbrar, resplandecerán sobre ustedes allí. En el otro mundo se convierten en una luz que ilumina el mundo espiritual de nuevo. Y eso es lo que sucedió cuando Cristo apareció en el mundo de las Sombras. Por primera vez, ese mundo se inundo de luz. Y cada vez más, a través de todo lo que el cristianismo ha traído al mundo, el mundo espiritual se iluminará.

De este modo, la cultura desciende desde las alturas del mundo atlante al mundo grecolatino, cuando en el mundo espiritual estaba en decadencia y más profundamente se había hundido en el mundo material. Fue entonces cuando la mayor desolación prevaleció en el mundo espiritual. Y ahora, con la aparición de Cristo en el inframundo, viene el gran impulso de la Luz. La existencia entre la muerte y el nuevo nacimiento se hace cada vez más brillante, cada vez más clara. Comienza el ascenso en la historia de la vida en ese otro mundo. El cristianismo está hoy sólo en sus comienzos. Cada vez se hará más evidente que el hombre crece en espiritualidad a través de lo que puede experimentar en este mundo; Y lleva consigo al otro mundo lo que experimenta aquí en relación con el acontecimiento del Gólgota. Así, en el mundo espiritual, también, hay un ascenso.

Y así también podemos hablar de historia en la vida que transcurre entre la muerte y el nuevo nacimiento, y cuando estudiamos esta historia del lado oculto del mundo, nos damos cuenta del significado infinito del Misterio del Gólgota, no sólo para el mundo físico sino también para los tres mundos en los que vive el hombre. El Ser que está unido a nuestra evolución, que ha creado todo lo que nos rodea, que encarnó en Jesús de Nazaret, dijo una vez: "Si hubierais creído a Moisés, me habríais creído, porque él escribió sobre mí.

Pero si no creéis en sus escritos, ¿Cómo creeréis mis palabras? "(San Juan, V, 46-7) - indicando claramente que era Él de quien Moisés hablaba cuando proclamaba al Ser Divino que estaba anunciando "Yo soy el Yo soy" El Ser que estaba en Jesús de Nazaret logró algo en nuestro mundo que tiene significado no sólo para el plano físico sino que, como el más trascendental de todos los acontecimientos, se extendió por los tres mundos, desde el físico hasta el mundo espiritual. Tal es el poderoso panorama del evento del Gólgota traído ante nuestras almas por la historia oculta.


Traducido por Julio Luelmo mayo 2018

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El objetivo de este blog es publicar en Internet todo el material fuente existente para las transcripciones de las conferencias de Rudolf Steiner de la forma más completa posible, para que este gran tesoro esté disponible para toda la humanidad. Se trata de notas de oyentes, transcripciones de conferencias y, en su mayor parte, transcripciones en texto plano de conferencias estenografiadas, también conocidas como transcripciones en texto plano. De este modo, cualquiera puede comprobar por sí mismo, mediante comparaciones, qué dijo realmente Rudolf Steiner y cómo fue editado (y, por tanto, modificado) en las distintas ediciones. Y por último, pero no menos importante, también encontrarán mucho material inédito. La obra de Rudolf Steiner es de dominio público desde 1996 y, por tanto, pertenece legalmente a toda la humanidad. Él mismo habría elegido una fecha mucho más temprana para la publicación de su obra, como se desprende de los pasajes sobre propiedad intelectual que citamos a continuación; Incluso el período de protección de 30 años que se aplicaba entonces le parecía demasiado largo. ¿Y qué habría dicho sobre el hecho de que 85 años después de su muerte, parte de su obra docente siga inédita y acumulando polvo en los archivos? Él mismo encontró una expresión adecuada para esto: Fue puesto en un ataúd. Este sitio web está destinado a ayudar a liberarlo de este ataúd. "Lo que el hombre puede crear a partir de sus capacidades intelectuales se lo debe a la sociedad humana, al orden social humano. En realidad, no le pertenece. ¿Por qué gestionamos nuestra propiedad intelectual? Simplemente porque la produces; al producirla, demuestras que tienes la capacidad de hacerlo mejor que los demás. Mientras tengas esa capacidad mejor que los demás, gestionarás mejor esa propiedad intelectual al servicio del conjunto. Ahora la gente se ha dado cuenta al menos de que esta propiedad intelectual no se perpetúa sin fin. Treinta años después de la muerte, la propiedad intelectual pertenece a toda la humanidad. Cualquiera puede imprimir lo que yo he producido treinta años después de mi muerte. Puede utilizarlo como quiera; y eso está bien. Incluso estaría de acuerdo si hubiera más derechos en este ámbito. No hay otra justificación para la gestión de la propiedad intelectual que el hecho de que, porque se puede producir, también se tienen las mejores capacidades [...] Será una forma sana de socializar el capital si hacemos fluir en el organismo social lo que hoy se acumula como capital en el derecho de sucesiones, en el surgimiento de las pensiones, del derecho de las manos ociosas, de los derechos humanos superfluos, lo que así se acumula en capital; eso es lo que importa. Ni siquiera hace falta decir que la propiedad privada debe convertirse en propiedad social. El concepto de propiedad no tendrá ningún significado". Rudolf Steiner el 25 de abril de 1919