Si se observa la salida del sol, se ve que no sale todos los días en el mismo punto, sino que en primavera sale en un punto determinado y luego avanza gradualmente. Este [punto] se determina según un signo del [zodíaco]: Ahora el sol sale en el signo de Piscis,♓antes lo hacía en el signo de Aries,♈ y antes aún en el signo de Tauro,♉ y si seguimos retrocediendo en el círculo, llegamos al signo de Géminis,♊ Cáncer,♋ Leo,♌ Virgo,♍ Libra,♎ Escorpio,♏ Sagitario,♐ Capricornio ♑y Acuario.♒
Aproximadamente en el año 800 a. C., el sol comenzó a salir en el signo de Aries o del Cordero. Las constelaciones están tan alejadas entre sí que siempre representan aproximadamente una doceava parte del círculo. El sol pasa de una constelación a otra. Alrededor del año 1800, el sol entró en la constelación de Piscis, por lo que tardó 1800 + 800 = 2600 años en pasar de una constelación a otra. Esto siempre va acompañado de grandes transformaciones en la Tierra. Siempre se producen cambios culturales significativos. Los cambios en las condiciones de la Tierra están relacionados, naturalmente, con la gran influencia que ejerce el Sol sobre ella. Todo lo que en el ser humano se denomina mental está relacionado con el Sol, y todo lo físico, con la Tierra. Cuando el ser humano vive en la Tierra, [depende de ella y se desarrolla según las condiciones terrestres]. Hace 2600 años, el ser humano asimilaba cosas diferentes a las actuales; entonces se le formaba, por ejemplo, para ser atleta, ahora para ser calígrafo.
Las condiciones también cambian en el Sol. Podemos decir que los cambios tienen una gran importancia para el Sol y para la Tierra. Cuando el ser humano está encarnado espiritualmente, vive en las condiciones del Sol, en el Devachán. Mientras está en la Tierra, está vinculado a la gravedad terrestre. Cuando muere, entra en contacto con la gravedad solar. La Luna se encuentra en medio, está conectada con el cuerpo astral y forma el estadio intermedio entre la Tierra y el Sol: el Kamaloka.
Las encarnaciones tienen el propósito de que el ser humano realmente experimente lo que puede experimentar. Las encarnaciones no son aleatorias, sino que el ser humano está conectado con la existencia del sol, de modo que se desarrolla mentalmente de la misma manera que el sol se mueve en su [eclíptica]. En 12 veces 2600 años, es decir, en 31200 años, el sol recorre todas las constelaciones. Ese es también el tiempo en el que el ser humano atraviesa su desarrollo mental. Atraviesa doce etapas en un ciclo y siempre se encuentra con diferentes etapas en la Tierra en las que aprende cosas nuevas. Lo femenino y lo masculino se suman de forma oculta, de modo que debe atravesar veinticuatro encarnaciones. Esa es la ley del intervalo entre un nuevo nacimiento y la muerte. Esto coincide aproximadamente con la formación de las razas. Entre dos de estas [constelaciones] surge una nueva raza. En cada raza, el ser humano se ha encarnado dos veces, como hombre y como mujer. Se encuentra con diferentes circunstancias y aprende de diferentes maneras. No existe una regularidad pedante en las encarnaciones, porque no solo depende de las circunstancias internas del ser humano. [Si la Tierra necesita a alguien, se rompe la ley]. En general, solo este ciclo de individualidad coincide con el ciclo racial. El intervalo también está relacionado con las leyes del cielo.
El ser humano llega al Kamaloka porque su cuerpo astral sigue ligado a los instintos y deseos que solo puede satisfacer en la Tierra, en su envoltura física. Esto durará hasta que el ser humano haya dejado de desear. El ser humano ha alcanzado la perfección en su estado físico actual gracias a la aparición de la Luna. Por eso, su vida instintiva está ligada a la Luna. El impulso hacia el cuerpo físico está implantado por la Luna y está relacionado con las fuerzas lunares. Por lo tanto, el ser humano está encarnado en la esfera de la Luna mientras estos instintos perduren en él. Un ciclo lunar dura dieciocho años. Ese es también el tiempo que el ser humano debe permanecer en Kamaloka.
Todas estas verdades profundas se expresan en las fórmulas religiosas y rituales. Con ello tenemos también la puerta de entrada a la llamada astrología.
Un nuevo ciclo es la repetición de las mismas circunstancias. El desarrollo discurre a lo largo de una espiral, de modo que cada vez comienza en un punto ligeramente más elevado.
Traducido por J.Luelmo nov.2025
No hay comentarios:
Publicar un comentario