GA109 Munich, 7 de marzo de 1909 El principio de economía espiritual en relación con las cuestiones de la reencarnación. - Aspectos íntimos sobre la reencarnación

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El principio de economía espiritual
en relación con las cuestiones de la reencarnación.


RUDOLF STEINER

ASPECTOS INTIMOS SOBRE LA REENCARNACIÓN

Munich, 7 de marzo de 1909

Ahora me corresponde hablar en las diversas ramas sobre un tema muy concreto, porque este tema debería resultarnos cada vez más familiar interiormente y calar en nosotros, a saber, el tema de los "aspectos más íntimos de la reencarnación" y diversas cosas relacionadas con él. Por lo tanto, hoy también tendremos que discutir estos aspectos más íntimos de la reencarnación y su significado para toda la vida de la humanidad. Tendremos que tomar nuestro punto de partida desde tiempos muy antiguos, y luego nos acercaremos gradualmente a cuestiones importantes del presente. En nuestra ciencia espiritual debemos proceder de manera diferente que en otras cuestiones de perspectiva vital o, por ejemplo, en cuestiones sociales.

En la ciencia espiritual hay que ocuparse primero de los hechos de la vida en general, para luego elaborarlos más detalladamente. En nuestra visión del mundo, en el sentido más elemental, hablamos primero de cómo el núcleo interior del ser humano, su yo divino, continúa desarrollándose de vida en vida, cómo se reencarna. Sin embargo, esto en realidad sólo trata la cuestión de la reencarnación en un sentido elemental, y ahora se trata de describir estas cosas de forma más precisa e íntima. Pues esto no significa que el yo humano se precipite de vida en vida, sino que hay muchas otras cosas que están relacionadas con estas cuestiones de la reencarnación y que en realidad sólo arrojan la luz adecuada sobre estas cuestiones de la reencarnación y sus conexiones con la vida. Si nos remontamos ahora a los tiempos antiguos, describámoslos desde este punto de vista.

Hemos hablado a menudo del hecho de que la humanidad tiene que buscar a sus antepasados en la antigua Atlántida, es decir, en la zona terrestre situada entre las actuales África y Europa, por un lado, y América, por otro. Allí, en cuerpos que en parte son muy diferentes de los cuerpos humanos de hoy, ya estaban encarnadas todas las almas que hoy están sentadas aquí. Allí es donde tenemos que buscar la ascendencia más próxima de la humanidad.

Aquella humanidad atlante se regía pues de un modo muy especifico. Pero los poderes del alma, todas las capacidades de la humanidad atlante en general, eran diferentes a las de nuestra humanidad actual. Por lo tanto, la antigua Atlántida no tenía como directrices lo mismo que hoy tenemos. Y si escogemos algo de esta antigua Atlántida: no había iglesias, lugares de culto o escuelas en el sentido moderno. Había algo así como un punto intermedio entre un lugar de culto y una escuela; lo que conocemos como centros de misterio existía en el grado más pronunciado. Estos servían de directriz a los atlantes en cuanto a conocimientos y vida exterior. 

Podría decirse que los líderes espirituales eran al mismo tiempo los reyes de las tribus atlantes. Una palabra, que por supuesto no se acuñó hasta más tarde, puede darnos el sentido de la tarea de estos misterios atlantes, estos lugares de culto y escuelas atlantes, desde las cuales trabajaban los iniciados de los atlantes, desde las cuales fecundaban de conocimiento a las gentes tanto individualmente como ejercían el liderazgo sobre ellas. Esta palabra, acuñada posteriormente, pero que hoy refleja la tarea de los centros de misterios, es la palabra "oráculo". Por eso hablamos de los oráculos atlantes como los grandes centros de la cultura atlante.

Tenemos que hacernos una idea de la función de estos oráculos. Ellos tenían que pregonar enseñanzas a la gente sobre el mundo espiritual, que está detrás del mundo físico. Esta enseñanza del mundo espiritual no está tan limitada en el espacio, -si sólo hacemos hincapié en esta característica-, como nuestro conocimiento del mundo físico. Quien conoce los secretos de Marte, por ejemplo, conoce una gran parte de los secretos espirituales de nuestro mundo. Todos estos cuerpos físicos del mundo de nuestro sistema solar están ante todo en conexión unos con otros, son la expresión exterior de seres espirituales. Quien conoce estas entidades espirituales conoce también las fuerzas que pasan de planeta a planeta, que están por tanto activas en el mundo espiritual en el que nos encontramos entre la muerte y el nuevo nacimiento. Había entonces un oráculo cuya tarea principal era proclamar y transmitir los secretos de Marte, otro cuya tarea era proclamar y transmitir los secretos de Júpiter y así sucesivamente a la gente, y a partir de estas percepciones individuales era posible guiar a ciertas masas de gente. En otra ocasión hablaremos de por qué esto fue así, hoy sólo lo insinuaremos. Nuestra tarea hoy es diferente. 

Los pueblos atlantes estaban divididos en grupos y, en relación con todo el desarrollo, un grupo de personas en particular tenía regirse con los poderes que podían obtenerse a través del conocimiento de Marte. Otro grupo tenía que regirse con los poderes que se podían obtener a través del conocimiento de Júpiter o Venus, Mercurio y así sucesivamente. En la antigua Atlántida había lo que podríamos llamar gente de Júpiter o de Marte. Había siete oráculos, porque la vida de la Atlántida estaba dividida en siete grupos según las diversas características de la formación racial. Existían los oráculos de Marte, Venus, Mercurio, Júpiter y así sucesivamente: todos nombres que se acuñaron más tarde pero que pueden aplicarse a estos sitios de oráculos. Y el oráculo que podemos describir como el antiguo oráculo solar atlante era el líder, el gobernante supremo por así decirlo. Todos los oráculos en Grecia, Egipto y así sucesivamente después del período atlante, todos los oráculos en Asia, eran descendientes de los grandes oráculos atlantes. El oráculo de Apolo en Grecia fue un tardío oráculo solar del período atlante. El iniciado que estaba a la cabeza del oráculo solar era el portador de los secretos más profundos de nuestro sistema solar. Él tenía que investigar con sus subordinados cuál era la vida espiritual del propio sol. Debía proclamar todos los secretos de todo nuestro sistema solar planetario como mensaje a la humanidad atlante y debía ejercer la supremacía sobre los demás centros de oráculos.

A este iniciado del oráculo solar le correspondió una tarea muy especial. A él le correspondió la tarea de guiar y conducir a la humanidad para que, cuando terminara la gran catástrofe atlante, que terminó con la caída de la Atlántida, pudiera reproducirse y establecer las civilizaciones de las que a menudo hemos hablado como post atlantes. Así pues, el gran iniciado del oráculo solar tenía la tarea de preparar a los seres humanos ya durante el período atlante para que en el período post atlante pudieran venir las antiguas culturas india, persa antigua, egipcia-babilónica-judía, greco-latina, de modo que hubiera material humano adecuado disponible para ellas.

Ahora tenemos que aprender un poco sobre la tarea de este gran iniciado del oráculo solar. ¿Qué era la civilización atlante? Era muy diferente de las civilizaciones posteriores. En la antigua Atlántida, la persona a la cabeza de la cultura era como un gran líder en la enseñanza o el arte o la industria o el comercio de hoy, que poseía poderes clarividentes especiales y sabía hacer magia. Las cosas que hoy convierten a las personas en líderes, eruditos, etc. no existían entonces, o como mucho en sus inicios. Calcular, contar, combinar, hacer juicios racionales como hacemos hoy no existía. Había poderes primitivos de naturaleza clarividente, poderes clarividentes que hacían posible ver en los mundos espirituales.

Sin la autoconciencia actual, el hombre de entonces veía en el mundo espiritual, y el que mejor veía en él era el portador de la cultura atlante. Hemos subrayado que los atlantes controlaban ciertas fuerzas internas de la naturaleza, por ejemplo las fuerzas de las semillas de las plantas, con las cuales dirigían sus vehículos del mismo modo que el hombre de hoy dirige sus vehículos con las fuerzas del carbón. Por lo tanto, aquellos que eran los líderes de la cultura atlante no eran como las personas de hoy, que buscan explorar los secretos del mundo a través del poder del juicio, sino aquellos que eran los más grandes clarividentes y magos, ellos estaban a la vanguardia. Y aquellas personas que tenían los primeros gérmenes de desarrollo para calcular, contar, combinar, hacer juicios racionales, eran en cierto modo despreciados por su simplicidad, no pertenecían a lo que constituía la aristocracia de la cultura.

Pero fue precisamente a esta gente, que poseía los primeros atisbos de estas capacidades post atlantes, que apenas contaba con la clarividencia, con los poderes mágicos, fue a la que el gran líder del oráculo solar reunió de entre todas las regiones. Eran los peores, en cierto sentido los más despreciados de la antigua Atlántida; él los reunió. Con ellos tuvo que establecer lo que sería la cultura post atlante. Lo que marchaba a la cabeza de la cultura atlante, lo que más dominaba la visión crepuscular de la salvación, no era material útil para ser llevado a superar la gran catástrofe atlante. Fue al pueblo sencillo de la Atlántida, el primero en desarrollar las facultades intelectuales, al que se dirigió la llamada del gran iniciado del oráculo solar.

Sólo hay que mencionar de pasada que hoy vivimos un tiempo similar, que hoy se está haciendo un llamamiento similar a la humanidad. Aunque, tal como debe ser hoy, donde la humanidad sólo ve hacia fuera, sólo en el plano físico: desde profundidades espirituales desconocidas, profundidades que la humanidad irá conociendo poco a poco, se hace el llamamiento a la humanidad para que prepare de nuevo algo que se erija allí como una nueva cultura del futuro, de nuevo impregnada de fuerzas clarividentes. Vendrá una catástrofe, similar a la atlante, y entonces surgirá una nueva cultura con capacidades espirituales, que estará vinculada a lo que llamamos la idea de hermandad integral de la humanidad.

Todavía hoy, no se puede hacer y comprender la llamada a los que están a la vanguardia de nuestra cultura. La posición que ocupaban los clarividentes y magos atlantes, que estaban destinados, por así decirlo, a extinguirse con su cultura, es la misma que ocupan hoy los que están a la cabeza de la erudición y de la vida industrial exterior, los grandes inventores y descubridores de la actualidad. Por mucho que les quede por hacer, ocupan la misma posición. Miran despectivamente a los que empiezan a sentir algo de la vida espiritual que les ha de sustituir.

Esta conciencia debe ser depositada en el alma de aquellos que hoy deben ser fortalecidos en su cooperación en los grupos de trabajo teosóficos. Cuando los pequeños grupúsculos son mirados con desprecio por los dirigentes de la cultura actual, aquellos grupúsculos que están trabajando diligentemente en sus almas para prepararse para el futuro deben decirse a sí mismos: Aquellos que hoy están a la vanguardia con su poder intelectual no están siendo tenidos en cuenta. Justo aquellos que son despreciados por ellos, de quienes se dice que no están a la altura de la erudición de hoy, justo estas personas están siendo reunidas hoy, -igual que las gentes sencillas de la antigua Atlántida fueron reunidas por el líder del oráculo solar-, para preparar una cultura futura, para ser el amanecer de la misma, mientras que en la erudición se alza ante nosotros el ocaso de la cultura de hoy. Dicho sea esto de paso para fortalecer a los que tienen que soportar y resistir los ataques de los que quieren caminar a la cabeza de nuestra cultura.

Aquel gran iniciado del oráculo solar reunió pues, a su gente sencilla en una zona aproximadamente al oeste de la actual Irlanda. Ahora debemos comprender la situación. La Atlántida entró en un proceso de extinción que duró largos periodos de tiempo. Los pueblos mas poderosos se desplazaron de oeste a este una y otra vez. En las zonas más diversas de Asia, Europa y África había pueblos que habían llegado en distintas épocas y se habían mezclado entre sí. Entonces, el gran líder del oráculo solar partió con su pequeño grupo para fundar una colonia en el centro de Asia, de la que habrían de emanar las corrientes que fundaron las culturas post atlantes.  Pero además de su sencilla gente, el gran líder había llevado consigo algo más. Y aquí llegamos a uno de los capítulos en los que necesitamos un corazón estabilizado y algo fortalecido por la vida de rama en la ciencia espiritual para tener alguna idea de la verdad de lo que se está diciendo.

El gran líder inspeccionó los otros lugares de los oráculos, por así decirlo, y tuvo que visitar a los máximos iniciados de los diversos oráculos. Ahora bien, existe un cierto método por el cual puede ponerse en práctica lo que podría llamarse "economía espiritual". Ustedes saben, y es muy cierto cuando se describe de esta manera, que después de que el hombre muere su cuerpo etérico se disuelve. Sólo un extracto permanece y es llevado consigo. Pero esto es sólo la verdad elemental. Esta verdad debe modificarse a medida que uno asciende más en la comprensión espiritual. No todos los cuerpos etéricos de todas las personas se disuelven de esta manera en el éter general. Los cuerpos etéricos que poseían los más grandes iniciados de los siete antiguos oráculos atlantes son valiosos. Los trabajos espirituales de estos iniciados están entretejidos en ellos, y sería ir contra la economía espiritual si estos cuerpos etéricos de los grandes iniciados fueran simplemente disueltos.

Éstos son conservados como modelos para un tiempo posterior, y el gran iniciado del oráculo solar debía conservar los siete modelos de los siete iniciados más importantes. Él los llevó con él. Cuando guió a su grupo simple hacia Asia, se llevó consigo los siete cuerpos etéricos de los siete iniciados más importantes de la antigua Atlántida. Tal cosa es posible a través de los métodos entrenados en los Misterios. Algo así se puede hacer. Hay que imaginar que se hizo mediante procesos espirituales y no porque se puedan empaquetar los cuerpos etéricos en cajas; si bien se pueden conservar para épocas posteriores.

Una vez en Asia, el guía hizo lo siguiente: De generación en generación, se propagó la gente sencilla que se había reunido en multitud en torno al guía. Por encima de todo, tenían una tremenda devoción e infinito apego a su gran guía. De generación en generación se propagaron y su educación fue guiada de cierta manera sabia y espiritualmente significativa, guiada de tal manera que después de largas generaciones fue posible la sustitución, de nuevo por uno de los métodos elaborados en los Misterios, que tienen lugar entre bastidores de la vida exterior. Veremos cómo funcionan tales métodos. La conferencia de hoy ha de ser el comienzo de muchas que luego podrán explicar cosas individuales.

Mediante tales métodos es muy posible que cuando el ser humano desciende de nuevo a una nueva encarnación, en la que debe proveerse de nuevo de un cuerpo etérico, éste se entreteja con un antiguo cuerpo etérico que se ha conservado. Y así, llegado el momento, cuando a través de una cuidadosa educación de la multitud inmigrante y de sus descendientes se contaba con siete personas con las que se podía hacer tal cosa, se les entretejieron al nacer los siete cuerpos etéricos conservados de los siete iniciados más importantes de los oráculos atlantes. Uno de los que estaban alrededor del gran líder del oráculo solar recibió el cuerpo etérico del iniciado más importante de Saturno, otro el del iniciado de Marte, un tercero el del iniciado de Júpiter, y así sucesivamente. Y así el gran líder tenía siete personas que estaban entrelazadas con los siete cuerpos etéricos de los siete iniciados más importantes de los antiguos oráculos atlantes. Si ustedes se hubieran encontrado con estas siete personas en cualquier lugar de la vida cotidiana, las habrían encontrado como personas sencillas, pues ellas no eran los yoes reencarnados de los iniciados atlantes, sino que eran personas sencillas con las nuevas capacidades del período post atlante. En su yo no eran particularmente diferentes de lo que era, por así decirlo, la primera cultura primitiva simple en esta época inmediatamente posterior a la catástrofe atlante. Pero en sus cuerpos etéricos tenían los poderes de los siete grandes iniciados atlantes. Aquí tenemos una reencarnación, no del yo, sino de los cuerpos etéricos de los iniciados atlantes. Así vemos que no sólo el Yo puede reencarnar, sino que el segundo miembro de la entidad humana también puede reencarnarse por sí mismo. Y por el hecho de que estos siete de los seguidores del gran iniciado del oráculo solar recibieron estos cuerpos etéricos con las fuerzas que estaban en ellos desde la época atlante, fueron grandes inspirados. En ciertas horas tenían la capacidad de dejar fluir las fuerzas en sus cuerpos etéricos, que revelaban los secretos del Sol, Marte, Saturno y demás. Por lo tanto aparecían como inspirados cuyo mensaje llegaba mucho más allá de lo que hubieran podido juzgar en su cuerpo astral o en su yo.

Como un maravilloso coro armonioso, los mensajes que resonaban conjuntamente desde los más diversos miembros del mundo, estos siete, unidos en la Logia de los Siete Rishis, fueron enviados a la India, donde tuvieron que inspirar la antigua cultura india. Muchas y grandes cosas de esta cultura nos han sido preservadas en forma maravillosa en los Vedas, cosas maravillosas de la profunda naturaleza científica de esta cultura india en los Upanishads, en la filosofía Vedanta y así sucesivamente; pero lo que los antiguos santos Rishis habían enseñado, donde nada ha sido aún escrito, sobrepasa con mucho lo que nos ha sido comunicado como lo más bello en las escrituras indias. Lo que se escribió más tarde resulta ser un débil eco. Porque nada de la antigua cultura sagrada de los Rishis fue escrito, se propagó a través de los misterios de una manera espiritual.

Nos ocuparemos hoy de cómo pueden reencarnarse los cuerpos etéricos y de cómo lo que se elaboró en la antigua época atlante fue transmitido a través de los Misterios por el gran iniciado del oráculo solar a la época postatlante y a la primera cultura, la cultura india, que tanto resplandece.

Los secretos del propio oráculo solar no podían darse directamente en la antigua India. Por lo tanto, estos siete Rishis hablaron de una entidad que estaba más allá de su esfera de conocimiento. Hablaron de ese ser que guía al sol mismo y que trae las fuerzas solares a la tierra y que, según ellos, estaba más allá de su conocimiento, el Vishva-Karman. Este Vishva-Karman no es otro que el Cristo que apareció más tarde. Él ya fue proclamado en la antigua cultura india.

El segundo discípulo importante del iniciado del oráculo solar, que ahora recibía los secretos del ser solar, fue el que en su día fundaría la segunda cultura post-atlante cuyo nombre es Zaratustra: Zaratustra. No el Zaratustra del que habla la erudición, pues era costumbre en la antigüedad que el sucesor de un gran maestro de la humanidad tomara el mismo nombre que el gran antepasado.  Sin embargo, ningún libro habla del Zaratustra al que nos referimos ahora, sino que los libros sólo hablan de su último sucesor. Fue este antiguo Zaratustra quien fundó una antigua cultura persa, quien señaló por primera vez a los pueblos persas que, en efecto, existe un poder espiritual en el sol, al igual que existe un poder físico que fluye hacia la tierra. Esto es lo que el antiguo Zaratustra trató de despertar en su pueblo, que podemos caracterizar diciendo: Cuando volvemos los ojos a las plantas y a todo lo que tiene vida a su alrededor, al hacerlo, debemos preguntarnos: ¿Qué sería sin la luz del sol? Pero así como la luz solar física fluye hacia abajo, también fluye hacia abajo el poder espiritual, cuyo líder es un gran ser superior. Así como el hombre tiene su cuerpo físico y su aura, el aura que llamamos pequeña aura, así el sol tiene su cuerpo físico y su aura: Ahura Mazdao, la gran aura, la hueste de los grandes seres solares con su líder. Zaratustra habló de este Ahura Mazdao o Aura Mazdao, de la gran aura. Así como Zaratustra proclamó este poder del aura solar, que trae consigo un mayor desarrollo, también proclamó a las fuerzas hostiles al ser solar como Ahriman. En esto consistían las enseñanzas externas de Zaratustra.

Pero Zaratustra tenía sus discípulos íntimos, a los que inició en los grandes secretos del mundo. Consideraremos a dos de los discípulos de Zaratustra. A uno de ellos Zaratustra le impartió todas aquellas sabidurías que conducen a la clarividencia en el ámbito de lo astral. Le impartió todo lo que se puede percibir en el mundo del espacio físico y espiritual, por así decirlo, en el mismo tiempo en que se halle uno. De modo que tenía un alumno a quien había hecho clarividente en cuerpo astral, que podía ver en los mundos espirituales de la esfera astral y devachán y en mundos aún más elevados. A este discípulo le transmitió todos los secretos físicos y espirituales que se despliegan simultáneamente. A otro discípulo le transmitió todo lo que podría describirse como lectura en la Crónica Akáshica, como ese poder clarividente que surge cuando el cuerpo etérico se vuelve clarividente, mediante el cual el ser humano percibe las diversas fases de la evolución que tuvieron lugar una tras otra. 

Mientras el uno recibía lo que acontece de forma simultánea, el otro recibía lo que es la Crónica Akáshica de la tierra y el sol mismos, que se va produciendo en sucesión progresiva y puede conducir a una comprensión del desarrollo de la tierra y el sol. Al dar esto a sus discípulos, Zaratustra obró de tal manera que la cultura del período post-atlante podía ahora continuar. Pues uno de ellos renació como el gran inspirador, como el iniciador de la cultura egipcia, como el ser que conocemos bajo el nombre de Hermes, Hermes Trismegistos. El cual para poder proclamar el mensaje de los mundos superiores y sus secretos e incorporarlos a la cultura egipcia, recibió la transmisión del cuerpo astral de Zaratustra mediante los procesos conocidos en los Misterios. Así vemos que el cuerpo astral de Zaratustra había sido preservado a través de esos procesos que gradualmente iremos conociendo, y ahora era transmitido en el renacimiento del discípulo,  Hermes. Hermes llevaba este cuerpo astral renacido de Zaratustra como una vestidura.

El otro discípulo también renació. Él debía recibir todo lo que se presentaba en la Crónica Akáshica de la tierra. Debía recibir el cuerpo etérico entretejido de Zaratustra. Para ello tenía que ocurrir algo muy especial. Los poderes de este cuerpo etérico debían encenderse en él de cierta manera. Lo que sucedió allí se nos indica en el documento religioso correspondiente de una manera hermosa, maravillosa. Visualicemos cómo tuvo que suceder realmente.

Este discípulo de Zaratustra renacido tenía su propio cuerpo astral, su propio yo, y recibió el cuerpo etérico de Zaratustra entretejido con él. Así que de pequeño tuvo que sentir las fuerzas de este cuerpo etérico de Zaratustra antes de que su propia capacidad de juicio fuera estimulada desde el cuerpo astral, antes de que el yo se despertara. Tuvo que producirse una especie de iniciación. Cuando era un niño muy pequeño, antes de que su propio desarrollo individual desempeñara un papel, los poderes del cuerpo etérico de Zaratustra tenían que despertarse en este discípulo renacido. Por lo tanto, el niño fue encerrado en una pequeña caja y colocado en agua, de modo que quedara aislado del resto del mundo y éste no pudiera intervenir en él. A continuación brotaron los poderes del cuerpo etérico de Zaratustra. Este discípulo renacido de Zaratustra es Moisés, y en la historia de Moisés y su exposición no hemos dado otra cosa que ese secreto profundo que tuvo lugar entre bastidores del mundo exterior, de la conservación del cuerpo etérico de Zaratustra y su despertar de nuevo en Moisés. Esto permitió a Hermes y a Moisés transmitir la cultura post-atlante en la forma en que lo hicieron.

Aquí tenemos ejemplos de reencarnaciones de cuerpos etéricos, así como de la reencarnación de un cuerpo astral. De modo que no estamos hablando meramente de una reencarnación del yo, sino de la reencarnación de los miembros de la naturaleza humana que, por lo demás, también hemos aprendido a conocer: el cuerpo etérico y el cuerpo astral. Se debe a la economía espiritual que lo conquistado no perezca, sino que se conserve y se transmita a la posteridad. Pero lo dicho también puede suceder de otras maneras. Veamos con otro ejemplo cómo hay otros métodos de llevar el pasado al futuro.

Recuerden a una personalidad mencionada en la Biblia, uno de los hijos de Noé, el progenitor de la tribu semita, Sem. Detrás de Sem hay, -y esto también puede probarse ocultamente-, una individualidad, que debemos describir como la individualidad tribal de los pueblos semitas. Los pueblos semitas descienden de este antepasado. Cuando ocurre algo así, que una serie de pueblos descienden de un progenitor, entonces hay que tomar una precaución especial en el mundo espiritual. Esta disposición tuvo lugar en el caso particular de Sem: Un cuerpo etérico separado fue tejido para Sem desde el mundo espiritual. De este modo, Sem llevaba un cuerpo etérico, especialmente tejido a partir del mundo espiritual. A través de esto había llegado a ser capaz de llevar en su propio cuerpo etérico una entidad particularmente elevada del mundo espiritual, una entidad elevada, que de otro modo no le habría sido posible encarnarse en la tierra, una entidad, que no habría podido elevarse hasta el cuerpo físico denso, que ahora se encarnaba de tal manera, que podía entrar en el cuerpo etérico de Sem, de modo que este Sem era ante todo él mismo -tenía su cuerpo físico, etérico, astral y su yo-, pero que luego se entretejía en Sem un cuerpo etérico especialmente preparado para el fin justamente especificado de fundar una tribu. Pero entretejido en este cuerpo etérico había otra entidad elevada del mundo espiritual. De modo que para la conciencia clarividente, si se hubiera encontrado frente a Sem, éste se habría presentado como el propio Sem y sobresaldría de él como una segunda entidad, conectada con el cuerpo etérico de Sem, esta entidad superior, tal entidad, que desciende, -es decir, no Sem-, encarnada en un ser humano, por así decirlo, para una tarea especial. Así que no tiene varias encarnaciones detrás como los seres humanos, sino que desciende en esta única encarnación. Tal entidad se llama avatar. Él no se encuentra humanamente en nuestro mundo, sino que desciende con el fin de habitar para una misión específica dentro de este mundo.

Puesto que tal entidad avatárica habita en un ser humano, esa parte del ser humano en la que habita tiene otra propiedad muy especial. Puede multiplicarse. Así como cuando ustedes ponen una semilla en la tierra y el tallo crece y encuentran en la espiga una multiplicación del grano, así el cuerpo etérico de Sem se multiplicó en muchas imágenes, y éstas se entrelazaron con todos los que pertenecían a la tribu de Sem. Así es como sucede. De modo que tenemos en aquellos que eran verdaderos descendientes de Sem, entretejidas en sus propios cuerpos etéricos las imágenes del cuerpo etérico, que en aquel tiempo había sido especialmente preparado como el arquetipo en Sem.

Pero este cuerpo etérico de Sem fue utilizado más tarde de otra manera. ¿Cómo fue esta utilización? Lo mejor que podemos hacer es presentarlo a nuestras almas mediante una comparación. Ustedes pueden ser una importante persona educada en Europa. Pero si pretenden llevar su educación a una población en un lugar remoto de la selva, deben aprender la lengua del lugar. De la misma manera, los seres elevados que descienden, si quieren guiar a la humanidad, deben tejer en sí mismos los poderes a través de los cuales puedan hablar con la gente de la tierra. Ahora bien, en una etapa posterior del desarrollo del pueblo semita fue necesario que un ser muy importante descendiera a la tierra para comunicarse con la humanidad y hacer avanzar la cultura. Este ser, que se menciona bajo el nombre de Melquisedec, tuvo ahora que revestirse, por así decirlo, del cuerpo etérico conservado de Sem, de modo que tenemos entretejido en el cuerpo etérico de Melquisedec ese cuerpo etérico que una vez estuvo presente en Sem, que fue habitado por un ser avatárico y que es utilizado de nuevo por Melquisedec para que pueda dar a Abraham el impulso para impulsar aún más la cultura semítica. De este modo hemos vuelt a familiarizarnos con una forma peculiar en que el cuerpo etérico continúa desarrollándose en un ser humano particular y luego conduce de un ser humano particular a una individualidad elegida para este fin.

Podemos seguir tales ejemplos hasta tiempos recientes. Y si los seguimos de esta manera, entonces nos damos cuenta gradualmente de lo que el ocultismo puede decir realmente hoy: En la mayoría de las personas de hoy ya no tenemos un cuerpo etérico que originalmente se tejió a partir del tejido general del mundo, ni un cuerpo astral que originalmente se tejió a partir del tejido general del mundo. Casi todos los seres humanos tienen un trozo en su cuerpo etérico y astral que se ha conservado desde tiempos antiguos, porque en la economía espiritual lo que es útil se conserva cada vez más.

Hay dos ejemplos más de la nueva era que pueden ilustrar la forma en que los Misterios funcionan de vez en cuando. Primero, el ejemplo que enlaza con la personalidad que encontrarán mencionada en mi "Misticismo en los albores de la vida espiritual moderna y su relación con la visión moderna del mundo", Nicolás de Cusa. Si ustedes leen sus escritos, encontrarán uno que él tituló "De docta ignorantia", la docta ignorancia, aunque hay más erudición en él que en muchos libros que se llaman a sí mismos doctos conocimientos. Se llama así por ciertas razones. Si se leen otros de sus escritos, se comprobará que la profética predicción de la visión del mundo de Copérnico se entreteje en ellos de un modo extraño. Está todo dentro para quien quiera leer. Con Copérnico el asunto era tal que el mundo estaba maduro para recibir esta cosmovisión en su forma inmediata. Si investigan el contexto, obtienen lo siguiente. En Nicolás de Cusa había una individualidad antigua muy elevada entretejida en uno de sus elementos esenciales. Así fue posible que el cuerpo astral de Nicolás de Cusa se conservara y transmitiera para que pudiera entretejerse en Nicolás Copérnico, de modo que éste se había entretejido en el cuerpo astral de Nicolás de Cusa. Por lo tanto, fue posible resucitar en él, por así decirlo, lo que Nicolás de Cusa tenía en él. Este es un ejemplo de cómo el cuerpo astral se ha reincorporado a sí mismo.

Otro ejemplo es el siguiente: Aquellos de ustedes que hayan reflexionado sobre el asunto conocen la tremenda importancia de Galileo para la nueva forma de pensar. Después de todo, toda nuestra física no existiría si no hubiera sido por Galileo. Toda la forma en que hoy pensamos sobre la física se remonta a Galileo. Todos los escolares de hoy en día encuentran en los primeros libros, en los libros elementales, que existe la inercia o la ley de la inercia, que dice que un cuerpo se esfuerza por permanecer en el movimiento en el que se encuentra hasta que aparece un obstáculo. Así, si lanzamos algo, seguirá volando debido a su propia inercia hasta que aparezca un obstáculo. Así es como pensamos hoy en día, y eso es lo que se enseña a los niños en los libros de texto. La gente no pensaba así antes de Galileo. Pensaban así: Si una piedra se lanza más lejos, no podría volar si el aire no la empujara más lejos, no la empujara hacia atrás. Estas cosas se pensaban de manera muy diferente. Así que las leyes de la caída, del movimiento pendular, las leyes de la máquina simple, todo eso se remonta a Galileo.

Galileo obtuvo sus conocimientos de una cierta inspiración. Permítanme recordarles cómo reconoció las leyes del péndulo a partir de aquella lámpara de iglesia oscilante de la Cúpula de Pisa. El descubrimiento de las leyes del péndulo por Galileo fue un acto de genialidad. Mucha gente ha pasado por delante de esta lámpara sin darse cuenta de nada. Galileo se dio cuenta de las grandes leyes mecánicas. Una persona que puede inspirarse de esta manera tiene un cuerpo etérico que sería contrario a la economía espiritual dejar que se descompusiera. Este cuerpo etérico también ha sido preservado y después de un tiempo relativamente corto reaparece. Se utiliza de tal manera que se entrelaza con una personalidad que también ha hecho una contribución significativa. Se entretejió con esa personalidad que crece en una aldea campesina muy lejana de Rusia, que un día pasa por sus padres y parte hacia Moscú. Pronto desarrolló un gran talento y aprendió rápidamente en las escuelas de Rusia y Alemania todo lo que podía ponerle al nivel de la cultura de su época. Sólo tuvo que ponerse al día sobre lo que había pasado sobre la tierra desde el momento en que él había muerto como Galileo, -en el cuerpo etérico. Y entonces este mismo hombre se convirtió, por así decirlo, en el fundador de toda la literatura clásica en Rusia. Creó estos escritos como de la nada. Pero no sólo eso, también se convirtió en un importante estímulo en todos los campos de la mecánica, la vida física y química de la ciencia. Fue Mikhail Lomonosov quien sólo pudo realizar sus actos reformadores porque el cuerpo etérico de Galileo estaba entretejido con él. Cuando vemos cómo Galileo murió a finales del siglo XVII y cómo Mikhail Lomonosov nació a principios del siglo XVIII con el mismo cuerpo etérico, vemos una de esas reencarnaciones íntimas en las que se reencarna uno de los miembros del ser humano que no es el yo. Tales cosas nos llevan profundamente a la comprensión de todo el curso del desarrollo humano y nos llevan a la comprensión de muchos otros hechos que se han desarrollado en el curso del tiempo y que han conducido hasta nuestro presente.

El mayor Avatar de la Tierra fue el propio Cristo, el Cristo que moró durante tres años en los tres cuerpos de Jesús de Nazaret. El hecho de que el Cristo morase en los tres cuerpos de Jesús de Nazaret como Avatar, hizo posible también que para estos tres cuerpos, sobre todo para los cuerpos astral y etérico de Jesús, tuviese lugar algo que acabo de describir: una multiplicación. En efecto, después de ocurrido el Misterio del Gólgota, el cuerpo astral y el cuerpo etérico de Jesús de Nazaret estuvieron presentes en el mundo espiritual en muchísimas imágenes, a través de la economía maravillosa. También: como si tuviéramos las imágenes originales en el cuerpo astral y etérico de Jesús de Nazaret, y ahora hubiera muchas imágenes. Cuando un avatar entra en una envoltura humana, se separa y está allí en muchas imágenes. Ahora bien, estas imágenes del cuerpo astral y etérico de Jesús de Nazaret tenían una característica especial en relación con las imágenes del cuerpo etérico de Sem, por ejemplo. Las imágenes del cuerpo etérico de Sem sólo podían implantarse en quienes descendían de Sem, mientras que los cuerpos astral y etérico que descendían del cuerpo astral y etérico de Jesús de Nazaret podían implantarse en todas las personas de los más diversos pueblos y razas. Cualquiera que, a través de su propio desarrollo, se hubiera hecho maduro para recibir tal cosa entretejida en su propio cuerpo astral o etérico, cualquiera que fuera la raza a la que perteneciera, podía ser implantado con este cuerpo astral y etérico, que eran imágenes del arquetipo del cuerpo astral y etérico de Jesús de Nazaret. Y vemos en el desarrollo posterior del cristianismo cómo detrás de los acontecimientos históricos externos ocurren cosas extrañas, que sólo hacen explicable el curso externo de los acontecimientos mismos.

¿Cómo se difundió el cristianismo? Lo hizo en los primeros siglos de tal manera que podemos decir: Esta propagación depende del plano físico. También vemos enfatizado que el cristianismo se propaga por aquello que vive en el plano físico. Al fin y al cabo, los apóstoles hicieron hincapié en que la propagación del cristianismo se basa en la percepción directa y sensorial. "Hemos puesto nuestras manos sobre sus estigmas" se cita como prueba de que Cristo caminaba en un cuerpo humano. Lo que se enfatizaba, por así decirlo, era lo que el plano físico podía ofrecer como base para el desarrollo del cristianismo. Siempre se menciona cómo los que todavía eran discípulos de los propios apóstoles habían propagado el cristianismo haciendo hincapié en que conocían a los que todavía seguían al propio Señor. Así que, por así decirlo, se construye sobre las apariencias. Y en un sentido aún más profundo, hasta la época de San Agustín, se construye sobre las apariencias. San Agustín dice que yo no creería en la verdad de los Evangelios si la autoridad de la Iglesia Católica no me obligara a ello. - Entonces, ¿por qué cree? Él cree porque la Iglesia visible ha propagado este Evangelio en el plano físico de década en década, de siglo en siglo. Pero en los siglos siguientes, del V al X, esta propagación se produce de manera diferente. ¿Por qué y cómo? Esto es instructivo si queremos seguir el progreso espiritual del desarrollo humano.

Pueden visualizar el tipo de reproducción en este período si toman, por ejemplo, una obra como la Antigua Armonía Evangélica Sajona, la "Heliand". Ahí se halla lo que es la idea crística, la visión del ser crístico, representado por una especie de iniciado. El Heliand, a quien representa el iniciado sajón, es suprasensible; pero no está revestido de los acontecimientos de Palestina, sino como un príncipe de una tribu germánica. Los discípulos son individuos de países germánicos. Todo el cristianismo está vestido con un traje centroeuropeo. ¿Por qué? Porque el iniciado detrás del Heliand, que, inspirado por Luis el Piadoso, escribió esta historia, tenía la capacidad clarividente de ver a Cristo de forma similar al propio Pablo en el suceso de Damasco. Por el hecho de que a través del acontecimiento del Gólgota el ser-Cristo se unió con el cuerpo astral de la tierra, penetró el aura terrestre con su poder, y cuando Pablo se había vuelto clarividente, pudo percibir: el Cristo está allí. No fue movido a creer por lo que había sucedido en Palestina; sino que al verlo a él mismo, al que estaba entretejido con la tierra, Saulo se había convertido en Pablo. El autor de "Heliand" vio al Cristo eterno, resucitado, al Cristo que vive en el mundo espiritual desde el Gólgota, de forma parecida, y para él era más importante que el Cristo histórico de Palestina. Lo revistió de una imagen diferente, pues lo importante para él no era la imagen exterior, sino el Cristo espiritual. ¿Por qué el que escribió el "Heliand" pudo comunicar tal imagen desde una perspectiva clarividente? Porque una imagen del cuerpo etérico de Jesús de Nazaret estaba entretejida en su cuerpo etérico. Porque en estos siglos, del V, VI al IX, X, una imagen del cuerpo etérico de Jesús de Nazaret fue tejida en los cuerpos etéricos de aquellos que iban a contribuir al progreso del cristianismo. Una de esas personas que había tejido una imagen del cuerpo etérico de Jesús de Nazaret fue el escritor del "Heliand".

Pero muchos han recibido tal imagen del cuerpo etérico de Jesús de Nazaret entretejido. Por lo tanto vemos que en estos siglos estas personas vivían en imaginaciones que estaban conectadas con los acontecimientos del Gólgota. Todos cuantos crearon las imágenes originales del Salvador en la cruz, de María con el Niño Jesús, que se repitieron más tarde, eran tales personas que habían llegado a estas representaciones pictóricas del acontecimiento del Gólgota y lo que estaba conectado con él, debido al hecho de que una imagen del cuerpo etérico de Jesús de Nazaret estaba entretejida en su propio cuerpo etérico. En aquellos tiempos, como es típico, estas imágenes surgieron porque estas personas eran clarividentes. De ahí surgieron las cosas que luego se propagaron a través de la tradición. Las representaciones pictóricas que tenemos del acontecimiento del Gólgota provienen de personas que estaban entretejidas con tales imágenes del cuerpo etérico de Jesús. Ellos vieron el acontecimiento del Gólgota y todo lo relacionado con él en sus visiones. Johannes Scoto Erigena, que escribió la "Clasificación de la Naturaleza" en la época de Carlos el Calvo, también tenía una imagen del cuerpo etérico de Jesús entretejida en él. Y desde los siglos XI, XII, XIII hasta el XV, vinieron personas que recibieron una imagen del cuerpo astral de Jesús de Nazaret entretejida en su propio cuerpo astral.

Así, en los siglos del V al X, vemos nacer personas que recibieron una imagen del cuerpo etérico de Jesús de Nazaret entretejida en su cuerpo etérico; en personas posteriores, del siglo XI al XV, vemos imágenes del cuerpo etérico de Jesús de Nazaret entretejidas en su propio cuerpo astral. Esto nos permite comprender algunas de las personalidades de esta época. ¿Cómo se nos aparecerá una personalidad que tiene una imagen del cuerpo astral de Jesús entretejida en su propio cuerpo astral? El Yo de Jesús no está encarnado en estas personas; el Yo es de esta personalidad misma. Por el juicio del yo muchos errores pueden venir a su vida, pero por el hecho de que esta gran imagen del gran arquetipo está entretejida en el cuerpo astral, por esta devoción, por esta algo aparecerá en todos los sentimientos, en todo lo que se teje a través de este cuerpo astral, con lo cual tal vez el propio yo está en contradicción, pero que hace que todo lo que está enraizado en el cuerpo astral aparezca como algo especial. Tomemos a San Francisco de Asís: ahí tenemos a una personalidad en cuyo cuerpo astral se entretejía una imagen del cuerpo astral de Jesús de Nazaret. Podéis encontrar algunos extremos en Francisco de Asís: su yo lo hacía, no estaba al mismo nivel que el cuerpo astral. Pero si ahora estudian el alma de Francisco de Asís partiendo de la base de que su yo no siempre podía juzgar correctamente los maravillosos sentimientos y la maravillosa humildad del cuerpo astral, lo comprenderán. En San Francisco de Asís se reencarnó una imagen del cuerpo astral de Jesús de Nazaret. En muchas personas de aquella época tales imágenes se reencarnaban en cuerpo astral. Encontrarán muchos franciscanos y dominicos que encarnaron tales imágenes del cuerpo astral en aquella época. Este fue también el caso de otras personalidades de la época, que sólo se pueden comprender si se las mira de esta manera. Por ejemplo, la famosa Santa Isabel de Turingia era una personalidad de este tipo en la que se entretejía una imagen del cuerpo astral de Jesús de Nazaret. Así, lo que sucede exteriormente sólo nos resulta comprensible cuando vemos cómo lo espiritual se da de vez en cuando, cómo se reproduce en el transcurso del tiempo.

Cuando el Cristo se encarnó en Jesús de Nazaret, algo así como una huella del yo se creó también en el cuerpo astral de Jesús de Nazaret. Podemos imaginar fácilmente, si ésta es la entidad crística que entra en el cuerpo astral, que algo así como una imagen se crea entonces en las partes circundantes del cuerpo astral. Esta imagen del yo de Cristo Jesús había producido ahora numerosas duplicaciones que permanecían, por así decirlo, conservadas en el mundo espiritual. Los individuos habían recibido algo entretejido en su propio yo, por así decirlo, como profetas de un tiempo nuevo, por ejemplo, algunos de los místicos alemanes que proclamaban el Cristo interior con tanto fervor porque algo así como una imagen del yo de Cristo se había encarnado en ellos; ¡pero una imagen, claro! Sólo aquellas personas que se preparen gradualmente para la plena comprensión del Cristo, que mediante la realización de los mundos espirituales comprendan lo que es el Cristo, en que se encuentra una y otra vez, cambiando de vez en cuando, en el progreso del desarrollo terrenal, llegarán gradualmente a estar maduras para tener esta experiencia crística dentro de sí, para recibir, por así decirlo, las imágenes en espera del Yo de Cristo, que este yo ha formado en el cuerpo de Jesús mediante una impronta.

Esto forma parte de la misión interna de la corriente del mundo espiritual, preparar a las personas para hacer que sus almas maduren tanto que un número cada vez mayor de personas pueda ahora también tomar en sí una imagen de la Yoidad de Cristo Jesús. Pues tal es el curso del desarrollo cristiano: Primero la propagación en el plano físico, luego la propagación a través de los cuerpos etéricos, después a través de los cuerpos astrales, que en muchos casos fueron los cuerpos astrales reencarnados de Jesús. Ahora va a llegar el momento en que la naturaleza yoica del propio Cristo Jesús surgirá cada vez más en las personas como la esencia más íntima de su alma. Sí, estas imágenes moldeadas de la individualidad de Cristo Jesús están esperando ser recibidas por las almas, ¡están esperando! Y aquí se puede ver la profundidad desde la que trabaja la corriente espiritual-científica mundial. No es una teoría, no es una suma de conceptos que se dan meramente para iluminar al hombre, es una realidad, y las realidades han de darse al alma por medio de la ciencia espiritual. Aquel que comprenda espiritualmente el cristianismo y lo experimente en su interior, contribuirá a que, ya sea en la encarnación actual o en una posterior, se entreteja en su yo una imagen de la individualidad del Cristo Jesús. Aquellos que comprenden el verdadero interior, la verdadera realidad de la corriente espiritual-científica mundial, se preparan no sólo para una comprensión, sino para un hecho real, pues ésta es su verdadera realidad espiritual interior. Siente que en nuestro movimiento mundial no se trata sólo de comunicar teorías, sino de preparar hechos, de recibir algo que está esperando en el mundo espiritual y que las personas pueden recibir del mundo espiritual si se preparan para ello de la manera adecuada.

Traducido por J.Luelmo nov.2023

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El objetivo de este blog es publicar en Internet todo el material fuente existente para las transcripciones de las conferencias de Rudolf Steiner de la forma más completa posible, para que este gran tesoro esté disponible para toda la humanidad. Se trata de notas de oyentes, transcripciones de conferencias y, en su mayor parte, transcripciones en texto plano de conferencias estenografiadas, también conocidas como transcripciones en texto plano. De este modo, cualquiera puede comprobar por sí mismo, mediante comparaciones, qué dijo realmente Rudolf Steiner y cómo fue editado (y, por tanto, modificado) en las distintas ediciones. Y por último, pero no menos importante, también encontrarán mucho material inédito. La obra de Rudolf Steiner es de dominio público desde 1996 y, por tanto, pertenece legalmente a toda la humanidad. Él mismo habría elegido una fecha mucho más temprana para la publicación de su obra, como se desprende de los pasajes sobre propiedad intelectual que citamos a continuación; Incluso el período de protección de 30 años que se aplicaba entonces le parecía demasiado largo. ¿Y qué habría dicho sobre el hecho de que 85 años después de su muerte, parte de su obra docente siga inédita y acumulando polvo en los archivos? Él mismo encontró una expresión adecuada para esto: Fue puesto en un ataúd. Este sitio web está destinado a ayudar a liberarlo de este ataúd. "Lo que el hombre puede crear a partir de sus capacidades intelectuales se lo debe a la sociedad humana, al orden social humano. En realidad, no le pertenece. ¿Por qué gestionamos nuestra propiedad intelectual? Simplemente porque la produces; al producirla, demuestras que tienes la capacidad de hacerlo mejor que los demás. Mientras tengas esa capacidad mejor que los demás, gestionarás mejor esa propiedad intelectual al servicio del conjunto. Ahora la gente se ha dado cuenta al menos de que esta propiedad intelectual no se perpetúa sin fin. Treinta años después de la muerte, la propiedad intelectual pertenece a toda la humanidad. Cualquiera puede imprimir lo que yo he producido treinta años después de mi muerte. Puede utilizarlo como quiera; y eso está bien. Incluso estaría de acuerdo si hubiera más derechos en este ámbito. No hay otra justificación para la gestión de la propiedad intelectual que el hecho de que, porque se puede producir, también se tienen las mejores capacidades [...] Será una forma sana de socializar el capital si hacemos fluir en el organismo social lo que hoy se acumula como capital en el derecho de sucesiones, en el surgimiento de las pensiones, del derecho de las manos ociosas, de los derechos humanos superfluos, lo que así se acumula en capital; eso es lo que importa. Ni siquiera hace falta decir que la propiedad privada debe convertirse en propiedad social. El concepto de propiedad no tendrá ningún significado". Rudolf Steiner el 25 de abril de 1919