GA319 Londres 2 de sept. de 1923 -La Ciencia Espiritual y el arte de curar -2 -Función del bazo. Los tres procesos básicos: Sistema neuro-sensorial, sistema rítmico y sistema metabólico y de las extremidades.

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EL ARTE DE CURAR -2-

Rudolf Steiner

  Londres 2 de sept. de 1923


Función del bazo.  Los tres procesos básicos: Sistema neuro-sensorial, sistema rítmico y sistema metabólico y de las extremidades. Diátesis exudativa. La fiebre del heno y su tratamiento. Las sustancias del proceso vegetal; Cichorium intybus. Función biliar y sistema neuro-sensorial. Migraña: Biodoron. Importancia del proceso en la preparación del remedio. Curación a través de procesos.


Por supuesto, lo primero que debo decir, mis queridos oyentes, es que me disculpo por no poder hablar en su idioma, sino que les hablaré en alemán, que tendrá que ser traducido, y por lo tanto será algo difícil que los oyentes me escuchen. Pero como no tengo el dominio de la lengua inglesa que sería necesario para una conferencia, así tendrá que ser. Estoy muy agradecido a algunos amigos, especialmente a la Sra.Larkins, por el hecho de que, tras las conferencias sobre Ciencia Espiritual que pude dar en los cursos de verano de Ilkley y Penmaenmawr, ahora también puedo hablarles en estas tardes de algo que ha surgido en nuestro movimiento científico-espiritual como una especie de movimiento médico, que no pretende, -y les pido que lo tengan en cuenta- oponerse a la ciencia oficial, a la medicina oficial, sino con la intención de llevar adelante, a través de la observación científico-espiritual, los grandes conocimientos y los grandes avances que existen en la perspectiva científica actual.

Incluso dentro del movimiento científico-espiritual, que, antes de que surgieran tales corrientes científicas, se ocupaba más bien de cuestiones generales humanas, artísticas, religiosas, morales, pedagógicas, etc., no se pretendía actuar como agitador en el campo de la medicina, sino que en este movimiento científico-espiritual también se encontraban médicos en el continente, médicos que, a pesar de sus convicciones totalmente científicas, al principio creían que podían satisfacer sus necesidades espirituales dentro de este movimiento científico-espiritual.  Y lo que allí se les planteó como una especie de exploración del mundo espiritual más allá del mundo físico-sensible, simplemente les llevó a creer poco a poco que algunas de las grandes dudas, algunas de las grandes cuestiones que se le plantean al médico práctico dentro de la ciencia médica actual pueden encontrar soluciones satisfactorias, no quiero decir inmediatas, pero sí continuaciones satisfactorias precisamente en este campo.

Y por ello, de este llamado movimiento espiritual-científico antroposófico ha surgido un movimiento médico en el continente. Debo decir que no me gusta mucho hablar de esta parte de nuestro movimiento científico-espiritual, pues en el curso de las descripciones en todas partes veréis que para mí es más importante producir remedios que sean realmente eficaces que hablar mucho de las cosas. Pero lo que se pretende hacer valer aquí se apoya sobre todo en unos fundamentos sobre los que hay que llamar la atención, especialmente a las personas científicamente formadas de hoy en día.

Puedo imaginarme muy bien - y conozco todos los antecedentes de los que surge tal cosa>- que realmente surge en vosotros contradicción sobre contradicción contra lo que tendré que decir. Comprendo perfectamente estas contradicciones. Y de hecho no puede ser de otra manera hoy en día que tales contradicciones surjan de la convicción científica que tiene el médico. Por ello, no nos preocupamos en primer lugar de representar algo teóricamente, sino inmediatamente de la práctica. 

Y por ello se tuvieron en cuenta los deseos de los médicos y otros físicos, químicos y biólogos científicos fundando institutos científicos, institutos de investigación científica.  El que más se tiene en cuenta es el laboratorio químico-farmacéutico de Ariesheim. Y en relación con esto, hay un instituto biológico y otro físico dentro de nuestro movimiento. El hecho de que estemos realmente preocupados por la investigación seria quizás le quede claro por el hecho de que, en nuestro instituto biológico, por ejemplo, ya se ha hecho un trabajo muy importante. Ya se ha realizado una importante labor, aunque la existencia de estos institutos es realmente muy corta.

Estoy plenamente convencido de que en el instituto biológico, que está bajo la dirección del Dr. Kolisko y de la Dra. Kolisko, hemos conseguido, al menos en gran medida, aclarar las funciones del bazo, concretamente en el sentido de que debemos ver en la función del bazo una regulación de aquellas irregularidades que surgen en el proceso digestivo rítmico porque el hombre no puede comer completamente en ritmo. Y aunque, por mi parte, dividiera los tiempos de sus comidas de forma bastante pedante, exactamente pedante, se produciría, sin embargo, una interrupción del ritmo digestivo debido a la diferente elección de los alimentos y similares.

Y entonces resulta que lo extraño es que la función del bazo consiste precisamente en equilibrar las perturbaciones rítmicas del proceso digestivo humano, que deben producirse precisamente por la vida del ser humano.

En los últimos tiempos hemos conseguido -lo que se describe en un tratado que acaba de publicarse- aportar pruebas exactas en el instituto biológico de que las entidades más pequeñas de diversas sustancias ejercen realmente efectos.

Esto no pretende defender ninguna tendencia partidista en medicina. Precisamente cuando se procede exactamente en este área, se encuentra que un área debe ser tratada de forma adecuada con cantidades correspondientemente mayores, pero la otra área del organismo humano debe ser tratada, sin embargo, con las cantidades más pequeñas. Hasta ahora sólo ha habido creencias homeopáticas en este campo, ninguna investigación exacta.

Ahora parece que hemos conseguido demostrar con bastante precisión que ciertas sustancias, por ejemplo los compuestos de antimonio -en diluciones muy fuertes- tienen un efecto diferente sobre el crecimiento del grano de trigo que si se va más lejos con la dilución; si se va más lejos todavía, se llega siempre a un curso rítmico de máximos y mínimos. Hemos hecho todo lo posible para demostrar con plena responsabilidad en este campo que las diluciones, incluso en la proporción de uno a un trillón, tienen efectos vitales.

Hemos germinado granos de trigo, que hemos seleccionado de forma muy precisa según sus intensidades de germinación, en líquidos en los que hemos tenido las sustancias correspondientemente diluidas, de modo que a través de la forma tan concienzuda, que creo que está presente en el caso de la señora Kolisko, lo que hasta ahora , quiero decir, sólo podía parecer una creencia de aficionado, se ha asentado realmente sobre una base científica.

Sólo lo menciono a modo de introducción para que se vea cómo no queremos proceder de forma acientífica, como ocurre con los legos. Las percepciones científico-espirituales se obtienen, en efecto, a través de una visión espiritual, sobre la que no tendré que hablarte con más detalle; esto ocurre en los argumentos que acabo de dar en otros lugares. Las grandes orientaciones se obtienen, en efecto, a través de la visión espiritual, y a través de esta visión espiritual creo haber logrado la posibilidad de poder formular de manera realmente exacta la conexión de la organización humana interior con la constitución, no sólo de las sustancias naturales, sino sobre todo de los procesos naturales, de modo que el profundo abismo que hoy -debemos confesarlo abiertamente- existe realmente entre la patología y la terapia puede ser salvado por este método. De modo que en el futuro sí que será posible tener una patología que pase por sí misma a la terapia, porque observando tanto el organismo sano como, sobre todo, el organismo enfermo, se podrá descubrir exactamente cómo -lo explicaré hoy con algunos ejemplos- no sólo las sustancias que se originan fuera del organismo humano, sino los procesos realizados fuera del organismo humano, ya sean de la naturaleza o procesos realizados en el laboratorio, que pueden tener un efecto curativo dentro del organismo humano. Y lo que más nos importa es el aspecto terapéutico. Sabemos muy bien que la patología hoy en día está más avanzada de lo que ella misma conoce. La patología hoy en día es algo que se puede retomar en cada uno de sus puntos y llevar un poco más allá. Mientras que, de hecho, hay un profundo abismo entre el conocimiento que existe en relación con la estructura, con la histología de los órganos, y cómo sigue actuando ahora el remedio real en el organismo humano. Hoy en día ni siquiera comprendemos del todo el proceso ordinario de la nutrición que, creo, está mucho más sabiamente ordenado por el instinto de lo que jamás podría serlo por la teoría científica, y mucho menos comprendemos de forma exacta las relaciones que existen entre las sustancias, así como entre el funcionamiento de estas sustancias dentro del organismo humano, y fuera de él, tanto en la naturaleza como en aquellos procesos que pueden llevarse a cabo en el laboratorio.

Me ha puesto en este camino el hecho de que creo que en más de treinta años de investigación he podido establecer que lo más importante para entender al ser humano en toda su constitución es establecer la diferencia fundamental entre tres formas distintas de funcionamiento en el organismo humano. Así he aprendido a distinguir en el ser humano, en realidad, un triple funcionamiento del organismo.

He dividido este triple funcionamiento -quiero decir que las cosas, por supuesto, están todas en proceso de devenir- primero en el sentido más amplio en el proceso nervioso-sensorial. Incluyo en esta primera parte todo lo que está relacionado con el funcionamiento de los sentidos en el aspecto más amplio y los nervios que están conectados con ellos de alguna manera. Ahora bien, diferencio de esto todo lo que son procesos rítmicos en el organismo humano. Y de nuevo, en tercer lugar, diferencio de estos dos procesos lo que es metabólico y los procesos de movimiento. Los procesos del metabolismo y del movimiento están íntimamente relacionados entre sí; cada movimiento interior y exterior del organismo humano está en íntimo contacto con un proceso del metabolismo. Todo movimiento interior y exterior del organismo humano está en íntimo contacto con un proceso de metabolismo y, en realidad, sólo puede considerarse en relación con éste como una función.

Estos tres tipos de funciones en el organismo humano son tan fundamentalmente diferentes entre sí que lo que entiendo como procesos de la vida nerviosa-sensorial son incluso polos opuestos de los procesos que se pueden resumir como procesos motores y metabólicos. Así que cuando, por ejemplo, tenemos algún proceso en el metabolismo, este proceso -y de hecho todo proceso en el metabolismo- provoca un proceso polarmente opuesto en el aparato nervioso-sensorial. Los procesos rítmicos son entonces el equilibrio entre ambos. Ahora se trata de encontrar las verdaderas diferencias entre estos procesos.

En primer lugar, me gustaría señalar que una visión más exacta del organismo humano muestra -por supuesto, sólo puedo esbozar estas cosas en el poco tiempo disponible- que cuando se trata de la organización nerviosa-sensorial, se trata esencialmente del efecto de las diversas sustancias del organismo humano. Así pues, si entra en consideración algo que sólo está dentro de la organización de los sentidos o de la organización nerviosa, lo esencial para su consideración es que conozcamos la relación entre alguna sustancia que tenemos en el entorno del mundo del ser humano, y aquello que a su vez se encuentra sustancialmente en el curso del proceso nervioso-sensorial.

Si se trata de un proceso alternante de la materia, que está conectado con un proceso de movimiento, entonces lo que entra en consideración sobre todo no es la sustancialidad de lo que encontramos en el entorno humano, sino los procesos sobre lo sustancial. Me gustaría iluminar esto desde el otro lado. Si se trata de afirmar que hay un foco de enfermedad en el aparato nervioso-sensorial, entonces tendré que investigar qué sustancias pueden ser consideradas como factores de curación - ya discutiremos los detalles. Pero si se trata de curar un proceso de enfermedad en los aparatos locomotor y digestivo, entonces se trata de investigar qué proceso, ya sea como proceso natural o como proceso de laboratorio, debe estar presente en el procesamiento de las sustancias para transformar tales sustancias en remedios.

Específicamente hablando - es un caso que luego discutiré más adelante - supongamos que estamos probando el poder curativo del antimonio. Tendremos que distinguir el poder curativo del antimonio en relación con todo lo que tiene su origen en el aparato nervioso-sensorial del hombre. Aquí se trataría de la sustancialidad del antimonio. Si se trata del poder curativo del antimonio para el sistema motor y el sistema metabólico relacionado con él, entonces se tratará de someter al antimonio a tales procesos, procesos de combustión, procesos de oxidación, donde el antimonio se eleva como humo y el humo se y luego se vuelve brillante, como un espejo (ver nota) i y al realizar correctamente estos procesos, esperaremos el éxito de este remedio. 

De modo que en realidad podemos decir siempre, que para el sistema nervioso-sensorial debemos buscar las sustancias, los factores curativos fundamentalmente en el entorno del ser humano. Debemos considerar los procesos que nosotros mismos provocamos o que la naturaleza provoca como los factores de curación de los procesos metabólicos y de movimiento en el organismo humano. Como estos dos procesos son polos opuestos, lo rítmico, todo lo rítmico, sobre todo el ritmo respiratorio, el ritmo circulatorio, los ritmos digestivos, los demás ritmos en el ser humano, los ritmos de sueño y de vigilia en el ser humano, tienen ahora un efecto mediador, equilibrador, de modo que en aquellos procesos que se relacionan con los órganos de la organización rítmica del hombre, ahora también, en la producción de los remedios, se mira la interacción que resultará del suministro de lo sustancial efectivo y de los procesos efectivos que uno deja que la naturaleza produzca o que uno mismo produce.

Por el momento, esto sólo cubre algunos de los fundamentos. Me tomaré la libertad, después de discutir los fundamentos hoy, de discutir mañana algunos de nuestros remedios que se producen en el laboratorio farmacéutico de Ariesheim y que se prueban en la clínica relacionada con él, que está bajo la excelente dirección de la Dra. Wegman, que también está presente. Voy a entrar en los aspectos terapéuticos reales. Desde el principio estuve a favor de que las ciencias espirituales sólo dieran las pautas, pero no produjeran ningún remedio, aparte de que tenemos nuestros laboratorios en conexión con la clínica, para que la verificación tenga lugar realmente a la cabecera del paciente en la clínica.

Si se considera esta diferenciación del ser humano en los procesos del sistema nervioso-sensorial, el sistema rítmico y el sistema metabólico-motor, hay que encontrar entonces cómo el ser humano está constituido de tal manera que estos tres sistemas son muy diferentes entre sí en cuanto a su funcionamiento, pero que se interpenetran en cada punto del organismo humano. Esta es una forma más incómoda de ver al hombre que la ordinaria. En la forma habitual de ver las cosas, uno toma cualquier órgano o parte de un órgano y lo examina histológicamente o según la anatomía celular. o la anatomía de las células, etc.

Aquí es necesario distinguir para cada órgano en qué medida el proceso nervioso-sensorial, el proceso rítmico, el proceso metabólico-motor están implicados en el funcionamiento de este órgano. Sólo cuando vamos más de acuerdo con las herramientas sensoriales reales del ser humano, entonces el proceso nervioso-sensorial precede, y el proceso rítmico y el proceso metabólico-motor retroceden a un segundo plano. Pero si se trata del proceso metabólico-motor, entonces es realmente sólo este proceso metabólico el que es preponderante. Pero no hay nada en el tracto del sistema metabólico y del movimiento que no esté de nuevo impregnado por los procesos del sistema nervioso-sensorial, que están subordinados aquí.  Y lo mismo ocurre en el sistema rítmico. 

Ahora uno ve a través de toda la organización humana si puede tener ante sí para una observación realmente interior la correspondiente en el órgano. Digamos, por ejemplo, que se trata de una parte del cerebro.  Ahora debemos ser capaces de ver si las dos actividades orgánicas opuestas, la actividad nerviosa-sensorial y la actividad metabólica-motora, están presentes en la proporción correcta, y si el sistema rítmico funciona de forma correspondientemente equilibrada entre ambas. A grandes rasgos, esto es muy diferente con los órganos de la cabeza humana que, por ejemplo, con los propios órganos digestivos. Pero, por otra parte, se puede ver cómo esto conduce a un conocimiento más preciso del ser humano, tanto sustancial como funcionalmente en relación con su entorno mundial, y por lo tanto a una conexión entre la patología y la terapia.

Consideremos esto con un solo ejemplo. Una enfermedad que quizás sea menos apreciada entre los casos graves de enfermedad, pero que puede llegar a ser bastante molesta para algunas personas, y realmente molesta para muchas personas -me gustaría destacarla como ejemplo- es el catarro aestivus, que afecta a muchas personas en una determinada época del año. Y para poder comprender este proceso subyacente, es realmente necesario lo siguiente.

En primer lugar, debemos tener claro que en la infancia del ser humano, sobre todo en la primera infancia del ser humano, toda la división en los tres sistemas que acabamos de mencionar es diferente a la de la vida posterior. En la infancia nos encontramos con una organización humana en la que los órganos nervioso-sensoriales intervienen en los otros dos sistemas de forma mucho más intensa que en la vida posterior del individuo. El niño ya es, en cierto sentido, un órgano sensorial completo. Todos los procesos tienen lugar de tal manera que los procesos repercuten en todo el organismo, aunque de manera íntima y sutil, ya que de otra manera tienen lugar en la periferia del ser humano en los órganos de los sentidos.  El niño es en realidad un órgano sensorial de una manera más íntima y sutil. Como resultado, todo el organismo del niño está más expuesto al mundo exterior de forma similar a los órganos de los sentidos que el organismo del adulto en la vida posterior. Porque todo lo relacionado con la organización de los sentidos nerviosos está directamente expuesto al mundo exterior, está directamente sujeto a la influencia del mundo exterior. Por lo tanto, toda la organización del niño está sujeta a la influencia del mundo exterior -en el sentido más amplio, por supuesto- mucho más que en la vida posterior, cuando se depende totalmente de los procesos internos de los órganos, incluidos los procesos metabólicos en relación con el proceso de movimiento. Los movimientos tienen lugar en el mundo exterior, pero la organización en la que se basan tiende tanto hacia el interior del ser humano como la organización vervioso sensorial hacia el exterior. Encontramos, pues, que bajo la influencia de la organización nervioso sensorial preponderante, pueden producirse en el niño aquellos procesos que pueden resumirse bajo el nombre de diátesis exudativa, desprendimiento de los tejidos, que pueden producirse realmente en el niño de forma bastante generalizada en el organismo. 

Más tarde, cuando esta preponderancia del proceso nervioso-sensorial en todo el organismo se polariza en la proporción adecuada, el proceso metabólico-motor lo contrarresta.

Si el niño ha sido educado con cuidado, la tendencia a esta diátesis exudativa suele remitir y puede especializarse más adelante, de modo que puede aparecer el molesto catarro aestivus.

Este catarro aestival se debe a ciertas sustancias que se dice que están contenidas en el polvo de polen de las gramíneas. Esto sólo corresponde a la tendencia de nuestro tiempo a atribuir la patología a algo directa y sustancialmente externo. Si observamos el organismo humano desde un punto de vista científico-espiritual, podemos decir con certeza, que así como los procesos que tienen lugar en el entorno humano cuando las gramíneas están en flor, que todo el proceso de la naturaleza en la estación en que las gramíneas están en flor naturalmente no sólo tiene lugar alrededor de las gramíneas, sino también alrededor del ser humano, que está expuesto a las mismas influencias atmosféricas bajo las que florecen las gramíneas. 

Ahora bien, en el hombre, cuando se ha especializado, diría yo, en la organización de la nariz y de los ojos, lo que conduce entonces al catarro aestivus, cuando lo que, bajo la preponderancia del proceso nervioso-sensorial, condujo a la diátesis exudativa en la infancia, se especializa en el inicio interior de los órganos respiratorios, entonces puede producirse este molesto catarro. Por lo tanto, surge del hecho de que el ser humano está ahora también expuesto a esos procesos naturales a los que las gramíneas deben estar expuestas cuando florecen, y es particularmente sensible a estos procesos naturales.

Debido a que el proceso sensorial no está suficientemente paralizado por el proceso metabólico, es por lo que el proceso sensorial sigue siendo preponderante en la periferia, quedando expuesto a las mismas influencias atmosféricas, las influencias de su entorno, que son justamente favorables para la floración de las gramíneas.

Si se mira este proceso desde fuera, si se observa realmente la forma en que ocurre como un proceso natural en la floración de las hierbas, las gramíneas, entonces se dice, ¿Cómo se llega a esta sensibilidad que tiene lugar en el Catarrhus aestivus? Y entonces, a través de esta visión que se ha obtenido, se intenta paralizar este proceso que en el caso de las gramíneas tiene lugar de forma bastante externa, bastante periférica, me gustaría decir, en el aire - que luego también está presente en el hombre,  El proceso de fructificación, la precipitación al proceso de fructificación, que en la gramínea se asoma a la atmósfera en completa desnudez, diría yo, se busca allí donde se produce, no periféricamente dirigido hacia fuera, sino centralmente empujado hacia dentro.  Esto es lo que se encuentra cuando se toman frutos que están rodeados de cáscaras parecidas al cuero y en los que el proceso de fructificación tiene lugar ahora de forma central hacia dentro, centrípeta.

Y cuando en el laboratorio formamos el proceso inverso al proceso de fructificación en las gramíneas, cuando lo convertimos en un remedio y cuando intentamos que este remedio sea eficaz aplicándolo por inoculación, por vacunación, es decir, introduciéndolo directamente en el organismo por inoculación, entonces podemos contrarrestar realmente esta hipersensibilidad a las mismas influencias atmosféricas que en las gramíneas son favorables, pero que activan un proceso de enfermedad en el hombre. En efecto, con este remedio, que se elabora en nuestro país con el nombre de "Gencydo" y que ha demostrado ser extraordinariamente eficaz en el caso del Catarrhus aestivus en el mayor número de casos, hemos podido comprobar cómo es posible llegar a los remedios a través de la correspondiente conformación de los procesos, que la naturaleza nos demuestra realmente. Sólo hay que saber en qué caso hay que trabajar contra el proceso natural. Este es el caso, por ejemplo, cuando la actividad nervioso-sensorial es preponderante, y veremos más adelante cuando tengamos que ir con el proceso natural. Sólo tenemos que saber cómo proceder en cada caso. Así que no sólo utilizamos lo que hay que hacer químicamente en el laboratorio en el sentido de los procesos naturales o en contra de los procesos naturales, lo que tenemos como factores de curación y no sólo como sustancias, sino que sobre todo prestamos atención al método de preparación observando lo que a su vez provoca el proceso como tal en la naturaleza exterior, lo que constituye la dinámica del proceso. Intentamos imitar esta dinámica de forma técnica para extraer los factores curativos de la naturaleza.

El instituto clínico-terapéutico de Ariesheim ya ha elaborado un gran número de remedios según estos principios. Todos ellos se producen según este principio, aunque todos son bastante específicos.

Por ejemplo, me gustaría mencionar lo siguiente como remedio. Ciertamente, tengo que decir, que entiendo cada contradicción, cada oposición, porque sé que las cosas surgen de una forma de pensar que no es nada común y corriente. Sólo quiero mencionar que para nosotros las directrices se dan de esta manera y luego se verifican en nuestras clínicas, y que esto se hace de la misma manera bajo plena responsabilidad como es habitual en las operaciones clínicas. Por eso también puedo dar, me gustaría decir, representaciones algo más atrevidas, en el sentido de que presupongo bastante que, como he dicho, comprendo todas las oposiciones y me resulta bastante comprensible aunque pueda afirmarse una especie de malestar hacia estas cosas, que incluso le parezcan fantásticas.

Es extraordinariamente interesante considerar precisamente ese extraño proceso que tiene lugar en la propia planta. En la planta tenemos, además de lo que la planta se compone preferentemente, contiene todo tipo de sustancias: Sales, metales, etc. Ahora bien, para una terapia que ha de tener un efecto racional directo es menos importante fijarse en la composición de la planta que en la forma en que, por ejemplo, digamos, algún compuesto metálico o sal pasa por todo el proceso de crecimiento y fructificación de la planta.

Tomemos una planta cualquiera, por ejemplo Cichorium intybus. Quien realmente quiera estudiar el Cichorium intybus de una manera científico-espiritual, estudiará en primer lugar la forma peculiar en que está contenido lo que se considera primordialmente en el Cichorium intybus: el ácido silícico y las sales alcalinas. Pero en el Cichorium intybus el ácido silícico y las sales alcalinas están a su vez contenidos en una elaboración muy diferente, en contextos de proceso muy distintos en la raíz, en las hojas y en las flores.

Quien estudie este proceso en el Cichorium intybus y vea cómo de forma peculiar se entrelazan y entrelazan los procesos que están conectados por un lado con el ácido silícico y por otro con las sales alcalinas, quien siga esto, será entonces conducido de nuevo al ser humano de forma científico-espiritual.

Ahora bien, ya he dicho que en nuestro cuerpo viven tres sistemas, en cada sistema de órganos, pero siempre hay uno preponderante, cada uno a su vez es activo para todo el ser humano; Si, por ejemplo, observamos la función de la vesícula biliar en el organismo humano en relación con todos los demás órganos digestivos, encontramos sobre todo que, aparte de todo el resto del trabajo de la vesícula biliar, es sumamente importante que ésta funcione, que funcione correctamente, precisamente para la salud del sistema nervioso-sensorial. Porque cuando rastreamos las perturbaciones digestivas hasta las perturbaciones de la función biliar, siempre podemos ver que se producen perturbaciones extraordinariamente grandes de alguna manera en los órganos del sistema nervioso-sensorial. Cuando seguimos el proceso de secreción de la bilis, sólo se vuelve interesante cuando podemos considerarlo en todo el contexto de la constitución humana como el proceso que, partiendo del sistema digestivo, abastece al sistema nervioso-sensorial.

Este proceso está presente, por un lado, en las funciones biliares del hombre, al margen de las sustancias que intervienen en él. Por otro lado, actúa fuera del ser humano en una imitación casi exacta desde la raíz de Cichorium intybus hacia el tallo y hasta la flor, en el radix de Cichorium intybus. Cuando vemos cómo se procesan el ácido silícico y las sales alcalinas, encontramos una imitación exacta de lo que es el proceso de secreción biliar en el organismo humano en su efecto sobre el sistema nervioso-sensorial.

Imitemos ahora el proceso que tiene lugar en Cichorium intybus. Hay médicos legos que ahora utilizan el Cichorium intybus directamente cuando hay trastornos digestivos. Pero aunque se puedan conseguir éxitos, lo que no debe negarse, muy raramente serán permanentes, porque el proceso que tiene lugar en el Cichorium intybus está ligado a la inestabilidad de la propia planta y, cuando se introduce en el organismo humano, está sujeto a un cambio tal que ya no es el mismo. Pero está tan relacionado con el proceso humano que cuando lo procesamos en el laboratorio, especialmente el ácido silícico, hacemos una preparación que contiene ácido silícico y sales alcalinas, y de tal manera que en cierto modo, no realmente químicamente, sino sólo unido por la pulverización y dotado de aglutinantes resinosos, hay una conexión suelta entre el ácido silícico y las sales alcalinas, más bien una fina, natural, diría yo, adhesión. Y cuando introducimos esto a través del canal alimentario, estamos de hecho introduciendo en el organismo humano no las mismas sustancias, sino el mismo proceso que tiene lugar en la secreción de la bilis, en la medida en que la secreción de la bilis está relacionada con el sistema nervioso-sensorial en su funcionamiento. Se trata, pues, de imitar eficazmente, quiero decir permanentemente, en lo que se hace en el laboratorio, lo que realiza la propia planta, en la que se puede reconocer, por ejemplo, en su proceso de formación de la planta: este proceso está de alguna manera relacionado de forma polar o concurrente con algún proceso del inmenso organismo, para que de esta manera resulte un verdadero interfuncionamiento de la patología y la terapia. En la interacción de los tres procesos se puede ver en el órgano lo que es irregular.

Y al observar la naturaleza y tratar de averiguar cómo tomar del organismo por un tiempo lo que éste no puede hacer, se está de hecho -me gustaría decir- introduciendo la función biliar en el ser humano por un tiempo, ya que el propio organismo no puede hacerlo: Cichorium intybus resulta ser la bilis creciente - la función biliar se introduce en el ser humano durante un tiempo, porque el organismo no puede llevarla a cabo por sí mismo, hasta que el organismo se haya acostumbrado de nuevo a la bilis extraña, a lo que se ha fabricado según el patrón de Cichorium intybus, para llevar a cabo la función biliar. Luego vuelve a funcionar correctamente, por así decirlo. 

Sólo se trata de que no se puede lograr lo correcto por el mero método de curación con plantas, porque la naturaleza funciona mucho más perfectamente, ya que cuando se introduce en el organismo de cualquier manera, se destruye a su vez el proceso de la planta. Como la hora ya está algo avanzada y no quiero ocupar demasiado su atención por esta vez, sólo mencionaré algunas cosas sobre un remedio que ha dado buenos resultados y que nuestros médicos han llamado "Biodorón".

Este Biodorón ha surgido por el hecho de que, en primer lugar, todo el complejo de síntomas de la llamada migraña ha sido colocado ante una visión resumida, específicamente científico-espiritual. Esta migraña es también una enfermedad extraordinariamente molesta para muchas personas, que se presenta en las más diversas formas. <La migraña se basa en una preponderancia irregular del proceso metabólico donde no corresponde, dentro de esa región de la organización humana en el cual el proceso nervioso-sensorial, junto con el proceso rítmico, debería tener realmente un efecto preponderante.

Ahora se trataba de nuevo de encontrar todo este proceso en su resumen, tal como se expresa en la sinopsis del complejo sintomático de la migraña, como un proceso fuera de la naturaleza.

Ahora se expresa de una manera bastante maravillosa, de tal manera que uno tiene el complejo de síntomas en un lado y un proceso que se ejecuta en la dirección opuesta en la forma en la que <el proceso de Equisetum arvense = cola de caballo, es llevado a la actividad por las sales de ácido sulfúrico. El Equisetum arvense contiene aproximadamente un noventa por ciento de ácido silícico. Mañana tendremos que hablar de la importantísima función del ácido silícico para el sistema nervioso-sensorial y todo lo relacionado con él. Sin embargo, el ácido silícico se procesa de una manera determinada en Equisetum arvense, de modo que sólo en dicho compuesto, tal como se produce allí con un aglutinante resinoso, puede tener lugar el proceso de formación dentro del crecimiento de la planta mediante la interacción del ácido silícico con las sales de ácido sulfúrico.

Si uno tiene simplemente la imagen de Equisetum arvense delante y ve ahora cómo esta planta se forma de manera rígida, con el proceso de formación de ácido silícico que se deja preponderar en todas partes, y retiene todo su crecimiento del ser de floración, que a su vez se puede encontrar en relación con los procesos metabólicos normales, entonces inmediatamente en una visión íntima real de los dos procesos, el proceso que se expresa en el complejo sintomático de la migraña y todo el proceso que tiene lugar de manera tan maravillosa entre las sales de ácido silícico y ácido sulfúrico en el Equisetum arvense, se forma la idea: hay dos procesos que se refuerzan mutuamente en el Equisetum arvense. Por eso tenemos la idea de que hay dos procesos opuestos.

Pero eso no significa que el equisetum arvense, utilizado directamente de cualquier manera, ayude contra la migraña. Pues surge la peculiaridad, que se hace bastante evidente, que aunque ciertos procesos vegetativos en el organismo humano se asemejan a los procesos vegetales, son a su vez radicalmente diferentes desde dentro. Se trata, pues, no sólo de retomar directamente el proceso que tiene lugar en el Equisetum arvense e introducirlo en el organismo humano, sino también de animalizarlo primero, diría yo.

Esto se puede conseguir si se imita el proceso en el laboratorio, pero de forma interna, de manera que se utilice ácido silícico por un lado y azufre por otro. Se puede utilizar directamente el azufre, porque es lo que realmente está activo en el Equisetum arvense. Ahora, sin embargo, la unión se produce, además de otros agentes aglutinantes que son de importancia secundaria, mediante la inserción del proceso del hierro en el proceso. Ahora se ha animalizado todo el proceso del Equisetum arvense y se obtiene un preparado que depende esencialmente de su preparación. Porque por la forma en que se lleva a cabo el proceso, por el que se obtiene finalmente el preparado, se ve en cierta medida que representa el resultado de un proceso que tiene lugar entre el ácido silícico, el hierro y el azufre. Y lo que uno ha recibido como preparación, que ahora sólo, quiero decir, se pone inicialmente en reposo en la preparación, es a su vez llamado al proceso, puesto en movimiento, cuando se introduce en el proceso digestivo humano y se utiliza -como he dicho, nuestros médicos lo han llamado "Biodorón"- precisamente contra la molesta migraña.

Este remedio para la migraña ha demostrado, en efecto, casi sin excepción, un éxito extraordinario. Así que estamos tratando de lograr los factores de curación más de una manera dinámica mediante la producción de los procesos correspondientes para los remedios que se obtienen del Instituto Clínico Farmacéutico en Ariesheim. Se trata de qué procesos contienen, qué procesos provocan en el organismo humano.

De este modo hemos conseguido -las cosas se han verificado en numerosos casos- encontrar un centenar de remedios para las diversas formas, para las diversas ramificaciones de la tuberculosis, para las más variadas enfermedades del aparato digestivo, etc., como he dicho; y estamos a punto de dar los últimos toques, por así decirlo, a ese proceso que queremos llevar a cabo con cierto producto vegetal natural para la curación interna de los carcinomas. Pero me tomaré la libertad de hablar de estos remedios en detalle mañana, de los remedios para la tuberculosis, los remedios para el carcinoma, curación también de las enfermedades tifoideas, etc.

Habrá quedado claro que lo esencial para nosotros no es lo que hay en el preparado, sino cómo se creó el preparado en el laboratorio. Así, el preparado contiene un determinado proceso que a su vez se desencadena dentro del organismo de la misma o de otra forma y se encuentra en el curso de un proceso orgánico o forma el polo opuesto.

Y de este modo, al considerar conjuntamente los procesos naturales y los procesos que pueden reconocerse en la patología, se puede poner de manifiesto la relación mutua de los procesos naturales y los procesos en el organismo humano, la interacción que debe existir para que los procesos naturales pertinentes se introduzcan en el organismo humano como procesos curativos. Lo importante es provocar procesos de curación a través de las funciones que realizamos en nuestros laboratorios. Por lo tanto, es de especial importancia cómo se utilizan estos remedios, también de acuerdo con esta diferenciación del organismo humano. El efecto es fundamentalmente diferente si un remedio se introduce a través del proceso digestivo, por inoculación directamente en el proceso circulatorio, o si, como mostraré mañana, se aplica más estrechamente relacionado con el proceso sensorial, con el proceso nervioso-sensorial, como en la aplicación de baños o abluciones y similares con nuestros remedios.

Por lo tanto, el hecho de que el remedio se aplique de forma externa o semi interna, diría yo, como en el caso de la vacunación, o completamente interna, depende de cómo afecte al organismo humano. Porque me gustaría decir que lo más importante de estos remedios es que no queremos curar a través de sustancias, sino que queremos curar a través de procesos.  Y dispensamos los remedios con la esperanza -es decir, las cosas han sido verificadas- de que los procesos que podemos llevar a cabo observando la naturaleza y el hombre juntos se conserven, por así decirlo, en la preparación y a su vez se desencadenen en el organismo humano como procesos curativos.  Eso es lo esencialmente nuevo de las cosas que nos ocupan. Queremos curar a través de los procedimientos, de los procesos, de la forma en que se producen.

Por lo tanto, no es tan importante que digamos lo que hay en la preparación, sino que depende en todo momento de cómo se den las cosas en la esfera íntima. Entonces me tomaré la libertad de hablar mañana de los aspectos terapéuticos, y especialmente de los remedios individuales y los tratamientos externos. 

Pregunta: ¿Cuánto tiempo hace que no se prueban los remedios para la migraña y la fiebre del heno?

Dr. Steiner: Bueno, ya son varios años los que se han estado probando, sobre todo en un gran número de casos. Dado que nuestros métodos son métodos de verificación, existe la peculiaridad de que, por un lado, al igual que con un problema matemático, el éxito está, por así decirlo, previsto y luego se verifica. De este modo, no se trata de un mero método empírico, sino que, por el hecho de que -como ocurre, por otra parte, con las pruebas experimentales de laboratorio- se verifica lo que se puede suponer, el valor de la verificación es naturalmente mayor que con la mera prueba empírica. Los métodos son todavía novedosos, por supuesto, y lo que está en juego es que nos alegraría que se probaran a la mayor escala posible.

En el caso del Biodorón se han realizado verificaciones desde hace unos tres o cuatro años, verificaciones en un gran número de casos que son extremadamente importantes, por ejemplo en los casos en los que la migraña era una afección crónica muy antigua y que llevaba décadas, y en los que este remedio era eficaz. Pero por supuesto, y me gustaría mencionarlo explícitamente, con este remedio es extremadamente importante que el diagnóstico sea correcto. Por lo tanto, el remedio sólo puede conducir a la verificación si el diagnóstico se ha realizado de forma correcta. No es deseable, por supuesto, que este Biodorón se utilice para todos los dolores de cabeza, ya que entonces los casos negativos pueden darse en gran número. El porcentaje es extraordinariamente alto en los últimos tres o cuatro años, porque lo hacemos clínicamente, pero en casos individuales también lo probaron antes los médicos privados.

También me gustaría mencionar que hay informes, tanto inicialmente argumentos sobre los métodos como informes sobre el tratamiento y sobre los éxitos especialmente para el Biodoron. Los publica el Instituto Clínico-Terapéutico de Stuttgart: "Die Migräne" (La migraña), compilado por el Dr. Knauer, un informe que contiene una serie de casos -por supuesto, no se pueden enumerar todos-, pero que contiene una serie de casos característicos, así como la casuística correspondiente. Creo que estos informes y descripciones también se pueden obtener en el Instituto Clínico Terapéutico, lamentablemente hasta ahora sólo en alemán, pero se pueden traducir a otros idiomas en cualquier momento si se solicita. 

Traducido por J.Luelmo sept.2021

i  Si quisieras tomar lo que se presenta aquí literalmente en el sentido químico, no sería correcto, ya que el humo de óxido no puede producir una capa similar a un espejo. Químicamente, las cosas son las siguientes: Si se agrega metal de antimonio o mineral de antimonio, p. Ej. B. antimonita, con zinc y ácidos fuertes, p. Ej. B. ácido clorhídrico, luego se forma hidrógeno de antimonio, que, en presencia de oxígeno, se quema después de la ignición con la formación de humo blanco. Este humo es trióxido de antimonio, que puede condensarse en paredes frías para formar las llamadas flores de antimonio, flores antimonü. Este recubrimiento hecho de trióxido de antimonio es de color blanco mate a cristalino brillante y no refleja. - El nivel de antimonio se crea en ausencia de oxígeno. Como ya se mencionó, no surge del humo de óxido blanco, sino del metal antimonio vaporoso no oxidado. Si quisiera hacer un espejo con el humo de óxido, tendría que quitarle el oxígeno, es decir, H. habría que reducirlo. Pero aquí no se trata de tal proceso. Ahora, sin embargo, puede atrapar el antimonio aún no oxidado del humo blanco usando un, y tendremos que esperar el éxito de este remedio de la correcta ejecución de estos procesos. 


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El objetivo de este blog es publicar en Internet todo el material fuente existente para las transcripciones de las conferencias de Rudolf Steiner de la forma más completa posible, para que este gran tesoro esté disponible para toda la humanidad. Se trata de notas de oyentes, transcripciones de conferencias y, en su mayor parte, transcripciones en texto plano de conferencias estenografiadas, también conocidas como transcripciones en texto plano. De este modo, cualquiera puede comprobar por sí mismo, mediante comparaciones, qué dijo realmente Rudolf Steiner y cómo fue editado (y, por tanto, modificado) en las distintas ediciones. Y por último, pero no menos importante, también encontrarán mucho material inédito. La obra de Rudolf Steiner es de dominio público desde 1996 y, por tanto, pertenece legalmente a toda la humanidad. Él mismo habría elegido una fecha mucho más temprana para la publicación de su obra, como se desprende de los pasajes sobre propiedad intelectual que citamos a continuación; Incluso el período de protección de 30 años que se aplicaba entonces le parecía demasiado largo. ¿Y qué habría dicho sobre el hecho de que 85 años después de su muerte, parte de su obra docente siga inédita y acumulando polvo en los archivos? Él mismo encontró una expresión adecuada para esto: Fue puesto en un ataúd. Este sitio web está destinado a ayudar a liberarlo de este ataúd. "Lo que el hombre puede crear a partir de sus capacidades intelectuales se lo debe a la sociedad humana, al orden social humano. En realidad, no le pertenece. ¿Por qué gestionamos nuestra propiedad intelectual? Simplemente porque la produces; al producirla, demuestras que tienes la capacidad de hacerlo mejor que los demás. Mientras tengas esa capacidad mejor que los demás, gestionarás mejor esa propiedad intelectual al servicio del conjunto. Ahora la gente se ha dado cuenta al menos de que esta propiedad intelectual no se perpetúa sin fin. Treinta años después de la muerte, la propiedad intelectual pertenece a toda la humanidad. Cualquiera puede imprimir lo que yo he producido treinta años después de mi muerte. Puede utilizarlo como quiera; y eso está bien. Incluso estaría de acuerdo si hubiera más derechos en este ámbito. No hay otra justificación para la gestión de la propiedad intelectual que el hecho de que, porque se puede producir, también se tienen las mejores capacidades [...] Será una forma sana de socializar el capital si hacemos fluir en el organismo social lo que hoy se acumula como capital en el derecho de sucesiones, en el surgimiento de las pensiones, del derecho de las manos ociosas, de los derechos humanos superfluos, lo que así se acumula en capital; eso es lo que importa. Ni siquiera hace falta decir que la propiedad privada debe convertirse en propiedad social. El concepto de propiedad no tendrá ningún significado". Rudolf Steiner el 25 de abril de 1919