GA106 Leipzig, 5 de septiembre de 1908 - Mitos y misterios egipcios Conferencia 4 -Las experiencias de la iniciación. Los Misterios de los Planetas. El Descenso de la Palabra Primordial.

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                          Rudolf Steiner

Las experiencias de la iniciación. Los Misterios de los Planetas. El Descenso de la Palabra Primordial.


Leipzig, 5 de septiembre de 1908

conferencia 4 

Ayer concluimos la conferencia con la exposición de un evento extraordinariamente importante en la vida interior, en la verdadera vida espiritual del hombre. Intentamos traer ante nuestras almas una impresión que el buscador de la iniciación tenía al principio del último tercio de la época atlante. Vimos cómo se presentaba ante el alma del neófito una forma humana ideal, una imagen-pensamiento, sobre la que tenía que concentrarse en la meditación, y cómo ésta concentración llenaba la vida del aspirante a iniciado de pensamiento, sentimiento y voluntad. Esta imagen-pensamiento tenía que convertirse cada vez más en el modelo para el hombre del futuro.


Ahora debemos tratar de concebir aproximadamente cómo se veía esta imagen-pensamiento. No era completamente similar al hombre de hoy. Si podemos pensar en una especie de combinación de hombre y mujer en la que se omite la parte inferior, una especie de doble figura en la que sólo la parte superior del cuerpo es claramente perceptible, entonces tenemos la imagen sensible-suprasensible que tenía ante sí la persona que meditaba en aquel tiempo. Esta imagen actuaba con tanta fuerza que los neófitos podían hacer que sus cuerpos externos se moldearan hasta parecerse a ella.

Es importante que el neófito meditador tuviera dentro de sí, frente a él, una especie de forma humana. Si había estado suficientemente preparado para tener esta imagen viviente ante sí, entonces tenía que darse cuenta claramente de lo siguiente: "Al mirar esta imagen me transporto a la condición más temprana de la evolución de la tierra, cuando la tierra, la luna y el sol todavía no estaban separados. En aquel tiempo la tierra consistía en el átomo primitivo, pero en dicho átomo el clarividente podía ver la imagen que ahora se presenta ante mí. Esta imagen ya estaba presente en el principio de la tierra cuando aún no había formas minerales, vegetales o animales. En aquel entonces la tierra consistía sólo en el átomo humano, en seres humanos reavivados".

Es cierto que los primeros comienzos de los animales fueron creados durante la antigua condición lunar de la tierra; los animales ya existían entonces.* Pero también sabemos que un sistema planetario, cuando desaparece, entra en un Pralaya, en el que todas las formas se disuelven. Así pues, aunque la antigua Luna ya estaba poblada de formas animales, la Tierra al principio no contenía nada parecido a animales ni plantas. Éstas aparecieron más tarde. Sólo después de la separación del sol aparecieron gradualmente los animales. La Tierra fue puramente humana en sus primeros comienzos.

El neófito miraba hacia atrás a aquella condición primigenia de la tierra. Veía en el átomo primigenio la forma humana ideal. Manteniendo esta forma ante sí, se daba cuenta, "Así me transporto a la condición más temprana de la tierra. Lo que vive en la tierra, la imagen o forma humana ideal, me dice que la Divinidad trabaja de eternidad en eternidad. Se ha vertido a sí misma en estas formas. Ha exhalado esta forma humana original". Luego se preguntaba qué pasaba con los animales, las plantas y otros seres.

En espíritu, el neófito veía la forma primordial de la Divinidad. Veía a los animales y plantas como formas acompañantes, que aparecieron en la tierra sólo en un tiempo posterior. El neófito atlante consideraba que todo en los reinos inferiores procedía de la forma humana. Entendemos este pensamiento si recordamos cómo se forma el carbón. Piensen en los enormes bosques primitivos que una vez florecieron y ahora son de carbón. Las plantas han quedado rezagadas, evolucionando de un reino superior a uno inferior. Las plantas se han endurecido en piedra.

Así, el discípulo de los misterios atlantes veía todo en el mundo a su alrededor como el producto de la forma humana. En tiempos primordiales, esta impresión era evocada ante el alma del hombre. Estas impresiones se conservaron en la memoria durante el tiempo del diluvio. Los antiguos iniciadores indios volvieron a evocar en el alma de sus alumnos esta imagen del hombre primigenio, del hombre que había sido exhalado por el yo eterno. Cuando el alumno indio tenía este imagen delante, sentía que todo había surgido de sí, que lo que aparecía en este arquetipo como la sangre se había convertido en las aguas de la tierra, etc. Esta imagen se expandía hasta que se convertía en la base del universo. Entonces se presentaba ante su alma lo siguiente. Se le decía, "En esta imagen tienes dos cosas ante la vista. Primero, el arquetipo en sí mismo; pero además, aquello que se ilumina en ti como tu esencia más íntima cuando contemplas esta imagen. Fuera está el macrocosmos; dentro de ti está lo que sientes como una especie de extracto, el microcosmos."

Cuando los griegos, bajo Alejandro, entraron en la India y encontraron los últimos ecos de lo que los alumnos habían sentido en la antigüedad, experimentaron lo siguiente: Cuando el alumno contempla lo que se extiende en el universo como el hombre, entonces tiene a Heracles ante sí. Los indios dieron el nombre de Vach** a lo que vive como las fuerzas del universo. Pero en el hombre, como una especie de extracto del universo, sintieron lo que llamaron Brahman. Así, los griegos expusieron estos ecos de lo que ocurría en el alma del alumno de la antigua cultura india sagrada. Este fue el fruto de la campaña de los griegos a la India bajo Alejandro Magno.

De este sentimiento fundamental surgió la sagrada doctrina de los antiguos iniciados indios, que aparece como una imagen espiritual de aquel estado primigenio de la tierra cuando todavía contenía las fuerzas del sol y los seres elevados, cuya sublimidad el hombre anhelaba más tarde. De ahí que fuera un gran momento de su vida espiritual cuando el alumno se iniciaba y podía permitir que surgiera dentro de él lo que se captaba como Brahmán. Este era un poderoso acontecimiento en el alma humana. Era una ascensión hacia mundos más elevados. De ninguna otra manera podía un hombre ser iniciado y lograr una visión real, salvo ascendiendo a mundos más elevados.

El mundo que nos rodea es el mundo físico. Dentro y alrededor de él surge el mundo astral. Más arriba está el Devacán, el mundo de los dioses. El alumno debe penetrar en las regiones más altas del Devacán si quiere sentir a Brahman, el yo primordial, en el macrocosmos. Entonces está en el Devacán superior, el mundo de los dioses, de donde surge lo más noble que hay en el hombre. Era un reino del orden más elevado y perfecto en el que el alumno era transportado, un reino que ofrecía mucho conocimiento además de lo que se ha descrito aquí.

Antes de seguir adelante, debemos aprender a conocer también a los maestros. Todos ustedes han oído hablar de los santos Rishis, que fueron los fundadores originales de la antigua cultura sagrada de la India y tenían a Manu como su propio maestro. ¿Quiénes fueron estos siete grandes maestros de la antigua India? En la medida de lo posible, debemos explicar la naturaleza de los santos Rishis. Esto requiere que miremos de nuevo al universo. Debemos tener claro que lo que percibimos con los sentidos físicos es un resultado de lo espiritual. Si pensamos que todo el mundo circundante está espiritualizado, podemos compararlo con una niebla etérica primitiva. Esta niebla se hizo gradualmente más densa; descendió a la condición de la materia y los diversos cuerpos celestes se condensaron a partir de ella. El Sol, la Luna y la Tierra se separaron.

¿Pero por qué se separaron los otros planetas? Porque también se separaron Saturno, Júpiter, Marte, Venus y Mercurio. ¿Por qué ocurrió esto? Entenderemos esto si nos damos cuenta de que en el gran universo ocurre algo similar a un evento en nuestra trivial vida cotidiana. No es únicamente en la escuela donde los alumnos a veces no alcanzan el nivel adecuado, sino que también en el cosmos hay seres que se quedan rezagados y no pueden progresar con los demás. Seamos claros en esto. Había un grupo de seres superiores que no podían continuar con el ritmo de la Tierra, porque eso les habría retrasado. Dichos seres absorbieron las sustancias más sutiles y las formaron a partir del sol como su lugar de residencia. Estos eran los seres más elevados vinculados con nuestra evolución, aunque también habían pasado por una evolución propia. Así pues, había seres que estaban en la fase de convertirse en espíritus del sol, y otros que habían quedado rezagados, situándose por debajo de los espíritus del sol pero por encima del hombre. Estos no pudieron continuar con los espíritus solares porque no estaban en igualdad de condiciones de evolución. No pudieron salir con el sol, porque los habría quemado. Pero por otro lado eran demasiado nobles para la tierra. Por lo tanto, abstrajeron ciertas sustancias, que estaban entre el sol y la tierra en finura y correspondían a su naturaleza, y se construyeron a sí mismos moradas entre el sol y la tierra. Por tanto, Venus y Mercurio se separaron. He aquí dos grupos de seres que no son tan elevados como los espíritus del sol, pero que superan al hombre en su desarrollo. Ellos se convirtieron en los espíritus de Venus y Mercurio. Estos son los seres que causaron la aparición de estos dos planetas. En cuanto a Marte, Júpiter y Saturno se formaron antes por otras razones, y también se convirtieron en moradas de ciertos seres.

He ahí pues, cómo los espíritus causaron la aparición de estos planetas. Ahora bien, no hay que creer que estos seres que habitan en los distintos cuerpos del sistema solar no tengan nada que ver con los habitantes de la Tierra. Hemos de saber que las fronteras físicas no son las verdaderas fronteras, y que es posible que seres de los otros cuerpos celestes ejerzan influencias mágicas sobre la tierra. De modo que los espíritus del Sol, Marte, Júpiter, Saturno, Venus y Mercurio ejercen su influencia sobre la Tierra. Estos dos últimos están más cerca de la tierra, y después de que el sol se hubo retirado ayudaron a los hombres a preparar la tierra tal y como la tenemos hoy en día.

Me gustaría añadir una cosa, porque se han producido malentendidos en la denominación de los planetas. En toda la nomenclatura oculta, lo que los astrónomos llaman Venus se llama Mercurio, y viceversa. Los astrónomos no saben nada de los misterios detrás de esto, porque en el pasado no se deseaba que los nombres esotéricos fueran revelados. Esto sucedió para ocultar ciertas cosas.

Todos estos espíritus de los otros planetas influyen en la tierra. Desde cada planeta las influencias descienden sobre el hombre. Sin embargo, para empezar, estas influencias necesitaban un intermediario. Esto fue proporcionado por los siete Rishis iniciados por el gran Manu de tal manera que cada uno entendía los misterios e influencias de un solo planeta. Puesto que había siete planetas, había siete Rishis, que colectivamente formaban una logia séptuple que podía transmitir a los alumnos los secretos del sistema solar. En muchos escritos ocultistas antiguos se encuentran indicios de esto. Cuando, por ejemplo, se dice que hay misterios más allá de los siete, se hace referencia a los preservados por el propio sagrado Manu en relación con la época anterior a la separación de los planetas.

Las fuerzas preservadas por los planetas fueron objeto de los misterios de los siete Rishis. Este coro de siete Rishis, en completa armonía con Manu, cooperó en la maravillosa sabiduría que fue transmitida a los alumnos.. Si tuviéramos que hacer una descripción de esto, tendríamos que decir que esta enseñanza primigenia contenía aproximadamente lo que aprendemos hoy en día en cuanto a la evolución de la humanidad a través de las condiciones planetarias de Saturno, Sol, Luna, Tierra, Júpiter, Venus y Vulcano. Los misterios de la evolución fueron sellados en los siete miembros de la logia, cada uno de los cuales tipificaba una etapa en el progreso de la humanidad.

El alumno veía esto - no sólo lo veía, sino que lo escuchaba - cuando se elevaba al Devacán, al mundo devacánico, ya que éste es un mundo de tonos. Allá escuchaba la armonía de las esferas, de los siete planetas. En el mundo astral veía la imagen; en el mundo devacánico oía el tono; y en el mundo más elevado experimentaba la palabra. Cuando el alumno indio se elevaba al Devacán superior, percibía a través de la música de las esferas y a través de la palabra de las esferas, cómo el espíritu primordial, Brahma, se divide a través de la evolución en la cadena de siete planetas. Él escuchaba esto a partir de la palabra primigenia Vach. Esta era la designación del tono primordial de la creación que el alumno escuchaba. En ella escuchaba la evolución del mundo entero. La palabra, dividida en siete miembros, la palabra primordial de la creación, actuaba en el alma del alumno; esta era la palabra primordial, que ellos describían a los no iniciados aproximadamente como hoy en día describiríamos nuestra evolución mundial. Lo que él percibía está descrito de manera elemental en mi libro, Teosofía, Una Introducción al Conocimiento Suprasensible. La descripción la encontramos de nuevo en la antigua tradición sagrada de los indios, en lo que se llamó el Veda,† o la Palabra. Este es el verdadero significado de los Vedas, y lo que se escribió más tarde es sólo un último vestigio de la antigua doctrina sagrada de la Palabra. La Palabra en sí misma sólo se transmitía de boca en boca, porque una antigua tradición se ve perjudicada al ser escrita. Sólo en los Vedas se puede sentir algo de lo que fluía en aquella cultura por aquel entonces. Cuando el alumno experimentaba esto en su memoria, podía decirse a sí mismo, "Lo que experimento en mi alma como Brahman, lo que tengo en mi alma como Palabra primordial, esto ya estaba presente en el antiguo Saturno; en Saturno resonaba el primer aliento de la palabra Veda".

La evolución había progresado a través de las etapas del Sol y la Luna, hasta la etapa de la Tierra. La palabra se había vuelto cada vez más densa, había tomado formas cada vez más densas, y la imagen del hombre en la semilla primigenia de la tierra no era sino la condensación de la condición en la que la palabra primigenia existía en Saturno. ¿Qué había sucedido aquí?

El Verbo divino, el hombre primigenio, se había revestido de nuevas capas, y debemos ver las capas que el Verbo asumió en la evolución de la tierra. El alumno sabía que nada en el universo se repite exactamente, y que cada planeta tiene su misión. Aquello que él vio en el antiguo Sol formarse como vida, aquello que en la antigua Luna se inyectó en el fundamento de todas las cosas como sabiduría, fue seguido por la tarea o misión de la Tierra, que consiste en el desarrollo del amor. Este aún no estaba presente en la antigua Luna. Lo que estaba presente en este último planeta en una forma mucho más espiritual (pero también en una forma mucho más fría), la imagen primigenia del hombre, se vistió de una cálida cobertura astral. En la Luna, lo que se suponía que el hombre debía llegar a ser, estaba vestido con una cálida cubierta astral, y es esta parte la que en la Tierra permite a la vida humana interna desarrollar el amor desde la forma más baja a la más alta.

Para el alumno indio, la forma humana, la imagen primigenia, se hizo claramente perceptible en el Devacán superior. En el Devacán inferior se rodeó de una envoltura astral, que contenía las fuerzas para desarrollar el amor. El amor, o Eros, se llamaba Kama.†† Así Kama adquiere un significado para la evolución de la Tierra. El Verbo divino, Brahman, se vistió de Kama, y a través de Kama la Palabra primigenia resonó en el alumno. Kama era la prenda del amor, la prenda del Verbo primitivo Vach, que se encuentra en la raíz del latín vox.

En su interior, el alumno sentía que el Verbo divino había tomado una vestimenta astral de amor, y se decía a sí mismo: "El hombre, que hoy en día consta de cuatro miembros, cuerpo físico, cuerpo etérico, cuerpo astral y ego, tiene a su ego como su miembro más alto. Este ego descendió a la vestimenta del amor y formó el Kama-Manas para sí mismo. Este Kama, en el que Manas se ha revestido, era la esencia más íntima del hombre. Este era el ego. Pero también sabemos que esta esencia más íntima desarrollará tres miembros más altos. Estos transforman los miembros inferiores, transforman incluso el cuerpo físico. A medida que Manas salga de la envoltura astral, como Buddhi en una etapa superior corresponde a Prana, así el cuerpo físico, cuando se haya espiritualizado completamente, será Atma".

Todo esto ya existía en estado germinal en el Vach, y un verso del Veda recuerda cómo el alumno llevaba a la expresión el misterio del ser más íntimo.


Sabemos que el cuerpo físico apareció por primera vez en Saturno, el etérico en el Sol, el astral en la Luna y el ego en la Tierra. Sin embargo, el verdadero y original germen humano, el Vach primigenio, ya contenía en sí mismo los tres miembros siguientes. El hombre todavía puede esperar tres miembros superiores también, y sólo entonces será una verdadera imagen de la Palabra de la creación, la Palabra primigenia. Al alumno se le indicaba que sólo al iniciado se le podía aclarar la verdadera naturaleza de los cuerpos físico, etérico y astral. Hoy en día el hombre es autenticamente él mismo, únicamente cuando expresa su "Yo soy", cuando tiene en cuenta lo que es enteramente suyo. Sólo entonces es plenamente hombre. Los otros miembros se manifiestan, pero en ellos sigue siendo inconsciente. En el cuarto, sin embargo, el Vach se manifiesta.

"En el cuarto, el hombre habla". Este era el versículo del Veda. Cuando la palabra del ego resuena, la cuarta parte del Vach resuena. El versículo del Veda dice, "Cuatro partes del Vach se manifiestan, tres son visibles, tres están ahora ocultas, en la cuarta habla el hombre."

Aquí tenemos una maravillosa descripción de lo que hemos escuchado tan a menudo. Esto se situaba delante de la percepción espiritual del alumno. Su mirada se dirigía hacia atrás a la condición en la que nada estaba aún separado, en la que todavía había una tierra primigenia, en la que el Vach completo hablaba. Esto se expresa en otro versículo del Veda. "Antes no sabía lo que es el yo. Sólo cuando el primogénito de la tierra vino a mí, el espíritu se llenó de luz, y tuve una participación en el santo Vach." En esto se reproduce la visión que el iniciado tenía.

En todo esto tenemos un indicio de las experiencias de los antiguos alumnos de los Rishis, de las maravillosas enseñanzas que fluían en la cultura india, fueron transmitidas a las siguientes épocas, y fueron transformadas de acuerdo con las necesidades de otros pueblos. Pero todos ellos entendieron la palabra primigenia, Vach.

Entenderemos muchas cosas mejor si tenemos en cuenta un misterio en todo su alcance. Debemos imaginar que en aquel tiempo la influencia del maestro en el alumno era completamente diferente de lo que es hoy. Tal influencia es ahora posible sólo cuando el alumno ya ha sido llevado a una cierta etapa de iniciación. Las fuerzas ejercidas por el maestro sobre el alumno eran mucho más fuertes en aquel tiempo. No sólo tenía efecto lo que el maestro podía transmitir de palabra o por escrito. En realidad, todo esto solo obraba en el alma intelectual, pero aparte de esto, misteriosas fuerzas mágicas obraban del maestro al alumno, y eran esencialmente las fuerzas del maestro las que eran capaces de llenar de brillo y fuerza viva las imágenes que el maestro evocaba ante el alma del alumno. Esta singular influencia sólo se perdió en el cuarto período post-Atlante, en la cultura greco-latina. Estas fuerzas simplemente cambian. Cuando uno de los antiguos egipcios se enfrentaba a un joven, era muy diferente a como lo hace hoy un maestro con un alumno. Fuerzas completamente diferentes operaban desde la edad hasta la juventud. Esto será reconocido por cualquiera que busque entender lo que aún se describe en la antigua Grecia. Sócrates tenía en realidad poderes telepáticos, que le permitía ejercer sobre sus alumnos mientras los instruía. Tales cosas ya no pueden funcionar en nuestro tiempo, pero se insinúan en los escritos de Platón. Lo que estaba completamente justificado entonces sería rechazado hoy como un delito menor. Los cambios tienen lugar, y hoy en día nadie tiene derecho a copiar tales métodos. Ciertos fenómenos de hoy pueden recordarnos esto, pero deben ser considerados reprobables.

En la antigüedad, las fuerzas procedían del maestro al alumno. Incluso en el antiguo Egipto había todavía mucha gente que podía absorber las fuerzas de esta manera. Si una persona especialmente sensible se presentaba ante alguien que había aprendido a fortalecer sus pensamientos, un pensamiento fuerte actuaba de tal manera que aparecía como una imagen en el alma de la persona sensible. En el antiguo Egipto tal influencia telepática era eminentemente posible, y la transferencia de pensamiento estaba presente en un alto grado. Si una fuerte naturaleza de voluntad se enfrentaba a alguien que no se había fortalecido, este era a menudo el caso. En Egipto era posible guiar y dirigir en un alto grado a través de los pensamientos, de una manera que hoy en día no podemos imaginar en absoluto. Hoy en día tales fuerzas serían lamentablemente mal utilizadas. En el antiguo Egipto, sin embargo, la iniciación se basaba principalmente en fuerzas de este tipo. Esto era igualmente cierto en la antigua India y Persia.

Estas fuerzas también reforzaban el método que, si se desea una expresión exotérica, podría llamarse médico. Con esto no nos referimos a la práctica médica oficial de hoy en día. El médico e iniciado egipcio se habría reído despectivamente de lo que el hombre moderno llama hoy medicina. El médico egipcio sabía una cosa - que las condiciones que prevalecían en la antigua Atlántida, y que aún podían ser percibidas en la iniciación, podían en cierto sentido ser reanimadas. La conciencia en la que el hombre vivía en la Atlántida era una tenue conciencia clarividente. En aquella época (decía el iniciado egipcio) los seres espirituales podían ejercer una influencia mucho mayor sobre el hombre. Hoy, cuando duerme, el hombre no sabe nada de los mundos superiores, pero el atlante, en su tenue conciencia clarividente, vivía entonces con los dioses. Si el hombre moderno puede elevarse a un ideal, esto es mejor para él que todas las enseñanzas morales; de manera similar, el iniciado egipcio trabajaba en su alumno a través de imágenes de eventos espirituales superiores. Esto no tenía un mero efecto externo, sino que actuaba profundamente en el interior y de tal manera que se obtenía un resultado definitivo.

Pensemos en un enfermo, que está enfermo porque ciertas funciones corporales no proceden de manera normal. ¿Cuál es la causa de esto? Una persona con entrenamiento oculto sabe que cuando el cuerpo físico funciona irregularmente, la causa no está fuera de éste. Por el contrario, todas las enfermedades que no provienen de fuera del cuerpo físico, se originan en el hecho de que el cuerpo etérico no está en orden. Pero el cuerpo etérico está enfermo a causa de un desorden en el cuerpo astral. Si un atlante se veía amenazado por un desorden en la distribución de los fluidos, esto se solucionaba rápidamente. En una condición de sueño, recibía de los mundos espirituales tal fuerza que a través de su sueño las funciones perturbadas se restauraban en orden, y se le devolvía la salud. Él reconstruía las fuerzas curativas a través del sueño.

Los antiguos médicos egipcios hacían algo similar. Reducían la conciencia del paciente a una especie de sueño hipnótico, durante el cual podían gobernar las imágenes del alma que surgían alrededor del paciente. Guiaban estas imágenes de tal manera que eran capaces de trabajar de nuevo en el cuerpo físico y sanarlo. Este era el significado del sueño del templo que se aplicaba para las enfermedades internas. Al paciente no se le administraba ninguna medicina, sino que se le permitía dormir en el templo. Su conciencia se amortiguaba y se le permitía mirar en los mundos espirituales. Entonces sus experiencias astrales eran guiadas de tal manera que tenían el poder de verter salud en el cuerpo. Esto no es una superstición; es un secreto que era conocido por los iniciados. Ellos introducían lo espiritual en las experiencias del paciente. En este arte médico, que tan estrechamente está conectado con el principio de la iniciación, se recreaban artificialmente las condiciones atlantes durante la curación. Como el hombre no trabajaba contra sí mismo a través de su conciencia diurna, esas fuerzas podían activarse y eran necesarias para la curación. Así es como funcionaba el sueño del templo.

En la cultura egipcia aún regía ese principio que, en la India, regía entre aquellos sabios Rishis que guiaban los asuntos, que transmitían las fuerzas planetarias, que eran los alumnos de Manu, el gran maestro de aquella primera cultura sublime. En la primera cultura post atlante fueron los Rishis quienes trajeron la sublime enseñanza que llevaba a los hombres a mundos espirituales elevados, incluso al mundo del Devachán superior. En los siguientes períodos culturales, lo que se vio allí fue llevado hasta el plano físico. Hasta el cuarto período post-Atlante, continuó descendiendo al plano físico ese Ser que aprendimos a conocer como Brahman en el período indio y que ahora designamos como Cristo. Él ya no transmite lo espiritual; él mismo se hizo hombre para irradiar sobre todos los hombres el misterioso poder de la Palabra primitiva.

De este modo, la Palabra primigenia descendió, para poder llevar al hombre hacia arriba de nuevo. El hombre debe entender cómo sucedió esto, si quiere convertirse en un instrumento a través del cual pueda trabajar en el futuro. Debemos aprender a saber lo que sucedió antes de nuestro tiempo, para que nosotros mismos podamos cooperar en un moldeado cada vez más alto de lo que existe a nuestro alrededor y para nosotros.

Debemos crear un mundo espiritual en el futuro. Para ello, primero debemos entender el cosmos.


* Nota 1: A lo largo de esta y las siguientes conferencias se habla mucho del desarrollo de las formas humanas y animales. Para intentar sistematizar los puntos de vista del Dr. Steiner en este campo y ponerlos en conexión con el conocimiento científico ordinario, se remite de nuevo al lector a Poppelbaum, Man and Animal (Rudolf Steiner Press, Londres, 1960).


** Nota 2: La palabra Sanscrito es Vach o Vac; ver Religión de la India de Maurice Bloomfield (Nueva York, Putnam, 1908), páginas 191 y 243. El Dr. Steiner usa WHA en alemán, pero la primera letra debe ser pronunciada como la V inglesa, por lo que la WHA se convierte en VHA en inglés.


† Nota 3: Se dan selecciones de los Vedas en Sacred Books of the East (Oxford University Press, 1879-1910) pero parece que no hay una traducción completa o un índice en inglés.


†† Nota 4: Kama es una palabra sánscrita que significa deseo, la naturaleza del cuerpo astral.

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El objetivo de este blog es publicar en Internet todo el material fuente existente para las transcripciones de las conferencias de Rudolf Steiner de la forma más completa posible, para que este gran tesoro esté disponible para toda la humanidad. Se trata de notas de oyentes, transcripciones de conferencias y, en su mayor parte, transcripciones en texto plano de conferencias estenografiadas, también conocidas como transcripciones en texto plano. De este modo, cualquiera puede comprobar por sí mismo, mediante comparaciones, qué dijo realmente Rudolf Steiner y cómo fue editado (y, por tanto, modificado) en las distintas ediciones. Y por último, pero no menos importante, también encontrarán mucho material inédito. La obra de Rudolf Steiner es de dominio público desde 1996 y, por tanto, pertenece legalmente a toda la humanidad. Él mismo habría elegido una fecha mucho más temprana para la publicación de su obra, como se desprende de los pasajes sobre propiedad intelectual que citamos a continuación; Incluso el período de protección de 30 años que se aplicaba entonces le parecía demasiado largo. ¿Y qué habría dicho sobre el hecho de que 85 años después de su muerte, parte de su obra docente siga inédita y acumulando polvo en los archivos? Él mismo encontró una expresión adecuada para esto: Fue puesto en un ataúd. Este sitio web está destinado a ayudar a liberarlo de este ataúd. "Lo que el hombre puede crear a partir de sus capacidades intelectuales se lo debe a la sociedad humana, al orden social humano. En realidad, no le pertenece. ¿Por qué gestionamos nuestra propiedad intelectual? Simplemente porque la produces; al producirla, demuestras que tienes la capacidad de hacerlo mejor que los demás. Mientras tengas esa capacidad mejor que los demás, gestionarás mejor esa propiedad intelectual al servicio del conjunto. Ahora la gente se ha dado cuenta al menos de que esta propiedad intelectual no se perpetúa sin fin. Treinta años después de la muerte, la propiedad intelectual pertenece a toda la humanidad. Cualquiera puede imprimir lo que yo he producido treinta años después de mi muerte. Puede utilizarlo como quiera; y eso está bien. Incluso estaría de acuerdo si hubiera más derechos en este ámbito. No hay otra justificación para la gestión de la propiedad intelectual que el hecho de que, porque se puede producir, también se tienen las mejores capacidades [...] Será una forma sana de socializar el capital si hacemos fluir en el organismo social lo que hoy se acumula como capital en el derecho de sucesiones, en el surgimiento de las pensiones, del derecho de las manos ociosas, de los derechos humanos superfluos, lo que así se acumula en capital; eso es lo que importa. Ni siquiera hace falta decir que la propiedad privada debe convertirse en propiedad social. El concepto de propiedad no tendrá ningún significado". Rudolf Steiner el 25 de abril de 1919