Conferencia VIII
Dornach, 3 de julio de 1924
Para empezar, queridos amigos, quiero mostraros los dibujos hechos por este chico, de los que hablaremos más adelante. Hace muy buenos dibujos. Tiene un sentido del detalle; los dibujos dan evidencia de una clara comprensión de los detalles. Observen en éste, por ejemplo, la precisión con la que ha percibido todo. Aquí hay otro, en el que se puede ver cómo planea y organiza su dibujo. Evidentemente le gusta hacer las cosas de la manera en que aprende a hacerlas en la escuela. Y así es como se hace en nuestra escuela aquí; y luego cada niño es libre de rellenar el dibujo a su manera. Como verán, somos económicos y siempre usamos ambos lados del papel. (dirigiendose hacia el niño ) Permíteme ahora dibujarlo en la pizarra. ¡Ahí está, para eso la quería!
(Se trae otro niño.) Traiga al pequeño aquí; eso será lo mejor - así.
¡Mirad lo tremendamente grande que puede llegar a ser la cabeza de un niño hidrocefálico! Discutiremos ahora cómo se produce. La cabeza mide en realidad 64 cm. Cuando admitimos al niño por primera vez, la medida era de 44 cm. -Si el informe es exacto, debe referirse a la primera vez que el niño fue llevado a la clínica para ser asesorado-. El 25 de febrero medía casi 54 cm, el 7 de abril había aumentado a 56 cm, y entre el 7 y el 11 creció aún más. El 19 de abril la medida era de más de 58 cm, el 28 de mayo había aumentado a casi 61 cm y el 1 de julio a 64 cm. Por lo demás, el desarrollo corporal del niño no ha sido en absoluto anormal; es como cualquier otro niño. Se apodera de las cosas, tiene muy buen apetito y, a excepción de una crisis, ha estado alegre y feliz.
Se puede tener una idea del tamaño de la cabeza mirando las pequeñas orejas que, por supuesto, son de tamaño ordinario; al mismo tiempo se notará justo donde comienza el aumento. Comienza, como ven, aquí, y luego continúa en esta dirección. La cara no está afectada; está un poco hinchada e hinchada, pero no ampliada. Al mirar al niño, es muy probable que penséis que está percibiendo cosas con los ojos. De hecho, no tiene más que una impresión general de la luz, ninguna impresión precisa.
Y ahora tenemos que tomar nota del trágico hecho de que justo antes de venir aquí a dar estas conferencias recibí un telegrama diciendo que el padre del niño ha muerto de un ataque al corazón.
Si miráis al niño en su conjunto y lo comparáis con la forma y las proporciones de un embrión, encontraréis que no tenéis en este niño nada más que un embrión gigante. Podéis ver claramente que ha permanecido en la etapa embrionaria, su crecimiento en la etapa post-embrión continúa de acuerdo con las leyes de crecimiento de la etapa embrionaria. El hecho de que hasta ahora no hayamos conseguido reducir el tamaño de la cabeza debe atribuirse a la extraordinaria fuerza con la que funcionan las tendencias internas que hacen que el crecimiento sea mayor. Sin embargo, tengo la esperanza de que después de alcanzar un cierto punto, podamos definitivamente poner la cabeza más en armonía con el resto del cuerpo. El niño es, en todos los demás aspectos, un pequeño y alegre compañero.
Un hecho sorprendente que nos viene a la mente cuando estudiamos los enigmas de la naturaleza humana es que este tipo de anormalidades arrojan gran luz sobre la vida del hombre en su conjunto - no sólo sobre la vida del hombre, sino sobre la vida de todo el universo.
(Se leen algunos extractos de la historia del caso.) El niño tenía seis meses cuando llegó a nosotros. Nació en agosto del año pasado, y recibió de mí su nombre; fue justo en el tiempo en que yo estaba fuera en Inglaterra. El nacimiento fue normal. La madre estuvo fuerte y saludable durante todo el tiempo del embarazo. Por favor, tomad nota de estos hechos con cuidado; más tarde tendremos que encontrar su interpretación. Y permitidme pediros que prestéis especial atención a lo que dije la última vez: que la madre se sintió particularmente bien durante el embarazo. En este tiempo ella hizo un gran trabajo de mecanografía. No había nada extraño o inusual que se viera en el niño al nacer. Recordadlo bien: al nacer, es decir, inmediatamente después de ser liberado, por así decirlo, del estado embrionario, el niño no mostró nada extraño. La condición embrionaria había sido normal durante todo el tiempo; no fue hasta después de que el niño empezó a respirar con los pulmones que empezó la anormalidad. El cordón umbilical estaba enrollado alrededor del cuello; el líquido amniótico contenía meconio. El bebé pesaba 5 ¾ lb. Dos semanas después del nacimiento tuvo convulsiones - un ataque solitario; un hecho importante a tener en cuenta, ya que proporciona la primera evidencia clara de que la organización del ego y el cuerpo astral están encontrando que es imposible abrirse camino en el cuerpo físico y etérico. El niño agitaba los brazos a su alrededor y la cara se le puso azul. El azulado es siempre un signo de incapacidad para sumergirse en el cuerpo físico. Si es muy marcado, tiene un significado más individual. Puede significar nada más que el cuerpo astral tuvo al nacer una configuración fuerte y pronunciada. Esto puede suceder, como sucedió con Goethe, que nació bastante azul y sólo después de algún tiempo pudo ser inducido a recibir en él el cuerpo astral y la organización del ego. En el niño que tenemos ahora ante nosotros, las convulsiones (y el azulado) se produjeron, por supuesto, más tarde. Se dice que el desarrollo fue completamente normal durante el primer semestre. Después de todo, no fue del todo normal; puesto que la desproporción entre la cabeza y las extremidades escapó a la observación en los primeros meses, y sólo se notó más tarde. El niño fue amamantado. La cabeza fue al nacer notablemente pequeña, lo que demuestra que las causas del problema no deben buscarse en ninguna debilidad de la organización nervioso- sensorial. A partir de septiembre, se nos dice que el tamaño de la cabeza comenzó a aumentar muy gradualmente. Por supuesto, comenzó antes que esto. La madre aún no consideraba que la cabeza fuera anormal en un momento en que ya debía haber crecido a un tamaño considerable. El aumento de la cabeza se notó sólo cuando se descubrió que en una semana el niño había engordado casi un kilo. A mediados de diciembre la cabeza medía 19 pulgadas. El niño estaba tranquilo, y no lloraba mucho; estaba apático. Las fontanelas (1) estaban tensas. El apetito era bueno. Se empezaron a formar ampollas llenas de pus en la piel de la cabeza. El apetito y la evacuación de los intestinos eran buenos. Y entonces nos trajeron al niño.
Lo que tenemos que hacer, cuando se nos presenta un caso así, es tomar los hechos tal como se nos vienen - y entre ellos los más importantes de todos son, por supuesto, lo que podemos observar por nosotros mismos simplemente mirando al niño - y luego, trabajando a partir de estos, abrirnos camino hasta donde podamos "contemplar" también lo espiritual en el niño. Siguiendo esta línea de investigación pudimos ver que el niño lleva en él un cuerpo astral que lleva clara e inequívocamente los rasgos característicos del cuerpo astral de la madre. La madre estaba por supuesto presente en ese momento. Rara vez se encuentra un parecido tan llamativo como el que se ha revelado aquí. No se puede decir lo mismo de la organización del ego. El ego no es más que rudimentario; recuerda a una organización del ego como la que tienen los niños en el sexto o séptimo mes de embarazo. El niño, de hecho, ha permanecido en esa etapa. Debido a que el cuerpo astral está tan extraordinariamente desarrollado, la organización del ego parece haber perdido la participación en la vida y el desarrollo de los últimos meses de embarazo. Y ahora, después del nacimiento, el niño retiene dentro de él, gracias a este poderoso cuerpo astral, todas las fuerzas que tenía en el tiempo del embrión.
Permítanme recordarles que en los primeros meses después del nacimiento, la orientación del período embrionario continúa prácticamente, con el resultado de que en estos primeros meses el desarrollo de un niño fuera del cuerpo de la madre todavía tiene un fuerte parecido con su desarrollo en el período embrionario. ¿Cómo podemos explicar esto? El cambio radical que la naturaleza corporal del niño experimenta al nacer tiene que ver, en primer lugar o en su totalidad, con el sistema respiratorio. El niño entra en conexión con el aire exterior. Pero ahora esta conexión con el aire no se establece de una sola vez, sino sólo lentamente; tiene que pasar un tiempo considerable antes de que se extienda a todo el organismo. La conexión con el aire tiene su influencia en el organismo desde el principio, como bien sabemos. Sin embargo, el establecimiento completo de la conexión en todo el organismo es un proceso gradual. Por consiguiente, en los primeros meses, ya que las fuerzas embrionarias continúan trabajando como antes, puede que frecuentemente no haya signos de tal devastación como puede mostrarse en el organismo más tarde, si el infantilismo llega tan lejos como en el niño que tenemos ante nosotros; porque tenemos en él un caso extremo de infantilismo, en el que la organización embrionaria simplemente se mantiene y continúa.
Ahora, el rasgo característico del organismo del embrión es, como saben, que allí lo que tenemos es una inmensa organización de la cabeza y un cuerpo pequeño. La organización de la cabeza debe su origen enteramente a la cooperación de las fuerzas cósmicas. Casi todo lo que ocurre con la organización de la cabeza en la condición de embrión debe ser considerado como una acción de las fuerzas cósmicas. El útero de la madre proporciona el lugar donde el trabajo que se está llevando a cabo puede ser protegido de la intrusión de las fuerzas terrestres. Hay que pensar en el útero materno como un órgano corporal que encierra un espacio, cerrando este espacio a las influencias terrestres, de modo que puede ser reservado sólo para las influencias cósmicas. Así tenemos en el útero de la madre un espacio que está en conexión inmediata con el cosmos, un espacio dentro del cual las influencias cósmicas tienen libre juego. Y allí, en ese espacio cerrado, el desarrollo de la organización de la cabeza avanza.
Cuando llega el momento en que las fuerzas humanas del útero de la madre, en la medida en que éstas reciben al niño, cuando llega el momento en que estas fuerzas humanas del útero trabajan sobre el niño, entonces el organismo metabólico y de las extremidades comienza a dejarse orientar por estas fuerzas. En este niño, las fuerzas cósmicas simplemente han continuado su trabajo en la condición post-embrionaria. Las fuerzas cósmicas aquí han predominado sobre lo que debería haber sido previsto por la energía y las fuerzas que normalmente recibe un niño además para su desarrollo terrestre, en particular para el desarrollo del sistema del metabolismo y los miembros. Lo que se desprende de esto es obvio. Supongamos que el niño hubiera permanecido más tiempo en el vientre de la madre. Es una hipótesis absurda, pero si el niño hubiera permanecido más de diez meses, ¿qué habría pasado? La cabeza habría seguido creciendo y los miembros no habrían podido desarrollarse. Porque allí, en el vientre de la madre, es lo extraterrestre, lo cósmico, en el ser humano, lo único que tiene la oportunidad de crecer.
Y ahora tenemos que hacernos la pregunta: ¿Qué ha provocado esta condición? Y aquí debo decir que es muy significativo, es de hecho bastante sorprendente, que en el mismo momento en que vamos a hablar juntos sobre este extraño caso, se entregue un telegrama diciendo que el padre ha muerto de un ataque al corazón. Lo siguiente se me hizo claro y lo confirmé después por la memoria de la madre. Porque sentí la necesidad de preguntarle: "¿No tuviste un sentimiento especial en tu alma durante el embarazo?" Incluso formulé la pregunta de la siguiente manera: "¿No se arrepintió de que el niño no permaneciera dentro de usted en lugar de venir al mundo?" La madre aceptó esto. Ella había fundado toda su conexión con el niño en la estrecha asociación del período embrionario; en lo que respecta a su sentimiento, la situación era que se lamentaba de no poder mantener al niño con ella en el útero, se lamentaba cuando se le arrancaba por el evento del nacimiento. Este sentimiento de la madre apunta por una parte a una conexión kármica extraordinariamente fuerte entre ella y el niño; por otra parte, ha proporcionado las condiciones en las que las fuerzas que están activas en el tiempo del embrión han podido permanecer en el niño. La anormalidad del alma comienza, como ves, en la madre, y como uno esperaría naturalmente con una conexión kármica tan profunda, se transfiere al niño.
Las relaciones de la vida son muy complicadas, y no es nada fácil ver siempre todo en su correcta conexión. Muchas veces, sin embargo, los hechos mismos colocan las cosas juntas para nuestra percepción; y lo hacen aquí. ¡Miren lo que ha sucedido! No ha pasado un año desde que el niño nació, y el padre muere de un ataque al corazón. Siempre hay alguna conexión que se encuentra en tales eventos; no sólo "suceden". El padre llevaba mucho tiempo sufriendo de un corazón enfermo. Ahora, ya sabes la fuerte conexión que hay entre la enfermedad cardíaca y el estado de las extremidades. Bajo la influencia de ciertos tipos de enfermedades cardíacas, la organización de las piernas se debilitará de inmediato, ya que sólo la parte más importante y esencial de las extremidades, a saber, los tejidos de las articulaciones y el líquido sinovial, sufren como consecuencia de la enfermedad cardíaca. Y entonces hay que recordar que, en las relaciones de la herencia, es la organización de los miembros la que está más fuertemente influenciada por el padre, y la organización de la cabeza por la madre. Ahora imagínense, la concepción tiene lugar. En ciertas circunstancias puede suceder que la incapacidad del padre de llevar las fuerzas de su organización a los miembros se transfiera al niño; en cuyo caso la organización principal, que está bajo la influencia de la madre, está destinada a sufrir un desarrollo desmesurado. Y ahora tenéis la explicación del hecho de que a la madre le encantaba tener al niño en su vientre. Era porque el niño recibía poco de las fuerzas de la herencia del padre, y la madre podía, por lo tanto, hacer la contribución principal.
Ahí teneis entonces una descripción del caso que tenemos ante nosotros. Y debeis saber que tal caso es típico de un gran número de niños que sufren de anormalidades. Porque lo que habéis observado en este niño es un caso extremo de infantilismo, un infantilismo que se remonta a la condición embrionaria; y encontraréis infantilismo en todas las formas posibles a lo largo de las etapas de desarrollo del niño. En este caso es la condición embrionaria la que, como una planta que crece demasiado, se extiende a lo largo del desarrollo posterior; pero la primera época de la vida puede hacer lo mismo, extendiendo su funcionamiento más allá del cambio de dientes. O de nuevo, así como puede haber este fracaso en el crecimiento y desarrollo de la condición post-embrionaria, también puede suceder que un niño o niña no crezca en la tercera época de la vida de la manera correcta. Hay niños que alcanzan la pubertad en el sentido exterior, pero no crecen con su constitución completa y entera en la época que se encuentra entre la pubertad y el comienzo de los veinte años; tales niños retienen en cambio durante esa época la orientación de las fuerzas que trabajan entre el séptimo y el decimocuarto año. En realidad se puede encontrar toda una sucesión de infantilismos. Tenemos aquí el ejemplo absolutamente radical; y es una suerte desde el punto de vista médico y educativo que se tenga la oportunidad de observar en este caso extremo lo que se podrá detectar, en menor medida y de forma menos pronunciada, en un gran número de niños atrasados.
La conferencia de hoy tiene por objeto preparar adecuadamente la transmisión de mañana a la terapia y a la patología de los casos en cuestión; me limitaré, pues, a describir los casos, y mañana llevaremos a término la consideración de los mismos y hablaremos también de su aspecto pedagógico.
Visteis, al principio de la conferencia, al chico del que os vistéis inclinados a preguntar: ¿Por qué se le presenta para una demostración? Una pregunta sensata, porque cuando le conoces de una manera superficial ordinaria, difícilmente puedes hacer otra cosa que encontrarle un niño amable y amistoso, que aprende pintura como los demás niños, que te responde muy bien y con perfecta amabilidad cuando le hablas, un niño pequeño, de hecho, con el que podrías conversar muy felizmente por horas. ¿No es así? Los que tienen que ver con él le dirán que es como yo he dicho. No podrá notar nada anormal en el niño, y tal vez se diga a sí misma: "¡Gente extraña estos antropósofos! Ponen a sus hijos en una clínica para que reciban tratamiento, cuando todo el tiempo son niños que bien podrían ser tomados como ejemplo para otros niños!" El hecho es que el niño es cleptómano. ¡Nunca lo pensarías! Pero eso se debe a un rasgo característico de la cleptomanía, a saber, el casi completo aislamiento de su alma del resto de la vida. Y en este chico encontrareis que la conciencia - que debería, en términos generales, enviar su luz a todos los eventos y hechos que ocurren en la vida del hombre - está simplemente aislada de sus acciones cleptómanas. Tendréis la clara sensación de que él mismo tiene muy poco conocimiento de lo que está haciendo, a pesar de que lo lleva a cabo - ¡y por favor tened en cuenta esto! - de la manera más inteligente y astuta. Tuvo que ser expulsado cuando fue a la escuela en Berna, y también cuando fue a una escuela en otra ciudad; y había organizado todo tan astutamente, que las autoridades tuvieron que hacer un gran esfuerzo antes de poder establecer los motivos de su expulsión.
El chico no es en absoluto egoísta en el asunto. Es capaz de hacer regalos a sus amigos de las cosas que roba de esta manera astuta, o de gastarlo todo en alguna juerga para darles placer. Toda la situación lleva al desarrollo de una forma especial de mentira no del todo consciente; porque él mismo no sabe exactamente lo que ha sucedido, los detalles del acontecimiento no son iluminados por la luz de la conciencia. Relatará las historias más increíbles para explicar cómo ha llegado a algún objeto, que por supuesto simplemente ha robado. Les mostrará, con verdadera timidez, cómo encontró las cosas y dónde estaban, haciendo una larga historia de cómo se produjo todo. Hay algo realmente pícaro en la forma en que estos robos tienen lugar. Si he entendido bien a la Dra. Wegman, puede pasar mucho tiempo durante el cual parece que el chico se ha convertido en un niño perfectamente educado, y de repente un día, sin que sepamos que se ha llevado algo, se verá que algo falta en el bolsillo de alguien. De forma curiosa, diferentes personas comenzarán a descubrir que sus cosas simplemente están desapareciendo. Así que entonces nos enfrentaríamos a estos dos hechos uno al lado del otro. Por un lado, el extraño informe de la desmaterialización de las cosas en la Clínica, y por otro lado el conocimiento de que el chico había sido obligado a dejar una escuela tras otra. Porque eso lo sabíamos por su historia pasada. Estos dos hechos estaban juntos, uno al lado del otro.
Por lo demás, estará de acuerdo en que es una situación desagradable que se ponga de repente en la necesidad de suponer que también podría ser algún adulto el que hubiera tomado las cosas. Tenemos en la clínica actualmente cincuenta y dos personas, y podría ser éste o aquél, uno simplemente no lo sabía. Lo que sí se sabía era que un espiritista tendría aquí la gran oportunidad de hacer una explicación completa y exhaustiva de cómo se desmaterializan las cosas. Se podría haber construido toda una teoría de la desmaterialización de los objetos.
Tenemos al niño aquí con nosotros en la Clínica, y me gustaría que lo observaran y notaran cuán firmemente la organización de la cabeza está comprimida aquí (en las sienes) y cómo se separa aquí (hacia la parte posterior de la cabeza). En cuanto a los hallazgos espirituales, son que las partes del cuerpo astral que pertenecen a los diversos órganos están extraordinariamente desarrolladas, particularmente aquí en el lado izquierdo. Externamente, no encontrará mucho más que notar sobre el chico.
Y ahora, sea tan amable de traer al otro niño. Mañana hablaremos de los métodos de tratamiento.
(El siguiente niño es traído.) ¡Miradla! ¡es una niña! Encantadora, ¿verdad? Mirad su hermoso cabello rubio. Un interesante incidente ha tenido lugar con esta pequeña niña. Un día los niños se quedaron solos por un corto tiempo. Estaban en términos muy amistosos el uno con el otro; y ahora el niño que vio anteayer tuvo la idea de que debía ir a buscar unas tijeras. Fue esta niña, por supuesto, la que le hizo ir a buscar las tijeras. Como era un pequeño caballero educado y obediente, se las trajo. ¿Qué iba a hacer ella, sino cortarse todo el pelo? Como veis, ¡no es en absoluto una joven convencional! Y ahora quiero llamar vuestra atención especialmente sobre sus encantadores ojos azules, y luego sobre su hermoso pelo con su hermoso brillo. Podéis ver enseguida que la niña es muy sulfurosa. Y también lo es en su comportamiento, extraordinariamente sulfuroso. Una niña querida, pero con esta marcada cualidad sulfurosa. Siempre está en movimiento y llena de vigor. (La chica muerde el brazo del Dr. Steiner.) Sólo me muerde la manga. Pesó al nacer un poco menos de 4 ¼ lb., pero fue llevada en el útero durante los nueve meses completos. Por lo tanto, el período embrionario había pasado de manera regular. El bebe fue amamantado durante siete meses, y cuando cumplió un año aprendió a caminar. Es una edad relativamente temprana para aprender a caminar, pero no es anormal. También aprendió a hablar en el momento adecuado. El desarrollo continuó dando la apariencia de ser normal. Para cuando cumplió un año y medio, la niña había dejado de mojar la cama, aunque todavía se mojaba durante el día, pero nunca más por la noche. Eso, como ven, ya es una anormalidad, en el hecho de que esta debilidad en la organización del niño se hace evidente sólo cuando el cuerpo astral está presente, y no cuando el cuerpo astral ha sido expulsado.
Hace un año y medio, cuando tenía tres años y medio - observen que esto es exactamente la mitad de la época de los primeros siete años y es un momento de gran importancia, como también lo es el momento correspondiente en la segunda época, a mitad de camino entre los años séptimo y decimocuarto - cuando a los tres años y medio, la niña tuvo dolores de cabeza con fiebre alta, e inmediatamente después el sarampión. Era una niña que se enfermaba con facilidad. Desde entonces, ha estado particularmente inquieta y excitada. La madre también estuvo enferma al mismo tiempo con la gripe y también ha estado inquieta desde entonces, y fácilmente se pone indispuesta. Se ve el paralelismo entre madre e hija. El apetito de la niña es siempre pobre. Y sin embargo es una niña fina y robusta, con extremidades poderosas. Como saben, sin embargo, la organización de las extremidades no se construye, en lo que respecta a la sustancia, a partir de los alimentos, sino del cosmos a través de la respiración y la actividad de los sentidos. Es en la cabeza donde se provocan los resultados de esta falta de apetito. Esa falta de apetito, que significa por supuesto una nutrición deficiente, afecta a la actividad de la cabeza del niño. La niña es vivaz e imaginativa; está inquieta, no sólo en su cuerpo, sino también en sus pensamientos. Se puede ver claramente en ella que su imaginación y su fantasía no vienen de la cabeza sino de las extremidades. Su organización de la cabeza es muy débil, su organización de las extremidades es particularmente fuerte. Claramente, su vida de fantasía viene de sus extremidades.
La niña a menudo tiene sueños inquietos. Ahora bien, es importante tomar nota cuidadosamente de cómo sueña, en particular, si los sueños aparecen justo después de dormirse o antes de despertarse. Hasta ahora, según este informe de su caso, sólo se han observado los primeros. Pero los sueños al despertar también deben ser observados. Si podemos traerla de vez en cuando para relatarlos, se encontrará que revelan mucho que es de gran interés para nosotros cuando se recuerdan de esta manera a la memoria. Debemos hacer que nos los cuente.
Estos son los tres casos que quería presentarles. Mañana nos reuniremos de nuevo a las 8:30 y hablaremos de los métodos de tratamiento.
Para una mayor profundización sobre el tema ver GA 293
Nota
(1 un espacio entre los huesos del cráneo en un bebé o feto, donde la osificación no es completa y las suturas no están completamente formadas. El principal se encuentra entre los huesos frontal y parietal.
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