GA107-5 Berlin 27 de octubre de 1908 -Consideraciones sobre el dolor, el sufrimiento, la alegría y la felicidad

 Índice

Rudolf Steiner  

Consideraciones sobre la naturaleza 
del dolor, el sufrimiento, la alegría y la felicidad



                           Berlin 27 de octubre de 1908

conferencia 5

Vamos a proceder hoy partiendo de formas simples de dolor, en sus formas mas elementales. Cuando nos hacemos un corte en el dedo y sentimos dolor, o cuando nos magullamos, o quemamos y sentimos dolor, esta es la forma de dolor más simple y primitiva. Comencemos por considerar esto.

Cuando les preguntamos a los psicólogos experimentados en asuntos relacionados con el alma humana, qué explicación tienen para la forma más simple de dolor, encontramos que, particularmente en el tiempo presente, estos psicólogos dicen cosas bastante extrañas. Hicieron un extraño descubrimiento, ya que descubrieron que la única forma de explicar el dolor es agregar a los diferentes sentidos, al sentido del olfato, de la vista, del oído, etc., un nuevo sentido, el sentido del dolor, de este modo el ser humano percibe el dolor a través de este sentido de la misma manera en que percibe la luz a través de sus ojos y el sonido a través de sus oídos. Dicen que el hombre siente una sensación de dolor porque tiene un sentido del dolor . La experiencia externa no nos da ningún fundamento para apoyar la existencia de un sentido del dolor; sin embargo, la ciencia, partiendo de la observación pura, no es reacia a aceptarla, de hecho, se ha inventado un sentido del dolor.

Pero no tomemos nota de esto y preguntémonos en su lugar: ¿Cómo surge realmente esa sensación de dolor tan simple y primitiva? ¿De qué manera surge la experiencia del dolor cuando nos cortamos el dedo?

El dedo forma parte de nuestro cuerpo físico. El cuerpo físico contiene las sustancias del mundo físico externo. El dedo está a su vez, impregnado con las partes etérica y astral del cuerpo correspondientes al dedo. ¿Cuáles son las tareas de estas partes superiores, de las partes etérica y astral? La estructura física del dedo, que consiste en carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, etc., estas células dispuestas dentro de él no podrían estar como están, si el elemento activo, el elemento formativo y constructivo, es decir, el cuerpo etérico, no estuviera impregnándolo. El cuerpo etérico no solo está en la base del crecimiento del dedo, organizando las células para que formen el dedo, sino que también mantiene estas células en su estructura, evitando así la descomposición del dedo. El cuerpo etérico impregna todo el dedo y lo llena con las fuerzas etéricas; está contenido dentro del mismo espacio que ocupa el dedo físico. Pero además también está allí el dedo astral. Cuando tenemos una sensación en el dedo, cuando sentimos una presión de algo, esto es, por supuesto, transmitido por el cuerpo astral del dedo, puesto que las sensaciones, los sentimientos, viven en el cuerpo astral.

La conexión entre el dedo físico, el etérico y el astral, sin embargo, no es solo una conexión mecánica, sino una conexión incesantemente viva. El dedo etérico siempre cubre la fuerza brillante del dedo físico, trabajando constantemente en la formación de sus partes internas. ¿De qué manera está el dedo etérico involucrado realmente en el dedo físico?

Su principal ocupación es mantener todas las partes con las que está conectado, incluso las partículas más diminutas, en su lugar correcto, en una conexión correcta en todas partes.

Imaginemos ahora que tenemos un pequeño corte en nuestra piel, una pequeña lesión. Esto le impide al dedo etérico su tarea de organizar las diferentes partes de forma correcta. El cuerpo etérico vive en el dedo y debe mantener sus partes juntas. Pero el corte, esta incisión mecánica, los mantiene separados, de modo que el dedo etérico ya no puede cumplir su tarea. Está en la misma situación en la que nos encontraríamos, si hubiéramos construido un artefacto para ser utilizado en trabajos de jardín y alguien lo hubiera destruido; en ese caso no podríamos hacer el trabajo en la forma que teníamos la intención de hacerlo. Deberemos dejar de hacer lo que deseábamos hacer. Este impedimento de hacer algo, nosotros lo sentimos como frustración/resignación. Pero por parte del cuerpo etérico, esta imposibilidad de llevar a cabo su actividad es sentida como dolor por la parte astral del dedo.

Cuando se amputa una mano, solo se puede amputar la mano física, no la mano etérica, si la mano etérica no puede trabajar, debe renunciar; y esta tremenda renuncia la siente el cuerpo astral en forma de dolor.

Por tanto la cooperación entre lo etérico y lo astral produce la forma más primitiva y elemental de dolor. Así es como surge el dolor y dura mientras el cuerpo astral de la parte concreta del cuerpo físico dañada, se ha ido adaptando al hecho de que la actividad etérica correspondiente ya no puede llevarse a cabo.

¡Comparemos esto con el dolor que experimentamos en el Kamaloka! Allí, todo el cuerpo físico se separa repentinamente del hombre, deja de existir y las fuerzas etéricas ya no pueden estar activas en él. El cuerpo astral siente que ya no puede ser organizado plenamente, anhela la actividad que solo puede llevarse a cabo dentro del cuerpo físico y esta necesidad se siente como dolor. Todo dolor es una actividad suprimida. En el cosmos, toda actividad suprimida provoca dolor y, como la actividad debe suprimirse con frecuencia en el cosmos, el dolor es necesario en el cosmos.

Pero puede surgir algo más. Puede impedirse, hasta cierto punto, la actividad particularmente viva de la mano mediante procesos de renuncia o cosas similares. Este es el caso, por ejemplo, cuando una persona comienza a mortificar su cuerpo físico. Los órganos del cuerpo que antes estaban activos y vivos se ven, de alguna manera, paralizados. Entonces, la parte astral de la mano, por ejemplo, se retira de la mano etérica; tendrá un exceso de fuerzas, habrá perdido algunas de sus tareas, aunque podría haber continuado cumpliéndolas igual de activamente.

Una persona que trata de esa manera a su cuerpo comienza a sentir estas fuerzas excedentes en su cuerpo astral y es capaz de decirse a sí mismo: Dispongo de fuerzas excedentes; anteriormente, agotaba todas estas fuerzas para regular el cuerpo físico; ahora he domesticado el cuerpo físico, ya no requiere de todas esas fuerzas; si este es el caso, el cuerpo astral dotado de estas fuerzas sobrantes lo sentirá como una bendición. Porque aun cuando la actividad suprimida produce dolor, la actividad acumulada produce una sensación de bienaventuranza. Para el cuerpo astral es felicidad hacer más de lo que estaba destinado a hacer en un principio. Esta conciencia de una fuerza desbordante que podría usarse de manera productiva, que puede ser guiada desde adentro, dado que el cuerpo externo ya no la reclama para sí mismo, implica felicidad.

¿Qué significado subyace en el hecho de que algunas comunidades religiosas hacen ciertas cosas para mortificar la carne, el cuerpo físico? ¿Qué implica esto?

Esto significa que las funciones del cuerpo físico no se utilizan tanto, por lo tanto, se calman, de modo que se mantiene una cierta cantidad de fuerzas en el cuerpo etérico.

Imaginemos un hombre que haya vivido una vida llena de privaciones, el cual gradualmente consigue calmar los procesos metabólicos de su cuerpo físico, sin hacer demasiadas demandas al cuerpo etérico y luego a otro hombre al que le gusta comer tanto como sea posible, cuyos procesos físicos están en un estado de agitación y tienen mucho que digerir. En el caso del primero, donde todo sigue un curso tranquilo, cuyas funciones físicas incluso muestran cierta lentitud y no consumen tanto las fuerzas etéricas, en su cuerpo etérico habrá fuerzas superfluas; en el caso de este último, todas las fuerzas de su cuerpo etérico deben ser empleadas para mantener las funciones del cuerpo físico. En consecuencia, el hombre cuyo cuerpo haya aprendido a estar tranquilo y sin pretensiones tendrá fuerzas superfluas en su cuerpo etérico y su cuerpo astral las reflejará como fuerzas del conocimiento, no solo, como felicidad y las imágenes inspiradoras del mundo astral se elevarán ante tal persona. Por ejemplo, Savanarola tenía una constitución débil y casi siempre estaba enferma; tenía algunas fuerzas en su cuerpo etérico que no se usaban en el cuerpo físico, y podía emplear estas fuerzas para sus pensamientos e impulsos poderosos, era capaz de sostener esos poderosos discursos con los que cautivaba a su audiencia. Sus visiones también le permitieron que el se colocara ante sus oyentes, en un poderoso cuadro de eventos que tendrían lugar en el futuro.

Y ahora podemos trasladar esto a los mundos espirituales. Así como la actividad suprimida significa privación en el Kamaloca -y siempre hay privaciones en el Kamaloka- toda actividad suprimida cae cuando el ser humano entra en el Devachan porque no existe nada que esté de alguna manera conectado con lo físico y que ansíe ardientemente lo físico. En el Devachan, se le da al hombre una substancialidad espiritual que poco a poco construye la forma de su futura encarnación. En el Devachan hay una actividad más pura y libre y el hombre experimenta esto como la dicha más pura.

Durante la vida terrenal, continuamente aprendemos a través de todo lo que nos rodea, pero los diferentes cuerpos que tenemos, fueron construidos de acuerdo con las fuerzas de nuestras encarnaciones precedentes, construimos estos cuerpos a través de estas fuerzas. Pero lo que aprendemos a saber durante nuestra vida aún no está contenido en nuestro cuerpo. En el curso de la vida cambiamos; nuestros sentimientos cambian, nuestras ideas crecen, hay una gran cantidad de actividad suprimida en nosotros. Pero no podemos cambiar nuestro cuerpo, debe permanecer tal como está, construido de acuerdo con las experiencias de las encarnaciones anteriores.

En el Devachan, el ser humano se ha emancipado de estos obstáculos y como resultado, su desenfrenada voluntad de trabajar adquiere la forma de dicha. Allí forma su cuerpo astral, su cuerpo etérico y su cuerpo físico para una nueva vida. Lo que resta sin usar en la vida, se aplica en el Devachan. Él se lleva al Devachan no solo su conciencia presente, sino también lo que sobrepasa su personalidad. Esto le proporciona un altísimo estado de existencia en el Devachan, de modo que aparte de lo que experimenta aquí en la tierra, como su individualidad, además experimenta en el Devachan todo lo que ha ganado más allá de su individualidad y que aún no pudo expresar durante su vida:

Así somos capaces de comprender el dolor y la privación al elevarnos desde la etapa más baja hasta la dicha mas alta. En un mundo, siempre podemos seguir el rastro de algo que pasa por todos los mundos.

Hoy podemos apreciar más plenamente los métodos ascéticos del desarrollo. Podemos decir: aun cuando el dolor está conectado con una lesión externa del cuerpo físico, la sensación de dicha está conectada con una disminución de la actividad externa y en consecuencia, con un aumento de la actividad interna. Este es el lado sensible del ascetismo del pasado y somos capaces de entender por qué lo que era guiar al hombre hacia los mundos superiores fue buscado a través de la renuncia.

En consecuencia, primero debemos arrojar luz sobre los aspectos más primitivos de las cosas para comprender, por así decirlo, cómo la ciencia espiritual nos explica mediante cosas tan simples, como una herida en un dedo, el camino que lleva de la renuncia y la privación a la dicha y también cómo el desgarro del dolor puede convertirse en una especie de camino de conocimiento. Porque todo es una parábola y mediante la explicación de las cosas más pequeñas a las que nos enfrentamos, en el modo en que la ciencia espiritual nos lo explica, gradualmente nos elevamos a una altura espiritual que nos permite comprender las cosas más elevadas.

Si comparamos esto con lo que se explicó ayer, podremos entender que cargar con el dolor corporal puede convertirse en una especie de entrenamiento, un camino de conocimiento. Imaginen a una persona que nunca tuvo dolor de cabeza. Él puede decir: no soy consciente del hecho de que tengo un cerebro, porque nunca lo he sentido. Imaginemos ahora que tal dolor de cabeza no se produce por influencias externas, sino por una cierta etapa de iniciación cristiana que se llama "la corona de espinas". Está destinado a darle al hombre el sentimiento: a través del dolor y el sufrimiento y muchos obstáculos se me acercan, tratando de socavar lo que es más importante para mí, mi misión: ¡me mantendré en pie, aunque me quede solo! Si alguien practica estos sentimientos durante meses, de hecho durante años, finalmente experimentará este sentimiento de dolor de cabeza, como si unas puntas afiladas o espinas le picaran en la cabeza.

Esta es una transición al reconocimiento de esas fuerzas ocultas que formaron el cerebro. Cuando las fuerzas etéricas del cerebro hacen exactamente lo que deben hacer, no encuentran nada que pueda llevar estas fuerzas a la conciencia del hombre. Pero cuando el cerebro físico está de alguna manera lesionado bajo la influencia de estos sentimientos, el cuerpo etérico debe desajustarse de él; debe retirarse del cerebro, es expulsado de él, y el conocimiento es el resultado de esta emancipación de la cabeza etérica. Este sentimiento pasajero de dolor es solo la transición a la etapa en que se obtienen las fuerzas del conocimiento y esto no es más que una objetivación de algo que el hombre no conocía antes. Antes, no sabía que tenía cerebro, ahora aprende a conocer las fuerzas etéricas y su actividad, las fuerzas que construyeron su cerebro y lo mantienen.

Aún se pueden decir muchas otras cosas: cuando un órgano físico se separa de su parte etérica, de modo que el cuerpo etérico no pueda trabajar en él, experimentamos dolor. Pero cuando el cuerpo astral se ha acostumbrado a esto, cuando comienza la cicatrización, implicando una emancipación del cuerpo etérico, cuando por lo tanto no se utilizan todas las fuerzas del cuerpo etérico, surge lo contrario: a saber, un sentimiento de alegría y felicidad.

No hay comentarios:

El objetivo de este blog es publicar en Internet todo el material fuente existente para las transcripciones de las conferencias de Rudolf Steiner de la forma más completa posible, para que este gran tesoro esté disponible para toda la humanidad. Se trata de notas de oyentes, transcripciones de conferencias y, en su mayor parte, transcripciones en texto plano de conferencias estenografiadas, también conocidas como transcripciones en texto plano. De este modo, cualquiera puede comprobar por sí mismo, mediante comparaciones, qué dijo realmente Rudolf Steiner y cómo fue editado (y, por tanto, modificado) en las distintas ediciones. Y por último, pero no menos importante, también encontrarán mucho material inédito. La obra de Rudolf Steiner es de dominio público desde 1996 y, por tanto, pertenece legalmente a toda la humanidad. Él mismo habría elegido una fecha mucho más temprana para la publicación de su obra, como se desprende de los pasajes sobre propiedad intelectual que citamos a continuación; Incluso el período de protección de 30 años que se aplicaba entonces le parecía demasiado largo. ¿Y qué habría dicho sobre el hecho de que 85 años después de su muerte, parte de su obra docente siga inédita y acumulando polvo en los archivos? Él mismo encontró una expresión adecuada para esto: Fue puesto en un ataúd. Este sitio web está destinado a ayudar a liberarlo de este ataúd. "Lo que el hombre puede crear a partir de sus capacidades intelectuales se lo debe a la sociedad humana, al orden social humano. En realidad, no le pertenece. ¿Por qué gestionamos nuestra propiedad intelectual? Simplemente porque la produces; al producirla, demuestras que tienes la capacidad de hacerlo mejor que los demás. Mientras tengas esa capacidad mejor que los demás, gestionarás mejor esa propiedad intelectual al servicio del conjunto. Ahora la gente se ha dado cuenta al menos de que esta propiedad intelectual no se perpetúa sin fin. Treinta años después de la muerte, la propiedad intelectual pertenece a toda la humanidad. Cualquiera puede imprimir lo que yo he producido treinta años después de mi muerte. Puede utilizarlo como quiera; y eso está bien. Incluso estaría de acuerdo si hubiera más derechos en este ámbito. No hay otra justificación para la gestión de la propiedad intelectual que el hecho de que, porque se puede producir, también se tienen las mejores capacidades [...] Será una forma sana de socializar el capital si hacemos fluir en el organismo social lo que hoy se acumula como capital en el derecho de sucesiones, en el surgimiento de las pensiones, del derecho de las manos ociosas, de los derechos humanos superfluos, lo que así se acumula en capital; eso es lo que importa. Ni siquiera hace falta decir que la propiedad privada debe convertirse en propiedad social. El concepto de propiedad no tendrá ningún significado". Rudolf Steiner el 25 de abril de 1919