RUDOLF STEINER
El mundo astral, algunas características
Berlín 21 de octubre de 1908
conferencia 2
Esta conferencia está pensada como una introducción, y tendrá un propósito particular. Que consistirá en mostrar que la ciencia espiritual, (o mejor dicho la forma especial de observar el mundo, que ésta tiene), se encuentra en total armonía con ciertos resultados del método específicamente científico. No es del todo fácil para un antropósofo (tal como se puede ver particularmente en las conferencias públicas) encontrar la comprensión completa en un público no del todo preparado. Cuando la ciencia espiritual se encuentra con un público sin preparación, el antropósofo debe ser consciente de que, con respecto a muchas cosas, habla un idioma muy diferente al de aquellos que hasta ahora no han oído nada, o solo de manera superficial, del conocimiento que subyace al movimiento. de la ciencia espiritual.
Se necesita una cierta penetración más profunda para encontrar la armonía entre lo que tan fácilmente se difunde hoy en día en la ciencia ordinaria, las experiencias de la investigación física y lo que se obtiene a través del conocimiento de la elevada conciencia espiritual, de la conciencia suprasensible. Uno debe gradualmente crecer acostumbrándose a ver más profundamente en esta armonía, y entonces encontrará que existe una hermosa armonía entre lo que mantiene el investigador espiritual y las afirmaciones o la enumeración de hechos que la investigación física puede aportar. Por este motivo, uno no debe ser demasiado injusto con aquellos que no pueden entender a los antroposofistas; carecen de toda la preparación que se requiere definitivamente para poder captar los resultados de la investigación espiritual. Y así, en la mayoría de los casos, no pueden evitar pensar algo muy diferente de lo que se pretende, tanto en las palabras como en las ideas. Por lo tanto, en círculos más amplios, solo se puede lograr una mayor comprensión de la ciencia espiritual si se habla de manera muy abierta y franca desde el punto de vista espiritual, incluso ante un público no preparado.
Entre tales personas sin preparación, habrá un gran número de personas que dirán: "Eso son estupideces, cosas fantásticas, tonterías sin sentido". Pero siempre habrá quienes, desde la más profunda necesidad de su alma, tendrán, sin embargo, un indicio de que detrás de ello hay algo. Ellos seguirán gradualmente familiarizándose con ello. Y es de ese paciente estudio del que debe depender la antroposofía, y al que podemos aspirar. Para una gran parte de los que asisten a una conferencia sobre ciencia espiritual por pura curiosidad, será muy natural dar rienda suelta luego a la opinión: "¡Esa es una secta que solo propaga su particular palabrería!" Pero cuando se conocen las dificultades, también se esperará pacientemente la selección que debe surgir. Habrá personas de entre el público que encontrarán su camino y formarán un núcleo a través del cual la ciencia espiritual fluirá gradualmente en toda nuestra vida.
Hoy se dará un ejemplo especial para mostrar lo fácil que es para los estudiantes preparados de la ciencia espiritual, que ya se han acostumbrado a pensar y vivir con los conceptos despertados por la ciencia espiritual, a aceptar los informes aparentemente más difíciles dados por investigación físico-sensible. El aprendiz gradualmente se dará cuenta de que cuanto más avancemos, más nos daremos cuenta de lo que es una bien fundada investigación espiritual para el conocimiento universal. Y eso le dará al buscador la calma necesaria para hacer frente a las tormentas que se abatirán contra la ciencia espiritual, por hablar en un lenguaje tan extraño. Si tenemos la paciencia de acostumbrarnos a esta armonía, ganaremos más y más seguridad. Luego, cuando la gente dice: "Lo que me dices no está en conformidad con las investigaciones más elementales de la ciencia", el antropósofo responderá: "Sé que a través de lo que la ciencia espiritual puede dar, se puede encontrar una armonía total con todos estos hechos, aunque tal vez sea imposible llegar a un entendimiento en un determinado momento".
Ahora dejaremos que algo pase ante nuestras almas como un capítulo particular, para fortalecer aún más la conciencia.
Después de vivir durante algún tiempo con la concepción espiritual del mundo, los estudiantes de ciencias espirituales se han acostumbrado a hablar de cuerpo físico, cuerpo etérico y cuerpo astral como ideas, que luego pueden aplicar como guías cuando buscan comprender cosas externas desde un punto de vista universal. Deben acostumbrarse gradualmente a ver la diferencia en la naturaleza física de los objetos a su alrededor. Cuando miran una piedra no dicen: "La piedra consiste en tales y cuales materiales, el cuerpo humano consiste en lo mismo, y por lo tanto, puedo tratar al cuerpo humano como a la piedra". Puesto que el cuerpo de la planta es bastante diferente, aunque consta de los mismos materiales físicos que la piedra. Posee un cuerpo etérico dentro de ella, y el cuerpo físico de la planta se derrumbaría si el cuerpo etérico no impregnara todas sus partes. Por lo tanto, el científico espiritual dice: “El cuerpo físico de la planta se secaría a menos que el cuerpo etérico lo mantenga vivo y luche contra esa disolución. En lo que respecta a la planta, encontramos que es una combinación de los principios del cuerpo físico y del cuerpo etérico ".
Ahora, a menudo se ha hecho hincapié en que el principio más elemental del cuerpo etérico es la recapitulación. Un ser, establecido únicamente bajo sus principios etéricos y físicos, expresaría en sí mismo el principio de la recapitulación. De esto se tiene evidencia en la planta en un grado muy marcado: Vemos cómo se desarrolla hoja tras hoja, ya que el cuerpo físico de la planta está permeado por el principio de recapitulación del etérico. Se forma una hoja, luego una segunda y una tercera; Una hoja se agrega a otra hoja en repetición continua. E incluso cuando la planta llega a una cierta conclusión por arriba, allí sigue la recapitulación. Hay una especie de corona de hojas que forman el cáliz de la flor, aunque tienen una forma diferente de las otras hojas. Sin embargo, se siente que todavía es una recapitulación de las mismas hojas en forma alterada. Por lo tanto, podemos decir que el cáliz verde sale arriba donde los extremos de las plantas son una especie de recapitulación. E incluso los pétalos de las flores son una recapitulación. Es cierto que tienen un color diferente, pero en lo esencial, todavía son hojas, hojas muy transformadas.
Fue en la gran obra de Goethe en el reino de las plantas, donde se mostró cómo no solo las hojas que forman el cáliz y los pétalos de las flores son hojas transformadas, sino también cómo debemos ver en los pistilos y los estambres una repetición metamorfoseada. Sin embargo, no es una mera repetición lo que nos encontramos en la planta. Si solo estuviera activo puramente el principio etérico elemental, la planta no tendría terminación. El cuerpo etérico presionaría a través de la planta desde abajo hacia arriba, desarrollándose hoja tras hoja y nunca habría un final. Entonces, ¿Qué hace que la flor llegue a una conclusión,
ponga fin a su existencia al empezar a fructificar para producir otra flor? Es el hecho de que en el mismo grado en que la planta crece hacia arriba, viene a su encuentro desde arriba, encerrado en sí mismo, el cuerpo astral de la planta. La planta no posee en sí misma un cuerpo astral propio, pero a medida que crece hacia arriba, el cuerpo astral similar a una planta la encuentra desde arriba. Poniendo fin a lo que el cuerpo etérico continuaría en eterna recapitulación; Causando así la transformación de las hojas verdes en las formas del cáliz, los pétalos de las flores, los estambres y los pistilos.
Para la visión oculta, podemos decir que la planta crece hacia su parte similar al alma, a su parte astral, que es la causante de la metamorfosis. Ahora bien, el hecho de que la planta siga siendo una planta y no se desplace con movimientos voluntarios y sensaciones se debe a que el cuerpo astral, que se encuentra con la planta allí arriba, no toma posesión interna de los órganos; Los toca solo por fuera desde arriba. En la medida en que el cuerpo astral se apodera de los órganos hacia adentro, la planta pasa a ser animal. Esa es la gran diferencia. Si toman ustedes la hoja de una planta, pueden decir: “Incluso en la hoja de la planta, el cuerpo etérico y el cuerpo astral están trabajando juntos, pero el cuerpo etérico lleva, por así decirlo, la ventaja. El cuerpo astral no está en posición de extender sus sensores hacia el interior; Trabaja desde fuera ”.
Si queremos expresar eso desde el punto de vista espiritual, podemos decir: "Lo que, en el caso del animal está dentro, lo que experimenta internamente como placer y pena, alegría y dolor, impulso, deseo e instinto, no está dentro en la planta; sin embargo, se hunde continuamente en la planta desde arriba ”. Eso es completamente algo de naturaleza anímica. Y mientras que el animal dirige sus ojos hacia el exterior, halla placer en el entorno, dirige su percepción del gusto hacia el exterior y se entrega al disfrute que le ofrece la naturaleza, es decir, experimenta el placer interiormente, quien realmente puede considerar estas cosas espiritualmente puede afirmar que el ser astral de la planta también siente alegría y dolor, placer y tristeza al contemplar lo que ha producido. Se regocija con el color rosa y con todo lo que viene hacia él. Y cuando las plantas forman hojas y flores, entonces el alma de la planta se impregna y saborea todo eso mientras mira hacia abajo, y hay un intercambio entre la parte del alma que se hunde y la propia planta. El mundo vegetal está ahí para la felicidad, y en ocasiones también para el dolor, de su parte anímica. Realmente podemos ver un intercambio de sentimientos entre la cobertura vegetal de la tierra y la astralidad de la tierra, que envuelve las plantas y representa su naturaleza anímica.
Lo que actúa en las plantas desde fuera es lo mismo que se apodera de la naturaleza anímica del animal internamente y que lo hace animal. Pero hay una diferencia importante entre la naturaleza anímica activa en la astralidad del mundo vegetal y la astralidad de la vida animal. Si comprueban desde la clarividencia lo que obra como astralidad en la cobertura vegetal, encontrarán en la naturaleza anímica de las plantas una cierta suma de fuerzas, y todas ellas tienen una cierta peculiaridad. Cuando hablo de la naturaleza anímica de la planta y de la astralidad de la tierra que la impregna y en la que la naturaleza anímica de las plantas desempeña su papel, debe estar claro que estas almas de la planta no viven en su astralidad como, por ejemplo, los seres físicos en nuestra tierra.
Las almas de las plantas pueden interpenetrarse unas a otras para fluir como en un elemento liquido. Pero una cosa es característica de ellas; es decir, desarrollan ciertas fuerzas, y todas estas fuerzas fluyen al punto central del planeta. En cada planta trabaja una fuerza que va de arriba a abajo y se dirige hacia el centro de la tierra. Eso es lo que regula la dirección del crecimiento de la planta. Si alargasen sus ejes, llegarían al centro de la tierra, que es la dirección dada a las plantas por la naturaleza anímica que viene de arriba. Si investigamos la naturaleza anímica de la planta, nos encontramos con que su característica más importante es que está irradiada de fuerzas, que pugnan hacia el centro de la tierra.
Es diferente cuando consideramos la astralidad perteneciente a la naturaleza animal que envuelve nuestra tierra,. La naturaleza de la planta como tal no podría provocar la vida animal. Para producir la naturaleza animal, es necesario que otras fuerzas pasen a través del elemento astral. Sin embargo, el investigador oculto puede distinguir claramente de la astralidad si algunos producirán crecimiento vegetal o animal. Eso se puede distinguir en la esfera astral, ya que toda astralidad, que muestra solo las fuerzas que pugnan hacia el centro de la tierra o de algún otro planeta, daría lugar al crecimiento de las plantas. Si, por el contrario, aparecen fuerzas que, de hecho, se sitúan en ángulo recto respecto a aquellas, pero que giran alrededor del planeta como continuos movimientos circulares con una movilidad extraordinaria en todas las direcciones, entonces esa es una astralidad diferente, que da origen a la vida animal. Desde cualquier punto que se observe, encontrarán que la tierra en cada posición dirección y altitud está rodeada por corrientes que, si se alargan, formarían círculos que fluyen alrededor de la tierra. Esta astralidad armoniza bastante bien con la astralidad de la planta. Se interpenetran entre sí y, sin embargo, están separadas internamente, diferenciándose a través de sus cualidades internas. Por lo tanto, en todos y cada uno de los puntos de la superficie terrestre, ambos tipos de astralidad pueden fluir positivamente entre sí. Si un clarividente chequease una porción definida del espacio, se encontraría fuerzas que pugnan solo hacia el centro de la tierra interpenetradas por otras que son solo circulares, y que el clarividente sabe que dan origen a la vida animal.
Cuando se considera un cuerpo físico, no importa si es una planta o un animal, hay que verlo como un reducto espacial y no cabe incluir otra cosa como perteneciente a él si está separada de él en el espacio. Cuando hay separación espacial, hay que hablar de diferentes cuerpos; Es un cuerpo individual cuando hay conexión espacial. Esto en el mundo astral no es así, y mas particularmente en la astralidad que puede dar lugar al reino animal. Allí, es un hecho que estructuras astrales, ampliamente separadas, pueden constituir un individuo completo. Aquí, en alguna parte del espacio, puede haber una estructura astral, y en otra parte del espacio, puede haber otra estructura astral cerrada; sin embargo, a pesar de no tener el más mínimo hilo de espacio en común, estas dos estructuras astrales pueden constituir un solo ser. Sí, se pueden conectar tres, cuatro, cinco de estas estructuras separadas espacialmente. Hasta puede suceder lo siguiente.
Supongamos que tienen un ser astral que no se ha incorporado físicamente en ningún lugar, y luego encuentran otro que pertenece a este. Ahora observan al primero y encuentran algo en él, algo que podríamos llamar ingerir alimentos, el consumo de algo, ya que se ingieren ciertas sustancias y otras se expulsan. Y mientras percibe esto en una estructura, puede percibir en el segundo ser, espacialmente separado de la primera, otros procesos que se corresponden con lo que ocurría en el primero como absorción de alimentos. Por un lado, el ser come: por otro lado, experimenta el sabor, y aunque no hay conexión espacial, el proceso en una estructura corresponde por completo al proceso en la otra estructura. Así pues, estructuras astrales bastante separadas en el espacio pueden internamente, sin embargo, pertenecerse recíprocamente.
De hecho, cien estructuras astrales ampliamente separadas pueden ser tan inter dependientes que ningún proceso puede tener lugar en una sin un proceso correspondiente en las otras. Cuando los seres pasan a encarnarse físicamente, pueden todavía encontrarse ecos de esta peculiaridad astral. Habrán oído hablar del notable paralelismo mostrado por los gemelos. Esto se debe a que siguen relacionados en sus cuerpos astrales, aunque estén separados espacialmente a causa de su encarnación física. De modo que, cuando sucede algo en el cuerpo astral de uno, no puede ocurrirle a él solo, sino que se expresa en la parte astral del otro. Incluso en el caso de la astralidad vegetal, se muestra esta peculiaridad: la interdependencia en cosas bastante separadas en el espacio. Quizás ya hayan oído hablar de esta peculiaridad en la naturaleza vegetal: cómo el vino que estando dentro de los recipientes muestra una actividad bastante notable cuando llega la temporada de la uva. Lo que hace que las uvas maduren debe ser remarcado nuevamente incluso en los recipientes de vino.
Solo deseaba resaltar el hecho de que, en lo que se manifiesta, lo oculto siempre está latente y puede sacarse a la luz con los métodos de la investigación oculta. Por esto habrán de admitir que no parece en absoluto antinatural que todo nuestro organismo esté formado astralmente partiendo de miembros tan diferenciados.
Hay criaturas marinas muy singulares, que resultarán mas comprensibles si recuerdan lo que hemos descrito hasta cierto punto de los misterios del mundo astral. No es en absoluto necesario que las fuerzas astrales que provocan la ingesta de nutrientes estén conectadas con aquellas que regulan el movimiento o la reproducción. Cuando el investigador clarividente examina el espacio astral en busca de estructuras que puedan dar lugar a la vida animal, encuentra algo muy notable. Encuentra una cierta sustancialidad astral, de la que cabría decir que si obrara en un cuerpo animal a través de las fuerzas que prevalecen en él, estaría especialmente capacitado para transformar lo físico y convertirlo en un órgano para nutrirse. Pues bien, en algún que otro lugar, puede haber miembros del ser astral muy diferentes a través de los cuales, cuando se sumergen en un cuerpo, no se forman órganos de ingesta de alimentos sino órganos de movimiento o percepción. Se puede concebir que, cuando por un lado tienen un aparato para ingerir alimentos y además un aparato para mover las manos y los pies, las fuerzas del mundo astral se hunden en ustedes, pero estas fuerzas pueden fluir juntas desde lados muy diferentes. Una masa de fuerzas astrales les ha dado una cosa, la otra les ha dado la otra, y se encuentran juntas en su cuerpo físico, porque su cuerpo físico tiene que ser un objeto conectado en el espacio. Eso depende de las leyes del mundo físico. Las diferentes masas de fuerza que provenientes de afuera se juntan deben formar una unidad. No lo estaban desde el principio. Lo que acabamos de descubrir como resultado de la investigación oculta en el campo astral puede confirmarse definitivamente por sus efectos en el mundo físico. Porque hay ciertas criaturas que tienen una vida singular como criaturas marinas. En ellas vemos algo así como un vástago o tronco común, una especie de tubo hueco. Por encima de este, en la parte superior, hay una formación que, en realidad, no tiene otra habilidad que llenarse de aire y vaciarse de nuevo. Esta acción hace que toda la estructura se mantenga vertical. Si esta parte acampanada no estuviera allí, entonces todo lo que cuelga de ella no podría mantenerse en posición vertical. Es una especie de ser-contrapeso que da equilibrio al conjunto. Esto puede no parecernos tan peculiar. Pero es peculiar cuando nos damos cuenta de que la estructura, que está arriba y da equilibrio a todo el ser, no puede existir sin alimentarse. Es de naturaleza animal y por lo tanto debe ser alimentado. Sin embargo, no tiene ningún instrumento para ingerir alimentos. Pero para poder alimentar esta estructura, se colocan en el vástago hueco ciertas excrecencias: genuinos pólipos, distribuidos en todo tipo de lugares; se volcarían continuamente y no podrían mantenerse en equilibrio si no hubieran crecido en un vástago común. Pueden absorber el alimento del exterior y dárselo a todo el vástago, que impregnan. De esa manera, el ser del equilibrio del aire también se nutre. Así, por un lado, hay un ser que solo puede mantener el equilibrio, y por otro lado, un ser que solo puede proporcionar alimento para el conjunto. Pero ahora tenemos una estructura que puede sostenerse mucho en materia de alimentos; cuando ya ha ingerido el alimento, y no queda nada más, entonces la criatura debe buscar otros lugares donde pueda encontrar nuevos alimentos. Para ello, debe tener órganos de movimiento. También se ha tenido cuidado con esto, ya que todavía hay otras estructuras que han crecido en este vástago y que tienen otras capacidades. No pueden mantener el equilibrio ni proporcionar alimento, sino que poseen ciertas formaciones musculares. Estas estructuras se pueden unir y presionar el agua. Esto causa un contra-empuje en el agua, de modo que cuando el agua es expulsada, toda la estructura debe moverse hacia el otro lado y así poder alcanzar a otras criaturas para alimentarse. Las "medusas" avanzan expulsando el agua a presión y de esta manera causan un contra-empuje. Y esas medusas, que son auténticas criaturas en movimiento, ahora también han crecido allí. Así que aquí tienen un conglomerado de diferentes formaciones animales, un tipo que solo mantiene el equilibrio, otro que solo nutre, y luego otros seres que proporcionan movimiento. Si tal ser, sin embargo, no fuera más que esto, quedaría completamente descartado; No podría reproducirse. Pero incluso esto está previsto. Nuevamente, en otros lugares del tallo, crecen formas en forma de bola que no tienen otra capacidad que la de reproducción. En un espacio hueco dentro de estos seres, se desarrollan sustancias de fertilización masculinas y femeninas; se fructifican mutuamente y surgen seres de su propia especie. Así, el proceso reproductivo en estos seres se delega a formaciones bastante distintas que no tienen ninguna otra capacidad. Además, todavía se encuentran ciertos excrecencias en este vástago común; estos son seres en los que todo está atrofiado; solo están allí como protección, de modo que lo que está debajo tiene cierta protección. Se han sacrificado, han entregado todo lo demás y se han convertido en solo pólipos protectores.
Aún cabe remarcar ciertos hilos largos llamados “tentáculos”, que nuevamente son órganos metamorfoseados. Estos no tienen ninguna de las facultades de las otras estructuras, pero si la criatura es atacada por alguna criatura hostil, los "tentáculos" rechazan el ataque; Son órganos defensivos. Y todavía hay otro tipo de órgano, el que se llama "tocadores", "palpadores". Estos son órganos de sensibilidad y tacto finos, móviles y muy sensibles, una especie de órgano sensorial. El sentido de la sensación (tacto), que en un ser humano se extiende por todo el cuerpo, existe aquí en un miembro especial.
Ahora bien, ¿qué significa este sifonóforo, (tal es el nombre de esta criatura), para alguien que puede mirar las cosas con la visión de un ocultista? Aquí confluyen las más variadas estructuras astralmente agrupadas, criaturas de la nutrición, del movimiento, de la reproducción, etc. Y dado que estas diversas buenas cualidades de la sustancia astral desean incorporarse físicamente, tuvieron que atarse a una substancialidad común. Por consiguiente, ahí ven un ser que pronostica al ser humano de una manera extremadamente notable.
Imaginen que todos los órganos, que aparecen aquí como entidades independientes, estuviesen internamente en contacto entre sí, que se hayan desarrollado juntos: entonces tienen al ser humano y a los animales superiores en el aspecto físico. Aquí, a través de hechos simples del mundo físico, se ve la confirmación de lo que muestra la investigación oculta: a saber, que en el ser humano, también fluyen juntas las más diversas fuerzas astrales. Estas, cada uno de nosotros las mantenemos unidas a través de nuestro yo, y cuando ya no trabajan juntas como un único ser, sintiéndose una unidad, hacen que un individuo pugne por separarse en diferentes direcciones. Está relatado en el Evangelio, el cómo tantos y tantos seres demoníacos están en el hombre, que se han unido para formar una unidad. Y recuerden también cómo en ciertas condiciones anormales, cuando hay una enfermedad mental, la persona pierde la conexión interna. Hay casos de locura, donde las personas ya no pueden aferrarse a su yo y sienten que están divididas en diferentes partes; se confunden con las estructuras parciales originales que han confluido juntas en ellos.
Hay un cierto principio oculto, que afirma que todo lo que está presente en el mundo espiritual, en última instancia, se delata en algún lugar del mundo de los sentidos. Entonces pueden ver lo que está interconectado en el cuerpo astral humano encarnado físicamente en tal sifonóforo. El mundo oculto espía a través de una mirilla en lo físico. Si los seres humanos no hubieran podido demorar su incorporación hasta que hubieron alcanzado la densidad física adecuada, entonces serían, (no física sino espiritualmente), seres unidos según la función que realizan. El tamaño no tiene nada que ver con eso. Este tipo de criatura, (que pertenece a la especie de criaturas huecas, descrita hoy en cada historia natural, y que, en cierto sentido, causa una especie de fascinación para el investigador de la ciencia material), se vuelve comprensible interiormente cuando podemos entenderla a partir de los principios ocultos de la astralidad animal. Este es un ejemplo tal, y pueden escuchar con calma a alguien que habla un lenguaje diferente y dice que la investigación física contradice las afirmaciones de la antroposofía. Para que puedan responder a eso, si uno pacientemente deja que el tiempo muestre la coincidencia, y se restablecerá la armonía, incluso en las cosas más complicadas. El concepto de "evolución" sostenido por la mayoría de las personas es muy simple. Sin embargo, la evolución no ha tenido lugar de manera tan simple.
En conclusión, me gustaría plantear una especie de problema, que será una tarea que debemos tratar de resolver desde el punto de vista oculto. Hemos visto una importante verdad oculta demostrada externamente en un animal relativamente inferior. Pasemos ahora a una especie animal algo más alta, el pez, que nos puede dar aún más enigmas. Expondré ante ustedes solo unas pocas características.
Cuando se observan los peces de los acuarios, puede uno verse sorprendido una y otra vez de la maravillosa vida del agua. Pero no imaginen que cualquier visión oculta perturbará estas reflexiones. Cuando se arroja luz allí con los hechos de la investigación oculta y se ve qué otros seres ocultos nadan justamente para formar estas criaturas tal como son, entonces la comprensión no disminuirá su asombro, sino que la aumentará. Sin embargo, permítanme tomar un pez corriente: el cual nos presenta enigmas bastante potentes. El pez por término medio tiene, en primer lugar, rayas destacadas a lo largo de los lados, que aparecen también en las escamas en otra forma. Corren a lo largo de ambos lados como dos líneas longitudinales. Si hicieran a amortiguar estas dos líneas, los peces se comportarían como si estuvieran locos. Porque entonces, perderían el poder de captar las diferencias de presión en el agua, para saber donde el agua permite mayor apoyo o menos; donde es más delgada y más densa; Los peces ya no podrían moverse de acuerdo con las diferencias de presión en el agua. El agua difiere en densidad según diferentes lugares, por lo que ejerce una presión desigual. El pez se mueve en la superficie del agua de manera diferente a la de abajo, y mediante estas líneas longitudinales, percibe las diferentes presiones y todos los movimientos producidos por el hecho de que el agua está en movimiento.
Pero hay mas, a través de los finos órganos, que se describen en cada libro de historia natural, los puntos separados de estas líneas longitudinales están conectados con el bastante primitivo órgano auditivo del pez. La forma en que los peces son conscientes de los movimientos y la vida interior del agua es igual a la manera en que los humanos percibimos la presión del aire, solo que las condiciones de presión se sienten primero en las líneas longitudinales y son Luego transmitidas al órgano auditivo. El pez oye eso; Sin embargo, las cosas son aún más complicadas.
El pez tiene una vejiga natatoria que le permite, en primer lugar, aprovechar la presión del agua y moverse solo en condiciones definidas de presión. La presión sobre la vejiga natatoria le da el arte de nadar, pero como los diferentes movimientos y vibraciones tocan la vejiga y la afectan como una membrana, esto reacciona sobre el órgano auditivo y, con la ayuda del órgano auditivo, el pez. Se orienta en todos sus movimientos. Por lo tanto, la vejiga natatoria es en realidad un tipo de membrana que se estira y entra en vibraciones que el pez oye. Donde la cabeza del pez termina hacia la parte de atrás, están las branquias, que permiten al pez usar el aire del agua para respirar.
Si hacen un seguimiento de todas estas cosas en las teorías biológicas ordinarias sobre la evolución, siempre encontrarán la evolución presentada algo primitivamente. Se piensa que la cabeza del pez siguió evolucionando más, y luego surge la cabeza de un animal más altamente organizado; Las aletas evolucionan aún más, y así surgen después los órganos del movimiento de los animales superiores, y así sucesivamente. Pero el asunto no es tan simple cuando uno sigue los procesos con observación espiritual.
Para que una estructura espiritual que se ha encarnado para formar el pez pueda avanzar en su evolución, debe suceder algo mucho más complicado. Una gran parte de los órganos deben transformarse y volverse del revés. Las fuerzas que actúan en la vejiga natatoria de los peces encierran en sí mismas, (en una sustancia madre, por así decirlo), las mismas fuerzas que el ser humano tiene en los pulmones. Pero no se pierden. Diminutas piezas permanecen atrás, (solo que vueltas del revés), todo lo material se desvanece, y luego forman nuestro tímpano humano. De hecho, considerado espacialmente, el tímpano, como un órgano de gran alcance en relación con el espacio en el hombre, es un pedazo de esa membrana; En él actúan las fuerzas que han trabajado en la vejiga natatoria de los peces. Y además: las branquias se transforman en los pequeños huesos del oído, al menos en parte, de modo que las branquias se han transformado en el órgano de la audición humano, por ejemplo. Ahora se ve que es algo así como si la vejiga natatoria del pez, se hubiera "reciclado" en las agallas. En los seres humanos, por lo tanto, tenemos el tímpano afuera, los órganos auditivos adentro. Y lo que en los peces está bastante afuera, (las notables líneas longitudinales a través de las cuales se orienta el pez), forma en los seres humanos los tres canales semicirculares a través de los cuales mantenemos nuestro equilibrio. Si se destruyen estos tres canales semicirculares nos sentiremos mareados y ya no podremos mantener nuestro equilibrio.
De modo que no solo existe un simple proceso de la historia natural, sino un maravilloso trabajo astral, donde las cosas se vuelven continuamente del revés. Imaginen que tienen un guante en esta mano con patrones que son elásticos. Si ahora lo invierten, le dan la vuelta, se convertirá en una imagen bastante pequeña. Así también, los órganos que estaban afuera se vuelven pequeños y finos, y los órganos que estaban dentro formarán una amplia superficie. Entendemos la evolución solo cuando sabemos que de la manera más misteriosa, tal inversión tiene lugar en lo astral y cómo, de esta manera, tiene lugar el progreso de lo espiritual.
Entre tales personas sin preparación, habrá un gran número de personas que dirán: "Eso son estupideces, cosas fantásticas, tonterías sin sentido". Pero siempre habrá quienes, desde la más profunda necesidad de su alma, tendrán, sin embargo, un indicio de que detrás de ello hay algo. Ellos seguirán gradualmente familiarizándose con ello. Y es de ese paciente estudio del que debe depender la antroposofía, y al que podemos aspirar. Para una gran parte de los que asisten a una conferencia sobre ciencia espiritual por pura curiosidad, será muy natural dar rienda suelta luego a la opinión: "¡Esa es una secta que solo propaga su particular palabrería!" Pero cuando se conocen las dificultades, también se esperará pacientemente la selección que debe surgir. Habrá personas de entre el público que encontrarán su camino y formarán un núcleo a través del cual la ciencia espiritual fluirá gradualmente en toda nuestra vida.
Hoy se dará un ejemplo especial para mostrar lo fácil que es para los estudiantes preparados de la ciencia espiritual, que ya se han acostumbrado a pensar y vivir con los conceptos despertados por la ciencia espiritual, a aceptar los informes aparentemente más difíciles dados por investigación físico-sensible. El aprendiz gradualmente se dará cuenta de que cuanto más avancemos, más nos daremos cuenta de lo que es una bien fundada investigación espiritual para el conocimiento universal. Y eso le dará al buscador la calma necesaria para hacer frente a las tormentas que se abatirán contra la ciencia espiritual, por hablar en un lenguaje tan extraño. Si tenemos la paciencia de acostumbrarnos a esta armonía, ganaremos más y más seguridad. Luego, cuando la gente dice: "Lo que me dices no está en conformidad con las investigaciones más elementales de la ciencia", el antropósofo responderá: "Sé que a través de lo que la ciencia espiritual puede dar, se puede encontrar una armonía total con todos estos hechos, aunque tal vez sea imposible llegar a un entendimiento en un determinado momento".
Ahora dejaremos que algo pase ante nuestras almas como un capítulo particular, para fortalecer aún más la conciencia.
Después de vivir durante algún tiempo con la concepción espiritual del mundo, los estudiantes de ciencias espirituales se han acostumbrado a hablar de cuerpo físico, cuerpo etérico y cuerpo astral como ideas, que luego pueden aplicar como guías cuando buscan comprender cosas externas desde un punto de vista universal. Deben acostumbrarse gradualmente a ver la diferencia en la naturaleza física de los objetos a su alrededor. Cuando miran una piedra no dicen: "La piedra consiste en tales y cuales materiales, el cuerpo humano consiste en lo mismo, y por lo tanto, puedo tratar al cuerpo humano como a la piedra". Puesto que el cuerpo de la planta es bastante diferente, aunque consta de los mismos materiales físicos que la piedra. Posee un cuerpo etérico dentro de ella, y el cuerpo físico de la planta se derrumbaría si el cuerpo etérico no impregnara todas sus partes. Por lo tanto, el científico espiritual dice: “El cuerpo físico de la planta se secaría a menos que el cuerpo etérico lo mantenga vivo y luche contra esa disolución. En lo que respecta a la planta, encontramos que es una combinación de los principios del cuerpo físico y del cuerpo etérico ".
Ahora, a menudo se ha hecho hincapié en que el principio más elemental del cuerpo etérico es la recapitulación. Un ser, establecido únicamente bajo sus principios etéricos y físicos, expresaría en sí mismo el principio de la recapitulación. De esto se tiene evidencia en la planta en un grado muy marcado: Vemos cómo se desarrolla hoja tras hoja, ya que el cuerpo físico de la planta está permeado por el principio de recapitulación del etérico. Se forma una hoja, luego una segunda y una tercera; Una hoja se agrega a otra hoja en repetición continua. E incluso cuando la planta llega a una cierta conclusión por arriba, allí sigue la recapitulación. Hay una especie de corona de hojas que forman el cáliz de la flor, aunque tienen una forma diferente de las otras hojas. Sin embargo, se siente que todavía es una recapitulación de las mismas hojas en forma alterada. Por lo tanto, podemos decir que el cáliz verde sale arriba donde los extremos de las plantas son una especie de recapitulación. E incluso los pétalos de las flores son una recapitulación. Es cierto que tienen un color diferente, pero en lo esencial, todavía son hojas, hojas muy transformadas.
Fue en la gran obra de Goethe en el reino de las plantas, donde se mostró cómo no solo las hojas que forman el cáliz y los pétalos de las flores son hojas transformadas, sino también cómo debemos ver en los pistilos y los estambres una repetición metamorfoseada. Sin embargo, no es una mera repetición lo que nos encontramos en la planta. Si solo estuviera activo puramente el principio etérico elemental, la planta no tendría terminación. El cuerpo etérico presionaría a través de la planta desde abajo hacia arriba, desarrollándose hoja tras hoja y nunca habría un final. Entonces, ¿Qué hace que la flor llegue a una conclusión,
ponga fin a su existencia al empezar a fructificar para producir otra flor? Es el hecho de que en el mismo grado en que la planta crece hacia arriba, viene a su encuentro desde arriba, encerrado en sí mismo, el cuerpo astral de la planta. La planta no posee en sí misma un cuerpo astral propio, pero a medida que crece hacia arriba, el cuerpo astral similar a una planta la encuentra desde arriba. Poniendo fin a lo que el cuerpo etérico continuaría en eterna recapitulación; Causando así la transformación de las hojas verdes en las formas del cáliz, los pétalos de las flores, los estambres y los pistilos.
Para la visión oculta, podemos decir que la planta crece hacia su parte similar al alma, a su parte astral, que es la causante de la metamorfosis. Ahora bien, el hecho de que la planta siga siendo una planta y no se desplace con movimientos voluntarios y sensaciones se debe a que el cuerpo astral, que se encuentra con la planta allí arriba, no toma posesión interna de los órganos; Los toca solo por fuera desde arriba. En la medida en que el cuerpo astral se apodera de los órganos hacia adentro, la planta pasa a ser animal. Esa es la gran diferencia. Si toman ustedes la hoja de una planta, pueden decir: “Incluso en la hoja de la planta, el cuerpo etérico y el cuerpo astral están trabajando juntos, pero el cuerpo etérico lleva, por así decirlo, la ventaja. El cuerpo astral no está en posición de extender sus sensores hacia el interior; Trabaja desde fuera ”.
Si queremos expresar eso desde el punto de vista espiritual, podemos decir: "Lo que, en el caso del animal está dentro, lo que experimenta internamente como placer y pena, alegría y dolor, impulso, deseo e instinto, no está dentro en la planta; sin embargo, se hunde continuamente en la planta desde arriba ”. Eso es completamente algo de naturaleza anímica. Y mientras que el animal dirige sus ojos hacia el exterior, halla placer en el entorno, dirige su percepción del gusto hacia el exterior y se entrega al disfrute que le ofrece la naturaleza, es decir, experimenta el placer interiormente, quien realmente puede considerar estas cosas espiritualmente puede afirmar que el ser astral de la planta también siente alegría y dolor, placer y tristeza al contemplar lo que ha producido. Se regocija con el color rosa y con todo lo que viene hacia él. Y cuando las plantas forman hojas y flores, entonces el alma de la planta se impregna y saborea todo eso mientras mira hacia abajo, y hay un intercambio entre la parte del alma que se hunde y la propia planta. El mundo vegetal está ahí para la felicidad, y en ocasiones también para el dolor, de su parte anímica. Realmente podemos ver un intercambio de sentimientos entre la cobertura vegetal de la tierra y la astralidad de la tierra, que envuelve las plantas y representa su naturaleza anímica.
Lo que actúa en las plantas desde fuera es lo mismo que se apodera de la naturaleza anímica del animal internamente y que lo hace animal. Pero hay una diferencia importante entre la naturaleza anímica activa en la astralidad del mundo vegetal y la astralidad de la vida animal. Si comprueban desde la clarividencia lo que obra como astralidad en la cobertura vegetal, encontrarán en la naturaleza anímica de las plantas una cierta suma de fuerzas, y todas ellas tienen una cierta peculiaridad. Cuando hablo de la naturaleza anímica de la planta y de la astralidad de la tierra que la impregna y en la que la naturaleza anímica de las plantas desempeña su papel, debe estar claro que estas almas de la planta no viven en su astralidad como, por ejemplo, los seres físicos en nuestra tierra.
Las almas de las plantas pueden interpenetrarse unas a otras para fluir como en un elemento liquido. Pero una cosa es característica de ellas; es decir, desarrollan ciertas fuerzas, y todas estas fuerzas fluyen al punto central del planeta. En cada planta trabaja una fuerza que va de arriba a abajo y se dirige hacia el centro de la tierra. Eso es lo que regula la dirección del crecimiento de la planta. Si alargasen sus ejes, llegarían al centro de la tierra, que es la dirección dada a las plantas por la naturaleza anímica que viene de arriba. Si investigamos la naturaleza anímica de la planta, nos encontramos con que su característica más importante es que está irradiada de fuerzas, que pugnan hacia el centro de la tierra.
Es diferente cuando consideramos la astralidad perteneciente a la naturaleza animal que envuelve nuestra tierra,. La naturaleza de la planta como tal no podría provocar la vida animal. Para producir la naturaleza animal, es necesario que otras fuerzas pasen a través del elemento astral. Sin embargo, el investigador oculto puede distinguir claramente de la astralidad si algunos producirán crecimiento vegetal o animal. Eso se puede distinguir en la esfera astral, ya que toda astralidad, que muestra solo las fuerzas que pugnan hacia el centro de la tierra o de algún otro planeta, daría lugar al crecimiento de las plantas. Si, por el contrario, aparecen fuerzas que, de hecho, se sitúan en ángulo recto respecto a aquellas, pero que giran alrededor del planeta como continuos movimientos circulares con una movilidad extraordinaria en todas las direcciones, entonces esa es una astralidad diferente, que da origen a la vida animal. Desde cualquier punto que se observe, encontrarán que la tierra en cada posición dirección y altitud está rodeada por corrientes que, si se alargan, formarían círculos que fluyen alrededor de la tierra. Esta astralidad armoniza bastante bien con la astralidad de la planta. Se interpenetran entre sí y, sin embargo, están separadas internamente, diferenciándose a través de sus cualidades internas. Por lo tanto, en todos y cada uno de los puntos de la superficie terrestre, ambos tipos de astralidad pueden fluir positivamente entre sí. Si un clarividente chequease una porción definida del espacio, se encontraría fuerzas que pugnan solo hacia el centro de la tierra interpenetradas por otras que son solo circulares, y que el clarividente sabe que dan origen a la vida animal.
Cuando se considera un cuerpo físico, no importa si es una planta o un animal, hay que verlo como un reducto espacial y no cabe incluir otra cosa como perteneciente a él si está separada de él en el espacio. Cuando hay separación espacial, hay que hablar de diferentes cuerpos; Es un cuerpo individual cuando hay conexión espacial. Esto en el mundo astral no es así, y mas particularmente en la astralidad que puede dar lugar al reino animal. Allí, es un hecho que estructuras astrales, ampliamente separadas, pueden constituir un individuo completo. Aquí, en alguna parte del espacio, puede haber una estructura astral, y en otra parte del espacio, puede haber otra estructura astral cerrada; sin embargo, a pesar de no tener el más mínimo hilo de espacio en común, estas dos estructuras astrales pueden constituir un solo ser. Sí, se pueden conectar tres, cuatro, cinco de estas estructuras separadas espacialmente. Hasta puede suceder lo siguiente.
Supongamos que tienen un ser astral que no se ha incorporado físicamente en ningún lugar, y luego encuentran otro que pertenece a este. Ahora observan al primero y encuentran algo en él, algo que podríamos llamar ingerir alimentos, el consumo de algo, ya que se ingieren ciertas sustancias y otras se expulsan. Y mientras percibe esto en una estructura, puede percibir en el segundo ser, espacialmente separado de la primera, otros procesos que se corresponden con lo que ocurría en el primero como absorción de alimentos. Por un lado, el ser come: por otro lado, experimenta el sabor, y aunque no hay conexión espacial, el proceso en una estructura corresponde por completo al proceso en la otra estructura. Así pues, estructuras astrales bastante separadas en el espacio pueden internamente, sin embargo, pertenecerse recíprocamente.
De hecho, cien estructuras astrales ampliamente separadas pueden ser tan inter dependientes que ningún proceso puede tener lugar en una sin un proceso correspondiente en las otras. Cuando los seres pasan a encarnarse físicamente, pueden todavía encontrarse ecos de esta peculiaridad astral. Habrán oído hablar del notable paralelismo mostrado por los gemelos. Esto se debe a que siguen relacionados en sus cuerpos astrales, aunque estén separados espacialmente a causa de su encarnación física. De modo que, cuando sucede algo en el cuerpo astral de uno, no puede ocurrirle a él solo, sino que se expresa en la parte astral del otro. Incluso en el caso de la astralidad vegetal, se muestra esta peculiaridad: la interdependencia en cosas bastante separadas en el espacio. Quizás ya hayan oído hablar de esta peculiaridad en la naturaleza vegetal: cómo el vino que estando dentro de los recipientes muestra una actividad bastante notable cuando llega la temporada de la uva. Lo que hace que las uvas maduren debe ser remarcado nuevamente incluso en los recipientes de vino.
Solo deseaba resaltar el hecho de que, en lo que se manifiesta, lo oculto siempre está latente y puede sacarse a la luz con los métodos de la investigación oculta. Por esto habrán de admitir que no parece en absoluto antinatural que todo nuestro organismo esté formado astralmente partiendo de miembros tan diferenciados.
Hay criaturas marinas muy singulares, que resultarán mas comprensibles si recuerdan lo que hemos descrito hasta cierto punto de los misterios del mundo astral. No es en absoluto necesario que las fuerzas astrales que provocan la ingesta de nutrientes estén conectadas con aquellas que regulan el movimiento o la reproducción. Cuando el investigador clarividente examina el espacio astral en busca de estructuras que puedan dar lugar a la vida animal, encuentra algo muy notable. Encuentra una cierta sustancialidad astral, de la que cabría decir que si obrara en un cuerpo animal a través de las fuerzas que prevalecen en él, estaría especialmente capacitado para transformar lo físico y convertirlo en un órgano para nutrirse. Pues bien, en algún que otro lugar, puede haber miembros del ser astral muy diferentes a través de los cuales, cuando se sumergen en un cuerpo, no se forman órganos de ingesta de alimentos sino órganos de movimiento o percepción. Se puede concebir que, cuando por un lado tienen un aparato para ingerir alimentos y además un aparato para mover las manos y los pies, las fuerzas del mundo astral se hunden en ustedes, pero estas fuerzas pueden fluir juntas desde lados muy diferentes. Una masa de fuerzas astrales les ha dado una cosa, la otra les ha dado la otra, y se encuentran juntas en su cuerpo físico, porque su cuerpo físico tiene que ser un objeto conectado en el espacio. Eso depende de las leyes del mundo físico. Las diferentes masas de fuerza que provenientes de afuera se juntan deben formar una unidad. No lo estaban desde el principio. Lo que acabamos de descubrir como resultado de la investigación oculta en el campo astral puede confirmarse definitivamente por sus efectos en el mundo físico. Porque hay ciertas criaturas que tienen una vida singular como criaturas marinas. En ellas vemos algo así como un vástago o tronco común, una especie de tubo hueco. Por encima de este, en la parte superior, hay una formación que, en realidad, no tiene otra habilidad que llenarse de aire y vaciarse de nuevo. Esta acción hace que toda la estructura se mantenga vertical. Si esta parte acampanada no estuviera allí, entonces todo lo que cuelga de ella no podría mantenerse en posición vertical. Es una especie de ser-contrapeso que da equilibrio al conjunto. Esto puede no parecernos tan peculiar. Pero es peculiar cuando nos damos cuenta de que la estructura, que está arriba y da equilibrio a todo el ser, no puede existir sin alimentarse. Es de naturaleza animal y por lo tanto debe ser alimentado. Sin embargo, no tiene ningún instrumento para ingerir alimentos. Pero para poder alimentar esta estructura, se colocan en el vástago hueco ciertas excrecencias: genuinos pólipos, distribuidos en todo tipo de lugares; se volcarían continuamente y no podrían mantenerse en equilibrio si no hubieran crecido en un vástago común. Pueden absorber el alimento del exterior y dárselo a todo el vástago, que impregnan. De esa manera, el ser del equilibrio del aire también se nutre. Así, por un lado, hay un ser que solo puede mantener el equilibrio, y por otro lado, un ser que solo puede proporcionar alimento para el conjunto. Pero ahora tenemos una estructura que puede sostenerse mucho en materia de alimentos; cuando ya ha ingerido el alimento, y no queda nada más, entonces la criatura debe buscar otros lugares donde pueda encontrar nuevos alimentos. Para ello, debe tener órganos de movimiento. También se ha tenido cuidado con esto, ya que todavía hay otras estructuras que han crecido en este vástago y que tienen otras capacidades. No pueden mantener el equilibrio ni proporcionar alimento, sino que poseen ciertas formaciones musculares. Estas estructuras se pueden unir y presionar el agua. Esto causa un contra-empuje en el agua, de modo que cuando el agua es expulsada, toda la estructura debe moverse hacia el otro lado y así poder alcanzar a otras criaturas para alimentarse. Las "medusas" avanzan expulsando el agua a presión y de esta manera causan un contra-empuje. Y esas medusas, que son auténticas criaturas en movimiento, ahora también han crecido allí. Así que aquí tienen un conglomerado de diferentes formaciones animales, un tipo que solo mantiene el equilibrio, otro que solo nutre, y luego otros seres que proporcionan movimiento. Si tal ser, sin embargo, no fuera más que esto, quedaría completamente descartado; No podría reproducirse. Pero incluso esto está previsto. Nuevamente, en otros lugares del tallo, crecen formas en forma de bola que no tienen otra capacidad que la de reproducción. En un espacio hueco dentro de estos seres, se desarrollan sustancias de fertilización masculinas y femeninas; se fructifican mutuamente y surgen seres de su propia especie. Así, el proceso reproductivo en estos seres se delega a formaciones bastante distintas que no tienen ninguna otra capacidad. Además, todavía se encuentran ciertos excrecencias en este vástago común; estos son seres en los que todo está atrofiado; solo están allí como protección, de modo que lo que está debajo tiene cierta protección. Se han sacrificado, han entregado todo lo demás y se han convertido en solo pólipos protectores.
Aún cabe remarcar ciertos hilos largos llamados “tentáculos”, que nuevamente son órganos metamorfoseados. Estos no tienen ninguna de las facultades de las otras estructuras, pero si la criatura es atacada por alguna criatura hostil, los "tentáculos" rechazan el ataque; Son órganos defensivos. Y todavía hay otro tipo de órgano, el que se llama "tocadores", "palpadores". Estos son órganos de sensibilidad y tacto finos, móviles y muy sensibles, una especie de órgano sensorial. El sentido de la sensación (tacto), que en un ser humano se extiende por todo el cuerpo, existe aquí en un miembro especial.
Ahora bien, ¿qué significa este sifonóforo, (tal es el nombre de esta criatura), para alguien que puede mirar las cosas con la visión de un ocultista? Aquí confluyen las más variadas estructuras astralmente agrupadas, criaturas de la nutrición, del movimiento, de la reproducción, etc. Y dado que estas diversas buenas cualidades de la sustancia astral desean incorporarse físicamente, tuvieron que atarse a una substancialidad común. Por consiguiente, ahí ven un ser que pronostica al ser humano de una manera extremadamente notable.
Imaginen que todos los órganos, que aparecen aquí como entidades independientes, estuviesen internamente en contacto entre sí, que se hayan desarrollado juntos: entonces tienen al ser humano y a los animales superiores en el aspecto físico. Aquí, a través de hechos simples del mundo físico, se ve la confirmación de lo que muestra la investigación oculta: a saber, que en el ser humano, también fluyen juntas las más diversas fuerzas astrales. Estas, cada uno de nosotros las mantenemos unidas a través de nuestro yo, y cuando ya no trabajan juntas como un único ser, sintiéndose una unidad, hacen que un individuo pugne por separarse en diferentes direcciones. Está relatado en el Evangelio, el cómo tantos y tantos seres demoníacos están en el hombre, que se han unido para formar una unidad. Y recuerden también cómo en ciertas condiciones anormales, cuando hay una enfermedad mental, la persona pierde la conexión interna. Hay casos de locura, donde las personas ya no pueden aferrarse a su yo y sienten que están divididas en diferentes partes; se confunden con las estructuras parciales originales que han confluido juntas en ellos.
Hay un cierto principio oculto, que afirma que todo lo que está presente en el mundo espiritual, en última instancia, se delata en algún lugar del mundo de los sentidos. Entonces pueden ver lo que está interconectado en el cuerpo astral humano encarnado físicamente en tal sifonóforo. El mundo oculto espía a través de una mirilla en lo físico. Si los seres humanos no hubieran podido demorar su incorporación hasta que hubieron alcanzado la densidad física adecuada, entonces serían, (no física sino espiritualmente), seres unidos según la función que realizan. El tamaño no tiene nada que ver con eso. Este tipo de criatura, (que pertenece a la especie de criaturas huecas, descrita hoy en cada historia natural, y que, en cierto sentido, causa una especie de fascinación para el investigador de la ciencia material), se vuelve comprensible interiormente cuando podemos entenderla a partir de los principios ocultos de la astralidad animal. Este es un ejemplo tal, y pueden escuchar con calma a alguien que habla un lenguaje diferente y dice que la investigación física contradice las afirmaciones de la antroposofía. Para que puedan responder a eso, si uno pacientemente deja que el tiempo muestre la coincidencia, y se restablecerá la armonía, incluso en las cosas más complicadas. El concepto de "evolución" sostenido por la mayoría de las personas es muy simple. Sin embargo, la evolución no ha tenido lugar de manera tan simple.
En conclusión, me gustaría plantear una especie de problema, que será una tarea que debemos tratar de resolver desde el punto de vista oculto. Hemos visto una importante verdad oculta demostrada externamente en un animal relativamente inferior. Pasemos ahora a una especie animal algo más alta, el pez, que nos puede dar aún más enigmas. Expondré ante ustedes solo unas pocas características.
Cuando se observan los peces de los acuarios, puede uno verse sorprendido una y otra vez de la maravillosa vida del agua. Pero no imaginen que cualquier visión oculta perturbará estas reflexiones. Cuando se arroja luz allí con los hechos de la investigación oculta y se ve qué otros seres ocultos nadan justamente para formar estas criaturas tal como son, entonces la comprensión no disminuirá su asombro, sino que la aumentará. Sin embargo, permítanme tomar un pez corriente: el cual nos presenta enigmas bastante potentes. El pez por término medio tiene, en primer lugar, rayas destacadas a lo largo de los lados, que aparecen también en las escamas en otra forma. Corren a lo largo de ambos lados como dos líneas longitudinales. Si hicieran a amortiguar estas dos líneas, los peces se comportarían como si estuvieran locos. Porque entonces, perderían el poder de captar las diferencias de presión en el agua, para saber donde el agua permite mayor apoyo o menos; donde es más delgada y más densa; Los peces ya no podrían moverse de acuerdo con las diferencias de presión en el agua. El agua difiere en densidad según diferentes lugares, por lo que ejerce una presión desigual. El pez se mueve en la superficie del agua de manera diferente a la de abajo, y mediante estas líneas longitudinales, percibe las diferentes presiones y todos los movimientos producidos por el hecho de que el agua está en movimiento.
Pero hay mas, a través de los finos órganos, que se describen en cada libro de historia natural, los puntos separados de estas líneas longitudinales están conectados con el bastante primitivo órgano auditivo del pez. La forma en que los peces son conscientes de los movimientos y la vida interior del agua es igual a la manera en que los humanos percibimos la presión del aire, solo que las condiciones de presión se sienten primero en las líneas longitudinales y son Luego transmitidas al órgano auditivo. El pez oye eso; Sin embargo, las cosas son aún más complicadas.
El pez tiene una vejiga natatoria que le permite, en primer lugar, aprovechar la presión del agua y moverse solo en condiciones definidas de presión. La presión sobre la vejiga natatoria le da el arte de nadar, pero como los diferentes movimientos y vibraciones tocan la vejiga y la afectan como una membrana, esto reacciona sobre el órgano auditivo y, con la ayuda del órgano auditivo, el pez. Se orienta en todos sus movimientos. Por lo tanto, la vejiga natatoria es en realidad un tipo de membrana que se estira y entra en vibraciones que el pez oye. Donde la cabeza del pez termina hacia la parte de atrás, están las branquias, que permiten al pez usar el aire del agua para respirar.
Si hacen un seguimiento de todas estas cosas en las teorías biológicas ordinarias sobre la evolución, siempre encontrarán la evolución presentada algo primitivamente. Se piensa que la cabeza del pez siguió evolucionando más, y luego surge la cabeza de un animal más altamente organizado; Las aletas evolucionan aún más, y así surgen después los órganos del movimiento de los animales superiores, y así sucesivamente. Pero el asunto no es tan simple cuando uno sigue los procesos con observación espiritual.
Para que una estructura espiritual que se ha encarnado para formar el pez pueda avanzar en su evolución, debe suceder algo mucho más complicado. Una gran parte de los órganos deben transformarse y volverse del revés. Las fuerzas que actúan en la vejiga natatoria de los peces encierran en sí mismas, (en una sustancia madre, por así decirlo), las mismas fuerzas que el ser humano tiene en los pulmones. Pero no se pierden. Diminutas piezas permanecen atrás, (solo que vueltas del revés), todo lo material se desvanece, y luego forman nuestro tímpano humano. De hecho, considerado espacialmente, el tímpano, como un órgano de gran alcance en relación con el espacio en el hombre, es un pedazo de esa membrana; En él actúan las fuerzas que han trabajado en la vejiga natatoria de los peces. Y además: las branquias se transforman en los pequeños huesos del oído, al menos en parte, de modo que las branquias se han transformado en el órgano de la audición humano, por ejemplo. Ahora se ve que es algo así como si la vejiga natatoria del pez, se hubiera "reciclado" en las agallas. En los seres humanos, por lo tanto, tenemos el tímpano afuera, los órganos auditivos adentro. Y lo que en los peces está bastante afuera, (las notables líneas longitudinales a través de las cuales se orienta el pez), forma en los seres humanos los tres canales semicirculares a través de los cuales mantenemos nuestro equilibrio. Si se destruyen estos tres canales semicirculares nos sentiremos mareados y ya no podremos mantener nuestro equilibrio.
De modo que no solo existe un simple proceso de la historia natural, sino un maravilloso trabajo astral, donde las cosas se vuelven continuamente del revés. Imaginen que tienen un guante en esta mano con patrones que son elásticos. Si ahora lo invierten, le dan la vuelta, se convertirá en una imagen bastante pequeña. Así también, los órganos que estaban afuera se vuelven pequeños y finos, y los órganos que estaban dentro formarán una amplia superficie. Entendemos la evolución solo cuando sabemos que de la manera más misteriosa, tal inversión tiene lugar en lo astral y cómo, de esta manera, tiene lugar el progreso de lo espiritual.
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